Disclaimer: los personajes de Twilight son de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es CaraNo. Yo solo traduzco con su permiso.


Link del blog: https (dos puntos) / / caranofiction (punto) wordpress (punto) com


Capítulo 94

Ni bien llegamos a casa, Jo va a jugar con Cash, y Bella me lleva a nuestro cuarto. Desafortunadamente no para lo bueno, pero está bien. Por ahora.

—¿Qué estás haciendo, Edward? —pregunta.

Quiero a esto fuera del camino, así que no comenzaré a retrasarlo y preguntar de qué habla.

—Te quiero aquí con nosotros —digo, cruzándome de brazos.

Ella copia mi postura, parándose a unos metros de mí.

—Ha pasado una semana.

—Estoy consciente de eso.

—Es demasiado pronto.

Inclino mi cabeza.

—¿Quién lo dice?

—¡Todos! —chilla—. Apenas nos conocemos...

—Mentiras —digo rotundamente, interrumpiéndola. Ella me da una mirada incrédula, ante lo cual esclarezco—. Nadie te conoce como yo, y viceversa. Ni siquiera intentes negar eso —le digo—. Ahora, obviamente hay cosas que no sabemos: qué queremos en el futuro, por ejemplo. Así que, ¿por qué diablos no arreglamos eso ahora?

Ella me mira.

No, cielo, no me ha salido una segunda cabeza.

—Está bien, yo comenzaré —ofrezco—. Te quiero, nena. Todo de ti, y sé esto porque te he amado durante los últimos ocho jodidos años. —Sus ojos se suavizan un poco, pero sigo—. No puedo decir que he estado esperándote, porque ya había perdido las esperanzas de volver a verte algún día. Así que, ahora que estás aquí... —Exhalo. ¿Acaso ella no puede verlo?—. Esto es todo para mí —digo suavemente—. Lo sé.

Ella mueve su peso de un pie al otro, una expresión pensativa en su rostro, y estoy feliz de que ella no esté diciendo que no de inmediato.

—No puedo predecir el futuro, Bella, pero puedo decirte que te amo, que quiero que todos estemos juntos como una familia, y que tenemos tanto en común que es ridículo. —Me paso ambas manos por el cabello, jalando de las puntas—. Cierto, algo podría ocurrir; así es la vida. Pero no dejaré de quererte. Si algo sucede, no será por mis sentimientos. O los de Josie, ya que estamos.

Ella traga y baja la mirada.

—Lo sé —dice suavemente. Caminando hacia adelante, cierro la distancia entre nosotros, porque sé lo que está pasando. Ella ha hecho esto un par de veces en los últimos días, y está todo en su cabeza. Ella teme constantemente que perderá todo, lo que no es manera de vivir tu vida.

—Mírame, cariño —susurro, tomando su rostro suavemente. Sus ojos llorosos se encuentran con los míos—. Di que no si te sientes presionada, me disculpo y retrocederé si ese es el caso, pero no digas que no por el dinero. Por favor. —Ella parpadea, haciendo que caigan unas lágrimas. Las quito con besos suaves—. Esperaré por siempre si eso es lo que quieres, pero el dinero... —Sacudo la cabeza, rogando con ella silenciosamente—. Además, el dinero solo será un problema por cuatro meses, un problema para ti, porque yo no veo el problema...

Ella exhala pesadamente, una arruga aparece entre sus cejas. La aliso con la yema de mi pulgar, porque ella nunca debería fruncir el ceño o lucir triste.

—Sabes que no seré capaz de mudarme después de cuatro meses, ¿cierto?

Exhalo con alivio.

—Bueno, espero que no —mascullo—. No quiero una versión de prueba. Querría eso si no estuviera seguro.

Ella sonríe cariñosamente.

—¿Pero estás seguro?

No podría estar más seguro.

—Muy —prometo, besando su nariz.

—Y... —Se muerde el labio—. ¿Qué queremos en el futuro?

Quiero...

¿Qué quiero?

—Matrimonio... hijos... más perros... —dice con una sonrisa divertida, aunque puedo ver la seriedad detrás del humor—. Hemos pasado por mucho —dice con cuidado—. Así que, puede que nos conozcamos, pero el tiempo que hemos estado separados nos cambió, Edward.

Asiento lentamente, eligiendo mis palabras.

—Puedo ver el matrimonio —admito suavemente—. Hijos... no sé si pueda darte alguno.

No me molestaría hacer las pruebas, por supuesto, pero hijos biológicos no es algo que pueda prometerle.

Querer más hijos es otro tema, y para mí es sobre con quién tengo a esos hijos. Antes de Bella, no veía nada de esto. No desde Kate, por lo menos. Aunque, la mujer parada frente a mí... sí, puedo imaginarlo definitivamente. Todo.

Ella inhala profundamente, deslizando sus manos por mis biceps. Sus ojos siguen el movimiento, y de nuevo deseo poder leer su mente. Ella está pensando fuerte, quizás acomodando sus palabras... En cualquier caso, las quiero. Sin filtro, preferiblemente.

—No me conoces muy bien si crees que el ADN me importa —dice finalmente, soltando las palabras lentamente, pero aún así de forma seductora. Y siento el alivio recorrerme de nuevo—. Y... —Sonríe—. También veo el matrimonio. Más adelante.

Coloco una mano sobre mi corazón, fingiendo sentirme herido.

—Me lastimas, cariño. ¿Me rechazarías si hiciera la pregunta ahora mismo?

Ella sacude la cabeza con diversión.

—Bastardo insolente.

—Dices tú.

—Sí.

Sonrío feliz.

—¿Ves? Ya estamos a mitad de la ceremonia, y ni siquiera te he hecho la pregunta aún.

Siendo serio, no tengo planes de pedirle casamiento mañana. "Más adelante" me parece perfecto. Necesitamos tiempo —mucho tiempo— para reconectar y crear nuestra vida juntos. Pero es bueno saber que queremos las mismas cosas eventualmente, que estamos en la misma página.

—Entonces... ¿te mudarás aquí? —pregunto suavemente, llevando un mechón de cabello por detrás de su oreja.

Ella asiente.

—Me mudaré aquí.