Aquí les dejo un nuevo capitulo. Espero que lo disfruten tanto como yo hice escribiéndolo, aunque he de admitir que el personaje de Roose Bolton es uno de los que mas me cuesta escribir, por la complejidad de sus pensamientos. Sin embargo espero haber acertado.
Como siempre espero sus comentarios.
Roose III.
Las murallas blancas de Puerto Blanco se encontraban a la vista. Era el primer destino en esta nueva campaña que Roose habia iniciado para conseguir unir el Norte, por todos los medios necesarios, tras de sí.
Mientras observaba la ciudad de los Manderly, no pudo dejar de pensar que estos no eran verdaderos norteños. Los Manderly eran originarios del Dominio, pero tras enfrentarse a los Gardener hubieron de exiliarse y el Rey Jon Stark les acogió en el Norte y les entrego la Guarida del Lobo en la desembocadura del Cuchillo Blanco. Era una de las pocas Casas del Norte que seguían a los Siete, tenían caballeros y el señor demasiado gordo para montar tenia tantos títulos pomposos como platos en su menú diario.
Sin embargo, a pesar de que su físico no inspiraba ni respeto ni temor, Wyman Manderly era uno de los vasallos más poderosos que habían tenido los Stark. Sin duda alguna el más rico y junto a los Bolton, los Umber y los Karstark comandaban las mayores huestes entre los abanderados norteños. Ademas Wyman era astuto, mucho más de lo que los demás señores comprendían.
Por otro lado, cualquier Guardián del Norte precisaba de tener asegurado el dominio en Puerto Blanco. Habia un dicho que decía "Invernalia es el corazón del Norte, pero Puerto Blanco era el estomago". Por supuesto, la riqueza de los Manderly le sería muy útil. Sin embargo los Señores de Puerto Blanco eran tozudamente leales a los Stark y no respaldarían a ninguna casa en Invernalia que no fueran los lobos.
Roose sonrió. Era una suerte que el Ultimo Lobo ya habia pasado a la historia. Asi conocerían a partir de ahora al cachorro de Ned Stark, como el último de los Stark. Roose organizo a sus fuerzas compuestas de unos 6.000 hombres: 2.000 hombres de Fuerte Terror que venían con Roose desde el Sur, 1.000 Frey dirigidos por Walder Frey el Negro, 2.000 Ryswell y Dustin que habían llegado como avanzada del resto de fuerzas de sus señores y 1.000 norteños de Fuerte Terror que su bastardo Ramsay habia conducido desde su castillo.
Sabía que los Manderly enviaron 1.500 hombres al Sur cuando Robb Stark llamo a los abanderados, pero seguramente podrían reunir otros 2.500 hombres con facilidad. Un ejército asi, protegiendo las murallas de la ciudad haría complicado tomarla por asalto, por lo que necesitaría persuadir a los Manderly de rendirse ante él.
Habia enviado un emisario para solicitar una reunión frente a las puertas de la ciudad y el emisario regreso anunciando que Lord Manderly se reuniría con él a medio día.
Roose se sentó en su consejo de guerra, tenían que preparar todo por las negociaciones se torcían. Ramsay abogaba por atacar, fiel a su naturaleza, afirmando que nunca se respetaría a los Bolton si no se conquistaba el poder con la fuerza. Roose en su interior suspiraba, esperaba que su esposa le diera hijos legítimos tras lo cual podría deshacerse de ese lastre que resultaba su primogénito. Nunca habia comprendido que el secreto del buen gobierno era "Una tierra tranquila, un pueblo tranquilo". Si pasaba a cuchillo a los Manderly, el resto de norteños se enfrentarían a su casa como un solo ejercito y Roose no deseaba malgastar hombres y recursos en una guerra de desgaste por controlar el Norte. Ramsay debía aprender, aunque a decir verdad no importaba.
Finalmente el consejo se disolvió cuando Roose anuncio que negociarían para evitar malgastar hombres, pero ordenando que el ejército se preparase para un posible ataque.
