Iluminando un Problema.
Vale, hoy es sabado ¿Saben que significa? Descanso.
El sol estaba en su punto, era un perfecto día para descansar, relajarse, dejar de lado la rutina de la vida cotidiana y simplemente disfrutar de la paz y tranquilidad.
Aunque no todos estaban descansando, Rosa, la señora Casagrande, se encontraba llevando una de las plantas ornamentales del piso tres a la azotea, ya la había regado, era una planta Gomero en una maceta naranja oscuro, ella la llevó en sus manos por las gradas hasta llegar a la azotea, al abrir la puerta pudo ver el sol de la mañana rozando la pared del lugar, a la derecha de la misma había un pequeño invernadero, una pequeña infraestructura de vidrio y láminas las cuales albergaban las demás plantas del edificio, algunas también que ponían a la venta.
Rosa puso la maceta en uno de los estantes, para que tomara un poco de sol de aquí a mañana, acomodo el resto de las plantas y las flores, una vez que estaba todo listo salió del invernadero para seguir con lo suyo pero algo la detuvo.
Resulta que un poco más lejos de ahí, en la esquina derecha en dirección de la calle se encontraban tres personas sentadas en sillas de relajamiento, ya saben, de esas que se usan en la playa para tomar el sol.
Rosa se quedó callada, mientras miraba a los tres niños sentados con toda tranquilidad mientras pues... no hacían nada literalmente.
Eran Ronnie, Lincoln y Sid, quienes estaban ahí sentados, los tres se hallaban tomando el sol de la mañana, las gafas oscuras en sus ojos les protegían de la luz del sol, esto para evitar encandilarse, a la derecha de la silla de Ronnie, estaba una hielera azul de tapa blanca y en cada una de las manos de cada uno, una lata de soda de cola roja, un rico refrigerio para el calor.
La escena era pues algo rara en cierta forma, pues aunque en teoría era sábado, la señora Casagrande no podía evitar sentirse molesta en cierto modo por la actitud relajada de los chicos.
—¿Se puede saber qué hacen?— preguntó ella acercándose.
—Nada...— replicó el joven Santiago desde su silla.
—No me digan— murmuró de modo sarcástico su abuela.
—No es en serio— indicó Sid levantando la cabeza levemente— estamos descansando un poco señora Casagrande.
—Me doy cuenta— respondió— ¿Y a qué se debe este descanso que están tomando?
—Bueno, ha sido un día muy agotador— señaló Lincoln tranquilamente sin abrir los ojos.
—Apenas son las diez de la mañana muchacho— dijo Rosa.
—Aun así,— dijo Ronnie— es muy cansado no tener que hacer nada.
Dando un suspiro cansado, la señora Casagrande rodó sus ojos, y se fue de ahí negando con la cabeza.
—No se agoten demasiado por no hacer nada niños— indico de lado mientras se iba.
—No señora— replicó Ronnie a su abuela.
Una vez ida Rosa, los chicos siguieron con su asunto, si es que había alguno para empezar, pero bueno; el trío se mantuvo un momento en silencio hasta que al mismo tiempo suspiraron tranquilamente, una vez esto pasaron a tomar un sorbo de las latas de soda para quitarse el calor, así se la pasaron un rato los chicos, quizás una media hora y más, hasta que se les acabó la bebida.
—Oye Ronnie, pasame una— dijo Lincoln a ella.
La susodicha paso a abrir la hielera para tomar una de las latas, se la pasó al chico quien la abrió con un ligero movimiento, el sonido del gas fue acompañado por un rico sorbo de la fría lata, el delicioso sabor de la cola roja en su garganta le bajo el calor del sol, y una vez tranquilizado esto, el albino chico continuó con la rutina que tenían.
Los chicos siguieron con esa rutina por un buen rato, abrían una lata, la bebían, se acababa y luego otra de nuevo, el ritmo no era muy seguido pues esto causaría molestias en la vejiga, fue por ahí de las once y media de la mañana en la que Sid pidió otra de las latas.
—¿Me pueden pasar otra?— preguntó la chica.
—En camino— indicó su amiga latina, quito la tapa de la hielera, sin ver la misma extendió la mano para tomar una lata fría, pero solo cogió hielo.
Ronnie se quedó callada, movió su mano a la derecha y nada, izquierda y tampoco; abrió los ojos confundida, se sentó recta y levantó sus gafas de sol, miró a la hielera y noto que no había ni una sola lata de soda restante.
