De la siguiente historia, además del comisionado, la idea, Oc principal y concepto son autoría de DsTriker21 , siendo de mi parte concerniente solo la adaptación literaria de los mismos. Espero que la disfruten tanto como a nosotros el presentárselas.

El arte de portada (e ilustraciones en la versión de Wattpad) son creaciones del artista KaiserDeus . Visite su twitter por favor. Tienes unas ilustraciones bellísimas.

Descargo de responsabilidad. El concepto de " Loud House " y todo lo relacionado con el mismo con excepción de los Oc's pertenecen a su autor y casa productora: Chris Savino & NICKELODEON © 2016 . La historia se realiza sin fines de lucro.


I

Un encuentro inesperado

Aquél día al inicio no pareció distinto a cualquier otro cuando Lincoln terminaba la última clase y salía para buscar a sus amigos en el pasillo seguido de Clyde.

—Entonces, ¿qué van a hacer mañana?

Rusty preguntó con los ojos fijos en Stella, la cual giró los ojos divertida siendo la primera en responder.

—Estaré ayudándole a mi madre a organizar álbumes con las fotos que mi abuela nos envió desde Filipinas.

—Toca revisión veterinaria —le siguió Liam—. Tengo que ayudarle a mis padres y hermana a preparar a Virginia y al resto de los chicos para cuando los médicos vengan a la granja a revisarlos. ¿No quieren acompañarnos? Será divertido.

Sus amigos hicieron un gesto de desagrado. Apreciaban a Liam y aunque admitían los animales de su granja eran divertidos, no le apetecía a ninguno pasar el tiempo ensuciándose entre ellos. Zach fue el primero en objetar al respecto.

—Los veterinarios. Por supuesto que empiezan con los animales, de ahí pasan a investigaciones con los humanos. Tu familia no debería dejar que los toquen si ellos ya saben cómo tratarlos. Esos médicos sólo van a buscar probables conejillos de indias, por lo que cuando menos se lo esperen enfermarán por algo que los mismos doctores les provocaron, por lo que una vez en sus manos de nuevo, los usarán para seguir experimentando.

—Todo lo que harán será vacunarlos, amigo.

El chico se tapó la boca aterrado.

—¡No te das cuenta que les implantarán un chip para mantenerlos por siempre rastrearlos! Por eso a mí mis padres nunca me vacunaron.

Clyde sacó una vitamina de su bolsillo que apuró con un poco de agua que llevaba en un termo.

—Y es por eso que mantenemos medidas adicionales para juntarnos contigo.

Le pasó una vitamina a cada uno de sus amigos quienes se la pidieron, siendo Stella quien lucía por ello más preocupada que el mismo Clyde.

—¿Para qué querrían saber la ubicación de Virginia de todas maneras? ¿Es que podrían pensar que saldrá de su porqueriza para intentar conquistar al mundo o algo así? —Clyde suspiró—. En todo caso yo no podré. Toca limpieza de primavera en casa y estaré ocupado con eso junto a mis papás.

—¿No la habían hecho ya el mes pasado? —Liam creyó recordar.

—Obviamente. ¿Es que nadie hace cada mes en sus casas aseo a consciencia?

Nadie tuvo el valor de explicarle que por lo general eso lo dejaban sólo una o dos veces al año. Rusty negó con un gesto.

—Vaya que son aburridos, chicos. Yo por otro lado pensaba ir al centro comercial a pulir mis habilidades de conquista. Mi tío Glenn me pasó unos métodos que quiero poner en práctica. ¿Qué dicen? Tal vez no tendrían tanta suerte como yo, pero podrían conseguir algo si mi objetivo va en grupo.

—A mí me gustaría ir —le contestó Zach—. Sería divertido ver el espectáculo de pena ajena que de seguro darás. Sin embargo estoy castigado por el asunto de las cámaras.

—¡Eres un idiota por haber hecho algo así! —Stella exclamó realmente molesta sin medir sus palabras.

—¡Te digo que esos saltos acrobáticos y maromas son imposibles de realizar para el humano promedio! ¡Los miembros del equipo de gimnasia deben ser extraterrestres o reptilianos! Todo lo que quería era una prueba de ellas sacándose sus disfraces humanos revelando sus verdaderas identidades.

Rusty le guiñó un ojo a su amigo haciéndole un gesto con la mano, Zach musitó molesto.

