Disclaimer: Esta historia no me pertenece, los personajes son de Stephenie Meyer y la autora es fanficsR4nerds, yo sólo traduzco sus maravillosas palabras.

Disclaimer: This story doesn't belong to me, the characters are property of Stephenie Meyer and the author is fanficsR4nerds, I'm just translating her amazing words.


Thank you fanficsR4nerds for giving me the chance to share your story in another language!


Gracias a Yani por ser mi beta en esta historia.


Día 12: 24 de marzo de 2020

Rose

15:29 PDT

Los Ángeles, California

Me dirijo al segundo piso para ponerme ropa de hacer yoga cuando veo a Bella sentada en el pasillo. Tiene un tablero de batalla naval frente a ella y puedo escucharla riéndose con Edward. Sonrío para mí, me alegra que esté tomando mi consejo. No puedo verlo, pero puedo escuchar su risa, y la sonrisa en respuesta de Bella es enorme, encantada.

A la chica le gusta demasiado.

Iba a invitarla a hacer yoga conmigo, pero ahora decido no hacerlo. En vez de eso, avanzo por el pasillo para cambiarme, y cuando termino vuelvo a bajar las escaleras, buscando a alguien más. Alice y Jasper ya terminaron de trabajar por este día, y ante mi mención de yoga Alice salta.

—Dame un minuto para cambiarme —dice, corriendo hacia arriba. Asiento y me giro hacia Jasper. Se ríe, rascándose el mentón.

—No será bonito —advierte. Me río entre dientes.

—No tiene que serlo. —Cambio el peso en mis caderas, apoyándome en un pie—. Mi pan quedó muy feo el otro día, pero aun así lo probaste.

Jasper se ríe y asiente.

—Es justo. De acuerdo, las acompañaré.

Me sorprende, pero igual me emociona, y él se levanta de la mesa para subir a la planta alta a cambiarse.

Me encuentro con Emmett en el patio, que ya lleva puestos unos shorts para hacer ejercicio.

—¿Listo? —le pregunto. Se ríe entre dientes.

—Dudo que pueda seguirte el ritmo, pero qué hay de nuevo en eso —coquetea. Pongo los ojos en blanco.

—Alice y Jasper nos acompañarán —le advierto. Sonríe.

—¿Qué hay de Bella?

Esbozo una sonrisita.

—Está ocupada.

Emmett mira hacia la casa.

—Es una pena, apuesto a que es un desmadre cuando hace ejercicio.

No se equivoca. Nadie, y de verdad nadie, puede maldecir igual que esa chica.

Pronto Jasper y Alice nos acompañan afuera. Alice ha hecho yoga antes, pero no tan seguido como yo, así que depende de mí guiar a los demás.

—Muy bien, chicos. Sepárense.