Disclaimer: Esta historia no me pertenece, los personajes son de Stephenie Meyer y la autora es fanficsR4nerds, yo sólo traduzco sus maravillosas palabras.

Disclaimer: This story doesn't belong to me, the characters are property of Stephenie Meyer and the author is fanficsR4nerds, I'm just translating her amazing words.


Thank you fanficsR4nerds for giving me the chance to share your story in another language!


Gracias a Yani por ser mi beta en esta historia.


Día 3: 15 de marzo de 2020

Bella

10:23 PDT

Los Ángeles, California

Entierro los dientes en la orilla de mi almohada cuando mi cuerpo se tensa, cayendo sobre la orilla del placer. Intento ahogar mi jadeo. Usualmente soy muy ruidosa, incluso más cuando me dejo ir bien y por completo, y con tanta gente en la casa en estos días es mejor ser silenciosa que arriesgarme a que me escuchen.

Mi orgasmo se deshace de la tensión en mis hombros, pero solo durante un momento. Es un buen orgasmo, no grandioso, pero sí ayuda a relajarme un poco.

El corazón me martillea en el pecho, se tranquiliza lentamente cuando bajo la mano para sacarme mi juguete. Apago el conejo, soltando un suspirito. Es casi silencioso y ha sido uno de mis favoritos por mucho tiempo, pero está empezando a morir. Su vigor no regresará sin importar cuánto lo cargue.

Es una tragedia que todavía no estoy lista para llorar.

Aviento el juguete sobre mi cama, lo suficiente contenta como para limpiarlo en un minuto. Han pasado meses desde la última vez que tuve sexo, casi un año desde que tuve algo de sexo decente. Hubo una aventura de fin de semana la primavera pasada que fue muy apasionada, pero al final fue un completo desastre cuando él se puso muy intenso con demasiada rapidez. Fue una pena porque era muy bueno en la cama.

Desde Alec he tenido un montón de aventuras de una noche de mierda que de alguna manera se las han arreglado para hacerme sentir más frustrada de lo que estaba antes.

Para empeorar la situación, parece que Rose ahora está muy metida con Em. Estoy feliz por ellos, de verdad, pero Rose era mi cómplice. Siempre salíamos juntas mientras que Alice se la pasaba pensando en su relación casi perfecta.

Han pasado seis semanas para Rose y Em, pero puedo notarlo. Ella está metida en esto a largo plazo.

Mi mente vaga hacia la pandemia, el confinamiento me ha embarcado efectivamente en una casa con mis compañeras. Las quiero, de verdad que sí, pero si tengo que estar cerca de sus culos lunáticos todo el día, me va a dar un ataque.

Supongo que no sería tan malo si tuviera a alguien con quien estar encerrada, un período de tiempo indefinido sin nada que hacer más que tener sexo suena a un sueño. Sé que en realidad eso nunca pasará, pero justo ahora es todo en lo que puedo pensar.

Mi latido está estable otra vez y ahora estoy cachonda al pensar en un hombre misterioso llegando a mi vida para darme orgasmos todos los días.

Estirando a ciegas la mano, encuentro mi conejo y lo vuelvo a encender.