COMPRO TU AMOR

Por Kary-chan.

ACTO 1.

¿Como puedo comenzar a relatar mi historia? primero debería decir que mi nombre es Duo Maxwell, hijo de la prestigiosa y de buena posición económica familia Maxwell... Es 1830, era en la que solo importa el buen nombre de una familia y el dinero, en el que el pensamiento de los que no son de la "alta" quedan descartados, era donde el racismo y el machismo están muy presentes.

Y yo, lamentablemente, nací en esta era. Nací en una noche de tormenta, donde lamentablemente, el medico o alguna matrona no pudo llegar a atender el parto de mi madre, así pues, despues de tenerme junto a un gran sufrimiento y una gran fiebre quedo un poco mal de sus capacidades mentales, a tal grado de que cuando fue un varón el que tuvo lo rechazo... ella quería a una niña... así formaría a su preciosa y perfecta familia.... el segundo varón... fue tal su estado de esquizofrenia al ver que había dado a luz a un varón, que mi padre, con afán de calmarla, había dicho que no era varón si no niña... y así fui criado.

Claro, todos los sirvientes viven bajo el juramento de no decir a nadie lejos de la casa grande, ni el pueblo que yo soy varón, y no una dulce y delicada niña.

Mi padre al principio creyó que despues de un tiempo mi madre recuperaría un poco la razón, y yo podría ser criado como el segundo hijo de la familia, pero no fue así.

En la casa todos, inclusive mi hermano Traize me dicen Di... Duo es nombre de varón.... , la señorita Di... ahora me doy cuenta de que mi padre cometió un error al darle la razón a mi madre.. al no quererla hacer ni ver sufrir y decirle tal mentira... pero de pequeño... no me importaba.

Disfrutaba que todos me trataran con tanta amabilidad y delicadeza... todo lo que pedía todo me era dado, en mi tierna infancia no me daba cuenta de que no era normal que yo, siendo un hombre vistiera con aquellos abultados y grandes vestidos, y mi cabellera fuera demasiado larga. Pero repito, en aquel tiempo no me importaba.

Fue cuando llego la adolescencia que todo me pareció demasiado... yo era un varón, por lo tanto quería actuar como tal, salir a donde me placiera sin necesidad de compañía, pues si a una señorita "decente" se le ve sola es catalogada como de mala calaña. Ejercer mi derecho... pues solo los hombres tiene derecho en esta era, las mujeres son tomadas como un cero a la izquierda, al igual que los pobres y bastardos, en esta sociedad.

Pero, un día decidí ejercer ese derecho, tendría máximo doce años en ese entonces, tome algo de la antigua ropa de mi hermano, que por suerte me calzo a la perfección, ate mi cabello en una trenza ocultándola en la camisa y un sombrero de paja pues es mal visto si algún hombre trae el cabello tan largo como el de una mujer, me vi en el espejo de mi habitación, escape de la casa, hacia el campo y hacia el pueblo .

Era tal mi libertad que me sentí tan abrumado, podría ir a donde me pareciera, corrí por todo el campo, me comporte como yo antes había visto comportarse a los hijos de las sirvientas en la casa. Pero, en mi carrera disfrutando de tal libertad me tope con alguien, choque y fui a dar con el suelo, al levantar la mirada, mire horrorizado como me miraba mi hermano, ahí mismo mi alto y siempre imponente hermano estaba frente a mi.

-her...- callé, no estaba seguro si me había reconocido, pero al levantarme por la camisa, con demasiada facilidad y acercarme a su cara me dijo -que crees que haces aquí Duo?-

-Bájalo Traize- le dijo con voz pausada mi padre, quien me veía con una profunda tristeza -tiene derecho....-

-Su derecho es estar en casa... tejiendo o haciendo otra cosa como las "mujercitas" de su edad- comento al bajarme al suelo.

