Disclaimer: Helluva Boss y Hazbin Hotel son creaciones de Vivziepop. "Turn back Time" es creación de TalosLives. Por favor apoya el material original.
A Lucas no le disgustaba demasiado el haber sacado la pajita más corta para asegurarse de que los otros demonios que acompañaban a Blitzø siguieran sus instrucciones. Le costó encontrar la furgoneta que utilizaron para llegar hasta aquí y hacer lo que había que hacer, pero pudo encontrarla a tiempo; Incluso Lucas no podía creer que Blitzø tuviera como amigo a un demonio Goetia, mucho menos que fuera un príncipe, y le alegraba de que no se enfrentarían a él: Uno de sus amigos intentó secuestrar a un príncipe hace unos meses en Loo Loo Land, convirtiéndose en piedra por ello... "Me pregunto si es el mismo tipo." pensó.
El diablillo no tuvo que esperar demasiado cuando vio al grupo formado por dos diablillos y dos demonios Goetia búho abrirse paso por el estacionamiento. Asegurándose de no ser visto, los siguió lentamente hasta que llegaron a la furgoneta. Los cuatro se metieron dentro, y justo cuando estaban a punto de encender el motor, Lucas apretó el gatillo: El C4 estalló y la furgoneta explotó en un montón de llamas y óxido. Muchas de las alarmas de los coches cercanos se dispararon cuando se produjo la explosión, pero a Lucas no le importó. Sólo suspiró aliviado cuando nadie salió de la furgoneta en llamas. Sacando su teléfono, llamó rápidamente a Marcus. ―Hecho: Están muertos.
―« Bien. Vuelve aquí. Blitzø llegará pronto. »
Lucas sonrió mientras se apresuraba lo más rápido que podía a regresar al parque temático mientras dejaba las ruinas en llamas detrás de él.
...
La Torre del Crepúsculo era una imitación de la Torre del Terror (1) del parque temático Disney del mundo humano, pero diseñada como un gran complejo hotelero en lugar de una atracción. Según algunos empleados a los que preguntó Blitzø, su propósito era ser una de esas atracciones del tipo "escape room" (2), resolviendo pistas y rompecabezas, encontrando los objetos adecuados para escapar del hotel embrujado... Naturalmente, la idea de un hotel embrujado en el Infierno parecía una tontería, pero luego se reveló que la temática era de Día del Exterminio y que habría imágenes robóticas y holográficas de Exorcistas persiguiéndote.
...Sí, eso era horror para cagarse los pantalones.
Blitzo miró alrededor de la atracción temática mientras saltaba la puerta de la valla ignorando el cartel de "No entrar": Como todavía estaba en construcción, había muchas piezas y máquinas de construcción esparcidas por la entrada. Por no hablar de que el propio hotel sólo estaba a medio hacer y parecía abandonado... Salvo por su pequeña Loona y los imbéciles que la secuestraron.
Dirigiéndose a la entrada principal, Blitzø empujó las puertas delanteras y miró alrededor del vestíbulo principal: No había más que polvo y mugre que cubrían lo que parecía ser un lujoso y rico vestíbulo que era tan grande como la gran entrada del palacio de Stolas. Había un gigantesco mostrador de vestíbulo en el centro con múltiples caminos abiertos a diferentes áreas en la zona central, como un bar-salón, una sala para fumadores y un pequeño casino con mesas de cartas y máquinas tragamonedas. Incluso había un gran restaurante con una chimenea eléctrica encendida. Detrás del mostrador del vestíbulo había dos grandes conjuntos de escaleras curvas que conducían a las plantas superiores. El segundo piso, en particular, podía verse perfectamente desde arriba, donde había balcones sobre las grandes cortinas rojas y doradas.
―¡Papi!
Blitzø levantó rápidamente la vista y gruñó al ver a su hija con los ojos llorosos colgada sobre el balcón del segundo piso. La habían atado con una cuerda y estaba colgada del techo como un trozo de carne. La expresión de la niña era de miedo absoluto, pero también de esperanza, mientras Blitzø apretaba los puños y juraba desollar vivos a esos imbéciles por esto.
