PORQUE TE AMO

Buenos días nuevamente damas y caballeros, ¿Cómo han estado? Espero que bien porque yo sí gracias a que una operación que le hicieron a mi madre salió bien y sin problema alguno ;)

En esta ocasión, les traigo un pequeño Ronnielcoln (De inmediato un grito de emoción se escucha por parte de las personas amantes de esa pareja) mis pobres oídos… (me pongo un bloque de hielo en cada oreja)

¿Por qué hago un fic sobre mi pareja NO incestuosa favorita? Es que me di cuenta que desde hace mucho tiempo no le dedico una historia a Lincoln y Ronnie junticos como parejita, así que decidí hacerles una que podría llegar a ser medio melosa desde cierto punto de vista XD

Así que basta de tanto blablablá e iniciamos. The Loud House… un segundo, ¿Por qué siempre debo explicar estas cosas? ¡Comencemos de una buena vez, carajo!

No lo entendía, no comprendía el por qué él se tomaba tantas molestias por ella, ¿Por qué? ¿Por qué lo hacía? ¿Qué le impulsaba a hacer tanto por su bien y con todo gusto sin esperar nada a cambio aún después de lo mucho que lo ha maltratado?

Estas eran unas de las muchas preguntas que ahora mismo transitaban dentro de la cabeza de una joven latinoamericana, tez morena y pelo negro como el ébano postrada en su cama, teniendo alrededor del cuerpo muchas vendas, gasas, yesos y curitas que cubrían varias heridas frescas.

Simplemente no lo entendía.

Su expresión era decadente, pero no por su lamentable estado físico, sino por esas interrogantes que la atormentaban a tal punto que deseaba que la tierra se la tragase para no seguir sintiéndose una completa miserable que no merece seguir viva.

Tan metida estaba en sus pensamientos, que ni se inmutó cuando la puerta de su cuarto se abrió.

-Aquí está tu rico desayuno, unos deliciosos Waffles con miel- entró un joven de peculiar pelo blanco que en una bandeja le trajo el mencionado alimento -espero que te gusten. Ahorita te traigo el jugo, Ronnie- de lo más feliz, se retiró después palmearle la cabeza.

La morocha no cambió su expresión y mantenía su mirada perdida en la nada hasta que sus ojos lentamente se posaron en la bandeja a su lado. Aún por más que el delicioso aroma invadió sus fosas nasales, no se dio el lujo de ingerir tal manjar, no era digna de eso, al menos, no digna de lo que ese albino le sirviera.

No después de lo que le hizo hace unos días y por como lo ha tratado desde que eran unos niños.

Todavía recordaba muy bien como todo inicio. Cuando era una chica de 11 años tenía reputación de matona en la primaria de Royal Woods y que a vista de los demás alumnos era alguien duro, de frío corazón que se regocijaba del sufrimiento de quiénes molestaba.

Una fachada con la que trataba de encubrir sus miedos e inseguridades. Muchos brabucones en el interior son inseguros de sí mismo y están llenos de miedo y temen que el resto de personas sepan cómo son en verdad, por lo tratan de ocultar esas fallas con esa dura coraza, qué en muchos casos, no les permiten ser realmente ellos mismos.

Eso era justo el caso de la mexicana. Debía mantener las apariencias, no siendo sincera con sus acciones, su forma de comportarse y a la hora de tratar con otras personas.

Incluyendo al que fue su primer interés romántico, Lincoln Loud, el que ahora mismo se encargaba de cuidarla estando pendiente de todo lo que necesitara.

Siempre le pareció alguien peculiar, tanto por ese característico pelo blanco como la nieve, como por el hecho de que perteneciera a una pintoresca familia compuesta de 10 chicas que sacarían de quicio a la persona promedio, pero que él lograba mantener la calma y saber cómo sobrellevar las diversas situaciones delirantes en las que ellas lo metían (Al menos, así lo intentaba hacer)

Y si él podía soportar los dolores de cabeza que una decena de locas generan, ¿Podría también lidiar con lo que alguien como ella es capaz de hacer? Solo había un modo de averiguarlo:

Haciéndole sucias tretas y bromas de mal gusto.

