Disclaimer: Helluva Boss y Hazbin Hotel son creación de Vivziepop. Healing Blitzo es un fanfic de TalosLives. Por apoya la obra original.

VIII

La decisión de Blitzø

Blitzø podría decir con honestidad que tenía muy pocas personas que le importaran, pero todas eran preciosas para él. La mayoría de los que alguna vez atesoró se habían ido de una forma u otra, en su mayoría por haber muerto, otros se habían ido y a algunos él había apartado por miedo... Era un milagro que todavía tuviera en su vida a Loona, Moxxie, Millie y Stolas, pero incluso entonces no pudo evitar pensar que había arruinado sus vidas y casi hecho que los mataran por sus acciones... No importa lo que dijeran los demás, la verdad era que todo el incidente del secuestro no habría sucedido si no hubiera tomado el libro de Stolas para su empresa; Sin embargo fue la empresa que le había dado los mejores años de su vida tras arruinarla hace cien años... Cien años que había pasado intentando olvidar.

Cuando se despertó y sintió todo su cuerpo en agonía, supo que otra vez hizo algo estúpido... Pero lo único que lo consoló y lo mantuvo en silencio fue el pequeño discurso de Moxxie; Esta no era la primera vez que tuvieron momentos como estos, pero fue el más emotivo y sincero que Blitzø jamás haya experimentado en su tiempo juntos... Porque, así como Moxxie confesó que Blitzø era su mejor amigo, Moxxie también era quizás su mejor amigo.

...Sin embargo, si era honesto, él no había tratado a Moxxie como a un mejor amigo desde que empezaron a trabajar juntos; Lo había humillado y utilizado, se había burlado de él por cualquier cosa, todo porque estaba celoso de Moxxie: Tenía una esposa cariñosa, una personalidad optimista y era inteligente. Más inteligente que Blitzø al menos. Y, sin embargo lo respetaba, arriesgaba su vida por el pequeño diablillo y nunca dudaba ni por un segundo de su capacidad para hacer el trabajo porque Moxxie era muy bueno siendo un asesino... "Satanás, estoy tan jodido con mis prioridades..." pensó.

Blitzø se incorporó lentamente mientras Moxxie le daba un trago de agua fría; Su garganta estaba tan seca como un desierto, y bebió del vaso con avidez antes de toser un par de veces. ―¿Qué pasó?

―¿No lo recuerda, señor?―Le preguntó Moxxie, luciendo inseguro.

―Solo algo que tú y Millie anunciaron, y luego, momentos después, estaba yendo de cabeza hacia un auto.―admitió Blitzø sosteniendo cabeza con una mano... Mucho estaba borroso.

―Blitz, tuvo un... episodio.

― ¿Quieres decir que me jodí la cabeza otra vez?―murmuró Blitzø sacudiendo la cabeza. Vio la vacilación en el rostro de Moxxie y suspiró. ―. ¿De qué se trataba? Sólo dímelo. Quiero decir, no estoy exactamente en posición de enloquecer de nuevo y eres lo suficientemente rápido para detenerme.

Moxxie se quedó callado un rato antes de finalmente responder: ―Vamos a tener un bebé.

― ¿En serio?―preguntó Blitzø con sorpresa... Entonces se dio cuenta de por qué reaccionó de esa manera, y su mente se volvió hacia un demonio en particular en el fondo de su corazón que nunca se había perdonado a sí mismo por haber matado... Cerrando los ojos, Blitzø sintió que se le nublaban los ojos y unas lágrimas se escaparon mientras Moxxie tomaba su mano y la apretaba.―Yo... ¿Qué fue lo que dije...?

―Nada, pero nos dimos cuenta fácilmente...―replicó Moxxie con un profundo suspiro antes de ponerse de pie. Blitzø miró lánguidamente a su amigo a los ojos mientras este preguntaba con firmeza: ―. Su esposa estaba embarazada cuando murió, ¿cierto?

Blitzø intentó decir algo, lo que fuera... Y sin embargo no pudo. Excepto por ese arrebato de hace seis meses tras su rescate, Blitzø no había dicho nada sobre su ex-esposa... y mucho menos sobre su hijo... Aún era demasiado doloroso. Incluso después de todos estos años, no podía seguir adelante y una gran parte de él no quería hacerlo; Era un castigo por su fracaso y responsabilidad en sus muertes... No fue el momento inicial de la vida miserable de Blitzø, pero fue la gota que colmó el vaso para convertirlo en el monstruo que siempre había creído que era desde que se enteró de que había matado a su madre al nacer: Zella y su bebé no tenían que morir, pero así fue y todo fue culpa de Blitzø.

―Lo siento...―susurró Blitzø sollozando en silencio. ―. ¿Qué... qué tan mal estoy...?

―Casi muere.―admitió Moxxie con un tono severo que hizo a Blitzø tragar saliva.―. Estuvo muerto durante unos siete segundos. Totalmente sin vida sobre la camilla hasta que fue reanimado... Nunca había visto a Loona tan asustada o a Millie lucir tan destrozada. Estuve a punto de hacerle RCP (1) yo mismo solo para que regresara.

...Dos pensamientos pasaron a la vez por la cabeza de Blitzø: El primero fue el agradecimiento por estar vivo, era un pensamiento normal para cualquier ser vivo... Y sin embargo, hubo un segundo pensamiento, un pensamiento más tranquilo pero terrible: "Debieron haberme dejado morir."

― ¿Cómo están las chicas?―preguntó Blitzø en un intento de de ignorar las voces en su ya arruinada cabeza.

―Millie no ha estado sintiendo nada más que culpa desde que casi se mata.―respondió Moxxie con una expresión dura, haciendo a Blitzø tragar saliva otra vez; Si hubo algo que Blitzø aprendió trabajando con Moxxie desde hace mucho tiempo era nunca jamás te metieras con su esposa: El diablillo de cabello blanco podría atravesar una legión entera de demonios y ángeles combinados solo para protegerla. ―...Y va a decirle a ella que no tuvo la culpa por lo que pasó o yo personalmente tomaré su colección de ponis y los tiraré por el inodoro.

―Anotado.―asintió Blitzø mientras se recordaba mentalmente de esconder sus modelos más preciados en un lugar seguro cuando saliera de aquí. ―. ¿Y L-L-Loona?

―Llorando, pero eso es de esperar cuando una hija casi ve morir a su padre.―replicó Moxxie con un tono más duro de lo que Blitzø esperaba, pero no tuvo ninguna razón para corregirle.―. Señor, tiene que abrirse a nosotros: ¿Quién es Zella y qué le sucedió?

―Moxxie, por favor...―susurró Blitzø cerrando los ojos.

