Disclaimer: Esta historia no me pertenece, los personajes son de Stephenie Meyer y la autora es fanficsR4nerds, yo sólo traduzco sus maravillosas palabras.

Disclaimer: This story doesn't belong to me, the characters are property of Stephenie Meyer and the author is fanficsR4nerds, I'm just translating her amazing words.


Thank you fanficsR4nerds for giving me the chance to share your story in another language!


Gracias a Yani por ser mi beta en esta historia.


Día 52: 4 de mayo de 2020

Emmett

10:57 PDT

Los Ángeles, California

Me estoy escondiendo en el jardín.

Cometí el estúpido error de decirle a Alice que nunca había visto Star Wars y ahora se está volviendo completamente loca dentro de la casa. Se la pasa gritándome que entre para poder planear adecuadamente el día, pero estoy fingiendo que no la escucho.

Estoy seguro de que me saldrá el tiro por la culata más tarde.

—¿Qué estás haciendo?

Alzo la vista de la maceta que he estado desyerbando meticulosamente. En serio, no queda nada más que hacer aquí afuera, pero estoy haciendo tiempo para no entrar.

Bella está parada en el patio, tiene el cabello atado en un chongo desaliñado sobre la cabeza y una enorme taza de café en sus manos.

—Uh, jardinería —le digo.

Entorna los ojos.

—¿En serio? ¿Es eso lo que haces con la tierra?

Su tono es tan seco que casi no me doy cuenta de que es sarcasmo. Abro la boca, me río y luego sacudo la cabeza, bajando la vista a mis plantas.

—¿Alguna vez has jugado en la tierra? —le pregunto en vez de responder. Sorbe su café.

—No tengo interés en que se me meta el lodo al culo.

Giro de golpe la cabeza hacia ella.

—¿Qué? ¿Por qué se te metería el lodo al culo?

Bella frunce el ceño, subiéndose los lentes por la cara.

—Porque sí —dice, como si fuera muy obvio y yo fuera un idiota por preguntarlo—. El lodo se pega a las cosas que se revuelcan en él.

La miro.

—¿Pero por qué carajos se te metería al culo?

Me mira sobre su taza.

—¿Tienes sexo con los pantalones puestos?

¿Eh?

—¿Estamos hablando de lo mismo? —pregunto, completamente perdido.

Bella resopla.

—Me preguntaste que si alguna vez he jugado en la tierra. ¿Qué otra cosa podría significar?

Me río.

—Dios, Bella. Me refería a pastelitos de lodo y esas mierdas —digo, sacudiendo la cabeza. Vuelve a entrecerrar los ojos.

—¿Es un eufemismo o algo así?

Me río tan fuerte que espanto a los cuervos lejos de los cables de luz que están sobre nosotros.

Edward abre la puerta de atrás, tiene el ceño fruncido mientras se acerca a Bella.

—¿Qué sucede?

—¿Qué significa jugar en el lodo? —le pregunto antes de que Bella pueda decir algo.

Edward encoge un hombro.

—Solía hacer búsquedas del tesoro en el lodo para buscar puntas de flecha, monedas y esas cosas —dice.

Asiento.

—Ahora, Bella, dile lo que pensaste que significaba.

Me saca la lengua, pero para este punto Edward la conoce lo suficientemente bien para saber que probablemente estaba pensando en sexo. Se ríe, pasándole un brazo por la cintura.

—¿No eres fan del sexo al aire libre?

Ella lo mira con enojo.

—Dame una manta, repelente de insectos y luego hablamos.

Se ríe.

—Buscaremos uno en la tienda. ¿Estás lista?

Se empina la taza de café para beber los últimos tragos antes de asentir y chasquear los labios.

—¡Hagámoslo!