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Disclaimer: Helluva Boss y Hazbin Hotel son creaciones de Vivziepop. Turn back time es creación de TalosLives. Por favor apoya el material original.


Regresando en el Tiempo

Escrito por Talos Lives

Traducción autorizada por Shade Shaw Reilly


¡Papi! ¡Papi!

Blitzø soltó un gemido mientras levantaba lentamente su cabeza de la almohada al escuchar los gimoteos de Loona; Acababa de regresar de un encargo nocturno y estaba jodidamente cansado debido al tiempo que le llevó finalmente dar tiro perfecto con su rifle de francotirador... En serio, ¿cómo carajos la paciencia era una virtud?

Mientras se frotaba los ojos, la puerta de Blitzø casi se salió de los goznes cuando una perrita del infierno de siete años con un pijama azul con huesitos entró corriendo. Con lágrimas en los ojos, Loona se enterró en el pecho de su padre adoptivo y comenzó a llorar. A pesar de refunfuñar, Blitzø respiró hondo y comenzó a frotar la espalda de su hija. ―Hey, Loony... ¿Tuviste un mal sueño a las...? ―miró la cerradura y refunfuñó. ― ¿...tres de la mañana?

¡L-l-lo-lo tuve! ―gimió Loona mientras lo abrazaba con más fuerza. ― . Estaban estos monstruos horribles... que me alejaban de ti... Gritaba y lloraba... pero no respondías... ¡por favor no me dejes!

...Oh, cariño. ― susurró Blitzø mientras se acomodaba para verla mejor. Sonriendo le respondió: ―. Papi nunca te dejará. Pase lo que pase, siempre estaré ahí cuando me necesites.

¿Lo-lo prometes? ―Le preguntó Loona enjugándose los ojos.

Promesa de meñique. ―contestó Blitzø mientras acercaba su meñique al rostro de Loona; Ella sonrió suavemente y envolvió su dedito alrededor del de Blitzø. ― Ahora es hora de que te vayas a la cama, tienes escuela y tengo que dormir un poco antes de volverme loco y volver a matar accidentalmente a la mascota del vecino.

¿Puedo... puedo dormir contigo hoy? ―susurró Loona frotándose sus patas.

Blitzø no pudo evitar sonreír. ― ¿Oh? Yo pensé alguien era un cachorra grande y fuerte que quería demostrar que ya era una niña grande durmiendo sola ― Le dio unos golpecitos en la nariz, lo que la hizo gruñir un poco antes de apartarle.

¡Soy una niña grande! Yo solo... no quiero volver a mi cama... está muy lejos. ―respondió Loona sonrojándose.

Sacudiendo la cabeza con diversión, Blitzø dejó de bromear y dejó que Loona se acostara junto a él mientras se acurrucaba cerca de su pecho. Unos minutos más tarde, ella se apagó como una luz. Blitzø suspiró mientras acariciaba su pelaje sonriendo al ver su expresión pacífica mientras dormía a su lado. Abrazándola más cerca, Blitzø cerró los ojos y lentamente se quedó dormido junto a su querida hija.

Años después:

Dios, odiaba trabajar en este trabajo de mierda. No solo estaba rodeada de idiotas, haciendo trabajos para idiotas y metiéndose en situaciones idiotas, sino que también estaba aburrida la mayor parte del tiempo... Está bien, su trabajo era jodidamente fácil: Contestar el teléfono, obtener la información sobre qué objetivo debe ser eliminado, decirle a Blitzø y a los demás a dónde ir y simplemente abrir el portal cuando regresen a casa; La paga era una basura, pero tenía mucho tiempo libre para hacer lo que le diera la gana. Además, si estaba realmente aburrida, siempre podía cabrear a Moxxie, pues el pequeño diablillo era demasiado fácil de irritar.

Su teléfono la alertó de un nuevo mensaje de texto que decía: "¡Loona! ¡Abre portal! ¡Rápido!"

