Disclaimer: Esta historia no me pertenece, los personajes son de Stephenie Meyer y la autora es fanficsR4nerds, yo sólo traduzco sus maravillosas palabras.

Disclaimer: This story doesn't belong to me, the characters are property of Stephenie Meyer and the author is fanficsR4nerds, I'm just translating her amazing words.


Thank you fanficsR4nerds for giving me the chance to share your story in another language!


Gracias a Yani por ser mi beta en esta historia.


Día 44: 26 de abril de 2020

Alice

6:43 PDT

Los Ángeles, California

—¡Alice!

La voz de Rose precede por medio segundo su repentina entrada a mi habitación. Me siento en la cama, sobresaltada. Junto a mí Jasper parpadea para despertarse.

—¿Qué sucede? —pregunto. Rose está pálida, tiene los ojos como platos y salvajes. Me pongo de inmediato en alerta—. ¿Son tus padres?

Me quito las cobijas de encima para correr hacia ella. Hace un sonido ahogado en su garganta.

—Tengo un retraso.

Tardo tres segundos en entender qué está diciendo, pero cuando lo asimilo, siento que palidezco. Oh. Oh.

Mis ojos se mueven a su vientre antes de poder detenerme y Rose suelta un grito frenético y desesperado.

—¡Alice! —llora.

—Bien, cálmate —le ordeno, luchando por aclarar mis pensamientos—. Ve a vestirte. ¿Dónde está Emmett? ¿Salió a correr? —Cuando Rose asiente, exhalo un suspiro—. Vístete. Despertaré a Bella.

Rose asiente y sale de mi habitación. Cuando se va, me giro hacia Jasper. Me está viendo con ojos como platos.

—¿Todo está bien? —pregunta, su voz suena ronca a causa del sueño. Me apuro hacia él para besarlo con rapidez.

—Lo estará. No le menciones esto a nadie —le pido. Asiente y salgo con prisa de nuestra habitación, dirigiéndome al final del pasillo hacia la habitación de Bella. Vacilo un momento antes de abrir la puerta. Afortunadamente, aunque Edward está aquí, ambos están vestidos.

Bella está acurrucada de lado y los brazos de Edward la rodean. De hecho, es algo dulce, pero ahora no es el momento de quedarme estancada en eso. Me acerco al lado de Bella y la picoteo.

—Bella, despierta.

Retrocedo un paso en cuanto la toco porque, un segundo después, su puño sale volando al aire.

—No —gruñe, todavía dormida.

Su gruñido despierta a Edward.

—¿Ali? —dice con voz rota, mirándome.

Vuelvo a tocar a Bella.

—Bella, despierta. Rose nos necesita.

—Dile que la agendaré después de las dos —gime Bella con los ojos todavía cerrados. Bufo.

—Maldición, Bella. Es hora de cumplir el pacto.

Ante esto, Bella abre los ojos. Miro su cara y veo la comprensión llegar lentamente.

—Mierda, ¿en serio? —pregunta con voz más clara. Asiento y Bella se sienta con tanta rapidez que Edward gruñe cuando ella le jala el brazo—. Bien, deja me visto.

Asiento y salgo de la habitación para vestirme yo también.