Antes de que Blitzø pudiera hablarle a su hija, se escuchó una pequeña serie de aplausos. El diablillo sicario miró hacia la barandilla del segundo piso, donde cinco figuras que supuso eran los secuestradores le miraban desde arriba:
La primera a la izquierda, una perro infernal de mayor edad con un traje de motociclista y un cigarrillo en la boca, con una metralleta en las manos. El diablillo de su izquierda, uno bajito apenas un poco más alto que Moxxie y una cicatriz en el ojo izquierdo, tenía una escopeta automática. El que estaba en el centro, aplaudiendo, era un diablillo un poco más bajo que el propio Blitzø, pero con solo un cuerno en la cabeza y el otro parecía haber sido cortado. A su lado, bajando la línea, había un Pecador de aspecto fornido que era más grande que los otros, con cuatro cuernos, dos alas coráceas y tenía un rifle de asalto en cada una de sus manos. Por último, el del extremo derecho era otro perro infernal pero con pelo blanco que le cubría la mayor parte de la cara, una katana en una mano y una pistola en la otra.
―Me alegra de que te hayas unido a nosotros, Blitzø.―repuso el diablillo del centro mientras se inclinaba y sonreía. ―. Estábamos empezando a pensar que no aparecerías.
―Ahórratelo, chupapollas.―afirmó Blitzø entrecerrando los ojos. ―. Y la 'o' es muda.
―Lo único mudo aquí serás tú cuando te llenemos el cuerpo de plomo.―afirmó el diablillo líder, mirando fijamente a Blitzø. ―. He esperado mucho tiempo este momento... Al igual que el resto de nosotros. Supongo que es una sorpresa vernos a todos trabajando juntos después de lo que nos hiciste a todos, ¿tengo razón?
―...Um, sí sobre eso...―empezó Blitzø, ladeando la cabeza. ―. ¿Quién carajo son ustedes?
...Hubo un largo silencio mientras los cinco se miraban entre sí y luego a Blitzo con incredulidad. Finalmente, el tipo grande Pecador señaló y gritó a Blitzø. ― ¡¿Qué mierda?! ¡¿No nos reconoces?!
―Nope, ¿debería?
― ¡Imbécil! ¡Soy Austin Vanderfield! ¡Mataste a mi pandilla y a mí en el mundo humano y me cortaste la garganta antes de acabar aquí!―Le gritó Austin con rabia, las venas palpitando en su cuello.
―He matado a muchas pandillas y no te reconozco.―respondió Blitzø.
― ¡¿Y qué pasa con mi hermana y su banda de motociclistas!?―gruñó la perro infernal.―. ¡Los Rompehuesos! ¡Eran una de las pandillas más temidas del Círculo de la Envida hasta que los masacraste a todos, incluyendo a mi hermana!
―No me suena.―respondió Blitzø, frotándose la barbilla.
― ¡¿No me digas que también te has olvidado de mi pandilla?! ¡¿Las Flechas de Sangre de la calle 33?! ¡Éramos una gran pandilla que ganaba mucho dinero hasta que tú lo arruinaste todo..! ¡Me dejaste esta puta cicatriz! ―exclamó el diablillo de la cicatriz, señalándose su ojo.
―Si realmente fueran una pandilla grande, me habría acordado de ti.―afirmó Blitzø, cruzándose de brazos.
― ¡¿Y qué pasa con el señor Kuma, su jefe?!―exclamó Austin señalando al perro infernal blanco. ―. ¡Tienes que acordarte de él! Era un puto Overlord!
―Oh, por favor: La mitad de los Overlords no duran más de tres años en el mejor de los casos.―resopló Blitzø poniendo los ojos en blanco, haciendo gruñir al perro. ―. Apuesto a que sólo duró dos años y medio como mucho... Quiero decir, a menos que sea el Demonio Radio o uno de las Tres V's, no creo que haya sido un gran jefe si se dejó matar fácilmente por mí.
―あなたは無知、愚か者のために苦しむでしょう! (3)―chilló el perro infernal apuntándole a Blitzø con su katana.
