Disclaimer: Helluva Boss y Hazbin Hotel son creación de Vivziepop. "Imp on Fire" es creación de TalosLives. Por favor apoya la obra original.

XII

Killjoy

Había una frase que le encantaba a Katie Killian cuando era humana y que todavía era relevante cuando terminó en el Infierno: "La información es poder."

La información te daba últimas novedades, las noticias más importantes y lo que es más importante, las infinitas oportunidades para torcerlo a tu favor. La información nunca era suficiente, tenías que usarlo a tu favor para que siempre estuvieras en la cima, y Katie era especialmente buena en eso: Fue excelente en eso durante los años 70 y 80, y hubiera sido genial en los 90's si no hubiera resbalado por las escaleras y rompiéndose el cuello, una forma vergonzosa de morir para una de las reporteras estadounidenses más calientes y jugosas de Hollywood.

Había sido una sorpresa terminar en el Infierno; Katie era una buena cristiana que iba a la iglesia todos los domingos, estaba casada y con hijos, donaba a organizaciones benéficas y todas esas otras cosas de buen samaritano... Claro, se acostó con algunos hombres... está bien, muchos hombres, pero no era como si fuera como esos muchos maricones en los años 80. También pudo haber humillado a algunas personas hasta el suicidio, chantajeado a otras, malversado fondos, mentir mucho, tergiversado la verdad a su favor, esnifar coca, informar que el virus del SIDA era el virus de los homosexuales (1), haber tenido un aborto o dos a espaldas de su marido y patear al perro de su vecino porque la pequeña rata no paraba de ladrarle.

...Pero ella no merecía estar en el Infierno.

Aún así cuando Katie Killian, ahora conocida como Katie Killjoy, se encontró en una situación en su contra, hizo lo único en lo que siempre fue buena: Torcerlo a su favor. Ahora era la principal presentadora de 666 News, siguiendo los mismos pasos que en vida anterior para llegar a donde estaba ahora... Solo que con métodos más extremos, incluido el asesinar con sus propias manos u ordenar asesinatos para hacer desaparecer algunos 'obstáculos' indeseados.

―Bien Jamie, deja de lamer.―ordenó Katie cuando su orgasmo finalmente terminó, empujando con el pie al pequeño demonio sapo contra el archivador. Se subió las bragas y se dio unas palmaditas en el vestido para asegurarse de que no hubiera rastro de saliva del interno en su vestido rojo intenso de Velkonic Style antes de revisar su teléfono: "Bien, Reggie tiene los titulares de mañana en mi escritorio. Mejor asegurarnos de que tengan la cantidad justa de integridad periodística amarilla que tenemos por aquí."

―Um, ¿señora Killjoy?―Le preguntó Jamie manteniendo su cabeza de rana verde y negra agachada como un cachorrito azotado. Katie lo habría encontrado triste si no fuera tan patético. ―. ¿Significa que... que mantendré mi trabajo?

―Seguro, hicimos un trato, ¿no? No le diré al jefe sobre ese error que cometiste esta mañana.―Le aseguró Katie con dulzura. "...Solo se lo diré en privado por correo electrónico sin mi nombre. Me encantan las lagunas legales."

Lástima que se iría al día siguiente, tenía una lengua gruesa que hacía su coño vibrar. Pero bueno, Katie tenía como otros dieciséis hombres en la oficina para follar, siete de los cuales estaban casados y tenían hijos. Sonriendo con satisfacción, Katie salió de la sala de archivos y cerró la puerta justo frente a la cara de Jamie. Observando el cielo nocturno desde las inmaculadas ventanas de cristal de la sede de 666 News, Katie se preguntó cuánto tiempo había estado siendo complacida por el futuro ex becario antes de comprobar la hora en su teléfono. "¿9:31 pm? Uf, será mejor que le diga a Kalgo que llegaré tarde para el viaje a casa." pensó.