― ¡No señor, ya es suficiente!―gritó Moxxie levantándose mientras obligaba a Blitzø a tumbarse sobre cama. A pesar del dolor, Blitzø no pudo evitar gemir de aflicción al ver a Moxxie erguido, mirándolo con rabia―. ¡Por seis meses hemos estado haciendo todo lo posible para ayudarle pero se niega a abrirse a nosotros! ¡Ya no pondré a Millie, Loona, el príncipe Stolas, la princesa Octavia y a mí mismo en esto! ¡No quiero verle odiarse tanto a si mismo y que se niegue a hacer algo para ayudar porque siente que no se lo merece...! Pues entérate Blitzo, y si, estoy usando la puta "o", así que aguántate: ¡Todos tenemos nuestros propios demonios! ¡...Incluso yo! ¿Crees que eres el único demonio aquí que vive con arrepentimiento? ¡Yo también lo hago! ¡Tengo tantos pesares y secretos que ni siquiera sé por dónde empezar, pero te diré uno ahora solo para demostrarte que hablo en serio cuando digo que quiero ayudarte!

Blitzø parpadeó mientras Moxxie respiraba hondo y retrocedía, levantando una mano como si pidiera un minuto para calmarse... Nunca había visto a su empleado actuar de esta manera y se preguntaba qué diablos podría haber tenido Moxxie que fuera tan secreto... Nunca se imaginó al pequeño quejica teniendo un oscuro secreto, ya que siempre fue tan agradable y, en una forma relativa de decirlo, normal.

Moxxie lentamente se tomó un momento para recomponerse antes de volverse hacia Blitzø con una expresión seria. ― …Lo que voy a decirte no puedes contárselo a nadie más, ¿de acuerdo? Mantendré en secreto todo lo que me digas, sin importar cuán grande o pequeño sea, si te digo una cosa sobre mí. ¿Trato?

Blitzø solo asintió mientras Moxxie respiró hondo una vez más antes de subirse una manga del traje y mostrarle un tatuaje en la muñeca con letras y números que nunca había visto antes:

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―Este es mi nombre. Mi verdadero nombre.―explicó Moxxie, haciendo que los ojos de Blitzø se abrieran como platos. ―. No nací como Moxxie, nací con un número de serie que mis padres me asignaron.

― ¡¿…Pero qué mierda?!―exclamó Blitzø agarrando su mano y volvía a mirar el tatuaje; Trató de darle una explicación a lo que veía, pero Blitzø no podía entender algo así, y había estado dando vueltas por ahí durante mucho tiempo. ―. ¡¿Qué clase de padres nombran a sus hijos con números de serie?!

―La peor clase.―respondió Moxxie retirando el brazo y subiéndose la manga. ―. Para mis padres nunca fui un hijo, fui una herramienta... Nada más y nada menos. No supe lo que era ser criado por una familia amorosa hasta cumplir los dieciséis años, y fue completamente por accidente.

― ¿Q-qué pasó?―preguntó Blitzø, ahora completamente curioso.

― ¿Qué pasó con usted y Zella?―le preguntó Moxxie de nuevo, haciendo que su jefe se estremeciera. ―. Yo le dije algo, jefe. ¡Ahora dígame algo, lo que sea!

Blitzø dudó al principio, pero luego suspiró y bajó la cabeza. ―Yo... yo... yo...

Moxxie tomó su mano nuevamente, sosteniéndolo y pronto le dio un abrazo. ―Señor, no tiene que ser sobre cómo murió o cómo se conocieron... Solo algo sobre ella. Por favor.

Sollozando, Blitzø le devolvió el abrazo y se aferró con fuerza mientras hablaba de ella por primera vez desde su muerte: ―¿Z-Z-Z-Z-Zella y yo? Í-Í-Íbamos a nombrar a nuestra hija L-L-Luna. Era una niña y... y cuando vi a Loona hace tantos años... una niñita asustada... sola en el bosque... pensé... pensé... pensé que tenía un segunda oportunidad con ella... Le puse el nombre de la hija que perdí...

Moxxie sostuvo a su jefe con más fuerza mientras este sollozaba su hombro hasta que dejó escapar un gemido que hizo que otros afuera se detuvieran y se preguntaran qué tipo de dolor estaba atravesando un demonio como ese para hacerlo gritar así. Pasaron unos minutos antes de que Blitzø finalmente comenzara a calmarse y relajarse lentamente mientras Moxxie le entregaba una caja de pañuelos. A pesar del dolor que sentía por dentro, Blitzø no pudo evitar dejar escapar un ligero alivio al admitir algo sobre Zella.. así como decir el nombre de ella y de su hija en voz alta nuevamente.

― ¿Se siente mejor?―Le preguntó Moxxie mientras Blitzø se frotaba los ojos con un pañuelo de papel.―. Por cierto, debería decírselo a Loona.

― ¿P-por qué?―preguntó Blitzø sollozando.

―Creo que le gustaría saber que lleva el nombre de alguien tan importante para usted.― Le señaló Moxxie y Blitzø asintió. ―. ¿Supongo que no tiene ningún consejo para elegir el nombre de un bebé?

Blitzø resopló y se rió entre dientes.―Deja que tu esposa sea la que decida. Confía en mí: Es mucho más fácil así.

Moxxie sonrió suavemente antes de mirarse las manos. Blitzø sabía lo que estaba pensando porque había estado allí antes: Descubrir que la mujer que amaba estaba embarazada fue una experiencia que le cambió la vida. Y aunque a Blitzø le dolía cuanto más pensaba sobre ese día, no podía negar la alegría que sintió cuando se enteró... Para Blitzø, no era solo el hecho de que estaba teniendo un bebé con Zella, con la que se casó en secreto, sino la sensación de que el destino lo había bendecido con verdadera alegría en su vida después de tantos años de dificultades.

"Y luego lo jodí todo..."

―¿Señor?―preguntó Moxxie llamando la atención de Blitzø mientras el diablillo más pequeño lo miraba nerviosamente.―. ¿Usted... Usted cree que seré un buen p-p-padre?―Moxxie se pasó la mano el cabello y continuó: ―. Mi verdadero padre era un hijo de puta, no quiero ser como él ni como mi madre; Los que veía como una figura paterna y materna eran... eran algunas de las mejores personas que conocí, pero no sé si puedo ser tan bueno como ellos... o tan bueno como lo es usted con Loona.

―Mox, mírame.―Moxxie así lo hizo y recibió una bofetada de su jefe. ―. Listo, ¿terminaste de actuar como un marica?

―¿Señor?―preguntó Moxxie frotándose la mejilla.

―Moxxie, solo voy a decir esto una vez, así que escúchame con ambos oídos. Y será mejor que no le digas a nadie que dije esto.―replicó Blitzø mientras se inclinaba hacia adelante. ―. Eres una mejor persona que yo. Eres mejor que yo porque nunca has hecho nada para comportarte como un cretino con tus seres queridos; Siempre has tratado bien a Millie y siempre has sido comprensivo con quienes lo necesitan... A diferencia de mí, que a veces actuaba como un imbécil.

