Disclaimer: Todos los personajes y la historia en donde se desenvuelven, pertenecen a J.K. Rowling.

Nota de la autora: Primero que nada espero que disfrutes esta historia, es mi primer Fanfic, así que ya le tengo mucho cariño. Algunas cosas pueden variar: como la relación entre algunos personajes, y unos cambios de la historia original para que esta se adapte a conveniencia.

Sin más preámbulos disfruten la historia


Una liebre y un hurón amigos son

5 de Junio para ser exactos, Draco Malfoy se encontraba deambulando por cada rincón de la mansión esperando a que comenzara "la gran celebración" (entiéndase el sarcasmo). Hoy cumplía quince años, y sentía que nada interesante le había pasado aún; esperaba que este año al regresar a Hogwarts hubiese algún cambio, aparte del típico relevo del profesor de defensa contra las artes oscuras, aunque tenía que aceptar que el año pasado su némesis, Harry Potter casi se convierte en el almuerzo de un dragón y que por lo visto ahora, está medio chiflado según el Profeta.

- Quiero algo nuevo que le de emoción, sustancia a la cosa- pensaba el joven Malfoy -¡QUE MALDITO DESESPERO! -dijo gritando esta vez

-Y luego la loca soy yo.-dijo de la nada, una dulce y cantarina vocecita -¿Cómo está mi cuerdo y muy refinado primo?- Y ahí estaba Luna Lovegood, según Draco su prima la loca, porque claro en ninguna familia puede faltar uno (en especial en la suya).

-Dí lo que quieras lunática, pero tu me ganas, en cambio yo... Ja mírame soy listo y una adoración jajaja- dijo en tono burlesco el rubio

-Sí Claro Dragón, eres tan adorable como una ashwinder y tan listo como un trol - dijo Luna con el tono burlón que solo utilizaba con su primo favorito

-Tu siempre tan gentil con mi persona Luna... en fin ¿que hay de nuevo?

-No mucho mi padre y yo estuvimos el mes pasado en Austria buscando un...

-Bicho raro sí- interrumpió Draco como de costumbre -Te pregunté que había de nuevo

- Si pues antes de que ME INTERRUMPIERAS, iba a dedirte que fui a visitar a Ginny y allí estaba Hermione y...- en ese momento Draco el cual iba caminando al lado de Luna tropezó con una mesita haciendo caer una escultura bastante cara y aun peor de su madre Narcissa

- ¡DRACO! pobre bailarina, no tiene la culpa que te vuelvas un tonto distraído cuando te mencionan a... ¿Hermione?- le dijo Luna mientras cogia delicadamente los trocitos de porcelana.

De pronto el ambiente se tornó gris, se sintió como si todo el entorno se congelara y la felicidad desapareciera. Desde las escaleras se veía bajar una figura con traje oscuro, que infundía temor, así es, era Lucius Malfoy, con su porte imperturbable y elegante, pero quién, con su mirada aterraba a los mismísimos dementores.

-Padre puedo explicarte- dijo Draco tragando saliva y con el corazón a punto de salir de su pecho- es que, bueno yo he, Luna iba caminando y yo, Luna y yo, esto eeeh... Fue Luna fin- dijo el muchacho después de que casi se desmayara.

-Mira Draco yo se que tu prima y tu, tienen que unir sus dos cerebros para sobrevivir, ya que ambos son medio idiotas, pero eso no es excusa para que me perturben. Estos últimos días, solo he recibido malas noticias y vienen ustedes, par de asnos descerebrados a acabar con la poca paz que tengo, y no es justo, ustedes dos me van a matar algún día- les dijo Lucius a los dos chicos, de manera tan calmada que daba escalofríos- Así que... ¡SE LARGAN AHORA MISMO O LES ECHÓ UN HECHIZO ENMUDECEDOR DE POR VIDA!- les gritó el Malfoy Mayor con la poca paciencia que aún le quedaba, agradeciendo a Merlín que no estaba la otra ficha encargada de exasperarlo... El insoportable joven Blaise Zabini

- a propósito hijo Feliz cumpleaños- le dijo Lucius ya más calmado a su hijo.

-Bueno recordó tu cumpleaños jajajajajaja- dijo de manera burlesca Luna - a propósito te traje algo

-¿Me va a explotar, matar ,dejar en coma o con alguna cicatriz? porque si es así... gracias pero no gracias- le preguntó el rubio con sarcasmo y algo de miedo, conociendo la mente retorcida de su prima.

-Quería, pero mi padre me lo prohibió- contestó la linda chica con una sonrisa y un tono de falsa tristeza, mientras se sacaba detrás de su oreja la varita y con un Revelio hacía aparecer una muy colorida cajita. - Entonces... ¿mi teoria es cierta? ¿te gusta Hermi? le pregunto la tierna rubia con una ceja levantada y un gesto de complicidad, para pasar a hablar super rápido y bastante emocionada - ¿desde cuando? ¿por qué? ¿se lo dirás? ¡ que emoción! si la lastimas te echo a los lobos.

El rubio bastante asustado por los típicos cambios de actitud de su prima y algo confundido y muy espantado por haber sido descubierto miro a Luna, y decidió decirle la verdad, aunque sabía que su prima a veces parecía rarita era bastante lista y perceptiva.

-Si me gusta Granger, desde tercero creo; porque a ti que te importa y no se lo diré creo, o bueno sí le diré, aunque no, no es una buena idea y si algún día pasara algo, cosa que dudo mucho, jamás la lastimaría. Se que la he insultado millones de veces, me he burlado de ella, una vez la hechicé por error, y una vez le desee la muerte, pero son detallitos, es que no aguanta nada. No lo se ya me alteré y no me gusta alterarme, es tu culpa Luna arreglalo- dijo casi gritando Draco.

-Bueno primero que todo debes dejar de ser tan idioootaa, si quieres conquistarla, se que explotarás, pero es un sacrificio que vale la pena y segundo deberíamos entrar, ya llegaron los invitados, y la cena ya está lista. Espero que haya pudin- le dijo Luna con una sonrisa -con respecto a lo otro consúltalo con una buena porción de tarta de mora como decía...

-Tu madre- volvió a interrumpir el chico a su prima, sin despegar la vista del salón principal el cual estaba repleto de amigos y familiares que asistían a la fiesta de su cumpleaños.

Luna solo miraba a su primo. Si bien, a veces era un tonto y odioso y tan diferente a ella, se necesitaban, porque se entendían bastante bien y era de esas personas con las que puedes hablar de todo y jamás se enojara contigo. Tenía suerte de ser la sobrina de Lucius, y tener el mejor amigo y primo del mundo. siempre estaría para ese tarado.