Katie envió un mensaje de texto a su guardaespaldas/conductor y miró a su alrededor para ver si había alguien más en el edificio, pero no encontró a nadie. Esto no fue una sorpresa ya que Katie a menudo le gustaba trabajar hasta tarde después de que todos los demás se habían ido. Dado que ella era prácticamente la estrella del show, como lo demostraban todos los posters de ella en el cubículo, mañana podía llegar tan tarde como quisiera sin tener consecuencias... También ayudó al hecho que Katie hubiera chantajeado a su jefe para que se comportara bien o de lo contrario expondría su fetiche de necrofilia zombie gracias a esos videos que le tomó en Necrópoliscon un grupo de directores de otros noticieros.

...No. Si había un solo jefe en este edificio, era Katie Killjoy.

Este era su paraíso privado en el Infierno circundante. Uno en el que ella era reina y todos los demás eran sus sirvientes. La única razón por la que Katie no tuvo esto en la Tierra fue porque su antiguo jefe era demasiado honrado: Katie hizo todo lo que pudo para encontrar una manera de arruinarle para convertirse así en la directora del noticiero, trató de encontrar información jugosa, ver si estaba teniendo una aventura, secretos sucios de la infancia e incluso trató de coquetearle, pero su jefe le había advertido que se detuviera o presentaría una demanda por acoso sexual... Maldita sea, si tan solo hubiera tenido algo en su contra. Nadie tenía su expediente tan limpio. ¡Nadie!

Pero todo eso quedó en el pasado. En todo caso estar en el Infierno era mucho mejor, ya que no tenía que preocuparse por la ética, la moral y toda esa mierda. El único problema fue que tenía que lidiar con los asquerosos Pecadores que también aterrizaron en el Infierno como gays, pedófilos y travestis. Y algún que otro judío y musulmán que no entró al Cielo por cabrear a Dios.

Caminando hacia su oficina, adornada con una estrella dorada gigante en ella, Katie la abrió con su tarjeta y entró en la habitación... Para su sorpresa, estaba completamente oscuro cuando estaba segura que lo había dejado con las luces encendidas. Encogiéndose de hombros, Katie cerró la puerta y encendió la luz del escritorio, donde notó el montón de archivos y abrió uno de ellos. Sonriendo con diversión, se dijo: ―Entonces Lady Vivian está adoptando un asqueroso perro infernal para ayudarla a recuperarse de la trágica pérdida de su aborto espontáneo, ¿eh? Mmmm, ¿qué buen titular saldría? ¡Ah, lo tengo! 'La pérdida del bebé de Vivian se convierte en amor furry'.― Hizo una pausa antes de negar con la cabeza. ―. No, puedo pensar en algo mejor. Necesito algo que se centre en la pequeña bola de pelo. Los perros infernales son solo animales salvajes después de todo, y los que los adoptan son perdedores que no pueden echarse un polvo.

―...Sabes, como padre de una perro infernal adoptada, eso me ofende.―Katie giró la cabeza, literalmente, viendo a un diablillo con una larga gabardina negra sentado en su cómoda silla de terciopelo púrpura con el ceño fruncido... Este entrecerró los ojos y sonrió:―. En realidad he tenido sexo muchas veces.

― ¿Quién eres tú?―preguntó Katie echándole una mirada ceñuda. ―. ¡¿Cómo entraste aquí?!

―Me llamo Blitzø, la 'o' es muda.―se presentó inclinando la cabeza. ―. Conociéndote, debería ser suficiente información para que te des cuenta sobre quién soy y por qué estoy aquí.

Katie solo tardó unos cinco segundos en recordar la importancia de ese nombre antes de darse cuenta de quién era. ―Eres ese sicario, el que puede entrar en el mundo humano y matarlos por demonios que buscan venganza.

Ding, ding, ding, Killjoy.―respondió Blitzø apuntándola con los dedos como una pistola y disparando. ―. Justo en el blanco.

