Disclaimer: los personajes de Twilight son de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es CaraNo. Yo solo traduzco con su permiso.


Link del blog: https (dos puntos) / / caranofiction (punto) wordpress (punto) com


Capítulo 64

Con mi corazón martilleando frenéticamente, levanto la cabeza de su cuello.

No puedo respirar, no puedo tragar, apenas puedo pensar.

Sus ojos, al encontrarlos, están oscuros y bien abiertos. Sus mejillas sonrojadas.

Recuerdo lo que ella gimió.

Mi nombre.

Me estremezco.

Eso quiere decir que soñaba conmigo antes de despertar, ¿cierto?

Así como soñaba con ella.

A través de mis bóxers, puedo sentir su calor y su humedad.

Tan húmeda.

Con un suave gruñido, cierro los ojos, y aprieto la mandíbula mientras intento usar mi maldito cerebro.

Esto no está bien. Tenemos mucho de que hablar. Esto solo complicará las cosas si lo apresuramos. Probablemente estemos en páginas diferentes. Ni siquiera sé lo que ella quiere. Después. No sé lo que ella quiere después. Ahora mismo, es bastante obvio lo que quiere. O al menos lo que su cuerpo quiere.

Me lanzo a la piscina.

—Dime que me detenga y lo haré —digo, y mi voz está llena de sueño y deseo. Ni bien enuncio las palabras, abro los ojos de nuevo y la miro atentamente.

Ella jadea, sus pupilas se dilatan aún más.

No hay respuesta. ¿Lo que quiere decir...?

Carajo. Ella no detendrá esto.

Contemplándola con cuidado, desciendo lentamente mi cabeza. Más cerca. Mis ojos buscan su boca—sus labios llenos, ligeramente separados. Entonces vuelvo a sus ojos. Aún no hay respuesta, pero su pecho jadea rápidamente. Mierda, el mío también. ¿Acaso ella también siente esto? ¿Siente lo que yo siento? La atracción, la necesidad, la confusión...

Mi boca roza la suya, lentamente, solo probando, solo respirando.

Cierro los ojos y añado presión cuando ella comienza a responder.

Diablos.

—Bella —exhalo, y es en alivio.

La beso por completo, dejando que la punta de mi lengua se asome para mojar mis labios. Con el movimiento, saboreo sus labios también. Ella me está volviendo loco aquí. Tanto ha cambiado, pero al mismo tiempo, no ha cambiado lo suficiente. O lo suficientemente rápido. De repente, tengo hambre de ella—de lo que ella tiene y de lo que ella es. Ella ya no es la chica de quince años, pero incluso en ese entonces, sentía una gran conexión a ella. Las cosas que teníamos en común... que tenemos en común. Mierda, la deseo. Pero deseo todo. Todo de ella.

Gruño y me dejo ir. Nos movemos juntos. Nuestras manos exploran. Ella empuña mi cabello. Tomo sus tetas. Nos besamos con hambre. Mi polla late mientras me muevo contra ella, mientras me froto contra su coño. Cielos. Sí. Más. Gimo.

—Detente.


¡Gracias por comentar tan rápido!

Hasta el próximo :)