Reparando lazos
Hola, disculpen el retraso, mi trabajo no me dio mucho tiempo para escribir esta semana pero al menos pude terminar este episodio. Espero que les guste, muchas gracias a todos los que siguen esta historia en especial a los que se toman un tempito para escribir algún review. Y disculpas de ante mano si existe algún error en la edición, lo saque rápido para actualizar. Saluditos.
1
Todas las mañanas preparaba su mochila para un nuevo día de clases, se aseguraba de que todo estuviera en orden pues no quería sufrir las quejas de sus maestros si es que dejaba olvidado uno de sus libros, no para complacerlos, más bien para no llamar demasiado la atención. Ya tenía demasiados ojos puestos en él por ser "el hermano de la bruja".
Ese día se dio la tarea adicional de preparar la mochila de su hermana, sus libros estaban hechos un desastre y sus cuadernos aún estaban completamente rayados con garabatos. Los rostros de sus pequeñas hermanas gemelas se le vinieron a la mente y chasqueó la lengua con rabia.
-Esas tontas gemelas. - dijo en un murmullo.
-Son solo niñas… No lo tomes tan en serio. - le dijo Lucy la que se hallaba recostada en su cama.
Le pareció algo irónico escuchar esas palabras salir de la boca de una niña, técnicamente ambos lo eran pero entendía lo que su hermana quería decir, esas semanas parecían haberlos hecho madurar a la fuerza, como una joven uva dejada al sol y a la fuerza de los elementos. Solo esperaba que les quedara algo de juventud en sus corazones cuando todo eso pasara, si es que pasaba.
-Le diré a papá que te compre cuadernos nuevos, esta vez asegúrate de no dejar tu mochila tirada en el comedor.
-Entrometido.
Sonrió ante esa acertada llamada de atención, no era su intención ser un hermano entrometido, pero alguien debía cuidar de Lucy por muy molesto que a ella le pareciera.
Dejó ambas mochilas sobre el viejo y polvoriento escritorio que compartían y se sentó en la cama. Habitualmente esperaban a que las chicas se fueran de la casa en Vanzila, para luego ellos tomar el autobús hacia sus lugares de estudio. Pero no ese día, tenía otros planes en mente, unos que involucraron enfrentar a sus hermanas y confabular con su gemela, Linka.
Su rostro se tenso al pensar en su otro yo, esa chica tan idéntica pero tan diferente. Tenía una decisión que tomar, una encrucijada entre hacer lo correcto y consentir sus más oscuros deseos. Tal vez para cualquiera en su sano juicio la decisión sería algo sencillo, trivial, pero las cosas no eran tan simples para él.
"De cierta forma aun sigo amandola, tal como cuando éramos niños"
Los días que siguieron a su encuentro con Linka en su habitación fueron de los más incómodos que había experimentado en mucho tiempo. Se sentía como un chico enfermo, un ente inmoral que echaba por la ventana todo lo que significaba ser un hermano solo por una pizca de placer prohibido. Pero ese sentimiento palidecía cuando la veía a ella en el pasillo después de la escuela o en la mesa compartiendo con sus hermanas, la culpa se transformaba en deseo y por un momento perdía la cordura.
Su corazón enfermo lo hacía desearla con pasión, definitivamente no quería que ese error se volviera a repetir, pues sabía que no podría vivir con las consecuencias, pero su razón pasaba a segundo plano cuando se trataba de su gemela.
Aun así una nueva posibilidad se había abierto frente a él, la posibilidad de hacer de Linka su aliada en la casa. Era algo vil el utilizar a su hermana como una pieza en su juego de ajedrez, pero se consolaba con el hecho de que sería por una buena causa, para ayudar a Lucy que en esos momentos estaba sufriendo demasiado.
Fue unos días más tarde, cuando sus pensamientos contradictorios aun lo acechaban, que se armó de valor y entró en la habitación de Linka. Le explico su plan y ella dejó su antigua reticencia atrás decidiendo apoyarlo en su cruzada. No podía negar que su súbito cambio de corazón le parecía extraño, incluso sospechoso, pero ella era su mejor opción si es que quería convencer a su familia.
"¿Pero cuál será el precio que pondrá Linka por su ayuda?"
No estaba del todo seguro pero ese no era el momento para pensar en eso. Estaba solo a unas horas de ejecutar su gran plan, no tenía grandes esperanzas pero tenía una gran aliada a su lado, y tal vez eso sería suficiente para convencerlas a todas.
"No, ni por lejos. Necesito convencer a las demás antes de la reunión"
Ese sería su siguiente movimiento, convencer a las mayores antes de la reunión. Iban a la misma secundaria, así que partiría con las mayores: Lynn, Luna y Luan. Si conseguía al menos una de ellas a bordo entonces podría debilitar la posición de Lori de manera irreparable.
"Y con ello podré ganarme a mamá y a papá"
-Así que hoy no me acompañaras en el autobús. - le dijo su hermana de pronto y lo hizo despertar de sus maquinaciones.
-Lo siento Lucy, algunas cosas pasaron y estaré algo indispuesto.
Caminó nuevamente hacia el escritorio y fingió estar ocupado con sus cuadernos. Gracias a la intervención de Linka, ese día sería el primero en mucho tiempo que viajaría con sus hermanas en la van familiar. Necesitaba todo el tiempo posible con ellas para poder hacerles ver que no era una marioneta de Lucy, sino un hermano preocupado.