―Si estás aquí para una entrevista o para ofrecerme tus servicios, no me interesa.―repuso Katie. Aunque había algunas personas a las que le encantaría ver muertas en la Tierra, Katie no tenía ningún interés en pedirle a un inferior diablillo, de todas las criaturas, que lo hiciera por ella. Tenía estándares.

―No, en realidad estoy aquí para matarte.―dijo Blitzø, lo que hizo que los ojos de ella se agrandaran. ―. El hecho de que mate humanos como trabajo no significa que no asesine también a demonios como tú.

―Ya veo...―replicó Katie con calma, pero por dentro estaba furiosa: No era la primera vez que su vida era amenazada; De hecho muchas personas que Katie arruinó en el pasado intentaron matarla, pero ella siempre logró sobrevivir y vengarse de ellos. Deslizó lentamente la mano en su bolsillo y presionó el botón de emergencia que haría que su guardaespaldas llegara allí lo antes posible... Lo que no esperaba era oír sonar el buscapersonas en la misma habitación dónde estaba.

Blitzø sacó el buscapersonas y se lo mostró, Katie pudo ver que tenía sangre. ―Sí, tu guardaespaldas no vendrá. Averigüé que solo tú, tu guardaespaldas, el conserje y tu jefe tienen acceso a esta habitación mediante tarjetas. Como tu jefe está de vacaciones y no quise lastimar al conserje, pensé en quitárselo a tu guardaespaldas.

― ¿...Supongo entonces que está muerto?―preguntó Katie sentándose y doblando las piernas en su mejor intento de calmarse. Blitzø asintió y ella suspiró. ―. Es una pena, en realidad me agradaba. Tanto en la cama como fuera de ella. ¿Cómo murió?

―Mmmm, no de buena manera. ―respondió Blitzø.

El baño del estacionamiento se derrumbó por un demonio minotauro gigante que cayó contra la puerta, pateado hace unos momentos por Blitzø, quien hizo crujir sus nudillos sabiendo que la pelea no había terminado.

A pesar de su tamaño, Blitzø había aprendido hace mucho tiempo cómo golpear a demonios más grandes para que pudieran caer duro. Ambos demonios tenían un par de magulladuras y cortes tras la pelea en el estacionamiento, pero ninguno estaba listo para rendirse. Blitzø se subió al demonio minotauro de pelaje rojo y golpeó su rostro una y otra vez con el puño antes de ser arrojado a los lavabos cercanos, destrozando algunos de ellos.

El guardaespaldas lo agarró y lo sostuvo con fuerza mientras rugía y embestía contra uno de los baños cercanos. Golpeando la puerta, Blitzø sintió su espalda aplastarse contra la pared de piedra antes de que el gigante lo embistiera por segunda vez... Sin embargo a la tercera el diablillo logró darle un cabezazo antes de que pudiera embestir y debilitar su agarre lo suficiente para deslizarse, saltar sobre sus hombros y empujar al demonio toro contra la pared haciendo sus cuernos se atascaban. Aterrizando en el suelo, Blitzø procedió a patearlo justo entre las piernas antes de golpearlo varias veces en los riñones y las costillas. El demonio minotauro respondió dándole un codazo en la cara mientras aún trataba de sacar sus cuernos de la pared.

Lamiendo la sangre de labios, Blitzø sacó dos dagas de sus rodillas y se deslizó hacia abajo para enterrarlas en las patas traseras del minotauro, haciéndolo rugir de dolor. Agarrando ambos extremos del cubículo, Blitzø se incorporó y golpeó con ambos pies la espalda del demonio haciéndolo aterrizar al inodoro con sus cuernos.