Suspirando, Loona caminó hacia el círculo de invocación en la pared mientras se aseguraba de agarrar una metralleta cercana por si acaso. Con solo un simple toque y el susurro de las palabras mágicas correctas, se abrió la puerta entre el Infierno y la Tierra. Segundos más tarde, tres diablillos se arrojaron desde el interior justo cuando Loona empezó a disparar sin miramientos mientras se escuchaban los gritos de los humanos en pánico. Blitzø se levantó rápidamente y cerró el portal, por lo que los tres diablillos suspiraron de alivio.

― ¡Señor, esa fue... la peor... idea... que jamás haya tenido! ―Le gritóMoxxie con un tic en el ojo.

―Esta bien, tal vez el plan de entregar pizzas no sea algo que se deba probar en una instalación militar comunista ultra secreta en China... Sin embargo, sigo creyendo que los clásicos funcionan mejor. Además, ¡no nos hubieran atrapado tan pronto si hubieras cronometrado bien los explosivos!

Loona rápidamente perdió todo interés en la jodienda de esos dos y se dirigió a su escritorio. Se sentó y rápidamente le preguntó a Millie: ― ¿Supongo que el objetivo está muerto?

―Sí, el general hecho pedacitos gracias a ese C4. ―contestó Millie con una sonrisa. ―. Entonces, ¿vienes con nosotros al bar Hellhole por una copa?

―No, voy al Club Bloodmoon. ¿Ya sabes, un lugar que no es patético ni huele a orina? ―repuso Loona poniendo los ojos en blanco. ―. Solo asegúrense de que Blitzø no se emborrache demasiado hasta el punto en que lo encuentren esposado desnudo a un poste de luz otra vez. No lo voy a sacar de apuros de nuevo.

Blitzø pronto estuvo junto al escritorio lloriqueando mientras la miraba con ojos de cachorrito, para el disgusto de ella. ― ¡Oh, Loony! No me dejarías tirado, ¿verdad? ¡Piensa en lo que me volverá a hacer el juez!

― ¿Una fianza de doscientos dólares y un día en la cárcel? Oh, qué terrible... ―repuso Loona sacando su teléfono y enviando mensajes de texto. ―. Estás por tu cuenta, a menos que planees evitarlo fingiendo tu muerte... otra vez.

Moxxie gimió mientras se frotaba las sienes. ―Ugh, no me hagas recordar ese incidente. ¡Todavía no puedo creer que haya llegado tan lejos como para tener su propio funeral con ataúd abierto!

―Oye, casi funcionó si no fuera por el hecho de que Stolas lo arruinó al aparecer y llorar por mí. ―gruñó Blitzø cruzando los brazos. ―...Juro que él estaba tratando de agarrar mi entrepierna incluso cuando creyó que estaba muerto; El bastardo debe estar metido en alguna mierda muy pervertida...

Yyyyyy aquí es donde termino la conversación para ir a emborracharme. ―Le interrumpió Moxxie mientras tomaba a su esposa de la mano. ―. Nos vemos en el bar, Blitzø.

Blitzø les indicó que se fueran mientras entraba a su oficina y cerraba la puerta detrás de él. Loona aprovechó este momento para ponerse los auriculares y escuchar un poco de música metal mientras consultaba rápidamente con sus amigos de parranda si todavía estaban despiertos para esta noche; Una vez que tuvo la confirmación, Loona estaba a punto de irse cuando Blitzø asomó la cabeza fuera de su oficina. ― ¡Oh, Loony! ¿Te importaría venir aquí un minuto?

― ¿Tengo otra opción? ― inquirió Loona levantando una ceja.

―Es sólo por dos minutos, cariño. ―respondió Blitzø con un guiño. ―, te prometo que no tomará mucho tiempo.

Poniendo los ojos en blanco, Loona entró en su oficina, donde se sorprendió un poco al ver un círculo mágico con runas en el medio de la habitación... No era el círculo mágico que solían usar habitualmente para llegar al mundo de los vivos debido a que tenía diferentes símbolos y formas, lo que la hizo preguntarse qué estaría planeando Blitzø... Y fuera lo que fuese, no tenía ninguna duda de que sería una estupidez.

