Disclaimer: Esta historia no me pertenece, los personajes son de Stephenie Meyer y la autora es fanficsR4nerds, yo sólo traduzco sus maravillosas palabras.

Disclaimer: This story doesn't belong to me, the characters are property of Stephenie Meyer and the author is fanficsR4nerds, I'm just translating her amazing words.


Thank you fanficsR4nerds for giving me the chance to share your story in another language!


Gracias a Yani por ser mi beta en esta historia.


Día 52: 4 de mayo de 2020

Rose

21:08 PDT

Los Ángeles, California

Ali al fin nos dio un descanso de ver Star Wars para poder preparar más bocadillos. Aceptaré todo descanso que pueda tomar, y me dirijo a la cocina para preparar algo. Ali me sigue y juntas nos ponemos a hacer brownies.

Alice está parloteando sobre una de las películas que acabamos de ver y yo le presto poca atención, es entonces cuando un fuerte golpe capta nuestra atención.

—¡No puedes hablar en serio!

Alzo la vista a tiempo para ver a Bella entrar a la cocina, avienta su botella vacía de cerveza en el reciclador antes de girarse para enfrentar a Edward. Él se ve sorprendido, irritado y excitado.

—¡Por supuesto que hablo en serio! —le grita Bella en respuesta—. Enséñame las pruebas, Edward. No puedes. No solo el T-Rex es una invención de Hollywood, sino que también todos los dinosaurios lo son.

Edward me mira en busca de ayuda; yo sonrío, niego con la cabeza y me bebo mi cerveza. Nadie puede ayudarlo, Bella está demente. Él la mira, se ve como si requiriera de toda su fuerza de voluntad para no ahorcarla.

—Bella, dime por favor que solo me estás jodiendo. De verdad no puedes creer en esto.

Bella cruza los brazos sobre su pecho, entornando los ojos.

—La ciencia no encaja —espeta.

Edward se jala con tanta fuerza el cabello que parece que le duele.

—Estás jodidamente loca —dice, sacudiendo la cabeza. Bella lo mira con enojo y durante un momento muy breve, el enojo que sale de ambos es palpable. Sin embargo, en un solo segundo, algo cambia y, de pronto, la habitación se llena de una química salvaje y eléctrica.

Un segundo después, están el uno sobre el otro.

—¡Ew! Chicos, ¡vayan al otro piso! —grita Alice a modo de protesta.

Bella gime mientras se monta en Edward. Él se afianza las piernas de ella alrededor de su cintura mientras la empuja contra la pared de la cocina. Estoy tan asombrada por el fuego puro que sale de ellos que no puedo apartar la vista ni para salvar mi vida.

—¡Edward Anthony! —grita Alice. Edward rompe el beso, lanzándonos una mirada.

—Perdón, Ali. Ya terminó la noche de películas.

Bella suelta una risita sobre su garganta mientras él sonríe. Su mano aprieta una vez el culo de Bella antes de cargarla fuera de la cocina. Puedo escucharlo tropezar por las escaleras y cuando la puerta de la habitación se cierra de golpe, Alice y yo intercambiamos miradas.

—Discúlpame —murmura, sacudiendo la cabeza—. Tengo que ir a echarme cloro en los ojos.

Me burlo al girarme de regreso hacia los brownies.