Al día siguiente, el Señor de Fuerte Terror y Guardián del Norte en nombre del Rey Tommen Baratheon se encontraba sobre su caballo esperando a la comitiva Manderly que se acercaba. Podía ver a los arqueros desde las almenas de las murallas apuntando con sus arcos. Sin duda Wyman no se fiaba y Roose lo entendía, pero a Manderly no le protegerían sus murallas. No deseaba una acción violenta pero no iba a permitir que su gobierno fuera obstruido por el hombre más gordo de los Siete Reinos.
Finalmente de la litera, y escoltado por una docena de caballeros, bajo Lord Wyman Manderly, Señor de Puerto Blanco, siendo el primero en hablar.
-a que se debe esto Lord Bolton, lo último que supe de vos, es que el Rey os habia enviado a servir bajo el mando de Ser Rodrik Cassel para liberar al Norte de la escoria de las Islas del Hierro. Y ahora aparecéis aquí con un ejército de Bolton, Dustin, Ryswell y Frey. Explicaos. Y espero que pidáis perdón por las acciones de vuestro bastardo en Hornwood. Asesino a mi querida prima.
Esto no comenzaba bien, si ese gordo de Manderly pretendía que Roose se disculpara, es que no le conocía. No compartía la crueldad innecesaria de Ramsay, pero seguía luchando bajo el Hombre Desollado, por lo que decidió obviar la exigencia del Guardián del Cuchillo Blanco.
-me temo que mucho ha cambiado mi señor. Lamento decir que Ser Rodrik murió por lo que asumí el puesto de Guardián del Norte como comandante de mayor rango militar en la zona. Mi intención era acabar rápido en Bosquespeso y la Costa Pedregosa y volver al sur, pero me temo que ya no debemos marchar al sur.
-y eso porque. Acaso pensáis dejar al Rey abandonado a su suerte. Le juramos lealtad a Robb Stark como Rey en el Norte.
Roose sonrió. ¿Lealtad a Robb Stark?
-cierto, pero me temo que el Rey Robb ha muerto.
La cara de Manderly pareció contraerse.
-¿Muerto? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Mis hijos?
-desconozco si vuestros hijos aun viven mi señor. Solo sé que el rey cayó en batalla frente a Harrenhal. Tywin Lannister lo rodeo y le metió en una trampa. Sabemos que muchos de nuestros soldados han muerto. Eso deja al Norte en una situación complicada. Lord Tywin ha enviado un cuervo. Ofrece la paz, permitirá que los norteños sobrevivientes regresen a cambio de un rescate.
-Que gran pérdida. Primero Lord Stark y ahora el Rey Robb, quien nos guiaba a la libertad. Puede que el haya muerto pero aun debemos seguir su causa. Fortificaremos el Norte y no nos conquistaran. Debemos reunir a los señores supervivientes para elegir a un soberano. Seguramente los Karstark podrían tomar Invernalia.
-lo dudo mi señor. Es conocido que Lord Karstark marchaba siempre con el rey y a buen seguro el también ha caído. La Corona me ha ofrecido ser Guardián del Norte y yo he solicitado que se libere a una de las hijas de Lord Stark para que se despose con mi descendencia y asi poder proteger el Norte y el legado de los Stark.
-¿Vuestra descendencia? ¿Guardián del Norte, vos? Me temo que no puedo apoyar cualquier acuerdo con los Reinos del Sur, ni nada que beneficie a ese monstruo que tenéis por bastardo. Si Robb Stark ha caído y sus hermanos han muerto nuestra legítima Reina es Lady Sansa y debemos luchar por ella y por su libertad.
-La Casa Bolton defenderá el legado del Norte a su manera. Sin el Rey Robb no habrá un reino libre e independiente, asi que debemos continuar con nuestras vidas. Espero que me juréis lealtad como Guardián del Norte. No deseo enfrentarme a vos, pero no pienso permitir más caos en el Norte. Los últimos meses, años, han sido caóticos y ha llegado el momento de reconducir la situación.
-¿Caos? Habláis del gobierno de Lord Eddard y el Rey Robb. Hacedlo con cuidado pues no encontrareis en esta ciudad defensores más acérrimos de ambos héroes. No pienso apoyaros. Id con vuestro ejército al sur, liberad a la reina y yo os apoyare, y por supuesto entregadme a vuestro bastardo para darle su merecido y la justicia a mi prima Donella.
