Disclaimer: Helluva Boss y Hazbin Hotel son creación de Vivziepop. "Healing Blitzo" es un fanfic de TalosLives. Por apoya la obra original.

VII

"El porqué sigo contigo..."

―...Está bien, lo admito. No me esperaba esto.

Metatrón miraba a Stolas, quien todavía brillaba con las runas en todo su cuerpo. No se atrevió a moverse ni una pulgada hasta que Metatrón lo dijera o estuviera de acuerdo con este trato. Frotándose la nuca, la Voz de Dios suspiró y negó con la cabeza.

―¿De verdad estás dispuesto a hacer un voto eterno e inquebrantable de servir para siempre de nuestro lado? Tu linaje, tus sirvientes y sus familias. ¿Incluso...?

―Le pregunté a cada uno de ellos. Desde mi hija a los de la limpieza. —respondió Stolas con firmeza. ―. Todos los guardias, espías, legionarios, mayordomos, doncellas, cocineras, sastres, jardineros, etc. ...Todos han acordado permitirme hacer esto. Si incluso uno de ellos dijera que no, no estaría haciendo esto, pero todos están dispuestos a hacerlo... Mi hija está dispuesta a arriesgarlo todo.

―Si Lucifer se entera, hará algo peor que matarte.―advirtió Metatrón mientras se cruzaba de brazos. ―.No podré salvarte de su ira.

—Lo sé. —susurró Stolas, cerrando los ojos. ―. Pero es un riesgo que yo y todos los demás estamos dispuestos a correr.

―¿Todo esto por este diablillo? ¿Por qué?―Le preguntó Metatrón.

¿Por qué? Solo había una razón por ello, y era la única que necesitaba.

―Porque lo amo.

Hubo un largo silencio salvo por el universo que los rodeaba. Metatrón no movió un músculo, ni sus ojos exhibieron ninguna emoción... Después de lo que pareció una eternidad, Metatron suspiró y sacó su propio teléfono Aion personal. ―...No puedo tomar esta decisión por mi cuenta. Necesito hacer algunas llamadas. Por favor espera aquí.

Stolas asintió mientras se levantaba lentamente y observaba como Metatrón caminaba hacia un extremo de la habitación y desaparecía sin dejar rastro. Sentándose, el príncipe se sirvió lentamente otra taza de té y esperó.

Esperó. Y rezó.

...

Debido a lo sucedido ayer, Moxxie sintió que era mejor que él y Millie no fueran a trabajar por unos días, al menos hasta que Blitzø se despertara. Loona sintió lo mismo cuando Moxxie la llamó para notificarle, pero era difícil escuchar a la loba infernal debido a lo bajo que era su voz... Moxxie juró que podía escucharla sollozar en silencio en la llamada y le envió un mensaje de texto a Octavia pidiéndole que cuidara de ella... Puede que no se llevara tan bien con Loona, pero era parte de su responsabilidad cuidar de ella mientras su jefe se curaba.

Hablando de eso, Moxxie decidió visitarlo para ver cómo estaba. Millie aún estaba demasiado afligida para ir, por lo que decidió quedarse en casa y conversar con su familia por teléfono; Su marido le sugirió que también investigara algunos buenos nombres para bebés y así distraerla de la sensación de culpa.

...Había una parte de Moxxie, una pequeña, que quería zarandear a su jefe por saltar del edificio y casi morir, pero el diablillo de pelo blanco sabía que no serviría de nada; Blitzø ya estaba física y mentalmente frágil, y por mucho que Moxxie quisiera estrangularlo por sus acciones, debía reprimir esos sentimientos.

Entonces solo miró al diablillo mayor que apenas respiraba frente a él, envuelto en más vendajes que una momia. Cada segundo que escuchaba el pitido del monitor de frecuencia cardíaca, su propio corazón saltaba dentro de su pecho. Era casi como si estuviera esperando que se apagara en cualquier segundo... Ese sonido seguía siendo la cosa más aterradora y espantosa que Moxxie había escuchado en su vida.

"...Bueno, el segundo peor sonido." pensó Moxxie mientras cerraba los ojos: El sonido de una bomba explotando mientras los gritos de cientos de demonios inocentes gritando de terror resonaban en su cabeza, junto con su propio grito de horror, incredulidad y traición...

