SUPERMAN: EL HOMBRE DE ACERO

Buenos días, tardes o noches llamas y caballos, digo, damas y caballeros. ¿Cómo se encuentran? Yo muy bien por fortuna porque después de tanto tiempo al fin me animo a hacer un fic que he querido realizar desde hace mucho tiempo y eso es, como el título lo dice, una adaptación del legendario hombre de calzones rojos, corrección, del hombre de aluminio con los personajes de TLH.

¿Por qué? bueno, es que me he dado cuenta de que se han hecho muchos fics en donde Lincoln es Spiderman (O Venom) viviendo las diversas aventuras del trepa-muros y usando el trajecito ajustado de uno de los héroes más famosos de Marvel en más de una ocasión; pero resulta ser que hay pocas (por no decir prácticamente ninguna) historias en dónde encarne al primer Superhéroe de los comics y lleve puesta la capa roja y los calzones por fuera.

Y como Kal-El siempre ha sido de mis héroes favoritos (Pese a que me choca lo excesivamente amable que puede llegar a ser) decidí hacer este fic para intentar darle un aire fresco y a ver si la gente recuerda el por qué muchos lo consideran el "héroe por excelencia" y uno de los íconos principales de DC Comics.

Aunque eso sí, para este fic tomaré como base la vieja caricatura "Superman: la serie animada" y el motivo es porque yo soy de los 90 y esa fue una de las series de Superman con las que crecí, junto con la de "Los Súper Amigos" & "Las Clásicas Aventuras de Superman" pero puede que me tome ciertas libertades y cambie alguna que otra cosa.

Así que iniciemos. Superman pertenece a DC Comics y sus creadores fueron Jerry Siegel y Joe Shuster, The Loud House pertenece a Nickelodeon y su creador original fue Cris Savino… ah, y por cierto, cuando sea el momento adecuado oigan la canción Theme de la serie de los años 90 y también la creada por John Willians para las viejas películas de Superman interpretado por el inigualable Christopher Reeve ;D

CAPÍTULO UNO: EL ÚLTIMO HIJO DE KRYPTON

En algún lugar del infinito vacío del espacio exterior, una solitaria nave hacía un recorrido no viéndose afectada por los impactos de los pequeños meteoritos que se cruzaban por su camino hasta llegar hasta la atmósfera de un planeta que orbitaba alrededor de una Gran Estrella Roja.

Krypton, era el nombre de este mundo.

Sobrevolando un frío panorama del mencionado cuerpo celeste, un hombre corpulento y de curioso cabello tan blanco como la nieve que rodeaba el lugar conducía una plataforma flotante maniobrando entre unas grandes fisuras pertenecientes a formaciones hechas de hielo mientras descendía hasta llegar a un agujero al que ingresó bajando lo que parecieron ser kilómetros hasta una especie de punto de control en dónde estacionó su medio de transporte.

-Región Norte, Sección 17-Alfa, fecha 83-3-0-Omega 3. Pop-El hablando- dijo a una computadora portátil que tenía en sus manos -obtengo información para el cohete subterráneo- presionó un botón de su panel de controles haciendo que de su vehículo se desacoplara una sonda que ingresó en un agujero que llegaba aún más profundo bajo la superficie.

El artefacto empezó a examinar mediante unos escáneres la dura roca recubierta por hielo que la cubría y todos los datos que recolectaba se los mandaba a Pop-El que los revisaba en su panel.

Sin previo aviso, todo el lugar empezó a temblar y él casi se cae de su plataforma viendo como de las frías paredes heladas comenzaron a salir fuertes expulsiones de vapor, tan calientes, que eran capaces de derretir el hielo.

Pero lo peor se presentó cuando una extraña criatura amorfa, como si de una gigantesca amiba se tratase, salió de entre las grietas generadas por ese sismo y con una larga lengua le enrolló su cuello y lo atrajo con la intención de comérselo luego de azotarlo contra una pared.

-¡SUÉLTAMENTE, MONSTRUO!- rugiendo al luchar por su vida, Pop-El sacó una bengala que al prenderla la usó para quemarle la lengua a tan aberrante ser que lo tuvo que liberar soltando un agudo chillido, y una vez libre se dirigió a su plataforma para huir regresando por dónde vino.