—Ya te dije que no alcancé a guardar ninguna copia, Rusty. La maestra Spencer se me adelantó cuando descubrió las cámaras en el vestidor de chicas por lo que ni siquiera pude ver el material.

—Más te vale. —Lo amenazó Lincoln tan molesto como su amiga.

—¿No le dijiste a tus hermanas, cierto?

—Tu dímelo. ¿Sigues respirando?

Zach tragó saliva imaginando lo grave que sería si Lynn se enteraba que él fue el responsable de aquello.

Se dirigían a la salida cuando pasaron por el tablón de anuncios de la escuela. Una joven demasiado mayor como para que fuese una estudiante estaba colgando varios anuncios. Era realmente hermosa y tomó al instante la atención de Rusty.

—Les voy a dar una muestra de lo que se perderán este fin de semana, chicos.

Decidido se acercó a la muchacha con sus amigos detrás de él sofocando la risa, lamentando no lo que quizás le sucedería al pelirrojo, sino el no tener alguna botana para disfrutar mejor del espectáculo.

—Hola hermosa. No te había visto por aquí antes, ¿eres nueva?

—No, sólo vine a dejar un aviso sobre un curso de dibujo profesional que vamos a dar en la universidad comunitaria. Los estudiantes de secundaria tendrán descuento especial. ¿Te interesa?

—No lo sé, ¿acaso tú estarás ahí? Porque no me importaría tenerte de modelo para captar con el lápiz tu gran belleza.

La chica lucía un tanto incómoda de que un mocoso de secundaria estuviese babeando así por ella. Con cierta malicia le sonrió.

—¿En serio podrías hacerlo? —le entregó un tríptico con la información—. Porque los últimos chicos a quienes les modelé desnuda ni siquiera pudieron seguirme el ritmo con las clases privadas.

Se acercó seductoramente a Rusty, quien parecía haberse atragantado con las palabras, o quizá sólo era el exceso de sudoración a la que se vio afectado, o tal vez se trataba del nerviosismo ante la reacción fisiológica ocurrida dentro de sus pantalones lo que le hizo emitir un quejido por respuesta.

—Yo… ah… este… —buscando desviar la atención, miró el tríptico—. ¡Cielos! Esto es bastante caro. Yo… creo que no, pero… ¡gracias!

Rusty salió corriendo hacia el baño con el cuerpo encorvado ocasionando la risa de sus amigos entre otros chicos que presenciaron la escena. El tríptico que recibió salió volando y Lincoln se apresuró a atraparlo.

—Bien hecho, chica —Stella se acercó a la joven para felicitarla—. ¿Pero no crees que fuiste un poco ruda?

Ella se encogió de hombros.

—Me recordó a mi perro que siempre persigue a los autos cuando estos pasan, pero una vez que uno se detuvo frente a nuestra casa, sólo se le quedó mirando como si no supiera qué hacer con él ahora que lo tenía.

Todos rieron excepto Lincoln. Continuaba revisando el tríptico con sumo interés.

—¿Cuál es el descuento que nos darían a nosotros de inscribirnos?

—El precio que marca ya es el descuento —le respondió la universitaria un tanto curiosa. Reconocía que el peliblanco a pesar de ser tan joven era lindo y no parecía nada nervioso o engreído al hablarle como su amigo—. Te aclaro que estaba bromeando hace un instante y no se hace modelaje ni sin ni con ropa.

—Pero sí hacen estos talleres que están señalados aquí sobre las bases del cómic, ¿o no?

—Pues… sí. Todo lo que viene ahí es de lo que trata. También se repasan las técnicas en cuanto a dibujar de forma realista o caricaturesca el cuerpo humano, así como las expresiones faciales. Está el saber todo sobre la descripción visual de una escena, el uso correcto de los globos de texto, entre otras cosas.

Lincoln estaba fascinado por lo que leía y de ella escuchaba. Revisó las fechas. El curso empezaría en dos semanas y los horarios no entorpecerían sus actividades en la escuela, aunque tal vez sí con algunas labores en casa. Nada que pudiera resolver excepto por…

—¿De verdad crees que tus papás les alcance el dinero para inscribirte a eso? —preguntó el Clyde quien había tomado otro tríptico para revisar los precios—. ¿No dijiste que Lynn iba a salir en un par de semanas a Detroit o algo así?

