Resumen: Cuando se convierten en adultos, las vidas de nuestros héroes se han vuelto muy complicadas, y para nada son como ellos lo habían soñado. Pero nunca es demasiado tarde para arreglar las cosas. Spoilers tercera temporada.

Notas:

1) Los Personajes no me pertenecen, son propiedad de ZAG Heroes, y los créditos son de Thomas Astruc y su equipo.

2) Este fin está realizado sin fines de lucro, solo por diversión.

3) Puede contener Spoilers de todo lo que ha aparecido en la tercera temporada

EL MURO QUE NOS SEPARA

CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN

Cima de la Torre Eiffel

Un año después de la aparición de Papillon

Chat Noir corría por los techos de París con dirección a la torre Eiffel con una enorme sonrisa que le daría envidia al gato de Cheshire; su corazón latiendo con fuerza, lleno de anticipación por lo que sabía que iba a ocurrir ese día. Si tuviera un poco más de entusiasmo, el héroe habría podido volar.

Dio un brinco cuando recibió un mensaje en su bastón: Ladybug ya lo estaba esperando en la cima de la torre Eiffel, y por poco daba un brinco de emoción mientras corría.

Esa noche justamente se cumplía un mes desde el último akuma había aparecido en la ciudad, el cual había sido utilizado para que Papillon declarara que renunciaba a su guerra contra ellos por los Miraculous de Ladybug y Chat Noir, que dejaría de enviar akumas y que se iría de París para siempre. Ni Ladybug ni él lo habían creído al principio las palabras del villano, pero tras un mes sin ningún ataque todos comenzaron a creer que al parecer Papillon había dicho la verdad.

Chat Noir sabia muy bien lo que eso significaba. Ahora que Papillon se había rendido, ya no había ningún pretexto para que Ladybug y él mantuvieran en secreto sus identidades, y esa era la causa que había hecho que el héroe corriera con esa enorme sonrisa hacia donde se encontraba su Lady.

¡Por fin, después de un largo año de pelear a su lado y de esperar pacientemente para que Papillon sea vencido, por fin conocería la identidad de Ladybug, y ella conocería la suya! Él había jurado de que no importaba quien estuviera detrás de esa máscara, él la amaba y siempre la amaría. Por fin sabría quien es su amada Ladybug. Por fin la espera había terminado.

Había sido un idiota, creyendo que podía olvidarse de Ladybug y perseguir a alguien como Kagami. Seguramente las cosas con Ladybug se arreglarían cuando supieran sus identidades y ya no hubiera más secretos entre ambos.

Llegó al Champ-de-Mars y extendió su bastón para llegar a la cima de la torre Eiffel. Podía ver a la heroína esperándolo fuera de la oficina de Gustav Eiffel. Su corazón dio un salto de felicidad al verla, y saltó para caer sobre la plataforma de la torre.

La chica estaba cruzando los brazos, dándole la espalda con la mirada perdida hacia la distancia. Desde donde estaban, se podía ver la tour Montparnasse sobresaliendo sobre el resto de la ciudad. Se veía hermosa, aunque no tan hermosa como Ladybug.

-Salut, ma lady- dijo Chat Noir con su sonrisa radiante tan pronto como puso los pies en la plataforma mientras que caminaba hacia ella- dijiste que querías verme está noche-

Pudo ver los hombros de Ladybug alzarse y bajar por un momento, como si hubiera suspirado, y se volvió hacia él. Al parecer la chica no estaba tan feliz como él por el hecho de que iban a revelar sus identidades. O quizá estaba preocupada por algo más. ¿Acaso Papillon había mentido y había creado un nuevo akuma?

-Salut, Chat Noir- dijo Ladybug, descruzando los brazos y caminando hacia él.

-¿Sucede algo malo, Ladybug?- dijo el héroe, borrando su sonrisa y mirándola confundido- pareces un poco… preocupada-

-Es… es posible que esté un poco preocupada por toda esta situación- dijo la chica en voz baja, como si no quisiera decirle lo que ocupaba sus pensamientos- ahora que… que Papillon desapareció, como Guardiana de los Miraculous decidí que teníamos una elección-

Chat Noir parpadeó. Esa conversación no iba para nada como la había imaginado.

