Buenas noches a todos.
En primer lugar quisiera disculparme. Les prometí que el Domingo verían la Batalla del Ojo de Dioses, pero por problemas técnicos (el ordenador no me funcionaba) no he podido subir capítulos este fin de semana hasta ahora.
Lo que si les aseguro es que esta semana verán la finalización del conflicto entre Tywin Lannister y Robb Stark.
Bueno aquí les traigo un capitulo que imagino que muchos esperaban: Tywin antes de la batalla, mostrando sus planes y estrategias. Mañana subiré el equivalente en el bando Stark. Y después verán la Batalla.
Espero que este capítulo les guste. Como siempre espero sus comentarios para saber sus impresiones.
Tywin VI.
El campamento de las fuerzas que comandaba se extendía por varias millas. Exceptuando fuerzas dornienses, todos los territorios al Sur del Tridente estaba representados: el Oeste, el Dominio, las Tierras de la Corona y las Tierras de la Tormenta. Más de 100.000 hombres reunidos para acabar de una vez por todas con esta guerra.
Tywin estaba tomando una copa de vino mientras miraba el mapa de los Siete Reinos y reflexionaba sobre la llamada Guerra de los Cinco Reyes. Únicamente quedaban dos bandos en pie de los cinco que se habían alzado durante el conflicto: el llamado Rey en el Norte y el Rey de los Siete Reinos. Stannis Baratheon, Renly Baratheon y Balon Greyjoy habían muerto. A decir verdad, también Joffrey habia muerto, pero su causa seguía a través de su hermano Tommen. Y los dioses sabían que su nieto menor seria muchísimo mejor rey que su difunto hermano.
Ahora todo dependía de Tywin Lannister para llevar la paz a Poniente, donde los Siete Reinos prosperarían bajo el dominio de los Lannister. Ciertamente la guerra no habia ido como él esperaba. Robb Stark se habia convertido en una amenaza mucho mayor de lo esperado y batalla tras batalla habia conseguido desangrar las fuerzas Lannister. Sin embargo la diplomacia le habia otorgado nuevos recursos, nuevos refuerzos, consiguiendo tener un ejército que el llamado Rey en el Norte no podría igualar. No podía negar, de ilusos seria, que Robb Stark era un comandante militar excepcional, sin duda alguna podría ser el mejor que habia existido en Poniente desde que el Joven Dragón conquistase Dorne, pero no puedes ganar la partida cuando no tienes cartas en la mano, y esta vez el Joven Lobo no tenía ninguna posibilidad. Supuestamente, su ejército no llegaba a los 40.000 hombres, mientras que Tywin controlaba una hueste que era más del doble que la de sus enemigos, con los soldados leales al Trono de Hierro más descansados y mejor alimentados.
Tywin se puso en pie y se dirigió hacia los límites del campamento. Al Norte se veía el Ojo de Dioses y junto a él un campamento, extenso, pero no tanto como el que el comandaba. Allí se habia posicionado Robb Stark. A decir verdad le intrigaba por que el siempre calculador Stark habia decidido marchar contra Tywin con tropas tan inferiores. Sin embargo desecho rápidamente la idea. El ya tenía su plan de batalla. No pensaba darle opción al norteño de que volviera a engañarle. Usaría sus masivas tropas para acabar con Robb Stark antes de que este pudiera utilizar cualquiera de sus artimañas.
Después de un último vistazo al campamento de su enemigo cuando regreso a su tienda. Ya se habrían reunido los señores y capitanes de sus fuerzas. Era hora de establecer su estrategia y comunicársela a sus enemigos.
La tienda se encontraba abarrotada. Una mesa con un mapa que representaba la llanura entre el Ojo de Dioses y el Camino Real se habia situado en el centro de la tienda. Diferentes piezas marcaban las tropas que entrarían en batalla. Alrededor de la mesa se encontraban los diferentes señores agrupados por regiones: Lord Tyrell, su hijo Garlan, Lord Tarly, Lord Rowan y el resto de los señores del Dominio por un lado; los señores de las Tierras de la Corona, liderados por Lord Celtigar y Ser Balman Byrch; los señores de las Tierras de Tormenta liderados por Lord Guilian Swann y por último los señores de las Tierras del Oeste encabezados por su hermano Kevan, Jaime y Ser Adam Marbrand.
Todos miraban a Tywin, expectantes ante la explicación de cómo lucharían al día siguiente. La Mano del Rey decidió tomar la palabra, no dejaría lugar a tontos debates.
-bien mis señores. Tenemos el deber, encomendado por el Rey Tommen, de acabar de una vez por todas con esta guerra. Cierto es que aun quedaría someter a los Hijos del Hierro, pero sin duda nuestro mayor enemigo son los Stark. Mañana esta guerra deberá acabar. Destruiremos al ejército del Joven Lobo, acabaremos con Robb Stark y obligaremos a los vasallos del Norte y el Tridente a jurar lealtad a mi nieto.
Todos los señores asintieron.
