Disclaimer: Esta historia no me pertenece, los personajes son de Stephenie Meyer y la autora es fanficsR4nerds, yo sólo traduzco sus maravillosas palabras.
Disclaimer: This story doesn't belong to me, the characters are property of Stephenie Meyer and the author is fanficsR4nerds, I'm just translating her amazing words.
Thank you fanficsR4nerds for giving me the chance to share your story in another language!
Gracias a Yani por ser mi beta en esta historia.
Día 11: 23 de marzo de 2020
Bella
19:19 PDT
Los Ángeles, California
Me voy a volver jodidamente loca.
Edward me está matando. Cada mirada, cada sonrisita, cada puta vez que se toca mientras me mira directamente a los ojos.
Estoy casi en mi punto de quiebre.
Se ha vuelto imperativo para mí que sea él el que se rompa primero. No sé qué significa eso exactamente, solo que entre nosotros se ha formado una especie de desafío, y claro que no seré yo la que se retracte.
Después de ir al supermercado con las chicas, me siento un poco irritada. La tienda fue una locura, otra vez, y tengo toda esta energía contenida que no está siendo expulsada de la forma en que quiere salir.
Así que decido divertirme un poco.
Edward está sentado en su cama con la laptop en su regazo, le está frunciendo el ceño a la pantalla. Parece que al fin está intentando hacer algo de trabajo.
Quiero sabotearlo por completo.
—Hola —le digo cuando llego a la cima de las escaleras. Sus ojos se mueven hacia mí y un escalofrío de placer corre a través de mí cuando se queda boquiabierto. No estoy vestida de forma muy provocativa, al menos, no más de lo que estaba esta mañana, pero por primera vez no es mi ropa ni la falta de esta lo que llamó su atención. Sus ojos están pegados a mi boca donde estoy chupando una paleta de hielo rojo cereza—. ¿Cómo te va? —Mi voz suena tan inocente como puedo hacerla sonar, incluso mientras lamo y chupo una paleta como si fuera una experimentada estrella porno.
Edward no responde, pero noto que su respiración se ha vuelto superficial. Estoy trabajando con ganas esa paleta, está empezando a derretirse con rapidez y siento un poco del jugo resbalarse por mi mentón. Mi lengua sale sobre mis labios para intentar lamerlo.
—Jódeme —exhala Edward, alzando ambas manos para jalarse el cabello. Me estremezco, a pesar de que afuera no hace nada de frío.
—Me encantaría —le digo, dándole una larga lamida al costado de la paleta. Sus ojos vuelan entre mi boca y mis ojos, y de pronto se siente esta fuerza jalando entre nosotros, urgiéndome a acercarme.
Edward quita la computadora de su regazo y está a punto de ponerse de pie cuando la voz de Rose nos saca a ambos del trance.
—¡Bella! ¿Estás lista para empezar con la cena?
Exhalo temblorosamente y bajo la vista por las escaleras. Carajo, olvidé que era nuestra noche.
—Sí —le grito con voz ahogada. Asiente y miro a Edward. Parece que está sufriendo dolor físico—. Perdón —digo, lanzándole una sonrisita y lamiendo otra vez la paleta—. Tal vez para la próxima.
