Para el primer capítulo que he subido de esto - el prólogo - no me dejó dejar este comentario de mi parte pero, bueno.

Quiero que sepan que tras leer algo de la serie en wattpad, decidí hacer algo que se me vino a la mente en unos momentos y bueno, en cierta manera, estoy inspirado en la mera idea de la obra aquella que no recuerdo el nombre pero... se deben de hacer una idea seguro. El punto es que quiero avisar que habrá... incesto. No es algo muy WOW en esta comunidad pero, quiero avisar de ello. No es que será demasiado obvio o muy discreto, no. Espero que pese a eso, porque sé que a algunas personas no les gusta, lean la obra y disfruten.

Disfruten de la obra y del primer capítulo. Paz y Amor.

Capítulo 1 – Lemuel Lincoln Loud

—¿Cómo se encuentra Lisa?

—Ya te dije que no tienes nada de qué preocuparte. Lemy está bien, no tiene nada malo. Solamente, como he dicho siempre, es raro que una persona termine sobreviviendo a una caída como esa y por cómo se ha caído y dónde ha golpeado en la caída. Todo está en orden, no tienes que preocuparte. Cuídalo como has estado haciendo siempre.

—¡Gracias sis! ¡Eres la mejor hermana de todas!

—Dices eso porque no solo te ayudé con tu hijo sino porque también te comparto de mis bebidas…

—Eso es un plus en la hermandad unida que hemos tenido ¿no?

—Sí, sí, sí, suéltame por favor.

—Ya, no es para tanto.

—Gracias… solo una cosa con Lemy

—¿Sí?

—Es posible que por el golpe no recuerde mucho. Falta de memoria a corto plazo. Con un poco de esfuerzo, podrá recordar todo. No fuerce su cerebro a recuerdos tan agresivamente, presionarlo para que recuerde.

—¡Entendido!

—Espero que entiendas muy bien Luna.

—Ya, no te preocupes. Lemy está en buenos brazos. Recordará todo tarde o temprano.

No hubo más conversación entre ambas mujeres, hermanas tan cercana como cualquiera, sobre todo por aquello que Lisa había comentado, siendo una rara compañera de bebidas cuando las demás no quieren estar con ella, con Luna más que nada porque cuando bebe, suele ser… un poco agresiva… y un tanto cariñosa…

Lisa, la lista de la familia, no quiso contar las cosas que encontró raro en Lemuel, hijo de su hermana mayor Luna. Encontró algunas lecturas anormales en lo que son las ondas cerebrales del mismo, no siendo muy normal que digamos. Pero si uno se lo pone a analizar, fue demasiado raro que Lemy sobreviviera a tal caída del segundo piso. Se sigue sin saber la razón, ella sigue sin saber la razón para que esto pasara pero, si fuera una de esas personas, diría que fue una especie de "milagro" como todos creen que ha sido.

Ella siente que hay otra razón. Por cómo cayó y dónde se golpeó, tendría que haber muerto. Claro, ella puede hacer con su ciencia algo para traerlo a la vida pero tiene estrictamente prohibido eso por completo por ONS. Por ende, no podía hacer nada. Pero al final, seguía vivo.

Tenía que estudiar esto más a fondo para saber qué pasaba con esto.

—Si sucede algo, manda un mensaje primero antes de llamarme 40 veces —decía—. Nos vemos.

—¡Gracias sis! —decía de nuevo Luna—. ¡Gracias por todo!

Una vez ida la lista de la familia, Luna fue de nuevo – no sin cerrar la puerta de la casa – fue directo al cuarto de su hijo que parecía haberse desmayado por lo que había ido una revelación de información severa para que pase aunque no había dicho nada de nada. Con esto que Lisa le dijo, iría a ver a su hijo para ver si está bien.

Mientras tanto. . .

Fue una grata sorpresa.

Dos hermanas.

Una de sus hermanas, Luna, era su madre por lo que tiene entendido. La otra hermana, Lisa, era su tía. Como su ahora madre, había crecido realmente. Solamente le molestaba el hecho de que vistiera casi la misma ropa que cuando chica. No parece que eligiera otro conjunto de ropa… aunque se le ve bien.

La sensación de verle de nuevo fue rara e incómoda, más porque no estaba muy lúcido en ese momento. Seguía un tanto mareado por haberse enterado que ahora es hijo de Luna. Eso le hizo estar débil cuando Lisa le hizo un escaneo completo para analizarle y luego irse.

