Hubo momentos en que Moxxie realmente quería reconsiderar sus elecciones de vida, a menudo uno de ellos siendo el por qué aceptó la oferta de trabajo de Blitzø en primer lugar hace tantos años. Bueno, por el hecho de que el desempleo era terrible y necesitaba un trabajo con urgencia, quizás. Moxxie tomó un sorbo de su café con leche y se frotó los ojos para quitarse las lagañas por despertarse tan temprano gracias a la llamada telefónica de su jefe. ―Ugh, sea lo que sea que Blitzø haya hecho esta vez, será mejor que sea una emergencia real o de lo contrario lo voy a noquear, le pondré un traje de stripper y lo enviaré por correo a Stolas con un bonito lazo rojo encima.
Millie, en el volante, se volvió hacia él con una suave sonrisa. ―Vamos, Mox. Parecía que era un problema grave.
―Oh, por favor―refunfuñó Moxxie poniendo los ojos en blanco. ―, para Blitzø un problema serio sería no tener los calcetines adecuados o no tener suficiente leche en el refrigerador.
―Bueno, pronto veremos lo que es. ―concilió Millie mientras estacionaba en el lugar habitual en el estacionamiento. Al salir, los dos miraron hacia el edificio para ver que no estaba (todavía) en llamas, por lo que no podría haber sido tan malo.
No les tomó mucho tiempo llegar a su oficina, donde encontraron a Blitzø paseando de un lado a otro mientras se mordía las uñas. Suspiró aliviado al verlos a ambos: ― ¡Ahí están, ya me estaba preocupando! Escuchen, antes de cualquier cosa, ¡quiero que me sigan la corriente!
― ¿Seguir la corriente? ―preguntó Moxxie levantando una ceja. ―. Señor, ¿qué está...? ¡AUUCH!
Algo mordió duro la cola de Moxxie, lo que lo hizo saltar antes de aterrizar en los brazos de su esposa. Los dos diablillos miraron hacia abajo y se quedaron en shock ante lo que veían: Una pequeña perrita infernal de siete años de edad, vestida con una camisa blanca con el dibujo de un arco iris cubierto de sangre en el centro y jeans azules, la cual perseguía una araña por el suelo con una expresión emocionada. La cachorrita corría casi chocando con todo hasta que estuvo lo suficientemente cerca para que Blitzø la agarrara.
― ¡Oh, pero papá! ¡Casi la atrapo! ― gimió la cachorrita infernal.
― ¡¿"¡¿Papá"?! ―exclamaron Moxxie y Millie al unísono mirándose el uno al otro antes de mirar a su nervioso jefe.
―Bueno, Loona, debes tener más cuidado. Mordiste la cola de Moxxie por accidente. ―le dijo Blitzø sonriendo.
― ¡¿L-L-Loona?! ―volvió a decir la pareja al unísono con incredulidad. Millie estaba tan sorprendida que dejó caer a su marido al suelo.
― ¿Sí? ―preguntó Loona, volviéndose hacia los dos diablillos antes de inclinar la cabeza. ―. ¿Quiénes son ustedes?
Moxxie se sacudió el polvo antes de mirar más de cerca a la cachorra que tenía delante. Entrecerró los ojos y, de hecho, pudo ver similitudes con Loona: Mismo pelaje, mismos ojos y la voz sonaba como una versión más joven de la secretaria... Sin embargo, ¿el hecho de que estaba mirando a Moxxie y Millie con una curiosidad tan inocente y no los conozca, llamando a Blitzø "papá", y que de hecho estaba sonreído? ...Todo esto hizo que el cerebro de Moxxie gritara "¡MENTIRA!" como si fuera la alarma de un auto.
―Loony, estos son los compañeros del trabajo de papi. ―respondió Blitzø mientras los presentaba. ―. ¡Estos son Moxxie y su esposa, Millie! ¡Son mis mejores amigos! ―...Y luego les echó a los dos una mirada que decía: "Sigan el juego o están muertos".
― ¡O-Oh, sí! Blitzø nos contó todo sobre ti... L-Loona. ―mintió Moxxie mientras se frotaba la nuca e intentaba sonreír.