Aprovechando la oportunidad, Blitzø sacó un alambre y lo envolvió alrededor del cuello del toro, asegurándose de usar metal angelical para que cortara profundamente y fuera imposible de romper. Empujando la cabeza hacia abajo con ayuda de sus pies y la parte inferior del cuerpo, el minotauro asfixiado se empezó a ahogar con el agua del inodoro. Le tomó cinco minutos completos dejar de luchar y dos más solo para asegurarse de que estaba muerto, pero solo cuando guardaespaldas se quedó inmóvil, Blitzø se bajó de él.

Guardó su garrote vil (2) y agarró lo que necesitaba del cuerpo del cadáver antes de caminar hacia el fregadero para lavarse. Silbando una melodía, Blitzø se dio la vuelta y negó con la cabeza. Eso es lo que yo llamo tomar al toro por los cuernos.

―...Supongo que tendré que contratar uno nuevo a primera hora de la mañana.―repuso Katie caminando lentamente alrededor de su escritorio antes de sentarse en su asiento. Ella miró por un segundo el cajón a su izquierda donde siempre tenía una pistola de 9 mm a mano por si acaso.

―Creo que es adorable que creas que seguirás viva al amanecer.―se rió Blitzø sacudiendo la cabeza. ―. Lo único que se mostrará de ti es tu obituario en las noticias.

Antes de que me mates...―preguntó Katie inclinándose hacia adelante y apoyando la cabeza contra su palma. ―. ¿Por qué quieres matarme, mmm? ¿Quién te contrató?

―Nadie.―contestó Blitzø recostándose en la silla. ―. Esto es algo personal.

― ¿De veras? Qué curioso, no recuerdo haber hecho una historia sobre ti.―dijo Katie con sinceridad. "...Aunque destrozaré tu vida y la de todos tus seres queridos cuando salga de aquí."

―Bueno, tengo una historia para ti.―repuso Blitzø con una sonrisa. ―. Una perra homofóbica decide que sería mejor si hubiera un príncipe gay menos en el infierno. Entonces ella dona y apoya a una organización de radicales que termina matando a dicho príncipe y haciendo que alguien que lo amaba mucho se pusiera en pie de guerra para matar a todos los hijos de puta que participaron en ello... ¿Te suena familiar?

En ese momento todo tuvo sentido para Katie al darse cuenta de qué se trataba todo esto. ―Así que los rumores de que Stolas tenía un diablillo como amante eran ciertos... ¿Supongo que eres él?

―Oh sí, lo soy―respondió Blitzø asintiendo. ―. Quiero preguntarte algo: ¿De verdad querías que Stolas muriera solo porque era gay?

―Por supuesto.―respondió Katie Killjoy con sinceridad, negando con la cabeza. ―. Cualquier chico que coma pollas o una chica que coma coños es un puto monstruo que cree que eso es normal cuando en realidad son perdedores que están mal de la cabeza. Son enfermos, retorcidos y mentalmente destrozados, y la mayoría de ellos terminan muertos de todos modos, ya sea por su estilo de vida o por sus propias manos. Les gusta proclamarse normales con su "Orgullo" y toda esa mierda cuando en realidad saben que son una minoría de degenerados que siempre serán juzgados por sus acciones repugnantes... Incluso Dios los odia, razón por la cual muchos de ellos están aquí en el Infierno con el resto de nosotros.

―...Es curioso que digas eso último porque creo que hay cierta ex-estrella porno, Ángel Dust, que es tan gay como él solo y aún así fue perdonado por sus pecados y ahora tiene alas de ángel y un halo... Sin embargo se queda en el Infierno para ayudar a otros como él a salir de la calle, limpiarse y encontrar su propia redención... Creo que está claro a quién favorece Dios entre ustedes dos en cuestión de sus acciones.―señaló Blitzø sacudiendo la cabeza. ―. Mira, siempre escucho eso de 'Dios odia a los maricones' (3)pero no me lo creo: Por lo que escuché Dios ama a todos, incluso a los llamados 'maricones'. En general lo que quiere es que la gente haga buenas acciones y viva una buena vida. La mayoría de los Pecadores homosexuales están aquí por diferentes razones además de eso, tal vez robaron y violaron, se suicidaron o mataron a otros, o se acostaron con tanta gente que se podría considerar promiscuos, pero estoy dispuesto a apostar que aquellos que se acostaron con honestidad y amor, incluso con gente del mismo sexo, están allá arriba en el Cielo ahora mismo, o al menos en el Purgatorio.

