FOR HONOR
PARTE DOS: DERROTA CATASTRÓFICA
Pasó el tiempo y Lynn pudo llevar a cabo el plan que le mencionó a Lucy. Consistía en ir de una en una a las otras tribus vikingas y convencerlos para saquear los pequeños pueblos y asentamientos tanto de samuráis como de caballeros, en especial las de estos últimos, no solo para devolverles la pedrada y vengarse de lo que ellos les han hecho (Creyendo que todos ellos son los culpables de sus desgracias) sino para que vieran que al atacarlos consiguen mucho más que pelearse entre sí mismos y así unirlos para que trabajen juntos bajo el mismo propósito aplicando el refrán: "La unión hace la fuerza" siendo algo que nunca se ha visto en su historia.
Y también para debilitar la Fortaleza Loud House al hostigar a sus aliados para que así les envíen refuerzos y su fuerza militar se redujese poco a poco.
-Nunca entendí el interés por este reino, Lynn, ¿Por qué no otro con menos defensas?- preguntó Lisa cuando montadas en unos caballos y desde la cima de una colinas veían el castillo que ya recibía los primeros copos de nieve del invierno.
-Porque este, aparte de tener muchas más reservas de alimentos y recursos que los que hemos atacado hasta ahora, tiene una larga historia con nosotros. En caso de que Luna, Luan y Lucy no te lo hayan contado, nuestro padre hace mucho tiempo, antes de que nacieras, le había echado el ojo a ese castillo afirmando que sus habitantes nos quitan muchas de nuestras preciadas fuentes de alimento hasta que inexplicablemente desistió en su intento por reducirlo a cenizas.
-Por lo qué al conquistarlo, no solo recuperaremos lo que nos han quitado, sino que finalizaremos su labor ahora que las tribus estamos luchando por el mismo objetivo. Dos pájaros de un solo flechazo- contó sin despegar su vista de la fortaleza, imaginándola envuelta en llamas.
-¿Entonces vas a lanzar ya un ataque contra ellos?
-No, aún no. Primero necesitamos que dispersen la mayoría de sus tropas hacia sus demás aliados, que Lucy sabotee sus catapultas y una vez que esto pase, los atacaremos con todo- explicado esto, se retiraron.
Como si de un fantasma se tratase, su hermana pelinegra aprovechó la oscuridad de la noche para poder infiltrarse en la fortaleza y así acercarse con sigilo a las catapultas que fácilmente se puede apreciar que no han sido usadas en mucho tiempo.
-Imbéciles… se nota que están muy confiados. Este error les va a costar muy caro- sin que nadie la viera, procedió a sabotear las grandes defensas del castillo.
(…)
Mientras más entraba el invierno, más desesperante se volvía la situación para Lincoln y su familia. No podían simplemente negarse a darles apoyo a sus aliados tanto porque habían hecho un pacto en conjunto que por cuestión de honor y palabra no podían romper, como porque si ellos en algún momento requieran de ayuda debían tener a la mayor cantidad de soldados y recursos posibles y si pierden a sus aliados deberán arreglárselas solos.
-Mamá, te digo que esto ya es ir demasiado lejos. Ya has enviado a tres cuartas partes de nuestras tropas a reforzar las defensas de nuestros colegas, ¿Y ahora vas a mandar a la caballería para ayudar a los Harrison? ¡Nos estás entregando en bandeja de plata!- Lori no se iba a contener a la hora de expresar su descontento.
-La última vez fue una falsa alarma, pero con los últimos ataques vikingos en estos meses, no podemos permitir perder un solo aliado más. ¿Qué diría tu padre si te oyera decir eso? Él estaría más que dispuesto a ayudar a los que en los tiempos de tu abuelo Albert nos ayudaron a sobrevivir a amenazas de ésta índole- la Reina Rita no le gustaba su actitud poco altruista. Su humanidad, sentido del deber y responsabilidad le impulsaban a socorrer a sus asociados.
-No es que quiera ser desagradecida o algo parecido, pero primero estamos nosotros, y todos los que viven bajo nuestro cuidado, antes que los demás. Por favor, recapacita.
-Mi decisión es firme y clara y nada me hará cambiar de opinión. ¿Algún inconveniente con eso, Comandante?- esta vez no le habló como madre, sino como su superior y la mayor de sus hijas no tuvo más opción que agachar la cabeza negando resignándose al susurrar: "ninguno, mi Reina"
-Ahora… Lana, Lola. Por favor se cuidan mucho y no se arriesguen de más- recuperó su tono maternal al hablarle a las gemelas que ya están listas para partir.