Básicamente no entendía nada de lo que estaba pasando por más que supusiese – dormido – que ahora sus hermanas son sus tías y una de ellas es su madre. No entendía nada de nada.

Aunque estaba un tanto sorprendido por algo.

—… ¿hola?

—Tal parece que estás bien

Había una chica, castaña de largo cabello. A diferencia de Luna, vestía de manera… ¿perfecta? No tenía ese estilo que sudaba Luna, no. Era como más… buena, pulcra, limpia, ese tipo de sensación ella le daba. Camiseta blanca, chaqueta morada, vaqueros azules, calzado negro… y un rosario que colgaba de su cuello que parecía brillar un poco.

—También pareces perdido… lo cual es raro, ¿qué hacías de todas formas antes de caerte?

—¿Caerme? —claramente no entendía nada—. ¿A… qué te refieres?

Todavía no siente que su voz sea la correcta. Entiende mucho de que no es este muchacho pero, no entiende nada de nada tampoco por lo que simplemente no quiere pensar puesto que le hace doler la cabeza.

—¿No recuerdas? —decía la castaña—. Te caíste del segundo piso, nadie sabe cómo diablos hiciste para que te pase eso pero, de alguna manera sorprendes a todos y te lastimas —se oía molesta y él podía sentir eso—. ¿Cuándo vas a aprender a que no debes hacer estupideces?

—¿Lo siento?

—¿Siempre tengo que ser la primera en preocuparme por ti Lemuel? —decía ella cruzada de brazos—. ¿No vas a hacer que mi papel de hermana mayor sea…? —luego de unos momentos, se dio cuenta de algo. Miró de manera rara a su hermano—. ¿Qué has dicho?

—Creo que dije… que lo siento… —miraba a la nada misma y luego la miró a ella—. Sí, lo siento… eh… ¿hermana?

—… —ella pestañeó un par de veces antes de mostrarse confundida—. ¿En serio no recuerdas quién soy?

—… ¿mi hermana? —se encogía de hombros—. …¿no?

Ella suspiró al darse cuenta que su hermano no le recuerda.

Entiende a su tía Lisa pero, siente que Lemy – como el resto – está fingiendo todo esto con tal de librarse de problemas como siempre ha hecho.

—Soy Lyra, tu hermana mayor —dijo—. Soy la que siempre tiene que estar detrás de ti si no son los demás

—¿Lyra? —decía con sorpresa. Ese nombre, le parecía lindo. Asentía con una sonrisa—. Lindo nombre, en serio. Encaja contigo… aunque no tengo idea de lo que significa, te queda bien.

La mencionada Lyra se quedó un tanto congelada por escuchar que era un lindo nombre, más por parte de Lemy. Es más, la desconcertó unos segundos. Que su hermano le esté diciendo esto, más en una situación como esta, un tanto delicada, le hizo sobre saltarse también. Por eso se le quedó mirando por unos instantes.

Usualmente hace esto con tal de tener su permiso, algo de dinero, alguna que otra cosa que le haga evitar las responsabilidades de la casa, lo que haría un hermano menor con su hermana mayor para no hacer nada.

—… ese golpe… te hizo raro —le contestó—. Algo tienes… lo sé… finges… y pronto te voy a descubrir…

Lyra, por más que sospeche que su hermano parece otra persona, más también creyendo que está haciendo esto para librarse de todos los problemas posibles, le dio un beso en esa cabellera que se cargaba encima. Más allá de sospechar y todo, todavía quiere que se recupere y esta pequeña muestra de afecto fue prueba completa de ello.

Cuando Lyra salía entonces del cuarto, Luna – su madre – entraba también y con una sonrisa.

—Ey pequeño rockero —decía ella—. ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo? ¿Recuerdas cómo te caíste?

—Estoy… ¿bien? Y… no, no tengo idea de cómo me caí… aunque tampoco sabía que me había caído… ¿estoy bien según…? —hizo una pausa porque realmente le cuesta decirlo—, …¿estoy bien según la tía… Lisa?

Le costó un poco porque en serio no le parece buena idea decirle de esta manera cuando se supone que es tu hermana menor. Aun así lo hizo, no sabe cómo pero de alguna manera, tiene que seguir actuando… o empezar a actuar como este muchacho… aunque no tenga idea de cómo hacerlo… pero tendría que ver luego qué hará.