Se inclinó hacia adelante y le sonrió.

―...Porque si Dios realmente odiara a la gente homosexual, ¿por qué estás aquí ardiendo en pecado como el resto de nosotros? ¿Quieres saber la razón? Porque eres una perra egoísta que pisotea los demás para escalar más y más alto porque naciste muy pobre y lo odiabas tanto que harías cualquier cosa para tener ese privilegio; Eso es Lujuria, Codicia, Envidia, Ira y Orgullo. Cinco pecados capitales y cinco razones por las que no eres un ángel, mientras que un 'maricón' que fue una prostituta gay tiene boleto de primera clase a las puertas nacaradas cuando quiera... Y a ti lo único que te espera es el puro olvido.

Katie estaba lívida, pero en el fondo estaba furiosa: ¿Cómo se atrevía este repugnante diablillo maricón y chupapollas atreverse a decirle lo que era y lo que no era? ¡Ella era la jodida Katie Killjoy!

Fue a su cajón y sacó su 9 mm antes de apuntar al diablillo, quien simplemente la miró despreocupado. Ella sonrió: ―Lo único que me espera es una proyección especial de medianoche en la que anuncie públicamente tu muerte, con tu cadáver como mi invitado especial.

Ella apretó el gatillo... Y no pasó nada.

Katie abrió los ojos como platos y apretó unas cuantas veces más, pero no salió nada. Blitzø sacó una revista sonriendo.― ¿De veras creíste que no comprobaría si tenías un arma o dos? Vamos, dame un poquito más de crédito.―Lo tiró y sacó un M1911 con silenciador y apuntó a una sudorosa Katie Killjoy.―...Esta está completamente cargada de balas de acero angelical.

Katie no pudo ocultar su miedo esta vez. Tembló mientras miraba el cañón de esa pistola que cantaba su potencial perdición... "Que no cunda el pánico, Katie. ¡Que no cunda el pánico! Has salido de situaciones peores. Solo habla con él. Negocia. Ofrécele algo. ¡Puedes hacerlo!". ―...Podemos hablar de esto. Podemos...―Katie ni siquiera pudo terminar cuando sonaron dos tiros, estrellándose contra su pecho y tirándola de su asiento, aterrizando sobre su espalda. Jadeando, sintió que la sangre le salía por los dos agujeros de su pecho y empezó a llorar. "No... no así... ¡No puedo morir! ¡Soy la jodida Katie Killjoy!"

Blitzø caminó lentamente alrededor del escritorio y apuntó con el arma a su cabeza. Katie, con lágrimas en los ojos, miró hacia arriba y trató de pedir piedad, pero solo se ahogó con su sangre. ―Lo siento, pero no hago entrevistas.

Sonaron tres tiros más y las ventanas de la oficina de Katie Killjoy se tiñeron de sangre. Solo una figura salió de la oficina esa noche, esta no volvió a abrir hasta el día siguiente cuando el conserje entró a recoger la basura.

Esa tarde se anunciaría la muerte de Katie Killjoy y sería uno de los mayores índices en audiencia de 666 News en treinta años.

...

Cuando Blitzø vio por primera vez el Hazbin Hotel principal, era todo un espectáculo en comparación con lo que solía ser hace años.

Tiempo atrás no habrías visto apenas diez demonios trabajando o incluso asistiendo a este lugar, pero ahora había casi mil demonios de todo tipo yendo y viniendo diariamente. Desde Infernales hasta Pecadores e incluso algunos Goetia y demonios de clase superior asistiendo regularmente, incluso se podía ver uno o dos Caídos, pero hacían todo lo posible para no destacar... Y pensar que este lugar solía ser una broma de la que se todos en el Infierno se reían.

