Buenas noches amigos. Aquí les traigo un nuevo capítulo.
Veremos un nuevo PDV. Espero que les guste. Me costó escribirlo porque no sabía muy bien cómo escribirlo jajajajaj.
Como siempre espero sus comentarios.
Margaery I.
La ciudad estaba dominada por el silencio. El habitual bullicio que habia caracterizado a la capital de los Siete Reinos ahora habia sido sustituido por susurros, murmullos. Desde que el ejercito realista abandonara la capital para marchar al Norte y enfrentarse a los Stark, Desembarco del Rey habia entrado en una especie de trance. Y de igual manera habia ocurrido con la corte y la Fortaleza Roja.
La ausencia de la Mano del Rey y Protector del Reino, de la mayoría de señores y soldados, habia convertido el castillo construido por Aenys I y Maegor I en un lugar habitado únicamente por mujeres, niños y ancianos.
A decir verdad esta situación exasperaba a Margaery Tyrell. Como solo era la prometida del Rey aun no tenía más poder que el de su influencia, y con la corte paralizada por la guerra, la hija de Mace Tyrell debía resignarse a pasear por los jardines de palacio acompañando a su querida abuela, Olenna Redwyne o Tyrell, la conocida como la Reina de las Espinas.
Al menos su abuela la divertía. El resto de la corte habia vuelto a caer en el servilismo hacia la Reina Madre o como a ella le gustaba considerarse, la Reina Regente: Cersei Lannister.
La viuda del Rey Robert habia aprovechado que su padre habia marchado a la batalla para hacerse con el control de la situación, a pesar de que el encargado de la defensa de la ciudad era Ser Harys Swift, uno de los abanderados de Lord Tywin. Pero claro, cuando Cersei Lannister se lo proponía podía llegar a ser muy persuasiva, muy inteligente, aunque claro, Margaery sabía que su ambición a veces le hacía cometer groseros errores.
Los días pasaban y la corte comenzó a impacientarse, al igual que la reina, cuyo humor habia decrecido y cada vez se mostraba más y más ansioso. Swift envió mensajeros para intentar conseguir noticias sobre la batalla, pues lo último que se sabía es que los ejércitos estaban a punto de entrar en combate. Si bien cuando el ejercito realista abandono la ciudad el optimismo rebosaba en todos los habitantes de la capital y de la corte, a medida que pasaban los días y no llegaban noticias la incertidumbre se apodero de los corazones.
Finalmente, apenas una semana después de que el ejercito realista partiera de la ciudad, Desembarco del Rey se despertó con un espectáculo que nadie hubiera imaginado un año atrás o una semana atrás mejor dicho. Desde el balcón de sus aposentos, Lady Olenna y Margaery observaron como un ejército de miles de hombres se posicionaba frente a las murallas y estaba claro que no era el ejército realista. El Huargo coronado volaba en los estandartes dejando claro que quien comandaba dicha hueste no era otro que el Rey en el Norte, Robb Stark.
Asi, el propio Robb Stark se habia convertido en el mensajero de su victoria, pues ahora ya nadie dudaba que una vez más el Joven Lobo habia conseguido derrotar a Lord Tywin Lannister, pues el ejercito que acampaba frente a los muros no parecía un ejército derrotado, sino un ejército victorioso.
Su hermano Loras, que se habia quedado en la ciudad, le informo de que los Stark tenían catapultas y al menos algo más de 35.000 hombres, y que seguramente buscarían lanzar un asalto contra las murallas, pues una treintena de barcos de la flota Redwyne protegían el puerto e impedían un bloqueo total.
Finalmente los Tyrell fueron convocados a la corte y allí vieron a Cersei Lannister, sentada en un trono de madera ricamente decorado junto al Trono de Hierro. Al parecer los norteños habían enviado un mensaje con una oferta a la ciudad.
Cuando el enviado norteño entro en la ciudad, su abuelo se movió incomoda. Con un susurro le indico que el enviado era nada más y nada menos que Ser Brynden Tully, el Pez Negro. El hermano de Hoster Tully que se habia convertido en la mano derecha del Joven Lobo. Escoltado por dos hombres con el estandarte Stark se abrió paso hasta el trono, donde Cersei lo recibió.