-¿Puedo saber qué es lo que tramas?
-Pues… Es un secreto. - dijo Lincoln y recibió una mirada de reproche de su hermana - No me mires así, es algo bueno te lo prometo.
-Tiene que ver con Linka, vi como ustedes hablaban en la mañana… No debería tener que recordarte que ella es vil y despiadada.
-Creeme eso ya lo sé, pero esta podría ser una oportunidad. - le dijo Lincoln con optimismo - Lucy, creo que esta vez podré convencer a nuestras hermanas.
-¿Para que se deshagan de mí?
-¿Qué? ¡No! Claro que no, más bien lo contrario. - dijo el chico algo contrariado - Quiero que ellas me prometan que desde ahora en adelante te dejarán en paz.
-Es innecesario…
-Pero no solo eso, quiero que nuestros padres te lleven a otro centro de salud, uno donde recibas la ayuda que necesitas.
Su hermana abrió la boca para responderle, pero la cerró de inmediato, abrumada por una serie de contradicciones en su mente.
-Solo… Prométeme que si tu plan no llega a funcionar. - dijo Lucy con un tono de tristeza - Te olvides de todo este asunto… Y comiences a vivir por ti mismo Lincoln.
-Tan seria y lúgubre como siempre. - dijo Lincoln restando importancia a las palabras de su hermana - Todo saldrá bien, suerte en la escuela y saluda a Haiku de mi parte.
-No quería tocar el tema, pero creo que este es el momento. - dijo su hermana levantándose de la cama y acercándose al escritorio - Lincoln… No quiero que vuelvas acercarte a Haiku.
-¿Y eso? - dijo Lincoln extrañado -Pensaba que eran amigas, ella es la única bruja que conoces y parece una buena chica.
-Solo confía en mí y sigue mi consejo… No quieres acercarte a Haiku. - le dijo Lucy en un tonto bastante mas serio de lo normal.
"Ambas deben haber tenido una discusión, mejor no me inmiscuyo en eso y le hago caso"
-Claro Lucy. - le dijo Lincoln - Solo prometeme que más tarde me dirás que ocurrió entre las dos, tal vez podría ayudar.
-...Claro.
-Bueno yo debo irme. - dijo Lincoln poniéndose la mochila al hombro - Nos veremos más tarde Lucy.
-Adiós Lincoln y buen viaje. - le dijo su hermana con un dejo de tristeza en su voz.
Bajo las escaleras dejando a su hermanita atrás en ese ático lleno de recuerdos. Su corazón casi se detuvo cuando vio a su gemela esperándolo en el pasillo, justo abajo de las escalerillas. Estaba radiante como todas las mañanas, con su cabello cepillado a la perfección atado con un lindo listón azul de seda, camiseta anaranjada sin mangas ajustada al talle, su característica falda a cuadros azul y unos zapatos nuevos de charol rojo bastante bonitos. Se veia perfecta, de no ser por la mirada molesta que le dio al verlo alli parado mirandola como un tonto.
-Llegas tarde - dijo la peliblanca refunfuñando - ¿Que te entretuvo? ¿Darle el biberón a Lucy?
-Déjame en paz, tú eres la que necesita un escolta para ir a clases.
-Oh si quisiera un escolta elegiría a alguien más fuerte y viril, de preferencia alguien que no sea albino.
-Pues buena suerte encontrándolo. - dijo Lincoln, molesto de pronto.
La idea de ver a alguien junto a Linka le causó un repentino sentimiento de rabia, el que solo fue atenuado por las risas burlonas de su gemela.
-Dios eres demasiado fácil de molestar. - dijo Linka, tomándolo del brazo y abrazandolo - Por eso me encantas, Lincoln.
-¡Oye! - dijo en un murmullo Lincoln - ¿Tengo que recordarte que alguien podría vernos?
-Todas están en la van esperándome y no hay nadie en casa. - le dijo la chica al oído - Podríamos tomarnos un momento de tiempo privado. Solos tú y yo.
-Lucy está en casa. - dijo Lincoln soltándose de su brazo y caminando hacia las escaleras - Ahora vamos, tenemos cosas que hacer.
-¿Tienes un plan? - dijo Linka, caminando a su lado - Sabes cómo detestaría hacer el ridículo frente a toda mi familia.
-Siempre tengo un plan, ya deberías conocerme.
-Oh los planes del gran Lincoln. - dijo la peliblanca con sorna - Ya he visto como tus "planes" siempre terminan en fracasos.
-Mantuve a Lucy en la casa ¿cierto?
-Eso solo fue suerte y lo sabes.
-Solo estás molesta porque las cosas no salieron como querías.
Su hermana entrecerró los ojos, inflo las mejillas como una ardilla y le dio un golpecito en el hombro. Pero su pequeño enojo se evaporó de pronto, solo para regalarle una sonrisa que hizo latir su corazón con fuerza en su pecho.
-Realmente me conoces mejor que nadie. - le dijo Linka, depositando un beso en su mejilla y acercándose a su oído - Dejaré las cosas en tus manos, suerte mi cielo.
La chica caminó dando saltitos hacia la entrada de la casa, mientras él quedaba paralizado ante esa efusiva expresión de cariño. Movió la cabeza recordando que ella era su hermana, resistiendo a pensar el deseo de tenerla entre sus brazos.