—Rayos— murmuró en voz baja— ya no hay latas.
—¿Eh?— los otros dos levantaron la cabeza para ver a su amiga quien levantó la hielera para mostrar que en efecto se acabaron las latas.
Después de esto los chicos asomaron su cabeza hacia el lado opuesto de sus sillas dándose cuenta de la considerable cantidad de latas vacías.
—Oh, ya veo— señaló Lincoln recogiendo las latas y tirandolas en un bote de basura de plástico.— bueno, creo que toca ir abajo a traer un pack más.
—Ve tú— señaló Ronnie volviéndose a acomodar en la silla— nosotras vamos a descansar más.
—Hmmm— Lincoln llevó sus manos a los bolsillos para buscar el cambio pero se encontró con que le faltaba unas monedas, mirándolas a ellas indicó — necesito un par de monedas.
Las chicas buscaron en sus bolsillos también para darle cambio al chico pero tampoco tenían cambio, estaban totalmente limpios los tres, dado que no podían hacer nada más, prosiguieron a levantarse de las sillas para ir abajo y traer más dinero. Ya que iban ahí de paso irían a comprar unas frituras para comer.
—Bueno vamos a ver que—indicó Ronnie bajando junto a los otros dos por las gradas.
—Deberíamos comprar unas papitas— dijo Sid a ellos— no me molestaría unos palitos de queso.
—Cuidado con esas cosas— dijo Loud— causan gases muy pesados.
—Ew.
—Es en serio— añadió Ronnie— Carl se la pasó una tarde entera con esas cosas, uff— hacia una mueca de asco leve.
—¿Y qué hiciste con eso?— preguntó riendo el chico.
—Metí la cabeza media hora en el refrigerador— replicó Ronnie— el olor de la carne y las verduras se me quedó pegado toda una tarde pero al menos se perdió ese asqueroso olor de gases.
—Bueno, algo es algo— añadió Lincoln.
Siguieron bajando las gradas hacia el piso de abajo, continuando la conversación mientras lo hacían.
—Ahora que hablan del refrigerador, ¿Saben si arreglaron ya el de la cafetería?— preguntó Sid.
—Yo creo que no— dijo Santiago— en el almuerzo solo dieron comida enlatada.
—Hm.
—Aun así no te debería preocupar eso— hablo Loud— después de todo yo llevo mi propia comida y la mantengo fresca y congelada.
—¿En dónde la metes si no hay refrigerador?
—Uso el frigorífico del laboratorio— río de lado Loud.
—Oye ten cuidado con eso— dijo Sid mirándolo— no vaya a ser que hagan una mezcla de algo y metan su almuerzo en una probeta. - rieron todos.
Bajaron las gradas principales por el piso dos, en ellas estaba Lucy sentada leyendo uno de los libros de poemas de ella, al paso de estos la saludaron.
—Hey Lucy.
—Hola.
—Hey.
Pero claro, obviamente ella no replicó mucho, se mantenia leyendo su libro, nada nuevo.
Siguieron por las gradas y pasaron cerca de la entrada del segundo piso, ahí notaron a su abuela entrando en el departamento de ellos a lo mejor ya había terminado de limpiar el otro piso, de nuevo lo dejaron de lado, ya que estaban cerca de la entrada, una vez afuera se dirigieron a la tienda.
『 Great Lakes City 』
—Lori— dijo Bobby mirándola a los ojos.
—¿Si Osito Bubu?— replicó ella.
—Huyamos de aquí.
—¿A dónde?— preguntó asombrada la chica Loud.
—A donde sea, no importa, el bosque, la montaña, la playa. —indicaba mirando al horizonte.
—Pero.. Osito Bubu, ¿De que viviremos?
—De cualquier cosa, de las frutas de la naturaleza, de la comida del mundo, no importa Lori— entrelazo sus manos con ella mientras la miraba con pasión— lo único que importa es nuestro amor.
—Hay... Osito Bubu.
Los dos adolescentes se acercaron lentamente uno a otro, estando listos para sellar su amor en un apasionado beso.
—Ajem.
Antes de poder juntar sus labios Lori y Bobby abrieron sus ojos y miraron hacia abajo, ahí estaba Ronnie Anne quien los miraba algo seria, arqueando una ceja de paso.