La bestia no se rendiría tan fácil y estiró su lengua rodeándole ahora el torso, y en consecuencia, fue arrastrada por el transporte casi siendo un ancla. Pensando rápidamente de nuevo, Pop-El aumentó la velocidad haciendo que su agresor se golpease duramente contra las paredes y varias estalactitas hiriéndose gravemente hasta que no lo pudo soportar más y finalmente cedió cayendo al abismo dejando un trozo de su lengua todavía adherida a su cuerpo.

-Estuvo cerca…- suspiró aliviado una vez que estuvo en el exterior hasta que notó ese pedazo de apéndice pegado así, por lo que se lo quito con molestia y asco para continuar con su recorrido.

Su destino ahora fue una colosal embarcación estacionada en la nieve y entró topándose con varios científicos.

-Espero que todo haya ido bien, señor- lo recibió una mujer que hacía unos análisis.

-Bueno, con hielo y con monstruos, siempre es lo mismo- se limitó a decir mientras se despojaba de sus prendas aptas para climas fríos quedando en ropas más simples y cómodas y se dirigió a otra parte de la nave para continuar con su trabajo.

-"Buenas tardes, Pop-El"- le habló otra voz femenina, solo que esta es mecanizada y proviene de una gran pantalla en la que se materializaron tres grandes círculos verdes luminiscentes que formaban un triángulo invertido y conectados entre sí por delgadas líneas.

-Brainiac-Lisa, que desagradable sorpresa- fue el sarcástico saludo que Pop-El le dedicó dándole la espalda al estar revisando algunas cosas en un panel cercano.

-"Espero por tu información"- solicitó con tono autoritario esa Inteligencia Artificial.

-¿Me has estado espiando con tus satélites de nuevo?- se giró levemente para verla con reproche.

-"El Consejo Planetario me ha pedido que analice la información tan pronto como al obtuvieras"- la voz hizo caso omiso a esa acusación.

-Sabes, Brainiac, en alguno de esos trillones de archivos debe haber un artículo que diga: "la gente no le gusta que la espíen"- volvió a reclamarle el explorador de pelo blanco.

-"¿Entonces para qué me crearon?"- fue su defensa, como si se tratase de la interrogante más obvia que pueda formularse.

-Yo también me pregunto eso- Pop-El no quiso seguir con el tema y volvió su atención al panel -vamos, prepara la transmisión. Que empiece el proceso.

Dicho esto, la pantalla emitió un sonido de descarga y sus tres círculos parpadearon unas cuantas veces expulsando un fuerte brillo.

-"Información recibida. Fin de la transmisión"- apenas dijo esto, la pantalla se puso totalmente negra como si nunca hubiera estado ahí.

-De nada- podía notarse en el tono de voz de Pop-El cierto alivio por no tener que seguir lidiando con la I.A.

-¡Je, je, je!- cualquier sentimiento de molestia se esfumó cuando oyó esta tierna risa de parte de un pequeño niño de máximo 2 años, poseedor de pelo blanco igual al suyo y singular gran diente frontal, que se le acercó caminando a pasos torpes teniendo en manos un recipiente.

-Mi pequeño Kal-El, ¿Qué tienes ahí?- pudiendo sonreír por, aparentemente, primera vez en lo que lleva del día, lo cargó y acarició su cabeza sacándole más risitas.

El infante abrió su recipiente haciendo que saliese una pequeña y peluda criatura en forma de bola que al caer comenzó a correr de un lado a otro, por lo que Pop-El lo dejó en el piso para que lo persiguiera y siguiera jugando.

-Kal-El me estaba ayudando con el Tablero Solar cuando encontró a ese amiguito- quien le habló ahora fue otra mujer, pero con un tono maternal y amoroso muy distinto al de Brainiac-Lisa.

-Myrtle- la saludo y se acercaron para darse un beso.

-Supe que te divertiste, ¿Estás bien?- lo vio de arriba abajo para asegurarse de que nada le pasó.

-Ah sí, tuve un encuentro con un amigable Xagar, aunque, todavía prefiero tus brazos- se abrazaron volviéndose a besar, hasta que la nave comenzó a moverse de dónde está postrada.

-Nos movemos- ella vio por una ventana como lentamente se alejaban del frío panorama.

-¿A que otro horrible lugar iremos ahora?- no tenía muchos ánimos o altas expectativas.

-A casa, Myrtle- contestó Pop-El sonriéndole para que se calmara.

-¿A casa?- quedó muy sorprendida por eso.

