Death is but the Next Great Adventure
Por TheObsidianQuill
Traducción: Maya-0196.
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Disclaimer. Harry Potter no me pertenece así como sus personajes o cualquier obra referente a dicha saga, sino a JK Rowling. Esta obra es sin ánimos de lucro.
Esta obra es una TRADUCCIÓN. La trama presentada a continuación está ideada y escrita por TheObsidianQuill, quien muy amablemente me dio su autorización para traducirla.
Lo único que me pertenece, son los horrores ortográficos y gramaticales. De antemano me disculpo por ellos.
Esta historia está siendo publicada únicamente en Archive Of Our Own, Wattpad y Fanfiction. En ningún otro más.
Capítulo I.
La muerte no es más que la siguiente gran aventura.
Magia y celebración flotaban en el aire como una atmósfera cargada de electricidad antes de la tormenta sobre aquella fría noche sagrada. Fríos charcos esparcidos sobre la resbaladiza y abandonada carretera, y un viento que aulló un profundo lamento a la luna enroscándose en el aire. Arropado en la casa caliente y tranquilo, un niño dormía profundamente, ignorante del duro y peligroso mundo fuera de sus cuatro paredes.
Con una estruendosa explosión la casa fue repentinamente invadida por una serpiente.
El niño se despertó sobresaltado al escuchar la puerta de la entrada ser volada dentro de la casa y se movió y tambaleó hasta mirar por encima de los barrotes en su cuna de roble oscuro como una tormenta rodeó su casa.
Pasos golpearon y resonaron por la casa como si un saludo destructivo se tratase resonando por todas las superficies disponibles.
La puerta del inocente y encerrado cuarto del bebé se abrió mientras la madre frenética corrió a proteger a su precioso niño, de ojos grandes y sonrojadas mejillas que había tenido protectoramente en el interior de las paredes de su propio cuerpo durante nueve meses.
Por un momento, su mirada se congeló en los llorosos y brillantes ojos verdes y en sus fruncidos labios formando un puchero de su precioso, dulce chico y temía que en algún nivel básico él podía entender que algo estaba mal. Muy mal. Al presionar un tembloroso beso en su cabeza, la mujer se dio la vuelta y se preparó ofrecer algo para salvar a su precioso niño. Ella sabía que James ya estaba muerto a partir del rayo desgarrador de luz verde, pero daría cualquier cosa para salvar a su niño.
La serpiente se deslizó dentro del cuarto del bebé, sus pies descalzos de barro resbaladizo y levantando una varita de un blanco hueso al pecho de la pelirroja. Una cara llena de lágrimas se rompió a la vista de la varita y suplicas llenaron la habitación como los truenos y la lluvia se propagaban en la casa que ya no era un hogar.
"¡Por favor! No-. ¡No a mi Harry! ¡T-tómame en su lugar! ¡Él es- é-él es sólo un bebé! ¡Por favor!" Le rogó a la inexpresiva criatura, gritando desesperadamente con toda su magia que le quedaba para '¡ayudarle!'.
"Hazte a un lado Sra. Evans… Estoy aquí por el niño… Perdonaré tu vida si te haces a un lado." Siseó, sus palabras sin sentimientos le arrancaron un sollozo desesperado a la madre y esta continuó con su súplica. Cuando su voz se elevó en un grito histérico de no matar a su bebé, la voz de la mujer fue cortada por un repentino destello verde que pintó la habitación de un resplandor verdoso enfermizo.
El bebé confuso y molesto comenzó a llorar más fuerte a medida que la serpiente se acercó más y unos ardientes ojos rojos se reunieron directamente contra unos vivaces ojos verdes antes que la maldición final fuera realizada y los dos fueran lanzados de sus cuerpos en los fríos brazos de la muerte.
Los pobres, hermosos gritos de Lily no habían impedido a su hijo perecer, pero habían concedido un atisbo de venganza que había arrojado el alma del depredador de su cuerpo.
Ella fue escuchada, sin embargo.
La Muerte había escuchado sus súplicas y observo curiosa mientras se desarrollaba la escena. La Muerte curvo sus grandes manos huesudas en todo el faro de luz que era el alma del niño. Muerte no era omnipotente, pero podía ver que un alma tan grande y brillante habría hecho un gran impacto en el mundo mágico. Acariciando al pequeño sol ardiente en su frágil mano fría, Muerte le dio la vuelta en su agarre mientras la ponía más cerca de su pecho y vió el parpadeo débil de una astilla azul que se había quedado alojado allí. 'Curioso…'
Muerte sabía mucho sobre el mago llamado Tom Riddle. Un alma tan grande y brillante. Una vez que Tom había engañado a Muerte con lo que el astuto mago llamaba Horcrux, Muerte apenas podía mantener sus ojos curiosos lejos del crecimiento del mago. Después de milenios de historias que son cortadas demasiado pronto para ser entretenidas, Muerte se había encontrado aburrido e inquieto. Los primeros intereses de Muerte en el mundo mortal terminaron mal con tres hermanos muertos y tres poderosos objetos que no debieron haber sido traídos al mundo de los vivos solo para que cualquier mago lo use de manera irregulada. Cuando Tom llegó, las cosas fueron interesantes al principio, pero finalmente se cansó de la fácil baja de los enemigos de Tom también.