Apartándose de esos pensamientos, Moxxie volvió a enfocar su atención en Blitzø. Después de unos minutos más de mirarlo en silencio, susurró: ―Eres un verdadero imbécil, ¿lo sabías?―Se quedó en silencio por un momento en caso de que su jefe lo escuchara. ―...Aquí estamos tratando de ayudarte, y tú vas con un truco de mierda como ese.

Moxxie podía sentir que le temblaban las manos cuando las apretó.

―...Por poco te matas. Nos abrimos paso a través de hordas de demonios para salvar tu lamentable culo rojo. No arriesgamos nuestras vidas para ayudarte para que luego te vayas a morir así...―Moxxie cerró los ojos con rabia. ―...No tienes derecho a morir; No después de lo mucho que Loona ha llorado por ti, no después de que mi esposa y yo arriesgamos todo para recuperarte... Hay días en los que me pregunto por qué sigo a tu lado... ¡Días en los que me pregunto, en el nombre de Satanás, por qué me quedo con este puto bastardo que solo hace que mi vida sea más compleja de lo necesario!

Las lágrimas cayeron por el rostro de Moxxie cuando se levantó y se acercó a Blitz.

―...Por qué a veces me pregunto si sería mejor simplemente largarme. Dejarte a ti y a esta empresa, llevarme a Millie hacia algún lugar donde no tengamos que lidiar con esta constante mierda... ¡¿Y quieres saber por qué mierda no hago eso?!

Moxxie respiró hondo unas cuantas veces y se agarró lentamente a los barrotes de la cama, sintiendo que sus rodillas se doblaban.

―...Porque Blitz, eres el único jodido amigo que tengo en este páramo abandonado.

Conocía bien las fallas de su jefe: Todos los problemas e inconvenientes que causó... Un demonio más inteligente se habría ido, abandonaba este trabajo y buscaba un nuevo lugar para prosperar. Cualquier demonio sabía que uno tenía que sobrevivir, y cuando estabas con Blitzø, el riesgo de acabar muerto era más alto que cualquier día ordinario en este jodido universo. Desde que se unió a I.M.P., Moxxie casi había terminado en su propia tumba mientras se burlaban de él por todo, desde su vestimenta hasta su gusto por la música... Todo por culpa de este maldito diablillo frente a él y por el que lloraba...

Algunos dirían que esta era una relación abusiva, y tal vez lo era de alguna manera, pero había más; Siempre hubo más en Blitzø... Moxxie tardó mucho en verlo, pero lo vio, y le hizo continuar con su jefe desde entonces.

― ¿...Recuerdas cuando fuimos visitados por ese Caído hace un año y medio?―susurró Moxxie mientras abría los ojos y miraba el rostro tranquilo de su jefe inconsciente. ―. Ese fue el día en que me di cuenta de que tenías un lado bueno... y la razón del por qué te apoyo incluso después de todo lo que ha pasado...

(Un año y medio antes:)

― ¡Maldita sea, señor! ¡¿Alguna vez se detuvo a pensar en lo que está haciendo con el dinero que ganamos?!―Le gritó Moxxie por sexta vez en ese día cuando su jefe había hecho algo para cabrearlo.

La primera fue cuando Blitzø arrojó el café de la mañana a la cara de Moxxie, diciéndole que odiaba el azúcar que utilizó y que hiciera otro.

La segunda fue cuando Blitzø envió ese correo electrónico de un GIF que tenía la cabeza de Moxxie pegada en un cerdo que estaba siendo azotado por un granjero que tenía la cara de Millie... Podía jurar que nunca había escuchado a Loona reírse tan fuerte desde que la conocía.

La tercero y cuarto fueron cuando un cliente entró, y resultó ser un demonio Ogro Fétido, cuya especie se decía que olía tan mal que cada vez que se tiraban un pedo, resultaba un montón de vidas perdidas a su alrededor, por lo todos tenían sus máscaras antigás... Todos excepto Moxxie porque Blitzø se llevó dos de ellos. Moxxie había intentado escapar, pero el olor que emanaba el demonio era demasiado y se desmayó... Lo que llevó a Blitzø a darle respiración boca a boca para despertarlo una hora después. Y Moxxie juró que usó lengua.