Lincoln suspiró.

—Bueno… es cierto que por mis hermanas han estado algo tupidos de gastos, pero a mi cálculo me parece que es posible quede lo suficiente para el curso. Además, casi nunca les pido nada a como ellas suelen hacerlo, sería justo que para variar sea yo quien lo haga y reciba algo.

En su mente un plan se puso en marcha.

—¿Entonces qué harás el fin de semana, Lincoln? —Stella le preguntó—. Por favor no me digas que piensas acompañar a Rusty a hacer el ridículo buscando chicas.

Su amigo negó con un gesto.

—No. Lo que haré será buscar el modo de ajustar los gastos del hogar para poder inscribirme junto con convencer a mis padres para que lo hagan.

El curso parecía bastante completo y Lincoln estaba decidido a tomarlo. Si un día quería ser un gran dibujante de cómics tenía que estar preparado lo mejor posible en el campo de estudio.

—¿Crees que resulte?

Confiado, Lincoln le contestó a Clyde.

—Por supuesto. Mis padres se la pasan apoyando a mis hermanas en sus actividades todo el tiempo, ¿por qué no lo harían conmigo?


Casi se había desvelado ese mismo viernes organizando los gastos de su hogar y graficándolos junto con el desglose de la información acerca del curso de dibujo, por lo que se sentía satisfecho consigo mismo aquella mañana del sábado, en que elocuentemente expuso el proyecto a sus padres en la sala después del desayuno.

—Y en conclusión, ese es el modo en que enviarme a esos cursos de dibujo sería beneficioso para impulsar mi futura carrera en el mundo de los cómics, además que con las gráficas que ya les mostré en base al presupuesto familiar actual, el costo de los mismos se ajusta perfectamente.

De esa manera Lincoln concluyó su presentación. Sus padres perplejos se miraron entre sí un tanto inseguros de qué decirle.

—Bien —comenzó Rita un tanto nerviosa—. Eso fue… bueno… admitimos que tienes varios puntos válidos ahí, Lincoln.

Miró a su esposo en busca de ayuda. Nervioso, Lynn sonrió y tosió un par de veces antes de que dijese lo primero que se le ocurriera.

—Me gustó cómo hiciste las gráficas. Tal vez debería de pedirte que hagas algunas para las cuentas del restaurante.

A Lincoln no le gustó hacia dónde iba esto. Conocía a sus padres lo suficiente para leer que buscaban el modo de negarse a su petición.

—Está bien. ¿Qué ocurre mamá, papá? Estoy seguro que no me dejé nada en los cálculos financieros. Solo díganmelo y ya.

Rita suspiró.

—Hubo un problema con Luan, por lo que el doctor Feinstein es posible tenga que retirarle los brackets que tiene y ponerle otros más ajustados y eso… cuesta. Además que esta mañana inscribí a Lola en un certamen del que Bobby nos avisó se realizará en Great Lakes.

—También —continuó el padre—, parece que la explosión que provocó Lisa en su salón ayer, rompió algunas otras cosas además de las ventanas, mismas que tendremos también que pagar.

—¿Es que con lo que gana de sus inventos no tiene para hacerlo ella misma? —rumió molesto.

—Lori ya la había convencido para con el pago pasado de su última patente, financiara la escuela de confección a donde Leni consiguió entrar, junto con el viaje de Junior a las semifinales de Hockey en Detroit el próximo mes.

—¿No se suponía que en eso Luna la iba a ayudar con lo que cobró de los últimos conciertos que dio?

Rita chasqueó los labios.

—Bueno… sabes que Lana la apoyó ayudándola a montar sus nuevos equipos de audio y ella en agradecimiento pues… junto con otra ayuda que decidimos darle, conseguimos reunir el primer pago para comprarle uno de esos coches de carrera que tanto nos ha pedido.

Mentalmente Lincoln comenzó a hacer las cuentas. Ciertamente tendría que buscar un trabajo de medio tiempo o algo así para pagarse él mismo el material que necesitaría en los cursos, pues en teoría, por lo menos a sus padres les quedaba justo lo suficiente para la suscripción. Intuyendo lo que su hijo pensaba, Rita lamentó tener que terminar de poner el último clavo en el ataúd.