¿A veces?―inquirió Moxxie arqueando las cejas.

―Esta bien, la mitad del tiempo.―Blitzø puso los ojos en blanco.―. Mira, ¿sabes por qué te pedí a ti y a Millie que cuidaran de Loona cuando pensé que iba a morir en la casa familiar de Stella? Porque confiaba en ustedes dos más que nadie para cuidar a mi bebé, ustedes entre todos los demonios. Porque sabía que ustedes estarían allí para ella y serían las figuras paternas que ella necesitaría en caso de que me sucediera algo... Así que créeme cuando digo que el chiquillo dentro del estómago de Millie va a ser el mocoso más afortunado del puto universo porque tiene al mejor papá y la mejor mamá que conozco.

―Blitz...―susurró Moxxie asombrado pero con una amplia sonrisa.

―Además, debería considerarse un jodido niño milagroso debido a que pudiste embarazar a Millie en primer lugar.―bromeó Blitzø con una sonrisa, pero Moxxie solo se rió y negó con la cabeza. ―. Pero en serio Mox, estarás bien. Solo...―Cerró los ojos y suspiró. ―...Solo protégelos siempre y nunca los dejes ir. No pases por lo que yo hice... Pase lo que pase, elígelos siempre primero. Incluso sobre Loona y sobre mi. ¿Entendido?

Moxxie vaciló, pero asintió. ―Entiendo, señor.

Un golpe en la puerta les alertó que tenían una visita y Moxxie fue a abrir la puerta. Al hacerlo, Stolas se apresuró a entrar y vio a Blitzø mirándole con alivio y alegría.

― ¡Blitzy!

Después de su conversación con Metatrón, Stolas se apresuró en regresar para llegar a los términos sobre lo que acababa de pasar: Había logrado que Metatrón estuviera de acuerdo y la mayoría de las condiciones eran aceptables. Excepto por...

"I.M.P. debe ser disuelto."

Debió haberlo visto venir; trató de disuadirle, pero la Voz de Dios fue tajante en su condición: A menos que Blitzø cerrara I.M.P y dejara de matar humanos en la Tierra, entonces el Cielo no prestaría ayuda para salvarlo... Stolas no podía tomar esa decisión, incluso si él personalmente le dijera que sí, era la decisión de Blitzø, y sabía que el diablillo se tomaría esto muy mal. A pesar de repetidamente decir que se sentía culpable por todo, I.M.P. había sido la idea de Blitzø y algo que lo hizo destacar entre los miles de diablillos del Infierno... No tan lejos como para decir que Blitzø era un héroe popular, pero se las había arreglado para darse a conocer más que la mayoría de los diablillos en sus vidas.

Ordenó a Reginald que buscara a Loona, Octavia y Millie, reuniéndose todos en el hospital para discutir lo que había sucedido. El propio Stolas convocó rápidamente un portal al hospital con la esperanza de encontrar a su amado despierto, y efectivamente, lo estaba. El búho por poco se arroja del diablillo herido y abrazarlo con su gran fuerza si no fuera porque Moxxie le impidiera lastimar a Blitzø aún más... Así que simplemente lo salpicó con besos hasta que Blitzø finalmente lo empujó lejos.

―En serio Stolas, estoy feliz por el afecto, pero dale a este chico un poco de espacio para respirar.―jadeó Blitzø limpiándose las mejillas. ―. Al menos comiste mentas para el aliento antes de venir aquí.

― ¿Cómo te sientes, Blitzy?―preguntó Stolas sentándose en la cama junto a su amante.

― Yo diría que me atropelló un auto, pero por lo que me dijo Moxxie, es más como si hubiera atropellado el auto.―bromeó Blitzø, pero al ver Stolas no se estaba riendo, suspiró. ―...Bien, me siento como la mierda.

―Después de lo que hiciste tengo ganas de gritarte, pero se lo dejaré a tu hija cuando llegue.―dijo Stolas, y Blitzø tragara saliva por tercera vez.―...Pero me alegro de que estés vivo, Blitzy. No hagas esto otra vez.

―Lo intentaré.―respondió Blitzø y Stolas lo fulminó con la mirada. ―, ¡mira, no puedo prometer nada, ¿esta bien?! Estoy jodido, Stolas. Ya no sé cómo voy a reaccionar ante cualquier cosa.

De repente la puerta se abrió de golpe y todos saltaron antes de empalidecer al ver quién entró en la habitación: Loona lucía como si estuviera a punto de destrozar todo el lugar por la rabia, el gruñido que soltó fue tan escalofriante que incluso Stolas se apartó inmediatamente de su camino mientras ella se acercaba a su padre. Lo que sucedió a continuación fue un fuerte concierto de gritos y maldiciones que obligaron a Stolas a lanzar un hechizo de privacidad para que no los echaran de allí.

Millie y Octavia también habían entrado, pero se quedaron junto a los demás mientras Loona continuaba leyéndole la cartilla a su padre. Para su crédito, Blitzø se mantuvo callado y ni una sola vez habló mientras su hija continuaba despotricando y desvariando mientras arañaba el piso o las paredes cada vez que el enojo la sobrepasaba.

Finalmente, después de un último aullido, Loona respiró hondo varias veces veces y se sentó en la cama. Nadie dijo nada mientras Loona se cubría la cara con las manos y sollozaba. Blitzø se acercó lentamente y abrazó a su hija, quien se acurrucó contra su pecho; Acariciando su cabello, él le susurró al oído tan suavemente que sonó casi inaudible, pero Stolas lo escuchó bien: ―Lo siento, mi cachorrita. Papi de verdad lo siente mucho.

Esto había hecho que Loona llorara más fuerte mientras los dos se abrazaban. Durante lo que pareció media hora, los dos siguieron llorando abrazados, sin que nadie más los interrumpiera. Lo que sea que Stolas quisiera discutir, esperaría hasta que este momento terminara.

Millie quería decirle muchas cosas a su jefe, pero sabía que era mejor dejar que Blitzø y Loona se abrazaran primero. Mientras los miraba tenía una mano apoyada contra su vientre, preguntándose si lo que veía era lo que les esperaba a ella y a Moxxie en el futuro con su propio hijo; Millie sabía que criar a un bebé no iba a ser siempre juegos y diversión, ni siempre iba a ser alegre o feliz... Ella era parte de una familia de seis hijos con ella incluida, sus padres pasaron por dificultades al criarlos; Como todas las familias hubo momentos buenos y malos a la par de momentos locos y estresantes, peleas y lágrimas mezcladas con abrazos y momentos de cariño. Aún así, tener su propia familia era algo que Millie deseaba más que nada... Pero no pudo evitar sentir que tal vez... este fue un mal momento.

Millie veía a Blitzø y Loona como parte de su familia y sintió que su embarazo solo se estaba interponiendo en el intento de ayudar a su jefe; Especialmente porque esto claramente le afectaba como si fuera un recordatorio de la pérdida de su propio hijo, uno que apenas ahora sabían que había existido.