-Descuida, mamá. Verás que antes del amanecer ya habremos acabado con todos esos bárbaros incultos y estaremos de regreso- afirmó Lola antes de colocarse su muy decorado yelmo.
-Yo espero que sea así. Ya saben lo incómodo que me resulta llevar esta lata puesta por tanto tiempo- como la última vez, Lana no está muy conforme usando armadura -¡Andando, soldados!- hizo que su caballo relinchara levantando sus patas delanteras y se retiró con los demás.
-¿Estarán ellas bien, mami?- preguntó muy angustiada la pequeña Lily.
-Claro, mi princesita. Cuando ellas dirigen la caballería nada de este mundo las puede parar- Rita le sobó la cabeza para tranquilizarla -ahora, es hora de redistribuir las tropas que nos quedan en los diferentes puntos de defensa que tenemos, ¿Le parece bien, Comandante?- le volvió a dirigir la palabra a Lori para que dejase de estar ofuscada.
Ninguna se dio cuenta de que Lincoln y Clyde volvieron a hablar en privado.
-¿Cuál es tu plan de defensa en caso de que ocurra lo peor, Lincoln?
-Pensaba en distribuir diversos tipos de trampas en las posibles rutas que esos animales usen para venir a invadirnos, pero ahora somos tan pocos que… en serio les estamos dando el reino en charola de plata. Si dependiera de mí, habría levantado murallas exteriores y reclutado a todo hombre, mujer, niño y anciano que pueda blandir una espada para aumentar el número de soldados junto con nuestras posibilidades.
-Espero que la amabilidad de tu madre no nos juegue en contra. Es como si intentara protegerlos a todos y no se diera cuenta que no siempre se puede salvar a todo aquel que necesite ayuda y muchos menos se percata que arriesgar su seguridad y la de los suyos por el beneficio de alguien más es algo que le podrá traer graves consecuencias a futuro.
-Si papá estuviera vivo, no sería así de arrojadizo… espero que con lo que tenemos por ahora baste para defendernos de cualquier agresión. Si el abuelo pudo cuidar el castillo con menos, nosotros también deberíamos conseguirlo- más que convencer a su amigo, dijo esto para convencerse a sí mismo pensando en cómo sería una batalla con sus actuales fuerzas reducidas.
Ignorando que a la lejanía, Lynn, Lucy y Luna de nuevo observaban la fortaleza.
-Magnífico, esos imbéciles mordieron el anzuelo y han enviado a la caballería a lidiar con lo que Luan, Lisa y el resto están haciendo. Es nuestra oportunidad- sonrió y vio el casco con cuernos de toro que usará para la batalla -espero que te sientas orgulloso por lo que hemos logrado, papá- lo besó porque alguna vez le perteneció a su progenitor y fue a dirigir el ataque.
Los habitantes de la ciudad cercana a la Fortaleza Loud House seguían en sus labores domésticas creyendo que con los pocos soldados que ahora mismo rondaban por las calles estarían a salvo de los ataques que han sufrido otros reinos, sentimiento de seguridad que se potenciaba al contar con la presencia de la más amable y bondadosa de las princesas.
-Déjeme ayudarle, señora- Leni era la encargada de verificar que todo estuviera bien y se tomaba la molestia de ayudar personalmente a los que necesitaban de algún tipo de dificultad, ahora echándole una mano a una anciana que no podía subir un bloque de heno a su carreta.
-Mil gracias, Mi Señora- las palabras de agradecimiento era lo único que requería para siempre tener una radiante sonrisa en su bella cara que transmite esperanza y serenidad a quien la viera.
Hasta qué a lo lejos, se escuchó un cuerno de guerra usado por Liam que lo soplaba a todo pulmón acabando con la paz del ambiente y viesen con horror como una lluvia de flechas iban a ellos.
-¡TODOS, CUIDADO!- gritó Leni e instintivamente se cubrió con su escudo triangular.
Casi todos los soldados pudieron soportar ese ataque sorpresivo ya sea por sus armaduras o escudos, pero varios de los ciudadanos no tuvieron la misma suerte y cayeron muertos o gravemente heridos.
-¡NO!- impactada, la princesa vio como la anciana que ayudó hace tan solo unos segundos cayó muerta por una flecha incrustada en su frente.