La quinta era porque no pudo salir con su esposa a almorzar porque Blitzø quería su ayuda, lo que llevaba al problema actual.

Moxxie gruñó mientras colocaba el nuevo sofá en la oficina de Blitzø, hecho con una costosa piel de escamas de dragón que había estado moviendo durante media hora mientras su jefe bebía un refresco con una pajita. Después de eructar, su jefe dijo: ―Oh, vamos, Moxxie. Solo costaba unos treinta mil dólares. ¿Y qué pasa si lo saqué del fondo de vacaciones comunes? Estamos tan ocupados estos días que dudo que tengamos tiempo para vacaciones. Además, creo que deberías moverlo más hacia la izquierda.

―Para empezar, ¿por qué necesita un sofá con escamas de dragón? ¿Cuál es la utilidad de esto?―refunfuñó Moxxie poniendo los ojos en blanco.

―Oye, el invierno se acerca y mi trasero necesita estar calentito para poder matar a la gente.―respondió Blitzø con una sonrisa. ―. Las escamas de dragón son cálidas incluso después de ser arrancadas; Así que quiero asegurarme de que mis bolas estén abrigadas.

―Señor, vivimos en el Infierno, en el Círculo del Orgullo: Es uno de los Círculos más calientes de todo el Pentagrama.― Le señaló Moxxie. ―. Este no es el Círculo de la Traición donde hace tanto frío que a uno se le cae la polla.

―Sí, pero hace mucho viento. El viento significa una baja de temperatura y una baja de temperatura significa frío. Entonces eso significa un trasero frío, tan tan. ―replicó Blitzø antes de tirar su refresco y dar unas palmadas.―. Ahora apúrate, quiero terminar esto antes de almorzar.

Moxxie estaba a punto de gritarle cuando sonó el timbre de la oficina, y Blitzø rápidamente abrió la puerta en la cara del diablillo más pequeño tras correr para abrirla. Levantándose del suelo, Moxxie refunfuñó mientras Blitzø saludaba: ―Bienvenida a Inmediatos Matones Profesionales, donde matamos a quien quieras mientras... tengas... um... ¿hola?

Al darse cuenta que el discurso de Blitzø enmudeció, Moxxie miró hacia arriba para ver qué causó tal cosa, solo para sentir que su piel se volvía blanca al ver quién estaba frente a la puerta: Era una criatura tan hermosa que incluso Moxxie, felizmente casado, sintiera el corazón casi salirse del pecho al verla entrar en su oficina sin siquiera mirar a Blitzø. Su piel blanca como la nieve tenía un aspecto tan puro que parecía un vidrio frágil. Sus ojos estrechos, pero fríos y delicados miraban a su alrededor con una expresión elegante que, al mirar a Moxxie, este sintió que sus instintos gritarle que no hiciera enojar a esa mujer... Y había una buena razón: En su espalda había alas de ángel negro puro, y solo un tipo de raza en todo el Infierno las tenía: Ángeles Caídos.

Era el nivel más alto entre los demonios en toda la jerarquía infernal; Siendo antes ángeles del Cielo, ahora demonios condenados a los abismos del Inframundo por su fallida rebelión... Un ser con el que ni siquiera el príncipe Stolas se metería.

En su cabeza tenía un halo de plata con una luna creciente y estrellas. Llevaba un vestido rojo sangre oscuro que solo le llegaba hasta las rodillas, dejando ver unas largas piernas pálidas. Su pecho estaba medio expuesto al mundo, el resto cubierto por su atuendo y un broche de plata con una gema violeta yaciendo entre ambos senos. Los hombros de sus alas estaban protegidos por una armadura plateada que parecía costar más que todas las casas en toda la cuadra. Lo único que parecía normal en ella era el maletín negro que tenía en la mano derecha.

―Hmm, esperaba este lugar más pequeño.―dijo la Caída antes mirar a Blitzø. ―. ¿Es usted el señor Blitz?

