Ni Marvel ni High School DxD son de mi propiedad, pertenecen a sus respectivos autores.

Yo hago esto sin ánimo de lucro, solo para pasar el rato.

Este fic contiene/contendrá violencia, palabrotas, posible lemon más o menos fuerte y demás cosas. Leedlo bajo vuestra responsabilidad, que yo ya lo he puesto en categoría M.

—comentarios.

—"pensamientos".

—*hablando por teléfono, comunicador, etc.*

(J.A.R.V.I.S.)

—+F.R.I.D.A.Y. +

—[Ddraig, Albion, etc.]


Capítulo 51:

NUEVO MUNDO — PARTE 02


En la ciudad y comuna suiza donde estaba la sede de la ONU, Ginebra, se encontraban ambos Stark, que habían ido volando en sus respectivos trajes hasta la ciudad. El edificio que tenían frente a ellos era el Palacio de las Naciones en el Parque Ariana. Nada más aterrizar, las personas congregadas aplaudieron con gran alegría al verles llegar, aunque Issei pudo ver varias pancartas en las cuales se podían leer mensajes que defendían su fe y religión, otros eran muy ofensivos, había también insultos y amenazas hacia su persona, seguramente pertenecientes a radicales religiosos. No le sorprendió, pero sí le entristeció. Sabía que lavar su imagen llevaría muchísimo tiempo y tendría que aguantar cosas como aquella cada día, pero se hacía duro ver tanto odio y deseos de muerte hacia su persona. A pesar del gran número, la seguridad era excepcional, y estaba preparada para enfrentar cualquier tipo de amenaza…, siempre y cuando no se tratase de amenazas sobrenaturales o mágicas. Uno de los empleados se acercó al dúo, guiándoles hasta los camerinos donde les prepararían para cuando tuvieran que entrar en la sala. Allí Issei pudo encontrarse con un rostro muy conocido, demasiado para su gusto. Poniéndose en pie luego de terminar de prepararle, Cao Cao sonrió con cortesía a ambos Stark.

—Nos volvemos a ver —saludó Cao Cao con una sonrisa a pesar del ceño fruncido de Issei—. Tony Stark. Un honor conocerte.

Cao Cao extendió su brazo, ofreciendo su mano. Tony se la estrechó.

—También me agrada conocerte. No todos los días puedo estar frente a frente con alguien que le ha atravesado con una lanza —indicó señalando a Issei con el pulgar.

—Si. No es algo de lo que me sienta orgulloso, pero ya sabe, las circunstancias —torció el cuello para mirar a Issei—. Ha cambiado mucho el mundo en estas dos semanas, ¿verdad?

—Si, está bastante alborotado.

Tony hizo un gesto, alejándose para que le preparasen a él también.

—Como tiene que ser. Pero me alegro de verte sano y salvo. Los tercos religiosos se han vuelto mucho más agresivos.

—Muchos dicen que por nuestra culpa —dijo Issei de corazón, sintiéndose muy culpable.

—En parte tienen razón, no podemos negarlo —admitió el «héroe» con un deje de tristeza—, pero es también necesario.

—Están muriendo inocentes por lo que hemos provocado.

—¿Nosotros? —La sonrisa volvió al rostro de Cao Cao—. No, no, mi querido Issei. Nosotros solo tenemos parte de culpa al avivar las llamas. Nosotros solo dimos el último empujón al revelar el resto de la verdad. El verdadero culpable es Loki y su ejército. Una lástima que le dejarais irse a Asgard, aunque fuera como prisionero.

—No hay cárcel ni carceleros en la Tierra que pudieran retenerle.

—Nosotros.

—Vosotros directamente le habríais matado o torturado.

Touché. Pero ya no importa. Asgard está lejos de nuestro alcance…, por ahora. Pero no es momento de pensar en ello, sino en este debate que tenemos por delante. Dime Issei, ¿seguirás defendiendo a la ex Alianza y sus respectivos gobiernos a pesar de todo?

—Yo defiendo la convivencia pacífica, no defiendo sus gobiernos.

—Cualquiera diría lo contrario.

—En sus territorios que hagan lo que quieran, pero aquí mandamos nosotros.

—Una visión un tanto reducida, ¿no crees?

—Ya la explicaré más a fondo más tarde.

—Eso espero. Bueno, ahora tengo que ausentarme un momento. Nos veremos.

Con un gesto de cabeza, y sin abandonar su sonrisa, Cao Cao se alejó de Issei, sintiendo cómo la mirada del japonés le taladraba el cogote. Mas sin embargo, un grupo de personas vestidas con ropajes eclesiásticos salieron a su encuentro. Issei pudo reconocer a uno de los que parecían ser los representantes de las tres principales Iglesias: Silvano Maria Tomasi, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra. No era un secreto que las Iglesias, en un intento de lavar su imagen y tranquilizar a sus fieles, habían decidido ir a la conferencia y dar su versión de los hechos. Algunos de los otros, para su sorpresa, eran también rostros conocidos: Irina, Dulio Gesualdo y Griselda Quarta. Había miembros de las tres Iglesias principales, así que las tres debían de ir a una, unir fuerzas.

Cao Cao saludó con la cabeza, pero Quarta se puso en su camino.

—Disculpa Cao Cao, ¿podría darnos unos segundos de su tiempo? —preguntó la mujer.

—Vaya, vaya. Griselda Quarta, y también varios ascendidos, a excepción de los representantes. Debo decir que me sorprende la presencia de ascendidos aquí. Esta es una reunión de humanos —dijo Cao Cao con una leve sonrisa.

Con una dura mirada, Griselda respondió.

—A pesar de ser ascendidos, ante todo hemos sido siempre humanos y miembros de la Iglesia Cristiana que usted y su grupo han atacado estos últimos días. Venimos como miembros de las Iglesias, no como representantes del Cielo.

—Eso espero. Entonces, vosotros sois los encargados de tratar de encubrir todas las atrocidades que vuestras amadas Iglesias han cometido, ¿no es así? —Cao Cao negó con la cabeza—. ¿Cómo podéis ser tan hipócritas?

—¿Y cómo podéis ser vosotros tan retorcidos? —contraatacó Griselda—. Todo lo que habéis filtrado… Están matando a mucha gente por vuestro ego y orgullo.

—Los grandes cambios de la historia han llegado con sangre. Incluso la democracia fue conquistada a través de la sangre y el fuego. Si queremos que el mundo abandone de una vez la roca que le impide avanzar y ser libre, que avance, tendremos que tomar medidas drásticas para ello, guste más o guste menos.

—A costa de que la gente muera.

—Oooh, ¿en serio hablamos de muertos? Bien, bien. Esta conferencia se va a poner muy entretenida. Ahora, si me disculpáis, tengo que marcharme.

Pero Griselda no se movió, al menos hasta que el representante del Vaticano, Silvano Maria Tomasi, tosió falsamente, diciéndole con la mirada que dejase ir a Cao Cao. A regañadientes, y lanzándole una mirada de furia, Griselda se apartó. Cao Cao agachó la cabeza a modo de despedida momentánea, abandonando aquel lugar.

—Señor Stark, señor Hyoudou-Stark. Es un placer conocerles —saludó Tomasi mientras extendía su mano en dirección a Tony—. Soy el arzobispo Silvano Maria Tomasi. Ellos son mis colegas: Liam Brown, representante del grupo formado por pentecostales, evangélicos y bautistas; Trixy Sallow, representante del grupo formado por calvinistas, metodistas, luteranos y anglicanos; y Andrey Popov, representante de las Iglesias Ortodoxas, con la excepción de las orientales.

Los otros representantes estrecharon la mano de Tony y luego la de Issei, aunque el Hyoudou saludó con un «hola» a cada uno.

—Igualmente —dijo el Stark al tiempo que estrechaba su mano—. Si he de ser sincero, admito que tengo mucho interés en saber cómo vais a intentar mantener limpia la imagen de vuestra institución luego de todo lo que ha ocurrido.

—Bueno, admito que será difícil. Si Kokabiel no hubiera dicho nada, y el señor Hyoudou no lo hubiera colgado en las redes… No. Si no lo hubiera hecho él lo habría hecho otro. La Iglesia siempre ha tenido numerosos enemigos. Era cuestión de tiempo.

—Solo cuando uno está contra las cuerdas puede organizar sus prioridades —comentó Tony de manera despectiva.

—Como bien dice, señor Stark, es en momentos como este cuando más claras se tienen las ideas y las prioridades. ¿Qué hubiera pasado si se hubiera revelado antes? El daño hubiera sido mayor y no habría habido solución poco dañina. Además estará de acuerdo conmigo, señor Stark, en que nada como estar en una situación límite para tener un cambio de corazón luego de darnos cuenta de nuestros errores.

Tony se limitó a esbozar una sonrisa irónica. Issei quedó mirando a un padre con la boca formando una o. Dicho esto, el grupo religioso continuó su camino, despidiéndose con palabras cordiales por parte de Dulio y Tomasi y silencio sepulcral por parte de Griselda. Irina fue la única que se quedó atrás, con el beneplácito de Dulio y Tomasi. La mirada de la fémina fue directamente a Issei.

—Esto va a ser muy duro. Van a ir a por ti con todo.

—Estamos preparados para ello. Pepper ha puesto mucho esfuerzo en meterme las cosas en la cabeza.

—E incluso usó la chancla —bromeó Tony—. Y el cinturón. No puedo olvidarme del cinturón. Será una gran madre en el futuro. O al menos una buena madre según el criterio latinoamericano.

Irina miró asombrada a ambos varones, obviamente creyéndose lo del cinturón y la chancla. Issei se rio divertido. A veces Irina era demasiado crédula.

—No le hagas caso, ella nunca jamás usa castigos físicos.

—Eso es cierto. Con solo usar las palabras hace el mismo o más daño —puntualizó Tony—. No veas lo mal que le hizo pasar durante su etapa rebelde. ¿Recuerdas lo que sucedió después de Las Vegas?

—Papá…, chitón.

