Disclaimer: Helluva Boss y Hazbin Hotel son creación de Vivziepop. Healing Blitzo es un fanfic de TalosLives. Por apoya la obra original.
VI
Viaje al Purgatorio
Cuando Stolas escuchó lo que sucedió a través de Octavia, le dijo inmediatamente a Lucifer que tenía que irse por una emergencia familiar y que su hija estaba en el hospital. No era exactamente una completa mentira, pero tampoco era toda la verdad.
Entró inmediatamente en el Hospital General San Judas y prácticamente destrozó los pasillos tratando de encontrar a Blitzø hasta que Octavia lo vio y le guió hacia la sala de recuperación, donde él estaba; Stolas estaba listo para ver lo peor, pero nada pudo prepararlo para lo que vio:
Si bien las sábanas de la cama le impidieron ver la gravedad del daño en el resto de su cuerpo, el príncipe palideció al ver su rostro: Cada parte de la piel de su Blitzø estaba cubierta por vendajes excepto en uno de sus ojos y en sus labios. Sus cuernos se veían pálidos y descoloridos, un signo de pérdida de sangre masiva entre los diablillos. Sus venas estaban perforadas por múltiples vías intravenosas que contenían fluidos, pociones y sangre... Al verlo, parecía más como se estuviera preparando a Blitzø para ponerlo en un ataúd.
Ver a su amado diablillo en ese estado tan terrible rompió el corazón demoníaco de Stolas y le hizo caer de rodillas entre lágrimas, sosteniendo con cuidado la mano de su querido diablillo como si estuviera tocando los pétalos de una flor moribunda, como si temiera cualquier fuerza lo hiciera añicos; El sonido del monitor cardíaco subiendo y bajando era el único sonido que Stolas podía oír. Por lo que Octavia le dijo, ese amado latido que escuchó muchas noches en su cama y bajo la luna llena... se había brevemente apagado durante medio minuto. Había hecho que Stolas, un demonio poderoso y de larga vida, sintiera verdadero miedo por primera vez en muchos años, porque hubo un momento en esta realidad en el que Blitzø murió antes de ser reanimado, era una realidad en la que Stolas no quería volver a vivir nunca más.
…Y era todo lo que necesitaba para finalmente hacer la llamada que había estado anticipando y temiendo al mismo tiempo. Afortunadamente, Metatrón había accedido a escucharle, por lo que Stolas se reuniría con la Voz de Dios en el Purgatorio al día siguiente.
―Papá, tenemos que irnos a casa. ―le susurró Octavia, sacándolo de sus pensamientos y haciéndole mirarla. Ella era la única que quedaba en la habitación aparte de él, ya que los demás se habían ido.
Una vez que se aseguró que Blitzø estaría fuera de peligro, Moxxie y Millie se retiraron con expresiones de desesperación y culpa en sus rostros, por lo que Stolas vaciló en felicitar a la pareja por el embarazo: Después de todo, había sido la noticia lo que había hecho enloquecer a Blitzø, a falta de un mejor término, y terminara así. Se prometió hablar con ellos más tarde después de su reunión con Metatrón; Loona también se marchó poco después. Octavia se había ofrecido a acompañarla, pero la canina infernal quería estar sola, por lo que Stolas la envió de regreso a la mansión a través de un portal.
―No quiero dejarlo. ―susurró Stolas a su vez mientras derramaba algunas lágrimas más. Quería estar junto a Blitzø cuando este despertara, pero al mismo tiempo, sabía que necesitaba estar óptimo emocional y mentalmente para lo que le iba a pedir mañana a Metatrón.
Si uno le preguntara a Stolas quién ganaría en una pelea entre los dos, el Príncipe Goetia fácilmente diría que el ángel, sin duda alguna.
Puede que Metatrón no fuera el líder de los ejércitos del Cielo como lo era Miguel, pero eso no quitaba que no fuera poderoso. En muchos sentidos, podría ser el ángel más poderoso del Cielo. Incluso los Caídos, los que seguían presentes desde la Rebelión de Lucifer, no negaban acerca de cuán letal podía ser Metatrón, no solo por ira, sino por miedo; Solo los demonios de primer nivel en todo el Infierno podían enfrentarse a él y eso, si decidía luchar.
Si Miguel era el General en la primera línea como la Justicia de Dios, entonces Metatrón era el Estratega en la retaguardia que planeaba todo como la Voluntad de Dios.
Siendo el único que tenía directo y constate contacto con Dios y su hijo, Metatrón era quizás el ángel más cercano en decir lo que el Creador estaba pensando, y tratar de entender a Dios era prácticamente imposible. De hecho era uno de los pocos seres que podían comunicarse con Dios sin sufrir ninguna reacción; Su verdadero poder, y por sí sola la voz de Dios mismo, era tan grande y poderosa que incluso escuchar una simple sílaba podía hacer explotar la mente de alguien, literalmente. Con solo decir una palabra, Dios podría destrozar el Infierno entero como una nuez (lo que hizo que Stolas se preguntara cómo el jodido Lucifer alguna vez pensó que podría vencerle) y terminar la guerra con facilidad... Así que el trabajo de Metatrón era asegurarse de que el mensaje de Dios llegara a quienes necesitaban escucharlo: ¿Todas esas voces de Dios que cada profeta había escuchado a lo largo de los siglos? Fue obra de Metatrón.
…Y si no era Metatrón quien te estaba hablando, entonces es probable que estuvieras loco. O drogado.
A pesar de haberse hecho algo así como amigo del ángel, Stolas no era tonto: Sabía que Metatrón podría matarlo rápidamente con un chasquido de dedos. Por eso tenía que estar mentalmente preparado para lo que estaba a punto de pedirle.
Y, aun así, no quería dejar a Blitzø ni siquiera por un instante.
Octavia tocó suavemente el hombro de su padre y, por instinto, él posó su mano sobre la de su hija. Suspiró y supo que tenía que irse y, sin embargo, soltar la mano de Blitzø fue más difícil de lo que debería haber sido. Stolas besó suavemente a su amante en los cuernos antes de salir de la habitación con ella. Con un simple gesto, convocó un portal a casa, y los dos regresaron a su mansión sin decir una palabra. El portal se cerró detrás de ellos, apareciendo en la sala de estar. Al mirar el reloj, Stolas se dio cuenta de que se estaba haciendo bastante tarde y necesitaba irse a dormir pronto.
Mañana... mañana todo cambiaría.
Si sus antepasados lo observaran y supieran lo que estaba a punto de hacer, ¿qué dirían? ¿Estarían orgullosos de él por haber ido tan lejos por alguien a quien realmente amaba, o lo llamarían un pendejo que por provocar un desastre no solo a su familia sino a todo el linaje Goetia? Octavia se volvió hacia él y parecía lista para decir algo, pero en cambio, suspiró y caminó hacia las escaleras.
