Disclaimer: Esta historia no me pertenece, los personajes son de Stephenie Meyer y la autora es fanficsR4nerds, yo sólo traduzco sus maravillosas palabras.

Disclaimer: This story doesn't belong to me, the characters are property of Stephenie Meyer and the author is fanficsR4nerds, I'm just translating her amazing words.


Thank you fanficsR4nerds for giving me the chance to share your story in another language!


Gracias a Yani por ser mi beta en esta historia.


Día 44: 26 de abril de 2020

Edward

9:03 PDT

Los Ángeles, California

Bella entra a la sala sosteniendo una taza gigante de café.

—Hola —dice, sentándose junto a mí en el sofá. Agarro el control para pausar la televisión.

—Hola.

Hay un momento de silencio incómodo entre nosotros. ¿Cómo carajos se supone que vamos a hablar de algo como el embarazo? Apenas nos conocemos.

Bella bebe su café.

—Pues me hice cinco pruebas de embarazo esta mañana.

Jodido, Cristo. Justo así. Por supuesto que ella lo haría así.

Trago con fuerza. Bien. Puedo hacerlo.

—¿Cinco?

Asiente.

—Una de las primeras mostraba un resultado anormal.

Alzo las cejas y mi respiración se vuelve un poco superficial.

—¿Estás embarazada? —Genial, mi voz está rompiéndose como si tuviera doce años.

Bella pone los ojos en blanco.

—Es por eso que necesité las otras tres. Para verificar —dice de forma críptica. Cuando la miro, pone los ojos en blanco—. No estoy embarazada.

Exhalo un largo suspiro. Cristo. Siento que envejecí diez años.

—Oh, bien, eso es bueno.

Bella me mira y me pregunto si he dicho algo para ofenderla. ¿Ella quiere hijos?

—¿Bueno?

Esto se siente como una trampa, pero supongo que soy demasiado idiota para no caer en ello.

—Sí, o sea, apenas nos estamos conociendo, y hay una jodida pandemia y todo eso. —Agito las manos frente a mí de forma vaga—. Quiero decir, carajo, nos estamos divirtiendo mucho, pero no puedes decirme que estás lista para tener hijos justo ahora.

Bella sonríe alrededor de su taza.

—No. Estoy muy feliz de no estar embarazada.

Asiento, aliviado.

—Claro.

Bella me pica el costado.

—Pero creo que, debido a esta llamada de advertencia, probablemente deberíamos abstenernos por un tiempo.

Frunzo el ceño.

—Uh, ¿cuánto es un tiempo? —Si ella quiere abstenerse, entonces lo aceptaré porque obviamente nunca la obligaría a tener sexo. Podría quejarme en mi cabeza, pero lo aceptaría.

Bella se dobla mientras se le escapa una carcajada.

—Dios mío, ¡tu cara! —grita—. Al carajo con la abstinencia, ¿en serio? —resopla—. Estoy lista para montarte justo ahora.

Ante sus palabras, tengo que acomodarme la polla sobre la pantalonera. ¿Cómo carajos puede excitarme con una sola frase? Carraspeo.

—No estoy haciendo nada importante —señalo. Resopla.

—Bien. Deja termino mi café. —Le da un largo trago y me río, asintiendo.

—Sí, de acuerdo.

Bella se aparta la taza de los labios, golpeteándola con sus uñas.

—Sí tengo dos estipulaciones —dice lentamente. Frunzo el ceño, asintiendo para que continúe—. Una, probablemente deberíamos usar condón, al menos por un tiempo hasta que deje de entrar en pánico sobre el tema de embarazarme —dice, alzando un dedo. Me río. Condones, lo puedo aguantar. Dejamos de usarlos hace unas semanas al decidir confiar en su DIU, pero no es como que vaya a ser muy difícil volver a usarlos.

—¿Cuál es la otra estipulación?

Sonríe.

—Que después me prepares nachos.