Disclaimer: los personajes de Twilight son de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es CaraNo. Yo solo traduzco con su permiso.


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Capítulo 93

EPOV

—Cinturón —le digo a Jo antes de acomodar el asiento del pasajero de nuevo.

—Sí, señor —responde ella con mal humor. Apartándome, le hago lugar a Bella para que tome asiento. Ambas chicas están actuando raro.

Con un suspiro, cierro la puerta para Bella y entonces camino alrededor del coche para meterme detrás del volante. No tengo idea de cómo levantarles el ánimo. Ya he sugerido una cosa en particular, pero Bella dice que no se sentiría bien. Ella me dijo que se sentiría como si estuviera aprovechándose de mí, lo cual es una completa mierda.

En mi opinión, resolvería todo.

El tema es si Bella debería o no mudarse con nosotros. Quiero decir, no es como si ella tuviera un lugar propio. Ella duerme en el cuarto de invitados de Alice, y como Bella trabaja en Jacksonville, bien podría vivir en Lakeside como en Atlantic Beach. Además, con Jo entrando a su vida, ella le ha dicho a Rose y a Royce que ya no quiere hacer los viajes largos, porque resultaría en pasar muchos días lejos de Josie. Allí es donde entra el tema del dinero: ella no puede pagarse un lugar propio sin un trabajo, lo que quiere decir que ella se mudará con Charlie por un tiempo, quien también vive en Atlantic Beach. Por cuatro meses, para ser exactos, ella estará sin trabajo, porque se abrirá una posición en King Movers para ese entonces cuando otra mujer comience su licencia por maternidad. Dicha mujer ni siquiera cree que volverá a trabajar después de eso, dejando a Bella con un trabajo que ella desea de forma permanente. Entonces, estamos hablando de cuatro meses sin trabajo, a menos que Bella esté dispuesta a estar lejos de Jo, y eso está fuera de cuestión para ella.

Ofrecí mi casa, obviamente, porque es realmente obvio para mí.

La metería bajo el mismo techo de nuestra hija, por Dios santo. Y por resolver todo, digo que una vez que Bella comience su nuevo trabajo en cuatro meses, tendremos dos ingresos, y eso quiere decir que podremos pagar la construcción de una piscina de verdad en el patio trasero, lo que hará feliz a Jo de nuevo.

Porque ahora mismo está destrozada.

Es viernes, su última lección acaba de terminar, y estamos actualmente de camino fuera de Atlantic Beach.

Una piscina haría su vida. Ella realmente ama el agua, y no puedo decir que me niegue a tener una piscina en este calor. Florida es jodidamente calurosa, hombre. Diablos, ayer hizo tanto calor que Bella llevó a Cash con un amigo de ella que es peluquero canino. Cujo ahora es Cujo desnudo.

Divago.

El plan de Bella es quedarse en la casa de Charlie y conducir hasta Lakeside casi todos los días para poder ver a Jo. Eso es dos horas en la carretera. Es estúpido. No solo ella tendrá que gastar mucho dinero en gasolina, sino que desperdiciará también mucho tiempo en la carretera.

Estúpida mujer independiente.

—¿Jo? —digo, mirándola a través del espejo retrovisor.

Lo que estoy a punto de decir va en contra de toda buena crianza de los hijos —porque se supone que los padres toman decisiones juntos, o eso he escuchado— pero si ayuda a persuadir a Bella...

—Sí, papi —responde ella, haciendo un puchero.

Sonrío por dentro.

—Si consigues que tu mamá se mude con nosotros, podremos pagar una piscina de verdad en el patio trasero.

Sus ojos se agrandan.

—¡Edward! —Bella sisea a mi lado.

Me encojo de hombros inocentemente.

—Jamás dije que jugaba limpio, cariño. Si tuvieras una razón válida, no diría nada. Pero el dinero no la es.

No me disculparé por querer a toda mi familia junta.

Eso es lo que somos ahora—una familia. Aunque he sido feliz solo con Josie, nada supera tener a Bella con nosotros.

—OhporDios, ¿en serio? —exclama Josie, sus ojos suplicantes—. ¿Una piscina?

Bella gruñe por debajo de su aliento y voltea lejos de mí.

—Por el amor de...

Sé cuales serán sus próximas palabras.

Edward, hemos estado juntos por solo una semana, oficialmente. Simplemente no se hace esto. ¡Una semana! ¡Eso es siete días! Y también es sobre el dinero. Además, ¿y si no nos llevamos bien? Blah, blah, blah.

Lo escuché todo —dos veces, de hecho— esta mañana cuando lo sugerí por primera vez.

Al diablo. Ese. Ruido.