Acomodaron las cosas y se separaron, volviendo a su lugar el hermano mayor de ella, mientras que Lori se sentó a un lado del mostrador con su teléfono.
—¿En que les puedo ayudar chicos?
—Un pack de Soda,— apuntaba Ronnie a su hermano— unas papas fritas.
—Y aritos de cebolla— añadió Lincoln detrás mientras revisaba la sección de confites.
—Si, unos aritos de cebolla.
Volteandose Bobby sacó el pack de latas de soda, los paquetes de frituras estaban a un lado así que no tuvo que ir muy lejos, lo puso todo en una bolsa de papel y escribió el total en la caja registradora.
—Doce con noventa y cinco.
Su hermana le entregó el dinero y le paso el cambio, con todo listo salieron de la tienda dejando a los adolescentes con lo suyo.
—Bueno...— dijo Lori mirando de lado a su novio— ¿En que estábamos?
—Mmm... yo creo que.— murmuró Booby pensando para después acercarse a su novia y entrelazar las manos.
Volviendo con los chicos, ya con las nuevas provisiones partieron de nuevo hacia arriba, siendo Lincoln quien llevaba la bolsa de frituras y Ronnie el pack de latas, en las gradas se encontraron con el hijo del señor Nakamura, Cory quien estaba sentado en la entrada del piso dos jugando con su consola.
—Con permiso— dijo Ronnie pasando a su lado.
—Con per, con per— añadió Sid pasando de lado.
Por otro lado Lincoln saludo de puño ya que usualmente se la pasaban sentados en esa grada jugando unas partidas; los chicos siguieron su camino por las gradas.
Rosa mientras tanto salía del departamento de ellos y noto a los jóvenes quienes iban con la carga de suministros para arriba.
—¿Y a qué se debe el que se hayan bajado de sus sillas?— preguntó mientras sacudía la alfombra.
—Nos quedamos sin soda— dijo su nieta mostrando las latas.
—Bueno, ya que están ahí haganme un favor niños.
—¿Qué cosa?— preguntó Lincoln deteniéndose junto a ellas dos.
Rosa entró de nuevo al departamento para salir de ahí con una pequeña caja de una bombilla de 75 watts. Acercandoles la señora Casagrande le entregó la misma a Sid junto con unas llaves de una puerta, esto mientras les indicaba algo.
—¿Podrían ir a cambiar esta bombilla?— pregunto.
—Claro, ¿A cual piso?— preguntó Ronnie.
—El 3D en la tercera planta.
—Bueno, vamos a cambiarlo chicos— vuelvo a ver a Santiago al resto.
Asintiendo los chicos se despidieron de la señora Casagrande para ir al tercer piso y cambiar el mismo.
Llegaron rápidamente a la tercera planta, donde estaba de hecho el departamento de Sid y la señora Flores, respecto al cuarto 3C y 3D, estos dos estaban vacíos, pero como la administradora del edificio, era responsabilidad de Rosa el darle mantenimiento a los departamentos, pues bien, Sid tomo las copias de las llaves que les prestó la abuela de Ronnie y metiéndolas en la cerradura le dio un giro y abrió la puerta.
Como el departamento estaba vacío no era de asombrarse de que no tuvieran muchos muebles, mas alla de una simple mesa de madera y unas sillas, además de una pequeña esquinera con una lampara de lado, el resto era el mismo en sí, pasillos y paredes vacías con un tocado en las mismas, así pues los chicos pusieron las cosas en la mesa para realizar la labor lo más rápida posible.
—Vale— dijo Lincoln mirando hacia los lados— Un bombillo, ¿Cual de todos?— les preguntó a ellas.
—No lo sé— replicó Ronnie dudosa.
Por otro lado, Sid se acercó a la esquinera para encender la lámpara, dado que estaba un pelin oscuro el cuarto por que las cortinas estaban cerradas, al presionar el encendedor de la misma, noto que no hacia nada, confundida la presiono un par de veces más sin tener alguna respuesta.
—Oigan esta lámpara no sirve.— llamó a sus amigos.
—De seguro está desconectada— replicó Santiago abriendo las persianas para que entrara la luz, una vez esto volteo a ver el techo, estando en el centro de la sala de estar un bombillo destapado, este debía de ser el que buscaban.— ya lo encontré— añadió mientras miraba hacia arriba.