― ¡Oh, sí!―exclamó Blitzø con una sonrisa nerviosa antes de apresurarse frente a la dama. ―. Soy Blitzø, la "o" es muda. Fundador y CEO de I.M.P. ...Um, ¿podemos ayudarte, señorita...?

―Mi nombre es Amanda Sar-Elion.―se presentó la Caída ignorando la mano tendida de Blitz antes de mirar a su alrededor. ―. ¿Hay una oficina donde podamos hablar de negocios?

― ¡Seguro, mi oficina está por aquí!―contestó Blitzø mientras guiaba a la señorita Sar-Elion a la habitación. ―. ¡Moxxie, dale algo de beber a nuestro cliente!

―No será necesario.―proclamó la señorita Sar-Elion mientras se sentaba al otro lado del escritorio y cruzaba las piernas. ―. No me voy a quedar por mucho tiempo. También me gustaría hablar en privado para nuestra discusión, señor Blitz.

―Por supuesto. ¿Moxxie? Esfúmate.—exclamó Blitzø mientras señalaba la puerta. Por una vez, Moxxie no respondió y simplemente asintió. No iba a discutir frente a un cliente, especialmente un ángel caído.

Al cerrar la puerta, Moxxie estaba a punto de regresar a su oficina cuando hizo una pausa. Esto era demasiado sospechoso y antinatural: Todos sus clientes han sido en su mayoría Pecadores, demonios regulares, o un Overlord o noble ocasional de bajo nivel que necesitaba que alguien en el mundo humano fuera eliminado discretamente para algún tipo de juego de poder. ¿Por qué cojones un ángel caído, de entre todos los demonios, entraría aquí?

Incapaz de ignorar su curiosidad, Moxxie presionó la oreja contra la puerta justo cuando el sonido de Blitzø sentándose en su escritorio resonó en voz alta. ― ¿Entonces qué puede I.M.P. hacer por usted hoy, señorita Sar-Elion? ¿Necesita matar a alguien en el mundo humano? Esa es nuestra especialidad.

―Sí, sobre eso... ¿Le importaría decirme cómo pueden hacer tal cosa?―preguntó la señorita Sar-Elion, sonando fría pero intrigada. ―. Hay muy pocas formas para los demonios entrar en el mundo humano, la mayoría de ellas mediante la invocación, posesión o la construcción de una Puerta del Infierno... Parece que no utilizan esas tres. Tal cosa es una habilidad muy poderosa y rara de tener. ¿Cómo lo hacen?

―Lo siento, pero es secreto empresarial.―replicó Blitzø rápidamente. ―. No tengo la libertad de discutir eso.

―Ya veo. Supongo que es comprensible...―repuso la señorita Sar-Elion antes de un pequeño momento de silencio. Luego continuó: ―. Para ser honesta, señor Blitz, no estoy aquí como cliente... Estoy aquí con una oferta: Represento a una organización que le ha llamado la atención, específicamente a mi jefe. Normalmente, no vale la pena interesarse por alguien como usted. Aún así, con su capacidad para adentrarse en el mundo humano y su asombrosa tasa de éxito, mi jefe ha decidido ofrecerle la oportunidad de unirse a nuestra empresa.

―¿De veras? ¿Y quién es su jefe?―Le preguntó Blitzø al igual que Moxxie se preguntaba en su mente: ¿Quién querría contratar a Blitzø, de todas las personas?

―Ese sería Lord Abaddon. Jefe y CEO de Excelsis Mors.

Hubo un fuerte ruido en este instante; Moxxie no sabía si esa fue propia su mandíbula o la de su jefe la que cayó el suelo primero.

Excelsis Mors era la empresa de asesinatos mejor valorada de todo el Infierno. Propiedad y dirigida por Lord Abaddon, uno de los demonios de mayor rango en el Infierno, estaba compuesta por los mejores asesinos de élite y que eran lo suficientemente fuertes como para enfrentarse a los Exterminadores en un duelo. Eran bien pagados y administrados con estricto profesionalismo que les valió el respeto y el miedo de todos los demonios de los Círculos; Sus atentados eran legendarios hasta el punto de que la mitad de ellos parecían imposibles de creer. Uno de los más famosos fue cuando un poderoso demonio, Ahrimán (1), se había apoderado del Círculo de la Herejía hacía mil años atrás. Estaba buscando apoderarse de los otros hasta que un solo asesino, entrenado por el mismísimo Abaddon, eliminó a Ahrimán y sus hombres antes de que tuvieran la oportunidad de continuar su rebelión.