La reina leona se mostraba altiva, orgullosa, digna hija de Tywin Lannister. Sin embargo ni siquiera ella podía creer que tenían alguna posibilidad sin ayuda.
-Ser Brynden Tully, bienvenido a la Fortaleza Roja, imagino que habéis venido a jurar lealtad a mi hijo, el Rey Tommen, el Rey de los Siete Reinos.
El Pez Negro sonrió y negó rápidamente con la cabeza.
-os equivocáis mi señora. Yo ya tengo rey y se llama Robb Stark, el Rey en el Norte y Rey del Tridente. Y es de el de quien os traigo noticias.
-Apoyáis a un traidor, un graso error. Vuestra familia se salvo en la última rebelión contra el trono pero ahora la historia será diferente. – repuso Cersei.
-No me importa lo que vos creáis de mi rey. Únicamente vine aquí cumpliendo sus órdenes para entregaros unos presentes y comunicaros las nuevas sobre la batalla.
Cersei se mantuvo callada, por lo que el Pez Negro se adelanto y lanzo un paquete contra los escalones que llevaban hacia el trono. Rápidamente se abrió el saco y una cabeza cayo rodando hasta el suelo.
-aquí tenéis la cabeza de vuestro padre, Cersei Lannister. Que todos los sepan: en la Batalla del Ojo de Dioses, el ejército realista fue destruido, Tywin Lannister está muerto y Lord Mace Tyrell está prisionero del Rey en el Norte.
Los murmullos e incluso gritos llenaron la sala. Cersei contemplaba la cabeza de su padre buscando evidencias de mentiras y falacias, pero hasta la propia Margaery sabía que era cierto, reconocía a Tywin Lannister, o al menos su cabeza. Rápidamente la leona alzo la mano y la Guardia Real y los soldados Lannister presentes desenvainaron sus espadas.
El Pez Negro se mantuvo impertérrito y alzo los brazos.
-os prevengo mi señora. Si me ocurriera algo, mi rey ejecutara a los cientos de caballeros y señores que tiene prisioneros y si no regreso con vida a nuestro campamento, esta ciudad desaparecía de los mapas y vos con ella.
Los hombres se pararon sin tener que esperar una orden de la reina. Todos habían oído lo ocurrido en Lannisport, en Pyke y nadie quería que Desembarco del Rey se uniera a la lista de lugares destruidos por los norteños.
Cersei por fin hablo. – Bien traidor, decid lo que Stark quiere decirnos y largaos.
Ser Brynden tomo un pergamino y lo desplego.
-el Rey en el Norte y del Tridente exige que la ciudad se rinda antes de la noche. No desea que las gentes de Desembarco del Rey pierdan sus hogares, al igual que ocurrió en Lannisport, pero si debe arrasar la ciudad para acabar con la ciudad, asi lo hará. Lady Sansa Stark será liberada y cuando la ciudad se haya rendido se compromete a proteger a todos los nobles y garantiza un trato justo para todos aquellos que hubieran jurado lealtad al Rey Tommen. En cuanto a vos mi señora- miro a Cersei directamente- y a vuestro hijo, el Rey Robb jura por los antiguos dioses y los nuevos, que vuestro seguridad está asegurada.
Cersei puso una sonrisa irónica.
-"Rey Robb". Y que planea hacer con el Trono de Hierro el cachorro de Ned Stark.
El Pez Negro negó con la cabeza.
-me temo que no se cuales son los planes de mi rey, pero tampoco os lo diría.
Tomo el pergamino y se lo lanzo a Loras quien lo atrapo al vuelo.
-estas son las condiciones del Rey Robb Stark. La ciudad tiene hasta el anochecer para rendirse.
Acto seguido salió del Salón del Trono sin que nadie se lo interrumpiese.
Cersei puso fin a la corte y se retiro a las habitaciones del Consejo privado. Mientras Olenna y Margaery volvieron a sus habitaciones, donde esperaron hasta que Ser Loras llegara para informarles de la reunión del consejo.
Su hermano parecía furioso.
-¡Maldito Swift! Es un cobarde.
Margaery suspiro.
-¿Qué ha ocurrido? ¿Qué decidió Cersei Lannister? ¿La ciudad se rendirá?
Sin embargo antes de que Loras respondiera, su abuela se adelanto.