Un viejo y conocido refrán dice que un chico cuándo molesta a una chica es porque le gusta y esa es su manera de llamar su atención, algo que se puede aplicar totalmente a la inversa, y cuando una chica molesta a un chico es porque seguramente este tiene algo que le resulta atrayente.

Lo que le valió al albino malos tratos de su parte que en un inicio solo veía como meras agresiones y se preguntase el por qué ella tanto se empeñaba en molestarlo, hasta que sus hermanas le explicaron, muy ilusionadas cuándo les contó que como ella lo molestaba con tanta insistencia, qué si lo mortifica a tales extremos, es porque le gusta y mucho.

Realmente no esperaba que con ese tipo de métodos para llamar su atención lograra hacer que tan siquiera la viera, por lo que grande fue su sorpresa cuando él, de cierta manera, correspondía sus sentimientos volviéndose una especie de "amigovios infantiles"

Cosa que no duró mucho porque cuando tenía 11 años, junto con su mamá y su hermano mayor, tuvo que mudarse a Great Lakes City con el resto de su también grande y peculiar familia.

Fue un golpe demoledor para ambos porque justo cuando parecía que iban a tener una relación formal al fin, debían tomar caminos diferentes. Casi únicamente podían interactuar mediante chats y vídeo llamadas, privándose de muchas cosas que otras parejas podían hacer con libertad total.

En las pocas veces que podían interactuar en persona, si bien podían divertirse a lo grande, no era el modo ideal de mantener a flote una relación. Así que desde los 13 decidieron darse un descanso y encontrar sus medias naranjas en otras personas con las que puedan relacionarse directamente sin que la barrera de la distancia fuese un impedimento (Aún por más que le dolió a su abuela que siempre dio por hecho que ellos estaban destinados a ser el uno para el otro)

Pero no lo logró. Aunque conoció varios chicos en su nuevo hogar, ninguno despertó en ella las mismas emociones que ese joven de cabellera blanca alguna vez le generó, lo que la dejaba en una encrucijada porque al parecer su único amor verdadero siempre estaría fuera de su alcance.

¿O puede que no? Porque a los 15 años, su hermano le dio la solución el problema…

-¿Abrir tu propia compañía de seguridad en Royal Woods?- preguntó incrédula ante lo que Bobby le contó.

-¡Claro que sí! Ese ha sido uno de mis más grandes sueños. Podríamos volver al lugar en dónde creciste, ver de nuevo a tus viejos amigos, incluyendo Lincoln, ¿No suena genial? Así estaría también estaría cerca de la familia de mi bella Lori, que es casi como una segunda familia para mí.

-"¿Volver a ver a Lincoln?"- dijo para su adentros la chica disimulando con dificultad el entusiasmo que le daba tal posibilidad.

No quería darse falsas ilusiones, pero debía admitir que tal posibilidad la llenaba de una gran alegría y debía decírselo al otro quinceañero.

-"¿En serio Bobby quiere montar una compañía de seguridad aquí?"- preguntó sorprendido cuando charlaban mediante el celular.

-Claro que sí, perdedor- afirmó llamándolo por ese apodo que le puso desde que eran más jóvenes -tiene planeado montarla dentro de un año. Si vieras como se ha puesto a trabajar como loco para ahorrar el suficiente dinero para lograrlo.

-"Entonces… ¿Eso no significa que al fin podríamos vernos en persona?"- también le daba mucha emoción contemplar la posibilidad de estar al lado suyo y restaurar lo que dejaron a medias.

-No te ilusiones mucho, tarado. Sabes bien que comenzar una empresa de ese estilo no es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana y muchas cosas pueden pasar- debía aclararle que no diera las cosas por hechas.

-¡Mija, necesito que me ayudes con los platos!- le llamó de repente su Abuela Rosa.

-¡Ya voy! Bueno, debo ir a ayudar a mi abuela a preparar la cena. Te llamo luego, perdedor- no habiendo nada más que decir, cortó la llamada para llevarse el celular al pecho y suspirar.