Siguió a su gemela y salió de la casa para encontrarse con la van familiar con sus hermanas ya adentro y con Lori tocando el claxon como condenada.
"Tranquilo Lincoln, son solo tus hermanas, ya deja de actuar como un hamster asustado"
Dio un paso al frente con decisión y se subió a Vanzila. Su primer instinto fue sentarse junto a las mayores como en los días de antaño, pero sus furiosas le decían que esa mañana no era bienvenido entre ellas. No le quedaba otra más que sentarse atrás con las menores, sus miradas eran más que nada molestas por tener que compartir el asiento con el lacayo de la bruja, pero podría trabajar con eso. Se quedó callado y esperó a que el vehículo avanzara para hacer algo de conversación.
-¿Cómo has estado Lana? - le dijo a su gemela sentada en el asiento de adelante.
-Normal.
-Entiendo…¿Qué tal tu Lola?
-Alejate de mi anormal.
-Oye eso no es muy amable de tu parte.
-Nuestras hermanas han estado en un estado bastante deplorable desde que escucharon la súbita noticia de que compartirías el transporte con nosotras. - le dijo Lisa desde el asiento junto a la ventana - Podría decirse que tal expresión de hostilidad es "normal" después de tanto tiempo alejado de tus servidoras, hermano mayor.
Agradeció que al menos alguien en el vehículo le dirigiera la palabra, se acercó más a ella e intentó darle una palmada en la cabeza. Pero pudo ver por un segundo una expresión de miedo en su rostro y su mano se quedó congelada en el aire.
-Agradecería el no contacto físico, por favor. - dijo Lisa aun mirándolo con aprehensión - Aún no he estudiado los efectos de Lucy en tu persona.
-Oh… Lo siento.
-No hay de que.
Todo ese intercambio lo dejó algo desanimado. No es que esperara una reconciliación de camino a la escuela, pero en el fondo esperaba al menos algo de calor familiar. Como una vieja amiga, la tristeza se hizo presente en su mente, haciéndolo dudar de sus propias acciones.
Miro hacia Linka, como un mendigo pidiendo algo de cambio, esperando que ella le dirigiera la palabra para alejar esas pesadas emociones. Pero ella siguió hablando con sus hermanas mayores, siguiendo el plan que ambos habían acordado.
Resignado a su situación no pronunció palabra alguna en todo el trayecto a la secundaria. Se bajó después de que sus hermanas ya habían entrado en el edificio. La van se alejó y se quedó allí, solo sosteniendo su mochila de la correa.
"Al parecer solo tengo a Linka de mi lado"
Sacudió su cabeza y procedió a entrar, no iba a dejar las cosas así, al menos debía convencer al menos a una. De entre todas las que se encontraban en ese edificio, Lynn era la que le daba más confianza, pues era la única que interactuaba con él cada día en vez de ignorarlo. Claro, el cien por ciento de esas interacciones eran bromas de mal gusto y un poco de daño físico, pero era mejor que nada.
Trato de buscarla por entre los pasillos de la secundaria y pudo ver su distintiva camisa roja entre los casilleros. Esa mañana habían llegado demasiado temprano, así que solo estaba ella en ese gran ó un respiro para calmar su repentino nerviosismo y caminó hacia ella, solo esperaba que no lo golpeara de pronto.
-Hola Lynn.
-¡¿Qué rayos?! - le respondió Lynn, sorprendida al verlo de pronto - ¡No me sigas a los casilleros, apestoso!
-Solo quería hablar contigo, aún quedan algunos minutos antes de que comiencen las clases.
-Por culpa de Lori. - dijo Lynn chasqueando la lengua - Linka quería llegar temprano y nos arrastró a todas a la escuela.
-Si, bueno… - dijo Lincoln, rascándose la cabeza - Yo también tengo algo de culpa en eso.
Si antes se veía molesta ahora su hermana se veía furiosa. Lynn era una persona que enfrentaba los problemas de frente y de cierta forma, con honestidad, así que detestaba todo tipo de intrigas, especialmente cuando estas venían de Lincoln.
-Tienes tres segundos para explicarme que demonios te propones.
-Linka y yo planeamos una reunión de hermanas en la tarde, todas están invitadas… Menos Lucy y Lily, claro.
-¿Y qué les dijo la rubia mandona?
-¿Lori? Linka tuvo que prometerle unos favores pero ella accedió a presidir la reunión.
-Odio que arrastres a Linka a tus tontos planes. - dijo la deportista, mostrándose cada vez más amenazante - Me imagino que todo esto es por culpa de Lucy, por ella vamos a hacer otra tonta y aburrida reunión ¿acaso piensas que tendre un cambio de corazón, tarado?
-Lynn las cosas están bastante mal, hasta tu deberías haberte dado cuenta.
-Pues me gusta como están las cosas.
-Y Lucy… - dijo Lincoln con la voz entrecortada - Ella está enferma.
-Obvio, es una bruja, eso ya lo sé.
Una vez más reconoció lo cabeza dura que podía ser su hermana, pero no era su culpa, era él el que estaba evitando comunicarle la situación con claridad.
-El tratamiento está empeorando su salud y no se cuanto tiempo podrá seguir aguantandolo.
-¡Y qué opción tenemos! - dijo Lynn, mostrándose de pronto afligida- ¡Si la llevamos a ese centro de reeducación nunca la volveremos a ver!