—¿Y cuándo vas a hablar sobre la iniciativa? —curioseó Irina—. Pensaba que lo ibas a tratar antes de esta conferencia para así intentar ganar puntos.

—Lo pensamos, pero creímos mejor dejarlo para después.

—Bueno, vuestros motivos tendréis —encogiéndose de hombros, la ascendida procedió a marcharse—. Mucha suerte Issei…, la vas a necesitar.

—Lo sé Irina, lo sé. Y gracias.

Dedicándole una amable sonrisa, la primera en mucho tiempo, ambos procedieron a continuar sus respectivos caminos. Soltando un largo suspiro, Issei fue a sentarse en una de las sillas libres. Una vez ambos Stark estuvieron listos y dentro de la Sala de la Asamblea todo estuvo preparado, las puertas les fueron abiertas.

Los representantes de las naciones pertenecientes a la ONU se encontraban reunidos para iniciar la tan ansiosa conferencia, iniciando por aclarar las dudas más importantes que había en aquel momento. Una vez todos estuvieron sentados, Issei observó a los representantes de los distintos países, incluyendo al estadounidense, al japonés y al de las Iglesias Cristianas. El lugar también estaba lleno de cámaras y periodistas, los cuales únicamente grabarían aquel evento para la posteridad, pero no tendrían derecho a realizar ni una sola pregunta, pues los propios representantes y delegados se encargarían de dicha tarea. Pudo ver a Irina y compañía no muy lejos, atentos a cualquier posible ataque junto al cuerpo de seguridad.

Tosiendo para llamar la atención, el presidente de la Asamblea, el catarí Nassir Abdulaziz Al-Nasser, dio comienzo a la conferencia.

—Honorables miembros de la Asamblea General, esta mesa, que preside esta sesión les da la más cordial bienvenida y agradecer su asistencia en la cual trataremos asuntos varios, todos relacionados con los eventos ocurridos el doce de mayo de este mismo año. Hoy se tratarán temas de la más alta relevancia en la política internacional. Por ello solicitamos que las naciones aquí representadas puedan disponer de todos los esfuerzos para dar una solución inmediata a las cuestiones a tratar. Sé que todos estamos ansiosos por tratar este tema de vital importancia para nuestra historia, algo que cambiará nuestra visión del mundo, pero ante todo somos personas civilizadas y, por tanto, deseo y espero que todos los presentes aquí y ahora nos comportemos como se espera de nosotros. Ahora procederemos a realizar el pase de lista.

Uno de los vicepresidentes procedió entonces a pasar lista, pero eran tantos que Tony e Issei no pudieron evitar hablar entre ellos en voz baja, aunque no eran los únicos. A pesar de ello, el silencio casi parecía gobernar aquel lugar. Conforme se iban nombrando, los miembros de las delegaciones se iban poniendo en pie. Una vez pasada la lista, y comprobando que todas las delegaciones estaban presentes, el presidente volvió a tomar la palabra.

—Por el poder que me confiere la Organización de las Naciones Unidas, declaramos la sesión de esta Asamblea General aperturada formalmente. Pueden sentarse, muchas gracias.

Lanzó una fugaz mirada a todos los presentes, desde los representantes hasta los superhéroes, pasando por periodistas y cámaras. Asintiendo complacido, volvió a tomar la palabra.

—Sé que muchos de ustedes tienen preguntas que hacerles. Sin más dilación, y con todos los temas que vamos a tratar bien claros y estudiados, procederemos como es debido. Honorables delegaciones, en este momento el foro queda abierto. ¿Existe alguna moción? —Casi todas las delegaciones levantaron sus papeletas, pero solo una fue elegida—. Delegación del Congo, tiene la palabra.

—Saludos, honorables delegados, presidencia. A través de su investidura, que la Delegación del Congo quisiera solicitar una moción para establecer el orden de la agenda teniendo como primer tema sobre la recién confirmada vida extraterrestre y su posible amenaza a nuestro planeta. Muchas gracias.

—La moción presentada por la Delegación del Congo es acogida. Con la moción en orden, procedemos a abrir nuevamente el foro —Nuevamente todas las delegaciones alzaron sus papeletas—. Delegación de Paraguay tiene la palabra.

El delegado se levantó de su asiento, imitando a su compañero centroafricano.

—La Delegación de Paraguay propone como tiempo de los oradores cinco minutos por oración, muchas gracias.

—¿Cinco minutos cada uno? Si van a hablar tantos como imagino, esto se hará interminable —murmuró Issei.

—¿Y qué esperabas? ¿Como en Washington? —preguntó Tony con sorna.

Issei hizo una mueca, aunque después sonrió.

—¿Delegaciones a favor? —preguntó el presidente. Un gran número de papeletas fueron alzadas—. Muchas gracias. ¿Delegaciones en contra? —Otra vez un gran número fueron levantadas—. Bien, luego de contar los votos, esta moción pasa. Fieles delegados, a continuación se integrará la lista de oradores. Recuerden que disponen de cinco minutos, tiempo aprobado por el foro, y se les notificará treinta segundos antes de concluir el tiempo para que haga una conclusión de inmediato. En estos momentos procederemos a llamar a aquellas delegaciones que desean integrar la primera lista de oradores. Delegaciones que desean integrar esta lista de oradores, por favor, alcen sus papeletas.

Tal y como Issei esperaba, y un tanto temía, un gran número de países alzaron sus papeletas. Aquello dio paso al discurso formal, el momento apropiado para que los delegados expusieran la postura de su país respecto al tema en cuestión.

Los discursos, a pesar de ser variados, presentaron todos una misma base y conclusión: si bien ahora estaba claro que una de las principales cuestiones de la humanidad había sido respondida, no podían tomar esa respuesta como una amenaza para la humanidad. Quizás no toda vida alienígena fuera hostil para con ellos, pero tampoco significaba lo contrario. Todos los países propusieron: ampliar la red de satélites, observatorios y radares en labores de vigilancia y observación del espacio (tanto terrestres como espaciales), una base lunar en ambos lados de la luna, una nueva estación espacial dedicaba exclusivamente a la vigilancia y primera defensa del planeta, y, de ser posible, adelantar el viaje de humanos a Marte para la creación de una colonia en el planeta rojo.

Después de aquello se llevó a cabo el caucus regular, un tiempo libre en el que todos los delegados podían interactuar sin intervención de la mesa directiva. Un debate informal, pero siempre con respeto y tolerancia hacia los demás, un debate cordial y abierto, y estaba claro quienes iban a ser el principal objetivo.

El primero en poder realizar una pregunta a ambos Stark y Cao Cao fue el representante de Laos.

—Caballeros, ¿desde cuándo saben sobre la existencia de vida extraterrestre y por qué nunca dijeron nada?

La sala al completo quedó en silencio, prestando total atención a lo que dijeran tres de los miembros especiales del debate. Cao Cao fue el primero en responder.

—En nuestro caso debo responder que desde antes de nuestra fundación y no lo revelamos por conveniencia —admitió sin problema—. Que el mundo no supiera sobre todo esto nos convenía a la hora de hacer nuestro trabajo. Si nadie sabe sobre todo este mundo, ciertos eventos son mucho más fáciles de seguir dado que no tienen explicación para la gente normal. Además, ¿quién nos hubiera creído? Aunque hubiéramos expuesto muchas supuestas pruebas irrefutables, la sociedad no se habría creído aquello. Siempre habría alguien detrás para evitar que todo saliera a la luz, y no es porque alguien no lo haya intentado ya con anterioridad. Ha hecho falta un ataque para que todo haya sido revelado y no quepa duda sobre su existencia.

Separándose de su micrófono, Cao Cao miró a ambos Stark, cediéndoles la palabra.

—Bueno, he de admitir que nosotros no hemos tenido la certeza absoluta hasta hace poco —dijo Tony—. Si bien el dragón okupa que reside dentro de él nos dijo hace años sobre la existencia de vida alienígena, hasta el ataque no hemos podido confirmar nada, siempre y cuando separemos a los extraterrestres estilo Star Wars o Star Trek, no de los sobrenaturales fruto de la mitología o el folclore. Si algunos deciden meterlos a todos en el mismo saco, entonces podríamos haberlo confirmado hace unos pocos años. En cuanto a la pregunta del porqué no hemos dicho ni pío, bueno, no nos pareció sensato ir diciendo por ahí: oye, los alienígenas existen, no tengo pruebas, pero tampoco tengo dudas. Obviamente no íbamos a decir lo que había dentro de él. Además, para protegernos de todo ello ya está S.H.I.E.L.D., como todos ya sabemos.

Ya no era secreto que S.H.I.E.L.D. era conocedora de todo aquello. Un grupo hacktivista de conspiración llamado Rising Tide había expuesto a la organización al público. Pero eso era otra historia. El siguiente en preguntar fue el delegado de Etiopía.

—¿Hay mayor relación entre ustedes y los extraterrestres?

Tony miró a Issei. El más joven de los dos era el que más relación tenía con alienígenas y sobrenaturales.

—Bueno… —Issei se rascó la mejilla, eligiendo las palabras con cuidado—, ciertamente tengo relaciones amistosas, aunque son más personales que otra cosa. No tengo ninguna con ningún gobierno alienígena, sino con ciertos individuos.

—Nuestra organización no posee ningún tipo de relación amistosas con ningún gobierno alienígena —respondió Cao Cao—, así como tampoco relaciones amistosas con individuos.

La siguiente pregunta fue realizada por el delegado de Madagascar.

—¿Tienen en su poder datos sobre las capacidades de estos aliens o parte de su tecnología?

—Por nuestra parte podemos afirmar, y cuando quieran pueden comprobarlo, que no poseemos ninguna tecnología alienígena, a excepción de la que ha sido requisada por el Departamento de Control de Daños —respondió Tony, pero no se detuvo ahí, sino que quiso dejar algo en claro al ver movimientos nerviosos entre los delegados—. A pesar de que Industrias Stark tenga parte del control, todo lo que quieran saber debe ser hablado con el gobierno de los Estados Unidos. En cuanto a sus capacidades…, sólo de los chitauri, aunque luego de destruir su nave nodriza y derrotarles no creo que importe demasiado.