-Podemos quedarnos con nuestros Miraculous- dijo la heroína, tocando sus aretes con su dedo índice y medio- podemos conservar a Tikki y Plagg durante todo este tiempo, y cuando no podamos seguir siendo héroes, los devolveremos a la Miraclebox y elegiré a quien pasarla como el maestro Fu hizo conmigo-

-Eso es bastante sensato, y estoy de acuerdo con ello- dijo Chat Noir asintiendo levemente, poniendo su mano izquierda sobre su propio Miraculous- por supuesto que quiero conservarlo. Y cuidaré bien de Plagg hasta que llegue el momento de despedirme de él-

Ladybug sonrió levemente ante esa respuesta de su partenaire, y el corazón del chico volvió a emocionarse recordando la razón por la que había ido ahí con tanto entusiasmo. Por fin había llegado el momento de conocer a la mujer de sus sueños.

-Bien- dijo la heroína sacudiéndose las manos- supongo que no será necesario que sigamos patrullando por las noches la ciudad de ahora en delante, y creo que será mejor que dejemos los crímenes comunes a la policía-

-Por… por supuesto- dijo él, parpadeando confundido.

-Bien- repitió Ladybug en un tono bastante final, girándose para darle la espalda- si no hay más que decir…-

-¡Espera un momento!- dijo Chat Noir alzando la voz. Ladybug se detuvo, pero no se movió ni se volvió hacia su compañero, como si no le sorprendiera que dijera eso. El héroe la vio tensar sus hombros, como si estuviera esperando a que dijera algo- ¿qué es lo que sucede, ma lady?¿Porqué te apresuras para irte así? Creí que habíamos acordado que, una vez que Papillon hubiera desaparecido, podíamos revelar nuestras identidades-

Ladybug bajó los ojos al suelo, aún sin volverse hacia él. Chat Noir entrecerró los ojos confundido. ¿Qué sucedía con ella? ¿Porqué no se atrevía a mirarlo a la cara?

-Chaton, yo…no creo que esa sea una buena idea- escuchó la voz de la chica, aunque habló en un susurro, como si no quisiera ser escuchada.

-¿Porqué no?- quiso saber el chico mientras que fruncía el entrecejo- si Papillon desapareció, ya no estamos en peligro si conocemos nuestras identidades. Podemos hacerlo…- se giró para plantarse frente a Ladybug y con una mano tomó su mentón para hacerla levantar la mirada- bugginette, tú me lo prometiste…-

El rostro de Ladybug estaba pálido, estaba mordiendo su labio inferior y sus ojos lo miraban con miedo. ¿Porqué su Lady le tenía miedo? ¿Qué estaba sucediendo?

-Ma lady…-

-Yo… yo no prometí nada parecido- dijo ella firmemente.

-¡Por supuesto que lo hiciste!- dijo Chat Noir, frunciendo el entrecejo otra vez y alzando la voz- dijiste que cuando venciéramos a Papillon…-

-No lo vencimos- lo interrumpió ella- él se rindió y dijo que iba a parar los akumas-

-¡Papillon finalmente desapareció de París y dejó de pelear contra nosotros!¡El resultado es el mismo!-

-No, no es igual, Chat Noir- dijo ella sacudiendo la cabeza- y recuerda que aún no hemos recuperado su Miraculous. No sabes si podría arrepentirse de su decisión, llegar a regresar en algún momento y…-

-Ugh…- dijo Chat Noir, cruzándose de brazos mientras que la miraba fijamente, con una mezcla de tristeza y decepción- solamente lo dices porque no quieres cumplir tu promesa-

Las facciones de Ladybug cambiaron. De la sorpresa pasó el enojo. No enojo como cuando Chat Noir se ponía a bromear en plena batalla, sino enojo en serio, como si el chico la hubiera ofendido.

-Yo no prometí nada- dijo ella de nuevo.

-¡Lo hiciste!- dijo él alzando la voz- dijiste que revelaríamos nuestras identidades si…-

-No dije eso- lo interrumpió Ladybug- dije que cuando venciéramos a Papillon, hablaríamos sobre revelar nuestras identidades-

Chat Noir se quedó boquiabierto. Técnicamente eso era cierto, pero sabía bien que Ladybug se había referido a que revelarían sus identidades. Por eso la chica estaba tan incómoda al respecto. Por eso estaba intentando evitar su mirada.

