Capítulo 04 – Padr–… abuelos.

—¿Quieres una porción hermano?

—Está bien… ¿tú también vas a comer?

—¡Por supuesto! He comprado este pequeño pastel de chocolate. Tiene una muy buena apariencia. Por supuesto, no podía olvidarme de mi hermano. Ten, ten una rebanada.

—Ey, gracias. Espero que tú…

—¿Qué?

—…

—¿Qué? ¿Qué pasa hermano? ¿Acaso sucede algo?

—N-no, no sucede nada, no te preocupes.

Él entonces se quedaba mirando a lo que era su hermana mayor en silencio, juzgándole de la misma manera con esa mirada que él podía hacer, esperando que su hermana no lo notase aunque para ser sinceros, ella estaba demasiada concentrada en su "pequeña" porción de su pastel de chocolate.

Dicha porción era simplemente todo el resto del pastel que había quedado luego de darle una pequeña rebanada a él, algo que todavía le sorprende que siga haciendo esto después de decir varias veces que empezaría una estricta dieta.

Suspiró al ver que su hermana no cambiaría mucho. Acomodó su largo cabello dorado mientras comía un poco de su rebanada y asentía con una pequeña sonrisa al darse cuenta que en serio era bastante bueno. Miró a su hermana y ella ya le había dado dos grandes bocados y de darles unos cuantos bocados más, seguro que lo terminaría rápidamente.

—¡Mm! —ella parecía disfrutar de esto realmente—. Pensar que no te iba a comprar cuando te vi en el aparador… —y seguía babeando a pesar de estar comiendo—. Qué bueno es llevar el dinero suficiente para poder comprar esto…

—¿Hermana?

—¿Sí Lyle?

—Pensé que dijiste que…

—¿Qué cosa he dicho?

Ante la inocente cara de su hermana mayor, suspiró pesadamente mientras negaba.

—Nada, olvida lo que dije

—¿Okey?

—Tan solo disfruta de tu porción

—¡Eso haré! —y ella vio que él se había levantado—. ¿A dónde vas?

—No lo sé —respondió con sinceridad—. Algo me dice que me pare… siento que algo va a suceder

—¿Cómo un sexto sentido?

—No lo sé —volvió a responder—. Tanto tiempo junto a Lemy… te hace sentir muchas cosas que antes no has sentido… —luego miró a su hermana que tras darse cuenta de cómo dijo esto, tenía que aclarar—. En buen sentido —decía firmemente—. He tenido muchos problemas… y ahora sé muy bien cuándo darme cuenta de ellos…

—… ¿quieres decir que ahora vendrán problemas?

El sonido de la puerta entraba en los oídos de ambos hermanos. Los dos miraron a tal dirección.

—Iré a abrir —decía el pelilargo de Lyle—. ¿Puedes guardar mi porción por favor? Gracias

Cuando Lyle entonces fue a abrir la puerta, su hermana asintió con una gran sonrisa y de pronto, tomó esa porción de su hermano menor para llevarla… llevarla a su estómago como una toda dama que le gusta y adora comer.

Lyle entonces abrió la puerta y bueno, ese sentido que le decía que algo podría llegar a suceder… realmente acaba de suceder.

—¡Hola hermano!

Una Lacy y una Liby exclamaron alegremente en lo que su pequeño hermano pelilargo abría la puerta con una cara con un toque de sorpresa, seguro no esperando esta visita tan inesperada como la que está sucediendo en estos momentos.

—Ey, hola Lyle

—Hola

Lemy y Lupa no dijeron mucho, sobre todo Lemy.

Todavía Lemy, Lincoln, encontraba un poco chocante que este hermano menor suyo Lyle parezca una mujer a simple vista. Sabe que es hombre, sabe que sus recuerdos le dicen a gritos que este chico frente a él es un hombre… pero su apariencia… dudaba internamente. Aun así, conociendo a este tipo de personas, mientras más sea tratado como el hombre que es, mejor.

Aparte, uno puede tener pensamientos confusos con estos chicos que parecen mujer… pero si uno se pone a pensar, con tal apariencia "frágil" puede tener una mayor proximidad a las mujeres, siendo un gran plus.

—¿Vinieron a ver a mi mamá para conseguir cosas gratis o…?

—Quería venir a verte —la sorpresa del pelilargo al escuchar a su hermano fue grande—. Además, Lacy y Liby dijeron que la tía Leni podría hacerme algo de ropa

—¿No te gusta lo que tienes?