—Al menos está todo en orden ¿no? —vio que su hijo se miraba a sí mismo, palpándose su cuerpo unos segundos para luego asentir—. Bien, bien. Mira Lemy —ella se sentó en el borde de la cama para mirarle con una tierna mirada. Esto a él le impresionó y le hizo asustarse un poco. ¿Realmente era Luna, la hermana que conocía?—, de alguna manera sé que te haces un poco el tonto para evitar problemas… pero por otro lado, sé que también te golpeaste feo y según tu tía, tendrías que estar muerto

—¿Me morí?

—Técnicamente sí… pero cree que fue algo raro e inexplicable para ella que sigas vivo —ella estiró su mano para tocarle la mejilla—. Pero fue un milagro —soltaba con tanta dulzura—. Lisa no quiere creer esto… pero sigues vivo de milagro…

—… ¿supongo que es suerte?

La expresión de Luna cambió drásticamente.

No quiso reaccionar de una manera inapropiada, más con su hijo que sufrió tal golpe en su cabeza y sigue vivo… por suerte. Esa misma palabra le hizo tener malos recuerdos y con tal solo escuchar esto, se separó de su hijo con tal de levantarse y darle la espalda. Necesitaba calmarse por completo y no pensar en ello. Es algo que ya no debe recordar. Es algo que debe dejar atrás pero nunca olvidar que tal cosa es y será la peor cosa que habrá hecho en su vida.

Lemy notó la reacción de su disque madre y se mostró confundido.

¿Habrá dicho algo malo? Pensó.

Si es así, con tal solo decir eso de tener buena suerte…

Pensó en esa posibilidad entonces…

—¿Estás bien entonces?

—Lo estoy

—Entiendo. Mira hijo —se dio vuelta, se la veía mejor—. Descansa un poco más. Luego, si te sientes mejor que antes, baja con tu hermana y conmigo y desayuna algo… a no ser que quieras desayunar en la cama

—Bajaré, no te preocupes —dijo rápidamente—. Estaré bien madre

Sintió un enorme escalofrío al decirle a Luna madre.

Luna asintió. No dijo mucho más. Con eso de tener suerte, se retiró de allí para calmarse, tomar un poco de café y seguir pensando en el estado de su hijo.

Cuando se fue, él se levantó al instante.

Se miró al espejo nuevamente.

Se sentía raro, demasiado raro. Verse allí con otra visión, con otros ojos. Además, su tono de voz no era la que siempre tenía. Hablar se le hacía raro. Ya lo había repetido una y otra vez pero sigue sin hacerse idea de que este chico murió y él tomó su lugar apenas terminó dejando la vida por tener cáncer pulmonar.

Si hace algo de memoria, no recuerda nada de nada de la vida de este muchacho. Con esto, también, le hace pensar que es como esas cosas que ha leído cuando era joven, como de por esta edad, poco más. Era normal pero tampoco tanto. Morir, reencarnar, no tener memoria alguna porque este cuerpo, el dueño del mismo, no tiene ninguno.

—No solo Dios me castiga dándome este cuerpo extraño… también siento que estoy teniendo un fuerte cliché… —maldecía también en voz baja—. Se nota que el de arriba no me quiere para nada…

Suspiró pesadamente mientras seguía viendo su figura, todo.

Su cuarto por otro lado, no quería mirarlo. Estaba todo tirado, ropa, libros, revistas, de todo un poco estaba tirado. Era justamente la habitación de un chico de su edad. Los pósteres en la pared de bandas de rock, de algunas personas que parece seguir, les parecía un tanto genial de hecho, sobre todo ese de Metallica cuando tocaron en Moscú dos años antes que la Unión Soviética se disolviera. Según recuerda, según la gente que fue allí, dijeron que fue uno de los mejores conciertos que han ido.

Entre tanto que veía, vio unos dos cuatros en el escritorio del cuarto.

Eso le interesaba porque seguro era algo que tenía que ver con su familia, la nueva familia que tiene ahora.

No hizo dos pasos que, sin darse cuenta, tropezó con algo que había allí, producto de su manera tan desordenada de tener el cuarto, al menos este chico Lemy.

Se dio un fuerte golpe en la cabeza, en la frente con el escritorio de madera, dejando una fuerte marca en tal frente que se tomó al instante debido al dolor que estaba sintiendo, sintiendo además algo fresco que estaban en las puntas de sus dedos. Se miró rápidamente y esto era sangre justamente, cerrando sus ojos con más fuerza al sentir que tal dolor se intensificaba.

Y el dolor aumentaba.

Entre tanto dolor, parecía que las cosas se hacían más claras.

Su nombre era Lemy

No, no solo Lemy.

Su nombre era, completo, Lemuel Lincoln Loud.