Fue en ese entonces que esas palabras me calaron fondo y en mi alma, fue cuando me canse de que las cosas fueran así -no soy una mujer!- grite, mas mi padre me tomo por el hombro e indico que subiera al caballo, al parecer me había visto correr por el campo cuando regresaban de un viaje a la hacienda.

-Duo... sabes que ya es demasiado tarde para decirle al mundo que eres un hombre... ese escándalo...-

-acabaría con el buen nombre de la familia- termino mi hermano -y ese escándalo acabaría de volver loca a nuestra madre.-

Apreté los nudillos con fuerza... así que... por el buen nombre... yo debería de enfrentar las consecuencias, yo debería de pagar los errores y miedos de mis padres.

-No se... por que le importa mas el buen nombre de la familia que su propio hijo!!- le dije con rabia a mi padre en cuanto entramos a la casa, mi padre me abrazo con cariño, y fue la primera vez en toda mi corta vida que lo vi llorar.

-Tienes todo el derecho y razón para odiarme por siempre Duo- dijo mirando mi cara.... yo... no pude seguir odiándolo despues de verlo llorar por mi, solo baje la cabeza y susurre débilmente -no lo odio padre-

-Pero Di?¡- pregunto mi madre cuando entro a recibir a mi padre y me vio vestido como lo que tal era -que haces con esas fachas, ve a tu cuarto a bañarte y ponerte ropa decente niña!-

La mira... a ella... tampoco debía odiarla... y mas por que... ni siquiera se daba cuenta en que mundo vivía...

-Si madre- conteste y entre corriendo a mi habitación, me quede buen rato sumergido en el agua... desde que había cumplido doce años me bañaba yo solo, ya no venían las sirvientas a tallar (con tanta fuerza que la verdad dolía) mi cuerpo sin dejarme mover un dedo... en parte lo agradecía... el ritual del baño se volvía parte de mi única intimidad..

Pero esas escapadas no fueron las únicas, escape muchos mas veces, solo que por la noche, y vestido como todo un caballero en lugar de ropa simple de campesino (que había agarrado la primera vez y por lo tanto fui mas obvio, pues era raro ver a un campesino con mis facciones)

Me sorprendió ver que el pueblo por la noche eran tan diferente, mas lleno de vida que en la tarde, y también me sorprendió ver que no le era indiferente a las mujeres que pasaban por mi lado.

Así vivía una doble vida...

Nunca mencione a Wufei, hijo de una de las criadas de la casa, y con el único varón que se me permitía jugar, le divertía el saber que yo aun siendo chico vestía como chica, fue mi mejor amigo... fue mi primer amor....

Su cabello era negro como el carbón, al igual que sus ojos con una astucia en ellos que se veía a cien metros de distancia, su piel era blanca, por lo que también lo hacían sobresalir, y ser medio aceptado de estar siempre en la casa grande.

Y el me correspondía... claro que cuando nos encontraron una vez, en el jardín besándonos mi hermano se horrorizo... mi querido e hipócrita hermano.. solo cuando le convenía me trataba como chico... a el lo molieron a palos... y gracias a la intervención de mi padre yo no tuve el mismo destino.

Llore con pesar su partida, pero no se fue del todo de mi vida, me mandaba cartas contándome que hacia, cuanto me extrañaba, y cuando estaba cerca.

Mi padre no dijo nada al saber que me había enamorado de un chico, solo como siempre que sabia que algo me lastimaba o me hacia infeliz me abrazaba, y unas lagrimas escapaban de sus ojos, me decía que me amaba y que pasara lo que pasara yo seria su hijo... y de nuevo repetía que tenia derecho a odiarlo... y yo, secando sus lagrimas y dándole una sonrisa le decía que no lo odiaba.

Oh cuantos sueños truncados habían en mi vida... mi naturaleza exploradora y curiosa era opacado por el velo de ser "mujer", tenia que ser tierna, seria, recatada... toda una farsa de mi verdadero yo, un yo juguetón, alegre y demasiado hablador.