― ¡Oh mierda, hiciste que Hiryu hablara!―exclamó Kary con asombro.
― ¿Quieres decir que no te acuerdas de nosotros en lo absoluto? ¿O a los que mataste, arruinando nuestras vidas?―gritó el diablillo del medio, con los ojos crispados. ― . ¡Asesinaste a Don Paulie hace veinte años, el mejor hombre que he conocido! ¡Un hombre que era como un padre para mí! ¡¿Y ni siquiera recuerdas haberlo hecho?!
― ¿...Ese no fue el que se cagó en los pantalones antes de morir?―preguntó Blitzø mientras sonreía, haciendo que el diablillo del centro maldijera un poco más. Suspirando, Blitzø se puso las manos en las caderas y los miró con expresión aburrida. ―. Miren, imbéciles: Yo mato a mucha gente. En serio, llené cementerios enteros con mi nombre como causa de muerte; Los únicos que realmente recuerdo son los que me suponen un reto... El hecho de que ni siquiera me acuerde de ustedes, bobos, ni de sus jefes, significa que no son más que aspirantes a la categoría D que se hacen los malotes pero al final son unos completos perdedores que no valen ni mierda... Así que si todo esto se trata de una venganza porque he pateado el culo y matado a sus pandillas, entonces pónganse en la puta fila porque tengo una docena de otros enemigos que valen más mi tiempo que ustedes.
― ...A la mierda, dispárenle.―ordenó el diablillo del centro mientras sacaba una pistola y apuntaba a un impasible Blitzø.
― ¡No! ¡Papá!― gritó Loona asustada mientras los cinco secuestradores disparaban sus armas a la vez. El cielo entero llovió con balas mientras toda la habitación resonaba con el sonido de los disparos. Las sonrisas de satisfacción se dibujaron en cada uno de los cinco rostros mientras seguían disparando una y otra vez sobre el inmóvil diablillo, que se quedó allí de pie... sin hacer nada. De hecho, no ocurrió nada: Blitzø estaba allí de pie, recibiendo disparos, pero no había sangre, ni heridas, ni siquiera un rasguño en él. Loona inclinó la cabeza. ―. Espera... ¿eh?
Bastaron unos cuantos disparos más para que los cinco tiradores se dieran cuenta de que sus armas no tenían ningún efecto sobre Blitzø. Haciendo una pausa, se miraron entre sí y a sus armas de fuego con incredulidad. ―...Okay, o todos estábamos disparando balas de fogueo o somos los peores tiradores de la historia.―repuso el diablillo más bajo, mirando su escopeta.
―Oh, claro. Lo siento, dame un segundo.―dijo Blitzø mientras se aclaraba la garganta... Luego dio un dramático grito antes de agarrarse el pecho. ―. ¡Agh! ¡Me has dado! ¡Ohhh, me estoy muriendo! ¡El dolor! ¡El dolor!―Se puso el dorso de la mano sobre la frente. ―. ¡Oh, qué destino tan cruel para mí el morir tan joven! ¡Oh, la injusticia! ¡El dolor! ¡La agonía!―Sacando un Lirio de su espalda, la colocó sobre su pecho y jadeó. ―. ¡Adiós, mundo cruel! ¡Blagh!―Y cayó de espaldas con las piernas en el aire.
...Todo el mundo se limitó a enarcar una ceja antes de que Blitzo se sentara de nuevo y se riera.
―Okay, okay. En serio, no deberían mirarme en mí.―Luego señaló hacia arriba. ―...Deberían mirarlo a él.
Desde arriba se oyó un fuerte grito, como el de Tarzán: Todo el mundo observó con incredulidad cómo un clon de Blitzø, utilizando una de las grandes cortinas sueltas como cuerda, se columpió desde un balcón y se columpió por el aire mientras se dirigía hacia Loona. Enrollando su pierna alrededor de la cortina, el clon de Blitzø se lanzó hacia abajo y agarró a Loona con sus dos manos mientras su cola, que sostenía un cuchillo, cortaba la cuerda para liberarla.