—Hm... está muy alto— comentó Sid mirando al resto.
—Tranquila— replicó Lincoln, se acercó a la mesa y tomó una de las sillas, la puso debajo del bombillo y se subió a la susodicha— tan solo hay que subirnos en esta silla y...— extendió su brazo lo más que pudo pero no llegaba al foco.
Luego de un par de intentos el albino se dio por vencido, aún le quedaba muy lejos, bajo de la silla y se sentó en la misma mirándolas a ambas.
—¿Alguna idea?
—Bah,— bufó Ronnie quitandolo de la silla— simplemente eres más bajo.
Dicho esto Ronnie se subió también a la silla para intentar tomar el bombillo en el techo.
—Pero si somos casi de la misma altura— comento de lado Sid.
Ronnie anne no pudo llegar a la bombilla, intentó de igual manera pero era inutil, la distancia era mucha, bajó de la silla y se sacudió la sudadera.
—Nop, está muy lejos.
—... Claro—dijo Lincoln de lado.— bueno, entonces tenemos que buscar una manera de llegar ahí arriba— sujetándose la barbilla pensó con cuidado— podríamos ir por una grada al piso de abajo y—
—No hay necesidad de eso Lincoln— lo interrumpió Ronnie Anne, tomó a ambos, tanto a él como a Sid de los hombros y los acercó a ella— solo necesitamos fuerza bruta y aguante y llegaremos ahí arriba.
—¿En serio?— arqueó una ceja la asiática a su amiga— ¿Como?
Ronnie anne sonrió de lado.
『 Great Lakes City 』
—Muy bien,— decía Ronnie Anne mirando el bombillo,— ¿Todo bien ahí abajo Lincoln?
La chica está muy cerca de la misma, la razón era que se había subido en los hombros de Sid quien al mismo tiempo estaba subida en los hombros del albino, creando una torre de tres personas subidas en el hombro del otro, Lincoln claro está era la base y Ronnie estaba en la parte superior.
—¿Tengo que contestar?— dijo Lincoln desde abajo con los ojos cerrados, estaba ejerciendo toda la fuerza que pudiera para no tirarlas a ellas dos al suelo.
—Aguanta un poco Linky— añadió Sid.
Ronnie anne ahora si estaba un poco más cerca de la bombilla, no la tenía al frente, pero si extendía el brazo bien podía tomarlo, pues hizo eso, pero comenzó a moverse la torre hacia un lado, ella miró hacia abajo.
—Un poco más a la izquierda— ordenó Santiago a Loud.
Este hizo caso y comenzó a moverse hacia esa dirección lo que hizo que se alejará más del bombillo.
—Dije a la izquierda— exclamó.
—¿Tu izquierda o mi izquierda?— preguntó Loud intentando no soltarlas.
—Tenemos la misma izquierda— interrumpió Sid.
—Bueno, entonces hacia la derecha— nuevamente habló la latina.
El chico asintió levemente y se movió hacia esa dirección, ya una vez en la posición correcta Ronnie anne extendió el brazo y tomó la bombilla, girándola con cuidado la quitó de la base, la guardó en su bolsillo y sacó la nueva bombilla.
—¿Falta mucho?— exclamó Lincoln perdiendo las fuerzas.
—Ya casi termino.— replicó ella.
—No voy a poder aguantar más.
—Un poco más, tu puedes Lincoln— dijo Sid.
Ronnie anne tomó la bombilla nueva y la prosiguió a poner en la base de la luz, comenzó a enroscarla cuando una mosca proveniente de la ventana abierta se posó en la mano de la chica, ella agitó su mano para quitársela de encima, el insecto bajo hacia el rostro de Sid quien simplemente sopló con fuerza para ahuyentarla, pero quien no se percató de esto fue Lincoln ya que tenía los ojos cerrados pues tenía que concentrarse en ejercer fuerza y no tirarlas, mas cuando el insecto se acercó a este, el albino Loud solo sintió al susodicho en su nariz, abrió los ojos de golpe viendo como este se movía en su nariz, comenzó a soplar con fuerza para espantarla pero al hacer esto causó otra cosa, un estornudo.
—¡Achoo!— estornudó con fuerza el chico lo que hizo que se moviera hacia atrás y por accidente soltara a las dos chicas.
—¡Ahh!