No pudo evitar desear un poco que esto hubiera sucedido antes de que secuestraran a su jefe o después de que se recuperara... Si es que se recuperaba.

―¿Millie?―La diablilla salió de sus pensamientos para ver a Blitzø, quien la miraba con una pequeña sonrisa. ―. Supongo que es un poco tarde para decir esto, pero felicidades: No puedo pensar en una mejor futura madre que .

―Blitz... yo...―Ella apretó el puño y sollozó para contener las lágrimas. ―. Lamento que yo...

No, Mills. No te culpes.―le interrumpió Blitzø con seriedad, levantando una mano.―.No fue tu culpa. Es solo que... nunca les conté eso... que tuve una hija que perdí... es tan... difícil de tratar... ―Sacudió la cabeza y suspiró. ―. Honestamente no puedo explicarlo... no sin sentir la necesidad de arrojarme por la ventana... ¡es solo un decir!―Y todos se relajaron.―. Carajo, mala elección de palabras. Miren, yo... ¡no sé cómo decirlo o explicarlo! Pasé años reprimiéndolo todo, y luego un bicho sacado del trasero de Cthulhu invade mi cerebro y me hace no solo revivir esa mierda, ¡sino también todos los miedos que he tenido! ¡Estar solo! ¡Verlos a todos ustedes muertos! ¡Deseando estar muerto! ¡Rechazado por todos ustedes! Yo solo...

Blitzø cerró los ojos y se recostó contra su cama.

―No sé qué me puede ayudar. No creo que nada pueda ayudarme...

―...Hay una manera.―Al escuchar esas palabras, todos se volvieron hacia el Príncipe Stolas, quien miraba al suelo con tristeza y pesar. ―. Yo... encontré una manera.

―No puede ser...―exclamó Octavia con asombro mientras miraba a su padre con los ojos muy abiertos. ―. ¡¿E-E-Ellos aceptaron?! ¡¿Metatrón aceptó?!

¡¿Espera qué?!―gritaron Millie, Moxxie, Blitzø y Loona al unísono al escucharle. Millie incluso comprobó si tenía cera en los oídos porque estaba segura de haber escuchado el nombre de uno de los ángeles más poderosos y temidos del cielo.

Stolas suspiró y se volvió hacia los otros. ―Lamento haber mantenido esto en secreto durante tanto tiempo, pero sentí que era lo mejor. No había forma de curar a Blitz de los efectos del Parásito Pesadilla, ni en el Infierno o en la Tierra. Solo había una forma de hacerlo, y prácticamente tuve que pedirles a todos mis trabajadores y a Octavia su permiso para hacerlo. Yo... acabo de tener una reunión con el propio Metatrón para pedirle ayuda para curarte, Blitz. Porque el único grupo de seres que tiene los medios para curarte son los Espíritus Sanadores. Los más grandes médicos del cielo.

― ¡¿E-Espíritus Sanadores?!―gritó Moxxie de asombro y terror. ―. ¡¿Se refiere a los que el mismísimo Lord Rafael enseña?! ¿Los que prácticamente pueden acabar con cualquier enfermedad o dolencia existente, incluida las demoníacas? ¡¿Esos Espíritus Sanadores?!

Blitzø entrecerró los ojos y estaba al borde de gatear fuera de la cama para aferrarse a un nervioso Stolas antes de que Loona lo obligara a quedarse quieto.―Stolas... ¿qué hiciste?

―Blitzy...

― ¡Nada de 'Blitzy', pájaro idiota!―gritó Blitzø señalando a Stolas.―. ¡No hay forma que el Cielo pierda el tiempo sanando a un diablillo sin importancia como yo, incluso si eres amigo de uno de ellos! ¡¿Qué mierda les prometiste?!

Stolas suspiró mientras se quitaba su túnica real y revelaba los tatuajes y runas en su cuerpo, para sorpresa de todos.

―A partir de este momento he entregado mi absoluta lealtad al Cielo. Mis poderes. Mis recursos. Mis ejércitos. Todo lo que soy o seré, junto con mi linaje directo, serán dobles agentes para Dios... Por supuesto esto solo sucederá si el Cielo accede a darnos un Espíritu Sanador para curarte, Blitz. Si no lo logran o no lo hacen, esto será nulo y sin valor... Me aseguré de que ninguno de ustedes se viera afectado por esto en absoluto. Eres libre de permanecer leal al Infierno si lo deseas, y no te culparé, pero este era el precio que podía dar por salvarte.

¿...Por qué?―preguntó Blitzø incrédulo, al borde volver a llorar. ―. ¿Por qué harías esto por mí? Yo... no lo valgo. Yo...

―Tú lo vales.―afirmó Stolas acercándose y tomando la barbilla de Blitzo bajo su garra para hacer que lo mirara. ―. Blitz, tú vales mucho para mí. Todo en ti vale la pena porque estoy enamorado de ti. Has cambiado mi vida para mejor, y nunca me he arrepentido ni una sola vez de conocerte o amarte desde el día en que chocaste mi palacio por primera vez... Y antes de que digas algo, le pregunté a todas las personas que estarían vinculadas a este voto. Mi hija, mis legiones, mis sirvientes, guardias y demás. Todos juraron estar a mi lado y renunciar a su lealtad al Infierno para que puedas recuperarte del trauma que sufriste.

―Papá tiene razón.―secundó Octavia y todos se volvieron hacia ella. Ella suspiró y negó con la cabeza. ―. Si soy honesta, si esto hubiera pasado hace dos o tres años, no habría aceptado esto... Pero verte hacer tan feliz a mi papá es más que suficiente para mí. Sin mencionar que Loona es mi mejor amiga, alguien a quien veo como una hermana mayor, y ustedes dos merecen tener de nuevo una vida feliz. Sobre todo porque mi... ex-pariente jugó un papel en todo esto.

―Octavia... tú...―Con lágrimas en los ojos, Loona arrojó sobre su mejor amiga, abrazándose entre sonrisas. ―. Carajo, realmente sabes cómo hacer que una chica sienta que te debe todo...

―Luego puedes pagar las malteadas.―bromeó Octavia.

― ¿Pero están realmente dispuestos a hacer esto por mí?―Le preguntó Blitzø mientras miraba a los búhos. ―. Miren, yo... Ignorando el hecho de que todavía creo que esto es una locura, ustedes hablan de cometer traición no solo a Lucifer para toda nuestra raza demoníaca. Si alguien se entera...

―Conocemos los riesgos, Blitz.―Le interrumpió Stolas negando con la cabeza. ―. Todos lo sabemos, y vale la pena. Porque todos queremos que te recuperes y que vuelvas a ser tú. Si eso significa que tenemos que estar del lado de los ángeles, que así sea.