Los cinco secuestradores se quedaron perplejos cómo Blitzø, acercándose a uno de los balcones, dio una voltereta en el aire y aterrizó en él con una pose perfecta mientras sostenía a su hija igualmente sorprendida. ― ¡Booya! ¡Se las hice, cabrones!
― ¡¿Qué?! ¿Pero cómo?!―gritó Austin horrorizado mientras miraba a los dos Blitz. ―. ¡¿Tienes un gemelo o algo así?!
―Más o menos, pero no en este caso.―replicó el segundo Blitzø mientras el primero saludaba. ―. Vale la pena tener a un experto en magia como amante: Especialmente uno que pueda hacer copias ilusorias para distraer.
―¡Ese soy yo!―gorjeó el otro Blitzø al aturdido grupo. ―. ¡Se la creyeron, imbéciles!
Observaron cómo el primer Blitzø desaparecía de la nada mientras el verdadero Blitzø liberaba rápidamente a su hija y la abrazaba con fuerza. ― ¿Estás bien, Loona?
―Sí, papá, lo estoy.―susurró Loona sonriendo mientras abrazaba a su padre tan fuerte como podía, su colita moviéndose. ―. Sabía que vendrías por mí.
―Siempre, cariño.―susurró Blitzø mientras miraba a las cinco figuras que gruñían abajo. ―. Entonces, ¿se quieren matar ahora antes de que lo hagamos por ustedes?
― ¡Creo que pareces olvidar que somos cinco contra ti y ese pequeño camarón!―exclamó Austin, a lo que Loona gruñó y ladró al ser llamada pequeña otra vez.
― ¿De veras? Que curioso: Tengo algunos amigos en lugares muy altos, y no les gusta que alguien secuestre a una niña que casualmente también les gusta mucho.―anunció Blitzø con una sonrisa justo cuando apareció un portal rojo en el vestíbulo:
Del portal salió un cabreado Moxxie armado con dos pistolas y su mujer Millie con cuchillas en cada mano. Detrás de ellos apareció un furioso príncipe Stolas furioso y su hija, sus manos brillaban con runas mágicas iluminando a su alrededor... Esto hizo que los cinco tragaran saliva, pero lo que realmente les hizo palidecer fueron las tres figuras que salieron a continuación: El infame Ángel Dust con Tommy Gun en cada una de sus cuatro manos y listo para divertirse, mientras que una sombría Vaggie tuerta apuntaba con su lanza a los cinco con una mirada que podía matar.
Y finalmente estaba Charlie.
Charlie, que rara vez se enfadaba, ardía en fuego infernal y tenía sus cuernos demoníacos expuestos junto con seis alas negras emplumadas. Al mismo tiempo, sus ojos rojos de pupila abierta miraban a los cinco con tanta fuerza que podían sentir que sus almas ardían al ver su expresión de ira...
...No tardaron en darse cuenta de que estaban jodidos al ciento diez por ciento.
― ¡Cada quien por su cuenta!―gritó Kary mientras todos corrían en diferentes direcciones.
― ¡Oh, claro que no, imbéciles!―aulló Millie mientras ella y Moxxie iban tras uno de ellos. Vaggie y Ángel Dust se fueron en la otra dirección tras otro. Stolas y Octavia se desvanecieron en una ráfaga de humo y plumas mientras Charlie se tomó un momento para mirar a una Loona que sonreía y la saludaba. La princesa le devolvió la sonrisa y le guiñó un ojo antes de desaparecer también en una llamarada de fuego infernal.
―Bueno Loona, ¿quieres ver cómo papi trabaja?―preguntó Blitzø, sacando su fiel pistola de chispa.
― ¡Joder, sí!
...
Moxxie y Millie habían decidido perseguir al diablillo más bajo, quien se zambulló en la cocina y se arrojó sobre la encimera antes de disparar su escopeta contra las dos en cuanto entraron: Por suerte, las dos sicarios veteranos lo esquivaron rodando antes de que pudieran ser acribillados a tiros. Arrodillándose detrás de un mostrador más pequeño, Moxxie disparó un par de veces antes de asentirle a Millie; La mujer saltó al techo y utilizó sus garras para arrastrarse por encima mientras el asustado diablillo se distraía con su marido.