—Sabes… Lily sigue creciendo y la ropa ya no le queda bien…

—Por algo tenemos la ropa de las demás chicas de cuando tenían su edad —la interrumpió Lincoln—. Estoy seguro que puede bastar con eso.

Su madre negó con un gesto.

—Mucha se fue a la beneficencia y salvo dos mudas, necesitamos ampliar su guardarropa.

Finalmente terminó por exasperarse.

—¿No es suficiente con el conjunto que les ayudé a pagar con mis ahorros? Hasta les sobró para comprarle uno a Lisa junto con la enciclopedia de gérmenes que quería. Saben, pude conseguirme dinero extra si no hubiera tenido que ayudar a Lola para practicar en sus últimos certámenes, o a Lana a reparar esos autos y ganarse unos dólares de los que no le pedí nada.

—Lincoln…

De forma grosera, el chico levantó la palma de su mano frente a ella. Estaba furioso y no pensaba parar lo que tenía que decir hasta desahogarse.

—Admito que fue lo suficientemente buena para darme un poco, hasta que Lucy me convenció que se lo diera para irse con sus amigas a esa exposición especial de armas medievales.

El señor Loud lo apresuró buscando terminar la discusión.

—¿Cuál es tu punto, hijo?

—¿El mío? ¿Cuál es el suyo? ¿Es que es delito para variar querer algo sólo para mí? ¿Es que acaso tengo prohibido tener mis propias aspiraciones lejos de las de mis hermanas?

—No exageres las cosas —su padre le pidió—. Te estás yendo por las nubes. Entiende que de pronto pueden surgir ciertas prioridades a las que tenemos que darles más atención antes que a otras cosas.

Lincoln sonrió con ironía.

—Comprendo. Olviden lo que les pedí. ¡Si les llega a sobrar algo no duden ir a gastárselo en mis hermanas!

—¡Oye! —Rita lo amonestó—. ¡No tienes por qué hablarnos en ese tono, jovencito! ¡Hacemos lo que podemos! No olvides que también estamos pagando tu escuela, lo que es algo importante en tu vida como para que digas que no nos importas. Eso que pides para aprender a dibujar no es… sólo es un capricho que no te servirá para nada a futuro, ¿entiendes?

Lincoln tuvo que hacer todo acopio de sí mismo para no derramar las lágrimas cuyos ojos le amenazaron con soltar.

—Entiendo que muchos otros padres no alentarían a sus hijas a aprender música rock, comedia, moda, deportes, entre otras cosas por considerarlas tonterías sin futuro, al igual que las clases de dibujo, pero ustedes… son buenos y alientan todo eso en los miembros de esta familia mientras no tengan nada entre las piernas, ¿cierto?

Rita como su esposo quedó impactada por la grosería que su hijo les soltó. Estaban por reprenderlo, cuando igualmente sorprendido por su propio atrevimiento, el chico los esquivó y se fue corriendo hacia la puerta, la cual azotó tras salir por ella.

—¡Regresa en este momento, jovencito!

Su madre estaba molesta, a pesar de todo, comprendiendo que sólo estaba agravando más su situación, Lincoln no se detuvo y continuó corriendo hasta que perdió el aire, lo cual ocurrió hasta llegar al otro extremo del parque principal de Royal Woods.


De haberlo visto correr, pensó que de seguro su hermana Lynn estaría orgullosa de él, pues quizá en una carrera hasta le hubiese ganado. Eso lo hizo sonreír un poco, hasta recordar el viaje que ella tendría tras conseguir el financiamiento de sus padres, entonces perdió de golpe el ánimo tras pensar en su aprobación.

No sabe por qué le sorprende tanto la falta de apoyo de sus padres. Siempre era lo mismo. Sus hermanas, desde la mayor hasta la menor eran siempre la prioridad en casa, que si algo sobraba entonces tal vez y con suerte se lo arrojaban a él como en la comida los huesos a Charles y a Cliff.

En el parque, varios niños de distintas edades jugaban en los alrededores en diversos grupos. Algunos chicos mayores parecían cuidarlos, mientras un hombre con uniforme de guardia frente a un camión, fumaba distraído sin prestarles demasiada atención.

