Parásito
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El día le fue del carajo.
Mientras Lincoln caminaba de regreso a su casa después de terminar sus clases, eso era todo lo que tenía en la mente. No solo había llegado tarde porque el transporte tardó, sino que era día de examen y había olvidado gran parte de las cosas, sumándole al hecho de que una de sus compañeras de la cual él estaba interesado puso una cara de asco cuando le dijeron que él la miraba de vez en cuando en la clase. Suspiró, había despertado con el pie izquierdo, nada le estaba saliendo medianamente bien, al menos podría llegar a su casa y saltar al sofá o la cama para tomarse un buen descanso de su vida universitaria de mierda.
Lastimosamente, no sería así. Cuando abrió la puerta solamente se encontró un cochinero, había una botella de refresco tirada a un costado de la sala, migajas de a saber qué cosa estaban tiras por el piso, y varias envolturas regadas por el sofá. Lincoln solo pudo suspirar de molestia, dejando su mochila ahí, y dirigiéndose con enojo a su habitación, abrió la puerta con fuerza, solo para encontrar a su hermana roncando boca arriba con (oh sorpresa), una bolsa de papas fritas en la mano que parecía negarse a soltar aún dormida. Se llevó las manos a la cara con ganas de arrancarsela así no tener que seguir viviendo en ese chiquero, pero se aguantó y saltó a la cama quedando a un lado de su hermana. Volteó y de un manotazo le quitó la bolsa y hurgó un poco antes de tirarla a un lado al darse cuenta que solo habían unas migajas.
—Vaya vida —Dijo acomodando su cabeza a la almohada, comenzando a cerrar sus ojos lentamente. —. Papá, juro que algún día me vas a pagar esta —Agregó con cansancio. No era necesariamente una persona reencorosa, pero su hermana parecía una niña, una que tranquilamente podría darle una paliza si se pasaba de listo con ella, y no tenía experiencia en eso a diferencia de sus padres. —. Más te vale... —Bostezó. — que al menos tú y mamá estén disfrutando su descanso.
Finalmente cayó rendido al sueño, con el último pensamiento de que cuánto tiempo podría pasar antes de que termine explotando contra su hermana, diciendo para si mismo que ojalá no sea pronto, porque no tenía muchas ganas de recibir una llave de lucha por parte de ella.
Algo chocaba contra su rostro. Nada más se dio cuenta que estaba despierto, sintió como si algo estuviera apretando contra su rostro. Desde luego, ya tenía una ligera idea de lo que era realmente, no obstante, ni de chiste se atrevería a abrir los ojos, porque de primeras si lo hacía y llegaba a ser lo que creía que era, su "ya saben qué" actuaría en su contra, o en el peor de los casos, se alteraría, su hermana se despertaría, pensaría lo peor, y se llevaría una paliza... otra vez.
La última vez se llevó un golpe cuando Lynn entró al baño y se encontró con él en plena ducha y lo primero que hizo fue bajar la mirada y mirar lo que tenía entre las piernas.
Al día de hoy sigue sin saber por qué el fue golpeado cuando ella ni siquiera se molestó en tocar y claramente se podía oír desde el otro lado el sonido del agua correr, vale que no escuche si usaba la bañera, pero tenía que estar muy somnolienta si no oía bien el sonido de la ducha... aunque Lynn estaba somnolienta casi siempre viendo que casi siempre estaba durmiendo, aunque viendo el golpe no parecía muy dormida, así que o no lo estaba, o la vista la había terminado por despertar.
Gruñó un poco, pensando que podría alejarse un poco para que lo que sea que estaba frente no siga ahí... o eso podría hacer, de no ser por el hecho que tenía los brazos de su hermana abrazando su cabeza y acercandola a... bueno, suponiendo la posición de los brazos de ella, lo que tenía en frente de él ya no tenía por qué quedarse en mera suposición.
«Me llevan todos los diablos» Pensó, y así sería una vez ella se despierte y piense que el estaba haciendo eso.
Quería suspirar, pero sabiendo que estaba literalmente chocando con su pecho, lo mejor era que no lo hiciera. Al menos podría...
—¿Lincoln? —Preguntó la voz de su hermana con algo de confusión.
Y con eso, el corazón de Lincoln dio un vuelco.