― ¡Escucha! ¡Esto no tiene que ver contigo!―gritó Lucas mientras disparaba unos cuantos tiros más a Moxxie antes de recargar. ― . ¡Solo queríamos a Blitzø ! ¡No le apuntábamos a ustedes!
― ¡Gracioso, nuestros dobles falsos en la furgoneta hacen pensar eso cono mentira!―bramó Moxxie mientras corría hacia la derecha, esperando mantener la mirada del otro diablillo sobre él: Funcionó, ya que se encontró de nuevo bajo el fuego, pero se zambulló detrás de una estufa y se puso a cubierto. ― . ¡Eres un puto cobarde que utilizó a una niña como rehén para intentar matar a nuestro jefe! ¡Eres un desperdicio de hombre con una polla de cacahuate!
― ¡Jódete!―exclamó Lucas mientras se levantaba y rugía, disparando proyectil tras proyectil con rabia. ― . ¡¿Enfrentarse a Blitzø de frente?! ¡Es un puto suicidio! ¡¿Sabes lo jodidamente peligroso que es ese imbécil?!
―...Sí, pero yo me preocuparía más por el peligro sobre ti.― respondió Moxxie con una sonrisa.
Lucas apenas asimiló esto antes de que Millie lo apuñalara múltiples veces en la espalda, una en los riñones, dos en los pulmones, cuatro en el hígado y una en el corazón. A continuación, le cortó el cuello y lo tiró al suelo de una patada. Mientras él yacía jadeando y retorciéndose mientras su sangre vital salía a borbotones. Moxxie se acercó a su esposa y la besó en la mejilla antes de guiñarle un ojo. ―Nunca te ven venir, Millie.
―Sólo porque eres muy buen conversador, cariño.― respondió Millie con un beso a su vez. ― ― . ¿Me haces el honor?
―Con mucho gusto.―repuso Moxxie apuntándole a un gimoteante Lucas.
―No fue... nada... personal...―Lucas suplicó con su último aliento antes de que Moxxie le reventara la cabeza entre los ojos.
―Se volvió personal cuando te llevaste a mi sobrina, imbécil.―gruñó Moxxie y escupió al cadáver. Estaba a punto de alejarse cuando notó que Millie le sonreía. ― . ¿Qué?
― ¿Acabas de llamar a Loona tu sobrina?― Le preguntó Millie en tono burlón.
Sonrojado, Moxxie se frotó la nuca y suspiró. ―...Esta bien, puede que ser 'tío' no sea tan malo. Pero no le digas a nadie que dije eso.
―Tu secreto está a salvo conmigo, cariño.―sonrió Millie dándole una palmadita en la espalda a su marido mientras salían de la cocina.
...
Kary nunca se había preguntado en qué se había equivocado en su vida... hasta ahora. Antes de que ella los abandonara, sus padres siempre les decían a ella y a su hermana que sus decisiones harían que las mataran algún día... y parecía que ese día había llegado: Kary corrió despavorida a una de las habitaciones de invitados y había cerrado la puerta con el colchón contra ella. Esperaba poder escapar por la ventana, pero estaba cerrada con barrotes y no pudo abrirlo... No le quedó más remedio que arrastrarse hasta un rincón y rezar para que no la encontraran.
―Mierdamierdamierdamierda...―susurró Kary mientras cerraba los ojos y temblaba. ―. Satanás, ayúdame...
―Me temo que Satanás no va a ayudarte hoy.
Kary jadeó y miró a su alrededor con pánico. Intentó encontrar el sonido de la voz que resonaba en la habitación, pero no había nada. ¿Estaba oyendo cosas o se estaba volviendo loca? De repente, las luces se apagaron una a una mientras ella gritaba y empezaba a gemir con el rabo entre las piernas. ― ¡Aléjate! ¡Aléjate o yo, yo...!