Hubo caras de insatisfacción, pues muchos deseaban hacerse con algo de la tecnología chitauri, pero si el gobierno norteamericano estaba de por medio, aquello complicaría mucho las cosas.

—Por nuestra parte debo afirmar que tampoco poseemos tecnología alienígena ya que esta es la primera vez que hemos tenido un encuentro directo con ellos. Las ocasiones anteriores han sido tan breves y aisladas que nos resultaba imposible hacernos con algo de su tecnología —explicó Cao Cao, y en verdad parecía sincero, pero ninguno de los dos Stark se fiaba—. Respecto a información sobre sus capacidades, hemos podido recolectar algo por aquellos encuentros breves, y estaremos gustosos de compartir toda esa información con sus gobiernos.

Las palabras del líder de los Héroes pareció agradar a los delegados.

A continuación realizó una pregunta el delegado de Colombia.

—¿Poseen o pueden desarrollar armamento capaz de defendernos más adecuadamente contra estos aliens? ¿Poseen o pueden desarrollar tecnología para una defensa planetaria?

Tony apoyó sus codos en la mesa, entrelazando sus dedos.

—Industrias Stark no posee ninguna clase de tecnología para una tarea como esa. Iron Man y el Dragón Rojo no están capacitados para una defensa planetaria, y menos aún en el espacio exterior. En cuanto al Reactor Arc, actualmente estamos probando que tan eficiente es a la hora de alimentar nuestros hogares, siendo la Torre Stark la prueba de ello. Pero, si todo sale de acuerdo a nuestros planes, tenemos posibles contratos con varias empresas, gobiernos y agencias espaciales para crear cohetes espaciales alimentados con dicha fuente de energía. ¿Que eso podría aplicarse a la tecnología de defensa planetaria? Quizás en un futuro no muy lejano.

—Entonces ya no posee tecnología que puedan usar los gobiernos del mundo para defendernos?

—¿Se refiere a que vuelva a ser una empresa armamentística? —El delegado asintió—. Lo siento, pero de eso hace ya tres años. Industrias Stark no fabrica armas ni se relaciona con ellas. Es más, la mejor prueba de ello es que la antigua zona designada a su producción ahora es usada por el departamento de mi hijo para el desarrollo de tecnología humanitaria, así como la destrucción de todos los planos y herramientas relacionadas. Creo que no hay mejor prueba de ello que esa.

Algunos delegados no parecieron felices o satisfechos con las palabras de Tony Stark, pero también entendían que el mismo no iba a hablar más sobre algún tipo de arma que pudiera vender o «prestar» a ningún gobierno o empresa. Cao Cao, por el contrario, asintió, satisfecho con la respuesta de Tony.

—Nosotros poseemos ciertos artículos y herramientas que nos permiten desplazarnos a gran velocidad por el planeta, de modo que podemos responder casi al instante en casi cualquier punto del mismo, pero no poseemos nada semejante a una defensa planetaria propiamente dicha, solo para momentos y lugares concretos. No somos tan numerosos ni poderosos para algo semejante.

—¿Y estarían dispuestos a compartir esa tecnología?

Una sonrisa misteriosa y discreta apareció en el rostro de Cao Cao.

—Si, claro. ¿Por qué no? Al contrario que los señores Stark, nosotros no tenemos problemas en compartir tecnología que pueda usarse como arma, para nuestra defensa, por supuesto. Aunque entiendo que sean tan reacios luego de comprobar en sus propias carnes el peligro de las armas que su empresa ha estado creando por décadas.

Tony no se inmutó ante las palabras de Cao Cao, aunque Issei frunció el ceño bastante molesto. Muchos delegados, sobre todo de los países más beligerantes y/o corruptos, asintieron satisfechos ante la promesa de tecnología avanzada para sus tropas, aunque fuera «para el bien común».

Al no haber más preguntas sobre aquel tema, el de los alienígenas, el presidente decidió continuar y pasar al siguiente.

—Honorables delegaciones, en este momento el foro queda abierto. ¿Existe alguna moción? —Casi todas las delegaciones levantaron sus papeletas, pero solo una fue elegida—. Delegación del Congo, tiene la palabra.

—Saludos, honorables delegados, presidencia. A través de su investidura, que la Delegación del Congo quisiera solicitar una moción para establecer el orden de la agenda teniendo como segundo tema sobre la recién confirmada existencia de lo que conocemos como mundo sobrenatural o no-humano en el planeta. Muchas gracias.

—La moción presentada por la Delegación del Congo es acogida. Con la moción en orden, procedemos a abrir nuevamente el foro —Nuevamente todas las delegaciones alzaron sus papeletas—. Delegación de Paraguay tiene la palabra.

El delegado se levantó de su asiento, imitando a su compañero centroafricano.

—La Delegación de Paraguay propone como tiempo de los oradores tres minutos por oración, muchas gracias.

Todo volvió a comenzar, como si fuera un bucle. Issei sintió que estaba teniendo un deja vú, y en parte así era al volver a repetirse todo lo acontecido durante el primer tema, incluyendo que delegados de muchos países expusieran su pensar sobre el nuevo tema: el mundo sobrenatural. Cuando llegó el debate informal, la primera pregunta fue directamente para Issei.

—Señor Hyoudou-Stark, ¿acaso no pensó en las consecuencias de revelar la verdad de la manera en la que lo hizo? Ya que, como usted mencionó, ahora en el mundo todas las poblaciones se están lanzando contra sus religiones y representantes, algunas provocando luchas civiles.

Issei apretó los labios. Esperaba preguntas directas a él y tratando duros temas, acusándole de provocar parte, o todo, lo que estaba aconteciendo en el mundo.

—No, admito que no lo pensé bien. No me arrepiento de lo que dije en su momento, pero sí del cómo. Nadie en mi entorno cercano es o era religioso, por lo que en mi resentimiento con la Alianza, no fui capaz de ver el verdadero daño que hacía al hablar sobre la muerte de Dios. Si alguien revelara que algo importante, e incluso vital para mi, no es más que una mentira…, preferiría que en verdad lo dijera con más tacto del que yo tuve. Por eso vuelvo a decir que lamento profundamente el cómo lo hice. ¿Que si volvería a hacerlo? Sin duda. ¿Que sí lo haría de otro modo? También sin duda alguna. A pesar de haber sido siempre agnóstico, a veces más ateo, lo admito, nunca fue algo personal contra Dios. Mi idea siempre ha sido contra la idea de adorar a algún ser como si fuera un dios ya que siempre he opinado que eso nos encadena y nos deja avanzar como es debido. A pesar de opinar que no es un dios, sus acciones fueron buenas, al igual que las de Jesús. Nuestro código moral y ético se basa en las enseñanzas cristianas enseñadas por este último: obrar siempre en pos del prójimo y necesitado o tener fe y confiar en la buena voluntad del mundo. Entre ambos nos dejaron grandes enseñanzas muy valiosas, lo cual es digno de admiración y respeto. Puede que muchos, a lo largo de la historia, hayan usado su poder y su nombre para actos que nada tienen que ver con sus enseñanzas, pero no por eso voy contra él ni contra nadie que crea en él. Cada uno es libre de creer en lo que quiera, después de todo.

Desde la distancia, Irina asintió levemente con la cabeza al tiempo que una muy leve sonrisa surgía en su rostro. Dulio, por su parte, parecía mucho más satisfecho, y no dudó en darle una suave palmada a su compañera ascendida en la espalda.

—¿Acaso no cree que el mundo estaría mejor sin conocer esa verdad? —volvió a preguntar el delegado.

—Puede que a corto plazo, pero no lo creo a medio y largo.

—¿Y eso por qué?

—Porque creo firmemente, y quiero dejar bien en claro que es solo mi opinión, que el creer en uno o varios dioses nos limita a la hora de entender la existencia, pues dejamos de buscar el cómo verdadero solo con decir que es así porque así lo dictaron unas deidades. Creer en una fuerza superior que dé sentido a nuestra existencia me parece algo inaceptable. No digo que algunas de las enseñanzas de esos semidioses no hayan sido buenas para nosotros. La moral y ética occidental se basa en el cristianismo. Pero creo que no deberíamos de poner nuestra fe y adoración en dicha entidad, sino en nosotros mismos. No depender de entes superiores para nuestras vidas. Creer y tener fe en la bondad de las personas me parece mejor que creer en la bondad de esa entidad superior que supuestamente es la verdad de todo.

Nuevamente su discurso causó reacciones varias, pero esta vez nada comparable a cuando reveló la verdad sobre la muerte de Dios. Esta vez todo fue más tranquilo.

—Hay que darle la enhorabuena a Pepper. Te lo ha metido bien en esa dura mollera —bromeó Tony al mismo tiempo que se tapaba la boca con la mano para que nadie le leyera los labios.

La siguiente pregunta, realizada por el delegado de Suecia, no fue para nadie en concreto: ¿desde cuando tienen conocimiento, por qué no revelarlo hasta que fue inevitable, por qué dar la información en la manera en que se hizo, etc.? La pregunta en sí era casi una copia de la primera realizada durante el primer tema, y tenía sentido dado que a pesar de ambos (aliens y sobrenaturales) ser nuevos descubrimientos, para el debate quedaba como separado.

Cao Cao respondió con casi las mismas palabras que había usado para responder a esa misma pregunta, aunque referida a los alienígenas. En cambio, esta vez Issei y Tony respondieron que ese conocimiento lo tenían confirmado desde mucho antes, aunque su primera experiencia con sobrenaturales (ya con dicho conocimiento sabido), no fue hasta hacía unos pocos años, siendo de manera más notoria y notable desde hacía unos dos. Aunque claro, tampoco pudieron relevarlo por el mismo motivo, pues no iban a ir diciendo que Issei Hyoudou-Stark poseía una Sacred Gear, y menos la Longinus Boosted Gear.

Con la tercera pregunta, realizada por el delegado de Luxemburgo, ahondaron en algo que los tres «invitados» controlaban mejor.