― ¿A-A-A-Abaddon quiere contratarnos para un trabajo?―preguntó Blitzø con incredulidad.

―Lord Abaddon quiere contratarle para un empleo permanente. En otras palabras, señor Blitz, ha impresionado a mi jefe lo suficiente como para que esté dispuesto a ofrecerle un puesto como uno de nuestros asesinos de la empresa. ―Hubo algunos ruidos de papel antes de que ella continuara: ―. Creemos que esta será una buena oferta inicial.

― ¡¿...195.000 dólares al año?!―chilló Blitzø, haciendo que Moxxie casi gritara también por el shock: Un solo año con ese salario sería suficiente para que él y Millie salieran de sus deudas, pudiendo tener la vida perfecta con la que siempre habían soñado con dinero así.

―Junto con bonificaciones dependiendo de cómo le vaya con sus habilidades. El tiempo de vacaciones pagadas y licencias por enfermedad estarán disponibles para usted. Acceso a atención médica premium de primera categoría. Incluso podemos brindarle una vivienda a precio de descuento en la ciudad capital donde se encuentra nuestra sede en caso de que así lo requiera. También sabemos que tiene una hija y, dependiendo de cómo vaya en su primer año, podemos ofrecerle para una beca con todos los gastos pagos para cualquier universidad de su elección si ella lo desea. También puede invertir en acciones de la compañía y ascender en nuestras filas si demuestra ser lo suficientemente ingenioso. Sin mencionar que ahorrará lo suficiente para su jubilación cuando decida dejarnos... Y en caso de que le ocurra algo, su familia será compensada por su muerte.

―...No hay forma de que esto sea real.―replicó Blitzø. ―. Mire, señora, soy un diablillo. La última vez que lo comprobé, altos mandos como usted nunca nos contratarían para nada que no fuera limpiar pisos.

Moxxie tuvo que estar de acuerdo con su jefe: Por mucho que odiara admitirlo, ser un diablillo significaba que sus trabajos eran limitados. La mayoría eran granjeros en el Círculo de la Ira como la familia de Millie, los demás terminaban haciendo trabajos criminales o muy mal pagados. Lo más afortunado que podían aspirar era como sirvientes de una familia noble, pero a menudo eran maltratados hasta el punto de que algunos simplemente se suicidaban por la desesperación... Y aún así, allí estaba un ángel caído, proveniente de una de las compañías más prominentes e influyentes del Infierno, ofreciéndole una oferta por las que cualquier diablillo mataría a su propia madre.

―Admito que es un poco... inusual contratar a alguien de su clase para un puesto así, pero como dije, ha impresionado a Lord Abaddon.―afirmó la señorita Sar-Elion. ―. No hace falta decir que es una oferta que no viene dos veces en la vida, señor Blitz.

―Bueno, joder, sí quiero... espere un minuto.―Blitzø hizo una pausa. Hubo un momento de silencio antes de que preguntara: ―. ¿Qué sucederá con mis empleados? ¿Mi hija, Moxxie, Millie? ¿Cuáles son las ofertas?

―Oh, bueno, me temo que esta oferta es solo para usted.―replicó Sar-Elion, lo que hizo que el corazón de Moxxie se hundiera. ―. A los demás no les ofrecemos nada.

― ¿Espera, qué? Soy bueno, soy el mejor en lo que hago, pero ellos también me ayudaron mucho.―repuso Blitzø. ―. Los tres también son buenos en su trabajo. Son... son parte de esta empresa. ¿Por qué no les dan una oferta?

―La verdad, señor Blitz, es que vamos a lidiar con muchos problemas de relaciones públicas al contratarlo. Contratar dos diablillos más y una perro infernal es un problema demasiado grande con que lidiar. Usted tiene la experiencia, hemos visto su currículum y tiene los medios para adentrarse en el mundo humano. Su hija se beneficiará de que usted trabaje para nosotros, así que no veo ninguna razón por la que no pueda aceptar. En cuanto al matrimonio de diablillos...―Ella dejó escapar una risita. ―...Me temo que simplemente tendrá que darles sus cheques de liquidación.