-Ladybug…-

-No podemos hacer esto en este momento. Tienes que entenderlo- dijo ella, levantando la mirada hacia el chico y mirándola con enormes ojos- porque todavía existe el riesgo de que Papillon cambie de opinión y…-

Chat Noir gruñó. ¡Aquello no era justo! Ladybug sabía el efecto que ella tenía sobre él, sabía que él no podía negarse a nada de lo que ella quería. Pero él había sacrificado tanto por ella, había sido paciente y había respetado sus deseos todo este tiempo. ¿Porqué no podía hacer eso por él? Solamente saber su identidad, ver su verdadero rostro. ¿Era eso mucho pedir?

-Ladybug, todo este tiempo he dejado de insistir- dijo el chico, temblando de enojo y forzándose a sí mismo a mantener las lágrimas en sus ojos- todo este tiempo respeté lo que deseabas y mantuve la boca cerrada, porque tú eras la que quería que tuviéramos nuestras identidades en secreto. Necesito…- bajó los ojos por un momento con una expresión tan lastimera que Ladybug cerró los ojos para no sentirse culpable- piedad, ma lady. La idea de que jamás volveré a verte en…-

-No dije que jamás nos veríamos, chaton- dijo Ladybug sacudiendo la cabeza- es… solamente que no estoy… aún no estoy lista para hacer esto-

El chico tragó saliva.

-Entonces, ¿cuándo estarás lista?-

-No lo sé- dijo ella, sacudiendo la cabeza y bajando la mirada al suelo- no tengo las respuestas, Chat Noir. Cuando lo esté, te lo haré saber…-

El chico frunció el entrecejo. Nuevamente su partenaire le ofrecía un periodo inespecífico de tiempo. Nuevamente iba a tener que esperar a que Ladybug tomara la decisión, y lo que él quería no importaba para nada. Se sintió tan furioso, como si un volcán estuviera haciendo erupción en su pecho.

-¿Cuándo lo estés?- dijo él frunciendo el entrecejo, apretando los dientes mientras que pronunciaba esas palabras- ¿eso significa que nuevamente me dejarás esperando?-

-Chat N…-

-¡Nada de eso!- escupió el chico alzando la voz, dando un paso atrás- ¡ya estoy harto de esperarte!¡Siempre es lo que tú quieres, lo que tú deseas, lo que tú necesitas! ¡Todo siempre gira a tu alrededor, Ladybug!¡Hasta yo tengo que girar a tu alrededor!-

-Pero…-

-¡No más!- la interrumpió de nuevo Chat Noir, dando otro paso atrás para alejarse de ella- ya estoy cansado de que todo gire a tu alrededor, mientras que yo estoy siempre a tus pies como un cachorrito enamorado. Si no hacemos esto ahora- añadió mirándola fijamente y tomando aire- si no lo hacemos ahora, esta será la última vez que me veas-

-Chat Noir, no puedes…- dijo ella, llevándose las manos a la boca- chaton, no quiero que pase eso. Solamente te explico que necesito un poco de tiempo para estar segura de que Papillon no está, además de que me sienta…-

Pero el héroe ya había escuchado lo suficiente para tomar su decisión. La chica ya le había dado la respuesta: no revelarían sus identidades esa noche, sin importar lo que dijera. Ladybug necesitaba tiempo otra vez, y eso era justamente lo que Chat Noir estaba harto de dar. Caminó hacia la chica sin decir palabra y sin escuchar lo que sea que estuviera diciendo, para tomar su mano y presionar sus labios contra los nudillos de ella antes de alzar los ojos hacia los de ella, mirando su rostro por última vez, porque había decidido que esa sería la última vez que los vería.

-Au revoir, ma lady- dijo el chico, soltándola y caminando hacia la orilla antes de saltar de la torre hacia el Champ-de-Mars.

-¡Chat Noir!- alcanzó a escuchar la voz de Ladybug en la distancia pero el chico corrió de regreso a casa con lágrimas en los ojos y el corazón roto, ignorando lo que sucedía a su alrededor.