El me iba a librar de ese engaño, huiríamos en cuanto yo cumpliese la mayoría de edad... huiríamos lejos, donde nadie me conociera y pudiera ser el y no ella.

-Solo espero que me sigas amando cuando eso pase- dice la ultima de sus cartas... ese plan aun no ha quedado descartado.. el vendrá... y por fin... podré ser libre de esta farsa. Y así... entre engaños y mentiras han transcurrido diecisiete años de mi vida....

Una chica de largos cabellos castaños miraba, mientras apretaba con fuerza un pedazo de papel azul entre sus brazos a las estrellas por la ventana de su balcón, su camisón largo blanco acentuaba la rara belleza de la chica, suspiro levemente y procedió a pagar las velas que iluminaban su habitación... mientras tanto... habría que seguir con la farsa, pues esa bella chica, era en realidad un hermoso chico que tuvo la mala fortuna de nacer en el tiempo y circunstancias equivocadas.

Por la mañana fue despertada por los toquidos en su puerta.

-Pase- contesto colocándose la bata.... hecho innecesario pero que ya formaban parte de su vida. Entro un chico alto, fornido, de ojos azules y pelo castaño, un poco mas claro que el de el, entro abriendo el closet y sacando uno de sus mejores vestidos.

-Vístete... pronto iremos a misa- le dijo secamente mientras le daba la ropa, a veces Duo creía que lo veía con burla, y como si el se sintiera mas superior que el mismo.

-En un momento bajo...- dijo mirándolo también con furia... si pudiera le partiría la cara en un segundo... apretó con furia su puño... solo tendría que esperar un año mas... y se iría de la casa... su madre ya no le importaba... había descubierto que su enfermedad mental solo había sido pasajera y ahora era totalmente conciente de lo que pasaba o dejaba de pasar en esa casa... mas lo único, como a toda la sociedad en el mundo que le importaba, era lo que pensarían los demás... las habladurías de al gente.

Solo le pesaba dejar a su padre... mas el sabia que su anciano padre comprendería el de por que huía...

Al estarse cambiando entro Nata con la cara de evidente angustia... Nata era la madre de su joven amante, su rostro se ilumino al ver que traía celosamente guardada otra carta de Wufei entre sus ropas, ahora Duo comprendía el porque lucia tan nerviosa la señora, Duo fue a cerrar sus puertas con llaves.

-Joven Di.... si nos descubren...- sollozo la mujer.

-No te preocupes Nata... pronto tu y yo nos reuniremos con Wufei, y ya nadie podrá hacer nada- sonrio Duo y le indico que le entregara la carta.

La desdoblo con emoción y comenzó a leer, de pronto un grito leve salió de sus labios, un grito de emoción y de nerviosismo. -Wufei esta en el pueblo... dice que me vera al terminar la misa de hoy...- le dijo a Nata que lo veía con cara asustada... pero las palabras de Duo no la calmaron si no que la asustaron mas.

-Ay niña... joven Di- se corrigió al ver la mirada de desagrado de Duo al decirle niña, sabia que aunque toda la casa grande le dijera así, el odiaba eso. -si descubren a Wufei... lo van a mandar a fusilar!-

-No lo descubrirán... ya te dije estate tranquila- dijo mientras se terminaba de colocar el estorboso vestido, no sabia por que debía de usar corsé si no le era necesario...

Salieron a la iglesia, Duo quiso que Nata los acompañara, pero su hermano lo veía con cara de que sospechaba que algo tramaba.

-Te sucede algo, hermano?- pregunto Duo fingiendo solo un poco al voz, por fortuna no la tenia tan gruesa.

-No nada...- le contesto apartando la mirada de el.