Moxxie sintió que su cuerpo temblaba, cerró los ojos y gruñó. Incluso si este era un ser que podía partirlo por la mitad, no quería hacer otra cosa que decirle a esa perra que se fuera a la mierda: Básicamente decía que él y Millie fueran arrojados a la calle y abandonados como basura... Y lo peor de todo era que sabía que Blitzø era capaz...

...Había estado temiendo este día durante mucho tiempo. El día en que Blitzø, el idiota egoísta, los abandonara. Moxxie no debería haberse sorprendido porque sabía cómo era la actitud de Blitzø, pero había esperado, en vano, que hubiera algo bueno en su jefe... Pero parece que finalmente ha llegado el día; La oferta que se le estaba dando a Blitzø no era una que alguien desechara.

Moxxie cerró los ojos y se preguntó qué debería hacer cuando escuchó a su jefe hablar de nuevo: ―...Entonces, para tener esta oferta, ¿debo no solo disolver mi propia empresa, sino dejar a mis empleados a su suerte?―Le preguntó Blitzø.

―Pues sí.

¡RIIIIIP!

Los ojos de Moxxie se abrieron de par en par antes de que sintiera que su mandíbula se abría por segunda vez... No podía ser posible, no podía ser posible que él...― ¡¿Que acaba de hacer?!―gritó la señorita Sar-Elion mientras Blitzø continuaba rompiendo la carta de oferta.

― ¿Que qué hago? Estoy rechazando tu oferta.―respondió Blitzø como si acabara de aplastar una mosca. ―. Gracias, pero me ceñiré a lo que tengo por ahora. Dile a Lord Abby-Papi que esperaré hasta que se le ocurra una mejor oferta.

―No creo que se haya dado cuenta de lo que acaba de hacer.―gruñó la señorita Sar-Elion. ―. Esta es una oferta que no viene una vez al año. Esto es algo único en la vida. Cientos de miles de asesinos intentarían matar a un Arcángel para tener la oportunidad de obtener este tipo de oferta. ¡¿Y lo está desechando?! ¡¿Por qué?!

―...Esta empresa es mi familia.―replicó Blitzø, en un tono de esos cuando hablaba en serio. ―. ¿Esperas que deseche a mis empleados y se jodan? Soy un cabrón, lo admito, ¡pero no soy tan jodido!

El sonido de su puño golpeando la mesa resonó en el oído de Moxxie.

―Escucha, perra. Si me quieres, debes traer el resto conmigo. Loona es mi hija, y el día en que la deje sin trabajo, incluso con todos esos lujosos beneficios, será el día que fracasé como padre. Millie es una de las personas más leales que he tenido el placer de conocer y con quien trabajar, y no le pagaré así echándola a la calle. ¿Y Moxxie?

Moxxie contuvo la respiración.

―Dios sabe que es un quejumbroso de pito chico, pero es un buen tirador, un buen marido y tiene buena cabeza cuando se necesita. Puede que no esté de acuerdo con él en muchas cosas, pero se ha ganado mi respeto por ser fiel a esos principios... Esos tres demonios con los que trabajo son algunas de las mejores personas que conozco en mi vida. No, son la familia que elijo tener y con la que derramar sangre. Entonces, si el precio de tal trato es abandonar a mi familia, entonces puedes irte a la mierda porque si hay una regla que sigo siempre, es que no te rindes con la familia.

―Blitz...―susurró Moxxie mientras sentía lágrimas en sus ojos. Una sonrisa genuina apareció en su rostro cuando, por primera vez, él pudo decir con honestidad que estaba orgulloso y feliz de tener a Blitzø como jefe.

...No. Como amigo.

―Ahora, si ya terminaste, ¡saca tu trasero fuera de mi oficina!

―...Bien.―Moxxie podía escuchar al Ángel Caído levantarse, así que corrió de regreso a su oficina y se escondió detrás de su puerta justo cuando ella salía de la oficina de Blitzø con una expresión severa. Ella se dio la vuelta y lo miró.―. Es usted un tonto, señor Blitzo. Y se arrepentirá de no aceptar nuestra oferta.