—Caballeros, ¿cuál es su nivel de conocimiento respecto de estos sobrenaturales? Nos vale con aspectos iniciales superficiales. Durante estas dos últimas semanas se ha filtrado algo de información, sobre todo referente a los miembros de la ex Alianza, pues según tenemos entendido, la Alianza entre demonios, ángeles caídos y ángeles se disolvió, ¿no es así, señor Cao Cao?

—Así es, delegado. Y eso es algo que incluso el señor Hyoudou puede contrastar, o algunos de los presentes, como es el caso del señor Tomasi.

—¿Y por qué sobre todo esas tres sociedades?

—En nuestro caso no hemos tenido amistad con ellos, como todos bien saben. Por eso, la información que tenemos no solo de los miembros de la ex Alianza, sino del resto de culturas sobrenaturales, ha sido a través del folclore y espionaje, aunque no siempre se ha podido obtener de fuentes del todo fiables, debo admitir. Un ejemplo son los vampiros rumanos. Sobre ellos no se conoce el paradero de sus dos ciudades principales, sus capitales. Es un total misterio desde la muerte de sus anteriores líderes hace unos cien años, más o menos.

—¿Y la información que ustedes tienen es fiable?

—Por supuesto. Para nosotros sería totalmente inútil tener información no contrastada. ¿Para qué queremos datos que pueden ser erróneos?

Con aquella pregunta retórica, la atención se centró ahora en los Stark, sobre todo en Issei, quien era quien más relación tenía con los sobrenaturales.

—¿Qué pueden decirnos ustedes? ¿Poseen información sobre los sobrenaturales? Obviamente no pueden decir nada ya que, como bien expusieron, usted posee una entidad dentro de sí mismo, por no olvidar que ha tenido estrecha relación con ellos.

—Bueno, al contrario que con los alienígenas, la humanidad tiene mucha información sobre el mundo sobrenatural —contestó Tony encogiéndose de hombros—. Durante siglos y milenios los nuestros han ido recopilando información sobre todos ellos, aunque nuevamente no todo lo contado es cierto.

—¿Podría darnos un ejemplo?

—Bueno, creo que todos aquellos que participaron en la batalla de Nueva York son prueba más que suficiente. No tengo pruebas de criaturas tan famosas como vampiros u hombres lobo, si esa es su idea.

—¿Habla de los demonios, ángeles y youkais? —intervino por primera vez el representante de la Santa Sede.

—Se podría decir que sí. Aunque él sabe más de ellos que yo —respondió señalando con el pulgar a su hijo adoptivo.

Issei le miró incrédulo al escucharle. Prácticamente le había dado una patada para tirarlo a la piscina luego de asomarse al borde. A pesar de ello, pudo leer un mensaje en sus ojos: mucho cuidado. Las advertencias de Pepper también resonaron en su cabeza. No supo cuánto tiempo estuvo callado, pues el presidente de la Asamblea le estaba llamando.

—Señor Stark…

—Hyoudou-Stark, presidente —corrigió Issei—. O solamente Hyoudou. Así no nos liamos.

—Como guste. ¿Puede responder a la pregunta?

—Si…, claro… En mi caso, la mayor parte de la información que poseo sobre el mundo sobrenatural proviene de Ddraig y, como bien ha dicho, una estrecha relación con algunos sobrenaturales, principalmente los miembros de la ex Alianza y los youkais de mi país natal.

—¿Puede hablarnos sobre los demonios, por poner un ejemplo? —pidió uno de los delegados.

—Por supuesto —Se tomó unos pocos segundos para ordenar bien sus ideas y las palabras que iba a usar—. Primero diría que podría dividirlos en dos grupos, si hablamos de los pura sangre: los modernos y los arcaicos. Los modernos, en los cuales agrupo a los que vinieron a la batalla, tienen un pensamiento actualizado para su sociedad y buscan una forma de mejorar su mundo para hacerlo más justo. Como bien se dice en internet, la sociedad demoníaca es una sociedad pre industrial. Me refiero a que su sociedad se basa en eso. Solo hay que leer un poco para ver en qué se basa ese sistema. Todo el poder y riquezas lo concentran los nobles y su gobierno, el Consejo. Los demás viven de las sobras. Apenas y tienen oportunidades para crecer.

—Y no podemos olvidar que allí las mujeres son (en casi su totalidad) vistas como máquinas de hacer herederos purasangre, con poca o nula autoridad verdadera en los asuntos importantes. Ah, y obviamente son unos esclavistas, los cuales muchos fueron liberados de su yugo por nosotros —puntualizó Cao Cao, recibiendo una dura mirada de Issei—. Oh, me disculpo. Es que me parecía que estabas olvidando la base de su sociedad: la esclavitud. Reencarnar a gente contra su voluntad, la mayoría seres humanos.

—No lo he olvidado, Cao Cao —escupió con veneno—. Solo que no me adelanto.

—Mis disculpas entonces. Por favor, continúa.

Issei arrugó el rostro, pero continuó luego de varios segundos.

—Como bien decía, es una sociedad pre industrial cuya base es, como bien ha dicho Cao Cao, el esclavismo. Lo que quiero diferenciar de ambos grupos que he mencionado antes es que los «modernos», si bien siguen siendo esclavistas, pues vuelvo a decir que esa es su sociedad y con esa idea han sido criados desde bebés, no lo hacen contra la voluntad de nadie y pueden llegar a tratar a sus siervos como si fueran sus mejores amigos, como si en verdad no fueran esclavos. Sigue siendo un hecho que son esclavos, y eso es algo que nunca podré aceptar.

—Entonces, ¿cómo puede usted ser amigo de unos esclavistas por más modernos que sean?

—Porque tengo fe en que ellos son la base de una nueva sociedad demoníaca, una que vaya eliminando lo antiguo, sustituyéndolo por una idea más moderna. Quién sabe, puede que sus descendientes logren acabar con el sistema de las Evil Pieces. Ya hay muchas ideas pre industriales que no aceptan y están más que dispuestos a suprimir en un futuro. Soy su amigo y tengo fe en ellos porque en verdad creo que pueden mejorar su sociedad y hacerla más justa.

—¿Entonces nos está diciendo que los demonios no son malos? —interrogó otro delegado.

—Sólo puedo afirmar que algunos son más humanos que demonios, incluso entre los purasangre. Porque existan demonios que hagan honor a su nombre no significa que todos sean iguales. Son codiciosos. Se guían por su codicia, por su ambición, sus sueños... Pero ¿qué hay de malo en eso? ¿Acaso muchos humanos no se guían de la misma manera para cumplir sus objetivos? El problema no es serlo, sino a quién o quiénes afectan y qué tanto. Hay que dejar a un lado lo que dicen las mitologías y religiones de las criaturas propias de cada una y aceptar que el mundo es gris, no enteramente blanco y negro. Y para demostrar mis palabras, quiero anunciar a todo el mundo la próxima creación de una sociedad anónima con aquellos sobrenaturales que vinieron a ayudarnos durante el ataque —Su revelación pilló por sorpresa a todos los presentes, siendo Dulio, Irina, Griselda y el propio Tony los únicos que ya conocían dicha noticia—. A pesar de mi participación, no ostentaré ningún cargo dentro de la misma.

—Perdone, señor Hyoudou, ¿pero en qué consistirá esa empresa? —interrogó un delegado.

—Ángeles, demonios y youkais pueden aportar cosas a nuestra civilización, como pueden ser conocimientos, tránsito de personas y talento o materias primas, como pueden ser textiles, por ejemplo. De momento el catálogo está aún en fase de revisión.

—¿Y los beneficios?

—Ellos se llevarán su parte correspondiente y harán lo que gusten con ello, aunque han prometido donarlo casi todo a obras sociales. En mi caso, mi parte será enviada por completo para obras sociales. Mucho se ha perdido por mi culpa y estoy pagando por ello de mi propio bolsillo, como es lo normal. Esto será una nueva manera de arreglar el estropicio que he montado.

—¿Quién tendrá acceso a ese catálogo? —preguntó otro delegado.

—Quien quiera. Esto es un intercambio no solo para los gobiernos, sino para el mundo.

—¿Intercambio cultural?

—Así es, aunque por ahora empezaremos con algo pequeño dado que los que van a conformar dicha sociedad están un tanto limitados.

—¿Los gobiernos sobrenaturales aprueban esto?

—No exactamente, pero tampoco impedirán que se lleve a cabo.

—¿Y no ha pensado usted que esto puedan echarlo para atrás los gobiernos de la Tierra?

—Podrían, pero creo que sería una oportunidad de oro desperdiciada.

Issei y Tony se miraron de reojo, sonriéndose. Durante varios minutos Issei fue bombardeado respecto a aquella iniciativa que iba a llevar a cabo y respondió satisfactoriamente a la mayoría ya que algunas eran preguntas trampas o de asuntos que o bien aún no estaban discutidos o aclarados, como el posible intercambio de tecnología o conocimientos militares.

—Señor Cao Cao, ¿comparte usted la opinión del señor Hyoudou sobre los demonios? —cuestionó un delegado luego de terminar con la parte de la iniciativa del Stark..

Como enemigo jurado de todo ser que atacase la Tierra o a los humanos, la opinión del líder de los Héroes era bastante importante.

—No puedo negar que entre todos ellos haya algunos que puedan considerarse aceptables. Solo hay que ver que vinieron varios grupos, todos ellos herederos de varios Pilares y sus respectivos siervos. Admiro y respeto que decidieran venir y luchar, poniendo sus vidas en riesgo con tal de defender a los neoyorquinos, pero como sociedad no tengo ningún respeto hacia ellos.

—Entonces ¿está a favor de la convivencia?

—Estoy a favor de que se queden en su hogar y que liberen a todos los nuestros. Como bien explicó el señor Hyoudou el otro día, logramos liberar a muchos de los reencarnados, pero no a todos. No podemos convivir cuando ellos aún tienen esclavos humanos contra su deseo y voluntad.

—¿Y si accedieran a liberarlos?

—Dudo que lo hagan. Sus números se reducirían aún más, y eso es algo que no pueden permitir. Pero si por algún milagro llegase a pasar… Quién sabe —finalizó con un leve encogimiento de hombros.