Sin embargo hizo una pausa cuando Stolas habló: ― …Octavia, ¿estás segura? Si hago esto... no habrá vuelta atrás para nosotros. Ambos podríamos morir si nos descubren. Todos podemos morir si nos descubren.
―...No estamos viviendo ahora, ¿verdad? ―respondió Octavia mirando a su padre con lágrimas en los ojos. ―. Ninguno de nosotros vive, papá. Moxxie y Millie se están sintiendo como una mierda por lo que pasó a pesar de tener un bebé en camino. Es muy probable que mi mejor amiga esté llorando mientras duerme porque su padre casi muere hoy. Tu amante, alguien que realmente te hace feliz, se está muriendo y no puedes ayudarlo porque está más allá de tu poder. Y yo... estoy viendo a mi familia desmoronarse.
Se secó las lágrimas y suspiró.
―Preferiría que volviéramos a ser una familia con ese chiflado diablillo estúpido de antes y no con uno roto. ¿Y si eso significa arriesgar nuestras vidas? Bueno, nadie vive para siempre...
―...Te amo, mi estrella de fuego. ―susurró Stolas cerrando los ojos.
―Yo también te amo, papá. ―susurró Octavia a su vez y esbozó una pequeña sonrisa antes de suspirar. ―...Y buena suerte.
…
Estaba tranquilo.
Y demasiado silencioso.
Generalmente en esa zona de Imp City, siempre había ruido: Sonidos de peleas y abuso doméstico entre vecinos, pandillas peleando en las calles con ecos de disparos, explosiones y gritos agonizantes de misericordia, conductores borrachos chocando entre sí, o solo un vagabundo trastornado gritando sobre tonterías políticas en un intento desesperado por llamar la atención y obtener dinero. Era difícil dormir y, a veces, Moxxie no terminaba roncando sino hasta pasada la medianoche... Y honestamente, deseaba que hubiera ruido porque el silencio solo le hacía sentirse más inquieto.
La escena de su jefe cayendo de cabeza y estrellándose contra ese auto seguía reproduciéndose una y otra vez en la cabeza de Moxxie como si fuera un video de VoxTube. El sonido del monitor cardíaco quedando por un breve momento en un largo y continuo pitido resonaba en sus oídos como un interminable acorde... Lo que se suponía que iba a ser un buen día, un momento mágico, se arruinó por el hecho de que Blitzø casi murió... Joder, ni siquiera quería pensar en lo que estaba sintiendo Loona en esos momentos, estaba hecha trizas cuando la vieron por última vez antes de irse, y sin duda estaba lidiando con su dolor como siempre: Con licor y lágrimas.
…Y Moxxie sabía que Millie se estaba culpando por todo lo que sucedió.
Lentamente se giró para mirar a su esposa, acurrucada junto a él en la cama. Ella había permanecido callada todo el tiempo de regreso a casa y no había dicho palabra alguna desde entonces; Él le había preguntado si tenía hambre, sed o si quería hacer algo, y ella respondió negando con la cabeza. Ni una sola vez abrió la boca, excepto al llorar en la ducha... Si había algo que entristecía a Moxxie más que cualquier otra cosa en todo el Infierno, el Pentagrama y más allá, era el ver a su esposa en llanto.
Con suavidad posó su mano sobre la de su mujer, apretándola. Ella se puso rígida por un instante antes de relajarse y cerró los ojos. Después de ver algunas lágrimas goteando por su rostro, Moxxie decidió que finalmente era hora de decir algo:―No es tu culpa.
―Yo...
―No, mírame y escúchame. ―terció Moxxie con firmeza mientras giraba lentamente su cabeza hacia él. ―. No tienes la culpa de esto. Ninguno de nosotros la tiene, incluido nuestro hijo. Ninguno... ninguno de nosotros lo sabía porque Blitz nunca nos lo dijo.
―Yo aún...
―Mildred. ―Moxxie le advirtió al usar su nombre real, lentamente se acercó y rodeó a su esposa con el otro brazo, abrazándola suavemente. ―. Nunca, bajo ninguna circunstancia, vayas a creer que tener este bebé es un problema. No lo es. Vas a ser una madre maravillosa porque no hay nadie más en este universo con quien quisiera criar a un hijo mío, solo tú. ―La besó suavemente en los labios. ―. Cada día le agradezco a Satanás por permitirme el conocerte, y le nuevamente le agradeceré por permitirnos tener este bebé... Vamos a superar esto como siempre lo hemos hecho, no solo porque tú lo vales, sino también nuestro hijo. Nuestra familia lo es todo.
―Blitz es parte de nuestra familia. ―susurró Millie, sollozando.
―Sí. ―concedió Moxxie acariciando su cabello. ―. Él y Loona. Incluso diré que el príncipe Stolas, la princesa Octavia y Grimbeak también se están convirtiendo en parte de esta familia. Y a pesar de lo que pasó, sé que Blitz nunca querría que te arrepientas de convertirte en madre, te diría que dejes de actuar como una idiota y que le dejes elegir el nombre del bebé... Probablemente algo estúpido como Capitán Muerterelampagueante o Super Blitz Junior.
Eso hizo que Millie resoplara un poco antes de suspirar lentamente y se acurrucó contra su marido. ―Moxxie... ¿qué hice para merecerte?
―Al ser la asesina psicópata más bella desde Elizabeth Báthory. (1) ―respondió Moxxie mientras los dos se acercaban y se besaban apasionadamente. ―. Ahora intentemos dormir un poco. Necesitamos planificar mucho para la llegada de nuestro hijo.
Moxxie estaba a punto de apagar la luz de la lámpara cuando Millie dijo algo que lo hizo detenerse: ―Moxxie, ¿recuerdas cuando Blitz dijo que mató a su esposa?
Él lo recordaba. Había sido una de las mayores conmociones ese día cuando Blitzø había despertado de su coma... No solo el colapso mental en el que Blitzø gritó sus faltas, fracasos y disgusto por sus acciones pasadas, sino la revelación de que una vez había estado casado. Y que mató al amor de su vida.
Moxxie no pensó que realmente lo dijera en serio, que lo había dicho por culpa por no haberla protegido de morir o algo así... Sin embargo, había una voz interna que lo hacía dudar: ¿Su jefe realmente asesinó a su esposa? ¿Fue a propósito o por accidente? Blitz podría haber sido un idiota y estar dispuesto a matar a la mayoría de las personas por dinero, pero ¿sería realmente tan despiadado como para asesinar a su propia esposa? Moxxie no quería creerlo. No, ni siquiera podía empezar a considerarlo; Ese no era el Blitzø que conocía, pero al mismo tiempo, pasó hace tanto tiempo y fue antes de que adoptara a Loona... ¿Quién podía decir que Blitzø no era diferente en ese entonces?