Incluso tan tarde en la noche, el lugar estaba lleno. Los criados y asistentes iban aquí y allá atendiendo las necesidades de sus clientes. Los demonios conversaban sobre sus diversas luchas y pasaban el rato en las múltiples áreas, desde la sala recreativa hasta el teatro y el bar. Había avisos para diferentes sesiones de terapia, discusiones grupales, eventos planificados para lidiar con el pecado e incluso clases de estudio bíblico. "Tiene sentido. Tienes que aceptar a Dios en algún momento para ser redimido, supongo." pensó.

Por supuesto, esta no fue la primera vez que Blitzø estuvo en el Hazbin Hotel principal. Había llegado hace solo unas horas pero se fue con la misma rapidez para poder eliminar a su objetivo. Ángel Dust le había dicho que podía reunirse con él en una mesa de juego privada en una de las salas de juego después de ocuparse de su objetivo. Principalmente porque el ex-trabajador sexual le prometió que para entonces tendría lista la información que Blitzø necesitaba para su próximo objetivo.

Guiado por un botones carnero demoníaco, Blitzø entró en la sala de juegos donde cinco demonios estaban jugando a las cartas. Sin embargo, en lugar de fichas o dinero, jugaban con galletas: Al parecer había sido idea de Charlie hacer que superaran su codicia por el dinero con algo más inocente.

―Apuesto una de chispas de chocolate y tres de caramelo.―dijo un demonio zorro con cuatro colas, colocando su apuesta en la mesa.

―Lo tomo.―respondió un Pecador humanoide con cinco ojos, alitas diminutas y piel azul ondulada.

Otros también lo hicieron antes de que se mostraran las cartas. Un par de insultos sonaron antes de que aparecieran 'tarros de palabrotas' frente a ellos por arte de magia, entonces refunfuñaban y cada uno ponía una moneda de veinticinco centavos antes de esta desaparecer en un poof; A Blitzø tampoco le había hecho gracia ese pequeño detalle del hotel cuando entró por primera vez: Perdió veinte dólares en su primera hora allí... Aparentemente fue una de las ideas de Alastor cuando todavía era un residente en el hotel, manteniéndose hasta hoy.

―Lo siento amigos, pero esa es la forma en que se juega. Y resulta que le gustan las arañas hermosas con una voz y una personalidad increíbles.―dijo una voz familiar antes de levantarse. Él fue el que más se destacaba allí, no solo en el hotel, sino también en los Nueve Círculos del Infierno...

Blitzø había visto cómo se veía Ángel Dust en los muchos pornos que el antiguo demonio araña hizo antes de dejar el negocio. Era como mirar la puta noche y día a la vez:

Dónde antes había ojos demoníacos llenos de dolor y placer, ahora eran ojos normales de color azul brillante que mostraban diversión y esperanza. Su cabello era relativamente el mismo, de un blanco nacarado y peinado hacia atrás para que se viera más ordenado y limpio. Su rostro seguía teniendo el atractivo aspecto juvenil por el que era conocido, pero había una expresión más inocente y feliz en esos brillantes dientes blancos regulares que mostraba.

Los atuendos que solía usar Ángel Dust siempre eran hechos para ser provocativos y sexys, diseñados para que miraras su pecho a pesar de que era hombre; Su ropa actual ya no era así, pero aún tenía un atractivo sexy: Una gabardina de color blanco puro con una camisa negra suave como la seda que mostraba sus abdominales y estaba ligeramente abierta en el cuello donde se podía ver su pecho mullido con un crucifijo, probablemente lo único que podría mostrar abiertamente sin recibir burlas en el Infierno; Usaba guantes negros sin dedos y sus pantalones eran de cuero negro y cinturón con una hebilla con el logo de una araña rosa... Pero el cambio más significativo era el halo dorado sobre su cabeza y las alas de plumas blancas flotantes en su espalda, aleteando de vez en cuando.