-Padre, yo me quedare en el pueblo-

-Espero que no para perder de nuevo dinero en ese bar de mala calaña- le regaño el señor Maxwell, un hombre de edad avanzada, su pelo castaño entrecano con una barba de candado también un poco entrecana, su cara parecía ya cansada de todo, pero sus ojos unos ojos azules mostraban todo el coraje que ese cuerpo aun tenia.

-No padre..-

-Por que no es necesario que te recuerde que la hacienda ya no esta produciendo nada, y no estamos como para darnos el lujo de patrocinarte esos caprichos.-

-Por dios... no digas eso, quien te escuchara podría decir que somos pobres- le dijo en un tono de alarma y regaño la señora Maxwell, una mujer delgada, muy delgada, y demacrada, sus pelo aun seguía siendo castaño oscuro, y sus ojos tan bellos como en su juventud, ojos violetas, ojos que había heredado su hijo menor.

-Es cierto mujer... si seguimos así no tendremos siquiera para la dote de Di...-

-Mi... dote?- dote? la dote era lo que daban las muchachas casaderas al que seria su próximo marido pero el...

-Perdona hijo... lo olvide- dijo ofreciendo una disculpa su padre.

-Calla! que pasaría si te escuchan decirle así a Di? se hablaría de nosotros por toda una década.- volvió a chillar su madre

-Calma mujer!.... pero te repito Traize, si me entero que tu madre ha empeñado otras de sus joyas para salvarte el pellejo, juro por el nombre de nuestra familia que de desheredare!-

-Bien padre...- masculló el hijo mayor.

Pese a que Duo estaba nervioso trataba de aparentar calma, solo esperaba que la misa acabara para encontrarse con Wufei... no podría esperar otro año... tendría que huir con el cuanto antes...

Cuando acabo la misa, se encontró con sus padres a la salida.

-Padre.. puedo pasear por el pueblo unos minutos antes de marcharnos de nuevo a casa?- pregunto Duo, se sentía extraño el saber que tanto como hombre como mujer se llevaba la mirada de los presentes por donde pasaba.

-Claro hija... solo que... no te metas en problemas... y ya sabes a lo que me refiero- le dijo al indicarle que no fuera a cambiarse de ropa y huir como tantas otras veces las había hecho.

-No tenga pendiente padre, Nata me acompañara.- y se fue, camino hasta que perdió de vista a sus padres y se fue corriendo al pequeño pasillo que había detrás de la iglesia, ahí lo vio, pero había algo diferente en el.

Wufei lo vio le sonrio y se paro frente a el, con los brazos extendidos, pero no por un abrazo, si no para que Duo pudiera admirar mejor el uniforme militar que traía puesto.

-No... bromeas- le dijo Duo sin poder ocultar una sonrisa. -tu? el quebranta reglas, un militar?- dijo abrazándolo con cariño.

-Bueno... debo de empezar por algo para ganar dinero... y esto es lo mejor-

-Pero estamos en guerra no temes que?-

-No... mientras aun tenga tu amor... se que no dejare que me mate el enemigo- dijo, volteo y vio que su madre lo miraba, la abrazo con fuerza -también usted se ira con nosotros madre-

-Oh hijo... que orgullosa me siento de ti- dijo la mujer queriendo tapar su llanto con la mantilla que la cubría.

-Wufei... seguirás aquí?-

-Claro, en el pueblo.... no tengan cuidado, no me busca la ley como te había dicho tu hermano, si no... no podría haber entrado al ejercito Duo-

Duo... se sentía tan bien escuchar su nombre con la voz de Wufei.

-Me tengo que ir... pero... te veré... vendré al pueblo en cuanto pueda!- le dijo abrazándolo de nuevo y dándole un beso, no había temor de que alguien mas los viera...

-Cuídate Duo...-

-Vendré... pero vestido de hombre... si es que no me reconoces sin estos tontos vestidos- trato de sonreír.

-Nunca podría no reconocer tan bellos ojos-

Se fueron con rapidez, cuando caminaba de regreso frente a donde habían dejado el carruaje choco contra su hermano, se veía pálido y asustado.