―Mira, he estado investigando el libro elegante que tenemos, ¡y creo que dominé algunos hechizos, entonces podemos transportarnos instantáneamente a cualquier lugar del Infierno siempre que esté dentro del Círculo! ―Le explicó Blitzø con una sonrisa.

― ¿Y esto importa porque...? ― preguntó Loona con indiferencia.

―Bueno, pensé que, dado que tu club está tan lejos, ¡podría llevarte a través de la magia! ― respondió Blitzø con una sonrisa orgullosa. ―. Después de todo, un padre siempre está cuidando a su pequeña.

―Gracias, pero creo que me llevaré mi auto―respondió Loona y cuando estaba a punto de darse la vuelta, Blitzø se deslizó justo delante de ella.

― ¡Por favor, Loony! ¡Por favorcitooo...! ―Loona gruñó mientras su padre parpadeaba un par de veces antes de suspirar. ―. Prometo que valdrá la pena.

―...bien. ―refunfuñó mientras caminaba hacia el círculo.

Una vez que estuvo en posición, Blitzø sacó el libro y comenzó a agitar las manos. ―Está bien, entonces puede haber un poco de sensación de estática cuando esto sucede, ¡pero no dolerá! Ahora... ―Y carraspeando, Blitzø comenzó a recitar las palabras del libro para lanzar el hechizo. Las runas comenzaron a brillar a medida que se decían las poderosas oraciones, y el viento comenzó a canalizarse a su alrededor.

Los ojos de Loona se agrandaron mientras se preguntaba si Blitzø realmente logró hacer esto bien hasta que vio chispas de luz que aparecían en los bordes del círculo. ― ¿Um, Blitzø?

― ¡Ahora no, cariño, casi termino! ―decía Blitzø mientras continuaba su canto.

―Blitzø, creo que deberías...―Loona no pudo terminar lo que decía pues los rayos de luz la envolvieron, haciéndola brillar como un árbol de Navidad. Blitzø gritó mientras se agachaba para cubrirse cuando un destello de luz emergió alrededor de Loona antes de que desapareciera casi tan rápido como llegó.

Loona podía sentir un dolor de cabeza cuando gimió y puso los ojos en blanco. Podía oler pelo quemada y hollín por todas partes mientras lentamente miraba su cuerpo antes de quedarse petrificada de horror. Jadeando, corrió hacia el espejo de pared que estaba en la habitación y gritó. ― ¡MI PELAJE!

Parecía que le habían dado una terapia de electroshock sobre su abrigo blanco y gris, dejándolo revuelto, puntiagudo y encrespado. Su cabello y su cola eran los peores que se veían y gimió al darse cuenta de cuánto tiempo le tomaría que todo volviera a la normalidad. Gruñendo, volvió su mirada hacia un Blitzø sudoroso que tragó saliva y sonrió débilmente. ―Um... no está tan mal... so-solo necesita arreglarlo un poco y...

¡¿No está mal?! ¡Mírame! ―Le gritó Loona mientras agarraba su cola y la empujaba contra la cara de Blitzø. ― ¡Me veo como un puto puercoespín! ¡No puedo ir al club con este aspecto! ¡Argh! ―Loona agarró y tiró al suelo uno de los archivadores cercanos antes de abrir la puerta de golpe. ―. ¡Gracias por arruinar mi noche, Blitzø! ¡Siempre haces mierdas como esta! ¡Te odio! ¡Hazme un puto favor y aléjate de mi vida!

Blitzø levantó las manos e intentó decir algo, pero Loona ya había cerrado la puerta con un portazo. ...Bajó la cabeza y suspiró. ―Lo siento...―susurró antes de cerrar el libro y esperó unos minutos hasta que escuchó el auto de Loona salir del estacionamiento. Suspirando, salió lentamente de su oficina... Realmente necesitaba beber ahora.

...