Blitzø desvió la mirada tomándose unos momentos, y Millie no pudo culparlo: Durante toda su vida le habían dicho que los ángeles eran los malos debido a lo que le hacían a los demonios... Recordaba todas las terribles noches donde ella y su familia se tenían que esconder en el sótano, rezando para que los Exterminadores no los encontraran y los mataran mientras dormían; Millones de diablillos habían muerto por sus manos rápidamente en el Círculo de la Ira porque había poca o nula defensa, y más de una familia que Millie conoció mientras crecía había sido completamente aniquilada por ellos.

Si era honesta, odiaba a los ángeles... Pero odiaba más la idea de perder a Blitzø. Si los ángeles estuvieran dispuestos a ayudar, entonces dejaría de lado sus miedos y su disgusto por ahora, pero eso no significaba que no olvidaría las muchas vidas que segaron. Sin embargo, a Millie le vino un pensamiento cuando preguntó: ―...Tiene que haber más, ¿cierto? ¿Una trampa o truco? ¿Qué pidieron a cambio?

La mueca de dolor en el rostro de Stolas significaba que tenía razón cuando todos miraron al demonio búho. Blitzø clavó sus ojos en Stolas, quien vaciló pero se rindió, mirando al suelo.―...Había algunas condiciones si aceptaban hacer esto: Uno, tengo que apoyar el Hazbin Hotel de la princesa Charlie.

―Um bien, eso es un poco extraño.―terció Moxxie con una ceja levantada. ―. Pensé que tanto el Cielo como el Infierno estaban creando nuevos reinos para combatir la crisis de superpoblación. ¿Por qué quieren apoyar el proyecto de la princesa?

―Ella es la sobrina de los otros siete Arcángeles principales.―explicó Stolas. ―. Lo que la gente olvida es que Lucifer fue cercano a sus hermanos Miguel, Gabriel, Rafael, Uriel, Raguel, Zerachiel y Remiel (2). Y aunque tienen evidentes problemas con su hermano, no tienen problemas con su sobrina, a quien les agrada y la respetan por hacer lo que estaba destinado al infierno: redimir a los Pecadores.

―Bueno, eso no es tan malo.―repuso Blitzø encogiéndose de hombros. ―. Quiero decir, me importa una mierda el hotel. ¿Cuáles son los otros?"

―La segunda es que el Cielo no podía obligar a un Espíritu Sanador a que acceda a curarte.―continuó Stolas. ―. Solo nos darían uno si uno de ellos accede. Si ninguno de ellos accede a curarte por su propia voluntad, entonces el trato se cancela. No tendré que jurar lealtad, pero también habremos perdido nuestra única oportunidad.

―Genial, así que tenemos que poner nuestra fe en que un ángel no sea un idiota y acepte salvar a Blitz.―resopló Loona torciendo los ojos.―. Maravillosas probabilidades.

―Metatrón me dijo que Rafael estaba seguro de que encontraría uno, y confío en él.―terció Stolas, pero negó con la cabeza. ―...Sin embargo, el problema es la tercera condición, y no puedo tomar la decisión porque todo depende de ti, Blitz.

¿Yo?―inquirió Blitzø señalándose.―. ¿Qué haría yo...?

Saben que has estado matando humanos en la Tierra.―repuso Stolas, y toda la habitación se enfrió sesenta grados de golpe. Stolas se pellizcó la nariz gruñendo. ―. Realmente eres un idiota, Blitz: Hay fotos, videos y otras pruebas de tú y su equipo en la Tierra, no has sido jodidamente sutil y, según Metatrón, saben que yo te he dado el libro desde hace algún tiempo para que hicieras tu trabajo.

―Oh, rayos...―susurró Moxxie con horror mientras se ponía pálido; Millie, parada a su lado, sintió que estaba a punto de enfermarse por la noticia... O tal vez el bebé estaba inquieto, ella no lo podía decir con certeza.―. ¡Mierdamierdamierdamierda! ¡Estamosmuertosvamosamorirexterminadosporlosángelesexorcistas! ¡Mierdamierdamierdamierda! ¡MIERDA!

― ¡¿Qué hacemos?!―exclamó Loona mirando a su alrededor aterrada, gimiendo y temblando de miedo. ―. ¡¿Qué hacemos?! ¡¿Desde hace cuánto lo saben?! ¡Mierda, vamos a ser el objetivo número uno el próximo Día de Exterminio! ¡Estamos jodidos!

― ¿...Qué he hecho...?―susurró Blitzø con horror mirándose las manos. ―. ¿Oh Dios mío, qué he hecho...?

Millie sintió que se iba a desmayar. Ellos lo sabían. El Cielo sabía que estaban matando humanos en la Tierra. Estaban muertos... No, peor que muertos. Ella no pudo evitar mirar por la ventana, preguntándose si había un Exorcista justo afuera esperando para matarlos con tiros de rifle a las cabezas. No había manera, en ninguna realidad, en la que los cuatro pudieran enfrentarse a un Escuadrón de la Muerte de Exorcistas... Incluso con Stolas ayudándolos, no sería suficiente. Sin mencionar que haría preguntas y daría lugar a más problemas.

No, estaban jodidos al 110%.

―...Espera un momento.― exhaló Octavia corriendo hacia su padre preocupada. ―. Si lo sabían todo este tiempo, ¿por qué no he tan matado aún? ¿O a alguno de nosotros?

Esto llamó la atención de todos cuando Stolas suspiró y se encogió de hombros:―Aparentemente soy demasiado valioso para ser aniquilado debido al trabajo de erradicar la crisis de superpoblación. Y porque Metatrón valora mucho nuestra amistad... También está el que ustedes cuatro sean tan débiles en la escala de poder que es casi imposible detectarlos al entrar al mundo humano.

―Normalmente diría que no soy tan débil, pero esta vez estoy dispuesta a pasarlo por alto.―susurró Loona secándose el sudor de la frente. ―. Pero espera, si saben lo que hacemos, ¿qué es lo que quieren de nosotros? No me digas que es para matar a alguien...

―No.―replicó Stolas sacudiendo la cabeza. ―. Metatrón me dijo que ustedes cuatro, así como yo, seríamos exentos por lo que hicimos si... si se detienen aquí y ahora.

―...Espera, no quieres decir...―Los ojos de Blitzø se agrandaron.

―Sí, lo siento, Blitzy.―suspiró Stolas, mirando hacia su amante con simpatía.―. Pero quieren que clausures I.M.P. inmediatamente.

Todos miraron a Blitzø, quien miró a Stolas con los ojos muy abiertos.