La profecía tuvo el interés de Muerte elevada, pero una mala interpretación y Tom haya inmediatamente eliminado a 'el(los) elegido(s)' significaba un final inesperado para las posibilidades de entretenimiento que venían con la profecía. Tom volvería —que él sabía que lo haría— y el mundo caería debajo del pie de un demencial Lord Oscuro. A no ser que…
Muerte miró al alma brillante al alcance de sus muertas y frías manos, se rió entre dientes. '¡Oh, ha pasado tanto tiempo desde que me he entrometido!' Muerte se sintió mareado cuando pasó la yema de su huesudo dedo sobre el alma y esta se agitó.
'Te voy a hacer un trato, pequeño. Te voy a enviar de vuelta al mundo de los vivos… si puedes sobrevivir hasta el día de tu onceavo cumpleaños sin mi intervención, si puedes sobrevivir al ser que vendrá después y la dura realidad que te espera, voy a darte algo a cambio. Puedo ver lo que anhela tu alma, y si sobrevives estos próximos años, recibirás las herramientas para conseguirlo.' El alma en las garras de Muerte quemó en respuesta antes de continuar.
'Sobrevive, y no necesitarás temerme, porque voy a convertirme en tu aliado. Sobrevive y has de este mundo interesante…' Muerte habría sonreído ante el parpadeo esporádico y entusiasta del alma, pero sin labios, la mórbida sonrisa era eterna.
Muerte llevó más cerca al alma del velo entre los vivos y muertos, observando la vista ante el con indiferente intriga. Un hombre rodeado de ropajes negros ahora estaba sosteniendo a la flácida, muerta madre de su nuevo compañero y gritando como si su alma hubiera sido arrancada de su cuerpo. Muerte había sido testigo de innumerables escenas como esta y la encontraba tan fascinante como en el pasado, cuando las personas rodeaban a los mortales afligiéndose y apenándose. Todo tarde o temprano muere, así que ¿por qué estaban tan impactados y lastimados cuando sucedió?
Muerte entró al mundo físico, invisible y completamente desapercibido para el hombre en duelo. Alguien que no se suponía debía morir, sin embargo, él debía llorar. Muerte no podía estar pensando en darle a la serpiente la inmortalidad en el mundo, pero ahora sintió una considerable anticipación que nunca había sentido antes. Muerte se acercó a la cuna y miró hacia el pequeño cuerpo aún caliente que yacía sin vida en la manta de un azul suave como una muñeca que había sido dejada de lado. Mirando hacia abajo hacia la bola de luz brillante en sus manos, Muerte agitó su mano sobre el alma e impregno una porción insignificante de su magia. Una vez que la luz del alma se encendió deslumbrante, la colocó de nuevo en el pequeño cuerpo suavemente.
Inmediatamente, un pequeño latido rápido de un corazón sano y muy vivo corazón llenó la habitación y Muerte sonrió su eterna sonrisa hacia los vivos ojos verdes que se abrieron parpadeando y se quedó mirando directamente hacia él. No hubo un solo grito o gemido venir del niño mientras este observó al invisible ser por encima de su cuna con ojos verdes fríos e intensos.
'No te preocupes, Harry. Voy a cuidarte.' Muerte le susurró, su voz permaneció monótona.
Incluso después que muerte retrocedió de nuevo a la seguridad del velo, se sentía como si esos ojos esmeralda salvajes todavía lo estaban mirando.
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La mañana en que Petunia Dursley y su marido, Vernon Dursley, encontraron al pequeño bulto en una cesta en su puerta fue el mismo día en el que la mujer delgada y arrogante se dio cuenta que el diablo venía en muchas formas. Petunia siempre había sido religiosa más por la imagen que pintó de ella —como una justa y cariñosa esposa y madre— pero desde el momento en que esos fríos ojos se abrieron parpadeantes y se centraron en ella, sintió un miedo mayor de lo inexplicable que alguna vez había sentido antes.