Sin duda esa no era la respuesta que esperaba, creía que lo llamaría tarado como siempre y haría oídos sordos a todo lo que tenia que decir, creia que le daría un derechazo y caminaría como si nada hacia su salon, pero no, allí estaba Lynn, de pronto viéndose tan frágil ante sus ojos que lo hacía sentir horrible. Esas semanas de aislamiento le habían hecho olvidar lo noble y comprensiva que a veces podía ser Lynn, especialmente cuando se trataba de sus hermanas.
"Ella no se quedará con los brazos cruzados cuando su hermana menor, su compañera de siempre está en problemas"
-Así que de veras te preocupa...
-Oh cierra la boca.
-Es un alivio, pensé que te habías olvidado de ella. - dijo Lincoln, esta vez esperanzado - Pero en el fondo siempre has pensado en ella.
-Si se lo cuentas esto te mato. - dijo Lynn dirigiendole una mirada asesina.
-Cl-Claro. - dijo Lincoln, temiendo por su vida de pronto - Solo espero que las cosas puedan arreglarse, eso es todo.
-A pesar de todo Lucy es mi hermana… Y mi compañera de cuarto… - dijo Lynn, con la mirada en el piso - ¿En serio está peor?
-(Suspiro) No sé lo que piensan los tipos del hospital…Pero si, ella está perdiendo peso de una manera alarmante, se la pasa mas dormida que despierta y los dolores… Lynn, ella está sufriendo mucho por esos malditos tratamientos.
Sus palabras solo la hicieron sentir aun peor, podía percibirlo por el ligero temblor en sus manos y por sus ojos humedecidos. Su hermana mayor, la más fuerte estaba apenas aguantando las lágrimas y eso lo hacía sentir como un inutil, al no poder hacer algo por ella. Trató de calmar sus deseos por consolarla y continuó con su plan.
-¿Me ayudarás en la reunión?
-Lo pensaré…
-Siento haberte amargado la mañana con esto Lynn.
-¿Hubieras hecho lo mismo por mi? - le dijo Lynn mirándolo directo a los ojos.
-¿Como? - preguntó Lincoln, sorprendido por la pregunta.
-Si yo hubiera sido la bruja... - le dijo Lynn, desviando la mirada y fingiendo una sonrisa- Olvidalo, como si una Lynn bruja necesitará la ayuda de un perdedor.
-Te hubiera apoyado sin siquiera pensarlo, Lynn.
-Mentiroso.
-¡No miento! Eres mi hermana mayor y todas las memorias que hemos hecho juntos. - dijo Lincoln con su voz a punto de quebrarse - No las echaría a la basura solo porque eres diferente.
-Te he tratado como un apestado desde hace meses, y antes de eso te trataba como mi saco de boxeo. - dijo Lynn cerrando su casillero con fuerza - ¡Y también te golpeé en la reunión, acaso crees que me creo ese cuento de que no tienes resentimientos contra mi!
-¿Lynn de qué hablas?
-Tu fuiste el que le contó a todo mi equipo lo que hizo Lucy, como casi quemó vivo a ese chico y prendió fuego a la escuela. - dijo la deportista, soltando toda la rabia que tenía contenida - Por tu culpa me echaron de la mayoría de mis equipos… Tal vez me lo merecía pero… ¡Pero no quería que las cosas terminaran de esa forma!
Y de pronto las piezas comenzaron a encajar en su cabeza. La hostilidad de sus hermanas, siempre pensó que esto era debido a que las enfrentó en esa reunión o que tal vez era un castigo por apoyar a una bruja, pero nunca pensó que tal vez exista otra causa para ese comportamiento. "Tu fuiste el que le contó a todo mi equipo lo que hizo Lucy..." las palabras de su hermana se repitieron nuevamente, y pudo dilucidar que esos rumores infundados eran los que justificaban todas las acciones que tomaron sus hermanas en contra de él.
-Espera un momento, no tenía idea de que… ¿Pero por qué, quién haría eso?
-¡Qué sé yo! Pero se que fuiste tú, no hay otro sospechoso, ya lo hablamos en una reunión.
Alguna idiota distorsiono los actos de Lucy y se los conto a todas las personas cercanas a sus hermanas. El solo pensarlo le hacía hervir la sangre de rabia, pero debía calmarse, debía defenderse de esa acusación antes de que la hermana frente a él se convenciera.
-Lynn yo nunca les haría eso a ninguna de ustedes. Debes creerme.
-¡Dejame tonto! - le dijo Lynn, ya alejándose por el pasillo - Iré a la condenada reunión, pero será por Lucy, no por ti.
Si algo de esa magnitud le había ocurrido a sus hermanas, entonces no tenía sentido hablar con ellas antes de la reunión. "El rumor" eso traía una serie de problemas que debía meditar si es que quería ganar la contienda contra Lori y las mayores. Se alejó a su salón de clases derrotado, pues todo iba saliendo bastante mal esa mañana.
2
Ya al ver la expresión en sus rostros entendía que ninguna de ellas deseaba estar allí, en la habitación de Lori, esperando que la rubia comenzara la reunión. No las culpaba, el tema de Lucy les traía malos recuerdos a todas, incluso a las menores que no habían participado de la reunión anterior, la reunión que decidió el destino de Lucy. A pesar de lo que sentían con respecto a su hermana, ya sea miedo o simplemente molestia, ese día hace ya seis meses quebró la armonía familiar para siempre y envolvió a la casa en un espíritu de pesimismo.