Las dos chicas cayeron al suelo, con la mala suerte de que la nueva bombilla se soltó de las manos de Ronnie y cayó a unos metros enfrente de ellos, los chicos se levantaron, sobándose los traseros por semejante golpe pero vieron que estaba bien, bueno todos salvo Santiago quien sintió algo que la puso en la espalda.
—¡Auch!— gimió al tocarse la espalda.
—¿Qué pasó?— preguntó Sid frotándose la cabeza.
—¡Tengo algo clavado en mi espalda!— decía nerviosa, ¿Se había clavado un pedazo de la bombilla?
—Oh dios, déjame ver— salto Lincoln para revisar su ropa, —no veo ningún pedazo de vidrio.
—Espera— Sid se acerco a su amiga y noto un pedazo de algo color amarillo, prosiguio a tomarlo con cuidado, resulta que lo que se "Clavo" era una paleta de caramelo que simplemente se rompio cuando se cayo, no habia peligro alguno.
—Hm...— Sid prosiguió a comerse el pedazo de caramelo— oye es de Piña.
—Eh si— Ronnie anne se limpio el resto del caramelo de su sudadera mientras miraba al chico algo molesta. — ¿Qué rayos pasó?
—Una mosca en mi nariz— indicó tocándose la misma— estornude es todo.
—Hmm.
Volvieron a ver hacia el techo, dado que Lincoln era un peligro que sostuviera al resto no le tocaba más remedio que ser ella misma quien sostuviera la columna.
—Ok, vamos de nuevo— indicó a sus amigos— esta vez yo los sostendré.
—No se puede— los llamó Sid a ambos, apuntó hacia la bombilla rota— se fue el foco.
—Ah... entonces tenemos que ir por otro— comentó Ronnie suspirando— cuando vuelva lo intentaremos de nuevo esta vez yo iré abajo.
—No no, espera— Sid levantó las manos para llamar la atención de ambos— tengo una mejor idea.
『 Great Lakes City 』
Una pequeña máquina compuesta de una pieza rectangular de hierro y cuatro llantas se dirigió hacia el centro de la habitación, ahí se detuvo, Lincoln quien miraba fascinado el aparato puso la bombilla nueva en lo que parecían ser un par de ganchos con almohadillas.
—Muy bien Richard— dijo Sid mientras sostenía un control remoto con múltiples palancas. - cambia la bombilla.
Diciendo esto accionó otra de las palancas la cual hizo que una especie de pinza se fuera levantando poco a poco hasta llegar al techo, la máquina extendió el brazo con una asombrosa altura. Al llegar ahí arriba Sid comenzó a mover con cuidado los controles para calibrar y que pusiera la bombilla en su lugar, una vez ahi presiono un botón y comenzó a enroscar el mismo, mientras hacia esto Ronnie anne, ahora con lentes de seguridad puestos en sus ojos supervisaba el proceso para ver si puso bien la bombilla.
—Parece que lo puso en su lugar— levantó el pulgar en afirmación.
—Perfecto.
Por otro lado, Lincoln miraba asombrado el proceso en el cual el robot cambia la bombilla, volteo su cabeza para ver a Sid quien estaba a su lado.
—Oye qué útil es ese robot.— indicó.
—¿Verdad que sí?
—¿Lo armaste tú sola?— preguntó de nuevo.
—Sip.— replicó ella mirándolo.
—¿Cómo es que se te da tan bien la robótica?— cuestionó curioso el chico, a lo que ella simplemente encogió los hombros.
—No lo sé, supongo que es un don o algo.
—Es que al ver ese control— se acercó demasiado el chico a ella, casi poniendo su cara junto a la de ella— me confunde la enorme cantidad de palancas y botones.
Esto sin embargo enrojeció un poco las mejillas de la chica, quien comenzó a sudar nerviosa.
—Eh, ah, sí bueno, es que es algo que aprendí con facilidad— decía nerviosa— digo, solo mueves estas palancas y pues Richard hace su magia— reía sin saber que mas hacer.
Por otro lado el estar presionando tantos botones lo unico que logro fue confundir al pequeño robot quien comenzó a moverse de manera agitada, Ronnie anne quien estaba supervisando el proceso se confundió al ver el movimiento errático de la máquina, volteo a ver a su amiga quien estaba riendo nerviosa junto al chico.