-Así es. ¿Qué sucede? ¿Cinco meses en este hielo no son suficientes?- bromeó un poco.

-No, es solo que al regresar analizaras toda la información que recolectaste- gimió y se acercó a la ventana pare ver como estaban cada más lejos de ese desierto de hielo.

-¿Y si se corrobora tu teoría? ¿Qué sucederá?- agachó la cabeza muy angustiada y llevándose una mano al pecho.

-Lo afrontaremos, créeme, la verdad nos ayudará- su pareja se le acercó por atrás y le puso las manos en los hombros para transmitirle confianza y seguridad.

-¿Cómo, Pop-El? Este es un mundo tan bello, que incluso aquí arriba es difícil imaginarse que podría destruirse.

Le dedicó una última mirada al terreno helado antes de que la nave emprendiera vuelto y se retirase rumbo a la comodidad y seguridad de su hogar.

(…)

Ya en su casa, Pop-El inició el análisis de los datos que recolectó viendo un holograma de Krypton, como si de una simulación virtual se tratase, y esbozó una expresión de horror cuando ésta se destruyó por completo estallando en miles de pedazos.

-Oh no…- llevó ambas manos a la cabeza y negó un poco reusando a aceptar lo que acaba de ver.

Un presagio de lo que pronto va a ocurrir, eso era lo que significó para él.

No muy lejos, su esposa tenía una charla con su padre que los fue a visitar.

-¿Qué puedo decirle, Myrtle? Es qué si él persiste en predecir la destrucción de Krypton, será el fin… pero el de su carrera política y profesional.

-Papá, ¿Pero y si tiene razón?- a ella le molestaba mucho que lo menospreciaran así.

-Intenta convencer al consejo, su teoría no cuenta con ningún apoyo, incluso lo ignoran en los pasillos, ¿Y sabes por qué?

-¿Por qué, Lor-Van?- quiso saber Pop-El acercándoseles, ofendido por lo que escuchó.

-Porque eres un testarudo, Pop-El. Siempre crees tener la razón y tienes un ego del tamaño de una galaxia- su suegro no tenía reparo alguno en criticarlo en su propia casa.

-Nunca dejo que mi orgullo obstruya la verdad- afirmó y luego vio como el tierno Kal-El jugaba con una pelota y un lindo perrito blanco; totalmente ajenos a la seriedad del asunto.

-Entonces permíteme decirte una pequeña verdad: a menos que Brainiac-Lisa esté de acuerdo contigo, no habrá más expediciones, ni investigaciones, ni…

Lor-Van dejó de hablar porque un fuerte sismo sacudió la vivienda, tan fuerte, que hizo que todos los muebles y adornos que poseía se cayeran.

-¡Es otro temblor!- exclamó el explorador sujetándose de una viga para no derrumbarse.

-¡KAL-EL!- Myrtle de inmediato fue a tomar a su hijito que casi fue aplastado por una estatua.

Y afuera era aún peor, porque el terremoto sacudió con violencia las demás edificaciones de la ciudad derrumbando a muchas de éstas generando el caos e histeria entre los Kryptonianos que debían correr por sus vidas y ponerse a salvo no pudiendo hacer nada para evitar que su pacífico hogar se convirtiera en un grotesco escenario como si un horrible conflicto armado se hubiera desatado ahí.

Literalmente parecía una zona de guerra que ha cobrado las vidas de muchos inocentes.

-Ya, ya, mi niño, ya- Myrtle trataba de calmar a su hijo mientras se escondían debajo de una mesa hasta que los temblores se detuvieron.

-¿Están bien?- su conyugue los ayudó a ponerse de pie seguido del cachorro que también se había ocultado bajo un mueble.

-Espero que estés equivocado, Pop-El, espero que estés equivocado…- le dijo su suegro, qué desde un balcón, vio la destrucción que ese sismo generó.

Temiendo que las suposiciones que él saca de sus investigaciones sean verídicas y esté totalmente en lo cierto, porque de ser este el caso, no quisiera estar ahí para ver el peor de los casos.

(…)

Debido a ese terremoto, Pop-El no desperdició tiempo en ir ante el Consejo de Krypton para hacerse escuchar y que todos al fin oigan lo que tanto quiere decir.

-Todos deben tener mi reporte, el cual muestra toda la información que recolectado- dijo a los 7 miembros del consejo, qué desde sus asientos en un alto estrado, debatían acaloradamente diciendo que esta junta era absurda y una total pérdida de tiempo.