― ¿Por qué no echas a volar con esas alas elegantes? No estoy interesado en escuchar otra mierda tuya.―gruñó Blitzø antes de señalar la puerta. ―. ¡Y la 'o' es muda!

Con una última mirada, el ángel caído se alejó y cerró la puerta detrás de ella. Blitzø suspiró y sacó un cigarrillo de su bolsillo antes de encenderlo. Fingiendo que parecía que no sabía lo que estaba pasando, Moxxie se acercó a su jefe con una pequeña sonrisa. ―. ¿Entonces qué pasó?

―Eh, mucho ruido y pocas nueces.―respondió Blitzø, dejando escapar una bocanada de humo. ―. ¿Sabes qué? El sofá está bien como está. Ve a almorzar, Mox. Me voy a tomar un par de botellas de whisky.

Moxxie asintió y se dio la vuelta antes de detenerse y mirarlo.― ¿Hey, Blitz? ¿Quiere almorzar conmigo? ―Su jefe se dio la vuelta con las cejas arqueadas. ―. Quiero decir, realmente no pasamos tiempo juntos, así que pensé que podríamos tener una salida de hombres, quizás.

―...Caray, Moxxie, y yo aquí creyendo que eras un tipo decente con esposa, pero ¿ahora me invitas a almorzar? Ya te vi, picarón. ―replicó Blitzø con una sonrisa.

Poniendo los ojos en blanco, Moxxie resopló:―Mire quien habla, considerando quien es el que tiene sexo por ese libro que usamos, señor. Además, no engañaría a Millie incluso si la reina Lillith mostrara sus tetas en mi cara. Solo estoy pidiendo pasar el rato como amigos, ¿esta bien?

―B-Bueno, cuando lo pones de esa manera, ¿por qué no?―exclamó Blitzø mientras arrojaba su cigarrillo por una ventana y caminaba con su brazo alrededor del cuello de Moxxie. ―. Vamos a establecer una buena y masculina amistad. E incluso pagaré mi propio almuerzo esta vez. Pero tú das la propina.

―Bien, supongo que algo es algo.―se rió Moxxie mientras los dos diablillos salían de la oficina.

...

―...Ese fue el día en que me di cuenta de que había más en ti de lo que solía ver...―continuó Moxxie mientras miraba a su jefe inconsciente. Lentamente, colocó su mano en la de Blitzø y la apretó. ―. No fue la primera vez que te vi actuar como una persona decente, para un demonio claro, pero es lo que siempre llega mi mente cada vez que me empujas al límite... Ahora entiendo que era solo tu forma de lidiar con los problemas que tienes en tu interior.

Moxxie cerró los ojos y recordó lo que Blitzø gritó durante su crisis nerviosa el día que se despertó después de que lo salvaron de la casa solariega de la familia de Stella:

"No te atrevas a decir lo contrario, Moxxie! ¡Porque tenías toda la razón sobre mí: Soy un diablillo inmaduro que no puede aceptar el hecho de que estoy celoso de que ustedes dos tengan lo que yo nunca tuve! ¡Lo que perdí por mis propias acciones!"

―...No sé quién era Zella, pero supongo que fue para ti cómo lo que tengo con Millie...― murmuró Moxxie con un profundo suspiro. ―. Si la perdiera a ella... o a este bebé... como te sucedió a ti... Probablemente yo habría enloquecido. Pero de algún modo seguiste adelante... y no estoy diciéndolo como si pudiera arreglarse todo tan fácilmente cual modelo de avión roto. Pero quiero ayudarte. Todos queremos... Porque en el fondo los dos nos preocupamos el uno por el otro, a pesar de toda la mierda por la que pasamos, somos más que simples compañeros de trabajo...

Cerró los ojos y suspiró.

―Somos una familia. Y como dijiste ese día, no te rindes con la familia.

Moxxie estaba a punto de irse cuando algo lo retuvo, quedando paralizado. Su mano estaba siendo apretada... Lentamente miró hacia atrás y vio, fijamente, a Blitzø mirándolo con lágrimas en los ojos.

―...Por favor no te vayas...―susurró.