―Es solo que... si él afirmó que asesinó a su esposa... y tuvieron un hijo... ¿eso significa que también lo mató? ―preguntó Millie en un susurro, aferrándose a las sábanas.
Moxxie no respondió a esa pregunta... Más que nada porque tenía miedo incluso de pensar en la respuesta.
…
Viajar al Purgatorio no era como viajar a la Tierra, incluso cuando se usaba un portal.
El Cielo tenía poderosas barreras para garantizar que solo aquellos con permiso pudieran ingresar al "Reino Medio", como a menudo se le apodaba; No era diferente al ingresar a otro país y pasar por la aduana de inmigración para asegurarse de que estabas allí por razones inofensivas. Tenías que llamar con anticipación para que la Liga de Defensa del Purgatorio supiera que vendrías de visita, obtener la aprobación y las instrucciones para ir al portal correspondiente. Por lo general llevaría días todo el proceso, pero para el Príncipe Stolas fue fácilmente de un día gracias a sus tratos con Metatrón.
Todavía odiaba pasar por los procedimientos de seguridad que eran aun más estrictos que los de un aeropuerto. Al atravesar el portal, una habitación gigante de terciopelo púrpura recibió al príncipe: Era de estilo espartano, pero estaba cubierto de sellos que brillaban con energía azul y blanca, alimentada por los generadores del Cielo. Un demonio común estaría confundido por el significado de tales símbolos, pero gracias a su educación, Stolas los conocía cuando los vio por primera vez: Fueron diseñados no solo para escanear el recinto en busca de artículos peligrosos, sino también para ver las intenciones; No se trataba tanto de una lectura de mentes, sino más bien de lectura del alma. Los ángeles que dirigían este lugar se tomaban la seguridad muy en serio. Después de todo, aquí era donde terminaban las almas que tenían una segunda oportunidad de salvarse. Había muchos demonios abajo dispuestos a arruinar eso por sus propias razones.
Los sellos brillaron alrededor de Stolas mientras sus plumas se agitaban al sentir esa energía sagrada mezclándose con su propio poder demoníaco, como agua y aceite. No era fatal (aunque había características en los sellos que podrían cambiar eso), pero muy incómodo, siempre se sintió como si todo su cuerpo estuviera siendo pisoteado por gigantes con tacones. Una vez que terminó el escaneo, una voz resonó desde un altavoz cercano:
"Está limpio. Por favor proceda a salir de esta habitación donde sus pertenencias serán revisadas."
Una puerta de acero se abrió mientras dos figuras esperaban a que Stolas saliera, lo que hizo sin demora. A pesar de ser más alto que ellos, el búho sabía que no era prudente meterse con esos dos... Después de todo, todos los ángeles fueron entrenados en combate de una forma u otra. Incluso el más dócil de los querubines sabía cómo matar demonios.
Los ángeles de la Liga de Defensa del Purgatorio estaban allí con sus espadas resplandecientes de fuego sagrado en sus cinturas, pero sus posturas mostraban claramente que estaban listos para atacar en cualquier momento; Eran solo un poco más altos que el humano promedio, pero sus cuerpos estaban construidos como soldados veteranos con la máxima perfección física. Con una armadura angelical de acero plateado muy adornada, con dorados símbolos sagrados que se movían como la Cruz y la Santísima Trinidad; Todavía no sabía lo que significaba todo eso, pero era probable que no estuvieran dispuestos a decírselo. Sus alas de un blanco puro se agitaron antes de plegarse en sus espaldas mientras sus capas inferiores blancas y azules ondeaban. Sus rostros estaban ocultos tras cascos, mostrando solo brillantes ojos azules, no sus bocas o narices, y los halos blancos que ardían sobre sus cabezas eran casi cegadores.
Uno de ellos levantó la mano antes de que decir con una voz profunda: ― "Por favor espere mientras revisamos sus objetos."
―Solo tengo uno. ―dijo el príncipe Stolas mientras sacaba el Grimorio de los Mundos y se lo presentaba a los ángeles. ―. Creo que ya saben qué es esto.
―"Lo sabemos, pero aun así revisamos." ―contestó el ángel mientras sus brazos comenzaban a brillar. Círculos sagrados aparecieron sus manos mientras revisaba el libro que flotaba. Unas pocas ondas de energía lo atravesaron, pero después de unos minutos, flotó de regreso a las manos de Stolas. ―"Gracias Príncipe Stolas. Puede proceder. Bienvenido al Purgatorio." ―Stolas asintió y se dirigió a la puerta de salida donde se encontró en lo que se conocía como la "Puerta del Purgatorio", aunque era más un aeropuerto que una puerta real.
Todo el lugar funcionaba como el que uno encontraría en el mundo humano, solo que en lugar de aviones que iban y venían, era para las almas que venían de la Tierra, guiadas por los mismos Ángeles de la Muerte, o que se iban a su destino futuro al completar o fallar en su prueba final; Decenas de miles de almas humanas caminaban de un lado a otro, a menudo confundidas o conmocionadas por lo que veían mientras otras descansaban en uno de los muchos asientos cómodos tras aceptar el hecho de que estaban muertos. Venían de diversas partes de la Tierra, diferentes alturas, peso, edades, géneros, religiones y más, pero tenían una característica en común además de estar muertos: En sus frentes había una "P" roja brillante que los marcaba ciudadanos del Purgatorio... Cuando brillaba, era la señal de que era la hora de su prueba final que decidiría si terminarían en el Cielo o el Infierno.
Los pasillos del lugar estaban cerrados en áreas separadas, y por una buena razón: La Puerta al Cielo era solo para ángeles y almas redimidas. Cualquiera que intente entrar allí y que no fuera alguno de ellos sería severamente castigado. La Puerta del Infierno era idéntica, solo que estaba cerrada para evitar que alguien intentara escapar de su sombrío destino; Stolas había visto más de una vez jaulas llenas de almas humanas que habían fallado en la prueba, gritando y luchando por salir antes de ser enviados al Pentagrama, suplicando por otra oportunidad o rogando a otras almas que los salvaran. …Sinceramente era un espectáculo que Stolas encontraba más molesto que lamentable: La prueba final siempre era certera al 100% y no había errores; Si fracasaste fue por tu culpa, nada más.
Pero no solo había humanos fallecidos deambulando por la zona, también había varios ángeles; Todos ellos, de diferentes estilos y apariencias, hacían que muchos recién llegados los miraran asombrados. A pesar de haber estado aquí muchas veces, el propio Stolas siempre se sentía nervioso con ellos. La mayoría de los demonios solían ver a los Exorcistas del Día del Exterminio, pero algunos eran igual de aterradores y poderosos, e incluso más:
Estaban los misteriosos y encapuchados Ángeles de la Muerte que guiaban las almas de los muertos al Purgatorio.