Loona saltó de las manos de su padre y se acercó a Moxxie. Ella comenzó a olfatearlo como un perro promedio, lo que hizo que el diablillo se sintiera muy incómodo, especialmente cuando comenzó a olfatearle cerca de su trasero, luego le sonrió y dijo alegremente: ― ¡Me gustas! ¡Hueles bien! ¡Soy Loona!
― ¡Aaaaawwww! ―exclamó Millie saliendo rápidamente de su conmoción y levantó a Loona. ― ¡ay, eres la cosita más adorable que jamás haya visto!
Riendo, Loona lamió la cara de Millie: ― ¡Tú me gustas aún más! ―Luego miró a los dos diablillos con los ojos muy abiertos. ―. Están casados, ¿verdad? ¿También tienen hijos?
Ruborizándose, Moxxie tiró del cuello de su camisa. ―Um, nosotros, eh... todavía no estamos listos para tener hijos...
― ¿Por qué? ¿No pueden pagarle a la cigüeña? ―Le preguntó Loona inclinando la cabeza, lo que hizo reír a Millie al escuchar eso. Resoplando, Loona se volvió hacia su padre: ―. ¡Papá! ¡Tienes que pagarle mejor a tus amigos! ¡No tienen suficiente dinero para comprar niños!
―Uh, b-b-bueno, yo...
Sonriendo, Moxxie se cruzó de brazos: ―Sí, Blitzø, ¿qué tal un aumento? Después de todo somos mejores amigos, ¿verdad? ―...No le importaba si su jefe le estuviera mirando con ojos centellantes que le prometían una muerte dolorosa, para Mox esto era divertidísimo. ―. No querrás decepcionar a tu hija, ¿verdad?
Blitzø estaba a punto de decir algo cuando de repente fue atacado con el arma más poderosa que un pequeño demonio cachorro podía usar: Sus ojos. Con ojos muy abiertos y llenos de alma pura, Loona comenzó a sollozar mientras miraba a su padre con tanta tristeza que los tres diablillos sintieron que sus fibras del corazón comenzaban a romperse. ―Pa-papi... siempre dices que... los a-a-amigos son muy importantes... t-tú no estabas mintiendo cuando dijiste eso... ¿ve-verdad?
―...Dios, recuerdo por qué odiaba esos ojos...―murmuró Blitzø mientras se palmeaba la cara. ―. ¡Okey! ¡Bien, ambos reciben un aumento! ¡¿Contentos?!
― ¡Hurra! ―vitoreaba Loona con los brazos en alto mientras Millie se unía a ella. Moxxie se rió y se acercó a su jefe mientras le daba una palmada en la espalda.
―Gracias, señor. ―tercio Moxxie con una sonrisa. ―. Hizo feliz a Loona y nos hizo felices a nosotros. Todos ganamos~.
―Un día, Moxxie―murmuró Blitzø con tono asesino. ―, te arrepentirás de esto.
Moxxie no tenía ninguna duda de que su jefe cumpliría con su amenaza, pero por ahora quería disfrutar de su pequeña victoria. Sin embargo, se dio cuenta de que necesitaba hablar con Blitzø sobre lo que le sucedió a Loona, por lo que se volvió hacia su esposa. ― ¿Millie, querida? ¿Podrías mostrarle a Loona nuestra oficina? Creo que le gustaría ver tu colección de juguetes de Pokémon del mundo humano. ―Se aseguró de señalar sutilmente a Blitzø y a él con su cola para que ella entendiera que era hora de la conversación privada.
Al darse cuenta de lo que quería decir, Millie sonrió y asintió. ― ¡Claro! ¡Vamos, Loona! Puedo mostrarte a Dodrio, Pichu, Quilava, Bronzong, Flygon y Spheal.
Una vez que los dos estuvieron a solos en la oficina y fuera del alcance del oído, Moxxie se volvió hacia Blitzø con un suspiro. ―Está bien, ¿qué carajos pasó? Y, ¿esto es permanente? Porque tengo que decir que me gusta mucho más esta Loona.