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Mansión Agreste

Dos días después

La habitación de Adrien era un completo desastre, y a pesar de que Plagg jamás se quejaba de la falta de orden, la razón de la misma era lo que le molestaba. Sus ojos pasaron de ropa tirada en el suelo a su portador, quien cerró su maleta con un movimiento brusco mientras intentaba ignorar al pequeño dios de la Destrucción que volaba a su lado.

-Te digo que estás cometiendo un grave error haciendo esto, cachorro idiota- dijo el kwami.

El chico solo rodó los ojos mientras que dejaba caer al suelo otra maleta, comenzaba a vaciar sus cajones de ropa y lanzándola dentro de la maleta sin ningún orden ni miramiento, todo ello bajo la mirada decepcionada de Plagg. Pero para el kwami no pasó desapercibido que su chico estaba intentando contener las lágrimas.

-Escúchame, Adrien- insistió el kwami- te vas a arrepentir de esto-

Adrien no iba a escuchar a Plagg ni a nadie más sobre este asunto. Su decisión estaba tomada y no había manera de que cambiara de opinión. Estaba harto de la situación en la que se encontraba, y estaba harto de estar en París. No importaba hacia dónde miraba, cada edificio, cada monumento histórico, cada plaza y cada árbol le recordaban a Ladybug: a la chica que supuestamente era su partenaire.

Sacudió la cabeza. No, Ladybug no era su partenaire, era más bien su jefa. Y él era solo su segundo, su sous-fifre, no su compañero.

Suspiró largamente tan pronto como terminó de llenar la maleta al tiempo que la puerta llamaron a la puerta y, tras su indicación, Gabriel y Nathalie entraron.

-Adrien- dijo Nathalie con un expresión ligeramente preocupada al ver que el chico estaba aún haciendo sus maletas- ¿estás seguro de tu decisión? Sabes bien que no tienes que acompañarnos si no…-

-No, yo también quiero ir con ustedes, Nathalie- la interrumpió Adrien- realmente creo que, igual que père, yo también necesito iniciar una nueva vida-

Gabriel Agreste no se perdió palabra de ese intercambio, y miró a su hijo adolescente con curiosidad. Parecía que Adrien tenía en su corazón algo más que solo el deseo de una nueva vida. ¿Acaso se habría enfadado con alguno de sus amigos? ¿O un amor no correspondido? No importaba qué había sido, porque si eso significaba que Adrien dejaría de una vez por todas a los buenos para nada de sus amigos y, sobre todo, lo mantenía alejado de gente tan desagradable como la mentirosa de Lila Rossi, que así fuera. Sobre todo si lo estaba haciendo por su propia voluntad.

-Bien, si realmente estás seguro de tu decisión, tu guardaespaldas te llevará a la Gare du Nord hoy mismo a las seis de la tarde- dijo Gabriel seriamente- nuestro mayordomo te recogerá en King's Cross cuando llegues a Londres y te escoltará a nuestro apartamento. Me encargaré de que mi nuevo asistente te inscriba en el colegio allá. Y Nathalie y yo te alcanzaremos en un mes, cuando regresemos de nuestro viaje por Balí-

Adrien asintió seriamente.

-Entiendo. Disfruten su luna de miel, père, Nathalie-

La pareja sonrió y cerró la puerta, y el chico volvió a suspirar en voz alta. Hacía poco más de un mes que su padre le dijo que consideraba que era hora de seguir adelante y aceptar que Emilie Agreste había muerto después de su desaparición. Gabriel organizó un funeral al que asistieron todos sus amigos, y sirvió para que padre e hijo se despidieran de ella.

Además de ello, Gabriel le comentó que había elegido a Nathalie para ser la nueva compañera de su vida y que querían salir de París para rehacer sus vidas. El chico no sabía porqué su padre había decidido dejar la ciudad de su nacimiento para hacer su nueva vida en Londres, pero supuso que no quería seguir viendo todos los días la ciudad que le recordaba constantemente a su amada Emilie.

Adrien se había alegrado por ellos, y con la desaparición de Papillon, creyó que todo estaría perfecto en su vida de ahora en delante. Había estado equivocado, y pronto se sentiría igual que su padre con respecto a la ciudad.