Los peligrosos y acorazados Ángeles Guardianes que estaban allí para mantener la ley y el orden.
Los diminutos y observadores Ángeles Registradores estaban en sus perchas elevadas y con ojos penetrantes, escribiendo todo lo que veían.
Y muchos más, cada uno con una apariencia y habilidades específicas que los hacían destacar. Cada uno tan peligroso como el propio Stolas.
También estaban los ángeles comunes, y finalmente, aquellos vestidos con uniformes con franjas azules y doradas para simbolizar que eran trabajadores de allí. Al igual que cualquier otro aeropuerto promedio, había docenas de establecimientos más pequeños: Vendedores y restaurantes ofrecían comidas y bebidas para aquellos que necesitaban un bocado o una bebida para ayudar a calmarse por la transición a la otra vida. Un gran número de mostradores de información tenían filas largas por razones obvias. Algunos estaban repartiendo libros, otros folletos sobre dónde vivir e instrucciones para quienes buscaban los lugares adecuados a donde ir. Todos finalmente se dirigieron a la salida con las puertas especializadas que les asignarían sus habitaciones y un horario para sus días de apertura en el Purgatorio.
Afortunadamente Stolas no necesitaba tales cosas y, en cambio, se dirigió a la estación de tren cercana. Mientras caminaba, tanto ángeles como humanos se apartaban, estaba consciente que destacaba, y había una razón para eso, ya que los demonios rara vez aparecían allí. Los pocos que lo hacían era por negocios o sirviendo al Purgatorio para tener un hogar aquí. Rara vez se veían en la Puerta del Purgatorio, salvo para escoltar a las almas fallidas hasta la Puerta del Infierno, pero hoy no había otro demonio sino el Príncipe Goetia.
Trabajar en el Purgatorio siempre fue una cosa complicada, pero la mayoría de los demonios estaban dispuestos a tolerarlo si eran elegidos: Les permitía permanecer lejos del gobierno de Lucifer si eso deseaban, pero lo más importante era que les permitía salvarse del Día del Exterminio... Siempre que siguieran todas las reglas, lo cual para los demonios era difícil, ya que en casa se le animaba a romper las reglas para salir adelante... Eso no funcionaba aquí, ya que los ángeles te enviarían de regreso al Infierno o te matarían de forma permanente, dependiendo de tus acciones. Así que solo los demonios que se mejor comportaban podían trabajar en el Purgatorio, pero incluso entonces, siempre había tensión, como se notaba cuando los Ángeles Guardianes agarraban sus espadas con un poco más de fuerza cada vez que Stolas pasaba junto a ellos.
Cuando llegó a la estación de tren, vio a muchos humanos mirando hacia afuera con asombro mientras se reían, divertidos: La mayoría de la gente pensaba que el Purgatorio era una tierra sombría o una versión gris de la Tierra. Dante Alighieri (2) estuvo bastante cerca al describirlo en su Divina Comedia, excepto por una cosa:
El Purgatorio no era una isla, sino más bien una serie de islas flotando en el etéreo cosmos de la Creación.
Eran Nueve Islas, igual a los Nueve Círculos del Infierno, y cada una tenía el mismo tamaño. Sin embargo, crecían y cambiaban de forma constantemente para ayudar a que los humanos se desplazaran entre ellas hacía a la Isla final en la distancia, la cual era la más pequeña pero también la más importante; Siete de las Nueve Islas tenían el nombre de una virtud que tuviste que aprender antes de ser calificado para tu prueba final: Humildad, Caridad, Paz, Fervor, Moderación, Templanza y Castidad, las dos últimas diferentes entre sí.
La primera, la Isla del Conocimiento, fue diseñada explícitamente para ayudar a aquellos que no fueron bautizados en una Iglesia cristiana o negaron la existencia de Dios. Se les iba a dar la verdad de cómo funcionaba realmente el universo, la existencia de Dios y lo que pedía de sus creaciones, y cómo podían seguir el verdadero camino correcto. Básicamente era como una clase de religión del colegio, solo que tus profesores eran ángeles reales; Después de graduarse eran enviados a las otras Islas. Antes de que uno pudiera ser salvo, no podías ignorar más a Dios... No es que todos los no-cristianos siempre terminaban allí, ya que algunos de ellos fueron al Cielo sin pasar por el Purgatorio, pero era siempre fue necesario para ayudar a comprender mejor las virtudes.
La última, la Isla del Juicio, fue donde tenías la prueba final de ver si eras digno de entrar al Cielo o eras condenado al Infierno. Nadie sabía como era la prueba, salvo los ángeles que trabajaban allí y los humanos que lo superaban, era el mayor misterio de todo el Purgatorio... Todo lo que se sabía era que nunca era errado y los resultados eran definitivos.
Los pensamientos de Stolas fueron interrumpidos cuando el locutor del tren dijo que el próximo tren a la Isla de la Castidad llegaría pronto, el que Stolas debía tomar para reunirse con Metatrón... Supuso que era irónico teniendo en cuenta que la Isla estaba diseñada para ayudar a los humanos a superar sus deseos, y él estaba aquí para hablar sobre el destino del único demonio que amaba.
Si ver las estrellas y los cometas del más allá era fantástico, el método con el que viajaba por el Purgatorio era igualmente emocionante. Los trenes no corrían sobre vías normales, sino que las hacían ellos mismos con su poder. Una locomotora de acero blanco y dorado entró en la gran estación mientras vías de arcoíris se formaban delante para que pudiera moverse mientras que las de atrás desparecían. Su diseño era tan elegante y suave que era como mirar un cometa viviente de metal y luz... Digan lo que quieran sobre el diseño artístico del Paraíso, pero no se contenían a la hora de destacar con un sentimiento de aprecio divino.
Una vez que se abrieron las puertas, Stolas esperó hasta que le dieron espacio para entrar y rápidamente encontró un asiento en una de las cómodas sillas de terciopelo. Mirando por la ventana, vio la isla más cercana, la Isla del Conocimiento, donde la luminosa Academia se llevaba a cabo en el centro junto a una ciudadela alrededor... Y hablando de eso precisamente, vio a algunos humanos vestidos con túnicas académicas blancas y negras para simbolizarlos como estudiantes de las academias de las diversas Islas, sin duda de camino a clases. Detrás de él estaban dos mujeres, una rubia y otra pelirroja, charlando.
―Escuché que a Krissy la llamaron a la Isla del Juicio. ―susurraba la rubia nerviosamente―. Nadie sabe aún si falló o no, pero parecía a punto de llorar cuando su P empezó a brillar.
―Supongo que estaba nerviosa porque no le iba bien en la Academia de la Caridad. ―terció la pelirroja con una mueca. ―. Ser una mocosa mimada que prácticamente se le daba todo no es algo que salga así de fácil, incluso si ha estado muerta por casi treinta años.