—Me hace sentir algo gay —decía viendo su ropa—. ¿No lo crees?

—Demasiado

—Lupa, estoy hablando con Lyle, no contigo

—Pensé que estábamos de acuerdo que el cuero te hace ver de esta manera

—¿Cómo?

—Imbécil.

—Lupa, auch.

Aunque Lacy, Liby y Lyle están muy al tanto de la normalidad del odio-amor que se tienen ellos dos, no parece tan severo como antes. No, al contrario, parece más sano. Más cuando las dos primeras han visto que en el camino hasta aquí, algo que propuso el mismo Lemy, él parecía estar muy al tanto de la albina y se preocupaba porque caminara junto a la calle, que no respetara los cruces de las calles. Era como ver un padre con su hija. Lyle, con lo poco que ha visto ese día, notó que su hermano mayor no era el mismo chico que antes. Bueno, parecía seguir siendo un poco tonto pero no tanto como antes. Era como si ese golpe fuera una bendición.

—¿Podemos pasar? —cambió Lupa de tema—. No es bueno tener visitas fueras.

—Ah, perdona —dijo Lyle mientras hacía pasar a sus hermanos para luego cerrar la puerta detrás de ellos—. Mamá está haciendo ropa, como siempre. Creo que saldrá en un rato —decía mirando el reloj de su teléfono—. Si quieren, puedo ofrecerles para tomar.

—Me gustaría algo de soda —pedía Liby con cortesía, la misma que ofrecía Lyle al preguntar si querían algo de tomar—. ¿Tienes?

—Solamente de uva —Liby asintió, lo mismo Lacy—. ¿Tú Lupa? ¿Quieres ir al patio a fumar con Lemy?

—Lemy no fuma —esto hizo que él se sintiera extrañado—. Ahora es… "un niño bueno"

Le miró entonces Lyle a Lemy. Este suspiraba pesadamente.

—Aunque la tía Lisa pueda hacer milagros, no quiero fumar… no quiero volver a morir

—¿Qué?

—Nada, nada —sonreía—. Solamente no quiero fumar más… y si puedo tener un vaso de agua, sería genial.

—Entendido. Bueno. Pueden ir al comedor o a la sala. Si quieren, podemos pasar el rato en el patio. Es un lindo día para poder conversar.

—¿No quieres venir con nosotros a salir por allí? —decía Lacy—. Entre más, mejor.

—No creo que quiera —decía—. Puedo pasar el rato con ustedes si están aquí, sí. Pero de salir, no creo que sea buena idea. Tengo tareas que hacer. No quiero retrasarme para nada.

Lacy suspiraba frustrada.

—¿Tarea? ¿En serio? ¿Tanto te preocupa? Ya tienes las notas más alta que se puedan pedir, ¿por qué quieres seguir estudiando?

—Si fueras una estudiante ejemplar, tal vez lo entenderías… ah, cierto, no lo eres.

Liby codeaba a Lacy porque le dio en el punto débil de ella.

No es que sea tonta. No es como su madre a su edad. A ella los estudios también le importan pero si tiene la chance de poder salir y estar con sus hermanos y amigos, pues la respuesta es más que obvia. Es por eso que a veces sus notas no son buenas. Son por encima del promedio lo cual es más que suficiente. Aun así, en ojos de Lyle, ella es una tonta.

Lyle fue a buscar esa agua para Lemy y la soda de uva para sus hermanas. Lupa no quería nada, ella directamente pasó al patio mientras saludaba a su otra hermana mayor que comía ese pastel, alzando una ceja al notar que se había terminado un pastel por ella misma, negando en lo que ya estaría sacando un cigarro para ya fumar ya que no tenía suficiente.

—La casa es grande —decía Lemy asintiendo—. ¿Gana mucho la tía?

—La tía trabaja con la tía Lola —comentaba Liby—. Una hace ropa, la otra modela con ella. Además, ambas invirtieron bastante en varios negocios… bueno, de hecho de no hacer ropa o modelar, ambas viven gracias a que han comprado complejos y hacer apartamentos.

—Viven de rentas

—Eso mismo —decía Liby—. La tía Lori es algo así como una jefa de una empresa. Para resumirte, todas ganan mucho dinero…

—… ¿es raro pensar en estos momentos que las tías tienen trabajos que todo el mundo desearía tener y que es una gran fortuna que todo les haya salido bien?