Empapado de sus propias lágrimas, Moxxie solo asintió y siguió aferrando su mano.

...

Habían pasado horas, pero Metatrón no aparecía. Stolas se preguntaba a quién estaba llamando, pues podría ser desde cualquiera de los Arcángeles hasta el mismo Dios. A pesar de servirse otra taza de té, no pudo beber ni un trago, solo sentado en silencio alrededor de la galaxia astral de la habitación... Empezaba a creer que nada se haría hasta que oyó pasos y se volvió hacia la derecha: Metatrón regresó, los seis ojos alados detrás de él, sentándose lentamente y cruzó las manos.

―Lo he hablado con varios ángeles, incluido el propio Rafael.

― ¿Y...?―preguntó Stolas preguntó, su corazón se detuvo momentáneamente.

―...Acordamos en ayudar.―Stolas estaba a punto de dar las gracias a todo pulmón cuando Metatrón levantó una mano. ―.Sin embargo, hay unas condiciones.

Stolas respiró hondo varias veces y se calmó. ―. Por supuesto. Nómbralas.

―Primero, queremos que apoyes el Hazbin Hotel de la princesa Charlie y sus esfuerzos por redimir las almas de los Pecadores.―empezó Metatrón, para sorpresa del demonio búho. ―. Puedes apoyarla en público o en privado. No importa. Pero te pedimos que la ayudes no solo económicamente, sino también de otras formas .

― ¿Puedo preguntar la razón?―le preguntó Stolas; No sabía que el Cielo tuviera una opinión sobre el pequeño proyecto de Charlie, sobre todo porque el verdadero objetivo siempre fue crear nuevos Cielos e Infiernos para detener los Exterminios y poner fin a la crisis de la sobrepoblación. ―. No es que tenga nada en contra de ella o de su hotel, solo tengo curiosidad por saber por qué les interesa.

―Como bien sabes, Lucifer fue antes un arcángel. Y aunque él y sus hermanos pueden ser enemigos, ellos ven a Charlie como su sobrina y han llegado a respetarla y preocuparse por ella a su manera.―explicó Metatrón mientras se servía un poco de té, ahora caliente y se lo bebió.―.De hecho aplauden sus esfuerzos por salvar a los Pecadores haciéndolos arrepentirse, ya que ese es uno de los propósitos del Infierno, pero esto crea enemigos. Hay... ciertas figuras que quieren que este hotel fracase. Si la respaldas con dinero y protección, entonces se aseguraría de que ella esté a salvo y se contribuya a su éxito.

Stolas estuvo a punto de aceptar hasta que recordó algo que le hizo poner cara de amargura: Stella.

Su ex esposa ahora vivía en Hazbin Hotel por razones fuera de su entendimiento. Si bien temía hacer algo con su ex-esposa, era un pequeño precio a pagar si eso significaba curar a Blitzy. ―Por supuesto, acepto.

―Muy bien. La segunda condición es que si bien estamos dispuestos a prestarte un Espíritu Sanador para curar a Blitzø, no vamos a obligarlo a hacerlo.―continuó Metatrón, lo que hizo que Stolas abriera los ojos como platos. ―...Esta era la condición de Rafael: Él trata a sus aprendices personales como a sus propios hijos e hijas, y los Espíritus Sanadores no son una excepción; Él cree que puede encontrar uno que esté dispuesto por su propia voluntad a aceptar este desafío, pero en caso de que él no encuentre a nadie, entonces no habrá acuerdo... Por supuesto, si no te damos un Espíritu Sanador, no permitiremos que nos jures eterna fidelidad.

Stolas apretó los puños, no había nada que pudiera hacer al respecto, esto estaba fuera de sus manos y dudaba que pudiera dar una recompensa personal, ya que restaba entregando todo a los ángeles.― ¿Y el último?

―El último requiere que el señor Blitz esté de acuerdo.

Y Metatron se inclinó hacia adelante.

―...I.M.P. debe ser disuelto.

CONTINUARÁ.

Glosario:

(1) Ahrimán: ("Espíritu diabólico" en persa.) Dios de la oscuridad y creador de la maldad, portador de la muerte y de la enfermedad dentro del Zoroastrismo y la antigua religión persa o iraní.