-Traize.. por que tienes esa cara?- pregunto Duo a su hermano mayor.

-No te importa...-

-No vayas a hacer otra tontería... yo no te prestare ninguna mas de las joyas para que te endeudes mas-

-No necesito de ti-

-Mi madre tampoco te dará-

-No te metas con cosas de hombres "hermanita"- le dijo y se fue corriendo, como si ocultara algo y temiera que alguien lo viese.

Ya en el carruaje su padre lo esperaba.

-Y mi madre?...- pregunto al subir al carruaje

-Se quedo en un tienda a comprar tela... no se como gasta mas de lo que tenemos....-

-Padre...-

-No te preocupes Duo... Traize es el heredero y sabrá manejar y sacar a delante a la hacienda-

-Padre no estoy tan seguro... segura de eso...-

-Confía en tu hermano-

-En un sinvergüenza patán como el?- despues se ruborizo al notar las palabras que había utilizado para describir a su hermano.

-Tengo la esperanza de que vuelva al buen camino hijo...-

-Padre... espero que no lo defraude... pero yo.. yo podría...-

-Lo se...- lo callo en cuanto entro su madre.

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En un bar no muy lejos de ahí, donde abundaban las mujeres de la vida fácil, el tabaco y alcohol, estaba Traize jugando cartas con unos de los que se hacían llamar amigos.

-Vaya Maxwell.... de nuevo pierdes... que apostaras esta vez? los calzones?- le dijo irónicamente uno de los hombres con los que jugaba.

-Cállate Miller!- le dijo y saco de entre sus ropas un papel maltrecho -les juego... las escrituras de mi casa...-

-Wow... el lobito esta jugando a ser el dueño de su casa- volvieron a bromear.

-Cállense! verán que en esta partida no pierdo- dijo confiado el muchacho... pero lamentablemente fue así.

-Yo gano todo- dijo el dueño de la contaduría del pueblo -lo siento Maxwell, cuando tengas el dinero vuelve y compra tus escrituras- y se salió del bar.

-Maldición!!!- dijo Traize golpeando la mesa y sudando... si su padre se enteraba de lo que acababa de hacer.

-Toma Di... te compre uno de esos libros que te gustan...- le dijo su madre tendiéndole un libro de filosofía, Duo sonrio, eran uno de los pocos derechos que como hombre y pese a ser tratado como mujer recibía, el de una educación, en esa fecha a lo mas que podían aspirar las mujeres era saber leer, y su lectura también estaba restringida.

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-Aquí esta la contaduría donde tu padre llevaba las cuentas Heero- le dijo un joven alto de pelo castaño un poco largo y ojos verdes a otro chico, con el cabello corto y alborotado y ojos azules cobalto cuando se detuvieron frente a una casa algo oculta por las calles tan enredadas del pueblo.

Se bajo del caballo, antes de que entrara paso una muchacha, una chica tan bella que capto su atención por esos ojos que relucían alegría, su radiante sonrisa la hacían lucir mucho mas hermosa, y ese cabello largo castaño solo acentuaban mas y mas la belleza de la que era poseedora, paso de largo sin siquiera mirarlo, pero sin dejar de mostrar esa sonrisa, su criada iba tras ella, también se veía feliz aunque un poco preocupada. El hasta hace poco también había pertenecido a la clase baja, era un bastardo que creció con esfuerzo gracias a la bondad de un padre que le acogió, se volvió un hombre de bien, y ahora cuando había cumplido veintiún años de la nada había salido su padre, dejándole toda la herencia que poseía, y así de la nada, se había vuelto rico.

Trowa observo lo que su amigo observaba tan insistentemente -Es bonita no?- le pregunto a su amigo.

-Algo..- contesto secamente Heero, ese hombre, sabia Trowa, era de pocas palabras, la chica bonita tropezó con un hombre que tenia cara de maleante, hablaron un momento.