― ¡Sí, pero escuché que Ganna, María y Amir pasaron la prueba final! ¡Se van al Cielo la otra semana! ―respondió la rubia con alegría.
― ¿Alguna idea de qué cómo es? Sigo escuchando rumores, pero nadie parece saberlo excepto los ángeles que trabajan allí.
―Nope, y por lo que escuché, hay algún tipo de poder que te impide decir algo al respecto. Pero espero que nos llamen pronto. Llevo cinco años aquí y estoy segura de que puedo aprobarlo e ir a ver a mi familia en al Cielo. Además de... mi marido, para decirle que lo siento.
―Personalmente, no sé si desear que me llamen pronto o esperar unos años más. ―suspiró la pelirroja. ―...Todavía no puedo creer que Dios estuviera dispuesto a enviarme aquí en vez del Infierno: ¿Sabes cuánto discutí en Reddit acerca de que no existía?
―Hey, todos estamos aquí porque hemos hecho cosas de las que no estamos orgullosos. ―susurró la rubia mientras miraba hacia abajo con vergüenza. ―. Lo que importa es que estamos aprendiendo a ser mejores con esta segunda oportunidad. La mayoría de las personas que vienen aquí terminan yendo al Cielo al final, por lo que escuché. Y nos hemos estado ayudando mutuamente desde que llegamos aquí después de nuestra muerte. Tenemos que tener fe.
―Todavía no puedo creer que el Purgatorio sea una serie gigante de escuelas de las que tienes que aprender y graduarte para lograr el Cielo o fracasar e irte al Infierno. ―terció la pelirroja, sacudiendo la cabeza con una pequeña risa. ―. Y pensé que la universidad era mala.
Stolas se espabiló cuando escuchó a una de ellas jadear al verlo y susurrar: ― Shhhh, creo que hay un demonio frente a nosotras.
― ¿De verdad? ¿Crees que está aquí para tentar a alguien?
―Siento decepcionarlas, señoras. ―dijo Stolas girándose para verlas y sonreír, haciendo que las mujeres se congelaran. ―. Pero estoy aquí por otros asuntos. Sin embargo, si desean hablar sobre tratos, podemos hacerlo por un precio. ― Ellas rápidamente cerraron la boca y negaron con la cabeza antes de volverse con precaución.
Stolas se rió entre dientes y negó con la cabeza, sabiendo que no se iba a meter en problemas por fingir insinuar que iba a hacer un trato; Después de todo, ese era el trabajo de los demonios que vivían aquí: Tenían establecimientos y negocios para probar la tentación de los humanos a ceder a los diversos vicios y pecados que les impedían ser redimidos en primer lugar; El Purgatorio no solo tenía pruebas en sus academias, sino también fuera de ellas. Si bien podrías ser perdonado por ceder a la tentación unas cuantas veces, muchos lo considerarían un fracaso y te enviarían al Infierno, lo mismo por hacer algo demasiado pecaminoso como asesinato, violación y cosas así. Si bien la mayoría de las almas pasaron el Purgatorio, al menos un 20% no lo lograban y se iban al Infierno.
Sabiendo que pasaría algún tiempo antes de llegar a su destino, Stolas cerró los ojos y se durmió mientras el tren viajaba por el cosmos.
…
Solo tardó una hora en llegar a su destino, y cuando llegó a la estación, Stolas vio a alguien esperándolo. Un rostro familiar que había llegado a conocer en el pasado: Era un búho nival angelical con manchas negras en sus alas. Sus grandes ojos dorados, como su halo, tenían un aura cálida de bondad y sabiduría detrás de ellos; Era tan alta como el propio Stolas, pero más ancha, especialmente en el pecho. La lechuza se acercó con una sonrisa de bienvenida, vestida con una toga de color blanco puro con hojas doradas en los bordes. Una de las pocas expresiones gentiles y acogedoras que un demonio recibiría de sus enemigos angelicales.
― "Bienvenido, Príncipe Stolas. ¿Cómo estuvo tu viaje?" ―Le saludó ella con gesto amistoso.
―Sin incidentes, Hedwig. ―la saludó Stolas con una pequeña sonrisa mientras se inclinaba quitándose el sombrero. ―. ¿Metatrón ya está aquí?
― "Lord Metatrón ya está esperando en la Academia, el lugar usual." ―respondió Hedwig antes de voltearse e indicarle que la siguiera mientras estiraba sus alas. ―. "Mejor no le hagamos esperar más tiempo."
El príncipe Stolas asintió y pronto convocó sus propias alas negras de cuervo para seguir a Hedwig. Volando fuera de la estación, el príncipe pudo ver las maravillas de la ciudadela de la Isla, donde se podía confundirla con una terrícola; Tenía arquitectura y un diseño similar, salvo por algunas diferencias: Por un lado, las calles siempre estaban limpias y los edificios estaban construidos para ser firmes con un toque artístico que les daba una sensación hogareña y de asombro. Los establecimientos estaban basados en los de la Tierra, desde salas de cine que actualizaban constantemente las películas basadas en las propias películas de la Tierra, con algunas del Cielo y el Infierno, hasta varios restaurantes temáticos... Esto era intencional para asegurarse de que los recién fallecidos se sintieran cómodos en entornos más familiares y les ayudara a superar sus muertes. Por supuesto, había cosas que no encontrarías en una ciudad humana típica.
Por un lado, la tecnología era mucho más avanzada gracias a que en su mayoría provenía del Cielo. La mayoría de las máquinas y los servicios estaban automatizados y los controles holográficos eran normales. Los autos funcionaban por sí solos con programación automatizada. En lugar de celulares, había esferas de energía cúbica de alta gama conocidas como Aions que podían acceder a DivinoNet y con otros usos como correo electrónico, mensajería y más; Y si bien todos los humanos tenían una mesada de dinero celestial junto con apartamentos accesibles para vivir, aún podían trabajar y muchos lo hacían tanto para ganar más dinero como para sentir la alegría de trabajar nuevamente.
…Pero por supuesto, no toda la ciudad estaba llena de sol y arcoíris: Stolas podía ver las áreas más oscuras y sombreadas de la ciudad donde vivían los demonios residentes. Guaridas de drogas, tiendas de videos porno, libros de magia oscura, asesinos a sueldo, prostitutas y más... Si Stolas entrara en cualquiera de estos sitios, sería como si nunca hubiera abandonado el Infierno en primer lugar. Por supuesto, había estaciones de la Liga de Defensa del Purgatorio para garantizar que los demonios no fueran demasiado lejos en sus tentaciones que arriesgarían más vidas de las necesarias. Su trabajo consistía en tentar a los humanos para probar si podían permanecer fuertes o no. Incluso desde arriba, Stolas podía ver a algunos humanos mezclándose con los condenados.