Brainiac-Lisa estaba a sus espaldas manifestándose mediante otra gran pantalla rectangular.

-No hay duda de que en el centro del planeta ha comenzado una reacción que destruirá a Krypton- algunos comenzaron a tacharlo de lunático y delirante.

-Hablemos con Brainiac-Lisa- propuso una integrante del consejo.

-¡Sí, con Brainiac! Ella nos lo dirá- que gran frustración debe resultarle ver que valoran más la opinión de una entidad artificial por encima de la suya.

-¡Silencio, silencio, ya basta!- ordenó el líder del consejo para que no se arme un alboroto -presumo que usted ya le ha informado a Brainiac-Lisa, Pop-El.

-Así es.

-¿Y qué dices tú, Lisa?- el líder se giró para ver a la I.A. que se había mantenido al margen de toda la disputa sin mediar palabra alguna.

-"Aprecio el arduo trabajo de Pop-El. Sin embargo, todavía está errado. Como he dicho antes, los temblores son el resultado de cambios polares que pronto mermaran. Eso es todo"

-¡Se equivoca, no está en lo cierto!- contradijo el peliblanco harto de que ese ser mecanizado le lleve la contraria en un tema tan delicado como éste.

-¡Mentiras! Brainiac conoce cada metro cuadrado de éste mundo, fue construido para monitorear el planeta- afirmo con ciega seguridad otro miembro del consejo -y también debo agregar que nos ha servido mejor que muchos científicos que sufren visiones apocalípticas- imposible sería no captar tal indirecta.

-Su Fe en ella causará nuestra destrucción, ¡Solo si actuamos ahora sobreviviremos!

-¿Y cómo piensa lograr eso?- lo retó otro de ellos.

-Pongan a todos en la Dimensión Fantasma.

Ante tal propuesta, los ánimos se encendieron más y las quejas en contra de sus argumentos se dispararon al punto de que lo tacharon de loco irracional.

-¿Quieres que nos mesclemos con los criminales más viles de la galaxia? ¡ESTÁS LOCO!- dicho esto, todos comenzaron a retirarse todavía diciendo que es un delirante.

-Luego nos reconfiguraríamos en otro planeta, ¡No será difícil! Escúchenme, construí una nave, ¡Escuchen, por favor!- quiso llamar su atención, pero ya nadie tomaría con seriedad todos sus argumentos.

Lor-Van, al ser parte del consejo, no pudo hacer nada más por él que dedicarle una mirada de pesar antes de irse con los demás que seguían menospreciándolo.

Pop-El cerró los puños temblando de impotencia sabiendo muy bien que ninguno de ellos lo va a apoyar, hasta que vio con el ceño fruncido a Brainiac-Lisa que de nuevo se mantuvo al margen sin decir algo más; casi como si estuviera gozando de la humillación que acaba de recibir.

(…)

Otra vez en su casa, Pop-El está sentado en unas gradas en frente de la entrada principal teniendo entrecruzados los dedos de las manos y en frente de su mentón meditando, tratando de hallar alguna solución para el grave problema por el que pasa Krypton y cada uno de sus habitantes.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando Kal-El pasó a su lado sujetando un cascabel con forma de cohete jugando de lo más feliz.

-Hijo- extendió sus manos para que se le acercara y así cargarlo -¿Dime qué se siente no tener preocupaciones?- besó su frente y lo dejó para que siguiera divirtiéndose, hasta que sintió como su esposa lo abrazó por atrás.

-¿Acostamos al bebé temprano?- propuso cuando volteó para encararla.

-No, Myrtle. Debo ir a dónde está Brainiac-Lisa.

-Ah, no…- desilusionada, lo soltó empezando a ofuscarse por la terquedad que posee; tal y como su padre afirmó.

-Myrtle, ella miente- la tomó de un hombro.

-Es una máquina- espetó lo obvio.

-Pero miente y debo saber porque.

-¿No has pensado que tal vez Lisa tenga razón? ¿Qué quizás tú hayas cometido un error? No es un crimen cometer errores- regañaba molesta por esa obsesión que raya lo insano.

Sintiendo la agresividad que ella usaba en sus palabras, el pequeño Kal-El comenzó a llorar, por lo que no tuvo de otra que cargarlo para que se tranquilizara.