―¿Qué vas a hacer? ¿Ladrarme? ¿Orinarte? ¿Oler mi entrepierna? Querida, no eres más que un cachorrito a punto de ser desollado y tu cadáver será festín para los cuervos.
― ¡Por favor! ¡Todo fue idea de Marcus! ¡Juro que no volveré a intentar hacerle daño a Blitzo y a su familia! ¡Por favor, déjame vivir!―suplicó Kary―. ¡Por favor, no me maten!
―Oh, no vamos a matarte. No, en su lugar tienes un destino mucho peor...
De repente, un vórtice oscuro del que salían rayos apareció en medio de la habitación y empezó a succionar todo a su alrededor: El polvo, los escombros, los muebles rotos y otras cosas fueron tragados por el portal oscuro mientras se oían risas y gritos siniestros desde lo más profundo del agujero negro... Kary trató de agarrarse a la cama cercana, pero el poder de succión del vórtice era demasiado, y pronto perdió el agarre, gritando enloquecida al ser tragada por el vacío y desapareció sin dejar rastro.
Tan pronto como desapareció, Stolas y Octavia aparecieron con ojos rojos brillantes y sonrisas siniestras.―Veo que has mejorado bastante tus poderes de deformación, Via. Bien hecho.― Le felicitó Stolas con tono orgulloso.
―Gracias, estuviste genial con la voz aterradora: Creí que le daría un infarto antes de que la enviáramos a la Meseta de Leng. (3).―complementó Octavia antes de frotarse la barbilla. ―. ¿Cuánto crees que durará antes de que la devoren las arañas gigantes?
―Oh, yo diría que una hora como mucho. Ahora, busquemos a Blitzy y salgamos de aquí, ¿de acuerdo?
...
A diferencia de los demás, Hiryu no fue muy lejos en su retirada. Quizá fuera porque tenía sentido del honor o porque no era un cobarde. Aun así, el antiguo Yakuza esperó a Vaggie y a Ángel Dust en el bar, donde ya tenía su espada desenvainada, apuntando a los dos demonios. Los dos se miraron y asintieron con sonrisas antes de cargar en lados opuestos de la sala.
Ángel Dust había comenzado disparando sus cuatro ametralladoras contra el perro infernal que, para su sorpresa, fue lo suficientemente rápido como para bloquearlas con su espada como si estuviera aplastando pelotas de softball. Sin embargo, todo esto fue una distracción, ya que Vaggie le atacó por la espalda con su lanza, pero consiguió bloquear su golpe descendente. Gruñendo, la tuerta empezó a dar espadazos y puñaladas al Yakuza, que esquivó y bloqueó cada golpe hasta que consiguió dar un giro para esquivar a Vaggie y patearla hacia la barra, haciéndola dar una voltereta y evitar un golpe descendente que podría haberle arrancado la cabeza; Vaggie invocó más lanzas y empezó a lanzarlas contra Hiryu, quien dio una voltereta para esquivarlas hasta que recibió una patada de Ángel. Rodando de nuevo hasta ponerse de pie, trató de dar un manotazo al demonio araña, que pudo esquivar un corte antes de rodear con sus piernas al perro infernal, impidiéndole moverse.
―Prepárate, nena. Muerdo duro.―ronroneó Ángel Dust con una sonrisa dentuda y mordió el cuello del perro infernal: Hiryu gritó cuando un color verde enfermizo comenzó a extenderse desde la herida abierta, pero volvió a morder a Ángel Dust en el hombro. Aullando, el stripper se soltó y lo pateó hacia atrás antes de que Hiryu intentara darle un manotazo, pero sólo consiguió cortar su traje. ―. ¡Viejo, ¿sabes lo cara que es esta mierda?!