-Tened cuidado Manderly, recordad, Nuestras espadas siempre están afiladas.
-no os tengo miedo Bolton.
-Deberías…
Acto seguido, Roose monto en su caballo y miro a Wyman Manderly.
-tenéis hasta la anochecer para darme vuestra respuesta.
Y se dirigió al campamento.
Cinco días después…
Manderly no envió ninguna respuesta. Y ahora cinco días después de su encuentro. Las huestes de Roose Bolton se encontraban preparándose para un asalto. Habia decidido esperar y prepararse, en vez de atacar al momento. No podían cercar la ciudad para rendirla por hambre pues no tenia flota para bloquear el puerto. Por ello construyo arietes y dos torres de asedio asi como algunas catapultas. Por fin el plan estaba listo: las huestes de los Riachuelos y Barratown atacarían desde el Noroeste, los hombres de Fuerte Terror y los de Frey atacarían desde el Oeste.
Roose esperaba contar más hombres, pero al parecer, Barbrey Dustin envió un mensajero informando que se habían divisado barcolongos de los Hijos del Hierro cerca de la costa y habia decidido enviar sus huestes a acabar con ellos. Roose se encargaría de recordarle a su cuñada en un futuro que sus órdenes debían cumplirse siempre, pero entendía que no podía hacerse llamar defensor del Norte sino lo protegía, por lo que por el momento no reprendería a su cuñada.
Roose se encontraba rodeado de su guardia personal. Ramsay y sus esbirros estarían en primera línea. Quizás una flecha de los Manderly le ahorrase el trabajo sucio de tener que eliminar el problema.
Levanto el brazo y Walton Patas de Acero dio la orden y toco el cuerno de guerra. Los soldados comenzaron a marchar sobre las murallas, las catapultas comenzaron a disparar, los arietes comenzaron a golpear las puertas. La ciudad era resistente, pero tenía un plan. Ramsay era salvaje, brutal, cruel; pero sin duda valiente y audaz. El cargaría con sus mejores hombres y abrirían las puertas a los hombres Ryswell y Dustin, que entrarían y tomarían la ciudad. Mientras el grueso de sus mejores hombres se quedaba en retaguardia.
Desde la lejanía vio a los hombres de su bastardo abriéndose paso. Los Manderly luchaban bien, pero su fuerza descansaba en los caballeros pesados, no en los defensores de una muralla. Con la caída de Puerto Blanco en sus manos, no habría nadie que se le opusiera. Puerto Blanco y los Manderly serian el ejemplo perfecto para los demás señores norteños de que ahora servían a los Bolton.
Por fin, tras cientos de años de servicio a los Stark, Roose habia conseguido lo que ningún Bolton habia logrado, dominar el Norte. Tras ocho mil años los lobos habían desaparecido y el habia convertido a su familia en una Gran Casa, y todo se lo debía a las ambiciones de Tywin Lannister y a la ingenuidad de Robb Stark. Se aseguraría de que todos los norteños conocieran la historia del Ultimo Lobo, el norteño que abandono el Norte.
AAAAAAUUUUUUUU
Un aullido sonó a espaldas de Bolton. Un aullido que lleno el cuerpo de Roose de una sensación que jamás habia experimentado: miedo. Y mientras se daba la vuelta escucho un cantico de guerra que jamás habia esperado oír.
¡EL REY EN EL NORTE!
¡EL REY EN EL NORTE!
¡EL REY EN EL NORTE!
Era imposible, ya no habia Rey en el Norte. Pero Roose descubrió cuán grande era su equivocación cuando vio al temible lobo Huargo siguiendo al galope a un joven armado con una espada y en cuya cabeza, sobre su cabello castaño rojizo, descansaba una corona de bronce, seguido de miles de jinetes norteños que cargaban contra sus hombres. Era imposible, pero Robb Stark estaba vivo, estaba en el Norte y parecía que hubiera traído el invierno con él.