Sacudió la cabeza antes de volver su mirada hacia la Academia de la Castidad. Era el edificio más grande de la ciudad, de un tamaño seis veces mayor al de su palacio y hasta más. Fue diseñado para parecerse a una catedral con múltiples diseños interiores y exteriores en honor a Jesucristo y su Santo Padre. En cada ventana se podían ver murales reflejados de varios santos o ángeles vinculados a las virtudes que representaba. En la parte superior se mostraban cruces del tamaño de casas. Las fuentes de agua eran puras y fluían sin cesar mientras brillaban con un brillo prístino. Había torres de cristal, caminos de ladrillos dorados y jardines floridos que harían que cualquier jardinero se muriera de la pura envidia.
Las dos criaturas aladas pronto aterrizaron en un balcón donde esperaba una puerta doble, cubierta por cortinas blancas y moradas. Stolas sintió que su corazón comenzaba a latir más rápido al saber quién estaba detrás de esa puerta. A pesar de encontrarse con el ángel varias veces, siempre fue por negocios o simplemente para una visita personal para tomar el té y recibir noticias... Esta era la primera vez que le iba a pedir un favor. Un favor que podría rechazar simplemente por su mero contenido.
― "Bueno, te dejaré entrar. Entiendo que esto es entre ustedes, así que no interrumpiré." ―Hedwig se giró para irse, no sin antes despedirse del demonio búho. ―. "Nos veremos pronto, Príncipe Stolas."
Asintiendo a Hedwig, esperó hasta que ella voló lo suficientemente lejos para que Stolas tomara una respiración profunda y se controlara... "Hazlo por Blitzy, Stolas. Todo esto es por él."
Lentamente, Stolas se dirigió a las puertas dobles y las abrió, donde se encontró en una habitación oscura y negra donde no había ni una pizca de luz. Curioso, Stolas cerró la puerta detrás de él y convocó una pequeña bola de luz con su magia para ayudarlo a guiarlo a través de la oscuridad. Al principio, pensó en decir algo cuando de repente hubo un estallido de luz desde las sombras. Stolas se cubrió la cara y se estremeció cuando un tornado de fuego gigante apareció ante él, rugiendo con llamas como las de un dragón mientras se arremolinaba en un mar multicolor de chispas y brasas. La oscuridad se desvaneció rápidamente mientras estaba rodeada de luces divinas con fuego sagrado del arcoíris cuando una voz poderosa retumbó:
― "¡CONTEMPLAD A METATRÓN! ¡HERALDO DEL TODOPODEROSO Y VOZ DEL DIOS VERDADERO! ¡CONTEMPLAD A METATRÓN! ¡HERALDO DEL TODOPODEROSO Y VOZ DEL DIOS VERDADERO...!"
La voz seguía repitiéndose una y otra vez, lo que solo hizo que Stolas pusiera los ojos en blanco y chasquear los dedos, haciendo aparecer un enorme extintor de incendios y con otro chasquido, se vació sobre el tornado en llamas. La voz fuerte empezó a toser mientras las llamas retrocedían hasta desaparecer. Una figura, agitando la mano, tosió unas cuantas veces más antes de salir del humo con las manos en las caderas.
― ¿En serio tenemos que hacer esto cada vez que nos vemos?
La figura en cuestión no era otra que el propio Metatrón.
Era un poco más bajo que Stolas debido a que retenía su poder; Si realmente lo desatara, fácilmente podría tener el doble de altura que el búho. Usaba una elegante túnica púrpura que parecía una mezcla de un traje de abogado y el ropaje de un místico, especialmente por el diseño de la falda. Sus bordes y líneas eran de oro puro, mientras que alrededor de la parte inferior de la túnica estaba el diseño del símbolo más famoso de la Voz de Dios: el Cubo de Metatrón, la sagrada y poderosa configuración geométrica que guardaba los secretos de la Creación y el diseño del universo. Todas las energías del universo, positivas y negativas, podrían entenderse, usarse y controlarse con este código. Sin embargo, a pesar de los intentos de múltiples ángeles y demonios, incluido el propio Stolas en su momento, nadie más que el ángel frente a él era capaz de comprenderlo o usarlo.
El rostro de la Voz de Dios también era bastante diferente al de la mayoría de los otros ángeles que se veían: En lugar de un rostro real era una máscara dorada con un pequeño par de anteojos en la nariz, el cabello era como las pelucas de los jueces ingleses. Una joya azul en el centro de su frente brillaba tanto que Stolas podía ver su propio rostro reflejado... Uno se preguntaba cómo era que Metatrón podía ver, pero era por sus alas: A diferencia de otros ángeles cuyas alas eran grandes y estaban conectadas al cuerpo, las alas de Metatrón flotaban detrás, tan pequeñas como las de una gaviota. Sin embargo tenían ojos azules con pupilas negras tan grandes como puños y expresándose al unísono como un rostro real... Esa era la única forma de ver las emociones de Metatrón. Aun así, no se sabían con claridad porque un par de ojos flotantes podía aparecer con una emoción mientras que otras eran diferentes. En ese momento solo había seis ojos flotantes de alas doradas, pero Metatron tenía muchos más. Todos ellos escondidos en varios lugares de la Tierra, el Cielo, el Purgatorio e incluso en el Infierno que podía controlar desde cualquier distancia. Los rumores de que tenía mil ojos eran precisos, pero no de la forma que la mayoría de los demonios esperaban al conocerlo.
El príncipe Stolas resopló: ― ¿En serio tienes que ser tan dramático en tus entradas cual diva en una ceremonia de premios?
― "Lo dice el príncipe demonio que se pavonea como si esperara aplausos de la audiencia." ―Los dos se miraron antes de reír entre dientes y estirar las manos para estrecharlas. Los ojos de Metatrón parecían complacidos de ver a Stolas como un viejo amigo. ― "Bueno, ¿por qué no nos sentamos y tomamos té? Estoy interesado en oír porque por qué querías esta reunión cuando no es siquiera cerca de la fecha de nuestra reunión habitual."
Un chasquido de dedos y toda la habitación se llenó de repente de estrellas flotantes y cuerpos celestes como si fuera un planetario. Stolas se relajó más al ver un entorno familiar, pero se aseguró de mantenerse concentrado en por qué había venido aquí en primer lugar. Cerca, una mesa lo suficientemente grande para ambos con un fino juego de té apareció, por lo que el demonio y el ángel tomaron sus asientos y se sirvieron té el uno al otro.
Después de la primera taza, Stolas comenzó a servirse otra antes de decidir abrir las cosas con una pequeña charla. ― ¿Cómo van las cosas en las nubes?
