Disclaimer: Esta historia no me pertenece, los personajes son de Stephenie Meyer y la autora es fanficsR4nerds, yo sólo traduzco sus maravillosas palabras.

Disclaimer: This story doesn't belong to me, the characters are property of Stephenie Meyer and the author is fanficsR4nerds, I'm just translating her amazing words.


Thank you fanficsR4nerds for giving me the chance to share your story in another language!


Gracias a Yani por ser mi beta en esta historia.


Día 10: 22 de marzo de 2020

Emmett

9:24 PDT

Los Ángeles, California

—¿Por qué?

Alzo la vista hacia Rose. Puse mi campamento en el patio esta mañana ya que está agradable el día y Jasper está usando el comedor como oficina. Un solo comentario a la televisión mientras él está en una reunión y te expulsan afuera.

Bajo la vista a mi laptop, luego vuelvo a ver a Rose.

—¿Por qué no?

He pasado la mañana diseñando un jardín. Las chicas tienen carta blanca para cambiar el patio siempre y cuando añadan valor a la casa y no le quiten nada. Hasta ahora ninguna ha tenido interés en hacer algo afuera.

Es un patio de tamaño decente y yo estoy aburrido.

—Entiendes que ninguno de nosotros va a mantener esto, ¿cierto? Todo depende de ti —señala, sentándose conmigo en la mesa. Sonrío.

—Sí, lo sé. Está bien. Me dará algo que hacer —comento. Sé que puedo volverme molesto si no tengo suficientes proyectos. Rose resopla y asiente.

—Cierto —concede. La miro.

—¿Qué vas a hacer hoy?

Me mira sorprendida.

—No sé —suspira—. Hay un límite para lo mucho que puedo estudiar sin tener planes concretos de clase. —Se encoge de hombros, se recarga en su asiento y sacude la cabeza. Frunzo un poco el ceño.

—¿Quieres involucrarte en el jardín?

Me alza una ceja.

—Te acabo de decir que no le voy a dar mantenimiento.

Pongo los ojos en blanco.

—Lo sé, y no te lo estoy pidiendo. Tengo que ir a Home Depot y solo te estoy preguntando si quieres venir. Podría ser divertido. Puedes trabajar con las manos un rato.

Vacila, y me doy cuenta que probablemente no es la mejor actividad para ella. Rose quiere ser cirujana algún día. Siempre se cuida de no juguetear mucho con sus manos.

Bajo la vista a mi laptop y la mano de Rose se posa en mi brazo. La miro sorprendido.

—Me encantaría —susurra. No puedo detener mi sonrisa.

—¿En serio? —pregunto, no quiero hacerme ilusiones. Sonríe, y se ve tan hermosa en este momento que me roba el aliento.

—Sí, enséñame algo nuevo hoy.