Disclaimer: los personajes de Twilight son de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es CaraNo. Yo solo traduzco con su permiso.
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Capítulo 62
La miro con la expresión en blanco por unos segundos.
Y entonces...
—¿Puedes guardar esa idea, cariño? —mascullo—. Solo me encargaré de un par de órdenes, ¿de acuerdo?
Ella asiente, y dejo un beso en su frente antes de volver a la cocina.
Trabajo en piloto automático, volteando hamburguesas, friendo tocino, preparando vegetales. Chequeo las papas, cargo otra caja de bollos, tomo otra pila de platos limpios. Preparo órdenes. Pepinillos. Tomates. Ensaladas. Sin pepinillos en esa. Queso extra en otra. Las papas fritas están listas. Más aderezos. Puré de papas. Abro dos huevos sobre una sartén.
Mierda. Ella no debería haber visto las facturas. No debería haberlas tenido allí.
Ahora está preocupada. Es por eso que ella quiere hacer pasteles. ¡Carajo! Mi puño se estrella sobre la encimera.
Kate sabe lo apretado que estamos con el dinero. Ella no debería saberlo. No digo que ella debería vivir ignorante, pensando que todo es perfecto, pero...
Al menos, ella no debería preocuparse. Ella no debería ofrecerse para... trabajar.
—¿Edward?
Levanto la mirada para ver a Bree parada en la puerta. Preocupada.
—Estoy bien —miento—. Las mesas tres y cinco están listas —añado, mi voz sin emoción.
Después de tenderle los tres platos, ella se va... pero hace una pausa antes de que pueda regresar a mi infierno.
—Diego estará aquí en unos minutos —dice ella suavemente.
Asiento. Lo que quiere decir que mi primer turno ya casi termina. Pero entonces tengo otro donde trabajo en la jodida registradora mientras que Bree trabaja en la sala.
Las personas están saliendo de trabajar, y durante el próximo par de horas estaremos ocupados.
Es bueno para el negocio, por supuesto. Simplemente estoy cansado. Completamente agotado.
Es imposible manejar una cafetería con solo tres personas.
Pero no puedo darme el lujo de contratar.
Al mismo tiempo, no puedo tener a Bree y a Diego trabajando turnos dobles como lo hacen, y estoy jodidamente seguro que no puedo trabajar a toda hora.
Carajo, será mejor que Rose vuelva aquí pronto. Tú y Sophie también.