Disclaimer: los personajes de Twilight son de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es CaraNo. Yo solo traduzco con su permiso.


Link del blog: https (dos puntos) / / caranofiction (punto) wordpress (punto) com


Capítulo 60

—¿Tengo que ir a la escuela, papá? —Ella bosteza, sentándose en el sofá junto a mí.

Desde mi crisis en el baño hace cuatro días, he estado trabajando desde casa hasta que Kate esté de vacaciones. Es solo papeleo de todas maneras, y no hay nada de malo con nuestra sala para eso. Además, eso significa que puedo ver a mi niña un poco más.

Dejando mis cálculos a un lado, me reclino y envuelvo un brazo alrededor de ella.

—Estoy muy seguro de que la escuela es importante, cariño —mascullo, dejado un beso en su sien—. Pero míralo de esta manera, queda solo un mes para el verano.

Ella hace una mueca, pero no dice nada.

Por un rato, al menos.

Entonces lo hace, con sus ojos en la mesa ratona.

—¿Qué es todo eso? —Señala a una pila de sobres en particular.

Es mi turno para hacer una mueca, solo que la hago internamente.

—Facturas médicas —respondo suavemente.

Es oficial. Los padres de Ben se han echado atrás.

Me llamaste ayer y me dijiste que incluso se han ido de Texas.

Pero para que las facturas médicas me llegaran así de rápido, los padres de Ben debieron haber dejado de pagar ni bien tú y Rose les dijeron sobre nuestro plan de hacer esto sin ellos. Y esta pila de facturas fue lo que me recibió cuando dejé unas cajas en el departamento de Rose hace dos días. Es tu dirección oficial ahora. Lo mismo va para mí y para Kate.

—Hay demasiadas —susurra ella, luciendo preocupada.

Exhalo lentamente, y es verdad. Hay demasiadas. Una factura por cada tratamiento, cada servicio, cada puta pastilla. Es ridículo. Lo que te cobran, incluso con seguro... Mierda, todo el trabajo administrativo detrás de cada maldita factura. Algunas mierdas son realmente ridículas. Hay una factura por unos jodidos analgésicos. Trescientos dólares. Ni siquiera he abierto los de la estadía de Sophie en el hospital. Estamos hablando de miles de dólares, especialmente ya que su seguro no cubre el hospital en el que se hospeda. No era un problema para los padres de Ben, porque ellos tienen el dinero. Pero nosotros no, así que realmente necesitamos que ella vuelva a Chicago tan pronto como sea posible.

No hemos vendido la casa aún.

Crucemos los dedos por Emmett. Él se encuentra en Seattle. Dos parejas se han ido de dos de los condominios que él posee, y hay un potencial comprador para uno de ellos.