Sin más remedio que aceptar al niño aterrador en su casa, Petunia hizo todo lo posible para mantener a su sobrino lejos de su Duddums para que no pueda mancharlo o corromperlo. Colgó más crucifijos alrededor de su casa y se aseguró de ir a la iglesia con su marido e hijo mayor con la mayor frecuencia posible. Al niño también se le dio un espacio en la alacena debajo de la escalera, ya que era lo más alejado de Dudley que podía ponerlo sin hacer que el niño duerma afuera.
Harry, el nombre del niño era Harry. Petunia recordó una de las pocas cartas que su hermana le había enviado en los últimos años mencionándole algo acerca de que era un nombre familiar por parte de su marido. Cuando leyó la breve nota dejada con el niño en su puerta y vio su nombre, ella se burló sonoramente y sintió asco hacia el homónimo (tocayo) de su sobrino. Aunque Harry era un nombre bastante normal, sabiendo que había venido de esa clase de gente, la hizo sentirse enferma el sólo usarlo. Así que ella le llama de otras maneras, impersonal o incluso nombres insultantes porque ella no podía aguantar la repulsión dentro de sí y de otra manera sería algo irracional hacer algo como tratar de 'deshacerse' del niño cuando todavía era demasiado joven para valerse por sí mismo. Pequeñas cosas de aquí y allá le impedían estrangularle o arrojarlo a un barrio desconocido y alejarse conduciendo.
El niño, mientras ella se daba cuenta, era mucho más extraño que cualquier otro que ella había encontrado. Como un bebé, nunca lloraba o hacía rabietas —lo que era agradecido, porque ella no sabía lo que ella o su marido harían si ese no fuera el caso. Él no estaba vacío de emociones o arrebatos, pero en momentos en los que cualquier otro bebé habría gritado o llorado o quejado, se quedó sentado en silencio y observándote, mientras esperaba que le des lo que necesitaba.
A medida que el bebé se convertía en un niño, sus ojos no dejaban de ser inquietantes. De hecho, ya que el bebé se convirtió en un niño pequeño su cara se volvió bastante angelical y una personificación de la inocencia. Petunia nunca lo admitiría a nadie, pero había momentos en los que dudó acercarse al niño. A veces miraba a su sobrino y él se vería tan dulce y puro, incapaz de hacer daño a nadie, pero entonces todo lo que tendría que hacer es mirarle a sus ojos y recordar de dónde el monstruo venía y a dónde iría más tarde y la ilusión desaparecía.
Fue en el tiempo en que tenía cuatro años que los 'incidentes' de las que su especie eran propensos a tener en su infancia, se hicieron demasiado evidentes para ser ignorados: cuadros que volaban de las paredes cuando era castigado por error, todas las flores de su precioso jardín se marchitaban y morían cuando él estaba encerrado en su alacena sin comer, todos en la familia menos él teniendo una horrible infección estomacal cuando Petunia le dio una conferencia acerca de tratar de eclipsar a su hijo en la escuela y cómo la vanidad y el orgullo eran pecados.
Con el tiempo, Vernon y Petunia tuvieron que callar cualquier mención que utilizara esa… brujería a cualquier capacidad que estaba mal y las consecuencias eran graves. Petunia estaba lo bastante orgullosa de su propia determinación a no levantar una mano dañosa hacia el niño, no importaba lo mucho que quisiese. Había golpes en la cabeza y empujones, pero Petunia siempre se enorgullecía de ser productiva y eficiente. Así que por lo general los castigos significaban más horas en el jardín, una limpieza profunda a las alfombras, y otras tareas en las que ella no tenía tiempo para priorizarlas antes de sus otras tareas del hogar.
A pesar de lo bien que se sentía lo que estaba haciendo al educar al monstruo que había sido obligada a tener en su casa, ella sabía —él sabía— que ella no sentía ningún amor o afecto hacia el chico, y no le desilusionaría de pensar que él era bienvenido allí. Los monstruos con rostros de ángel eran de temer por encima de todo.
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El llamar de los cuervos sonó a través del aire otoñal a la distancia y un viento helado barrió a través de las ramas, llevándose consigo el aroma de las hojas en descomposición. Harry había cumplido 8 el verano anterior y, finalmente, había ahorrado el suficiente dinero y era lo bastante mayor para obtener su propia tarjeta de la biblioteca en la biblioteca local. Harry tenía que recoger todo el poco de cambio caído en la calle —así como unas cuantas monedas del bolso de Petunia— a fin de permitirse una tarjeta de la biblioteca lo bastante barata. Harry falsificó la firma de Vernon y había estado deslizando los libros a su armario sin que nadie lo sepa. Las múltiples veces en las que Harry le había pedido a su tía o a su tío para conseguir una, se habían reído en su cara, chasqueado su lengua, ¡y le dijeron que no tenía sentido perder el dinero para educarlo si él no iba a ser la gran cosa de todos modos! También habían dicho algo acerca de que no tenía tiempo para leer junto con todas sus tareas.