"No tienen un corazón de piedra como pensaba, ahora debo usar eso a mi favor"
Sentado junto a Linka y un poco alejado de las demás, lamento tener que nuevamente someterlas a todas a esos malos recuerdos, pero no le habían dejado opción. ¿Saldría victorioso esta vez? No estaba del todo seguro, pero prometió no dejar que sus sentimientos nublaran su juicio como en la ocasión anterior.
Mientras repasaba sus argumentos Lori se levantó de su silla y se paró en el podio improvisado frente a sus hermanas. Se aclaró la garganta y le dirigió una mirada de desprecio directo hacia él, estaba lejos de ella, pero desde allí podía sentir la fría hostilidad que emitía Lori.
-Ya sabemos porque estamos aqui, asi que terminemos con esto. - dijo la mayor y dejó el estrado.
Su momento había llegado, lanzó un audible suspiro y se levantó de su asiento para caminar hasta el podio. Miró a sus hermanas de frente, y sintió que esa multitud lo comería vivo en cualquier momento. Respiro hondo para calmar sus nervios y miró a Linka la que le regalaba una cálida sonrisa, eso lo hizo sentirse mejor.
-Hola a todas. - les dijo Lincoln dando una mirada rápida a sus hermanas en la habitación - He convocado a esta reunión de hermanas para tratar el tema de Lucy.
-No hay nada que discutir. - le recalco Lori con veneno en su voz - Lucy debería estar contenta con su hogar en el ático.
-Un lugar lúgubre y pavoroso, perfecto para una bruja jajaja. - bromeó Luan desde su asiento.
-Ya pasamos por esto hace seis meses dude, no queremos que Lynn te deje de nuevo en el hospital. - dijo Luna, dándole una mirada divertida a Lynn.
Pero la deportista no respondió al comentario de Luna, solo bajó la mirada y soltó un sonoro suspiro, lo que dejó bastante extrañadas a sus hermanas mayores.
-Primero quiero aclararles que Lucy no sabe nada de esta reunión, tampoco ella me obligó a realizarla.
-¿No estarás actuando bajo su embrujo? - dijo su hermana mayor, entrecerrando los ojos con sospecha.
-(Suspiro) No Leni.
-Oh, entonces está bien.
-Gracias, y esto va para todas ustedes, si Lucy pudiera embrujar a otras personas para que cumpliran sus ordenes ¿que piensan que hubiera hecho con nuestros padres?
-Que no tenga las agallas no quiere decir que no tenga la capacidad. - dijo Lori.
-Con todo lo que nuestra hermana ha aguantado, creeme, ella tiene las agallas de sobra.
-Si claro, que solo lo intente. - dijo Lori cruzándose de brazos.
Supuso desde el principio que esa no sería una reunión fácil. Linka le había advertido que sus hermanas mayores irían por su cabeza a la primera muestra de flaqueza, desestimó sus palabras como solo una exageración pero ahora que estaba parado allí frente a todas se daba cuenta como las mayores lo miraban, mostrando un absoluto desprecio por sus palabras. Sin duda esa sería una reunión difícil.
-Dejando las sospechas infundadas de lado. - dijo Lincoln tratando de recuperar la compostura - Quiero empezar diciéndoles que en estos momentos Lucy se encuentra en un muy precario estado de salud.
-Oh por favor. - dijo Lori rodando los ojos - Conozco a la enfermera Santiago, es la mamá de Bobby, si lo que dices es verdad ya se lo hubiera comunicado a mamá.
-Si Lincoln, deja de inventar mentiras. - le dijo Lana
-Embustero, canoso y embustero. - la siguió su rubia gemela.
-¿Tienes pruebas de eso, bro? - le dijo Luna, mostrándose extrañamente preocupada.
-Esto es muy serio, no usaría una mentira tan vil para defender mi punto.
-Entonces no tienes pruebas. - le dijo Lori, dirigiendole una sonrisa maliciosa - Que conveniente para ti y Lucy.
Claro que no podía tener pruebas de eso, el hospital ni siquiera les daba una receta para comprar medicamentos, mucho menos compartiría el estado de salud de Lucy con él de todas las personas. Todo ese secretismo alrededor de Lucy y su tratamiento nuevamente le llamó la atención, era una manera extraña de actuar de parte de los funcionarios de salud y merecía que le tomará más atención a lo que estaba pasando, pero ese no era el momento ni tampoco el lugar.
Dejó ese enigma sin resolver y sus ojos se posaron en Linka, como buscando algo de ayuda en ese predicamento, pero ella solo se encogió de hombros, al parecer tampoco ella sabía cómo proceder en esa situación. Solo le quedaba relatarles lo que había visto y vivido junto a su hermana menor, pero si ellas no confiaban en sus palabras entonces sería difícil convencerlas solo con eso.
-El otro dia vi algo muy extraño en mis videos de vigilancia. - dijo una voz entre sus hermanas.
Sus ojos se posaron en el origen de esa voz, la persona más jovial y despreocupada en esa habitación tenía en esos momentos una expresión bastante seria, muy poco natural en ella. Luan lo miró a los ojos con cierta aprehensión y se levantó de su asiento para que todas la escucharan.