—Y si todo eso es verdad, ¿por qué la Iglesia Cristiana se ha empeñado en catalogarlos a todos como criaturas viles? —interrogó otro delegado.

Tomasi tosió y bebió agua, mirando primero a dicho delegado y luego a toda la sala.

—Porque así lo fueron en la antigüedad, y hasta hace no mucho. Todos ustedes deben tener conocimiento sobre la Guerra Civil Demoníaca. En el pasado los demonios hacían honor a su nombre, y eran los nuestros los que combatían ese mal. Hasta la Conferencia de Kuoh hemos seguido cumpliendo con ese papel. Pero debido a la estancia de las nuevas generaciones demoníacas en la Tierra, su percepción del mundo es distinta a la de sus predecesores.

—Entonces ¿la Iglesia Cristiana y los demonios no son ya enemigos?

—Somos aliados. Pese a que la Alianza haya desaparecido, muchos aún trabajamos juntos para evitar volver a aquellos tiempos no tan remotos. Somos un ejemplo de que los viejos enemigos puede aliarse para intentar hacer del mundo un lugar mejor. La Iglesia es un faro de esperanza para el ser humano.

Cao Cao negó con la cabeza, tomando la palabra.

—La Iglesia que usted tanto ama y venera ha estado manipulando embriones, creando humanos artificiales en la Institución Sigurd, asesinó a decenas de niños en el proyecto Espada Sagrada, ocultó la verdad sobre su dios, y podríamos seguir todo el día contando lo que la gente no conoce sobre este supuesto «faro de luz». ¿Acaso no está en contra de todo eso? Que yo recuerde, Jesucristo no enseñó eso. ¿Cómo la puede defender?

—¿Acaso ustedes no han cometido crímenes para sus objetivos? —cuestionó Trixy con el ceño fruncido.

—¿Esa es su defensa? ¿Acusarnos? —Cao Cao negó levemente con la cabeza—. Hemos cometido errores por el camino, lo acepto y cargo con ello, pero no intente comparar nuestros pecados con los suyos. Nosotros no vamos pregonando el amor por el prójimo, el poner la otra mejilla, y luego hacemos esas cosas. Nosotros sabemos que el mundo no es un campo de rosas y, por tanto, actuamos conforme podemos, con nuestros tropiezos y errores, sí, pero no somos hipócritas.

Las palabras de Cao Cao provocaron que la sala se animara con cuchicheos, murmullos y conversaciones en tonos más altos. El representante de la Santa Sede miró con calma a Cao Cao. El portador de la Lanza, uno de los objetos más importantes del cristianismo, también observaba a Silvano con tranquilidad.

—Caballeros —llamó el presidente a ambos—, no nos desviemos del tema, por favor.

—Mis disculpas, señor presidente. Es solo que deseo saber cómo puede el señor Tomasi decir que la Iglesia es «un faro de esperanza para el ser humano», nada más. El señor Hyoudou-Stark ya ha dejado claro su punto respecto a los demonios, pero creo que ahora todos queremos saber cuál es el argumento del señor Tomasi y sus compañeros para defender a las Iglesias Cristianas de todas las habladurías: el Proyecto Espada Sagrada, la Institución Sigurd, la no participación en la defensa de Nueva York y demás.

El presidente observó a todos los presentes, quienes parecían coincidir con Cao Cao.

—Muy bien, ¿cuántos a favor de pedir una explicación? —Prácticamente todas las papeletas fueron levantadas nada más terminar la pregunta—. De acuerdo. Señores Tomasi, Brown, Popov y señora Sallow, ¿podrían responder a la pregunta realizada por el señor Cao Cao?

Los cuatro representantes se miraron de reojo, asintiendo. Tenían más que claro que aquel momento iba a ocurrir y tenían el discurso preparado. El primero en hablar fue Tomasi.

—Bueno, como representante del Vaticano, explicaré sobre el Proyecto Espada Sagrada. Este proyecto se planeó en secreto, organizado por Valper Galilei, y su finalidad era producir artificialmente portadores de espadas sagradas, y se llevó a cabo en un determinado instituto en Italia. El señor Galilei nos expuso su plan y en él no había nada relacionado con el trato con personas, y menos aún con niños, nada que podamos calificar como inhumano o criminal. Pero tampoco le pidieron más explicaciones ni hubo una revisión a conciencia, como bien se debería haber hecho. Teníamos tanta fe en el proyecto, y su finalidad era tan necesaria para nosotros, que quizás eso fue lo que ocasionó aquella desgracia. Cuando supimos cómo estaba llevando verdaderamente a cabo su proyecto, Valper fue excomulgado de la Iglesia. Intentamos atraparle para hacer justicia, pero siempre lograba escaparse de nuestras manos. Al final acabó uniéndose a Kokabiel. Por suerte sus colaboradores no tuvieron la misma suerte. Desgraciadamente solo encontramos a una persona con vida, una niña, pero está en coma desde entonces. El otro superviviente es Isaías, ahora conocido como Yuuto Kiba, uno de los jóvenes demonios reencarnados que participaron en la Batalla de Nueva York.

—¿Nos está diciendo que priorizaron los resultados sobre el cómo se llevaba a cabo? —cuestionó un representante.

—En aquella época sí, especialmente porque no se suponía que involucrase personas. Teníamos claras cuáles eran nuestras preferencias. A pesar de existir una guerra fría entre los tres bandos, seguía habiendo guerrillas, conflictos. Aislados, sí, pero conflictos igualmente. No teníamos tantos recursos disponibles como para vigilar todo lo que ocurría en el Mundo, y ante un proyecto prometedor que no parecía tener nada malo, decidimos aprobarlo con poca supervisión más allá de reportes periódicos. Por ese motivo priorizamos obtener recursos de guerra. Queda más que claro que aquello fue un grave error. Nuestras conciencias no nos dejarán descansar jamás al saber lo que le pasó a esos pobres niños. Incluso dudamos que podamos ser perdonados algún día.

—¿Por necesidades de la guerra del momento? ¿No es esa una excusa barata para lo que hicieron? —cuestionó otro delegado.

—¿Acaso no hicieron lo mismo todos los países durante la Segunda Guerra Mundial? ¿Acaso no bombardearon indiscriminadamente ciudades enteras, llenas de civiles, en un intento de que el otro se rindiera? ¿Acaso no soltaron las bombas sobre Japón para acelerar la rendición? ¿No destruyeron Tokyo, una ciudad hecha de madera, con bombas incendiarias varias veces? ¿No se bombardeó Londres durante años intentando quebrar la moral inglesa? ¿No se destruyeron ciudades enteras por el solo fin de no dárselas al enemigo, dejando miles de civiles sin hogar ni recursos? Damas y caballeros, como ya he dicho, todos cometemos errores, algunos más graves que otros. Todo lo que podemos hacer es intentar reparar ese error y que no se vuelva a repetir.

El delegado no supo qué responder ante aquel argumento. Tomasi tenía razón: en tiempos de guerra, las prioridades siempre son claras, a veces sin importar el precio a pagar. Con la explicación sobre aquel proyecto ya finalizada, fue el turno de el señor Andrey Popov, el representante de las Iglesias Ortodoxas, para tomar la palabra con respecto a la Institución Sigurd:

—La Institución Sigurd fue creada con el propósito de producir al Verdadero Descendiente de Sigurd; alguien capaz de empuñar la famosa espada Gram de entre aquellos que habían heredado la sangre del héroe Sigurd. La institución utilizó una variedad de técnicas de modificación genética y creación humana artificial en su intento de crearlo. Su primera creación, Siegfried, un miembro del grupo del señor Cao Cao, fue un éxito ya que pudo sacar y empuñar a Gram en un solo intento. Una vez que se logró el objetivo original de la institución de investigación, el instituto cambió su objetivo posteriormente para ver cuántos descendientes del héroe Sigurd podían producir las investigaciones. Aunque originalmente era un instituto de investigación, debido a la unión con otros institutos de guerreros, la institución también funcionaba como un instituto de guerreros y se usaba como ubicación para entrenarlos.

—Pero las técnicas de modificación genética y creación humana artificial ¿no van en contra de lo que defienden? —interrogó un delegado.

—No hubo modificación a propósito, solo se usaron los genes de Sigurd como base y lo demás eran variaciones producto de la típica variación de cuando se mezclan los gametos. Además, la iglesia Ortodoxa no ve con malos ojos la fertilización in vitro, a diferencia de la rama católica de Roma.

—¿Lo suyo también fue realizado para crear recursos de guerra?

—Así es. Lo admitimos. Nosotros también estuvimos envueltos en aquel conflicto, y a diferencia de los católicos, no somos tan numerosos para nuestro territorio.

El señor Popov no continuó, dando a entender que su participación había finalizado por el momento. La señora Sallow, representante del grupo formado por calvinistas, metodistas, luteranos y anglicanos, fue la que tomó la palabra:

—Respecto a la cuestión de nuestra no intervención en la Batalla de Nueva York: a pesar de que las Iglesias Cristianas actúan con autonomía, siempre hemos sido servidores de Dios y el Cielo, por lo que, cuando estos últimos dictaminaron que no debíamos de intervenir, nosotros aceptamos la órden aunque a muchos no les gustó. Pero somos siervos del Señor, y consideramos oportuno en el momento seguir las órdenes de quien estaba al mando. Ahora, en retrospectiva, sabemos que no estuvo bien, que debíamos de haber hecho oídos sordos a aquella órden. Al final, por muy capaces que sean, los ángeles no pueden reemplazar la sabiduría de Dios.

—¿Y qué castigo aplicaron a aquellos que fueron en ayuda de la ciuda? —preguntó curioso uno de los representantes.

La respuesta a aquella pregunta fue más esperada que la anterior.

—Al contrario de lo que muchos piensan, el castigo ha sido el aislamiento de los partícipes. A pesar de saber que hicieron bien en ir a ayudar, no podemos permitir la insubordinación, pues si no hubieran sido castigados, cualquier otro podría desobedecer una órden, pudiendo en este caso hipotético, ser una situación totalmente distinta a la de Nueva York.