Millie no sabía lo que estaba pasando por la mente de su jefe, pero podía decir que estaba llorando por dentro: I.M.P fue su creación. Un sueño que había entregado su corazón y su alma, con todo el sudor y la sangre que podía dar y recibir; Había sido la primera vez que un diablillo había logrado crear su propia empresa exitosa o casi exitosa que tenía una idea única. Muchos demonios y pecadores les habían agradecido por la oportunidad de acabar con las vidas de aquellos que arruinaron sus vidas cuando estaban vivos. La mayoría de sus objetivos eran culpables de algún pecado significativo que les aseguraba un boleto rápido al Infierno, pero también había algunos inocentes... Como demonio, a Millie le importaba un bledo eso último, pero obviamente, al Cielo si le importaba.

Todos sabían que siempre existió el riesgo de que cualquiera descubriera el cómo estaban matando personas en la Tierra, pero las peores en saberlo eran los ángeles. No había forma de que no fueran perseguidos en algún momento ahora que los ángeles lo sabían... Sus muertes eran casi inevitables en este punto.

Millie y Moxxie se miraron y ella supo lo que estaba pensando su marido: Hacía mucho tiempo atrás, él le había dicho que si alguna vez llegaba un momento en el que tuviera que elegir entre su seguridad y trabajar para I.M.P. por alguna razón, Moxxie elegiría lo primero sin pestañear... Hace unos días, Millie habría intentado discutir con él sobre esa elección, pero ahora con una vida creciendo dentro de ella...

"No, no puedo elegir a Blitzø por sobre mi bebé." pensó Millie con un sollozo mientras cerraba los ojos y apretó el puño. "...No puedo."

― ¿...Quieres que renuncie a mi empresa?―musitó Blitzø bajando la cabeza. ―. ¿Todo lo que he trabajado duro durante estos últimos años? ¿Todo mi trabajo y esfuerzo? ¿Me estás diciendo que tengo que dejarlo todo?

―Lo siento, Blitz.―susurró Stolas sosteniendo su mano. ―. Si fuera por mí habría dicho que sí, pero que nunca me perdonarías por tomar esa decisión por ti: Es tu empresa. Solo tú puedes decidir qué hacer, pero ¿es realmente mucho más importante que tu vida?

― ¡No lo entiendes!―le gritó Blitzø mientras apartaba su mano de un manotazo. ―. ¡Además de Loona, esa empresa es lo que me mantuvo cuerdo todos estos años! ¡Me ha dado mucho! ¡Me dio a Moxxie y Millie! ¡Me dio a ti! ¡Es... Me dio una familia!―Se frotó los ojos para ocultar las lágrimas, negando con la cabeza.―. ¡¿Y ahora tengo que dejar todo eso?!

― ¡Papá, a quién le importa un carajo la empresa!―exclamó Loona levantándose y lo miraba con dureza, para su sorpresa. ―. Mira, nunca había admitido esto antes, ¡pero también me gustó trabajar allí! ¡No solo porque pensé que era genial ir a la Tierra y matar a un montón de imbéciles, sino porque sentí que podía ser quien era sin necesidad de joderme por un jefe imbécil!

No ayuda que dicho jefe siempre fuera tan complaciente contigo.―repuso Moxxie, lo que le valió una patada en la espinilla por la loba.

―El punto es que sí, te entiendo.―suspiró Loona cruzándose de brazos.―. Me gustó trabajar en I.M.P. Sé que no lo demostraba, pero disfruté estar allí contigo y con los tortolitos... Incluso si a veces era tonto y sin sentido.

― ¡¿P-P-Pero a dónde iremos?! ¡¿Cómo vamos a ganar dinero?!

―Uh, ¿no has escuchado a mi papá confesarte su amor las últimas cien veces?―resopló Octavia dándose un palmface.―. Puedes vivir con nosotros. Prácticamente vives allí. Loona ha estado viviendo con nosotros estos seis meses y prácticamente deambula como si fuera la dueña del lugar... Reginald ciertamente parece pensar eso. Entonces, ¿por qué no puedes vivir con nosotros como amante oficial de papá?

―P-P-Pero...

―Blitzy.―susurró Stolas mientras besaba al diablillo en la mejilla. ―. Me encantaría que vivieras conmigo. No me importa lo que digan loa demás. Puedes quedarte conmigo para siempre si es necesario.

Millie pudo ver que su jefe parecía medio dispuesto a llorar, pero estaba haciendo todo lo posible por contenerse antes de mirarla a ella y a su marido. ― ¿...Pero qué pasará con ustedes dos? Necesitan este trabajo... Ahora más que nunca con la llegada de un bebé.

Sobreviviremos, señor.―replicó Moxxie con una pequeña sonrisa, sosteniendo la mano de Millie.―. Millie y yo saldremos adelante; Si es necesario podemos volver a la casa de sus padres y trabajar allí. No me importa ensuciarme las manos y lidiar con mis suegros si eso significa que no solo tú sobrevives, sino que también nosotros estaremos a salvo.

―...En realidad tengo una solución diferente.―Casi todos, excepto Octavia y Stolas, gritaron cuando Grimbeak se materializó desde las sombras con los brazos cruzados y una sonrisa. ―.Hola a todos.

― ¡¿Q-q-qué mierda, hombre?! ¡¿Estás tratando de darme un infarto?!―gritó Blitzø agarrándose el pecho. ―. ¡Ya me morí recientemente, no necesito volver allí otra vez!

― ¡¿Por qué sigues haciendo eso y desde cuando mierda llegaste aquí?!―gritó a su vez Moxxie entre jadeos mientras Millie le frotaba la espalda.

―El amo Stolas me trajo aquí para vigilar a Blitz después de lo que sucedió, solo por si acaso.―respondió Grimbeak encogiéndose de hombros. ―. Como decía, hay otra opción: Pueden trabajar para el príncipe Stolas como parte de su equipo de seguridad.

¡¿Nosotros?!―preguntaron Millie y Moxxie al unísono antes de mirarse.

―Así es.―dijo Grimbeak asintiendo. ―. Ustedes dos demostraron su valía en la redada para salvar a su jefe. Nunca he visto un francotirador tan extraordinario como Moxxie al hacer volar ese auto con un solo disparo. Y por lo que me dijeron mis guardias de las sombras, Millie es lo suficientemente talentosa con las cuchillas para enfrentarse con demonios Tengu, de todas las criaturas... Combinando su experiencia natural como asesinos y guardaespaldas con entrenamiento adicional de nuestro lado, ustedes dos podrían trabajar para el amo Stolas y vivir una vida muy cómoda.

―Pero... los demonios Goetia nunca contratan diablillos para su seguridad.―señaló Moxxie con incredulidad. ―. Solo los contratan como sirvientes.

―Los demonios Goetia no suelen follar con diablillos de forma regular, pero parece que yo he demostrado que la teoría está equivocada, ¿no es así?―respondió Stolas con una sonrisa. ―.Confío en Grimbeak con mi vida, y si vienes con su recomendación, la aceptaré.

― ¡G-Gracias, Su Majestad!―exclamó Moxxie con una profunda reverencia.

― ¡Sí, gracias, Solas!―coreó Millie alegremente.