—Liby todavía se pregunta cómo es que su madre hace comedia y a todo el mundo le gusta a pesar de que piensa que es una mierda…

Lincoln, Lemy, no podía decir nada sobre esto porque, en su anterior vida como él mismo, ha visto en tele a Luan que al resto. Bueno, de hecho era siempre Luan, Luna o Lola. Las dos últimas no tanto las miraba porque siempre miraba a la primera y las rutinas que siempre hacía en televisión. Admite que en serio había mejorado y su nivel era muy alto. Era tan alto que en serio le daba risa y quería verle, no solo para volver a verle sino para poder apreciar esa comedia en persona.

Por encima de todo, empieza a recordar poco a poco todo. Le es curioso, demasiado, que todas sus hermanas hayan tenido trabajos que les hace ganar demasiado. Parece que en serio les había ido bien. Eso, en su corazón, le hacía sentir demasiado bien.

—Aquí tienen —decía Lyle entonces mientras alcanzaba todo lo que sus hermanos pidieron—. Espero les guste y… ¡Liena!

—¿Sí?

—¿No guardaste mi porción de pastel?

—… ¿qué porción?

La mencionada chica Liena hizo aparición frente a todos.

Lemy se quedó congelado con su vaso de agua en mano.

No era Lemy ahora sino Lincoln quien reaccionaba ante esta chica Liena que aparecía con una tierna sonrisa mientras veía como Lyle parecía molestarse un poco al ver que ella no parecía tener fondo alguno con respecto a su estómago.. Lincoln se quedó entonces mirando a Liena, una muchacha un poco más alta que lo que parecía ser su disque hermana Lyra, con un cabello rubio más claro que el de Lyle, muy parecido a lo que recuerda de Leni. Tenía ese tipo de peinado que tenía Lupa, ese pequeño mechón que se levantaba, como el suyo que había tenido alguna vez. Su cabello llegaba poco más a sus hombros. Se notaba la camisa debajo de ese suéter agua marina, teniendo como prenda inferior una falda blanca con pantimedias que llegaban casi al final de donde terminaba dicha falda de color claro también y unas botas algo oscuras. Lo que más destacó es que se notaba que el cuerpo de ella… parecía tener un poco de peso de más. Era una chica rellena.

Se quedó realmente en blanco cuando la vio porque cada facción de su rostro era bastante perfecto, tanto que pestañeó varias veces porque no puede tener estos pensamientos con una chica que parece ser un año menos que su hermana, su nueva hermana Lyra. Es un hombre adulto… en el cuerpo de un chico que parece estar viendo a una Diosa.

—¿Qué pasa con Lemy? —preguntaba Liby mientras miraba a Lacy.

—¿Creo que vio a Liena? —respondía con otra pregunta la pequeña deportista—. Creo que es eso… ¿seguro tiene pensamientos sucios? —ella ponía cara de gato ahora mismo—. ¿Nuestro hermano por fin tiene pensamientos de un hombre?

—¿Con nuestra hermana? —le preguntaba como cuestionando a su hermana Lacy con grandes dudas.

—Son solo pensamientos —decía ella con una sonrisa—. ¿Crees que haría algo como, no sé, tirarse a su hermana?

—Sabes que hay gente muy capaz de eso… 200 a que no sucede

—Trato

Y cuando Liena por fin vio a Lemy, que le seguía mirando sin decir una palabra, se mostró algo confundida pero verlo también le hizo recordar algo.

—¡Hermanito! —y ella, lentamente caminó hasta él y levanto a Lemuel para abrazarlo con mucha alegría—. Mamá me contó que sufriste un golpe en la cabeza. ¿Estás bien? ¿Necesita que te cocine algo para que estés bien? —pero no había respuesta alguna de Lemy—. ¿Lemy?

—Lo tienes enterrado entre tus pechos, Liena —decía Lyle—. Creo que apenas puede vivir

Liby y Lacy se miraron sus propios pechos…

No había nada qué discutir.

—¡Oh, lo siento! —y soltó un poco a su hermano, viendo cómo recuperaba algo de aire con una fuerte bocanada—. Hace rato que no te veía y saber que te pasó eso… ¿estás bien?

—Creo… ¿puedo bajar? —ella asintió y le bajó. Por unos instantes, había sentido el cielo. Se tuvo que calmar mentalmente porque es un hombre adulto. Tiene el cuerpo de un joven, es un joven, claro que sí… pero no puede tener tales pensamientos con ella—. Gracias… y sí, estoy bien, gracias por preocuparte… y con lo de la comida… ¿cocinas?