-Y… ¿Con quién hablabas, Mija?- quiso saber la madre de su madre después de que pusieran la loza en la mesa.

-Con Lincoln- respondió sin pensar y con tono meloso que no pasó de ser percibido por la anciana.

-Oh, ¿Y de qué hablaban?- arqueó una ceja divertida.

-Pues de que tal vez dentro de un año pueda volver a Royal Woods si Bobby tiene éxito con su compañía de seguridad y…- detuvo su hablar al percatarse de sus palabras y como ella la veía -¡De nada, no hablamos de nada!- finalizó la charla y se retiró aparentando estar molesta.

No viendo como su abuela río susurrando: "siempre supe que el universo jamás se equivocaría con dos almas que están destinadas a estar una con otra"

El año que transcurrió desde ese momento se volvió el más largo de su vida. Prácticamente contaba los segundos en su reloj y oraba para que el proyecto de su hermano tuviera éxito y así volver a su antiguo hogar y estar nuevamente al lado del peliblanco.

Cosa que no podía disimular ante los más cercanos a ella, en especial ante Sid Chang, su mejor amiga que no requería de poderes mentales para saber lo que en verdad desea…

-Adiós, chicos- estaba despidiéndose de cada uno de los amigos que logró hacer en Great Lakes City, de los cuáles muchos soltaban lágrimas por su partida una vez que la camioneta de su hermano estaba lista para partir.

-Sid… yo… eh…- pero mucho más difícil le resultaba despedirse de la castaña de ascendencias orientales y casi se ponía a llorar, por algo han sido mejores amigas desde que se conocieron.

-Ronnie… recuerda: esto no es un adiós, es un hasta luego- ella era más abierta y sí derramó lágrimas de desdicha para que se dieran un fuerte abrazo, cosa que bastó para que la pelinegra también llorase.

-Mucha suerte y ve por tu hombre- susurró en su oído haciendo que se apenase bastante.

-No-no digas tonterías- casi no pudo ocultar el sonrojo que sufrió y rápidamente se pasó una mano por la cara secándose los ríos que expulsaba; todo con tal de seguir pareciendo una chica ruda y fuerte.

(…)

-¡OSITO BUBU!- fue la cordial y exagerada bienvenida que Lori, la mayor de las hermanas de Lincoln, le dio a su novio de toda la vida una vez llegaron tirándosele encima llenándolo de besos.

-¡RONNIE!- Lincoln casi se le tiró encima para saludarle del mismo modo, pero se detuvo a último segundo y tosió un poco para recuperar la compostura -eh… este… cómo… ¿Cómo estás?- se limitó a preguntar luego de desviar la mirada y balancear una pierna manteniendo los brazos tras su espalda.

-Muy bien ahora que estoy aquí con…- rápidamente se mordió la lengua al percatarse de lo que iba a decir -digo… que estoy igual que siempre, ¿Y tú, tonto?- trató de disimular su gran emoción metiendo las manos dentro de su característico abrigo morado.

-Pues ahora si estoy bien- él no fue tan rápido en controlar lo que dice y se puso colorado al notar las palabras que salieron de su boca -yo… ah… ¿No quieres dar un paseo por la ciudad para que veas en que ha cambiado?- fue lo único que se le ocurrió para enmendar su metedura de pata.

¿Apenas llega y él le propuso tener una cita? Así fue como lo interpretó la latina que debía usar cada gota de autocontrol para no exclamar: "¡Claro que sí, vamos rápido!"

-Pues… sí, vamos. Como no tengo nada mejor que hacer…- aparentó estar desinteresada, pero Lincoln por poco suelta un grito de colegiada.

-¡Vamos, vamos! ¿Recuerdas los Arcades? Ahora pusieron uno de realidad virtual en el que los jugadores pueden meterse en el mundo del videojuego que juegan para así sentir que…- con todo entusiasmo comenzó a charlar con ella, que en verdad no prestaba atención a lo que decía y solo se limitaba a estar nuevamente por fin a su lado.