-Adrien- escuchó la voz de Plagg de nuevo, e hizo un esfuerzo para no rodar los ojos- por favor, escucha lo que estoy diciendo-

-No, Plagg- dijo Adrien sin mirarlo, terminando de guardar su ropa en la segunda maleta y cerrándola- no tengo que escucharte. ¡Ya estoy harto de escucharte! ¡Ya estoy harto de ser el sous-fifre de Ladybug!-

-No eres eso, eres su partenaire- dijo el kwami con una expresión preocupada- entiende que la coccinelle solamente estaba nerviosa por la manera en la que le pediste que revelaran sus identidades. Es igual de idiota que tú. Pronto se arrepentirá de ello, si no es que ya lo hizo. No puedes abandonarla, chico. Tú eres Chat Noir-

-No me importa- dijo el chico, poniendo sus dedos índice y medio de su mano izquierda sobre su anillo- ¡no me importa lo que sea para Ladybug!¡Ya estoy harto de su desprecio!¡Ya estoy harto de seguirla como un cachorrito enamorado!¡Y ya estoy harto de ser Chat Noir!-

-Adrien, ¿qué haces? No lo…- comenzó a decir Plagg abriendo los ojos desmesuradamente mientras que Adrien deslizaba el anillo fuera de su dedo anular derecho. El kwami desapareció tan pronto como el anillo fue retirado, y Adrien suspiró tristemente mirando el Miraculous entre sus manos.

-Lo siento mucho, Plagg- dijo tristemente el chico con lágrimas en los ojos- pero no puedo. Mi corazón no lo soporta más-

Encontró entre sus pertenencias una cadena de plata que su madre le había regalado un año antes de desaparecer, y la usó para colgar el anillo alrededor de su cuello.

Adrien se dejó caer sobre su cama y suspiró largamente. El Gorila entró minutos después a su habitación para tomar sus maletas y llevarlo a la estación de trenes.

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Colegio Françoise Dupont

Al día siguiente

Marinette no había podido dormir en los últimos tres días, desde aquella noche en la que se había negado a revelar su identidad y Chat Noir se había enfadado, jurando que no lo volvería a ver jamás. Tikki le había dicho que no había hecho nada malo, que Chat Noir debió haber respetado su decisión aunque quizá pudo haberle explicado un poco mejor las razones para su negativa.

-Siento que lo arruiné todo, Tikki- le había dicho Marinette esa mañana- tengo miedo de que Papillon cambie de opinión y regrese, tenía miedo de que Chat Noir me haya puesto en un pedestal y se decepcione de quien soy detrás de la máscara, o que se enojara por las veces que le he tenido que mentir. Pero Chat Noir se enojó de todos modos- se cubrió la cara con las manos- me siento terrible, Tikki-

-No te preocupes, Marinette- dijo la kwami dándole unas palmadas en el hombro- estoy segura de que todo se resolverá. Chat Noir se dará cuenta de que reaccionó muy mal y regresará a buscarte-

La chica había llegado al colegio un poco preocupada por su partenaire, pero se detuvo en seco al ver sus compañeros reunidos en el patio. La mayoría de los chicos del aula de mademoiselle Bustier estaban en la entrada del patio, mirando sus teléfonos con idénticas expresiones entristecidas.

-¿Qué es lo que sucede?- dijo ella sin entender cuando se acercó a su grupo de amigos.

Alya se levantó del suelo y lanzó a abrazarla como si alguien hubiera muerto, y las otras chicas, sus amigas, la miraron entristecidas.

-¿Alya?- insistió ella.

-Díselo- dijo Alix cabizbaja- finalmente se va a enterar tarde o temprano-

-¿Enterar de qué?- dijo Marinette, alarmándose ante las miradas de sus amigas.

-De que Adrien dejó París para siempre y se mudó a Londres- dijo la pelirroja tristemente, sin dejar de abrazar a su mejor amiga- se fue ayer por la tarde, sin decir nada ni despedirse de nadie. Y su padre solamente mandó un mensaje a monsieur Damocles para informarle que ya no regresaría al colegio-

Marinette sintió como si su sangre se le fuera a los pies al escuchar esa noticia. Adrien se había ido para siempre.

Por un momento había creído que había superado a Adrien, creía que le había dado una oportunidad a Luka y que ya no sufriría por el, pero al escuchar esa noticia no pudo evitar sentirse completamente derrotada.