Ahora lo que se hizo presente fue un grito de lucha colectivo por parte de todos los vikingos que como una avalancha se dirigieron para destruir todo a su paso helando la sangre de cada uno de los que los vieron aproximarse.
-¡VIKINGOS!- volvió a gritar Leni retrocediendo unos pasos, hasta que vio a los heridos y recordó cuál es su deber -¡TODOS AVANCEN! No podemos permitir que lleguen hasta acá- con todo el valor que pudo reunir, desenfundó su espada y dirigió a los caballeros hacia la lucha.
-¡Procuren matarlos a todos rápidamente y sin rodeo alguno! No vamos a tener otra oportunidad como esta- ordenó Lynn para apoyarse en una gran roca y dar un largo saltando ejerciendo toda la potencia de la caída en un hachazo a un soldado en su clavícula tan fuerte que pudo traspasar su armadura y que el filo llegase casi hasta el abdomen.
Dando así inicio a esta decisiva lucha.
-Oigan… es idea mía, ¿O está saliendo humo de la ciudad?- preguntó Lincoln a su familia que debatía en torno una mesa redonda y vio a lo lejos una humareda que lentamente se alzaba.
-¡AYUDA, AYUDA, POR FAVOR, AYUDA!- vieron con sorpresa desagradable como Leni y un puñado de sus soldados y varios pueblerinos se acercaron corriendo o montados a caballo como si demonios estuvieran persiguiéndolos para robarles sus almas.
-¿Qué diantres…? ¡ABRAN LA ENTRADA!- ordenó Lori para que pudieran ingresar.
-¡¿Qué te pasó, Leni?!- Lincoln la sostuvo porque ella ha perdido demasiada sangre por culpa de una herida en el estómago.
-Vi… vi… ¡VIKINGOS! Los… ¡Los vikingos han venido a atacarnos!- expresó casi no pudiendo hablar y comenzó a respirar muy agitadamente.
-Lo sabía…. ¡LO SABÍA, MALDITA SEA, LO SABÍA! ¡Sabía que iba a ocurrir tarde o temprano!- iracunda, Lori golpeó con el puño derecho una pared agrietándola.
-¿Cuántos son, Leni?- el peliblanco pasó una mano por su frente teniendo el corazón latiendo a toda potencia. No esperaba que esa situación ocurriera tan pronto.
-Creo… creo que son por lo menos 5 mil… y no les bastó con quedarse con todos los suministros de los ciudadanos… ¡Vienen acá con la intención de matarnos a todos!- Leni comenzó a toser sangre.
-¿5 mil? No puede ser… si los ataques a los otros reinos solo fueron hechos por batallones de unos cuantos centenares cada uno…- el príncipe peliblanco comenzó a ver de un lado a otro aterrado.
-Y estos son casi cinco veces más que el número de soldados que poseemos en este instante. Es como sí… como sí lo dieran todo en su arremetida contra nosotros, como si fuéramos el premio mayor- razonó Clyde con una gruesa gota de sudor recorriendo su sien derecha.
-Espero que ya estés feliz, "Mi Reina"- reprochó Lori a su madre, que no tenía cara para objetar -¡ESCÚCHENME, TODOS! Vayan a sus posiciones, los ciudadanos y heridos ocúltense en las catacumbas y no salgan hasta que hayamos terminado con esas inmundas alimañas- no se demoró en dar sus indicaciones.
-Lincoln, manda águilas a los reinos a los que les hemos enviado refuerzos. Necesitamos que todos regresen cuanto antes, en especial Lana y Lola con la caballería- su hermano asintió y fue a hacer lo pedido -mamá, tú, Lily y Leni deben esconderse también en las catacumbas y díganles a todos que bloqueen la entrada. Ahí estarán a salvo.
-Hija… sé que es tu deber cuidar el reino, pero por favor, no derrames sangre de más. Si ellos nos atacan es porque tal vez están muy desesperados, deberíamos primero tratar de dialogar y así llegar a un acuerdo para…
-¡YA BASTA DE TANTAS ESTUPIDECES!- guardó silencio incrédula por cómo le habló -lo lamento mucho, mamá. Pero la diplomacia no está en el idioma de esos bárbaros y la única solución que conocen para los problemas es la espada. Así que haré lo que haga falta para defendernos, ¡Ahora vete y no estorbes!- le dio la espalda alejándose y dejándola con la palabra en la boca.