Se volvió el inicio de un cursi Cuento de Hadas. Al fin luego de privarse de tantas cosas, recuperó el tiempo perdido gozando de cada segundo de su compañía solidificando los fuertes lazos que se tenían y terminando lo que dejaron inconcluso (Sea lo que sea que esto significase)

Pero no todo era color de rosa, porque no hace mucho, sucedió algo que casi llevó a un punto de quiebre su relación…

-¿Realmente le cayeron muy mal esos tamales que Stella le preparó?- carcajeó por la anécdota que él acaba de contarle.

Se hallaban en el centro comercial teniendo una cita, una de las muchas que han tenido desde que regresó a Royal Woods hace un año.

-Hubieras visto la cara de Clyde, ¡Literalmente estaba tan verde como una pera!- también río al recordar la expresión de su mejor amigo al verlo así de enfermo -si ella le dio eso para hacerle sentir bien y subirle los ánimos después de que Lori y tu hermano se casaron, no me quiero imaginar que le hubiera dado para dejarlo peor de lo que ya estaba- dio un sorbo a su gaseosa.

-Veneno para ratas, seguramente- volvió a carcajear al imaginar ese escenario -disculpa, torpe. Debo ir al baño.

Mientras que ella fue hacer sus necesidades, Lincoln se puso a pensar en si también tomarse la molestia de prepararle un delicioso platillo con el que le demuestre lo mucho que la quiere. Como su papá es un experto chef le puede pedir consejo tanto a la hora de cocinar como qué cocinar.

Estaba tan profundo en sus pensamientos, que no se percató de como una bomba ambulante se aproximaba a su posición.

-¿Lincoln?- era Girl Jordan, una de sus compañeras de clase, que al verlo ahí solo, se le acercó.

-¿Jordan?- tuvo un sobresalto por su repentina aparición -¿Qué haces aquí?- muy incómodo se puso por eso.

Y no era por menos, ya que era fue una de las tantas chicas con las que trató de tener una relación, pero igual que Ronnie, jamás logró encontrar en otra lo mismo que ella generó en él.

-Es que vine a buscar un regalo para el cumpleaños de Cristina, pero me topé con el mayor de los premios- muy coqueta, la castaña se sentó a su lado incrementando su incomodidad -¿Y qué haces por aquí solito?

-No estoy solo, estoy en una cita con Ronnie Anne- apresuro a decir para que se fuera, lo que menos deseaba era que su bella latina lo viera interactuar así con otra chica.

-Oh, así que estás junto con ella…- la castaña pareció desanimarse, pero rápidamente sonrió -oye, ¿Recuerdas cuándo competimos en esa pista de baile contra otras parejas y casi nos quedamos con el primer lugar?- quería recordarle los viejos tiempos.

-Sí, lo recuerda, lo recuerdo- trató de pensar en alguna manera de deshacerse de ella sin ser descortés y no quedar como un antipático.

-¿Y recuerdas lo que hiciste luego de eso? Me invitaste a un rico heladito, Lincoln. Siempre tan tierno y considerado, capaz de hacer lo que fuese para hacerme sentir como una ganadora- con todo descaro, le tomó una mano.

-No, no. Descuida, es lo que cualquier otro hubiera hecho en mi posición- no le gustaba la dirección que su charla tomaba.

-Y creo que nunca te di las gracias por ese y demás tiernos gestos. Así que permíteme devolverte el favor- no dándole chance para reaccionar, le plantó un tierno beso en la mejilla que lo apenó enormemente.

-¡LINCOLN!- pero su corazón casi se detuvo porque Ronnie al regresar los vio infraganti -¡¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?!- parecía la más brava de las fieras cuando fue hasta ellos.

-¡EH, EH, YA DEBO IRME!- sabiendo el enorme peligro que corría, Jordan se fue corriendo dejando que Lincoln cargase con toda la culpa.

-¡NO, RONNIE, NO ES LO QUE TÚ CREES!- apresuró a decir al notar lo devastada que la latina está.