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Habitación de Marinette

Una semana después

Después de diez días de estar buscando incesantemente por toda la ciudad en vano, Ladybug tomó la decisión hablar con Tikki al respecto. Llevaba diez días sin ver a Chat Noir y se había comenzado a preocupar por él. No podía dejar las cosas así, no después de la manera en la que ambos se habían despedido hacía unos días.

La chica se detransformó fuera de su casa y, tras saludar a sus padres, se apresuró a subir a su habitación.

-Marinette, ¿qué vas a hacer?-

-¿Qué crees que voy a hacer, Tikki?- dijo la chica con una expresión aprensiva- tengo que hablar a solas contigo urgentemente. No puedo dejar las cosas así. ¡Quiero que me digas la identidad de Chat Noir!-

La kwami hizo una mueca.

-No creo que sea una buena idea- dijo Tikki sacudiendo la cabeza- tú misma eres un Guardián, y el Guardian de los Miraculous tiene que proteger y guardar…-

-¡No me importa!- la interrumpió Marinette alzando la voz- fui una estúpida al no escuchar a Chat Noir. Sé que no debo hacer esto, pero mi chaton me necesita. Tengo que regresar a su lado-

Antes de que la kwami pudiera responder, Marinette entró a su habitación y cerró la puerta tras de sí.

-Ahora estamos solas- dijo la chica- dime quien es Chat Noir-

-Lo siento tanto, pero no puedo hacer eso- dijo la kwami.

-¿Porqué no?- dijo Marinette, moviendo impacientemente los pies- ¡necesito saber dónde encontrarlo! Tú eres la única que conoces su identidad secreta, ahora que el maestro Fu perdió todos sus recuerdos. ¡Necesito que me lo digas!-

La kwami sacudió la cabeza.

-La verdad es que… fui a ver a Chat Noir hace nueve días- le confesó Tikki con una expresión cabizbaja- quería asegurarme de que estuviera bien. Y me dijo que quería renunciar a su Miraculous-

-¿Qué?- dijo Marinette palideciendo mortalmente.

-Después de un rato, lo convencí de conservar su Miraculous, pero mencionó que quizá tú me pedirías que te revelara su identidad- dijo Tikki con una sonrisa triste- y me pidió explícitamente que no te lo dijera, a pesar de que sabe que los kwamis no podemos revelar las identidades de otros portadores-

La chica tragó saliva. No podía creer que su partenaire llegara tan lejos con su enojo hacia ella como para renunciar a su Miraculous y pedirle a su propia kwami que lo ayudara mantenerse oculto de ella.

-¿Porqué no lo convenciste de regresar a mí?- preguntó Marinette con lágrimas en los ojos- ¡si todo lo que pasó fue un malentendido! Tikki, por favor, ¡necesito saber dónde encontrarlo!-

-Solo puedo decir que… ya no lo encontrarás en París- dijo Tikki en voz baja- lo siento, Marinette. La misión de Ladybug y Chat Noir ha terminado. Tendrás que tener paciencia-

La chica se dejó caer en el suelo de rodillas mientras que sus ojos se llenaban de lágrimas. Chat Noir se había ido. Su chaton la había abandonado. No podía creer que esa semana que prometía ser tan buena se hubiera vuelto un completo desastre. Primero la noticia de Adrien y luego la de Chat Noir.

-Chat Noir es mi partenaire, no quiero perderlo- dijo Marinette entre sollozos.

La kwami la miró con simpatía, imaginando cómo se sentía al darse cuenta que su compañero de equipo había abandonado la ciudad, pero también estaba decidida a respetar los deseos de Adrien y mantener en secreto su identidad.

Tikki suspiró y voló hacia ella para posarse en su hombro.

-Marinette, recuerda que Chat Noir siempre respetó tus deseos- le dijo Tikki, dándole unas palmaditas en su mejilla- creo que es momento de respetar los suyos. Espera y ten confianza; todo se resolverá eventualmente-

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CONTINUARÁ...

¡Hola a todos! Esta es una nueva historia que estuve a punto de abandonar a medias, y que Misao-CG me estuvo animando a continuar. Esta es la introducción, porque el resto se llevará a cabo diez años después. Espero que les haya gustado el inicio, empezamos con drama. Muchas gracias por seguir leyendo mis locuras. Abrazos.

Abby L.