-¿Se encuentra bien, Comandante?- Clyde se le aproximó preocupado por su estado emocional.
-¿Acaso me veo bien?- la mirada que le dedicó lo estremeció -dile a los arqueros que ataquen a todo lo que se mueva y al resto que preparen las catapultas. Si en verdad son tantos, solo recurriremos al combate directo como última opción- a pesar de su ira, tenía la suficiente claridad mental para pensar con cautela.
-Desde aquí puedo oler su miedo- dijo Lucy a sus hermanas cuando la horda de vikingos estaba aproximándose al castillo.
-Y ese olor se intensificará cuando vean nuestras catapultas y el ariete que hemos preparado para tumbar sus puertas- lo que Lynn vio ahora en su mente fue las expresiones de horror que los defensores iban a esbozar -¡Arqueros, lancen!- los que poseían arco y flecha acataron su orden.
-¿Esos imbéciles creen que nos van a dar desde su posición?- se mofó Zach escondiéndose detrás de los muros al igual que los demás.
-Están lo suficientemente cerca, ¡CATAPULTAS, ATAQUEN!- mandó Lori señalándolos.
Cuando los caballeros iban a accionarlas, vieron con sorpresa desagradable que las cuerdas que hacían funcionar el mecanismo se rasgaron quedando inutilizables por completo.
-Imposible… ¡SABOTAJE!- informó Clyde cuando analizó las catapultas.
-¿Cómo es posible que…?- Lincoln se quedó en shock temiendo que su peor pesadilla se fuera hacer realidad en ese mismo instante.
-Entonces solo contamos con los arqueros hasta que las tropas regresen…- murmuró Lori temblando de la ira e impotencia hasta que notó como todos la veían esperando indicaciones -¡¿Qué están mirando?! ¡ARQUEROS, EMPIECEN A ATACAR! El resto vaya a reforzar las puertas, ¡MUÉVANSE YA!- no podía mostrarse asustada o débil ante sus tropas y siguió dando órdenes.
-Esta va ser una larga noche…- Lynn sabía muy bien qué aunque tienen el número a su favor, no les resultaría nada fácil apoderarse del castillo.
DE VUELTA AL PRESENTE…
Y ese es el motivo por el que ahora caballeros y vikingos peleaban con ferocidad literalmente a los pies de las murallas. Si los guardianes permitían que el ariete vikingo llegase hasta la entrada, esta sería destruida y nada evitaría que ingresaran.
Algo que debían evitar a toda costa lidiando también con una creciente desesperación, en contraste con los invasores que gracias su enorme ventaja numérica tenían más confianza en sí mismos, totalmente seguros que los dioses los favorecían en este día a pesar de las muertes de muchos de los suyos.
Ninguno de los bandos podía darse el lujo de flaquear o echarse para atrás a estas alturas del conflicto, eso era algo que Lincoln y Lynn sabían muy bien y lo tenían en mente a casa segundo.
Agachándose para evitar ser decapitado, el caballero sujetaba de nuevo el mandoble por la hoja para darle un golpe de martillo con la guarda a la vikinga en el abdomen tan fuerte que le obligo a inclinarse hacia adelante y así conectarle un codazo en la nuca tumbándola bocabajo y pisarle la espalda para intentar empalarla.
De un rápido movimiento, ella le pegó en la pierna derecha de nuevo con la cabeza de su hacha quitándoselo de encima y cayera de espaldas para incorporarse y tratar de darle un hachazo con todas sus fuerzas en la frente.
Apenas pudiendo reaccionar, Lincoln se alzó teniendo que apoyar una rodilla en el piso y colocar de forma horizontal su larga espada deteniendo a duras penas ese brutal golpe. Al volver a sacudirse por el forcejeo, apreció como varias grietas se creaban en la hoja, y si en ese momento se rompe, será su fin.
Por lo que no le quedó de otra que arriesgarse bajando el mandoble para que el hacha de Lynn siguiera de largo cortándole el ala derecha de su yelmo al inclinar la cabeza a la izquierda y así pegarle con el pomo en la garganta quitándole el aire y escupiese mucha sangre mientras se sobaba el cuello con ambas manos, lo que le dio la oportunidad de hacerle un profundo tajo en el antebrazo derecho, luego otro en la rodilla izquierda y finalmente derrumbarla con una fuerte embestida de hombro ahora pisándole el estómago.
-Ya has perdido… bestia infernal- respiraba muy agitado por el cansancio.