-¡¿A NO?! ¡ENTONCES EXPLÍCAME LO QUE ACABO DE VER! ¡¿ES QUE ACASO NO PUEDO AUSENTARME UN PAR DE SEGUNDOS PORQUE ENSEGUIDA TE ANDAS BESUQUEANDO CON OTRA?!- ver al chico que ama ser besado así por alguien más opacó cualquier pensamiento lógico y racional que pudiera tener si las circunstancias fueran otras.

-¡NO, NO ES VERDAD! Es solo que ella creyó que yo estaba solo y quiso darme las gracias por algo que hicimos cuando salíamos y...- detuvo su hablar al percatarse de que con estas palabras empeoraría la situación en vez de arreglarla.

-¡OH, ASÍ QUE ES UNA DE LAS TANTAS NOVIECITAS QUE HAS TENIDO! ¡¿NO?!- la estaca que ella ya tenía en su corazón se incrustó más profundo -¡NO SÉ PORQUE ME TOMO TANTAS MOLESTIAS EN SALIR CON UN JODIDO CALENTURIENTO COMO TÚ QUE TIENE A MIL RAMERAS TRES DE SÍ!- sintiéndose completamente humillada, le dio la espalda para irse.

-¡NO ES ASÍ, NO ES ASÍ! ¡ELLA NO SIGNIFICA NADA PARA MÍ! ¡NINGÚN OTRA CHICA PUEDE…!- trató de detenerla sujetándole la muñeca.

-¡QUÍTAME TUS MANOS DE ENCIMA!- de un fuerte puñetazo al rostro, hizo que la soltara, cayese y se sobara su ojo derecho -¡NO ME VUELVAS A HABLAR NUNCA MÁS! ¡¿ME ENTENDISTE?!- no logró contener sus sufridas lágrimas cuando lo señaló antes de dar media vuelta y retirarse corriendo.

-¡NO, RONNIE, ESPERA, POR FAVOR, ESPERA!- la llamó varias veces, pero era muy tarde y ella no quiso entrar razones.

Se sentía traicionada. Si antes el alma se le partió en mil pedazos cuando tuvieron que terminar su relación a distancia, verlo en esa escena fue como si él le incrustara la mano en el pecho y le arrancase de un jalón el corazón.

Lo que un simple malentendido puede generar en alguien.

Pero lo peor, estaba por llegar…

Al llegar a su casa no había nadie porque su madre estaba trabajando como enfermera en el hospital y Bobby hacía unas diligencias sobre su compañía de seguridad.

Agradecía eso, porque así podría expresar con total libertad el infortunio por el que pasaba destruyendo todo lo que había en su habitación, en especial los regalos que él le ha dado.

-¡ESTÚPIDO, ESTÚPIDO, ESTÚPIDO!- repitió una y otra vez -¡MÁS ESTÚPIDA SOY YO AL CREER QUE SOLO ME AMARÍA A MÍ Y SOLAMENTE A MÍ!- hizo pedazos un peluche en forma de corazón.

Detuvo su ola de destrucción cuándo alguien tocó fuertemente la puerta de su casa.

-¡¿Quién es?!- no podía simplemente hacerse de oídos sordos y con pasos pesados fue a la entrada -¡¿Qué es lo qué…?!

-¡MALDITA ESTÚPIDA!- se trataba de Lynn Jr. una de las hermanas mayores de Lincoln, que no le dio chance de decir algo más porque la cogió de su blusa para sacarla de un jalón de su casa y tirarla al césped para conectarle en el rostro un fuerte puntapié.

-¡ÓYEME, CUÁL ES TU MALDITO PROBLEMA!- se levantó apenas evitando que ella le pisara la cara.

-¡TÚ LE PEGASTE A MI HERMANO, ESE ES EL PROBLEMA!- la castaña se subió las mangas dispuesta a darle paliza de su vida.

Muy hábil será a la hora de pelear, no por nada tuvo fama de tipa ruda, pero no pudo hacer mucho contra una atleta de alto calibre como lo era ella y que le llevaba dos años de ventaja.

