Disclaimer: los personajes de Twilight son de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es CaraNo. Yo solo traduzco con su permiso.

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Capítulo 58

Simplemente la observo. Con incredulidad.

Ella luce asustada, nerviosa... atrapada.

—Papá, no es lo que tú...

Sacudo la cabeza, interrumpiéndola.

—No —suelto. Trago el nudo en mi garganta.

No lo puedo creer.

Mi niña de trece años. Fumando cigarrillos.

No soy estúpido, lo que probablemente no funcione a mi favor. Porque si fuera estúpido, no sabría de qué trata todo esto. Pero sí lo hago, y sé que esto es un grito de atención. Sé que la he cagado olímpicamente. Sé que la he ignorado. Sé que he fallado.

Sin querer que mi hija me vea quebrar, salgo de su cuarto, caminando rápidamente hacia el baño junto a mi cuarto. Una vez adentro, trabo la puerta antes de dejarme caer en el suelo. Mi espalda contra la puerta.

Mis ojos arden dolorosamente.

Subo mis rodillas, descansando mis codos sobre ellas mientras mis dedos jalan fuertemente de mi cabello.

No pasa mucho tiempo antes de no poder seguir conteniéndome. Feos sollozos arrasan con mi cuerpo, haciéndome sentir patético y débil.

No se suponía que fuese así. Se suponía que debíamos estar juntos. Todos. Ahora... ahora estamos dispersos por todo el jodido país, y no hay una mierda que pueda hacer al respecto. No puedo cuidar de mis propias hijas. Ni siquiera de la que vive bajo mi techo.