-Yo… ¡YO AÚN NO HE PERDIDO!- trató de pararse, pero él puso el extremo del mandoble contra su muy dañada tráquea.
-¡LYNN!- sus hermanas y Liam al verla a punto de perder la vida, trataron de socorrerla, pero Lori, Clyde y demás caballeros les bloquearon el camino.
-Mírame a la cara. Quiero ver a los ojos a la responsable de la muerte de tantos de nosotros antes de mandarla al nivel más bajo del Pozo de Fuego Eterno- exigió el peliblanco permitiéndole a la líder vikinga ponerse de rodillas mientras se sujetaba su brazo herido.
-Si haz de matarme, hazlo de una vez. Porque si crees que te imploraré misericordia, estás muy equivocado- ella no le iba a dar ese gusto y mantuvo la cabeza agachada lamentándose porque no estará presente cuando los suyos tomen la fortaleza y todo lo que les sirva para mejorar la calidad de vida tanto de su tribu, como las del resto.
-Inmundo animal…- él le pateó el rostro volviéndola a tumbar ahora pisándole el pecho -las bestias salvajes como ustedes deben ser sacrificadas cuánto antes para que nunca más lastimen a inocentes- se quitó su casco y luego el de ella de un jalón para así verla a los ojos.
Pero ambos perdieron el aliento al poder admirar el rostro del otro. Como si de repente todo lo que los rodeaba hubiese desaparecido y solo quedaran ellos dos en este campo de muerte perdiéndose en los ojos del otro.
Los cafés casi dorados del valiente guardián del castillo chocando contra los azules marino de la fiera invasora. Tan solo hace unos segundos desprendía una hostilidad y ansias por cegar la existencia del otro y ahora emanaban un sentimiento opuesto, pero igual de profundo.
¿Qué será? ¿Qué podría ser tan intenso como para hacerles olvidar la crítica situación actual por la que ahora pasan? Ninguno sabría cómo explicar eso que los poseyó por completo.
-¡MALDITA SEA, QUÍTENSE!- en una explosión de ira, Liam pudo hacer a un lado a Lori, Clyde y luego a todo a todo caballero y vikingo que tuviera en frente como si la piel de oso pardo que lleva puesta le otorgase la fuerza de un furioso toro y sin importarle las heridas que se ganase en el camino -¡LYNN!- tal modo de ir a su rescate parece indicar que le tiene un aprecio mayor que el de solo una buena camaradería.
Su grito hizo que Lincoln volviera a la realidad, y al tratar de defenderse con su espada, esta terminó por partirse en mil pedazos por el hachazo que él le asestó seguido de un empujón que le mandó a volar unos metros como si el ariete vikingo lo hubiese golpeado.
-¡LINCOLN!- Lori y Clyde de inmediato fueron a ayudarle.
-¡¿Estás bien, Lynn?!- la ayudó a levantarse porque no podía mantenerse de pie por sí misma.
-Ah… ah… si, lo estaré- al dejar de ver al caballero de anaranjada armadura, recordó en lo que está metida y se frotó sus heridas cerrando los ojos y soltando roncos gemidos de dolor.
-Lynn, debes retirarte y dejarnos el resto a nosotros. Si mueres ahora, nadie más motivará a las tribus a seguir trabajando juntas- recomendó Lucy.
-¿Huir de una batalla? ¡JAMÁS! No sería un verdadero vikingo si actuase tan cobardemente- recuperando totalmente su actitud normal, se dispuso a seguir luchando, pero sus lesiones casi le hacen caer.
-¿Estás bien, Lincoln?- por su parte, Clyde y Lori ayudaron al caballero de pelo planco.
-Ay… ay… creo que sí. ¿Cuál es la situación?- sacudió su cabeza también recuperando el juicio.
-De mal en peor. Ya hemos perdido a la mitad de las tropas y no hemos acabado ni con la décima parte de esos bastardos. No nos queda de otra que replegarnos al interior del castillo y resistir hasta que Lola, Lana y los demás regresen- explicó su amigo dándole la espada de un camarada caído en batalla para que pudiera seguir luchando.
-¿Quién murió y te hizo rey para tomar ese tipo de decisiones? ¡NINGUNO DE NOSOTROS IRÁ A NIGUNA PARTE HASTA QUE YO LO DIGA!- Lori casi le dio un golpe por tal insolencia -¡TODOS FORMEN UNA LÍNEA! No podemos permitir que den un paso más hacia el castillo.