― "La mayor parte del tiempo como siempre iguales. Aunque Lailah (3) y Raziel (4) se van a casar el próximo año." ―contestó Metatrón mientras tomaba un sorbo de té; El cómo podía hacer eso sin tener boca era un misterio para Stolas. ―. "Los nuevos Cielos e Infiernos van bien también. Finalmente logramos sellar las leyes térmicas y reconfigurar los cambios temporales a una mejor calidad."
―Eso es bueno. También tengo algunos cálculos nuevos que he desarrollado. Podemos usarlos para aumentar el flujo de éter en la atmósfera para que fluyan mejor las energías puras e impuras de las esferas originales para que puedan alimentarse por igual entre sí. ―declaró Stolas, lo que hizo que Metatrón asintiera con aprobación. Decidiendo que no tenía sentido retrasar lo inevitable, era hora de hacer lo que se propuso hacer. ―...Metatrón, probablemente te estés preguntando por qué te pedí que nos viéramos...
― "¿Tiene que ver con ese diablillo amante tuyo que está en el hospital en este instante sufriendo por un Parásito Pesadilla por culpa de tu ex-suegra?" ―La taza de té de Stolas se cayó de sus manos y se rompió mientras este levantaba la cabeza: Los ojos flotantes lo miraban entre furiosos y divertidos. ― "¿El mismo diablillo a quien le diste tu libro para usarlo en una empresa de asesinatos que le permite a él y sus empleados entrar en el mundo de los vivos a matar humanos por pedido de condenados que desean venganza contra ellos?"
En ese momento todos los ojos ahora estaban enfocados en Stolas mientras él comenzaba a palidecer. Metatrón se inclinó hacia adelante con las manos cruzadas sobre la mesa.
Él sabía.
Metatrón lo sabía.
Entonces el Cielo lo sabía.
Y que DIOS lo sabía.
― ¿...Hace cuanto? ―susurró Stolas cerrando los ojos.
― "¿...Hace cuanto lo sabemos? Desde hace un tiempo. ¿Cómo lo supimos? Bueno, hay ciertas formas." ―explicó Metatrón mientras tomaba otro sorbo de su té antes de inclinarse hacia atrás con la pierna doblada. A diferencia de Stolas, estaba tan relajado como un hombre en la playa mientras el príncipe parecía a punto de desmayarse. ―. "Primero, los Ángeles de la Muerte siempre saben cómo un alma muere, sin importar si eran buenos o malos. Saben quiénes eran, como murieron y quien los mató."
…Mierda.
― "Segundo, ellos no han sido precisamente sutiles en sus asesinatos. Hay vídeos y fotos de ellos en Internet que parecen falsos salvo para aquellos que saben la verdad. Tienen su propia sección en la página web de la Fundación SCP (5), por cierto."
…Oh, mierda.
― "Tercero, aunque el Cielo no tenga canales televisivos del Infierno, el Purgatorio los tiene. Imagina la sorpresa cuando cierto comercial aparece mostrando demonios ofreciendo venganza gracias a los servicios de I.M.P., el cual tiene un cierto libro tuyo que he visto muchas veces. Aunque me gusta su musiquita publicitaria, es pegajosa."
¡Carajo, Blitz!
― Y finalmente, solo porque un humano muere no significa que no puedan hablar o no recordar como murieron. Algunas víctimas en el Cielo han dado ricas descripciones de un larguirucho diablillo payaso con una psicopática personalidad, un diablillo más bajo y malgeniado con buena puntería, una diablilla sedienta de sangre que ríe cuando apuñala cosas y una canina infernal que se viste como gótica y destripa gente mientras se toma selfies."
Metatrón se inclinó hacia adelante, todos los ojos aun mirando a Stolas.
― "El resto lo averigüé por mi cuenta. Sé que tu matrimonio era malo, Stolas. Y ya que eres un demonio supuse que serías infiel pues es algo normal allá abajo. ¿Pero darle tu grimorio a un sicario que va por allí matando humanos, inocentes o culpables, todo por una noche en la cama? La única razón por la que no hemos hecho algo es porque los diablillos son tan débiles que son difíciles de rastrear o localizar en la Tierra."
― ¿Y aún no estoy muerto porque...? ―murmuró Stolas con los ojos aun cerrados porque sabía que era inútil negarlo en este punto.
― "La razón práctica es porque te necesitamos por los diseños de los nuevos Cielos e Infiernos. Eres uno de los pocos demonios que está dispuesto a trabajar con nosotros sin tomar ventaja de ello. Si te eliminamos estaríamos forzados a trabajar con alguien más que podría aprovecharse de esta situación y retrasar nuestro progreso. Humm, podrían incluso arruinar todo solo por diversión." ― suspiró Metatrón y negó con la cabeza mientras sus seis ojos se cerraban un poco antes de mirar a Stolas con simpatía. ― "La otra razón es porque te he considerado un buen amigo estos últimos años, Stolas. Créeme, hay ángeles que quieren tu cabeza, pero los he contenido por ahora. Sin embargo, no podemos ignorar que este diablillo amante tuyo y sus asociados han estado matando humanos en la Tierra. Algunos eran inocentes, y aunque otros eran culpables no los podemos ignorar."
Metatrón luego se inclinó hacia atrás y se cruzó de brazos.
― "Ahora que sacamos eso a colación, ¿por qué no me dices por qué estás aquí?"
Stolas duró un rato sin responder y Metatrón no lo apresuró. Sin duda sabía que todo para lo que Stolas se había preparado se había esfumado. Honestamente, el príncipe Stolas debió haberlo visto venir: Metatrón no era estúpido y las acciones de Blitz no ayudaron en nada. Por primera vez, realmente estaba dispuesto a llamar pendejo a su amado por exponerse de esa manera. Sin embargo, ese pendejo era el dueño de su corazón y la razón de estar allí en primer lugar.
―Bueno, ya que sabes lo que le pasó a Blitz, supongo que sabes la mayor parte, si no lo suficiente, de los detalles del cómo y por qué...―comenzó Stolas antes de cerrar los ojos, avergonzado. ―. No voy a negar lo que has dicho. Sí, le he dado mi grimorio a Blitz para su compañía. Al principio se trataba de sexo, pero he llegado a amarlo mucho. Casi tanto como amo a mi hija. Sus compañeros de trabajo también están comenzando a formar parte de mi círculo de amigos, y ninguno de nosotros puede ver a Blitzø en su estado. Sabes lo que un Parásito Pesadilla le hace a su víctima.
Metatrón asintió con simpatía antes de indicarle a Stolas que continuara.
―No hay cura en el Infierno que pueda salvarlo. Incluso con toda mi magia y dinero, no puedo resolver este problema. Pero sé que puedes... tú y el Cielo son la única esperanza que nos queda...―Stolas se levantó de la silla, inclinó la cabeza y cerró los ojos. ―. Metatrón. Por favor. Necesitamos un Espíritu Sanador para salvar a Blitzø.