Hiryu se limitó a gruñir y estaba a punto de atacar a Ángel cuando Vaggie le atacó desde arriba con una puñalada descendente que esquivó a duras penas, pero que igualmente acabó recibiendo un corte en el brazo. De nuevo, ambos chocaron sus espadas, siendo las acciones de Hiryu más lentas gracias al veneno de su cuerpo. Justo cuando estaba a punto de asestar otro golpe desde arriba, una línea de telaraña se enredó contra su espada. Un segundo después, se la quitó de las manos justo cuando estaba a punto de golpear. El perro infernal sólo tardó un segundo en darse cuenta de que estaba desarmado antes de que Vaggie le clavara su lanza directamente en el estómago. Jadeando, se quedó quieto durante unos segundos antes de caer inerte al suelo, inmóvil en un charco de su sangre.
Limpiándose el sudor de la frente, Vaggie se volvió hacia Ángel, que hizo girar la espada en su mano derecha superior. ―Gracias por eso.
―De nada. Yo también tengo un bonito souvenir.―replicó Ángel Dust mirando su reflejo en la katana y guiñándole un ojo. ―. Entonces, ¿vamos a ver si los otros cabrones están muertos o no?
―Sabes, Ángel. Me sorprende un poco que hayas querido ayudar.―señaló Vaggie mientras los dos salían del bar.
―Eh, estaba aburrido.―dijo Ángel Dust encogiéndose de hombros antes de cruzar los brazos. ―. Además, no me gusta que lastimen niños.
...
Charlie rara vez se enojaba.
...Sobre todo porque sabía lo poderosa que era cuando se enojaba.
Todavía estaban arreglando aquel agujero que hizo fuera del palacio cuando descubrió que su ex-novio la engañaba poco después del baile de graduación.
Por eso, Charlie hacía todo lo posible para no perder el control y mantener a los demás a salvo. Muchos no sabían que detrás de la sonrisa encantadora, los sueños bondadosos y los ojos hermosos estaba la hija del mismísimo diablo... Así que se necesitaban muchas cosas para hacerla enojar.
¿Secuestrar a una niña? Eso la molestaba. ¿Amenazar con matarla a ella y a su padre? Eso la enfadaba. ¿Esas dos personas eran personas a las que Charlie quería mucho? Eso cruzó la línea.
Yendo tras el grande, Austin, que fue lo suficientemente inteligente como para dirigirse a la salida trasera, Charlie apareció ante el asustado demonio justo fuera de la Torre del Crepúsculo en una ráfaga de fuego. Sus alas se extendieron amenazadoramente mientras miraba al demonio Nazi con expresión estoica, pero la tranquila furia en sus ojos hizo que el demonio mayor casi se orinara encima.
Asustado, el demonio levantó sus dos rifles de asalto y vació todas las balas contra Charlie con la vana esperanza de que le salvaran la vida... Charlie sólo tuvo que convocar mentalmente un escudo de energía alrededor de su cuerpo para asegurarse de que ninguna bala la tocara. El sonido de las armas vaciándose resonó en sus cabezas mientras el rostro de Austin palidecía. Intentó lanzar las dos pistolas contra Charlie, pero fueron como moscas golpeando la ladera de una montaña.
En una fracción de segundo, Charlie había agarrado los dos brazos del demonio Nazi y sin ningún esfuerzo real, se los arrancó como si fuera papel rasgado. Austin aulló mientras sus extremidades rociaban sangre como cual hidrantes para incendios y cayó de rodillas, suplicando ayuda. Charlie esbozó una leve sonrisa, dejando salir un poco del lado paterno mientras agarraba su rostro con las manos: Una energía oscura y rojiza comenzó a brotar de sus palmas antes de empezar a derretir la piel del Pecador que gritaba... Una vez que su piel no era más que una sustancia viscosa derretida que se deslizaba por su pecho, sus huesos fueron los siguientes, convirtiéndose en cenizas y desmoronándose en la nada... Sólo entonces Charlie dejó que el cuerpo del grandullón cayera al suelo y apagó sus poderes.
―Uf, guau, realmente no he hecho eso en mucho tiempo. Será mejor que vaya a ver si los demás están bien.―se dijo Charlie mientras volvía a entrar tranquilamente y como si nada.
...