«Ahora si me llevan todos los diablos, espero haber dejado en mi testamento que mis cómics iban a Lily. »
—Oye, ¿Estás dormido?
Y en ese momento, Lincoln sintió que si realmente existía Dios o alguna fuerza divina, esta vez estaba de su lado después de una buena racha de mala fortuna.
Los brazos de su hermana lo soltaron y lo dejaron boca arriba, luego sintió como un dedo tocaba su mejilla, y después un pequeño piquete.
—¿Estás despierto si o no? Tampoco me voy a enojar si lo estás. —Dijo aguantando la risa.
Un piquete, otro piquete, y después un pellizco. Empezaba a ponerse molesto, pero no quería saber que pasaba si llegaba a despertar.
—Oh, bien —Dijo con un tono de resignación. —. Al menos se que no eres un degenerado que le gusta que su hermana dormida le pase el pecho por el rostro —Le dió un pequeño golpe al hombro y después escuchó como se levantaba de la cama y salía de su habitación. —. Apúrate en despertar, tengo hambre y casi no hay nada que comer.
Se había ido. Suspiró de alivio, pensando que había esquivado una bala de su hermana ocupa, y tal vez ahora que llevaba tiempo con ella, parecía que podría acostumbrarse a...
—¡Oye, perdedor! —Se oyó desde la sala como su hermana estaba molesta. —. ¡Despierta, hay mucha de mugre aquí y yo ya limpié la otra vez! ¡Ah, y también bebe algo conmigo, no quiero beber cerveza sola hoy!
Abrió los ojos de par en par mientras una mirada de ira se formaba en su rostro... la peor parte es que ella ni siquiera limpió la otra vez, el lo hizo, y la "peor peor" parte es que ella se estaba dando el lujo de beber de su cerveza barata en un día de semana.
—La voy a matar... y luego voy a hacerle daño a papá.
—Oye, Lincoln —Le dió un ligero golpe en la nuca con su pie. —, ¿Por qué siempre que estamos en la sala te sientas delante mío y no en el sofá?
«Porque abarcas todo el lugar y me pongo nervioso, ¿Por qué mejor no me preguntas en qué zona de la ciudad es más fácil conseguir un trabajo?»
—Porque el piso es más cómodo que ese mueble viejo, hermanita. —Forzó una sonrisa la cual causaba más incomodidad que la sensación de que era una natural, después tomó un sorbo de su cerveza en mano.
—Pues allá contigo —Tomó un largo sorbo de la lata de cerveza barata que tenía en mano, eructando después de eso e incomodando a su hermano. —. A todo esto... ¿Qué hay de ese trabajo para mí que buscabas y me querías hablar hoy?
Lincoln casi pega un salto de impresión, aunque se contuvo considerando que sería un poco exagerado, volteando a su hermana.
—Eh... ¿Por qué la pregunta?
—Bueno, tú querías hablarme de eso hoy, pero te acobardaste —Volvió a tomar de su cerveza, despreocupada. — solo tengo curiosidad, ¿De qué es?
Lincoln dudó un poco antes de responderle.
—Es sobre un empleo de medio tiempo como cajera en un supermercado que está a unas calles.
—¿En serio? —Lo miró por un par de segundos y para sorpresa de Lincoln, ella soltó un la carcajada casi derramando su cerveza. — ¿No pudiste encontrar algo mejor, perdedor?
Esa última pregunta solo hizo que el cerebro de Lincoln hiciera un "click". Tal vez era por el alcohol en su cuerpo ya que él se emborrachaba fácil, o tal vez simplemente estaba harto, pero para sopresa de su hermana, se levantó, encarandola con una mirada de enojo en el rostro.
—¿Sabes qué? A la mierda —Dijo con un tono incluso más alto de que el quiso decir. —, puedo entender que no quieras trabajar, puedo entender que por tu lesión ya no quieras dedicarte a lo que realmente te gusta, ¿Pero ser así cuando intento ayudarte? ¿Como puedes ser una...?
—"Tan" ¿Qué? —Lynn se levantó, cruzándose de brazos molesta.
—Una... una... —A medida que los segundos pasaban, la voz de Lincoln solo se encogía, hasta no poder gesticular palabra alguna frente a su hermana. Se sentía tan patético.
—Pff. Sí, eso pensé. Vamos, estoy aquí, si quieres decirme algo solo...