-¿Lo ves, Lynn? Tan desesperados están que ya no piensan con claridad y se van a poner la cuerda alrededor del cuello. Tú ve a descansar y deja el resto en nuestras manos- pidió Luna teniendo a mano una nueva jabalina.
-¡DIJE QUE NO! Esperé tanto tiempo por esto que no puedo simplemente ir a ocultarme bajo una roca. ¡Debo finalizar el trabajo de nuestro padre!- la otra castaña seguía reacia, hasta que su mirada volvió a chocar con la de Lincoln -pero…- con tan solo observarlo nuevamente, flaqueó.
Pero ella y demás vikingos no pudieron hacer otra arremetida cuando sin previo aviso, y en un enorme giro irónico, una lluvia de flechas cayó sobre ellos matando a varios porque la mayoría solo llevaba puesta pieles de animales y ropas contra el frío usando poca protección.
Ese ataque no provino de la muralla, sino por el flanco derecho y descubrieron como centenares de jinetes a caballo se acercaban a toda velocidad siendo dirigidos por las princesas gemelas.
-¡A LA CARGA!- gritó Lana sujetando una larga lanza apuntándola hacia el frente, acción que su hermana y demás caballeros imitaron a la par.
-¡LLEGÓ LA CABALLERÍA!- vociferó alegre Zach viéndolas con los otros arqueros desde los muros.
-¡TODOS, CUIDADO!- avisó Luna y los portadores de escudos intentaron formar una barrera.
Pero fue demasiado tarde y las embestidas de cada uno de los recién llegados tuvieron tanta fuerza que hicieron añicos los escudos y aniquilaron todo a su paso ahora siendo ellos una avalancha o fuerza de la naturaleza que nadie podría frenar.
Aunque siguen siendo inferiores en número, estar montados sobre sus imponentes y bien protegidos corceles, los caballeros pudieron darle un giro radical al conflicto haciendo retroceder a los vikingos que ahora debían batallar para sobrevivir.
-¡Esto es lo que les pasa a aquellos que quieran vernos la cara de idiotas y me hagan manchar mi bella armadura con su inmunda sangre!- exclamó Lola al hacer que su caballo galopase en línea recta embistiendo a lo que tuviese en frente y se inclinó sobre su costado izquierdo cortarle para la garganta a un enemigo.
-¡Denles con todo, que ninguno quede con vida!- Lana era más directa y se limitaba a matar lo más rápido posible a cuanto vikingo se le cruzase en el camino e hizo que su caballo pateara a uno de los agresores en la cabeza con la pata derecha trasera.
-¡¿Cómo es posible que hayan regresado tan rápido?!- quiso saber Luna después de arrojar su jabalina al caballo de esa princesa, pero solo consiguió mellar la armadura que poseía.
-¡LYNN, DEBEMOS HUIR!- sugirió Lucy saltando a un lado evitando por poco ser pisoteada por Lola.
-¡NUNCA! Si la muerte va a reclamar mi alma en este lugar, ¡La recibiré con los brazos abiertos!- se volvió a negar Lynn sujetando su hacha como muleta para intentar caminar.
-¡Por mil demonios!- la pelinegra la tomó con brusquedad para que le prestara toda su atención -¡ESCÚCHAME CLARAMENTE! Esta no será nuestra última batalla, ni mía, ni tuya, eso lo he previsto. Todavía nos quedan muchas más luchas por delante para asegurar el futuro de los nuestros, ¡Pero no tendremos futuro alguno si dejas que tu orgullo maldito te haga quedarte aquí para recibir una muerte segura! Y si mueres, morirá también todo lo que has logrado y nadie más podrá mantener unidas a las demás tribus para que peleen juntas por un objetivo común y a la larga desapareceremos sin dejar rastro alguno.
-¿Eso es lo que deseas? ¿Así es como quieres que seas juzgada cuando estés ante los pies de Odín? ¿Cómo la que tuvo la oportunidad de unificarnos a todos y la desperdició por seguir las viejas costumbres obsoletas que tanto aborreces? ¡ABRE LOS OJOS!
Terminado de escuchar esto, la castaña comenzó a ver todo a su alrededor apreciando como ahora eran sus camaradas los que caían uno tras otro, como árboles talados, para nunca más ver un nuevo amanecer haciendo que se percatase que de no hacer algo pronto, esta será la última gran batalla tanto para las tribus que ahora mismo luchan bajo su mando, como para el resto de su cultura.