-Fue hace tres días, Lucy… Ella se levantó en la madrugada, probablemente para ir al baño. Pero antes de poder llegar vomitó todo el pasillo.
-Eww que asco, dude.
-No es cierto, ninguna de nosotras vio la alfombra manchada de vómito esa mañana. - le dijo Lori.
-Se pasó casi toda la noche limpiandola antes de que nos despertaramos, tal vez por eso no nos dimos cuenta. - dijo Luan, la que nuevamente le dirigió una mirada a Lincoln, una que parecía cargar cierta tristeza - ¿A eso te referías Lincoln?
-Si Luan, a eso me refiero. - le dijo Lincoln, con una voz que sonaba cansada - Ella sale tan débil del tratamiento que termina desmayada antes de llegar a la casa, se la pasa más tiempo durmiendo que despierta, ya no parece tener energías para seguir viviendo.
Un murmullo se elevó entre sus hermanas y todas parecieron reaccionar de distintas maneras a sus palabras: Luan se veía sumamente triste ante la realización, Luna y Lori no cambiaron su postura, pero la rockera miraba el piso pensativa. Lynn era un caso aparte, incluso desde el podio podía ver como ella trataba de reprimir sus emociones, cada una de sus palabras le pegaba con más fuerza que cualquier golpe. Leni, al igual que las gemelas Lola y Lana, parecían no entender que estaba ocurriendo, estaban sorprendidas al escuchar por primera vez lo que en verdad estaba sufriendo su hermana. Lisa limpiaba sus anteojos con su camisa, algo que siempre hacía cuando se sentía algo nerviosa y finalmente Linka, ella tenía una expresión infranqueable, pensativa pero a la vez desprovista de toda emoción, como analizando si la situación era favorable o no. Si, esas palabras parecieron calar hondo en cada una de ellas.
-Miren, entiendo su preocupación, si en el pasado fui ingenuo y un cabeza dura me disculpo por ello. Las brujas son peligrosas y cuidar de Lucy puede exponernos a algún que otro peligro, pero no quiero verla morir sin hacer nada. - dijo Lincoln, mirándolas con determinación - Porque a pesar de todo sigue siendo nuestra hermana menor, y no querría ver a ninguna de ustedes pasar por lo mismo.
-Lucy no es el problema, tu eres el problema, dude. - le dijo Luna, dándole una mirada cargada de rabia.
-¿Qué? - dijo Lincoln, sorprendido de pronto ante esa muestra de hostilidad.
-Nos cuesta mucho volver a confiar en ti Lincoln. - dijo Luan.
-No después de que casi me haces terminar con Bobby.
-Y de que me echaran de mis equipos. - dijo Lynn en un murmullo.
-¡Esperen un momento! - dijo Lincoln, tratando de poner orden antes de que sus hermanas se le abalanzaran encima - Entonces lo que Lynn me dijo esta mañana… ¿A todas les han afectado estos rumores?
No recibió respuesta, solo miradas cargadas de un odio reprimido. Había dado en el clavo, alguna de sus hermanas echó a correr rumores que de cierta forma terminaron dañandolas a todas. Se sintió acalorado, no por el clima sino por su propia sangre que se agolpaba en su cabeza, estaba furioso con esa persona que solo les causó dolor a todas ellas y en especial a él.
-Todo este tiempo…¿Todo este tiempo me han culpado por un tonto rumor que ni siqueira empecé? - dijo Lincoln, dejando escapar su rabia - ¡¿Por eso dejaron de hablarme?!
-¡Pues tú te lo buscaste!
-No fui yo. - dijo Lincoln, estresando cada una de las sílabas.
-Si, claro. - dijo Luna con rabia en su voz - ¡Perdi al Sam por tu culpa pedazo de idiota!
-Antes me pidieron pruebas. - dijo Lincoln, tratando de calmar su temperamento - Está bien, denme pruebas de que fui YO el que expuso esos tontos rumores.
-¡Tú eres el único que defendió a Lucy! Por ende nadie más podría beneficiarse de nuestro sufrimiento.
-¡Creen que yo no he sufrido! - les dijo en un alarido. - Perdí a todos mis amigos, casi todos en la escuela me odian, si, incluso los maestros. ¡¿Qué demonios podría ganar yo haciéndolas pasar por lo mismo?! Y lo peor de todo es que tengo que ver a mi hermana menor desaparecer cada día ¡Pues bien, odienme si eso es lo que quieren! Pero no permitiré que la dejen morir, marquen mis palabras, no lo permitiré.
-Se acabó Lincoln. - dijo Lori, levantándose de su asiento - Comencemos con las votaciones…
Pero antes de que la rubia terminara de hablar su hermanita pequeña, Lana, se levantó de su asiento de un salto. Se veía impaciente por dar su opinión, pero al verse observada por todos, se sacó su gorra roja y la abrazó con sus manos en una señal de nerviosismo.
-¡No quiero que Lucy muera!… - dijo la pequeña en un grito - Aunque sea una bruja, ella es mi hermana… Y bueno, tampoco creo que Lincoln sea malo como para hacer esas cosas que dicen...Siempre le da palmadas en la espalda Cliff y juega en las tardes con Charles, las personas malas no quieren a los animales… Fui tonta al haberle seguido el juego a las mayores… Lo siento Lincoln.
-Esta bien Lana, no te preocupes. - le dijo Lincoln.