Nadie realizó ninguna otra pregunta respecto a aquel tema, por lo que se dio paso a la última cuestión para las Iglesias Cristianas.

—Pero ahora, con todo lo que ha ocurrido y ha sido revelado, ¿qué les hace pensar que las Iglesias son necesarias? La religión ya no es lo que era antes, con la idea de la divinidad. Ahora se ha demostrado que los dioses no son tan divinos como las religiones nos han hecho creer a lo largo de la historia. ¿Por qué las Iglesias Cristianas son necesarias? Preguntaría al resto de representantes religiosos del mundo, pero enfoquémonos en su punto de vista.

Como varios de los presentes ya esperaban, no había una respuesta única. El rol de la iglesia en la sociedad era, precisamente, uno de los temas que las había dividido a lo largo de los siglos. Liam Brown, representante del grupo formado por pentecostales, metódicos, bautistas y otros evangélicos, fue el primero en tomar la palabra:

—En nuestro caso, nuestra utilidad viene dada por nuestra creencia de renacer en vida. La gente seguirá creyendo en Dios, y como tal nuestra misión seguirá siendo guiar a los feligreses para que realicen su viaje interior y encuentren la salvación en Cristo.

Los representantes de las otras iglesias dieron respuestas similares entre sí: ser guías para la gente en aquella época turbia que se aproximaba, cada uno en su respectiva forma. Tomasi fue el más claro en el asunto, en parte por ser su congregación la de mayor peso unitario en el mundo.

—Negar el rol que tiene la iglesia es inmaduro, además de fútil. Hemos sufrido mucho en este tiempo, al igual que el resto en el mundo, pero no nos evita el poder ser una referencia sobre el trato con nuestros hermanos, así como un faro de esperanza de poder salir adelante. ¿Ha hecho la iglesia cosas horribles? Por supuesto, eso ha quedado más que claro, y nos arrepentimos profundamente. Pero que hechos aislados no les cieguen: la iglesia, desde su creación, ha velado por el prójimo. Allá donde hubo dolor, estábamos asistiendo. Allí donde hubo guerra, estábamos reconfortando. Ahí donde hubo miseria, estábamos ayudando. Los más afectados con las declaraciones del señor Hyoudou-Stark no hemos sido nosotros, ni las grandes corporaciones, ni los gobiernos del primer mundo. Los más afectados han sido los pobres, los vulnerables, que han visto cómo las instituciones y grupos que les daban asilo, apoyo, comida y techo han colapsado ante el desorden y caos, y como las declaraciones de una persona que no conocen ha hecho precarizar aún más su estilo de vida al atacar una institución que ha buscado lo mejor para la humanidad por ya casi dos milenios. La iglesia no hubiera durado tanto si no buscara el bien de la gente, y eso es algo que harían bien en recordar.

La mayoría de las miradas, algunas más disimuladas que otras, fueron directamente hacia Issei, quien cerró los ojos mientras soltaba todo el aire por la nariz, una muestra de la culpa que sentía por el caos que había provocado. Por mucho que hiciera todo lo posible por arreglarlo, el daño ya estaba hecho. Pero, como bien habían dicho, sólo podía intentar arreglarlo y evitar que volviera a suceder.

—Bien. Ahora, señor Cao Cao, si bien es cierto que ustedes han explicado durante estos días más o menos quienes son, ¿podría responder a algunas preguntas aquí y ahora?

La pregunta de la señora Sallow provocó que todos volvieran sus miradas hacia el portador de la Lanza, quien no lucía sorprendido ni preocupado. Es más, sonreía tranquilamente.

—Si el señor Presidente lo aprueba, no tendré problemas en responder a algunas preguntas.

El Presidente miró a Cao Cao y luego al resto de la sala. Todos parecían expectantes.

—De acuerdo. Dado que hemos pedido a los representantes de la cristiandad que respondieran a algunas preguntas, ¿cuántos a favor de pedir una explicación? —Prácticamente todas las papeletas fueron levantadas—. De acuerdo. Señor Cao Cao —El aludido asintió.

Así dio comienzo a una serie de preguntas tanto de los representantes de la cristiandad como de algunos delegados.

—¿Quienes son exactamente?

—Somos un grupo autónomo formado por humanos de todos los países del mundo.

—¿Por qué han sido creados?

—¿Por qué? Bueno, para eso tengo que contar una parte de mi vida, pues lo que me llevó a este momento es lo mismo que ha llevado a todos los miembros de nuestro grupo:

«Nací en una aldea remota en una montaña en China en una familia tradicional de agricultores. Un día, después de perderme en la montaña mientras jugaba con unos amigos, me encontré con un monstruo del que escuché en las historias de mi poblado. Ante mi muerte, convoqué la True Longinus por primera vez y maté al monstruo. Medio año después, después de ser vendido por mis padres a hombres extraños, me escapé de casa, pero fui perseguido por hombres armados, traficantes de personas y animales salvajes. Luego de unos unos años huyendo, me fui de China a otro país y aprendí a usar True Longinus. Desgraciadamente, usar una Sacred Gear, sobre todo una Longinus, llama la atención. Durante mis viajes me enfrenté a numerosos sobrenaturales que buscaban hacerse con mi poder o eliminarme, así como con muchos otros humanos que sufrían lo mismo. Me dediqué a protegerles, pues estaba claro que nadie les ayudaba, y poco a poco me siguieron, formando así el grupo que tenemos ahora».

—¿Cuál es vuestro objetivo?

—Proteger a los humanos que no pueden hacerlo frente a las amenazas no humanas que hay en nuestro mundo.

—¿Y por qué solo no humanas?

—Para los asuntos humanos ya están las leyes, la policía, los gobiernos.

—¿Y los corruptos?

—No vamos por ahí derrocando gobiernos como si fueramos Estados Unidos —Los estadounidenses presentes, sobre todo el representante, miraron con malos ojos a Cao Cao por aquellas palabras—. Pero, como decía, a las personas que han ido a las autoridades diciendo que un monstruo o alienígena les está haciendo la vida imposible y una miseria, ¿acaso creen que les creen? Desgraciadamente no es el caso. La inmensa mayoría no tiene ayuda. Ahí es cuando actuamos nosotros.

—Entonces ¿ustedes no actúan contra los no humanos sin ton ni son?

—Por supuesto que no, por mucho que eso quieran hacerles creer. Si bien es cierto que no nos gustan por propia experiencia, tampoco vamos en contra de nuestra propia especie a pesar de haber sufrido mucho por su culpa. Como bien he contado, yo mismo fui vendido y perseguido, pero no por ello voy en contra de toda mi especie.

—¿Cómo poseen tantos recursos?

—En verdad no poseemos tantos como quieren hacer creer. La mayoría son objetos mágicos que nuestros propios magos han creado. En cuanto a la tecnología que tenemos…, es lamentable decir que no han sido obtenidas de manera legal, pero tampoco es que nos ofrecieran financiación. Hay que buscarse las maneras.

—¿Ilegales? ¿Qué tanto?

—Si se lo pregunta: nunca hemos hecho nada que pudiera ser dañino para las personas, eso incluye cosas como narcotráfico o tráfico de personas. Eso va en contra de nuestros ideales.

—¿Dónde se encuentran en relación a otros grupos humanos-sobrenaturales como iglesias o cábalas mágicas?

—Obviamente no poseemos el poder que tienen las organizaciones religiosas más grandes e importantes, como pueden ser las iglesias cristianas, pero nuestro número es suficiente como para poder enviar apoyo a Nueva York y aún así tener efectivos para defender otra gran ciudad en caso de un ataque simultáneo. Tampoco tenemos los números de las cábalas mágicas ni todos sus conocimientos almacenados en bibliotecas. Nuestro grupo, eso sí, es sumamente variado: usuarios de Sacred Gears, magos, habilidades psíquicas, personas normales y corrientes, etc. También tienen oficios diversos, no todos son luchadores. Necesitamos, por ejemplo, médicos o ingenieros.

—¿Cuáles son sus operaciones mayores y recientes?

—¿Las mayores? Son tres, de las cuales ya hablé en la entrevista que se realizó a los señores Stark luego de la Batalla de Nueva York: la liberación de reencarnados en el Infierno demoníaco, el suceso en Kioto y la Batalla de Nueva York. Lo demás ha sido, como he mencionado antes, acciones más aisladas.

—Señor Cao Cao —habló la representante protestante Sallow—, en todas las luchas que han llevado a cabo, ¿han hecho prisioneros? Y en ese caso, ¿qué hacen con ellos?

—Nosotros no tomamos prisioneros, señora Sallow, pero eso no quiere decir que eliminemos a aquellos que no pueden luchar o se han rendido, siempre y cuando no sean objetivos.

—¿Objetivos? ¿Puede ser más específico?

—Por supuesto: tanto en Kioto como en Lilith, nos enfrentamos a las defensas de ambas ciudades, pero una vez cumplido nuestros objetivos allí, nos retiramos sin tomar prisioneros ni acabar con los heridos, a menos que su situación fuera insalvable. Mejor terminar con su vida que dejarle sufrir una agonía inimaginable. Y, como he dicho antes, los ejemplos para casos aislados siguen este mismo patrón.

—¿Por qué su incesante ataque contra las Iglesias? —cuestionó Popov con el ceño fruncido.

—No ha sido solo contra sus Iglesias, señor Popov. Ciertamente ha habido un gran impacto contra ustedes, pero es lo que conlleva ser la organización religiosa más importante y grande del mundo. Si no se ha olvidado usted, hemos desvelado lo mismo para otras religiones como pueden ser el hinduismo, sintoísmo, taoísmo... Por supuesto el Islam y el judaísmo entran a formar parte de vuestro sector, las religiones abrahámicas. Una idea que compartimos con el señor Hyoudou es que la humanidad no necesita de falsos dioses para que sus vidas tengan sentido. Deben dejar atrás esas doctrinas, como ya se ha mencionado antes, y avanzar a un mundo libre de religiones.

Hubo algunas preguntas más, pero todas ellas irrelevantes a comparación de las primeras realizadas, donde las cuestiones más importantes habían obtenido respuesta…, en apariencia.