A pesar de que el Hellhole estaba tan ruidoso y enérgico como siempre, un diablillo en particular no estaba tan eufórico los otros, no se divertía, ni estaba borracho o feliz: Apoyándose contra su palma mientras tomaba tranquilamente su cerveza, Blitzø miraba la pared cercana con una expresión apagada en su rostro... Sus pensamientos volvieron a lo que sucedió antes. Esta no era la primera vez que Loona lo odiaba por algo que hizo por accidente o adrede. Demonios, ella parecía siempre enojada incluso cuando él no estaba haciendo nada... Esto hizo que Blitzo se preguntara qué sucedió a lo largo de los años desde que comenzó su empresa; Antes, él y Loona parecían tener una relación tan feliz y significativa... Ahora es como si apenas fueran familia.

―Blitzø, ¿te sientes bien? ―Le preguntó Millie levantando una ceja. ―. Pareces alguien que se enteró de que tiene cáncer.

Suspirando, Blitzø tomó otro sorbo de su cerveza antes de responder: ―Hice algo que enojó a Loona.

― ¿Y cuándo no está enojada, señor? ―inquirió Moxxie poniendo los ojos en blanco. ―. Ella siempre ha sido irrespetuosa y se molesta por todo lo que usted hace. Sin mencionar que ella nos hace lo mismo.

―...Ella solía ser una chica dulce. ― murmuró Blitzø. ―. ¿Saben que antes me llamaba "papá"? Y ahora es solo 'Blitzø'.

―Aw, ella solo está pasando por una fase, jefe. ― le aseguró Millie mientras le daba una palmadita en el hombro. ―. Mi hermana mayor solía ser así hasta que finalmente salió de eso... Estoy segura de que ella todavía te quiere.

―Supongo...―dijo Blitzø en voz baja mientras terminaba su cerveza y la arrojaba sobre su hombro, donde se estrelló contra en la cara de otro diablillo, el cual empezó a correr gritando de dolor por los cristales en sus ojos. Dejando su dinero en efectivo sobre la mesa, Blitzø se levantó e hizo un gesto triste al matrimonio. ―. Me voy a casa. Nos vemos mañana en el trabajo.

―Señor, ¿sólo bebió una cerveza? Por lo general bebe al menos cinco. ―Le señaló Moxxie.

―No estoy de humor. ―murmuró Blitzø, lo que hizo que los dos diablillos se miraran preocupados. Antes de que pudieran hacer más preguntas, Blitzø ya se dirigía hacia la puerta de salida.

Una vez afuera, hizo una pausa y sacó su teléfono celular. Miró sus fotos y comenzó a repasar esos viejos recuerdos, como el octavo cumpleaños de Loona, donde se la podía ver asfixiando el pastel en su cara mientras Blitzø, vestido con su antiguo traje de payaso, se unía a la diversión; O cuando tenía catorce años y sostenía su trofeo de fútbol juvenil de la escuela con una sonrisa orgullosa. Incluso cuando tenía diecisiete años, vestida para la noche de graduación, con una sonrisa y un sonrojo mientras posaba junto a Blitzø antes de salir para su gran noche. Suspirando, Blitzø guardó su teléfono y miró las estrellas. ―...A veces me gustaría que pudiera retroceder en el tiempo...―murmuró para sí antes de conseguir las llaves de la van de la empresa.

...Y sin que Blitzø lo supiera, otros dos diablillos lo espiaban desde la ventana del bar. Uno era más o menos de su propia altura con el pelo cortado al rape y solo un cuerno, llevaba una chaqueta de cuero y tenía una cicatriz alrededor del ojo izquierdo. El otro diablillo era pequeño pero musculoso, con media melena, una sudadera con capucha que tenía un dibujo de un cuchillo ensangrentado con un ojo en la hoja en la espalda.

― ¿Ese es él? ―preguntaba el más bajo mientras escupía en el suelo. ―, no parece tan duro.

―Créeme, es más duro de lo que parece. ―gruñó el más alto, sorbiendo su whisky. ―Recuerda, este es el tipo responsable de acabar con nuestras pandillas hace tantos años. Has visto lo que hace ahora, ¿verdad? Va al mundo humano para eliminar a la gente de allí, y ha matado a algunos objetivos de alto rango como generales y políticos... También hay noticias en la calle que dicen que es muy amigo de algún noble señor Goetia.

―Bah, es como el resto de nosotros: Caga, sangra y muere como cualquiera―repuso el diablillo más bajo, haciendo crujir sus nudillos. ―. Entonces, ¿lo hacemos, Marcus?