La cabeza le dolía horrores, también producto de sentir que estaba recordando todo, completamente todo por el golpe que se había dado producto de su ignorancia de los alrededores desordenados del cuarto.

No solo recordó eso sino todo, todo lo que tenía que ver con este chico.

Entre tanto dolor, se levantó todavía sin soltar su frente, maldiciendo un par de veces más en lo que se veía en el espejo una vez más.

—Que mierda… ¿un tajo me hice por un golpesito idiota? Puta madre… ¿cómo mierda me está pasando esto? —no estaba feliz—. Algo, algo... —encontró algo para taparse. No era algo que le hubiese gustado pero era suficiente—. Con esta banda parezco enserio idiota… Dios… ¿realmente este es el estilo de este muchacho…? Me costará adaptarme…

Entonces pensó en su nombre.

Lo que más le sorprende es el segundo nombre… pero también su apellido.

Entre quejas, miró bien antes de llegar al escritorio. Allí vio unos cuadros.

Esos cuadros salía él con su madre y hermana. Parecían recuerdos. Salía él de joven, más pequeño, su hermana Lyra y su madre Luna. Ahora recuerda muy bien a ambas. Pero teniendo en mente que Luna es su hermana y no su madre… todavía siente raro.

Lo que fue peor es que ahora, con ese maldito golpe, recordaba todo.

En esos recuerdos, también entraron lo que parecía ser primas… que de primas no son nada sino hermanas… y las madres de estas hermanas… son sus verdaderas hermanas…

Tuvo que tomar aire y necesitaba hacer algo porque esto era demasiado difícil de digerir.

Tanta información de golpe es demasiado. Puede hasta dañarle y hacerle demasiado mal.

Lo aguantó como el hombre adulto en cuerpo de joven que es.

—Hermanas nuevas… hermanas que ahora son madre y tías… —se tomaba la cara—. ¿Qué clase de vida es esta?

Recordó a su familia por completo, bueno, lo que parece ser la familia de este Lemy… pero de alguna manera, hay algunas cosas omitidas.

Eso sí, recordó a su padre, su verdadera padre. ¿Por qué? Porque según recuerda en palabras de alguna de estas chicas, de estas hermanas suyas, un hombre embarazó a todas y listo, nacieron ellos. No hay mucha vuelta.

No quería pensar en esto más.

Buscó algo de ropa.

Cuando encontró la ropa que él recuerda usar, que recuerda usar este chico, cerró sus ojos al darse cuenta que cada vez más odia esta segunda chance.

Planta baja

—¿En serio crees eso?

—Mamá… estamos hablando de Lemy, ya sabes cómo es ese muchacho. Suele fingir miles de cosas con tal de salirse con la suya

—Pero se cayó de un segundo piso Lyra. ¿Crees que de verdad va a bromear con eso?

—¿Fingir que tiene pérdida de memoria es una de las razones para creerle? Ha hecho eso algunas veces tras golpearse la cabeza mamá. Lo sabes muy bien. No tienes que defenderle siempre.

—¿Ignoras que tu tía Lisa sobre tu hermano? Tendría que morir, tendría que estar muerto… pero sigue vivo. Agradece que tienes todavía a tu hermano.

—Tengo 10 hermanos más aparte de él, madre.

—Recuerda que Lemy sale de mí, hija. El resto también son tus hermanos, sí. Pero eso no quita el hecho de que Lemy sea en realidad tu hermano. No seas mala con él. ¿Qué si es cierto sobre todo esto?

—No lo sé, me cuesta creerlo…

Luna charlaba con su hija mientras ambas estaban tomando una taza de café.

Lyra sigue dudando sobre todo esto. Claro que está preocupada por su hermano, ¿qué clase de hermana no se preocuparía por su hermano menor? Aun así, siente que Lemy sigue intentando engañar a todos para que le hagan cosas, aprovecharse de todos porque él está débil. Quería que su madre entienda esto pero realmente parece creerle.

Tarde o temprano, tendría que ver la realidad y dejar de consentirle demasiado.

—Trata de al menos cuidar un poco a tu hermano y si está cerca de alguna ventana de segundo piso, haz algo.

—No te preocupes, realmente haré algo madre.

Las dos castañas siguieron bebiendo su café. Ambas notaron que Lemy bajaba las escaleras lentamente, mirando para todos lados, como si fuera la primera vez que miraba tal lugar y tal decoración.

Lemy, Lincoln de hecho, miraba para todos lados porque en serio estaba sorprendido de que viviera en una casa bastante hermosa, algo que no cuadra en gustos de Luna pero supongo que cuando a una persona le toca ser padre, algunas cosas cambian.