La última pregunta de aquel tema fue un tanto inesperada para los tres «invitados»: ¿donde yacían sus lealtades en este asunto? Se pidieron respuestas concretas, no idealizadas. La respuesta de los tres fue igual, al menos al principio.

«Nuestra lealtad está con el planeta Tierra y las especies que lo habitan, incluyendo la especie humana».

Pero con la segunda parte de la declaración individual, las diferencias ya fueron más notables. Issei y Tony, por ejemplo, dejaron bien claro que a pesar de que su lealtad estuviera para con los de su propia especie, no aceptarían nada que fuera en contra de sus ideales. Cao Cao, por su parte, se mostró más abierto al exponer que harían lo mejor para la especie humana. Ambos Stark no fueron los únicos en sentir una doble intención en aquellas palabras, pero les era imposible saber si el propio Cao Cao lo había dicho con aquella doble intención o no. Con aquella última pregunta, se dio por cerrado el segundo tema del debate, por lo que era hora de pasar al siguiente. Esta vez tuvieron la suerte de ser uno nada relacionado con los dos anteriores, al menos en gran parte.

—Honorables delegaciones, en este momento el foro queda abierto. ¿Existe alguna moción? —Casi todas las delegaciones levantaron sus papeletas, pero solo una fue elegida—. Delegación de Canadá, tiene la palabra.

—Saludos, honorables delegados, presidencia. A través de su investidura, que la Delegación de Canadá quisiera solicitar una moción para establecer el orden de la agenda teniendo como tercer tema sobre la existencia de las Sacred Gears y la magia. Muchas gracias.

—La moción presentada por la Delegación de Canadá es acogida. Con la moción en orden, procedemos a abrir nuevamente el foro —Nuevamente todas las delegaciones alzaron sus papeletas—. Delegación de Egipto, tiene la palabra.

El delegado se levantó de su asiento, imitando a su compañero centroafricano.

—La Delegación de Egipto propone como tiempo de los oradores tres minutos por oración, muchas gracias.

Aquí Issei tuvo que hacer un gran esfuerzo para no sonreir con sarcasmo ante lo que escuchó. Muchos de los países que hablaron expusieron su asombro ante el conocimiento sobre las Sacred Gears y la magia, pero al contrario que con los alienígenas, la hipocresía era más que palpable, al menos desde su punto de vista. Sabía de primera mano que algunos gobiernos, como el británico, italiano o el estadounidense, tenían contactos con las cábalas mágicas y el Consejo Mágico, más que nada porque algunas pertenecían a sus respectivos países y tenían fuertes lazos, algunos demasiado.

Lo que más le molestaba era que dichos gobiernos, hipócritas en aquel momento, le tenían entre ceja y ceja, con una enorme diana dibujada en su nuca, ahora se hacían los sorprendidos ante todo aquel asunto. Quería y deseaba mostrar las cartas que tenían ocultas, pero ya estaba metido en un fregado muy grande como para meterse en otro igual o peor. Lo que más le extrañó fue que Cao Cao y su grupo no hubieran revelado todo aquello, y dudaba que no tuvieran esa información.

Para cuando aquel largo, aburrido y a veces hipócrita discurso hubo finalizado, nuevamente dio comienzo a la ronda de preguntas dirigidas a los «invitados».

—¿Qué nos pueden decir sobre las Sacred Gears? —interrogó un delegado—. Todo el mundo cree poseer una. Muchos incluso han llegado a morir al intentar demostrarlo.

El primero en responder fue Cao Cao.

—Primero que nada, desde antes de la muerte del dios de la Bíblia, el número de Sacred Gears no era muy elevado. No todos los humanos poseían una. Es más, realmente solo unos pocos en toda la historia han hecho grandes cosas con ellas. La mayoría ni sabía que tenía una. Y desde su muerte, su número no ha aumentado, ha permanecido inmutable. Es por eso que, debido al extraordinario aumento de la población mundial, sobre todo en este último siglo, el que una persona posea una Sacred Gear es casi tan improbable como que toque la lotería dos veces seguidas.

—Y sin embargo, según tenemos entendido, la mayoría de miembros de su organización poseen una Sacred Gear. ¿Cómo es posible entonces que sea tan improbable teniendo usted a tantos usuarios? —cuestionó otro delegado.

—Me alegra que me hagan esa pregunta. Verán, si bien es tan improbable, toda Sacred Gear emite un leve pico de energía. Es tan leve que o bien tienes un aparato especializado en eso o eres capaz de sentir ese pequeño pico. Algunas especies sensibles, como los demonios o ángeles, son capaces de sentir ese tipo de energía, por eso les resulta tan fácil seleccionar sus objetivos a la hora de reencarnar. Los humanos, al no ser sensibles a esa energía, no podemos captarlos. Para ello necesitamos la herramienta adecuada. Nuestra organización la desarrolló luego de años y años de dura investigación. Desde entonces hemos recorrido el mundo entero, reclutando de manera voluntaria. A pesar de todo ello, estoy seguro de que aún queda mucha gente que posee una y ni siquiera lo sabe.

—¿Voluntaria? ¿En serio? —cuestionó Popov, el representante ortodoxo.

—Así es —respondió Cao Cao con toda tranquilidad—. En nuestra organización no obligamos a nadie a unirse, ni siquiera con un chantaje. Nosotros necesitamos compromiso, y eso no es algo que puedas obtener al obligar a alguien de un modo u otro. Fíjese en lo que les pasó a los demonios. Son el mejor ejemplo.

Los representantes del cristianismo dieron miradas desconfiadas al héroe, cosa que levantó tanto cejas como dudas entre varios de los asistentes sobre la veracidad de las palabras de este último.

—¿Y usted, señor Hyoudou?

El susodicho se rascó la cabeza, pensativo.

—Bueno, cuando yo descubrí el mío, nuestra inteligencia artificial detectó un leve pulso energético en mi mano izquierda —explicó Issei mientras alzaba la mano.

—Aún cuando están desactivadas, las Longinus emiten un pulso aún mayor que el resto, por lo que son más fáciles de detectar —puntualizó Cao Cao.

—¿Es por eso que hay tres Longinus en su poder? —interrogó Brown.

—Se podría decir que en parte hemos tenido suerte.

—Veo bastante peligroso que una organización como la suya posea tanto poder bélico, pues eso son las Sacred Gears.

—Tiene gracia que usted diga eso. ¿Acaso el señor Gesualdo no posee la segunda Longinus más poderosa? Por no olvidarnos de las espadas sagradas en su poder. Todas ellas son armas poderosas que pueden inclinar la balanza a su favor.

—Nosotros usamos todo ello para proteger a la humanidad.

—Claaaro, por eso sus subordinados tuvieron que revelarse, incumplir una orden directa, para ir a cumplir con su «sagrado deber», ¿no es así?

Cuando el representante religioso estuvo por responder, el presidente tosió con fuerza, llamando la atención.

—Caballeros, creo que ya les pedí que no se desviaran del tema. No estamos aquí para comenzar una discusión, sino para resolver dudas y acordar cómo actuar para con nuestro futuro.

—Tiene razón. Me disculpo nuevamente, señor presidente —dijo Cao Cao humildemente.

—Yo también me disculpo. Como bien dice, no es momento para esto.

—Bien. Espero que no se repita. Bien, continuemos, por favor.

—Señor Cao Cao —habló otro delegado luego de que hubieran aceptado que tomara la palabra—. Esa tecnología que ha mencionado para averiguar quién tiene un Sacred Gear, ¿también la compartirá con nosotros?

—Por supuesto. Todo sea en pos de un bien mayor, ¿no?

—¿Y qué piensan hacer con las personas que tengan una? —cuestionó Issei mientras se inclinaba hacia delante—. Entiendo que querrán usarlas para sus ejércitos o para investigarlos, ¿no es así?

Tony alzó una de sus cejas, sonriendo divertido.

—No creo que vayan a ir contra los deseos de sus ciudadanos con Sacred Gears —continuó el Stark mientras cambiaba a una sonrisa sarcástica—. Dudo que si estos usuarios quieren seguir con sus vidas y que sus dones se mantengan ocultos sus gobernantes decidan ignorar dichos deseos. Aunque quién sabe, quizás pongan sus intereses por encima de los individuales.

Las palabras de ambos Stark molestaron a la gran mayoría de representantes, pues aquella era una pulla directa y dura, pero razón no les faltaba. ¿Qué gobierno expondría a sus ciudadanos de aquella manera y obligaría a ir en contra de lo que deseaban? Hacerlo podría ser contraproducente.

—¿Y qué nos pueden decir de la magia? —quiso saber otro delegado en un intento de escurrir el bulto, de cambiar de tema a otro que no les fuera incómodo.

Nuevamente Cao Cao fue el primero en hablar.

—La magia ha estado con nosotros desde siempre. Nuestros antepasados, los primeros seres humanos modernos, ya la usaban, aunque estoy seguro de que era una magia muy diferente a la actual. El gran mago Merlín, el mismo de la leyenda artúrica, creó una magia que se practicó en toda Europa y más tarde en los territorios de ultramar, pero no es la única que existe, aunque sí la más practicada. La Iglesia, al no poder controlarla, la fue prohibiendo junto a todo tipo de prácticas mágicas, de modo que en toda la cultura occidental se considera una fantasía a pesar de que hasta hace unos pocos siglos era algo habitual.

—La magia de Merlín fue creada a partir de la magia demoníaca —respondió la representante Sallow—. Por eso mismo fue prohibida.

—Si bien Merlín usó la magia demoníaca como base, no se parecen en nada, si uno lo estudia detenidamente. Su simple uso y manipulación es prueba de ello —dijo Cao Cao como contra argumento—. Lo que pasaba era que, como bien he dicho, era un poder que iba creciendo cada día más y la Iglesia no podía controlarla, de modo que la convirtió en una herejía y fue perseguida así como sus practicantes, ¿o lo va a negar? Fue así como poco a poco se fue perdiendo y los humanos la volvieron una fantasía.