—¡Oigan dejen de—! —Ronnie anne no pudo terminar pues el robot movió la garra a un lado y reventó el nuevo bombillo, ella se cubrió con los brazos la cabeza para evitar los pedazos del mismo.
Mientras tanto, Sid todavía hacia los ademanes de manera errática por la cercanía del chico, Loud escuchaba con atención las explicaciones de su amiga sin saber que estaba confundida, por otro lado Sid siguió indicando que botones hacen que, al frente de ellos Santiago estaba esquivando la garra de la máquina que comenzó a agitarse hacia los lados. Cuando tuvo la oportunidad se alejó de ahí corriendo hacia los dos chicos.
—¡Hey!— grito llamando su atención, ambos se voltearon y Sid volvió en sí al ver que Richard estaba agitando su garra.
Accionando un botón la máquina guardó la garra deteniéndose y volviendo a su pequeño tamaño.
—Ups, lo siento Ronnie— se disculpó con su amiga acercándose.
—¿Qué pasó?— preguntó Lincoln confundido.
—Lo mismo digo yo— murmuró Ronnie mirando a su amiga quien se rió de lado e intentando esquivar la pregunta se fue de ahí con el robot.
—Supongo que el robot se descarta— añadió Lincoln.
—Si, en definitiva el robot no va. —dijo Ronnie.—¿Alguna idea?
Lincoln se mantuvo callado un momento, mientras miraba hacia los lados, busco con cuidado cada uno de los objetos con que disponían ahí, estaba la mesa y las sillas, pero afuera había un armario si no se equivocaba, podía usar un método de maquina simple... si, sonrió de lado, pues tenía una idea.
—Esa risa...— comentó ella mirándolo— ¿Qué se te ocurrió?
Lincoln la volteo a ver haciendo un gesto con la cabeza.
—Vamos, tengo una idea.
『 Great Lakes City 』
—Dos con noventa y cinco.
Bobby tomó el dinero y lo metió en la caja, enfrente suyo Ronnie tomaba la caja con el nuevo repuesto.
—Ya con ese son tres— comento el chico a su hermanita. —¿Para qué ocupan tantas bombillas Ronnie?
—Oh para nada— replicó ella tomando la caja— un foco que se rompió es todo.
—...Si tu lo dices— dijo de lado mirándola irse.
Ronnie anne subió las gradas para llegar al piso de arriba, ahí pudo ver como Lincoln y Sid llevaban una tabla que sacaron del armario de limpieza, ella los siguió para ver como la ponían encima de una caja de metal que contenía herramientas.
La tabla la pusieron como si se tratara de un sube y baja, pero era más larga de un lado que del otro.
—¿Y bien?— preguntó la latina a su amigo— ¿Qué planeas hacer?
—¿Recuerdas la clase de máquinas simples?— dijo mirándola a lo que ella negó levemente.
—¡Yo sí!— Exclamó Sid desde atrás.
—Vamos a usar esa clase aquí— explico el albino, —usaremos una palanca para subir arriba.
—Huh— bufo de lado Ronnie Anne— y yo decía que esas cosas nunca se usaron en la vida real.
Lincoln junto con ellas dos acercaron una caja pequeña al extremo más largo de la palanca, ellas dos se quedaron de ese lado mientras que Lincoln se paró en el otro extremo.
—Subanse en ese lado, y pongan la caja para ejercer más peso— indico con la nueva bombilla en la mano.
Ellas asintieron, se subieron en ese extremo de la tabla y la misma se levantó levemente, pero no era suficiente, ahí era donde entraba la caja de cartón, al contener unos repuestos de tuberias y demas ejerció el peso correspondiente para que ese lado de la tabla quedará en el suelo y el otro (donde estaba el chico) se levantara lo más que pudiera.
Presto, el chico logró llegar hasta arriba, quedando a un metro de distancia del techo y lo suficiente como para cambiar la lámpara con tranquilidad.
Loud tomó la bombilla y la puso en su lugar enroscando la misma lentamente y con cuidado.
Mientras los chicos hacían de las suyas, la señora Casagrande entraba al pasillo, lo primero que noto era que el armario de mantenimiento estaba abierto, cosa que la extraño pues ella no era de dejarla asi, entro al mismo para revisarlo y se encontró con que faltaban muchas cosas.
Salió del cuarto y volteo a ver la entrada del departamento que había ahí enfrente el mismo al que les había indicado a los chicos que cambiaran la bombilla, se acercó y entró a la habitación encontrándose con la palanca y a Lincoln subida a ella cambiando la bombilla.