Lincoln sintiéndose realmente exhausto y aún inquieto por haber discutido con sus padres, miró el dispensador de agua que estaba frente a los columpios bajo la sombra de un árbol, si se le podía llamar como tales a los neumáticos sujetos por una cuerda sobre los postes. Sólo había una chica ocupando uno sin balancearse. Parecía haberse quedado dormida, pues sus ojos estaban cerrados y respiraba hondamente. La sombra de los árboles a su lado la mantenían alejada del sol para que pudiese descansar.

Lamentando el haber enterrado cualquier posibilidad de asistir al curso que tanto deseaba tomar tras haberles hablado de esa manera a sus padres, aún si encontraban la forma de pagarlo, decidió refrescar su garganta tomando un poco de agua para terminar de calmarse.

Por el cansancio con lentitud se dirigió al bebedero. Pasó frente a los columpios en silencio procurando no despertar a la chica dormida, ¡cuando ésta de repente se echó toda hacia atrás y levantando ambos pies, violentamente se impulsó de pronto hacia adelante golpeando de lleno al peliblanco en el costado!

El sonido que Lincoln hizo antes de caer al suelo, fue un cómico "¡puf!" que provocó las risas de algunos niños que llegaron a ver el suceso.

La chica alarmada por lo que provocó, casi saltó del columpio perdiendo el equilibrio, consiguiendo por poco no tropezar y terminar tirada al lado de Lincoln. Se había agachado a su lado y lo había tomado por el hombro más para apoyarse en él que para reconfortarlo por la brusquedad con que lo hizo.

—¡Lo siento mucho! No me di cuenta que había alguien delante de mí.

Con el enojo latente por la discusión con sus padres, Lincoln sintió que ya era el colmo que el día lo rematara de esa manera.

—¡Tal vez si tuvieras los ojos abiertos te habrías dado cuenta!

Ella parecía a punto de hablarle de nuevo, pero se quedó callada dudando. Parecía dolida por las palabras del chico. Al darse la vuelta para verla, Lincoln quedó impactado, ya que no le había prestado mucha atención la primera vez cuando la notó vagamente de reojo bajo la sombra de los árboles. Esa jovencita revelaba un detalle que nunca imaginó ver en alguien más.

Su cabello tenía una familiar tonalidad blanquecina como la nieve, su piel le hacía juego con el mismo, teniendo un tono incluso mucho más pálido todavía, tanto que casi igualaba a la tez de su hermanita Lucy, salvo que sus mejillas estaban salpicadas con unas pocas pecas.

El cabello tan largo que le llegaba a la cintura, apenas por la punta del mismo lo traía agarrado con un moño rosa como el vestido que llevaba; este era de una sola pieza y parecía quedarle bastante grande, cayéndosele un poco por uno de sus hombros amenazando con dejárselo expuesto, mientras que las mangas, por ser demasiado largas, cubrían sus brazos hasta sus manos. De pronto se imaginó a una escandalizada Leni exclamando que la prenda desentonaba con sus gruesas botas púrpuras oscuras.

Había sido una breve fracción de segundo en que la niña había abierto sus ojos, a la vez había sido el suficiente tiempo para que Lincoln los hubiese visto. Entre tanta variedad de colores de ojos que conocía, ya fueran los marrones, negros, azules o verdes en distintos tonos, en su vida había visto ojos con unos iris rojizos como la sangre y a la vez tan opacos como las sombras en las que Lucy le gustaba refugiarse. Un pensamiento golpeó a Lincoln con mayor fuerza del que ella lo había hecho: Por más abiertos que los hubiera tenido, por esos ojos jamás lo habrían visto antes… como tampoco podrían verlo ahora.

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Heme aquí de nuevo con nuevo proyecto, traído a ustedes comisionado por el usuario de wattpad DsTriker21 , a quien agradezco tanto su generosidad, como la idea de este encantador proyecto que me flechó desde su concepto y las adorables imágenes de KaiserDeus (de verdad les recomiendo que visiten los twitter de ambos), como por darme el motivante e inspiración necesaria para continuar el resto de mis proyectos que dejé pendientes por largo tiempo, y que compaginaré para traerles una vez más de regreso.

En mi blog: " ko-fi jonasnagera / posts ", podrás encontrar cada semana breves adelantos de lo que estoy escribiendo.

Una disculpa por la larga ausencia, que espero compensarlos tanto con esta nueva historia, como las actualizaciones de las próximas. Saludos.