—¿No sabes? ¡Soy la mejor! —en eso, se dio cuenta de otra cosa—. ¿No recuerdas?

—El golpe en la cabeza le movió el cerebro, bastante —aclaró Lacy a su hermana mayor Liena que se mostró confundida—. Recuerda todo… bueno, más o menos. Sabe quiénes somos en nombre pero no en apariencia. De a poco irá recordando todo. Mientras no tratemos de explotarlo con información que haga que le dé fuertes dolores de cabeza a tal punto de que tales recuerdos se borren para siempre, todo estará bien.

Por supuesto, tras decir algo tan inteligente, más viniendo de ella, le miraron con gran sorpresa.

—¿Qué? —decía ella—. También presto atención cuando tiene que ver con personas que me importan —y le tiró de la mejilla a Lemy que mostraba repulsión total sobre esto—. ¿Cómo no querer al pequeño niño?

—¿Lyra?

—Lyra es un caso especial —le respondía Lacy—. No te preocupes. Te ama como todas te amamos… ella, como dije, es un caso especial.

—Entiendo…

No le queda duda alguna de que Lyra realmente le quiera. Es su hermana mayor después de todo. Entre tantas peleas, al final los hermanos se quieren. El hecho de que ella sea la persona que ha sido en estos pocos momentos después de despertarse y reencarnar, le da a entender que la cosa es… un tanto seria y complicada.

—El tema Liena es que Lemy recordará todo a su debido tiempo. Ahora solo es… ¿Diferente y especial? ¡Ah! ¡Sí! ¡Es único y diferente! —se reía Lacy—. Ya sabes, como…

—Se entiende de todas formas —decía Lemy interrumpiendo. Luego, ya con el aire de nuevo recuperado tras ser asfixiado, miró a Liena con una sonrisa. Realmente la ve y le recuerda demasiado a Leni—. Aun así, debo de admitir que no pensé que mi hermana Liena sería… mm… ¿qué palabra busco? ¡Ah! ¡Muy hermosa! —con ese comentario, Liena no pudo evitar ruborizarse un poco—. ¿En serio cocinas también? Suena genial, ¿puedo probar algo de lo que puedas hacer a estas horas? —miró a Lacy—. ¿Qué hora es?

—No lo sé, ¿por qué no le preguntas a la hermana más hermosa?

—Eso estoy haciendo

Lacy se quedó por momentos congelada en lo que iba a responder, teniendo una sonrisa porque si realmente le considera esa hermosa hermana, ¿por qué no sonreír y estar feliz? Claro que esto fue una broma por parte del muchacho de la banda ya que se volteó nuevamente para volver a hablar con Liena, una hermana que realmente se sorprendió bastante por la aparente amabilidad de él, sonriendo en lo que en serio quiere darle algo de comer al notar lo flaco que estaba.

—Iré afuera —comentó Lacy de brazos cruzados—. No puedo tolerar esto…

—¿Celosa?

—Liby, mátate.

—Sí, sí, estás celosa, no es para tanto, vamos, te acompaño. Creo que Lupa ha estado sola todo este rato y capaz se nos ha muerto.

Y solo quedaron ahí Lyle, Liena y Lemy.

Lyle en serio que se mostró un poco sorprendido porque no había visto nunca a Lemy ser tan bueno con su hermana, más ahora tratarle con tanto respeto y soltar tantos comentarios dulces y agradables, sobre todo de que sin importar el peso que ella tenga, sigue siendo hermosa.

Tal vez Lemy quería comida por parte de Liena, seguro era eso. Por eso era bueno y tan dulce como lo es ahora y su hermana, como muchas veces no recibe cumplido alguno, fue comprada bastante fácil, posando sus manos en sus mejillas mientras parecía muy contenta de ser alabada por su belleza inexistente.

Lyle sonreía porque de alguna manera, Lemy seguía siendo Lemy

Días después. . .

Seguía en su cama.

Estaba bien, nada malo le sucedía. Su cabeza no duele y está bastante bien en términos de salud.

El hecho es que cuando fue a casa de sus dos nuevos hermanos, Liena y Lyle, tuvo el placer de conocer, de nuevo, a su verdadera hermana Leni, una chica que pasó de ser una dulce hermana a una dulce mujer, demostrando que de verdad era bastante hermosa, tanto que ahora entiende la belleza de Liena. El punto es que ella seguía siendo la misma de antes, no cambió demasiado. Se puede decir que seguía siendo un poco tonta. Eso no quitaba para nada el hecho de que seguía siendo bastante hermosa, ahora más que antes ya que era toda una mujer.