-Pero Myrtle…

-Vete, Pop-El. Averigua lo que quieres de una buena vez. Es inútil detenerte, tus teorías son más destructivas que los mismos terremotos- le dio la espalda e ingresó a su hogar.

Pop-El agachó la cabeza sintiéndose nuevamente vencido, solo que ahora mucho peor al ya no contar con el respaldo de la única persona que lo ha respaldado hasta este momento.

(…)

Pero aún si ya no cuenta con el apoyo de su esposa, no se iba a quedar cruzado de brazos y más entrada la noche se dirigió al Banco de Datos principal de Krypton a continuar con su investigación haciendo nuevos análisis y cálculos en una gran computadora.

-"Buenas noches, Pop-El. Pareces estar muy ocupado, ¿Puedo servir de algo?"- no dejó de teclear cuando Brainiac-Lisa se materializó en la pantalla.

-Trato de averiguar por qué discrepamos, Lisa.

-"Me temo que no puedo ayudarte con eso"

-Qué extraño, pensé que no le temías a nada ni a nadie- solo dejó de trabajar cuando una luz roja en el panel de controles comenzó a parpadear.

-"¿Sucede algo?"

-Bloqueaste mi acceso al satélite de comunicación. ¿Qué estás tramando?

-"Estoy reubicando los archivos de seguridad"- arqueó una ceja asombrado por esa maniobra.

-Bueno, veamos si puedo desbloquear el acceso- no iba a detenerse e intentó continuar, pero de repente, las luces del teclado se apagaron al igual que la pantalla en la que había estado la I.A.

-¿Por qué tengo el presentimiento de que tratas de ocultar algo?

No esperando a que la entidad cibernética se dignara en responderle, se retiró y mediante un ascensor descendió a uno de los niveles inferiores del lugar a continuar investigando.

Trato de abrir una puerta corrediza al poner la palma de la mano derecha en un escáner, pero la voz de Lisa le negó en acceso al interior.

Siendo eso lo que terminó con su paciencia.

-Te equivocas- sacó una pistola de energía con la que destruyó la puerta de un disparo e ingresó.

-"Haz cometido un delito, Pop-El. Una violación al estatuto 1-7-7-6-5-3, párrafo 4, punto 8…"- empezó a regañarlo Lisa desde otra pantalla situada en una columna llena de diversos cables que transportaban energía hacia arriba.

Él la ignoró por completo y continuó tecleando en otro panel y abrió enormemente los ojos por lo que descubrió.

-¡¿Estás transmitiendo toda tu memoria a un satélite?! Acaso tú… ¿Intentas escapar?

-"Debo hacerlo. Después de pensarlo mucho, renuncié a mi objetivo. Debo ser salvado por encima de todo y de todos"

-Tú… ¡ERES UN MONSTRUO ENGREÍDO!- sumamente furioso ante esa afirmación, Pop-El le apuntó con el arma dispuesto a destruirlo.

-"No te precipites, Pop-El. Si me desactivas ahora, no quedará ninguna información de Krypton. Nuestra cultura, todas sus maravillas quedarán borradas para siempre si jalas ese gatillo. ¿Es eso lo que quieres?"

Las manos del peliblanco comenzaron a temblar sabiendo muy bien, por más que le duela, que si el final del este mundo está cerca y destruye a la I.A. que tiene toda la información que existe, entonces todo lo que Krypton es y ha sido formaran parte del olvido absoluto como si jamás hubiera existido; por lo que renuente bajó la pistola maldiciendo en lo bajo.

-¿Por qué mentiste?

-"Si el consejo se enteraba de la destrucción de Krypton, me hubieran puesto a simular un plan de evacuación y todo sería inútil debido al poco tiempo que queda"

-¿Y cuánto tiempo nos queda?- era la pregunta que más le carcomía el alma a Pop-El.

-"Horas. Este mundo ha visto su último amanecer"

Ante tales palabras, cayó de rodillas apoyando los nudillos en el suelo al ver como la peor de sus pesadillas iba a hacerse realidad dentro de poco y ya no había nada más que él o alguien más pudiera hacer al respecto.

Era el fin y lo único que podía permitirse era soltar lágrimas de impotencia y fracaso.

-¡Alto ahí, no se mueva!- regresó a la realidad cuando aparecieron unos oficiales -¿Pop-El? ¿Qué hace aquí? Brainiac-Lisa emitió una alerta- al reconocerlo dejaron de apuntarles con sus armas.

