Disclaimer: Esta historia no me pertenece, los personajes son de Stephenie Meyer y la autora es fanficsR4nerds, yo sólo traduzco sus maravillosas palabras.

Disclaimer: This story doesn't belong to me, the characters are property of Stephenie Meyer and the author is fanficsR4nerds, I'm just translating her amazing words.


Thank you fanficsR4nerds for giving me the chance to share your story in another language!


Gracias a Yani por ser mi beta en esta historia.


Día 52: 4 de mayo 2020

Edward

11:03 PDT

Los Ángeles, California

—Bien, te hice una lista —dice Alice, estampando un pedazo de papel en mi pecho—. ¡No olvides nada, por favor!

Sonrío.

—Ali, relájate. Yo te cubro.

Se desinfla un poquito, asintiendo.

—Gracias.

Asiento y me giro para ver a Bella agarrando las llaves de su carro del portallaves con un cubrebocas colgando de sus dedos.

—¿Listo?

—No puedo creer que tengamos que pasar todo el día viendo el puto Star Wars —gime Bella cuando salimos de la calle. Sacudo la cabeza.

—Es la festividad favorita de Ali.

Bella me mira.

—Sí, y en el pasado podía evitarla al irme durante el día. Maldita pandemia.

Me burlo. Ha pasado un tiempo desde la última vez que Ali me obligó a sentarme para un maratón de Star Wars. Tan solo puedo imaginar qué muchas cosas más tendrá para decir ahora.

Bella se detiene en un alto, y en vez de voltear a la izquierda para dirigirse a la tienda al final de la calle, voltea a la derecha. Frunzo el ceño, viéndola. ¿Tal vez nos va a llevar a una tienda diferente?

Avanza por esa calle y me vuelve a sorprender al girar otra vez a la derecha.

—¿A dónde vas?

Me mira.

—Stater Brothers —dice, mirándome como si me hubiera vuelto loco. Me giro en mi asiento para verla.

—Estaba por allá atrás —señalo.

Bella pone los ojos en blanco.

—Sí, no duh.

Estoy desconcertado. ¿Por qué gira a la derecha cuando el mercado está literalmente a tres calles?

Bella gira otra vez a la derecha y sacudo la cabeza.

—¿Qué estás haciendo?

Bella bufa.

—¿A qué te refieres? ¡Voy a la tienda!

—¡Estás tomando el camino más jodidamente loco! —grito cuando se pasa otra vuelta a la izquierda que nos regresaría al camino correcto.

—¡Deja de decirme cómo manejar!

La miro.

—¿Sabes girar a la izquierda?

Bella me mira con enojo por el rabillo del ojo.

—Por supuesto que sé. Solo no lo hago.

Dios mío. No puede hablar en serio.

—Bella, gira a la izquierda en la siguiente.

Gira a la derecha.

—Bella —gruño, mi mandíbula chasquea con mi frustración y diversión creciente. Siempre están ambas con ella.

—Cállate y pon música —espeta.

Estoy demasiado alterado para elegir una lista de reproducción, así que dejo que se elija al azar.

Sé de inmediato que he cometido un gran error cuando la música disco empieza a retumbar a través del carro. Bella casi choca con un hidrante de lo sorprendida que está. Me revuelvo para agarrar mi teléfono, pero es demasiado tarde. El daño está hecho.

—¿Disco? —exclama Bella.

—Cállate.

—¡Disco! —Está cacareando como una jodida villana de Disney y me irrita descubrir que ha ralentizado su avance. A este paso, nos perderemos todo el puto maratón solo intentando llegar a la tienda.