-Todo esto ha sido bastante estupido. - dijo Lola, también levantándose de su silla - Lucy es bruja ¿Y que? No me importa en lo más mínimo, de hecho, ahora todas mis compañeras me temen mucho más que antes. - les dijo a todos mientras una sonrisa malévola se formaba en sus labios - Así que apoyo al peliblanco en esto.
-Tu no fuiste la que perdió a su novio… - le espetó dijo Luan.
-Silencio Luan, no es tu turno. - dijo Lori.
-Chicas. - les dijo Lincoln a las gemelas - Se los agradezco, de veras se los agradesco.
-Apoyo la moción expuesta por mis hermanas gemelas con la condición de que me dejen realizar una batería de pruebas en Lucy. - dijo Lisa desde el diván.
-¿Ba-Batería de pruebas? No lo sé Lisa, eso suena bastante invasivo.
-Tomalo o dejalo Lincoln.
-¡Lo tomo! - dijo Lincoln - Y se que es redundante pero votó en favor de ayudar a Lucy.
-Lynn, Luna, Luan, Leni y yo votamos en bloque. Con un rotundo NO, dejemos la salud de Lucy en las manos de sus médicos, ellos saben lo que hacen ¿Quien sabe? tal vez ese vómito la esté ayudando a ser menos bruja.
-Pues no estoy de acuerdo. - dijo su hermana mayor.
Y Lynn, la que se había quedado en el fondo mientras transcurría la reunión se acercó al estrado. Ya no se veía triste ni desanimada, esa era la Lynn de siempre, la que en esos momentos había encontrado el camino correcto que deseaba seguir.
-Lucy necesita ayuda. - dijo Lynn mirándolas a todas - Y no me quedaré sin hacer nada mientras una de nosotras nos necesita.
-No me digas que crees todo ese cuento de Lincoln.
-No confío en Lincoln, pero sé que él ama a Lucy más que nadie. - dijo la deportista, sintiéndose por un momento triste ante esa revelación - No por nada ha aguantado toda la basura que le hemos lanzado. Por eso creo en sus palabras, él no dejaría a Lucy sufrir y yo tampoco.
-¡Se supone que éramos un frente unido! - dijo Lori ya perdiendo la paciencia - Ya verás cuando necesites que te lleven a los partidos.
-Tomaré el autobús.
Estaban en un punto muerto, cinco ya votaron por ayudar a Lucy y cuatro votaron por dejar las cosas como estaban, solo quedaba un voto, el que decidiría si se aprobaba la moción o se declaraba un empate, lo que significa no hacer nada. Y como siempre, quedaba en las manos de Linka, la que se paró de su asiento con una sonrisa confiada en su rostro y las miradas de todos en ella.
-Al parecer todo este embrollo queda en mis manos, decidir este asunto no es una tarea fácil, mucho menos una agradable. - dijo la peliblanca soltando un suspiro - Todas saben que en la reunión anterior voté por dejar a Lucy en un centro de reeducación, quiero aclararles que mantengo esa decisión.
Y al escuchar esas palabras el corazón de Lincoln se encogió en su pecho, mientras que Lori sonreía de oreja a oreja. ¿Todo este tiempo fue traicionado? No, no podía creerlo, no después de todo el plan que habían concebido entre los dos.
-Parece que perdiste Lincoln… - dijo la rubia con una sonrisa triunfante.
-Lo siento Lori pero aun no he terminado. - la interrumpió Linka.
-Pero ya votaste…
-Oh solo aclare que no me arrepentía de mi anterior postura, era la correcta, en esos momentos. - dijo Linka, dándole una inocente sonrisa.
-Eres una pequeña… - dijo Lori, ya no pudiendo reprimir su rabia.
-Pero han pasado seis meses desde ese día y las condiciones iniciales han cambiado, por eso encuentro una acción bastante retrógrada el mantener la misma postura. - dijo Linka, esta vez acercándose al podio y dándole un guiño a Lincoln - Hace seis meses la actitud de Lucy con sus nuevos poderes estaba en entredicho, no sabíamos como ella actuaría, no sabíamos si terminaríamos dañadas de cierta forma por este acontecimiento. Hoy podemos decir con seguridad que ella no es peligrosa, y el chico a mi lado es testimonio de eso, ni uno de sus cabellos ha sido alcanzado por una muestra de magia accidental.
-S-si, Lucy no puede. - dijo Lincoln, nervioso por la mirada de Linka - Más bien no podría hacernos daño, ella no nos odia, a ninguno de nosotros.
-Y concuerdo totalmente en ese punto, pero no solo eso. - dijo Linka y en ese momento su rostro tomó una expresión de tristeza - Ella es nuestra hermana, nuestra propia sangre. ¿Qué es una familia si no puede proteger a sus miembros? ¿Cómo podemos llamarnos "hermanos" si no podemos darnos la mano en momentos difíciles? Les dejo esas preguntas para que las mediten y encuentren su propia respuesta pero aqui les va la mia. Una familia que no cuida de los suyos no es una familia, sino un grupo de individuos egoístas solo preocupados en ellos y solo ellos y un hermano que no está dispuesto a apoyar al eslabón más débil no merece llamarse hermano.
-¡Qué diablos estás insinuando! - le gritó Lori.