―¿Lo ves, papá? Seguiremos juntos, incluso sin I.M.P. La empresa podría habernos unido, pero aún podemos ser una familia incluso sin eso.―Loona puso su pata en su rodilla y lo miró directamente a los ojos con expresión suplicante. ―. Mira, me importa un comino lo que quieran los ángeles, lo que me importa eres tú. Quiero que te mejores, y si eso significa hacer un trato con el viejo barbón de allá arriba, que así sea. Pero, por favor, no antepongas tu orgullo a tu vida, papá. No solo por nuestro bien, sino también por el tuyo. .

― ¿...Realmente están de acuerdo con esto?―preguntó Blitzø mientras cada uno de ellos asentía lentamente. Tomando una respiración profunda, dejó que una pequeña sonrisa cruzara su rostro antes de cerrar los ojos. ―. Bueno, igualmente me estaba cansando de esa oficina... además, la máquina de café siempre era una mierda...

―Espera, quieres decir...

.―dijo Blitzø con un suspiro mientras negaba con la cabeza, pero luego extendió la mano. ―...Pero quiero hablar con él.

― ¿Quién?―Le preguntó Stolas.

―Metatrón. Tienes al ángel en la marcación rápida, ¿no? Dame tu teléfono y déjame hablar con él.―exigió Blitzo, para gran sorpresa de todo. A regañadientes, Stolas sacó su celular y presionó algunos botones. Todos esperaron con una respiración detenida mientras Stolas dejaba que el teléfono sonara un poco antes de que finalmente hiciera conexión.

"Has marcado al Meta con un millón de ojos. ¿Qué puedo hacer por ti?" ―preguntó Metatrón en la otra línea. Para algunos esta era la primera vez que escucharon hablar a un ángel, y solo escuchar su voz los aterrorizó por lo... sobrenatural que sonaba.

― ¿Metatrón? Habla Stolas.―dijo el búho mirando a Blitzø, quien seguía indicándole que quería el teléfono. ―. Um, Blitz ha aceptado tu tercera solicitud. Sin embargo, quiere hablar contigo.

"Um, ¿esta bien?" ―respondió Metatrón claramente sorprendido por esto también. Stolas le entregó el teléfono a Blitzø, quien lo tomó y lo presionó contra su cabeza. ―. "¿Hola?"

― ¿Sí, Metatrón? ¿La Voz de Dios y todo eso? Tres palabras para ti, amiguito.―Y Blitzø respiró hondo: ―. ¡QUÉ TE JODAN!

―Oh, rayos...―gimió Moxxie en un palmface.

"¿Disculpa?"

― ¡Ya me oíste, borrón de mierda de alas blancas!―le gritó Blitzø hasta el punto de que los demás no pudieron evitar preguntarse si ya había vuelto a la normalidad. ―. Permíteme aclararte algunas cosas directamente, ¡así que asegúrate de que tu halo no te bloquee la audición! En primer lugar, ¡nunca jodidamente abuses de Stolas o de su hija, ni a nadie que trabaje para él! ¿Qué les pidas que en el futuro se metan en tu estúpida guerra contra Lucifer y su problema con papito? Bueno, será mejor que NO los maten o asaltaré esas puertas nacaradas y bombardearé tu trasero y me mearé en las cenizas. ¡Lo que sea que hagas a Stolas hacer es lo que voy a hacer yo también! ¿Crees que tengo lealtad a Satanás o Lucifer? ¡Que se jodan! ¡A la mierda toda la puta autoridad cuando se trata de esto! Le dispararé al Rey y me follaré a su esposa después si eso quieres, ¡pero más te vale de asegurarte de mantenerlos vivos y a salvo!

Millie no pudo evitar sonreír al escucharle, y vio a Loona e incluso a Moxxie también sonriendo. Octavia lo miraba incrédula mientras Stolas parecía que estaba a punto de follarse a Blitzø en ese mismo instante.

―En segundo lugar, sea cual sea el Sanador que me envíes, será mejor que sea jodidamente bueno, ¡porque si quiero médicos de pacotilla, mejor voy al Círculo de la Codicia! En tercer lugar, terminaré con mi puta empresa, ¡pero déjame decirte algo! ¡Algunos de esos imbéciles que maté se lo merecían! ¡No es mi culpa que los humanos sean imbéciles que no pueden aprender de sus errores!―Blitzø respiró hondo varias veces antes de calmarse. ―. Mira, clausuraré I.M.P., pero no eso sucederá de un día para otro: Hay deudas que pagar, papeleo que llenar y una lista de clientes que quieren satisfacción. Podemos negarnos a los que intentan matar a personas inocentes si quieres, pero al menos danos unas semanas o meses para liquidar la empresa... Eso es todo lo que pido. Carajo, incluso podemos darte la lista de clientes y tú puedes decidir si las víctimas son buenas o no... Solo... al menos dame eso.

Todos esperaron conteniendo la respiración mientras Metatrón guardaba silencio. ―"...En primer lugar, admito que no me esperaba esto. Guau. Ha pasado un tiempo desde que alguien me gritó así. ¿Todos esos insultos ya los tenías guardados o se te iban ocurriendo? "

―Eh, más bien lo segundo. Estaba trabajando en la rabia, ¿sabes?―respondió Blitzø con calma, como si estuviera hablando con un amigo.

"Bueno, estoy impresionado."―se rió Metatrón. ―. "No había escuchado tantos insultos desde que vencí a mi hermano en ese Torneo Stellaris hace unos años. Ahora, ¿en cuanto a su solicitud? Tendré que hablar con algunos otros para permitirlo."

― ¿...Y si me permites endulzar el trato?―agregó Blitzø cerrando los ojos... Millie juraba que su jefe parecía cien años mayor por un instante. ―. Puedo darte un nombre. Un nombre que el Cielo ha estado buscando durante mucho tiempo, y puedo darte el cómo y dónde encontrarlo.

"¿De veras? ¿Y qué nombre sería ese?"―Le preguntó Metatrón con un toque divertido.

Blitzø entrecerró los ojos y dijo una sola palabra que tenía tanto peso, dolor y odio que incluso hablarlo hacía que el diablillo sintiera que le doliera horrores al decirlo.

Gadreel. (3)

Y por segunda vez ese día, Metatrón, en su habitación, se sorprendió. Se sorprendió tanto que dejó caer su taza de té, haciéndose añicos en el suelo.

"¿...Cómo sabes ese nombre?"―preguntó Metatrón en un tono tan gélido que Millie casi se orina encima del terror.

Blitzø miró a todos: ―Salgan. Todos.

― ¿Eh? ¿Pero qu...?

¡LARGO! ¡Y NO ESCUCHEN!

No hace falta decir que todos salieron de la habitación. Una vez que estuvo seguro de que nadie estaba escuchando, Blitzø susurró en voz baja pero clara al ángel en el teléfono.