―No―replicó Marcus terminando su bebida. ―. Necesitaremos a los demás para eliminarlo. Por ahora, esperaremos...―Miró donde estaba Blitzø en su auto, antes de hacer una pistola con la mano y apuntándolo al diablillo asesino, Marcus fingió disparar y sonrió. ―. Y luego lo jodemos.

...

Al entrar en su apartamento Blitzø se tomó un momento para contemplar la habitación de su hija, cerrada y encadenada como siempre. Se detuvo frente a la puerta y levantó la mano para llamar, pero se detuvo y negó con la cabeza. Lo más probable era que su hija simplemente lo ignorara o simplemente le dijera que se largara.

Caminando hacia su propia habitación, Blitzø se quitó la ropa de trabajo antes de ponerse unos calzoncillos para dormir. Luego cerró la puerta, apagó las luces y se metió en la cama sin hacer ruido.

...

― ¡Levántate! ¡Levántate ya!

―Ugh, ¿qué? ―murmuró Blitzø mientras trataba de ignorar esa voz aguda en sus oídos. Un par de manos estaban zarandeándolo, sentía unas uñas diminutas en ellas, y se preguntó si el molesto perro del vecino se soltó nuevamente. ―Ugh... ¿qué hora es?

― ¡Son más de las siete! ¡Necesitas hacer el desayuno antes de que yo vaya a la escuela, papá!

―Loona, el trabajo no empieza hasta las nueve. Podemos... esperar... un minuto...―Los ojos de Blitzø se abrieron mientras se levantaba lentamente, mirando a la pared―. ¿Desde cuándo volviste a la escuela? No querías ir a la universidad. ¿Y desde cuándo...? ―Se volvió y sintió que su voz se apagaba lentamente y sus ojos se agrandaron. ―...Volviste... a llamarme... papá...

Tenía que estar soñando, no había manera de que estaba viendo lo que estaba viendo, Blitzo se golpeó a sí mismo con ambas manos y luego con la cola para asegurarse; El dolor que sintió en su rostro dejó en claro que esto de hecho no era un sueño. Blitzø sintió que su mente se cerraba cuando un par de ojos curiosos y molestos lo miraron. ― ¡Papá! ¡Deja de mirarme así! Además, ¡¿qué le hiciste a mi habitación?! Todo es oscuro y espeluznante como algunas de esas personas góticas de las que me hablaste. ¡¿Dónde están todos mis juguetes y peluches?!

¡¿L-L-L-Loona?! ―jadeó Blitzø señalando a la perrita infernal de siete años en pijamas negros que eran demasiado grandes para ella. ―. ¡¿Eres tú?!

―Um, ¿sí? ―contestó Loona inclinando la cabeza. ―. Papá, ¿estás enfermo o algo? ―Blitzø no contestó, sino que tomó su teléfono mientras Loona lo miraba con asombro. ―. ¡Guau, nunca antes había visto un celular así! ―Haciendo caso omiso de las preguntas que hacía su hija, comprobó la fecha y la hora: 21 de abril de 2021. Está bien, no había ningún viaje en el tiempo, descartado entonces. Luego comenzó a llamar a Moxxie mientras Loona resoplaba y se cruzaba de brazos. ―. ¡Papá, deja de ignorarme!

―L-lo siento, Loona, um...―Blitzø trató de pensar en algo. Si no hubiera viajado a través del tiempo, entonces algo debió haber sucedido que hizo que su hija volviera a tener siete años. Ella no parecía retener sus recuerdos de ese año y trató de inventar una mentira rápida para no asustarla. ―. ¡No-no tienes que ir a la escuela hoy! ¡De hecho, papi te llevará al trabajo!

― ¡¿De veras?! ¡No tengo que ir a la escuela, yupiiiii! ―gritó Loona mientras brincaba y ladraba de alegría. Meneando la cola, Loona estaba a punto de salir de la habitación para seguir celebrando, pero se detuvo. ―...Espera un minuto. ―Se volvió hacia Blitzø. ―. Papá, dijiste que el trabajo era demasiado peligroso para mí.