—¡Una maldita parásito...!
Rápidamente se llevó la mano a la boca y la expresión de enojo se fue en un instante y se reemplazó por una de miedo... Y para sorpresa de Lincoln, su hermana no se enojó, ni se molestó, mucho menos se lanzó a golpearlo ni lanzarle el dedo del medio o volverse al sillón y seguir bebiendo. Solo lo miró fijamente mientras su expresión pasaba de soberbia, a sorprendida, a una de tristeza. Bajó la mirada, luego lo volvió a ver, y antes de abrir la boca para decir algo, Lincoln volteó y comenzó a caminar a la puerta.
—Voy a salir un rato —Dijo volteando a verla. —, necesito algo de aire fresco.
—Carajo... —Soltó un gran suspiro desde la azotea del edificio mientras sacaba su celular del bolsillo para matar el rato.
Definitivamente esta no era la vida universitaria que Lori le había vendido, ella al menos la había pasado bien en ese entonces con un novio amoroso que la ayudaba emocionalmente y unas amigas con las que pasar algunos de sus ratos libres, en cuanto a Lincoln... Casi sin amigos, poco tiempo libre debido a la escuela, notas con las que no podría hacer a sus padres orgullecer, un trabajo de medio tiempo que solo hacia que sus nervios suban más y más conforme el tiempo, y por si fuera poco, con una hermana que lo único que hacía era devorar su comida, gastar el dinero extra que gana y solo lo hacía enojar por la suciedad que causaba. Miró el suelo desde el borde, realmente era alto... desde luego no se lanzaría, no estaba tan loco y no había perdido los estribos como para hacerlo, pero vaya que eso al menos haría fin a su vida tan problemática. Se puso a pensar en su vida cuando tenía once años y le entró la pregunta: ¿Cómo es que pudo con diez hermanas hace tiempo y hoy en día ni siquiera puede con una la cual debería ser más controlable siendo una adulta?
—¿Sabes qué? ¡A la mierda! —Sacó la lista de contactos y comenzó a buscar el de su madre. — Ya no puedo con esto, hablaré con mamá a ver si la convenzo de que deje a Lynn quedarse en su casa... otra vez. —Puso el teléfono en su oído, oyendo el tono de espera.
—¿Sí? ¿Quien es? —Luego de eso, se escuchó un pequeño hipo detrás del teléfono.
—¿Mamá? Puedes ver quién te llama viendo... Cómo sea, olvídalo, tengo que hablar contigo.
—¿Lincoln? ¡Hey, Linky! ¿Cómo está mi...? Ptss, oye, Lynn, ¿Qué era Lincoln?
—¿Qué diablos? —Preguntó Lincoln con una cara de molestia. — Oye, ¿Estás ebria?
—¿Eh? Puede ser, pero solo un poquito, Lisa se fue a una conferencia nocturna y Lily a casa de una amiga, y Lynn no está porque... ¡Hey, porque ahora vive contigo, a celebrar, cariño, que solo faltan cinco años más para que solo seamos tu padre y yo!
Lincoln soltó un suspiro de molestia para luego apretar los dientes.
—¿Puedes... pasarme con papá?
—¡Claro, está justo al lado mío! —Soltó un eructo.
Lincoln escuchó unos pequeños ruidos, parecía que le estaba pasando el teléfono a su padre.
—¡Hey chica, ¿Cómo...? Ejem, oye, Rita, ¿Con cuál de nuestros hijos hablamos?
—Ay, Dios... —Lincoln se llevó la mano a la cara. — Soy Lincoln, papá.
—Linka, ¿Cómo va todo, cariño?
—Bien —Respondió con algo de molestia sin querer corregirle el hecho de que no estaba hablando con una versión femenina de su único hijo varón. —. Oye, tengo que hablarte de Lynn, ¿Tienes un minuto?
—¡Claro, tengo todo el tiempo del mundo para escuchar a mi...! Eras una niña, ¿Verdad?
—No, papá, soy...
—¿Entonces donde está Linka? ¿Acaso eres su novio? Oye, si le pones una mano encima...
—Soy Linka, papá era una, eh... broma.
Había olvidado que las poquisimas veces que su padre se había puesto ebrio solía confundir el sexo de las otras personas, una vez a sus trece años en la fiesta de cumpleaños de Lori se refería a ella como Loki y a Bobby como Beverly.