-Solo la verdad querida hermana mayor. - dijo Linka dándole una mirada confiada - Debemos cuidar a Lucy, pues a pesar de todo somos hermanas, somos una familia. Así que comenzamos a comportarnos como una, desde este momento y sin vacilar. Gracias.
3
Se abalanzó en esa cama y pudo sentir su olor nostálgico, pues esa era su querida cama hace seis meses, la misma que en esos momentos usaba Linka. La reunión terminó por fin una vez calmaron a Lori, la que no podía aceptar el resultado, pero no solo eso, las palabras de Linka la dejaron bastante mal parada entre todas sus hermanas. Quedó marcada como un ente egoísta que solo pensaba en ella misma, y a pesar de todo eso lo hizo sentir un poco triste.
Lori tenía la difícil tarea de controlar a esa familia ruidosa y mantener la armonía entre sus miembros. De cierta forma entendía su decisión con respecto a Lucy, entendía que no era una decisión basada por egoísmo, sino una basada en la seguridad de los miembros que componían su familia.
"Bueno, lo que importa es que Lucy recibira ayuda. El resto no es de mi incumbencia"
Se acurruco entre las sábanas y cerró los ojos, pudo oler la esencia de vainilla que siempre llevaba su hermana encima. Un olor aún más nostálgico que le recordaba su primer beso, con la primera persona que amo de verdad.
-Estoy cansado, no pensaba que esto me agotara tanto.
-Pues soportarlo como un campeón, ya conseguiste lo que querías y ahora te toca trabajar mucho más. - dijo Linka, la que se hallaba sentada en su escritorio.
-Si. - dijo Lincoln, poniendo sus ojos en su hermana - Debo pensar en una manera de ayudar a Lucy, presentarle la idea a mamá y a papá y esperar que ellos me hagan caso.
-Siempre lo hacen cuando todas nos ponemos de acuerdo en algo. - dijo la peliblanca dándole una sonrisa confiada - No creo que esta vez sea del todo diferente.
-No lo sé... - dijo Lincoln, pensativo de pronto - Creo que ellos… Nunca han tenido los deseos de Lucy en consideración.
Algo le decía que sus padres no se tomarían esa decisión en serio, tal vez dejarían pasar el tiempo hasta que Lucy empeore su salud de manera irreparable y de esa forma deshacerse de ella para siempre.
"Tal vez esa fue siempre su intención"
Ese lúgubre pensamiento lo dejó por un momento helado, no, definitivamente no podía creer que sus padres pudieran hacer tal cosa a una de sus hijas. Pero por otro lado, la aprehensión y miedo de su madre, la manera en que su padre daba a su hija ya por perdida, todo eso resonó en su mente en ese preciso momento.
-Pues lo admito, fue una buena reunión, estuviste fenomenal. - le dijo Linka.
-Gracias... - dijo Lincoln, dejando de lado sus aprehensiones para enfocarse en su hermana - Tú también me ayudaste mucho para convencerlas a todas.
-¿Me creerías si te dijera que siempre estuve de tu lado desde el principio?
-Puedo ser ingenuo, pero ni siquiera yo puedo creerme eso. - dijo Lincoln soltando una risita.
-Oh no importa, lo que importa es el resultado final, tu y yo juntos, compartiendo la misma cama.
-Linka…
-Esta es mi recompensa. - dijo Linka, levantándose del escritorio y lanzándose encima de él, en un cálido abrazo - Mi premio por mi arduo trabajo.
Luchaba una batalla encarnizada contra los deseos de abrazarla con fuerza y besar sus finos labios. No debía hacerlo, lo sabía, debía salir de esa habitación y saludar a Lucy la que ya estaba en casa después de un largo de clases, pero su cuerpo no le respondía.
-Vamos no pongas esa cara, sé que también me deseas.
-¿De qué hablas?
-Te he visto como me miras en el pasillo, en la escuela, en la mesa con nuestra familia. - le dijo Linka, depositando pequeño beso en sus labios - Todos deben ser bastante ciegos para no notar como babeas por mi cuerpo.
-¡Ahora veras!
-¡No Lincoln!
La levantó de la cintura y comenzó a hacerle cosquillas por todo el cuerpo, ambos rodaron por esa cama entre risas, tal como lo hacían cuando ambos eran niños. Linka comenzó a reír de manera descontrolada y después de unos momentos se dio cuenta de que estaba encima de su hermana, mirando esos ojos azules que tanto amaba y esos labios que tanto deseaba. Su copia idéntica, su otro yo hecho persona, la miraba con las mejillas rojas y los labios entreabiertos.
-Lincoln...Yo…
Pero sus palabras quedaron cortadas por un súbito beso, esta vez su hermano tomó la iniciativa, rindiéndose ante sus deseos prohibidos. Pues la amaba, más que a cualquier chica que haya conocido jamás. Intoxicado por el sabor de sus labios perdió la razón, ahora sus instintos eran los que tomaban el control, tal como un animal hambriento frente a su presa. Tanto así que no pudo sentir los ojos siniestros que lo veían desde la oscuridad.
Desabotono la camisa de Linka mientras su manos temblaban de anticipación, vio su lechosa piel al descubierto y sus pequeños pechos erguidos. Los beso una y otra vez, como si fueran un objeto de adoración, mientras la chica acariciaba sus cabellos como una madre frente a un hijo travieso.
-Oh Lincoln. - dijo Linka soltando un repentino gemido y sonriendo triunfante ante su victoria.