Ahora, había terminado de poner un jamón en el horno para unos invitados que vendrían más tarde y estaba sentado fuera a un lado izquierdo de la casa entre el ladrillo y la cerca con un libro que había traído con él. Viviendo en un mundo donde todo lo que él poseía le era entregado de su primo o cosas pequeñas e insignificantes que había cachado a lo largo de los últimos años, el conocimiento era una posesión que él ansiaba por encima de todo además de que no podían arrebatárselo una vez que lo haya ganado.
Harry no se consideraba una especie de niño prodigio o genio —tenía sólo ocho años— él solo acababa de ver el valor de una mente aguda y el mayor conocimiento que podría recoger en ese momento. A Harry le gustaba mucho leer sobre diversas cosas, desde las historias de aventuras a simples principios de la ciencia a palabras llenas de sabiduría de grandes personas. Su favorito, sin embargo, era siempre algo que ver con la gente de circunstancias desafortunadas que alcanzaban lo imposible. Llámenlo fantasioso.
Harry suspiró y cerró el libro en su regazo después de leer el mismo párrafo tres veces sin retener nada. Recientemente, los 'incidentes' extraños han estado ocurriendo con más frecuencia y con mayor fuerza. Además de eso, Harry seguía teniendo sueños extraños que no eran tranquilas pesadillas y no eran del todo calmantes. A veces soñaba con un orfanato con unos niños tan arrogantes como Dudley acosándolo y un frío permanente que se instalaba en sus huesos, y a veces soñaba con una figura encapuchada que le gustaba hablar con él y hacerle preguntas como los amigos que en sus historias solían hacer.
Harry nunca recuerda exactamente lo que le decía cuando se despertaba, pero podía recordar temas básicos que habían sido discutidos o pequeños consejos que la figura le había dado. Harry se habría preocupado por tener que soñar a un compañero que se preocupa por él, pero sabe que no hay mucho que pueda hacer al respecto sobre a este punto. Harry no era precisamente el más atractivo cuando se trataba de hacer amigos ya que le resultaba difícil de conectarse con la gente, especialmente cuando Dudley alejaba a sus amigos potenciales repitiendo las mismas tonterías que su tía y tío les gustaba meter en su cabeza sobre ser malvado o Dudley los intimidaría con sus nuevos amigos quiero-ser-un-matón.
De todas formas, los sueños estaban ocurriendo cada vez con mayor frecuencia y por alguna razón, Harry tuvo la sensación de que todas las conversaciones estaban conduciendo a algo. Harry sabía que no eran más que sueños y que estaba siendo paranoico, pero la sensación no se había ido aun y estaba empezado a afectar sus horas despierto. Cualquiera que sea lo que la figura esté insinuando, sin duda parece satisfecho con lo que cree está por venir.
Su mente debe estar verdaderamente desesperada de tener una aventura tan grande como en sus historias, porque la figura en sus sueños siempre parecía llevar de alguna manera nociones de 'magia' ¡y que Harry era mágico! En un primer momento, se sintió un poco patético con lo mucho que quería creerle al ser misterioso, pero por otra parte, ¿cómo podría explicar los… 'incidentes'? Él sabía lo que sus familiares le explicaron —que el adoraba al diablo, un delincuente y bromista, que estaba siendo castigado por los errores de sus padres— pero Harry desde hace mucho tiempo había dejado de sostener una vela con lo que le decían sus familiares. Si el ser en sus sueños en realidad tenía una idea de lo que estaba pasando o si él solamente se estaba engañando a sí mismo, no tenía forma de saberlo.
El viento arreció con otra ráfaga maliciosa y Harry acercó sus miembros más cerca de su cuerpo. Agarró el libro cerrado cerca de su pecho y escuchó los animados sonidos procedentes de la casa con indiferencia. La mente de Harry se desvió al imaginar al insistente viento finalmente tomarlo de sus ropas y de manera burlona tirar de ellas y llevarlo lejos, o las raíces tendinosas y sucias del árbol emerger de la tierra bajo él y arrastrarlo de nuevo a lo más profundo de la tierra.
Nota de Traductora.
¡Hola! Si has llegado hasta aquí muchas gracias por darle la oportunidad a la traducción de esta historia.
¿Qué les pareció? Sus opiniones son siempre bienvenidas.
(Finalmente) Les traigo una nueva traducción que ya lleva un tiempo que quería publicar :'). Todavía está publicándose, pero la autora ha dejado claro que continuará con la historia. Lleva 36 capítulos y contando… Tenemos para ratito :D
¡Nos vemos en el próximo capítulo!
Tengan buenas lecturas,
Maya.