Lo mismo que hizo Liena con él cuando le vio, ella hizo esto, apretando con más fuerza, olvidando por momentos que esta chica, su tía, era su verdadera hermana. Aquí sí estaba a punto de morir por falta de aire debido a lo que se cargaba en el pecho Leni. Fue tanta la presión que estaba ya rojo, tirando a morado, debido al fuerte abrazo.

—¡Lemuel Lincoln Loud! —todavía recordaba que le había llamado de esa manera—. ¡Me alegra saber que mi sobrino está bien! —después de decir eso, ella le había bajado y apenas recuperaba el aire—. ¿Sabes? Tu segundo nombre yo lo decidí. Fue difícil convencer a tu madre pero, como la buena hermana mayor que soy, ella aceptó mi consejo. Te queda perfecto.

—¿Por qué el segundo nombre? —preguntó ese día con cierta sorpresa, recuperando algo del aire que le estaba faltando.

—¿No sabes? —ella mostró esa expresión tonta que suele hacer, solía hacer de joven cuando todavía vivían en la misma casa—. Tu nombre es por nuestro hermano, tu padre

—¿Qué?

—¿No recuerdas? Ah, cierto, cierto, el golpe en la cabeza —hizo una expresión infantil mientras se reía ella sola. Liena y Lyle no parecían estar sorprendido por esto, es más, parecían como que le daba igual el tema. Él en su lugar, estaba tratando de entender todo esto—. Te pareces demasiado al hermano que alguna vez tuvimos con tus tías y tu madre, tu padre —decía como si nada—. ¿Recuerdas ahora? Eres hijo de nuestro hermano Lincoln. Por eso ese nombre tienes de segundo nombre —y ella suspiraba con algo de dolor ahora—. Seguro estaría feliz de verte… pero no mucho porque no sabe de ti para nada… es una lástima.

La repentina revelación de esto le hizo desmayarse.

No recuerda mucho tras despertar. Estaba en casa cuando abrió sus ojos, viendo a su madre que le abrazaba y le besaba la frente, preocupada por esto que le había pasado. Lyra apenas dijo algo y luego se dio la vuelta. No era algo que le importe con respecto a la actitud de ella.

Lo que le importaba era esto que había descubierto.

¿Él? ¿Padre de estos chicos?

Apenas había conocido algunos pero, ¿es padre de muchos chicos? ¿Cómo esto habría sido posible?

Ha tenido relaciones en su anterior vida pero nunca ha hecho nada con sus hermanas porque ellas ni él podían acercarse el uno al otro debido a lo que había pasado con el asunto de la mala suerte. Más allá de eso y como pensaba y se decía, nunca tuvo hijo alguno, menos hijos. Siempre había usado protección. Tampoco quería tener hijo alguno.

¿Cómo, entonces, ahora tiene hijos con sus hermanas? Era demasiado inhumano a decir verdad. ¿Alguien realmente podría hacer eso? No, no cree que alguien sería tan capaz de poner encima de su hermana, más hacerle un hijo. Ahora, pensando, ¿no debería salir con problemas? No, no, borró esos pensamientos al instante que Lisa arribó a su mente. Ella sería capaz de hacer que todos salieran bien y sin problema alguno.

Sea de manera natural o de manera artificial que estos hijos suyos hayan nacido, siguen siendo sus hijos.

Esto le hizo estar en la cama un par de días. La notica de saber esto fue tanto para él que apenas quiere hacer algo. Ver y pensar que sus nuevos hermanos son sus hijos en realidad y que su madre en realidad tuvo hijos con él…

En eso, se levantó de su cama.

Se dio cuenta de algo.

En sus recuerdos, había venido algo.

Sus padres, sus verdaderos padres.

Sus verdaderos padres están vivos

No.

No.

No sus padres, sus abuelos ahora.

Ellos estaban vivos.

Ellos seguro sabían todo esto… o tal vez no.

En caso de que sepan o no, levantándose rápidamente y poniéndose toda su ropa, su nueva ropa, su camiseta, su chaleco y sus vaqueros algo rotos, más también su banda que usaba, se calzó y se iba a ir directo a lo que sería la casa de sus padres.

Abuelos, abuelos.

Eso se repetía en la mente.

Iba a ver a sus abuelos, sus padres, personas que desea ver con toda su alma ahora mismo.