Disclaimer: los personajes de Twilight son de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es CaraNo. Yo solo traduzco con su permiso.
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Capítulo 71
—Oh, papá —suspira Kate—. No pudiste mantenerlo en tus pantalones, ¿o no?
Mi mandíbula se cae.
¿Cómo...? Ella... Quiero decir... ¡Por Dios!
—Katie, eso no fue inteligente —le dices, pero puedo ver tu sonrisa, demonios, Bella—. Para el mundo, eres una adolescente, ¿recuerdas? —Kate sonríe y asiente—. Claro... Bueno, para Edward sigues teniendo cinco años.
Sí. Exacto.
Ella... y... saber... ¿cierto?
Lo que quiero decir es que... ¡Ella no debería saber sobre sexo!
—¡Tienes cinco como yo! —Sophie susurra con emoción.
—Sí —digo, de acuerdo con Sophie—. Ambas tienen cinco. —Las señalo para mayor énfasis—. Por el bien de mi salud mental, quédense con cinco.
—Ajá, de vuelta al punto. —Kate se ríe lentamente antes de voltear hacia ti—. ¿Estás embarazada?
Ella ya no dice tu nombre, cariño.
Ella no dice Bella.
Y sé por qué.
Creo que tú también lo haces. Sí, por supuesto que lo sabes. Sonríes, y sé que hablarás con Kate pronto. Así como yo hablé con Sophie sobre llamarme Papi, le vas a decir a Kate que quieres que ella te llame Mamá.
Hablando de mamás.. Me das la mirada de mami. Lo que quiere decir que es mi turno.
Está bien.
—Sí, ella está embarazada —mascullo, mirando a Kate y Sophie—. ¿Están... eh...? —Aparto mis nervios—. ¿Están bien con eso? —Mierda, eso sonó tonto. Al juzgar por la risa de Kate, la risita de Sophie, y tu carcajada, diría que todos estamos de acuerdo.
—¿Voy a tener un hermanito o hermanita? —pregunta Sophie, y sonrío ante su entusiasmo.
—Vamos a tenerlo, Soph —corrige Kate, sonriendo torcidamente—. Vamos a tener un hermanito o hermanita.
Parpadeo las lágrimas.
—Hermanito —nos dices de repente—. Tengo el presentimiento que será un varón.
Sacudo la cabeza.
—De ninguna manera. Es otra niña.
Estoy seguro de ello.
—¿Acaso no pueden averiguarlo? —Kate sonríe curiosamente—. ¿Acaso no tienen un tipo de vara que lo muestra? ¿O es demasiado pronto? ¿Qué tan embarazada...?
La interrumpo.
—Está bien. Eso es suficiente, Srta. Cullen. —Carajo. Ella no debería estar así de consciente, ¿o no? Quizás debería revisar sus libros de estudio, ver qué están enseñándole a los niños estos días—. Tienes cinco, ¿recuerdas? Ve a jugar con Polly Pocket.
—Me encanta Polly Pocket. —Sophie suspira suavemente.
—A Katie también —digo con firmeza.