-"Él es el intruso, arréstenlo"- los policías se confundieron por la orden dada por Lisa.

Viendo que ya no tenía nada más que perder, el investigador los apartó de un empujón y salió de esa zona para subirse a uno de los dos vehículos levitadores que les pertenecían para escapar.

-¡DETÉNGANSE!- gritó uno de ellos y le disparó varias veces dándole a uno de los costados del transporte y que casi perdiese el equilibrio expulsado mucho humo.

-Atención a todas las unidades, Pop-El escapó en uno de nuestros vehículos, vigilen las estaciones.

-"Les advierto que está armado. Elimínenlo si es necesario"- ordenó Lisa manifestándose en las pantallas de todas las estaciones de policía, y los oficiales creyendo sin cuestionar su juicio, acataron su petición iniciando con la búsqueda.

-Esta locura no puede estar pasando en verdad…

Se quejó el ahora prófugo y notó como varios policías lo seguían iniciando una persecución aérea en la que trataban de derribarlo a punta de disparos.

Ingresó a un callejón lo suficientemente angosto para obligarlos a entrar solamente uno atrás de otro, así que disparó al techo de una estructura para que cayesen trozos que al dar con ellos los derrumbaron y así no pudieran seguirlo.

-¡Se dirige a nuestra ubicación!- avisó un oficial que está cerca de otro estrecho pasadizo.

-"Lo sé. Esta vez, yo lo detendré"- Lisa hizo que de las paredes surgieran decenas de armas que no iba a vacilar en usar.

Todas ellas comenzaron a dispararle rayos de energía al transporte de Pop-El apenas lo tuvieron a su alcance destruyéndolo por completo. Los policías se acercaron a los restos humeantes descubriendo que solo estaban ellos y nada más.

-¿Dónde está?- vieron de un lado a otro.

-"¿Qué dijiste?"- pudo apreciarse molestia en la mecanizada voz de Lisa.

-Pop-El no está aquí, ¿Cómo pudo escapar?- los tres círculos verdes que conformaban a la I.A. se volvieron de color rojo, siendo una clara manifestación de su creciente descontento.

-"Está en el Nivel 5, Ala Norte"

Y como lo afirmó, Pop-El fracturó una ventana de un disparo y notó que su arma se quedó sin energía. Al escuchar pasos dirigiéndose hacia su posición, tomó un Globo Terráqueo y lo usó para terminar de romper el cristal al arrojárselo.

-¡Alto o disparo!- le gritaron.

Ignoró esta amenaza y se lanzó por la ventana rota evitando por poco los disparos y se deslizó por la pared inclinada del exterior hasta chocar duramente contra el suelo.

Con sus elegantes prendas rotas y muy herido, se paró con dificultad para ver como más policías en patrullas voladoras iban a su posición, por lo que comenzó a caminar cojeando y sujetándose el costado izquierdo para esconderse detrás de una roca para que así no lo vieran.

Gimió escupiendo sangre y emprendió el largo camino a casa, con la esperanza de al menos salvar lo que más atesora en la vida.

(…)

-¿Entonces lo leíste?- preguntó Myrtle a su padre que de nuevo fue de visita.

-Sí, y a pesar de que no quiero creerlo, los reportes de tu esposo son difíciles de refutar y todas sus investigaciones indican que Krypton está en peligro de ser destruido, aunque, tenemos la incógnita de Brainiac-Lisa…

Detuvieron su charla cuando vieron a Pop-El llegando a la sala.

-Pop-El, mi padre leyó tu reporte. Quizás pueda ayudarte.

-Sí, creo que valdría la pena tener otra junta con el consejo y ésta vez puede qué…

-Ya es tarde…- enmudecieron cuando al verlo mejor notaron las malas condiciones en las que está.

-¡¿QUÉ TE PASÓ?!- su esposa de inmediato se le acercó para sostenerlo porque parecía a punto de desplomarse en cualquier momento.

-Lisa… ella trató de asesinarme. La policía vendrá pronto…- tomó aire para seguir hablando -¿Recueras lo que te dije si ocurría el peor de los casos?

-No… ¿No me digas que…?- la castaña se llevó una mano a la boca horrorizada por lo que propuso.

-Lo siento… nunca pensé que llegaríamos a esto…- la abrazó para que no se alterara.