Mirando el reloj con sus dos manecillas a la izquierda, Ángel Dust dio unas palmadas. ―Muy bien, pandilla. Gran juego. Ahora creo que es hora de que vuelvan a la cama. ¿Y Marty? Recuerda, si comienza a tener esos antojos nuevamente, ven a mí. Sé lo que es pasar por la abstinencia de sustancias pesadas como cocaína y PCP (4). Recuerden, todos estamos aquí para ayudar y aunque pueda sonar cursi, créame, si funciona. Pensar estas cosas por tu cuenta solo te confunde y te pierde más... Tuve que aprender eso de la manera difícil.

Todos los demás demonios asintieron antes de irse uno por uno.

Una vez que fueron solo Blitzø y Ángel Dust, el ex-demonio sonrió y tomó una galleta. ―Hmm, nuez con miel. ¿Quieres uno?

― ¿Tienes de avena y chispitas?―preguntó Blitzø sentándose al lado de Ángel, quien le extendió algunas galletas. Blitzø agarró una y mordió, gimiendo por el sabor suave y pegajoso. ―. ¡Qué me follen, esto es como si un unicornio eyaculara en tu boca!―El tarro de palabrotas apareció de nuevo, haciendo al diablillo quejarse antes de poner dos monedas para que desapareciera. ―. ¿No puedes hacer algo al respecto?

―Nope, Alastor lo creó para que solo él pudiera controlarlo, pero conociéndolo, lo dejó solo para trolear a los invitados.―respondió Ángel y convocaba de la nada una jarra de leche y dos vasos. ―. ¿Leche?

―Por favor.―dijo Blitzø mientras le servían un vaso y bebía un sorbo. ―. ¿Hacer que se materialicen cosas es algo de ese poder de ángel que viene con el halo?

―Sip, se vuelve bastante útil cuando pierdes algo.―explicó Ángel Dust dando otro mordisco de su galleta antes inclinarse y poner los pie sobre la mesa. ―. Así que regresaste, ¿supongo entonces que mataste a esa bocona perra homofóbica?

―Digamos que será un funeral con ataúd cerrado.―replicó Blitzø antes de darse cuenta de que no apareció el frasco. ―. ¿Qué carajos...? ¿Por qué no tienes que pagar?

―Soy un ángel.―respondió Ángel Dust sonriendo. ―. El hechizo solo funciona en demonios.

―Eso es mierda privilegiada.―señaló Blitzø colocando otra moneda de veinticinco centavos en el tarro de juramentos.

―Joder que lo es.―se rió Ángel Dust antes de inclinarse hacia adelante. ―. ...Entonces, ¿sigues persiguiendo a Val?

―Esel siguiente en mi lista.―confirmó Blitzø tomando otra galleta y metiéndosela en la boca. ―. ¿Estás molesto porque voy a perseguir a tu antiguo jefe?

―Solo porque no lo haré yo mismo.―gruñó Ángel Dust y sus ojos brillaron de un blanco celestial que hizo que Blitzø tragara saliva ante el aura angelical. ―...Ya es bastante malo que todavía intente atacar los hoteles incluso después de que me hayan redimido, pero ahora trata de amenazar, abusar o matar a los trabajadores sexuales que estoy tratando de limpiar y conseguirles una nueva vida. Muchos de ellos tienen miedo de tratar de buscar ayuda, perdón y demás porque ese vendedor de carne está peor que nunca...―Apretó una galleta con tanta fuerza que se hizo añicos. ―. La última chica que traté de ayudar fue despellejada viva y vertida en ácido antes de que su cuerpo fuera clavado en una valla publicitaria del hotel para que todos lo vieran... Así que créeme cuando digo esto: Yo también lo quiero muerto.