…Todo este tiempo habían estado buscando al último de los cinco y por fin lo encontraron. El último de los cinco. El único que los eludió después del evento conocido como El Diluvio.

"Parece que voy a necesitar hablar con Miguel después de esto." pensó Metatrón, ya que ni siquiera podía creer lo que estaba escuchando. "...Supongo que es cierto lo que dicen que el enemigo de mi enemigo es mi amigo."

"¿Puedo preguntar cómo es que lo conoces?"― preguntó Metatrón, curioso por saber cómo.

"No lo conozco personalmente, pero una vez trabajé para alguien que sí lo conocía y estuve allí cuando hicieron negocios juntos. Supe cómo operaba y dónde hacía su trabajo... No estoy seguro de si ha cambiado en los últimos cien años, pero si es tan arrogante como cuando lo conocí durante ese tiempo, apuesto a que tiene la misma ubicación que mencioné."

"¿Por qué dar este nombre ahora, después de todos estos años?" ―inquirió Metatrón; Sabía que tenía contactos en el Infierno a pesar de hacer sus negocios principalmente en el Cielo, y sin embargo, nunca pudieron encontrarlo desde que supieron que había sobrevivido al Diluvio.

"Personalmente he querido matar al bastardo yo mismo, pero no soy estúpido. Ni siquiera estoy cerca de la fuerza de un ángel caído... Especialmente uno que es un experto en la guerra como él."― respondió Blitzø en la otra línea. ― "Digamos que le entregó las armas a alguien a quien yo odiaba y a quien maté al final... Aunque me costó mucho y jodió a mucha gente cuando lo hice. Y si sientes curiosidad al respecto, mira lo que sucedió en Ciudad Pentagrama el 16 de abril de 1927. Ese es mi trabajo. Mi legado. Mi vergüenza. Entonces, ¿tenemos un trato?"

Metatrón suspiró.

Algunos de los otros ángeles de rango superior podrían estar molestos porque él hizo esto... Sin embargo, se convencerían fácilmente por el hecho de que obtuvieron la ubicación adecuada donde se escondía uno de sus Caídos más buscados, un ángel caído que no es leal al Cielo ni al Infierno ni a nadie más que a sí mismo...― "Tenemos un trato. Nueve meses deberían ser suficientes para clausurar adecuadamente tu empresa. Me proporcionarás una lista de todos los objetivos pendientes y le haré saber cuáles serán... aceptables para eliminar. Pero en el momento en que ataques a un inocente, el trato se cancela."

"Bien, pero escucha."―suspiró Blitzø. ―. "Hablaba en serio sobre proteger a Stolas. Si le pasa algo..."

"Bueno, parece que si le importa él." pensó Metatrón con una sonrisa. ― "No te preocupes. Stolas es mi amigo. Cuido de mis amigos. Aunque, por favor, no vuelvas a insultarme. Tengo ojos en todas partes, para que sepas. Y te he estado observando en el Infierno varias veces."

"¡Claro que sí! Apuesto que todo es una..."

"¿Stolas o tus compañeros de trabajo saben que secretamente te gusta disfrazarse del Séptimo Doctor (4) y jugar que estás luchando contra los Cybermen (5) con tu fiel compañero 'ACE', que en realidad es tu peluchito de Applejack?"

"¡...Uuuuh, creo que hay estática! ¡Psshshshs! ¡No... puedo... escucharte! ¡Sshssh! ¡Se corta!"

Metatrón se rió entre dientes cuando la llamada terminó. ― "Ah, me encanta hacerle eso a la gente..."

Curioso, decidió saber qué sucedió en esa fecha específica en Ciudad Pentagrama hace tantos años: Resulta que fue un evento significativo. Uno que todavía afectaba a la ciudad incluso hoy. Al enterarse de lo que era, las alas de seis ojos de Metatrón se abrieron antes de que él silbara. "¿Este trabajaba para Gadreel? De hecho, esto tiene mucho sentido... Me pregunto por qué nunca consideramos esto." pensó.

Leer en detalle lo que pasó sobre ese día hizo que Metatrón se frotara la barbilla. Si lo que estaba leyendo era correcto, y si Blitzø decía la verdad, entonces ese diablillo era responsable de por qué Ciudad Pentagrama se había convertido en un lugar de pesadilla durante los últimos cien años...

"Puedo ver por qué el grande tiene interés en Blitz."― se dijo Metatrón mientras pensaba en su jefe... Le había dicho, mucho antes de que Stolas lo llamara, lo que iba a suceder y lo que debía hacer. Y, como siempre, tenía razón sobre los acontecimientos que se desarrollaron. ―. "Por supuesto, todavía no sé por qué quiere concentrarse tanto en ese diablillo y su grupo."

Por otra parte, tratar de entender a Dios era casi imposible, incluso para el propio Metatrón. Así que todo lo que tenía que hacer era hacer lo que había hecho desde su creación:

Poner su fe en cualquier plan que tenga el Señor.

CONTINUARÁ.


Glosario/Notas:

(1) RCP: Reanimación Cardiopulmonar.

(2) Los siete arcángeles varían según la fe Católica o Ortodoxa. He aquí una breve descripción de cada uno en este fanfic:

Miguel: Jefe de los ejércitos celestiales. Es mencionado en Apocalipsis 12:7 luchando contra "El dragón"/"La serpiente antigua".

Gabriel: Mensajero de Dios. La tradición cristiana lo designa como el mensajero para María y José y otros en la Biblia, para Mahoma en el Corán.

Rafael: El sanador máximo. Es mencionado en el Libro de Tobías (libro apócrifo de la Biblia) ayudando al protagonista contra el demonio Asmodeus.

Uriel: Regente del sol, guardián del mapa de estrellas de acuerdo al judaísmo rabínico y el cristianismo anglicano, ortodoxo, y el copto.

Raguel: Encargado de la justicia, la imparcialidad y la armonía dentro del Judaísmo y el Islam. Es mencionado en el Libro de Enoc.

Zerachiel: El que conduce a las almas al juicio, también preside el sol. Es el ángel de los niños, especialmente los niños de padres que han pecado.

Remiel: El encargado de los resucitados y el que preside las visiones verdaderas, según el Libro de Enoc.

(3) Gadreel: Uno de los más importantes Ángeles caídos y uno de los responsables de incitar a los otros ángeles a mantener relaciones con los humanos, creando a los gigantes y por ende, tanta corrupción a la Humanidad que Dios se vio obligado a resetear todo con el Diluvio Universal.

(4) El Séptimo Doctor es la séptima encarnación del protagonista de la longeva serie británica Doctor Who. En esta el Doctor es un alienígena de siglos de edad que viaja por el tiempo y el espacio en su TARDIS, frecuentemente con acompañantes, siendo una de ellas la adolescente problemática y experta en explosivos ACE.

(5) Cybermen: Son algunos de los enemigos más persistentes en Doctor Who.