—Hola —fueron sus palabras cuando arribó hasta donde ellas estaban, su madre y su hermana. Miró a ambas. La verdad es que sacó su vista de su madre, su hermana Luna, porque en serio todavía se siente incómodo. Pronto debe hacerse la idea de esto—. ¿Qué están desayunando?

—Estamos tomando algo —fue Lyra quien le contestó porque él le miró a ella—. Si es que todavía recuerdas algo, todavía hay leche y cereal. Acabo de limpiar los tazones por lo que, bueno, puedes usar uno. Eso sí: lávalos después de usarlos.

—Comprendo. Gracias… hermana.

Al instante que fue a buscar eso, Lyra miró a su madre rápidamente con ojos muy sorprendidos.

¡Me dio las gracias! —dijo gritando a murmuros a su madre, gritos en voz baja. No era alegría ni nada por el estilo, no. Era sorpresa—. ¿Ves? ¡Algo malo está haciendo! ¡Está fingiendo!

Tal vez el golpe le hizo bien y ahora es bueno —decía Luna ahora entre risas—. ¿No que querías un hermano bueno? Hahaha…

—¿De qué se ríe…?

Lemy se unió a la conversación… o eso parecía. Vio a Luna reírse y con tazón de leche con cereal en mano, tardando un poco porque no encontraba una cuchara, se sentó junto a Lyra que dio un pequeño sobresalto.

—… de nada —contestó ella—. Cosas de mujeres

—Oh… ¿quién es más hermosa hablaron? —preguntó como si nada. Las dos le miraron. Él dio un bocado a su cereal con leche. Pensar que volvía a comer esto luego de tanto tiempo, le hizo sonreír como un maldito niño… el niño que es ahora… aunque mentalmente no pero, oigan, se entiende la idea—. ¿Qué? —notó la mirada de ambas—. ¿Dije algo malo?

—¿Cosas de mujeres…? ¿Crees que es discutir quién es más hermosa?

—No… aunque en su caso es innecesario, ambas son muy hermosas —dio otro bocado a su cereal con leche, pestañeando varias veces porque esto no es algo que diría él. Bueno, capaz que el dueño de este cuerpo tenía una naturaleza de alabar a los demás, sobre todo a ellas dos. Vamos, que hasta él se sintió ahora raro por decir esto—. B-bueno, es un decir ¿no? No presten atención a lo que digo —agachó la cabeza.

Estaba avergonzado… ¿lo estaba? Puede ser. El hecho de darle cumplido de esta manera a una hermana que alguna vez te trató mal, te dejó de lado y demás y que incluso también es tu madre, es bastante raro.

Por el lado de Lyra, era normal de hecho. De lo que es su hermana y el resto de hermanos, tras ese golpe suyo, recuerda todo. Como se dijo antes, tiene algunas cosas que tiene dudas pero sabe de todos ellos. El tema es saber cómo actuar… aunque también tiene ganas de cambiar un poco, todo porque recuerda cosas de este chico… no eran buenas. Era un pervertido. Él también lo es… pero al menos no lo anda gritando en la cara de todos.

Por eso vio a Lyra y le dio una sonrisa.

La misma miró a su madre y le daba más indicios de que Lemy en serio estaba actuando por completo.

—Por cierto hijo —Luna le llamó y él miró a su cara—, es posible que Lupa venga a verte

—¿Lupa?

—Ya sabes, la hija de Lucy —no, no sabe. Bueno, sí pero todavía sigue un poco fuera de onda con todo esto—. Ella quiere ver cómo todavía finges que estás mal.

—Bueno… supongo que se va a llevar una sorpresa…

—Supongo que sí —decía Luna. Entonces, cuando escuchó la puerta, se levantó para ver quién era y sí, era ella—. Y supongo que tú también te llevarás una sorpresa —abrió la puerta y sí, ahí estaba Lupa, esa muchacha que según tiene en mente Lincoln, la odiaba a muerte pero era la que mejor se llevaba con él—. Hola Lupa

—¿Dónde está el muerto? —decía ella como primeras palabras—. Ah, ahí estás —no prestó atención a su tía aunque luego la saludó asintiendo—. Deja de fingir, vamos, prometiste que me ibas a dar una mano.

—Oh… no.

—Ven y… espera, ¿qué?

Y Lupa, una albina que de alguna manera le hizo recordar a lo que él era antes, le miró con demasiado asombro.