Pero, el salvajismo con el que la deportista la agredía, no era solamente por castigarla por haber maltratado a Lincoln, sino más bien parecía expresar algún sentimiento de enorme rencor y desprecio que le ha tenido guardado por mucho tiempo.

Como si se tratase también de una novia furiosa se tratase.

-¡¿Vas alejarte de Lincoln?- la tenía inmovilizada en el suelo agarrándole el cuello con la mano derecha mientras le deformaba la cara a golpes con la izquierda -¡¿Te vas a mantener alejada de Lincoln?!- con este otro golpe le tiró un par de dientes.

Ninguna supo en que momento el albino y las demás chicas Loud habían llegado al lugar de los hechos presenciando cada segundo del proceso.

-Ah… ah… jo… ¡JÓDETE, MALDITA ESTÚPIDA!- no iba a darle el gusto de suplicarle y le escupió sangre.

-¡AHORA SÍ TE VOY A…!- casi le dio el golpe de gracia, pero inesperadamente, Lincoln la abrazó por la cintura para alejarla -¡¿Qué crees que estás haciendo, Lincoln?!- con mucha violencia se agitó.

-¡LYNN, POR FAVOR, YA NO LA GOLPEES!- luchaba para poder contenerla.

Ronnie, pese a sus graves lesiones y de que en cualquier momento quedaría inconsciente, vio asombrada como él fue a defenderla.

¿Realmente era capaz de lanzarse al fuego para rescatarla a pesar de lo que hizo o los golpes que Lynn le propinó la están haciendo alucinar?

-¡ESA PUTA TE GOLPEÓ PRIMERO!- la deportista lo tomó de sus muñecas para deshacer su agarre.

-¡BASTA, POR FAVOR!- en un último intento para mantenerla bajo control, ejerció todas sus fuerzas en su agarre expulsado lágrimas tanto por su ojo sano, como por el golpeado.

-¡LINCOLN, SUÉLTAME!- pudo quitarse sus manos de encima y volvió a tomarla del cuello -¡TÚ NO TE MERECES A ALGUIEN COMO ÉL!- otra vez quiso asestarle el golpe final.

Ahí fue cuando ocurrió lo impensable.

-¡QUE LA DEJES, MALDITA SEA!- en un ataque de ira, Lincoln la derrumbó al darle un puñetazo al rostro partiéndole la nariz.

No supo que más pasó luego de eso o si Lynn intentó agredir al peliblanco, porque lo último que recuerda antes de quedar inconsciente fue como él la abrazó protectoramente para asegurarse de que nada más le pasara.

Y es por eso que ahora está en esa lamentable condición, tratando de encontrarle lógica al buen comportamiento que él ha tenido con ella a pesar de que lo tachó de infiel casanova.

-Aquí está tu sabroso jugo de naranja- él volvió llevando en otra bandeja la bebida, pero su sonrisa se borró al notar que no había tocado lo que le trajo con anterioridad -¿Qué pasó, Ronnie? ¿No te gustaron los Waffles que te preparé? ¿Quieres que te traiga otra cosa?

-…- no dijo nada al respecto, de hecho, el yunque del arrepentimiento que cargaba sobre su espalda se hizo más pesado porque él estaba más que dispuesto a hacer lo que sea para que sintiese mejor.

-Descuida, puedo prepararte tocino con huevos, ¿Te parece bien?- volvió a palmearle la cabeza y se dispuso a irse.

Era momento de aclarar las cosas de una vez por todas.

-Lincoln… espera- habló casi en susurro, pero lo suficientemente alto para que la oyera.

-Sí, dime. ¿Te cambio las vendas? ¿Te ayudo ir al baño? Dime que pasa- la examinó de arriba abajo para asegurarse de que su precario estado no empeorarse.

-No, no… estoy bien. Yo… yo…- no sabía cómo expresarse y un nudo se le formó en la garganta al ver el morado que él aún tiene en el ojo derecho -yo quería… quería preguntarte: ¿Por qué lo haces?- la vio confundido por esta pregunta.

