Disclaimer: los personajes de Twilight son de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es CaraNo. Yo solo traduzco con su permiso.
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Capítulo 40
Le sonrío con tristeza.
—No te sabría decir —digo suavemente. Ante la expresión confundida de Bella, suelto un suspiro, sabiendo que no se puede evitar esto—. Kate se fue unos meses antes del segundo cumpleaños de Jo.
No me sorprendo al ver sus ojos agrandarse en shock.
—¿Segundo cumpleaños? ¿Qué...? Quiero decir, ¿cómo...? No entiendo, Edward.
Me quito los anteojos y froto mi rostro con ambas manos. Esta conversación es difícilmente la que quiero tener ahora. Pero supongo que es mejor simplemente decirlo, por lo que tengo que comenzar por el principio. Así que, giro mi cuerpo hacia ella, la miro de frente, y tomo aire profundo.
—Intentamos concebir por alrededor de un año antes de considerar la adopción —comienzo a contar. Un año de intentarlo, seguido por una investigación extensiva, entrevistas en agencias, y listas de espera—. Y cuando tomamos nuestra decisión, también decidimos no hacernos pruebas y esa mierda. Lo que significa que no sabíamos si había algo malo con ella, conmigo, o si simplemente no éramos compatibles. —Ella asiente para que siga—. Bueno... —Bufo. Esta parte es donde tiendo a enojarme con Kate, a pesar de que no he hablado con ella desde que se fue—. Al parecer, sus padres la presionaron... —Sacudo la cabeza, recordando. Estaba bajo la impresión que Kate odiaba a sus padres, pero la verdad era que ella solo intentaba odiarlos. Ella me amaba, sé que lo hacía, y no quería que sus padres tuvieran razón sobre ella. Lo que no sabía era que ellos la llamaban a menudo, mientras atravesábamos todo el proceso de adopción, y querían que ella se hicieras las pruebas. Ellos querían estar seguros. Querían un nieto biológico.
Suspiro, bajando la mirada.
—Ellos lograron convencerla de que se hiciera una prueba de fertilidad... y ella se enteró de que no había nada malo con ella. —Miro a Bella—. Los doctores le dijeron a Kate que ella era fértil, para la alegría de sus padres. —Y para la suya, ya que estamos.
—Pero... —Ella se muerde el labio, frunciendo el ceño—. Las pruebas... ¿fueron después que Josie naciera?
Sonrío con amargura.
—Síp. Un año después del nacimiento de Jo, para ser exactos. —Después de eso, nuestra relación se fue a la mierda, aunque no entendía por qué en ese momento. Porque estábamos teniendo problemas de por sí—. Kate rápidamente dijo que le era difícil crear un vínculo con Josie —admito suave, amarga y lamentablemente.
Josie se convirtió en mi todo al segundo que la vi. Eso no pasó exactamente con Kate.
—Pero trabajamos duro, lo intentamos... —Intentamos por un año, y durante ese tiempo, seguía teniendo esperanzas. Supuse que era una versión de depresión postparto, solo que... ella no fue la que dio a luz. No lo sé—. Como sea... —Suspiro y palmeo mis bolsillos, buscando mis cigarrillos—. Cuando Jo cumplió un año, Kate empeoró. —Pauso para encender uno—. De repente, se alejó. Seguía cerca, pero siempre lucía como si estuviera debatiendo algo, y... cada vez que sugería algo o hablar con ella al respecto, se ponía a la defensiva.
Intenté hablar con ella por ocho meses. Ocho meses de vivir con un zombi defensivo.
—Porque para entonces, ella ya sabía que no había nada malo con ella —concluye Bella suavemente, su expresión llena de furia—. Y... ¿qué? ¿El césped siempre es más verde en el jardín de al lado? ¿Eso es lo que dices?
Me encantaría decir que no, pero...
—Exacto. —Doy una calada y exhalo antes de continuar—. Al saber que no había nada de malo con ella, dejó de tratar de acercarse a Josie.
Bella baja la mirada, pero no tengo que ver su rostro para saber que está molesta. La forma en que aprieta sus puños lo dice todo.
—Unos meses antes de que Jo cumpliera dos, Kate me confesó todo —sigo—. También admitió que había encontrado a alguien más. —Bella levanta la cabeza, su molestia reemplazada por furia—. Me dijo que ella nunca me engañó, pero no lo sé... —De todas maneras, no importa. El hecho es que ella abandonó a la pequeña niña que se suponía que era su hija—. Solo estoy agradecido de que nunca nos casamos. —Me río secamente y apago el cigarrillo—. Hizo que la separación fuera más fácil. Simplemente la eché. Firmamos los papeles, y...
Entonces traje a Jo a Tampa.
—No... No puedo creerlo, Edward.
¿Otro? Ya saben ;)