-Será su novio?-

-Tiene cara de hombre de mala calaña- contesto Heero, la chica dejo de discutir y Heero la miro hasta que se le perdió de vista

Gracias a su amigo Trowa, era que se había podido poner al tanto de los negocios de su padre, y ahora iba a enterarse de como estaban las cuentas, entro al lugar, pero antes de que pudiera preguntar al contador (que también tenia cara de ser ladrón) entro el joven con el que había visto hablar a aquella muchacha.

-Miller... necesito... que me devuelvas las escrituras de la casa...- dijo nervioso y le tendió en el escritorio unas cuentas joyas.

-Lo siento Maxwell, pero esas escrituras valen mas que esto...-

-Maldito...-

-Deberías pensar mejor las cosas antes de hacerlas...-

El joven se fue maldiciendo y mirando las joyas que había vuelto a recoger en un pequeña bolsa.

-Así que también te dedicas a robar aparte de contador?- pregunto Heero.

-Tu que quieres mocoso?- dijo al ver al joven que vestía de manera tan sencilla.

-Pues... quiero ver como están las cuentas de mi padre-

-Como si tu padre pudiera llegar a tener algo-

-Tenga cuidado con sus palabras... mi padre era el hacendado Yuy- el contador palideció al escuchar el nombre.

-El señor Yuy no tenia hijos el...-

-Pues aquí tiene a su único hijo...-

-Perdone señor, aquí tiene.- y le entrego un gran y grueso libro.

-Por lo visto ha sacado buen dinero sin que mi padre se diera cuenta....-

-Señor....-

-Esta bien... solo que debe de entregarme lo que saco-

-No tengo nada en estos momentos...-

-Y esas escrituras de las que hablaba ese muchacho?-

-Esas escrituras son de la familia Maxwell señor... ese joven es el único heredero de la familia, aparte de la jovencita Di...-

Heero sonrio... entonces esa muchacha era solo su hermana.

-Démelas... ya usted despues arreglara cuentas con ese joven-

Heero salió con un extraño brillo en los ojos, pudo observar Trowa.

-Sucedió algo Heero-

-Conoces a la familia Maxwell?- pregunto mientras montaba su caballo.

-Si... es una rica familia de aquí... por que?-

-Esa chica... creo que era una Maxwell-

-Ah ya veo.- dijo Trowa mientras iniciaba el camino... - te gusto?-

-Si.... y creo que seria una perfecta esposa... esto me dará una conexión especial con esa familia, y le dio las escrituras para que las observara.

Trowa rió -cuando tu quieres algo, lo tomas a cualquier precio verdad?-

-Así como lo dices me haces parecer un malvado-

-No... un terco- bromeo Trowa.

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-vamos Milliardo.... ayúdame!-

-Traize.. soy tu amigo, pero ya me debes una fortuna!- le contesto el joven rubio y cabello un poco largo (todo un escándalo) sujeto por una coleta, se paseaba de un lugar a otro por la pequeña sala.

-Será la ultima vez- le pidió angustiado -por favor... si se enterasen mis padres me matan-

-Traize cuando aprenderás?- lo miro con tristeza su amigo, su joven amigo se había vuelto casi un adicto a los juegos y apuestas, y lo peor de todo es que era un mal jugador y siempre acababa perdiendo, tomo unas cuantas monedas de oro y las metió en una bolsita.

-Toma... pero espero que no vuelvas a apostar.. y menos tu propia casa caray!!! que ni siquiera es de tu propiedad.

-Gracias.. gracias- dijo Traize al ver el dinero frente el, corrió hacia la contaduría.

-Como que aquel desgraciado se las llevo!!!!!!!!!!?- le grito despues de golpear al contador.

-Lo siento.. pero....-

-rayos... ahora que haré?-

Volvió a casa.. lo mejor seria contarle todo a su madre...