― ¡No lo sé! ―exclamó Blitzø levantando las manos. ―. Me desperté esta mañana y me encuentro que mi hija de diecinueve años repentinamente ha perdido unos doce años sin ningún recuerdo de su vida salvo los primeros siete. Ella todavía piensa que está en la escuela, no te conoce a ti ni a Millie y de verdad me está llamando 'papá' por primera vez en... Cristo, no sé cuánto tiempo.
―Bueno, ¿sucedió algo ayer que pudo haber causado esto? ―Inquirió Moxxie.
―Lo único que sucedió fue que intenté ese... hechizo... en... Loona...―Y Blitzø se abofeteó la cara negando con la cabeza. ―. ¡Mierda!
―Y ahí está la respuesta. ―repuso Moxxie poniendo los ojos en blanco. ―. En serio, ¿qué hechizo le estaba lanzando a Loona que la convirtió en una adorable bolita de pelo que mi esposa parece a punto de adoptar en cualquier momento?
―En primer lugar, Loona es mi adorable bolita de pelo. ―terció Blitzø apoyando un dedo en el pecho de Moxxie―. ¡Nadie la tiene como hija excepto yo! Segundo...―Se precipitó en su oficina y se dirigió al cartel de él y sus hermanas cuando él era parte del circo. Lo apartó y comenzó a abrir la caja fuerte con la combinación. Abriendo la cerradura, Blitzø sacó el libro y comenzó a hojearlo rápidamente. ―. Se suponía que era un hechizo de tele-transportación. Uno que podría llevarte a cualquier lugar en el mismo Círculo del Infierno en el que estés, pero todo lo que hizo fue darle a Loona un mal día de cabello.
― ¿Y no lo comprobó primero antes de probarlo en su hija? ―preguntó Moxxie sin sonar en lo más mínimo sorprendido. ―Señor, no es un experto en magia: Le tomó catorce intentos solo para conseguir que el portal al mundo humano fuera correcto. Todos los demás intentos anteriores nos llevaron a un mundo o dimensión completamente diferente... Incluyendo ese Infierno donde vimos al demonio más aterrador siendo asesinado por un tipo con armadura verde empuñando una escopeta y una motosierra... Un tipo que casi nos mata después de que nos cagáramos encima.
―Ugh, no me lo recuerdes. Esos eran mis pantalones favoritos antes de que se arruinaran...―murmuró Blitzø mientras pasaba las páginas antes de encontrarlo. ―. Está bien, mira, esto es... oh... ¡qué me jodan!
― ¿Qué? ―preguntó Moxxie acercándose para ver la página.
―Leí la página equivocada por accidente. ―refunfuñó Blitzø mientras señalaba el hechizo de la izquierda. ―. Este era el que necesitaba, pero en cambio...―Luego señaló el de la derecha. ―, Copié este círculo mágico y pronuncié su lenguaje.
― "Hechizo de la edad de la juventud", ―leyó Moxxie. ―. "Cuando se coloca a alguien en este círculo y el canto se expresa correctamente, la edad del sujeto se reducirá a varios años según las runas utilizadas en el área del círculo exterior"... ―Moxxie leyó un poco más antes de decir: ―. No dice si es permanente o no. Llamaría al príncipe Stolas si fuera usted, él podría saber más.
―Ugh, ¿tengo que hacerlo? ―gimió Blitzø, pero Moxxie asintió. ―. Bien, pero será mejor que no me pida que haga otro juego previo con mantequilla de maní y jalea en nuestra próxima sesión... Me tomó horas quitar esa mierda de mis bolas.
―...Su novio sí que está seriamente reprimido sexualmente. ―Le señaló Moxxie.
― Él no es mi novio. ―murmuró Blitzø mientras se sonrojaba. Empezó a marcar el número de Stolas, algo que nunca pensó que tendría que hacer en su vida, y esperó a que contestara el príncipe búho. Efectivamente, hubo un chillido agudo que sonaba encantado de escuchar a su juguete favorito.
― "¡Hola, Blitzy! ¿Qué puedo hacer por ti, mi querido diablillo? ¿Te sientes solo? Si es así, puedo venir y darte algo de... entretenimiento."
― Ugh, Satanás, mátame...―murmuró Blitzø antes de aclararse la garganta. ― . Stolas, estoy en un aprieto y necesito tu ayuda, ¡es en serio! ¡Tiene que ver con mi hija!