No hubo respuesta de Metatrón durante unos minutos. Entonces, cuando Stolas levantó la cabeza para ver los ojos alados mirándolo con expresión inexpresiva, escuchó al ángel decir: ― "¿Quieres que el Cielo te preste un Espíritu Sanador? ¿Uno de nuestros ángeles más poderosos y entrenados por el mismo Rafael, para curar un demonio?"
Stolas comenzó a tragar saliva cuando sintió una inmensa presión acumulándose a su alrededor. Los ojos de Metatrón comenzaron a brillar cuando el ángel mismo se levantó también.
― "Un diablillo que ha matado seres humanos. A los Hijos de Dios, inocentes o culpables. Quien ha desafiado las leyes del Cielo y el Infierno y cometió graves pecados. ¿Y quieres que lo salvemos?"
Inclinándose hacia adelante, Stolas tragó saliva mientras Metatrón le susurraba... Y, sin embargo, sonó tan fuerte como una avalancha:
― "Dime. ¿Por qué permitiríamos tal cosa? ¿Qué podrías ofrecer que nos haga siquiera considerarlo?"
Stolas cerró los ojos mientras canalizaba su magia. Era la hora. No habría vuelta atrás si hacía esto. Sin embargo, todo lo que podía pensar era en su Blitzy.
El único demonio que amaba y por el que estaba dispuesto a arriesgarlo todo.
No había vuelta atrás.
― ¿Qué puedo ofrecer? ―susurró Stolas mientras lentamente se quitaba el sombrero y lo colocaba sobre la mesa. ―. Ofrezco todo.
Sin más vacilación, Stolas se arrancó la capa y la camisa, revelando todo su cuerpo cubierto por una compleja serie de sellos, símbolos y círculos ritualísticos, todos orientados hacia un solo hechizo. Un hechizo que sellaría no solo el destino de Stolas, sino el destino de todos los que estaban vinculados a él. Metatrón también los reconoció pues sus ojos flotantes se ensancharon por la sorpresa.
Dando una palmada, Stolas enfocó toda la energía demoníaca dentro de él mientras todo su cuerpo comenzaba a brillar de un negro puro como su naturaleza corrupta, mientras las runas en él comenzaban a brillar una por una en un carmesí puro. Era como ver la sangre fluir a través de todo el sistema circulatorio mientras cada área del cuerpo de Stolas se iluminaba lentamente como una luz de neón por cada sello que se activaba. Apoyando una rodilla, Stolas bajó la cabeza y colocó una mano contra su corazón y la otra en el suelo como si estuviera inclinándose ante Metatrón. Un círculo ritual rojo brillante apareció ante Stolas cuando los bordes comenzaron a brillar cuando las etéreas cadenas de luz estallaron y se engancharon en la propia alma de Stolas.
Había llegado el momento de la última parte del final de Stolas.
Las palabras de lealtad
La promesa que no se podía romper.
El voto que estaría vinculado para siempre no solo a él, sino a su familia, linaje y aquellos que lo sirvieron, desde sus legiones hasta sus mayordomos.
Stolas cerró los ojos y pronunció el discurso que selló su destino para siempre con un tono demoníaco:
― "YO, EL PRÍNCIPE STOLAS HORACIO GOETIA, JEFE DE LA 36AVA CASA GOETIA, POR EL PRESENTE JURO MI ETERNA LEALTAD, RECURSOS Y PODER A LAS FUERZAS DEL CIELO Y A YHWH EL TODOPODEROSO, EL ÚNICO DIOS VERDADERO, A CAMBIO DE ESTE FAVOR QUE BUSCO. ABANDONO MI LEALTAD AL INFIERNO, SU GENTE Y SU REY LUCIFER. PROMETO TRABAJAR PARA SIEMPRE PARA SOCAVARLO Y TRABAJAR A FAVOR DE YHWH Y SUS ÁNGELES. JURO SERVIR A YHWH EL TODOPODEROSO HASTA EL DÍA DEL JUICIO FINAL, DONDE TODO EL BIEN Y EL MAL CHOCARÁN. QUE TODOS LOS QUE LLEVAN MI SANGRE, AHORA Y EN EL FUTURO, ESTÉN ATADOS A ESTE VOTO. QUE TODOS LOS QUE ME SIRVEN O ME JURAN FIDELIDAD, AHORA Y EN EL FUTURO, ESTÉN ATADOS A ESTE VOTO. LOS ENEMIGOS DE YHWH SON MIS ENEMIGOS. SUS ALIADOS SON MIS ALIADOS. YO SERÉ POR SIEMPRE UN SIRVIENTE DE YHWH, SU AGENTE Y SU ARMA. SI ESTE VOTO SE ROMPE ALGUNA VEZ, TODOS LOS QUE ESTÁN VINCULADOS A ÉL SERÁN ELIMINADOS. QUE NUESTRAS ALMAS Y NUESTRO ESPÍRITU SEAN ABANDONADOS PARA SIEMPRE EN EL OLVIDO. POR TODOS LOS PODERES QUE HAY DENTRO DE MÍ, JURO ESTE VOTO ETERNO E INQUEBRANTABLE PARA SIEMPRE. ¡AMÉN!"
CONTINUARÁ.
Glosario:
(1) Elizabeth Báthory (1560 - 1614) fue una aristócrata húngara, inmortalizada por una serie de crímenes cometidos por su obsesión por la belleza al secuestrar, desangrar y descuartizar 650 mujeres jóvenes de sus tierras, lo que le valió el sobrenombre de la Condesa Sangrienta. Curiosamente uno de sus antepasados era Vlad Tepes, 'El Empalador', el Drácula histórico.
(2) Dante Alighieri (1265 - 1321) fue un poeta y escritor italiano, conocido por escribir la Divina Comedia, una de las obras cumbres de la literatura universal, que se trata del viaje del autor al Infierno, el Purgatorio y el Cielo.
(3) Lailah ("Noche" en hebreo), es un ángel de la mitología judía mencionada en el Talmud, es protectora de la concepción, el embarazo, el parto y la noche, también es la protectora de los niños y es el único Dominio que se conoce.
(4) Raziel ("Secreto de Dios" en hebreo), un ángel de la mitología judía, (presente en la famosa "Cábala judía") guardián de los secretos.
(5) La Fundación SCP, cuyas siglas son de Secure (Asegurar), Contain (Contener) y Protect (Proteger) es una organización ficticia creada en 4chan en la cual se creaban historias en forma de documentos científicos sobre individuos, entidades, objetos o lugares (básicamente Creepypastas) que suponen un peligro para la humanidad. Tienen sus páginas web, novelas y videojuegos inspirados en ella.