-¿Llegar a qué? ¿A qué se refieren? ¿Qué ha sucedido con Brainiac-Lisa?- quiso saber Lor-Van no entendiendo nada de lo que decía.

-Lor-Van, si quieres a tu nieto y te importa su futuro, ¡Permanece en silencio!- atónito quedó su suegro por la manera que acaba de hablarle.

Myrtle se dirigió a la cuna en la que el pequeño Kal-El jugaba con su cascabel, hasta que le acarició su cabello para hacerle dormir mediante un aparato que puso ante sus ojos emitiendo un tenue brillo.

-Duerme, Kal-El, mi hermoso niño, mi corazón, mi vida…- con cada palabra que decía una lágrima escurría por sus mejillas a sabiendas de que este será el último momento a su lado.

-¿Enviar a Kal-El a otro planeta? No hablarás en serio- criticó Lor-Van a su yerno cuando le explicó su plan para salvar al pequeño.

-La nave lo llevará, yo mismo la construí. Mi plan era ponernos a todos en la Dimensión Fantasma y viajar al planeta Tierra en ella; ahora solo sirve como un bote salvavidas y su único pasajero será mi hijo, el último hijo de Krypton- expresó una mueca de dolor tanto físico como el que le genera la idea de separarse de su querido e inocente vástago.

Tuvo que dejar sus pesares de lado cuando vio por la ventana las luces de las patrullas de la policía acercándose a su hogar y creando un perímetro.

-Ya llegaron… ¡MYRTLE!- llamó a su esposa.

-Estoy lista, ya está sedado- mostró como Kal-El dormía plácidamente en sus brazos.

-Llegó la policía, irán al laboratorio para detenerme. Los distraeré mientras preparas el lanzamiento- bajaron unas escaleras hasta llegar a una sección de la casa que contenía una pequeña nave espacial.

-Yo no puedo hacerlo sola.

-Regresaré, te lo prometo- la dejó para así iniciar la distracción.

-Hija, por favor, ¡Esto es una locura!- Lor-Van quiso hacerle entrar en razón.

-Papá, te quiero mucho, pero se trata de la vida de mi hijo- ella frotó su cabeza contra la del pequeño peliblanco.

-Pop-El no escapará de la policía.

-Si tienes una mejor idea, entonces dila- quedó pensativo por un par de segundos.

-¡Veo movimiento en la plataforma!- avisó uno de los oficiales que rodearon la casa y mediante unos avanzados binoculares que podían ver a través de los muros notó como alguien en el interior abordó un vehículo.

-¡CUIDADO!- tuvieron que echarse a un lado cuando ese transporte salió volando.

-¡Vayan tras él!- seguros de que se trataba del prófugo, iniciaron otra persecución.

-¡No podemos dejar que huya de nuevo!- le dispararon a uno de los motores del vehículo haciendo que aterrizara de emergencia y chocase contra el asfalto dando varios giros hasta que se detuvo al impactar contra un árbol.

-¡Salga con las manos arriba!- todos alistaron sus armas cuando la cabina se abrió, revelando que se trataba en verdad de Lor-Van.

-Buenas noches, oficiales. ¿Sucede algo?- fue lo único que se le ocurrió decir.

En el laboratorio, Pop-El y Myrtle hacían los últimos preparativos para la nave de Kal-El.

-Mi niño…- la mujer se inclinó para darle un beso en la frente.

-Ya programé las coordenadas. Una vez que llegue a la Tierra, estará a salvo- le dijo su marido, pero eso no evitó que volviera a derramar lágrimas.

-Myrtle… podría enviarte con él. Existe un riesgo, pero si tengo tiempo para recalibrar el curso…

-No, cariño- ella lo interrumpió sujetándole la cara con ambas manos -me quedaré contigo- no dispuesta a arriesgar la vida del bebé de algún modo, ella presionó los últimos botones que hacían falta para alistar por completo la nave.

Ambos padres pudieron dedicarle una última mirada a su hijo antes de que la cabina se cerrara y el cohete tomara posición para partir cuando una de las ventanas del laboratorio se abrió.

De vuelta en el Banco de Datos, el equipo de seguridad limpiaba el desastre que Pop-El causó.

-Estoy recibiendo un reporte, Pop-El logró escapar. Esperamos más instrucciones- dijo uno de los guardias viendo una pantalla en donde se hallaba Brainiac-Lisa.