― "Oh, ¿está todo bien con Loona?" ― Stolas preguntó con curiosidad.
―Bueno, es difícil de decir. ―admitió Blitzø mientras continuaba. ―. Anoche accidentalmente usé el hechizo 'Edad de la juventud' en ella en lugar de uno de tele-transporte. ¡Esta mañana se despertó como una niña de siete años sin recuerdos de su edad adulta! ¡¿Sabes algo sobre eso?!
― "Ah, sí, conozco ese: Fue diseñado por alguien que deseaba experimentar las alegrías de su infancia cada vez que se sentía deprimido como adulto. Supongo que es un hechizo que todos podemos estar de acuerdo en haber querido usar en algún momento de nuestras vidas. Pero no me preocuparía, el hechizo es inofensivo y solo dura un día. En unas horas, debería volver a su estado normal."
Suspirando de alivio, Blitzø respondió: ―Gracias, Stolas. Tenía miedo de tener que pasar otra vez por la pubertad de Loona.
― "Humm, sí, si se parece en algo a lo que pasó mi propia hija cuando pasó por esa etapa, puedo simpatizar contigo" ―dijo Stolas. ―. "Sabes, siempre pueden venir a jugar. Octavia ha querido empezar a cuidar niños para ganar su propio dinero, y los adultos podemos tener nuestro propio juego..."
Blitzø terminó la llamada antes de Stolas que pudiera terminar esa frase. ―Bueno, supongo que, a la larga, no hay nada de qué preocuparse.
―Entonces, ¿qué va a hacer mientras tanto hasta que termine el hechizo? ― Le preguntó Moxxie levantando una ceja.
― ¿Qué quieres decir?
Moxxie se rió entre dientes ante la estupidez de su jefe antes de señalar lo obvio: ―Señor, ayer se estaba quejando de cómo usted y Loona no se han conectado como padre e hija. Esta es una oportunidad para volver a esos tiempos felices y divertirse. Piénselo, ¿cuándo fue la última vez que vio a Loona tan feliz o cariñosa?
Blitzø se quedó petrificado y una expresión pensativa apareció en su rostro. ―Pues ha sido un tiempo...
―Exacto, entonces aprovéchelo. ¿Qué tiene de malo tratar de darle a su hija un momento feliz antes de que vuelva a la normalidad? ― Le señaló Moxxie.
―Sabes... creo que tienes razón por una vez, Moxxie― terció Blitzø con una sonrisa creciente. Estaba a punto de salir corriendo de su oficina antes de que se detuviera y se volviera hacia Moxxie. ―...Te das cuenta de que esto no cambia mi deseo de vengarme de ti más tarde, ¿cierto?
―Eh, estoy seguro de que lo superaré como siempre. ― repuso Moxxie. ―, pero aún vamos a recibir ese aumento, ¿verdad?
―Medio aumento.
―Hecho.
...
Blitzø odiaba admitirlo, pero Moxxie tenía razón: Esta era la oportunidad que había estado esperando en tanto tiempo; Por mucho tiempo había sentido como si hubiera una barrera entre él y Loona, y tal vez esta era una oportunidad para romperla... O al menos tener un tiempo de calidad entre padre e hija antes de que termine este día. Trató de pensar en lo que podía hacer con Loona en las próximas horas y rápidamente recordó el único lugar al que a Loona le encantaba ir cuando era niña.
Al entrar en la oficina de Millie, vio que las dos chicas estaban jugando con figuras de Pokémon simulando estar en una batalla.
― ¡Esta vez te tengo, Blastoise! ―decía Loona mientras sostenía una especie de criatura lobo en su patita. Lo clavó cerca de una tortuga azul con cañones bláster que Millie sostenía. ―. ¡Mis mandíbulas de la muerte te comerán de desayuno!
― ¡¿Eso crees, Lycanroc?! ―contestó Millie con voz profunda. ―. ¡Toma esto! ¡Super-ultra-mega-híper rayo de agua! ¡Pssshhh!
― ¡Gah, me diste! ¡Estoy acabado! Adiós, mundo cruel...—proclamó Loona con voz aguda antes de dejar caer su figura. Luego miró hacia arriba y vio a su padre sonriéndole. ―. Hola papá. ¿Qué pasa?