—Dios mío— exclamó asombrada— ¿¡Pero qué están haciendo?!
El repentino grito asustó a Lincoln y a ellas, Sid y Ronnie voltearon a ver a Rosa, pero Lincoln dado que estaba concentrado en cambiar la misma, el susto lo hizo resbalar de la tabla e irse de espalda.
—¡Ahh!— gritó al caer de espaldas, con un gran pum se aterrizó en el suelo.—¡Estoy...bien!— añadió en el suelo.
—Hay, Abuela— reprocho Ronnie junto a su amiga, dado que Lincoln se había caído se bajaron de la palanca para hablar con ella— estábamos tan cerca.
—¿Cerca de qué?— pregunto confundida— Y la pregunta es ¿Qué está haciendo en primer lugar?
—Lo que usted nos pidió Señora Casagrande— replicó Sid.
—¿Qué?
—Estabamos cambiando la bombilla— indicó Lincoln recuperándose.
Rosa miró a los chicos y luego al techo del departamento, no puede ser..., estaban cambiando la bombilla del techo, eso no era lo que querían que hiciera.
—Niños, les pedí que cambiaran la bombilla si— indicó acercándose al chico para pedirle la misma— pero no la que está en el techo.
—¿Qué qué?— Ronnie anne se asombró por lo que ella dijo.
—No, yo misma sé que ustedes no pueden cambiar esa bombilla, nunca les pediría que se subieran a una silla y cambiaran eso, es muy peligroso.
Camino afuera para ir al armario de mantenimiento, dentro de esta había un tipo de gancho que servía para cambiar los bombillos, una garra de plástico de tres dedos, cerró la pieza con el bombillo y entrando al departamento de nuevo lo puso en su lugar, para asombro del trío.
—No no, un momento— Ronnie levantó las manos en protesta— ¿Entonces cual bombillo querías que cambiaramos abuela?
—Este que está aquí— apuntó con su dedo acercándose a la lámpara en el esquinero.
—Ohhh— dijeron los tres al mismo tiempo.
—¡Lo sabía!— exclamó Sid mirando a los otros dos.
—Esta es la bombilla que estaba quemada, se murió ayer, así que les pedí que la cambiaran.— quitó el foco de la misma, y puso uno nuevo que traía en su bolsillo.
—Aghhh— Ronnie anne levanto los brazos de molestia, pues habían perdido toda la mañana cambiando la dichosa bombilla equivocada.
—Animate Ronnie,— indicó Sid a su amiga— al menos ya pusieron la correcta en el techo.
—Tiene razón— añadió Lincoln a ella— al menos ya pusieron una nueva.
—La próxima vez me aseguraré de que sepan cual bombilla es.— señaló la señora a los chicos, de paso riendo de lado.
—Bueno...— suspiro de lado Lincoln— al menos ya estamos libres ¿No?— pregunto al aire sin recibir ninguna respuesta.
—Bien, vamos arriba,— ordenó Ronnie— necesito una lata de soda fría.
—¡Tú lo has dicho!— añadió Sid junto con Lincoln.
Los tres chicos limpiaron su ropa y se prepararon para irse de ahí, tomando la comida y las latas de soda, iban a abandonar el departamento cuando fueron detenidos por la voz de la abuela de la latina.
—Ajem— los llamó desde atrás, ellos se voltearon para verla, y levantando el pulgar hacia el desorden continuo.— ¿Qué tal si recogen primero el desorden que dejaron los niños?
Los chicos se quedaron callados un momento, sonriendo tranquilamente pusieron las cosas en la mesa de nuevo y prosiguieron a recoger las tablas y demás piezas del armario de mantenimiento.
—Pensándolo mejor, un poco de limpieza no estaría tan mal después de todo— comentó Lincoln mientras se llevaba las cajas.
—Claro.
—En efecto.
Rosa por su parte negó con la cabeza, eran buenos chicos, pero a veces vaya que la liaban, aun así no pudo evitar reírse de lado, hacían lo que pudieran para terminar sus labores e irse a descansar, la verdad no los culpaba, después de todo ella tambien era asi cuando era niña.
Además, no es como que hubiera omitido a propósito el decirles cuál era la bombilla que debían de cambiar... ¿Verdad?