-por supuesto no cederá, ni rendirá la ciudad. Esta mujer preferiría ver la ciudad destruida antes que rendirse ante un Stark. Ella querrá que luchemos, sin saber si aun hay alguien ahí fuera que pueda venir en nuestra ayuda.
Loras asintió.
-exacto, pero los caballeros y hombres del Dominio no lucharemos, no queremos poner en peligro a nuestro padre.
Margaery negó.
-no Loras, debéis combatir. Si queremos sobrevivir debemos defendernos, resistir. Al menos obligar a Stark a un mejor acuerdo. Al menos aguantemos unos días hasta ver si conseguimos más noticias de la batalla. Quizás haya habido supervivientes, quizás Garlan sigue vivo y está reuniendo tropas.
Olenna asintió.
-tu hermana tiene razón, debemos esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Stark no es un necio, bien lo ha demostrado. No creo que ataque el primer día, esperara, usara sus armas de asedio. La ciudad no caerá. Lucharemos hasta que sepamos qué hacer.
Loras asintió y salió por la puerta. Su abuela se sentó en un sillón y golpeo su bastón en el suelo.
-mucho me temo querida niña que si la ciudad cae, tú podrías ser la última salvación de la Casa Tyrell. Si el chico Stark se hace con el trono, necesitaría una reina y tú podrías ser esa reina.
-pero abuela, Robb Stark ha defendido siempre que quiere ser el Rey en el Norte, no creo que busque tomar el Trono de Hierro.
Olenna sonrió.
-ese chico tiene algo, apenas lo conozco, pero su reputación le precede: un joven rey guerrero, que se levanto en armas para defender a su familia, nombrado rey por su pueblo, victorioso, invencible, conquistador, capaz de acabar con la traición en sus filas, pero sin duda carismático y astuto; ¿Acaso no reconociste los estandartes dornienses en el ejército enemigo?; justo pero cruel e implacable cuando debe serlo. Sin duda un hombre asi podría reunir los Siete Reinos si quisiera y si el conquista esta ciudad tú te encargaras de seducirlo, de convencerlo de sentarse en esa fea silla y asi serás lo que estabas destinada a ser: la Reina de los Siete Reinos.
Margaery asintió, pensando en todo lo dicho por su abuela.
El resto del día paso sin pena ni gloria y rápidamente la noche llego. Olenna se retiro a descansar mientras Margaery intento hacer lo mismo, pero algo se lo impedía. Algo no estaba bien. Entonces en ese momento una ráfaga de viento frio entro por la ventana y la rosa de Altojardin se sobresalto. Se asomo al balcón y rápidamente vio como los norteños habían cumplido su promesa: atacaban la ciudad.
Las catapultas lanzaban bolas de fuego sobre las murallas, pero estas parecían resistentes. Sin duda el chico quería comprobar la resistencia de los defensores. Entonces un cuerno retumbo por toda la ciudad, seguido de un aullido. A continuación las trompetas sonaron y Margaery hubo de girar la cabeza para observar el puerto. Entonces algo le sorprendió: una flota muy superior a la escuadra Redwyne que defendía el puerto, habia aparecido en el horizonte y comenzó a atacar a los barcos del Rejo. Debían ser barcos norteños, pero según tenía entendido la flota que Robb Stark arrebato a los Lannister se encontraba en el Mar del Ocaso.
La flota atacante rápidamente derroto a los barcos defensores de la ciudad y el puerto comenzó a ser tomado por soldados. Los gritos comenzaron a retumbar por la ciudad y estos se hicieron aun mayores cuando por sorpresa una de las puertas se habia abierto y miles de soldados Stark entraban en la ciudad.
Margaery sonrió. El Joven Lobo, de alguna manera, habia tomado la ciudad y ahora lady Margaery Tyrell debía prepararse pues debía seducir a un hombre al que jamás habia visto, pero del que dependía el destino de su familia. Y ella conseguiría lo que siempre habia querido: ser la Reina.
Bueno pues técnicamente no hemos visto las operaciones militares que suponen la caída de la ciudad. Solo hemos visto esbozos de la estrategia de Robb. Espero que les haya gustado. El próximo capítulo veremos como Robb nos cuenta su plan y como toma la ciudad.