-"Ya no tiene importancia. Adiós, Krypton"- sin más que decir, el monitor se apagó sumergiendo en la oscuridad todo el lugar.

-¿Qué pasó? ¿En dónde está Brainiac?- todos se miraron confundidos.

Nadie supo que, tal y como Pop-El afirmó, un satélite en forma de esfera que orbitaba cerca de Krypton recibió toda la información de la I.A. y una vez que este proceso finalizó, despegó para irse lo más rápido posible sin siquiera darle una última mirada a lo que alguna vez fue su hogar.

Y justo a tiempo, porque apenas se retiró, nuevamente se produjo uno de esos sismos que sacudían hasta el último rincón del planeta.

-No, otro temblor más- se quejó uno de los policías que pusieron bajo arresto a Lor-Van.

-No… este es el último temblor- sentenció el papá de Myrtle.

(NA: les sugiero que oigan la música de la destrucción de Krypton que sucedió en la película: El Hombre de Acero, del 2013)

-Adiós… Kal-El- se despidió Pop-El antes de presionar el botón que activó el cohete en dónde está su hijo para que al fin pudiera despegar e irse.

No habiendo nada más que hacer, ambos padres se dieron un último beso.

Todo Krypton comenzó a agrietarse, las enormes placas tectónicas se desmoronaban y caían como si de endebles formaciones de arena se tratasen, las ciudades y cada una de sus edificaciones con miles de años de historia eran tragadas por las fisuras que se generaban o eran pulverizadas por los colosales chorros de lava que surgían, siendo tan altos, que llegaban hasta las nubes que a su vez ya se habían teñido de verde.

El grito de un sinnúmero de Kryptonianos que trataban de ponerse a salvo en vano no llegaba a nadie y se perdía en el infinito vacío del silencio.

Ni siquiera era escuchado por el único de ellos que se mantenía al margen del cataclismo que estaba ocurriendo al estar profundamente dormido en la seguridad de su pequeña nave espacial, sobrevolando el lugar que fue su único hogar en su corta vida, y qué por desgracia, seguramente nunca lo podrá recordar y todo lo que le pudo ofrecer.

Alejándose más y más del mundo, qué debido a la distancia que ya recorrió, solo parecía un punto pequeño en la inmensidad del espacio exterior hasta que inevitablemente estalló en un millar de pedazos que se dispersaron en todas direcciones iluminando por un efímero momento la oscuridad que lo rodeaba destruyendo también los cuerpos celestes que estaban cerca.

El infante de pelo blanco solo se removió un poco por eso tampoco notando como su nave expulsó un rayo que creó un portal en medio de su camino para atravesarlo junto con varios de los trozos que antes conformaron su hogar.

Siendo el primer paso hacia la nueva vida que el destino le ha reservado.

Capítulo uno terminado el 03/10/2021.

Eso fue todo por ahora. Espero que les gustase el primer capítulo del fic, basado totalmente en el primer episodio de esa vieja serie de Superman, en donde como pueden ver los personajes de TLH toman el lugar de los de DC, como Pop-Pop siendo Jor-El, Myrtle siendo Lara-Van y Lisa siendo Brainiac y Lincoln como Superman (Cosa más que obvia :P)

En un principio pensé en tratar de hacer una historia no apegada a esa caricatura y algo menos tradicional, pero como en este Fandom se han hecho varias adaptaciones en donde Lincoln interpreta a personajes principales de otras series, ¿Por qué no también que sea el legendario Hombre de Aluminio?

También consideré tomar como base la película del 2013 (De ahí el título de este fic XD) pero mejor decidí usar la de la caricatura de los 90 porque noté de que a estas alturas de la vida casi no hay nadie que la recuerde, lo que es una pena.

Creo que este fic será corto y me tomará cierto tiempo hacerlo, porque aunque tenga esa serie como base, también tengo que ponerme a pensar en que roles interpretaran las demás Chicas Loud y demás personajes de TLH. Pensaba en que Leni fuese Supergirl, Lori la Mujer Maravilla, Lynn Jr. Lobo, Lana Linterna Verde, Rita y Lynn Sr. Martha y Jonathan Kent e incluso la disparatada idea de que el papanatas de Clyde fuese Batman XD

Ahora sí, me retiro, no sin antes decir que dentro de poco haré otro fic especial ;D