Disclaimer: Esta historia no me pertenece, los personajes son de Stephenie Meyer y la autora es fanficsR4nerds, yo sólo traduzco sus maravillosas palabras.

Disclaimer: This story doesn't belong to me, the characters are property of Stephenie Meyer and the author is fanficsR4nerds, I'm just translating her amazing words.


Thank you fanficsR4nerds for giving me the chance to share your story in another language!


Gracias a Yani por ser mi beta en esta historia.


Día 5: 17 de marzo de 2020

Bella

20:23 PDT

Los Ángeles, California

Hemos encontrado una fiesta. Es ruidosa, fastidiosa y exactamente la distracción que todos necesitamos. Está a solo unas calles de la casa, así que podemos ir caminando, lo que significa que todos estamos borrachos. Está atiborrada de gente a pesar del confinamiento y aunque una parte de mí se pregunta si es inteligente salir justo ahora, al resto de mi ser no le importa ni un carajo.

He estado coqueteando toda la noche con un tipo que encontré en la cocina. Es de estatura promedio con cabello café claro y ojos cafés. Todo sobre él parece ordinario, y honestamente no parece ser tan bueno en la cama, pero es lo suficientemente lindo para pasar la noche.

—¿De dónde eres? —pregunta, gritando sobre el agresivo rock irlandés que resuena a través del sistema de sonido de la casa. Lo ignoro. Planeo usar a este tipo como una aventura de una noche y eso significa dar la menor cantidad de detalles personales posibles.

—¿Quieres salir de aquí? —pregunto, mirándolo. Su cara se muestra jodidamente ansiosa.

—¡Vamos! —grita—. Podemos ir a mi habitación.

Cristo, ¿vive aquí? Fantástico.

Me lleva al piso de arriba, pasamos las grandes multitudes de personas. Su habitación es la tercera puerta al pasar el rellano y abre la puerta con una floritura. Entro y suspiro internamente. Es una habitación muy aburrida, y ya sé que este no es un tipo que será capaz de hacer que me corra esta noche.

En este punto, siento que me vendría mejor excitarme con mi nuevo Traficante de Patos.

Me giro para verlo. Se ve como un cachorro; está tan jodidamente excitado. Me pregunto brevemente qué edad tiene.

—Así que —dice después de que me quedo sin decir nada. Me bebo mi cerveza, empiezo a arrepentirme de mi decisión de subir aquí con él—. Qué onda con esa pandemia, ¿cierto? —Le alzo una ceja y se sonroja—. Quiero decir —tartamudea, sacudiendo la cabeza—, se supone que tenemos que estar, o sea, en confinamiento o como sea. —Agita una mano frente a sí—. Sé que no nos conocemos tan bien ni nada, pero —se detiene y se rasca la nuca—, no sé, tal vez podamos estar en cuarentena juntos o algo así. —Lo dice a modo de broma, probablemente para desviar la atención cuando inevitablemente lo rechace.

Sus palabras me golpean con fuerza y me tomo un momento para considerar qué demonios estoy haciendo.

—Tengo que irme —digo, meneando la cabeza. Se sorprende tanto que puedo pasar junto a él con facilidad. Bajo las escaleras, la cabeza me da vueltas. No quiero quedarme sentada con los pensamientos pesados que se encuentran ahora en mí, así que en vez de eso me dirijo a la cocina y me bebo unos cuantos shots, me siento desesperada por perderme en el momento.