Se volvió a llevar la mano a la frente. El día no le estaba saliendo como quería.
—Muy bien, hija. ¿Sobre qué querías hablar? —Soltó un pequeño hipo, mientras del otro lado sonaban los ronquidos de su esposa, parecía que se había quedado dormida.
—Sobre Lynn, papá, ella... ¡Digo! Él...
—Oh, sí, mi hijo favorito —Escuchó como su "hija" soltó un gruñido desde el otro lado, aunque no entendió muy bien por qué fue eso, tal vez tenía la garganta con comezón. —. justo estaba pensando en ustedes dos, ¿Sabes, hija? Recordaba lo gracioso que fue que se haya mudado contigo, ese día casi no pude evitar saltar de emoción.
—¿En serio? Justo de eso quería hablar, papá. Yo...
—Escucha, hija.
Para sorpresa de Lincoln, el tono de su padre pasó de uno lento y "gracioso" debido al alcohol a uno completamente serio, como si realmente quisiera ser escuchado. Lincoln se sintió raro cuando comenzó a escuchar con más atención las palabras de su padre.
—Siempre fuiste su pariente favorito, ¿Sabes? Todavía recuerdo cuando él solía defenderte de unas niñas que solían molestarte... y vaya que eran gordas y feas para ser niñas —La voz de Lynn sonaba algo nostálgica. —. ¿Sabes por qué estaba tan molesta de tener que irse a vivir contigo? Porque lo último que ella quería es ser una molestia para tí. Pero creeme, hijo, ella no podría estar más feliz de tenerte cerca —Para sorpresa del joven adulto, su padre pareció "retomar" la consciencia y lo volvió a ver cómo un varón. —, y por eso aún con las molestias aceptó ir contigo —Se oyó una risa de su parte desde el otro lado del teléfono. —. Aún así, estoy seguro que estos días estará actuando como una haragán nada más para molestarte y echarla así no tienes que soportarla, ¿Quien sabe? Apuesto que te habrá dado uno o dos golpes como solía hacer... Nah, no creo, ya es una adulta después de todo. En fin, hija, ¿Sobre qué quería hablar sobre él?
Lincoln miró al cielo, pensando en lo que había oído e intentando pensar en lo que haría. Finalmente tras unos segundos, soltó un largo suspiró y soltó lo que tenía que decirle a su padre.
—Nada, papá. De hecho quería ver cómo estaba Lily y Lisa, pero ya dijiste que no están —Normalmente su padre sospecharía porque él pudo llamarlas desde sus propios celulares, pero viendo su estado de ebriedad, esperaba que se crea esa mentira. — Te llamó mañana, ¿Bien? Pásala bien.
—Sí, sí, como quieras cariño, nos vemos.
Lincoln soltó una pequeña risa y colgó el teléfono, dirigiéndose a su piso con una sonrisa en el rostro.
Tal vez su hermana no era la más brillante, ni la más ordenada, ni siquiera le caería bien de no ser su familia, pero de algo estaba seguro, si ella quería que él la eche, entonces no la tendría tan fácil, y el no quería darle el gusto de hacer eso.
—Vaya... —Dijo con algo de sorpresa.
Todo estaba limpio. Lo que alguna vez fue un piso lleno de migajas y algunas manchas de cerveza, ahora era uno limpio y reluciente, lo mismo podría decirse para el sillón, el cual estaba siendo usado por su hermana, la cual estaba viendo su celular sin dirigirle la mirada. Lincoln comenzó a caminar hacia ella con algo de vergüenza.
—Oye, Lynn...
—Ahorratelo —Interrumpió. —. Solo pensé que debía limpiar un poco, ¿Okey? —Quería disculparse, pero claro, Lynn Loud era muy orgullosa para hacer eso.
—Mira, yo quería pedir perdón —No quería hacerlo realmente, pero sentía que debía hacerlo porque entre los dos, era el único que podía evitar que tengan un ambiente incómodo. —, no debí decirte eso. No eres una parásito, tú...
—¿No dije que te lo ahorres? —Volteó a verlo, y su rostro reflejaba molestia. — Está bien, no tienes que disculparte de nada, no estoy enojada o algo por el estilo, ¿Bien?