-nuestro plan es simple. Robb Stark es inteligente, astuto, pero no podrá utilizar ningún plan. Directamente avasallaremos a sus fuerzas con nuestros números. He decidido que el flanco derecho estará compuesto por los 9.000 hombres de las Tierras de la Corona y los 4.000 hombres de las Tierras de Tormenta, fuerzas de caballería e infantería juntas. Mi hermano Kevan tendrá el mando- miro a su hermano, con el que ya habia hablado de su mando con anterioridad, quien asintió- el centro estará ocupado por el grueso del ejercito del Dominio, sus 65.000 hombres de infantería, comandado por Lord Tyrell, Ser Garlan y Lord Tarly. –miro a los tres señores, aunque a decir verdad únicamente confiaba en el Señor de Colina Cuerno para comandar esas fuerzas, pero no podía decirlo en voz alta. – el flanco izquierdo estará compuesto por los 15.000 hombres de caballería que el Dominio ha proporcionado, liderado por Ser Jaime Lannister- su hijo asintió, sabía que Robb Stark solía combatir al frente de sus fuerzas y el Lord Comandante de la Guardia Real ardía en deseos de usar Hielo contra su legitimo propietario. –por ultimo yo comandare la retaguardia con los 7.000 hombres de las Tierras del Oeste que nos acompañan.
Los comandantes eran los apropiados. Kevan podría controlar a los señores de las Tierras de la Corona y de Tormentas y juntos podrían enfrentar a los soldados que Stark situé en su flanco izquierdo, al igual que Jaime. A pesar de la confianza en su hijo y en su hermano, la clave del plan estaba en el masivo ataque contra el centro enemigo que Lord Tarly pudiera llevar a cabo.
-mis señores, nuestra estrategia será la siguiente. Mientras nuestros flancos se enfrentan a los flancos del Joven Lobo, Lord Tyrell y Lord Tarly llevaran a cabo un ataque frontal contra el centro enemigo. Mis señores deben ser implacables. Nuestra intención es partir el ejército enemigo en dos. Cuando el centro de Stark caiga, los hombres del Dominio atacaran por la retaguardia a las fuerzas que los norteños y ribereños tengan en sus alas. Rodearemos a nuestros enemigos y los aniquilaremos. La retaguardia entrara en combate para apuntalar el frente donde más resistencia haya. Quiero que mañana enviemos un mensaje a todo Poniente. Todo señor que se rinda será perdonado, salvo uno: quiero la cabeza de Robb Stark y cualquier hombre que consiga traerme al Joven Lobo sin vida será generosamente recompensado.
Todos los señores asintieron. El plan era fácil de entender, dividir a los norteños y conseguir destrozar su ejército. Las líneas de Stark no podían ser muy extensas por el bajo número de sus fuerzas, pero sin duda impondrían una resistencia denodada. El chico habia conseguido ganarse a sus hombres, lucharían por el hasta la muerte.
-bien mis señores, vayan a descansar. Mañana tenemos que cumplir con nuestro deber. El rey asi lo quiere.
Todos los señores, incluidos sus familiares, se retiraron. Tywin deseaba estar solo. No quería compañía esa noche. No le gustaba estar acompañado antes de una batalla, pero menos aun en esta ocasión. La batalla de mañana seria posiblemente la ultima que lucharía, no tenía intención de estar personalmente en el sometimiento del Tridente o de las Islas del Hierro. Después de la Batalla del Ojo de Dioses, sometería a los norteños, nombraría al más proclive como Señor de Invernalia, a condición de casar a su hija mayor con un Lannister; los ribereños se rendirían y el podría volver a Desembarco del Rey.
Habia tenido la tentación de enviar un mensaje al chico Stark para una última reunión. A decir verdad, quería volver a verle, para recordar su rostro con claridad cuando anunciara ante el Trono de Hierro que la rebelión norteña habia terminado, que la Guerra de los Cinco Reyes habia acabado.
A veces imaginaba que hubiera pasado si sus hijos se hubieran parecido al Joven Lobo. Jaime era un orgulloso que tenía más valor que astucia, Cersei mas ambición que inteligencia y Tyrion mas inteligencia que decencia y virtud. Robb Stark hubiera sido un Lannister a la altura de su legado. Sin embargo era un lobo y como se hacía como los lobos salvajes, el se encargaría de arrancarle la piel tras haber decapitado a la bestia. A pesar de todo, Tywin admitiría su respeto por el joven muchacho, se encargaría de que los maestres, al escribir sobre la historia de su época como Señor de Roca Casterly y Mano del Rey, al escribir sobre la Guerra de los Cinco Reyes, dejaran claro que el Joven Lobo, o el Ultimo Lobo como seria conocido, habia sido el único de los que se opusieron a Tywin que verdaderamente fue una amenaza. Al fin y al cabo, su legado sería el de haber acabado con un hombre, con una idea, como lo era el llamado Rey en el Norte.
Tywin Lannister pasaría a la historia como el hombre que situó a la Casa Lannister en la cima del poder en Poniente, el hombre que habia vencido en la Guerra de los Cinco Reyes y el hombre que habia reunificado los Siete Reinos. Solo Aegon el Conquistador podría estar por encima, y eso que el tenia dragones. No estaba mal para un hombre cuyo padre casi arruina a la familia.
Mañana la guerra acabaría, Robb Stark moriría, y Tywin Lannister terminaría de poner las bases para que su familia estableciera una dinastía que durara mil años.