Marcus se dio cuenta de que estaba jodido, pero no iba a caer sin pelear. No se molestó en esperar a que Blitzø fuera a por él. Se limitó a entrar en el teatro con pistola en mano y se quedó allí. Las puertas del teatro se abrieron y Marcus contuvo la respiración, preguntándose si sería Blitzø o alguno de los otros... Si se trataba de los diablillos, tal vez tuviera una oportunidad, pero ¿alguien más? Bueno, Marcus no tendría problemas para pagarse un tiro.
Por suerte, parecía que sólo se trataba de Blitzø y de su molesta hija colgada en su espalda mientras el diablillo más alto entraba lentamente con su pistola de chispa.
Haciendo un gesto a Loona para que se bajara de su espalda y le esperara, Blitzø se acercó lentamente al teatro y se situó frente a Marcus, que se limitó a mirar al bastardo que le había arruinado la vida.
― ¿No vas a huir?―Le preguntó Blitzø con una sonrisa.
― ¿Para qué?―refunfuñó Marcus mientras miraba al suelo. ―. Incluso si escapo, ¿por cuánto tiempo podré correr antes de ser cazado por el príncipe Stolas o la princesa Charlie? Estoy acabado, pero si puedo llevarte conmigo, me parece bien.
―Si crees que voy a aplaudirte por tu valor, olvídalo.―resopló Blitzø gruñéndole al diablillo de un solo cuerno. ―. Has lastimado a mi hija. Por lo que a mí respecta, eso es una sentencia de muerte.
―Sí, bueno, ahora tienes una idea de lo que sentí cuando perdí a mi jefe.―señaló Marcus a Blitzø mientras los dos seguían mirándose. Loona, sentada en uno de los asientos, observaba con expectación lo que iba a ocurrir a continuación. ―...Te das cuenta de que aunque me mates, simplemente volveré por ti un día cuando el Infierno me resucite... A menos que tengas una bala angelical en esa pistola.
―Lamentablemente dejé mis armas angelicales en casa.―dijo Blitzø mientras abría un poco más las piernas. ―. ¿Pero en cuanto a que vengas por mí? Claro, pero me aseguraré de que te arrepientas cada vez.
―Suficiente charla, prepá...
¡BANG!
Marcus jadeó mientras apretaba su corazón y se dio cuenta de que ya le habían disparado antes de que su "duelo" pudiera comenzar. Tropezando, Marcus miró a Blitzo con ojos incrédulos. ― ¡Tú... tramposo...!
―Soy un sicario, idiota.―resopló Blitzø poniendo los ojos en blanco. ―. Nunca juego limpio.―Marcus dejó escapar un último grito antes de caer al suelo. Blitzø se acercó y le disparó una vez más en la cara para asegurarse antes de bajarse del escenario y acercarse a su hija, que rápidamente se aferró a él. ― ¿Estás bien, Loonie?
―S-sí.―susurró Loona frotando su cara contra su padre. ―. ¿Papá? ¿Podemos irnos ya a casa?
―Sí.―Le susurró Blitzø con una pequeña sonrisa mientras le daba unas palmaditas en la espalda.―Vamos a casa.
CONTINUARÁ.
Glosario/Notas:
(1) La Torre del Terror: Atracción tipo caída libre de los parques Disney que deja caer a los visitantes por un pozo de trece pisos de altura. Pero antes los visitantes pasan por un circuito inmersivo dónde se les relata una historia de terror con diferentes trucos que van sugestionando el cerebro para que la impresión final de la caída sea lo más intensa posible.
(2) Escape Room: Juego de aventura físico y mental que consiste en reunir a un grupo de jugadores en una habitación, donde tendrán que encontrar respuestas a enigmas y descubrir incógnitas de todo tipo, para ir desenlazando una historia y conseguir escapar antes de que 60 minutos hayan transcurrido.
(3) Traducción:"¡Pagarás por tu ignorancia, tonto!"
(4) Meseta de Leng: Lugar recurrente en los Mitos de Cthulhu, del autor H. P. Lovecraft. Descritacomo una amplia región fría y desértica, envuelta en una paradoja espacial, las criaturas que la habitan van desde el Culto de los devoradores de cadáveres, así como los hombres de Leng y las arañas de Leng.
