Disclaimer: los personajes de Twilight son de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es CaraNo. Yo solo traduzco con su permiso.
Link del blog: https (dos puntos) / / caranofiction (punto) wordpress (punto) com
Capítulo 65
Su palabra se repite en mi cabeza varias veces.
Detente.
Detente.
Detente.
Estoy asombrado, en shock, nervioso, y más que un poco decepcionado.
Bella me aparta fácilmente.
Antes de darme cuenta, se encuentra caminando de un lado al otro frente al televisor.
Mis pensamientos son un caos. Estoy tan tenso, incapaz de quitar la sensación de su cuerpo contra el mío de mi cabeza. Que solo tenga puesta su camiseta sin mangas y sus bragas negras no ayuda.
—Lo siento —dice, sacudiendo la cabeza. Aún dando vueltas—. Esto... —Señala entre nosotros—, es... no lo sé. Estoy confundida. —Únete al club—. No se supone que esto deba pasar. —Frunzo el ceño, sin gustarme hacia adónde va esto. En absoluto—. No se supone que esto deba pasarme a mí. —Deteniendo sus movimientos, se gira y me mira. Ella no luce molesta o... mierda, no lo sé—. Nos besamos —anuncia estupefacta.
Hicimos un poco más que eso, cariño.
—Sí —repito lentamente, y no tengo idea de lo que ocurre adentro de su cabeza.
Ella asiente y entonces sacude la cabeza. Vuelve a caminar de un lado al otro.
—Sí, eso no me pasa a mí...
—Sigues diciendo eso —interrumpo y exhalo con frustración. Pero más que nada, noto que de nuevo estoy aterrado de que ella vaya a huir—. Mejor dime cuál es el problema así puedo... arreglarlo.
Ella se detiene de nuevo, sus ojos atentos para, no lo sé, ¿leerme?
—Eras mi héroe —suelta, tan repentinamente, y ¿qué?—. Hace ocho años. Eras mi héroe, Edward. La mitad de mí estaba segura que no eras real.
Frunzo el ceño, inclinándome hacia adelante sobre mis rodillas. La erección se fue al menos, así que está eso. No necesito cubrirme más.
Ella no ha terminado.
—Quiero decir, sí, noté incluso entonces que eras jodidamente atractivo —dice naturalmente, y se me escapa un sonido raro. Ese tono es la característica distintiva de mi hija—. Pero no puedo decir que pensara en ti románticamente... —Se lame los labios, pensando, frunciendo el ceño, luciendo tan pensativa. Mis cejas se juntan por completo; ella tiene que tener un problema matemático imposible de resolver. Desafío a que los malditos de Harvard intenten resolverlo—. Y entonces, cuando vi tu foto en la página web de Cullen Auto hace dos años, comencé a tener estos...
—¿Estos qué?
¿Huirá o no? Esa es mi mayor preocupación.
—Sueños.
—¿Eh?
Ella resopla y entonces camina hacia mí.
—Sueños, Edward. Comencé a soñar contigo.
Claro.
No lo comprendo.
—¿Qué tipo de sueños?
¿Sexuales?
—Soñaba con que me encontrabas.
Oh.
Y entonces me pongo de pie, lo que nos deja pecho contra rostro, y señalo.
—Sí te encontré, Bella. —Algo así. Bueno, no en realidad. Nos cruzamos con el otro. Nuestros caminos se cruzaron—. ¿De eso hablas? ¿Sobre cosas que no te pasan? Porque sí pasó.
Dios, necesito café. Mi cerebro no funciona todavía.
—No. Quiero decir que las cosas que deseo... no me llegan, no ocurren. Nunca. —Sus ojos se llenan de lágrimas—. No obtengo lo que deseo. Así no es cómo funciona mi vida. Incluso aunque a veces pienso que merezco algo mejor, no pasa.
Bueno, mierda.
¡Como me corren con los capítulos eh! jajaja