-¿Por qué haces esto por mí? ¿Por qué te tomas tantas molestias para asegurarte de que esté bien aún después de la forma horrible en cómo te traté? No lo entiendo, así que por favor, dime la verdad y por qué te preocupas tanto por mi bienestar.

El joven perdió el aliento ante esa interrogante y desvió la mirada apenado rascándose la nuca no sabiendo que decir en un inicio, hasta que sonrió ligeramente y le tomó la mano izquierda.

-La respuesta es muy fácil, Ronnie: porque te amo.

Fue el turno de la morocha para quedarse sin palabras. ¿Realmente escuchó lo que creyó que acaba de escuchar o esos golpes que Lynn le dio la afectaron más de la cuenta?

-¿Por qué me amas? ¿Aún después de lo que te hice? No… dime la verdad, Lincoln, ¿Por qué haces tanto por mí?- no podía creer que ese fuese el motivo real.

-Esa es la verdad, Ronnie- él le acarició una mejilla sin dejar de sonreírle con calidez -así de simple. Yo sé que lo que hiciste y dijiste fue por culpa de los celos y la ira, porque yo tal vez hubiera reaccionado así si los papeles fuesen al revés- quiso bromear un poco.

-Eso no va a mitigar lo que siento por ti, porque como te lo traté de decir en el centro comercial, la única chica que yo en verdad he amado eres tú y solamente tú. Así que con mucho gusto sería capaz de hacer esto y más con tal de que te mejores; nunca pienses lo contrario- no se contuvo al momento de darle un tierno beso en el mismo cachete que antes le sobó.

Sin palabras se quedó la mexicana. ¿Tan obvia era la respuesta? Ya había oído de cursilerías sobre que el amor verdadero lo puede todo y que las personas que realmente se aman son capaces de perdonar las más graves ofensas de su pareja, pero nunca creyó que se vería envuelta en ese tipo de situaciones.

¿Qué iba a decir ante eso?

-Lincoln… no… no seas tan cursi, tonto- fue lo único que su mente, antes en caos, pudo formular teniendo en su golpeada cara una también pequeña sonrisa genuina.

-Oye, después de tanto tiempo, ¿Y aún no te acostumbras a eso?- Lincoln siguió bromeando -ahora, ¿Quieres que te ayude a cortar los Waffles?

-Claro, pero no te acostumbres a que te deje tratarme con tanto cuidado. Ni que fuese una princesita de porcelana que necesita que su noble caballero en brillante armadura luego de salvarla del dragón, le de todo comido, molido y masticado.

Con esa broma final, se dispuso a comer con la ayuda del que siempre ha sido y por siempre será el único y genuino dueño de su corazón con el que estaría dispuesto a afrontar todas las bolas curvas que la vida les lance de ahora en adelante.

Primer y único capítulo de esta historia completado el 07/08/2021.

Eso ha sido todo por esta vez. Sé que fue medio cursi y todo eso no dándole un gran trasfondo o algo parecido, pero después de hacer tantos One-Shots o actualizaciones que llegan a superar las 10 mil palabras, era hora de darse un poco de aire fresco.

De todas formas, espero que les gustase (En especial a los amantes del Ronnielcoln XD) esta pequeña historia, porque como algunos ya lo habrán notado, es Spin Off de mi primer fic de TLH, La Siguiente Generación, siendo esto una especie de precuela.

Teniendo también ciertas referencias y guiños a otras historias relacionadas con ese cuento, en especial lo ocurrido con Lynn en una historia Lynncoln llamada "Una Ganadora de Verdad" que muestra como ella no ha podido superar el amor que le tiene a Lincoln.

Bueno, no me queda nada más que decir aparte de un "hasta la próxima" no sin antes darles las gracias a aquellas personas que me han deseado suerte con respecto a la salud de mi mamá. Ya le hicieron parte de un procedimiento y el lunes le harán la siguiente parte, así que manden sus buenas vibras y oraciones para que salga bien ;D

Ahora sí, hasta la próxima y estén atentos a las siguientes historias que haga más adelante :)