-Santos dioses… nunca pensé que tendría que decir esto… ¡RETIRADA! ¡TODOS, EMPRENDAN LA RETIRADA!- cada uno de los vikingos la vieron atónitos por oírle gritar tales palabras.
-¿Retirada? ¡¿TE HAZ VUELTO LOCA, LYNN?!- Luna no pudo creer lo que oyó de su parte.
-Si nos quedamos aquí terminaran por masacrarnos y nuestras familias y amigos no tendrán forma de sobrevivir el invierno, ¡Retirémonos ahora para poder pelear otro día!- ordenar la retirada le generaba un dolor comparable al de mil espadazos.
Así que Liam la tomó y cargo en su espalda como si fuera un costal, lo mismo hicieron los que aún tenían las fuerzas suficientes para cargar a sus compañeros heridos y llevárselos lo más rápido que podían abandonado sus catapultas y el ariete, claro, si es que no caían por culpa de algún flechazo.
-¡ESTÁN HUYENDO!- avisó Zach entusiasmado y arrojó otra flecha.
-¡Lo logramos, soldados! ¡HEMOS GANADO!- cuando Lori gritó empuñando en lo alto su alabarda, todos los caballeros entraron en un estado de euforia que no han sentido en mucho tiempo felicitándose mutuamente porque pocos lograron repeler a muchos.
-Gracias a Dios…- quitándose el casco, Clyde se pasó una mano por el pelo hasta que notó que su amigo peliblanco no compartía el mismo entusiasmo que el resto -¿Lincoln? ¿Te ocurre algo?
-…- él no decía nada, ni siquiera parpadeaba, por estar viendo fijamente como Lynn se alejaba más y más hasta que volvió en sí cuando le puso una mano en el hombro -este… sí, sí, ¡LO LOGRAMOS!- alzó también su mandoble uniéndose a la festividad, aunque en realidad su mente seguían pensando en esa fiera guerrera a la que casi priva de la vida.
Tan dichosos estaban todos los habitantes del castillo Loud House, que nadie se dio cuenta que sobre una de las lejanas montañas, justo cuando el Sol emergía, otro grupo de caballeros los habían estado observando desde el inicio del ataque vikingo: Los Piedra Negra.
-Los vikingos han fallado en su ataque, Mi Señora- dijo un hombre portando una armadura y alabarda parecidas a las que Lori usa.
-Parece que éste será el fin de su "milagroso" trabajo en equipo- habló ahora una mujer con capucha y portadora de una daga en cada mano.
-Al contrario, esto los unirá aún más- contradijo la líder, que usa una armadura negra que la cubre por completo, ni siquiera se le puede apreciar la cara y rasgos étnicos por el intimidante yelmo en forma de calavera que posee teniendo también una capa que se ondea por el viento.
-Ahora estarán más desesperados que nunca, y por consecuencia, sus ataques serán aún más osados e idearan nuevas formas para quedarse con los recursos de las diversas fortalezas que existen y que ansiosamente esperan ser invadidas, y cuando eso pase…- soltando una pequeña risa, se retiró con sus soldados sabiendo que todo está marchando como lo planeó.
Sin dudas, ese será el peor de los inviernos para todos.
Piloto completado el 17/06/2021.
Y como lo prometido es deuda, no me demoré mucho en subir la segunda parte de este Piloto. Sé que quedó algo corto comparado con la primera parte, pero no quería alargar más el cuento y extender demasiado el conflicto que los caballeros y vikingos tenían.
Por un momento creyeron que sería Lincoln y los suyos los que perderían, ¿Verdad? Al menos la caballería llegó justo a tiempo para salvarlos (Literalmente hablando XD) ¿Qué será entonces de Lynn y sus camaradas a partir de ahora al ser vencidos? Eso depende de quién quiera hacer un fic en base a este Piloto.
Interesante forma tuvieron ellos para quedar pringados por el otro, con tan solo verse las caras olvidando por completo que están en medio de una lucha encarnizada en la que podrían morir de mil formas, a eso si se le puede llamar: "amor a primera vista" XD
Bien, siendo este el último Piloto que me quedó por subir, puedo enfocarme nuevamente en seguir con mis demás Fics, pero eso no significa que más adelante no vaya a hacer historias de lo más locas, ya sean One-Shots, Multi-Chapters u otra locura que salga de los rincones más profundos y erráticos de mi cabeza XD