―Entonces dime dónde está y lo mataré mañana por la noche.―respondió Blitzø, pero Ángel negó con la cabeza.

―Solo con una condición: Voy contigo.―dijo Ángel Dust y levantó una de sus manos antes de que Blitzø pudiera contraatacar. ―. Escucha, conozco tu historia. Charlie me lo contó todo. que quieres a este tipo muerto porque contribuyó a que mataran a tu amante. Pero Valentino... ―Ángel Dust cerró los ojos y miró hacia abajo avergonzado.―. Le pertenecí a él durante tanto tiempo. Hice cosas de las que no estoy orgulloso. Cosas que tuve que encarar una y otra vez hasta poder perdonarme... Ser el juguete de ese idiota era como ser un esclavo. Sin orgullo. Sin esperanza. Sin amor... Él me doblegó. Me lastimó. Me violó. Y luego se disculpaba y me decía que era sumuñeca favorita... A la mierda: Yo era su juguete con el que ganaba dinero. Tuve que pasar por un montón de mierda para superar mi vida con él, pero incluso después de que finalmente aprendí a amarme y perdonarme a mí mismo, todavía tenía su sombra sobre mí. Incluso ahora siendo ángel, aún siento sus manos viscosas tratando de arrastrarse sobre mí...

Miró a Blitzø y gruñó.

―Valentino es una escoria. Un cabrón que no puede ni buscará la redención. Así que dejar su culo hecho polvo es algo por lo que nadie va a llorar... Porque no soy solo a mí lastimó, sino todas las pobres almas que tiene en el bolsillo las que se ven obligadas a ser su mercancía y que necesitan salir. Entonces esto no es solo por mí, debo hacerlo por ellos. Porque lo que es estar atrapado en esa vida, y si voy a hacer una diferencia como lo hizo Charlie por mí, entonces debo hacer lo que sea necesario para cambiar las cosas en esta ciudad... Entonces, ¿estoy dentro o no?

―...Estás dentro.―respondió Blitzø antes de levantar su vaso de leche. ―. Pero no esperes que cuide de tu lamentable trasero cuando hagamos esto.

―Bebé, ni siquiera podrías manejar mi trasero aunque lo intentaras.―replicó Ángel Dust con una sonrisa antes de chocar su vaso con el de Blitz. ―. Valentino está un club que tanto él como Vox dirigen llamado 'The Static Box'. Tendremos que lidiar con sus matones juntos.

―Bueno, ya sabes lo que dicen: Cuantos más, mejor.―concluyó Blitzø con una sonrisa.

CONTINUARÁ.


Glosario/Notas:

(1) Esto no era algo raro: Al explotar la locura del VIH/SIDA en los años 80, se creía erróneamente que solo los LGBT+ (sobretodo los gays) se podían infectar, causando aún más repudio contra ellos. Al darse cuenta que los heterosexuales no estaban a salvo, se gastaron miles de millones de dólares para educar a la población sobre cómo se contraía y su prevención.

(2) Garrote Vil: Arma hecha con una ligadura de cadena, cuerda, bufanda, alambre o hilo de pescar que se usa para estrangular a una persona. Fue un método común de ejecución junto a la silla eléctrica o el ahorcamiento.

(3) 'Dios odia a los maricones' (God Hates Fags en inglés): Infame arenga de la aún más infame Iglesia Bautista de Westboro (USA), grupo religioso tristemente célebre por sus piquetes homófobos y antipatriotas en las calles, así como saboteos en funerales de soldados caídos o homosexuales asesinados. Su página web se llama así, literalmente.

(4) Otro nombre para el polvo de ángel o fenciclidina, un polvo blanco y cristalino que se disuelve fácilmente en agua o alcohol. Su consumo habitual produce pérdida de memoria, dificultad para hablar y pensar, síntomas depresivos y pérdida de peso, pudiendo incluso poner en peligro la vida. Ángel Dust murió de sobredosis de PCP.