―Dime Loona, ¿te gustaría ir a tu lugar favorito en los nueve círculos del Infierno? ―Le preguntó Blitzø sonriendo cálidamente.
Jadeando, Loona casi parecía lista para salir saltar de su silla por la emoción. ― ¡¿Te refieres a...?!
― ¡Sí! ¡Vamos a Hellotopia! ―proclamó Blitzø a la vez Loona saltó sobre su padre, moviendo su cola y lamiendo su mejilla.
― ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! ―repetía Loona mientras de aullar de emoción. ―. ¡No puedo esperar a ver todos los shows! ¡Los paseos! ¡Los juegos! ¡Y comida! ¡Oh, esto va a ser increíble...! ―Luego hizo una pausa e inclinó la cabeza. ―Pero, espera un minuto, papá: ¿Por qué vamos a Hellotopia? No es mi cumpleaños y mis notas tampoco han sido tan buenas...
Blitzø sonrió suavemente mientras abrazaba a su hija y le acariciaba la parte superior de la cabeza. ―Bueno, digamos que quiero tener algunos recuerdos más de ti antes de que envejezcas y dejes de preocuparte por mí.
― ¡Papi tonto! ―exclamó Loona sonriendo. ―. ¡Nunca dejaría de preocuparme por ti! ¡Te quiero!
Una lágrima goteó por los ojos de Blitzø mientras se la limpiaba. ―Yo... yo también te quiero, Loony.
― ¿La tía Millie y el tío Moxxie pueden venir con nosotros? ―preguntó Loona, lo que hizo que Millie jadeara con estrellas en los ojos y Moxxie parpadeaba al escuchar su nuevo título.
― ¿Ti-tío? ―farfulló Moxxie sintiéndose repentinamente más viejo de lo que era.
Millie rápidamente se unió al abrazo. ― ¡Ay, siempre quise ser tía! ¡Sí, nosotros también iremos!
― ¿Iremos? ―preguntó Moxxie antes de recibir una mirada furiosa tanto de su jefe como de su esposa. ―. ¡Q-qui-quise decir seguro, iremos!
―Genial, M&M, ¡preparen la camioneta! ¡Nos divertiremos como nunca! ―proclamó Blitzø mientras Loona felizmente llevaba a los dos diablillos fuera de la oficina. Una vez que estuvo seguro de que se habían ido, Blitzo rápidamente volvió a llamar a Stolas.
― "¿Síiiiii, Blitzy?"
―Stolas, necesito tu ayuda de nuevo...
...
― ¿Tienes la mira en ellos? ― preguntaba Marcus desde el asiento del pasajero. Una perra infernal de pelaje rojo con el pelo trenzado y una chaqueta de cuero con pantalones cortos estaba mirando desde el asiento del conductor con un par de binoculares. Al no recibir una respuesta de ella, Marcus la empujó en el hombro. ―. Kary, ¿me oíste?
―Sí, te oí, imbécil. ― gruñó Kary mostrándole los dientes. ―. Se está yendo con los otros diablillos en su camioneta. Llevan a un cachorro con ellos.
― ¿Cachorro? ― Preguntó Marcus, tomando los binoculares y espiando a los cuatro desde el otro lado de la calle: Vio a un pequeña y alegre perrita infernal feliz sosteniendo la mano de su padre mientras la ayudaba a subir a la camioneta. ―. ¿No que la hija era una sabueso infernal ya adulta?
― ¿Eso importa? Tal vez quedó embarazada, y esa es su nieta, o tal vez tenga dos hijas. ― refunfuñó Kary antes de tomar un cuchillo y lanzarlo al aire ―. ...Lo único que importa es que puedo despellejarla viva frente a él.
―Hmm, es cierto. ―terció Marcus mientras guardaba sus binoculares. ―. Vamos a seguirlos. Una vez que sepamos hacia dónde se dirigen, haremos que los otros vengan.
―Sí, como sea. ― repuso Kary mientras encendía el auto y comenzaba a seguir la camioneta de I.M.P. tan pronto como estos salieron del estacionamiento.
TBC
