Disclaimer: Esta historia no me pertenece, los personajes son de Stephenie Meyer y la autora es fanficsR4nerds, yo sólo traduzco sus maravillosas palabras.
Disclaimer: This story doesn't belong to me, the characters are property of Stephenie Meyer and the author is fanficsR4nerds, I'm just translating her amazing words.
Thank you fanficsR4nerds for giving me the chance to share your story in another language!
Gracias a Yani por ser mi beta en esta historia.
Día 4: 16 de marzo de 2020
Alice
9:23 PDT
Los Ángeles, California
—¡Emmett! ¿Dónde demonios te metiste?
La casa de los chicos es peor de lo que recordaba. Es un desastre y en cuanto llegamos aquí, puse a las chicas a trabajar en la cocina y envié a los chicos a sus habitaciones para empezar a empacar. He estado intentando luchar contra la sala, pero no tengo idea de qué le pertenece a quién.
Seth está aquí empacando sus cosas y me dedica una sonrisita nerviosa cada vez que se cruza en mi camino.
Emmett sale de su habitación, refunfuñándome. Lo he reclutado para que venga a organizar los juegos y DVDs del centro de entretenimiento ya que no sé qué le pertenece a quién, pero él sigue desapareciendo.
—Dios, mamá —bufa—. Cálmate; estaba orinando.
Lo miro enojada y él frunce un poco el ceño, cruza rápidamente la sala para reanudar su tarea.
—Este lugar es asqueroso —digo, metiendo más basura en una enorme bolsa negra de basura. Honestamente, no entiendo cómo es que pueden tener más de cuatro cajas de pizza apiladas.
—Casi ni estábamos aquí —se defiende Em. Lo ignoro. Ya notificaron al casero, a quien no le sorprendió, pero quiere que todos se vayan para el veinte. Lo que él pidió es una tarea monumental ya que los chicos se las han arreglado para acumular mucha basura.
»Oye, Ali —llama Emmett, su voz es tan suave que me sorprende, captando mi atención—. Gracias —dice, suena un poco tímido. Frunzo el ceño—. Por presionar para hacer esto. Yo… —hace una pausa y mira hacia la cocina—. Probablemente es demasiado pronto, pero no quisiera perderla por esta pandemia, ¿sabes?
Le frunzo el ceño.
—Emmett, creo que se va a necesitar algo más que una crisis global para que pierdas a Rose —le digo.
Su sonrisa es brillante, esperanzada e infantil. Me hace sonreír en respuesta. Él es enorme, desordenado e irritante, pero me agrada Emmett. Especialmente, me agrada para Rose.
Rezo en silencio para que este nuevo acuerdo de vivienda sea el siguiente paso correcto para ellos.