-Hijo... que voy a hacer contigo??....- le decía llorando su madre, Traize también aparentaba llorar de humillación.

-Perdona madre.. fui un tonto-

-Si querías dinero me hubieras pedido como siempre a mi-

-Pero mi padre dijo...-

-Tu padre nunca se enterara... como no se enterara de esto.. comprendes?, sabes quien fue el señor que compro las escrituras?-

-Si, fue el hijo del señor Yuy... del Guadiana-

-Creía que el señor Yuy no tenia hijos...-

-Si tiene... y en apariencia es alguien joven, y se ve que tiene el carácter como cuentan que lo tenia el señor Yuy-

-Ay hijo... esperemos que podamos volver a tener en nuestras manos esas escrituras...-

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Heero le daba vueltas a los documentos que tenia en su escritorio.... esa era la llave para conocer mas a la joven que le había robado el aliento por la tarde.

-Señor- lo interrumpió un sirviente -lo busca la señora Maxwell-

Heero abrió los ojos y sonrio complacido -si, hágala pasar-

Despues entro una mujer, esos ojos ya los había visto... ya no tenia duda, esa chica era hija de la familia Maxwell.

-Señor... tengo entendido que por una leve confusión por parte del contador le pago algo con las escrituras de nuestra casa..-

-Si... pero me pregunto quien esta tan desesperado como para vender sus propias escrituras.-

-Verá... en esta época y gracias a las sequías nuestra familia esta corta de recursos... -

-Puede comprármela...-

-Claro, claro aquí tiene el dinero- dijo vaciando el dinero que su hijo le había dado.

-Esto no es suficiente señora, parece ser que su hijo no sabe cuan valiosa es su propia casa.-

La mujer palideció... -Pero hay algo... algo que puede abarcar toda las escrituras.-

-Que puede ser eso?-

-Su hija... quiero que sea mi prometida.... así quedara todo saldado.

La señora Maxwell sonrio, era perfecto Di quedaría con un hombre de buena familia que podría sacar de apuros a su familia por un buen tiempo, al menos en esa crisis.

-Me alegrara saber que emparentaremos con el hijo del señor Yuy- sonrio educadamente la señora Maxwell.

-No creo que le alegre tanto al saber que soy un bastardo señora....-

Del rostro de la mujer desapareció la sonrisa -eso... eso no importa siempre y cuando me prometa velar por el bien de mi pequeña Di..-

-Di...? es un bello nombre, tan bello como su hija-

-Ah, es que ya la conoce acaso?-

-Solo de vista señora... entonces-

-Es un trato- dijo dándole la mano a Heero para sellarlo.

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No... no me fume nada, pese a lo que parezca ^_^U, esta historia esta inspirada en una telenovela llamada "Amor Real" quien a su vez fue inspirada en otra llamada "Bodas de Odio"

Claro que ahí nadie se hacia pasar por mujer, por lo que mi historia solo esta INSPIRADA, mas no BASADA, ok?, así que variara en muchas cosas... y solo coincidirá en alguna que otra.

Este seria el capitulo piloto, y no no es un 05X02 pese a que aparenta serlo en el principio, será oficialmente un 01X02. Si recibo review continuare, si no dejare el projeto y me dedicare otros fics, así que si tu, tu querido lector decides dejar un reviewcito aunque sea pequeñisimo salvaras a esta historia de ir a la papelera de reciclaje.

La época esta ambientada en el México Colonial, pero como ando mal en historia no supe precisar fechas por lo que si no es en el 1800 la época colonial hay dispensen por favor.

Bueno me despido, y una vez mas, si no recibo reviews no continuare ok? Se que es un poco egoísta decir eso, pero pues... si voy a escribir algo para que nadie lo lea o le guste para que escribir?... claro que para mi... pero es bueno compartir mis ideas.....

Matte ne!!!!

kary_yuy@hotmail.com ***