― ¡Bu-bueno, realmente no vas a ver como trabajo! Es un día de padre e hija, y pensé en mostrarte la oficina de I.M.P! ―dijo Blitzø con una sonrisa falsa. De repente, Loona se estaba riendo a carcajadas y apuntaba a Blitzø. ―. ¿Qué? ¿Qué es tan gracioso?

― ¡Dijiste pipí, pipí en inglés! ―decía Loona entre risas de sacarle la lengua. ―. ¡Papá dijo pipí! ¡Papá dijo pipí! ―decía con voz cantarina... De repente, hizo una pausa y puso sus manos entre sus piernas mientras su cola se envolvía alrededor de ella. ―. Um, en realidad... Necesito hacer pipí. ¡Ya vuelvo, papá!

― ¡Recuerda lavarte las manos! ―gritó Blitzø antes de quedarse petrificado: Le acaba de decir a la que se suponía que era su hija de diecinueve años que se lavara las manos después de orinar. ―. Carajo, si hubiera una excusa para emborracharse por la mañana...

Finalmente, Moxxie respondió con voz cansada. ― "Ugh, ¿qué quieres, Blitzø? Es demasiado temprano..."

― ¡Moxxie, escucha, necesito que tú y Millie vayan a la oficina lo antes posible! Y pase lo que pase, ¡no se asusten! ¡Porque yo ya lo estoy!

"¿Señor, ¿qué...?"

Blitzø cortó la llamada y rápidamente se cambió antes de salir corriendo de su habitación. No tenía ni puta idea de lo que estaba pasando y no sabía cómo arreglarlo, pero él y Loona necesitan ir a la oficina ahora mismo... Su (ahora pequeña) hija agitaba sus piernas mientras estaba sentada en una de las sillas del comedor. Al verlo, se quejó: ―Papá, no pude encontrar mi cereal favorito. ¿Puedes prepararme el desayuno?

― Um, bueno, ¡vamos a desayunar afuera antes de ir al trabajo! ―replicó Blitzø rápidamente, para la felicidad de Loona. ―. ¡Así que ponte ropa, cariño! ¡Nos vamos!

―...Um, pero no puedo encontrar mi ropa. ― Le señaló Loona mientras se levantaba de la silla. ― . Toda mi ropa fue reemplazada por un montón de cosas negras raras. Además, encontré esta extraña varilla gruesa que vibra cuando presiono el botón. ¿Es un juguete nuevo?

¡NO! ― gritó Blitzø completamente sonrojado―. ¡No puedes jugar con juguetes así hasta que seas mayor! Lo que eres... pero no ahora... um...

―...Papá, ¿has vuelto a tomar doble dosis de tus medicamentos? El doctor dijo que no puedes hacer eso o te pondrás más raro de lo normal― Le señaló Loona inclinando la cabeza.

―Créeme, voy a necesitar dosis doble. ― murmuró Blitzø frotándose la cabeza. Se arrodilló y levantó a su hija, lo que le hizo darse cuenta de que no había hecho esto en bastante tiempo. Ella era tan ligera y adorable que él sonrió de verdad mientras aquellos viejos sentimientos nostálgicos comenzaban a burbujear dentro de él. ― . Por qué no compramos ropa nueva después de desayunar, ¿te parece?

― ¿Seguro? Siempre dices que no hay mucho dinero.

Riendo, Blitzø le dio unos golpecitos en la nariz, haciéndola reír a su vez: —¿Por ti, cariño? No hay precio.

En un movimiento sorpresa, Loona envolvió lentamente sus pequeños brazos alrededor de su cuello, abrazándolo. Blitzø se sintió petrificado mientras trataba de recordar la última vez que había sentido el cálido pelaje de su hija en un abrazo tan cariñoso... Era tan gentil y suave que su corazón se derritió ante tan simple toques. Cerrando los ojos, una cálida sonrisa se extendió por los labios de Blitzø mientras le devolvía el abrazo a su hija.

Tal vez, después de todo, había algunos beneficios adicionales para este extraño fenómeno.

TBC