—Yo... Muy bien —Respondió resignado, dándose la vuelta y comenzando a caminar a su habitación. —. Voy a dormir temprano, Lynn, tengo sueño. —Dijo finalmente cerrando la puerta tras de si.
Para su sorpresa, su habitación también estaba limpia, libre de cualquier rastro de migajas o cualquier porquería dejada por su descuidada hermana. Dando un bostezo, apagó la luz del cuarto y se lanzó a su cama estando boca arriba, sin ganas de quitarse la ropa en primer lugar, al menos así se ahorraría unos minutos en vestirse al día siguiente, sonaba algo de sucio, pero en su día a día un segundo era el equivalente a oro.
Antes de cerrar los ojos, escuchó la puerta de su habitación abrirse, pero no se molestó en mirar el dirección ahí, solamente cerró los ojos y escuchó como su hermana caminaba hacia él, como se acostaba a su lado, como lo abrazaba... y como sollozaba. Aún así, no abrió los ojos.
—Lo siento... —Dijo Lynn, derramando algunas lágrimas en el hombro de su hermano. — Lo siento mucho. Sé que soy una molestia para tí y suelo aprovecharte de lo bueno que llegas a ser conmigo —Lo abrazó con un poco más de fuerza. —. No sé cómo debo actuar... no quiero seguir así, Linky... me siento tan asustada... no me dejes sola, por favor... por favor...
Mientras aún lloraba, para su sorpresa, sintió como el cuerpo de su hermano se movía hacia su lado, y correspondía su abrazo con uno más fuerte, apoyando la cabeza de la exdeportista contra su pecho, sin importarle realmente si las lágrimas de ella le llegaran a manchar su camisa. Sintió como él acariciaba su cabeza y le daba un pequeño beso en la frente, intentando reconfortarla.
—Tranquila —Dijo con un tono seguro. —. Eres mi hermana, es imposible que te vaya a dejar sola, ¿Entendido? —Sonrió, aún sin dejar de acariciar su cabello. — Ahora duerme. Debes estar cansada.
Se mantuvo así por un rato, sin intenciones de dormirse hasta que su hermana lo haga primero. Cuando pareció ser así, finalmente cerró los ojos, para finalmente tener un buen descanso hasta el amanecer, hasta que unos minutos después...
—Oye, Lincoln. ¿Estás despierto? —Susurró Lynn.
No quiso responder. Estaba demasiado cansado como para hacerlo.
—Okey... por tu bien, más te vale que no lo estés...
Fue corto, duró más o menos medio segundo, y hace años que no recibía uno. Pero los recordaba. No eran tan estúpido como para haber confundido un eso en los labios con otra cosa. De primeras no sería algo malo, incluso lo festejaría... de no ser por el hecho de que se lo había dado una de las últimas personas que debería haberselo dado. No quiso abrir los ojos, estaba demasiado nervioso y confundido como para hacerlo en primer lugar, lo único que pudo hacer, era hacer un esfuerzo por no temblar y sentir como su hermana alejaba sus labios.
—Buenas noches, hermanito.
Y de ahí al resto de la noche en la que Lincoln no pudo dormir, solo había una pregunta que no salía de su cabeza:
¿Qué mierdas acababa de pasar?
NA: Muy bien... tengo noticias. Malas para mí, buenas para ustedes, supongo. Hace más o menos una semana hice una apuesta con Jva98 (Recomiendo sus fics) y algunos otros fickers de que si no me pasaba el Resident Evil 2 del 1998 en menos de cuatro horas, tendría que hacer actualizaciones de mis fics semanalmente por dos meses. Bien, el punto es que perdí, y pedí otra oportunidad de pasarlo en menos de tres horas o tendría que cumplir el mismo castigo, pero por cuatro meses ¡Y adivinen...! Volví a perder. Así que, hey, tendrán actualizaciones semanales por cuatro meses, genial, ¿No? En fin, ya tengo una lista del próximo mes, así que esto vendrá estas semanas... quiero morir.
Primer mes: El final de este fic, y toda la pelea de Spider-Linc contra Loki en Record of Loudnarok
Segundo mes: Empezaré ya con la segunda saga de Loud Symbiote y la tercera pelea de Record of Loudnarok (No pienso hacer spoilers, pero será una pelea más... "gótica")
A saber que vendrá el resto de meses.
En fin, nos vemos la semana que viene.