—Esos practicantes, ¿siguen existiendo? —curioseó un delegado.

—Desde luego. Con la Revolución Francesa y la pérdida progresiva de poder por parte de las Iglesias Cristianas, las cábalas o gremios mágicos pudieron volver a organizarse y no vivir ocultos de su mirada, aunque sí del resto del mundo. A día de hoy hay numerosas cábalas en todo el mundo, y también un Consejo Mágico, algo parecido a la ONU.

—¿Es posible que algunos gobiernos sepan sobre esto? —cuestionó otro delegado mirando a varios de sus compañeros con desconfianza.

—Desde luego —asintió el portador de la Lanza—. Es más, varios de aquí han mentido, o quizás sus gobiernos no les hayan contado la verdad. Hay numerosas cábalas ligadas a muchos gobiernos.

—Entonces, ¿pasa lo mismo con los sobrenaturales y alienígenas?

—Con los alienígenas me ha pillado. Esa es una información que no hemos podido verificar —El chino se encogió de hombros, como restando importancia—. No sabemos qué tanto sabían gracias a S.H.I.E.L.D. Pero a lo que vamos: hay gobiernos que tienen relaciones con las cábalas y criaturas sobrenaturales, acuerdos, para que puedan existir en sus respectivos países.

Aquella revelación causó numerosos murmullos en todas las salas. Delegados y representantes se miraban con desconfianza, no sabiendo si sus compañeros de otras mesas eran de ese reducido grupo de gobiernos con relaciones con las cábalas.

—Orden, orden, por favor —pidió el presidente al ver cómo los murmullos aumentaban—. Si bien esta es una noticia sorprendente, pues no hemos sido notificados de ninguna relación con cábalas, sobrenaturales o alienígenas, no podemos perder el norte. Este tema será tratado a posteriori. Ahora, ¿alguna otra pregunta?

—Señores Stark, ¿ustedes poseen magia o algún objeto mágico?

—No, no lo poseemos. Nosotros somos gente de tecnología, somos ingenieros. A nosotros nos va más otro rollo —respondió Tony con un ligero encogimiento de hombros.

—Entonces, señor Cao Cao, además de esa tecnología, ¿compartirán sus conocimientos mágicos con nosotros?

—Por supuesto. El conocimiento debería ser universal. Aunque ya adelantamos que no todos pueden usar magia aunque estén estudiando toda su vida. Que serán excepciones, sí. Que la mayoría podrá usarla aunque sea a nivel base, también. Es algo que es mejor aclarar desde un principio.

Cao Cao asintió complacido al ver cómo se estaba ganando a los delegados de la mayoría de países presentes, pero gente como el propio Issei, Irina o Griselda observaban con duras miradas al líder de los Héroes. Su desconfianza hacia Cao Cao no hacía sino aumentar con cada palabra que decía. Con aquella última respuesta, se dio por finalizado el tercer tema de la agenda, yendo ahora al último.

—Honorables delegaciones, en este momento el foro queda abierto. ¿Existe alguna moción? —Casi todas las delegaciones levantaron sus papeletas, pero solo una fue elegida—. Delegación de Grecia, tiene la palabra.

—Saludos, honorables delegados, presidencia. A través de su investidura, que la Delegación de Grecia quisiera solicitar una moción para establecer el orden de la agenda teniendo como cuarto tema sobre la creación de grupos o equipos gubernamentales semejantes a los Vengadores para proteger a nuestros respectivos países y nuestros ciudadanos de estas nuevas posibles amenazas. Muchas gracias.

—La moción presentada por la Delegación de Grecia es acogida. Con la moción en orden, procedemos a abrir nuevamente el foro —Nuevamente todas las delegaciones alzaron sus papeletas—. Delegación de Nueva Zelanda, tiene la palabra.

El delegado se levantó de su asiento, imitando a su compañero centroafricano.

—La Delegación de Nueva Zelanda propone como tiempo de los oradores cinco minutos por oración, muchas gracias.

Y por cuarta, y última vez esperaban ambos Stark, numerosos países dieron discursos sobre los propios Vengadores y la posible creación de otros grupos de respuesta, aunque en este nuevo caso sería bajo control del gobierno de cada país, o uno conjunto como podría ser en el caso de la Unión Europea.

Al final se decidió que dado que a los Vengadores trabajaban para S.H.I.E.L.D., y esta misma estaba bajo supervisión de un consejo de seguridad mundial, no solo el estadounidense como había sido años atrás, se le darían carta blanca para su actuación en caso de amenaza o emergencia grave en todo el planeta, pero la mayoría de países propuso principios y guías para la creación de una división gubernamental o de varios gobiernos y bloques, aunque esto último era bastante más improbable por la desconfianza entre gobiernos. Además de dichas nuevas divisiones, crearían grupos de respuesta que solo podrían desplegarse contra grandes amenazas, pues los Vengadores quizás no podrían responder de inmediato ante una emergencia estando en la otra punta del planeta. También se discutieron cosas como: si se considerarían militares, si estarán sujetos a las mismas normas que agentes gubernamentales, situación en derecho internacional, la inclusión en cuerpos como los policías o bomberos, etc.

Con los Héroes, se decidió que este grupo, al ser el más experimentado, entrenaría a dichas nuevas fuerzas tanto en el uso de Sacred Gears como en la magia, ya que de las cábalas no tenían conocimientos, salvo algunos gobiernos con los grupos mágicos de sus respectivos países, además de compartir la tecnología y conocimientos, como ya se habría acordado. Pero así como los Vengadores estaban bajo las órdenes de S.H.I.E.L.D., supuestamente, los Héroes lo estarían bajo la ONU, trato que Cao Cao aceptó más que gustoso.

Por último, pero no menos importante, se anunció la creación de un tribunal que juzgaría al señor Issei Hyoudou-Stark, cosa que no sorprendió a ninguno de los Stark ya que era de esperar, sobre los acontecimientos supuestamente provocados por su revelación respecto a la muerte de Dios.

XXXXX

Nada más abandonar la sala, Issei y Tony se alejaron lo más rápido posible de la salida para tener un poco de tranquilidad antes de enfrentar a la avalancha de periodistas que estarían esperando a las afueras del edificio. Si bien ya había en el interior, solo se les había permitido grabar el debate, mas no luego de que este terminase. Y si bien habían pasado muchas horas, todos estaban seguros de que periodistas de todo el mundo buscarían a Issei Hyoudou-Stark para preguntarle sobre el propio debate, sobre el próximo juicio (aunque aún no tenía fecha) y demás cosas relacionadas.

—Esto va a ser como Nurenberg 2.0 —comentó Issei mientras daba vueltas por el amplio pasillo, mirando la moqueta del suelo mientras su padre se apoyaba en la pared, revisando varias cosas en su móvil.

Issei no se atrevía a mirar el suyo. Lo tenía en silencio desde antes de entrar al debate y estaba seguro de que estaría quemado por llamadas y mensajes, sin olvidar las noticias y redes sociales. Seguramente también ardían con todo lo del debate.

—Ya te comentaron que pasaría, pero no debes preocuparte.

—¿Que no me preocupe? —cuestionó Issei sin creer lo que acababa de escuchar.

—Eso mismo —aseguró Tony mirándole por encima de sus gafas—. No vas a ir a la cárcel ni van a quitarte tus libertades, y menos aún tus «beneficios» como superhéroe. A pesar de la gran cagada que hiciste, nadie puede negar que tú y yo, y Rhodey en menor medida, hemos hecho del mundo un lugar más seguro desde que Iron Man surgió, y tu desde que comenzaste a trabajar para la empresa con tus inventos filantrópicos. Y ahora, con todo lo que está pasando y lo que tardarán en crear sus nuevas fuerzas de defensa anti alienígenas y sobrenaturales, nosotros seguimos siendo Vengadores.

—¿Y qué piensas que va a ocurrir?

—Pues… —Tony se llevó un par de dedos a la barbilla, tamborileando con ella—, quizás sanciones económicas, quitarte algunas patentes, casi toda tu fortuna…

—Eso ya está pasando.

—Lo sé. La empresa está muy tocada por ello, ¿recuerdas? Vamos a evitar el peor de los escenarios simplemente por ser quienes somos, pero ya entiendes por donde voy —Issei se rascó la nuca no muy seguro—. Será un juicio político, y me juego lo que quieras a que parte será un simple circo. El mundo, y los países, necesitan juzgar a quien, supuestamente, ha roto el mundo, aunque sabemos que no ha sido así…, en su amplia mayoría —Issei sonrió irónico—. Culpa tuya por bocazas. En fin, una vez ese juicio termine, lo peor habrá pasado. Solo tendrás que volver a recuperar la confianza de la gente haciendo lo mismo que has estado haciendo toda tu vida. No creo que sea tan complicado. Hasta el inicio de tu relación con Iris fue más difícil.

Touché… Y espero que no te equivoques.

—Y yo. Ahora venga, que tenemos al mundo entero esperándonos —indicó mientras señalaba el pasillo que daba a la entrada principal.

Inspirando profundamente, Issei se recompuso, asintiendo a su padre. Así, uno al lado del otro, se encaminaron a la salida del edificio para enfrentar a la prensa.


Bueeeeeno, pues otro capítulo de este arco. En serio, está costando horrores y aún así siempre se puede arreglar o mejorar algo, pero como estoy contento pues lo publico. El debate ya está hecho, pero ahora viene el juicio… Voy de jodienda en jodienda ja, ja, ja.

Mención especial a Welove, RedSS, Incursio, shinjiesbostero y bustercall por su importante aportación y ayuda en este capítulo.

Ahora los comentarios:

Tenzalucard123

Y solo me he quitado la mitad de la jodienda…, ahora llega la que es más complicada ja, ja, ja.

Aislamiento, nada más. No es que puedan hacer mucho por la opinión pública.

Goku SSJ DIOS SSJ3

¡El drama! ¡EL DRAMA! ¿Sí? ¿Esa fue tu favorita? Vaya, no me lo esperaba ja, ja, ja.

Spoiler~~~.

Sin más que decir, me despido.

¡Nos leemos!