Capítulo 14 – ¡(NO) eres una puta! – Parte 1
—¿Estás bien?
—C-creo que lo estoy. Solamente es un golpe.
—Oh, amiga… no es nada malo, es solamente un pequeño corte. Todo va a estar bien.
—¿Eso crees? Que Lemy me reciba con algo contra mi cabeza no es algo muy bueno que digamos ¿sabes? No creo que…
—No te preocupes, todo estará bien. Tú tan solo deja que hable con él y vas a ver que a partir de ahora, después de que hable con él mejor dicho, te va a querer. ¿Cómo no va a querer a una chica hermosa como tú?
—… no creo ser hermosa, para nada…
—Mientras yo crea que eres la chica más hermosa de todas, no hay nada de qué preocuparse.
Sam todavía contenía muchas dudas sobre esto, más porque lo primero que recibió fue miradas extrañas y de la nada, recibió algo así como un jarrón en la frente que le había dejado un corte y ahora, tenía que llevar un vendaje en la frente misma. Le dolía todavía pero más le dolió otra cosa.
Lincoln.
Nadie sabía sobre Lincoln, nadie sabía su historia con Lincoln.
Luna sabe pero no todo.
Ella solo sabe que le contó que si bien tuvo esa noche con Lincoln, luego él fue encerrado porque había hecho fraudes y cometido algunos delitos que sinceramente, no podían ser contados con los dedos de las manos de 20 personas. Es más, que también había intentado abusar de una menor. Ella no sabía nada de esto, para nada. Luna le creyó y por más que había odio en su mirada cuando le contaba esto, notó la mirada de pena y tristeza que tenía sus ojos.
En el fondo, nunca iba a contar lo que ella realmente hizo con Lincoln.
—Luna…
—¿Sí?
Luna seguía cuidando de Sam. La llevó a casa de la segunda para que esté alejada de todo. Dejaron a Lina en el camino pero ella sabe muy bien que nadie le haría nada. Ya demostró que por tocar a Sam, Lemy quedó mal. De tocar a la niña, los mataría. La veía como su propia hija encima. Volviendo al caso este, ella estaba ahora en casa de Sam, ayudando con esa lesión en su cabeza. Todo estaba bien aunque tenía también aquello en mente sobre lo que le dijo su hijo.
"Elegiste a una puta antes que tu hijo"
—¿Luna?
—Eh, perdona, ¿has dicho algo?
—Yo solo… —la rubia dudó. Tragó saliva. Tenía bastante cerca a la castaña. Todavía sentía algo de miedo al preguntar esto. Aun así, tenía que hacerlo—. …quiero saber… si no te molesta… que yo en el pasado haya sido… bueno… ¿haya sido una puta?
—Sam
Luna apoyó una mano en el hombro de ella. Luego la misma mano fue llevada hasta la mejilla de la rubia de mechones turquesas y estaba sorprendida por esto.
—No me importa qué hayas sido en el pasado —su tono era muy dulce—. Me importa lo que eres ahora, y eres la mujer más hermosa de todas, MI hermosa mujer…
Palabras hermosas, gestos hermosos, Sam correspondió tal cosa con un abrazo que Luna le estaba dando en estos momentos y que sentía la calidez y el afecto transmitidos por ella y esto era algo muy hermoso, algo que en serio necesitaba en estos momentos porque se siente demasiado sola.
Aunque… aunque de verdad, mientras era abrazada por ella, en su mente, creía en las palabras de Lemy que dijo sobre Lincoln… no, no las creía pero se preguntaba.
¿De verdad ha hecho que Lincoln se muera?
Residencia de Luna
Ya había pasado un pequeño rato.
En ese rato, Lisa se volvió a comportar como una mujer acorde a su edad. Dejó de llorar, dejó de comportarse como una niña tras saber la verdad y miró a sus sobrinos, a su nueva sobrina también, que por favor, no digan nada de esto, ni una maldita palabra. Esto no debe saberlo nadie y que esto se muere aquí por completo.
¿A qué precisamente?
—Cualquiera de ustedes, incluida tú Lina, que diga algo sobre esto de… de Lincoln… que ya no está con nosotros… van a pasarla mal.
No hizo comentario alguno si Lina debe conocer a sus nuevos hermanos, que diga que es hija de Lincoln porque su madre y él, Lincoln, tuvieron una excelente noche y luego no se supo nada o que, porque puede pasar, Lincoln estuvo con la madre de Lina cuidando a la misma, lo puede decir… aunque eso último no es verdad.
Lisa se retiró después de este comentario. Dijo algunas cosas más pero no como para que importe o que se nombre en este momento. Es algo que se tiene saber por sentido común.
Ahora, en la casa de Luna, Lina yacía en brazos de Lyra quien le calmó por completo porque había estado llorando por un largo rato. Se durmió por ello mismo. No podía soportar para nada esta fuerte noticia que su madre, la persona que más admira por todas las cosas que ha hecho por ella y ella sola, termine siendo la causante de que su padre, persona que ha escuchado historias siempre muy buenas, haya sido asesinado por su madre… aun si no fue por mano de ella, que arruine su vida… ¿qué podía pensar? ¿Qué podía pensar en estos momentos salvo que su madre no era tan buena como ella creía?
No quería aceptarlo pero la seguridad de ese chico… era demasiada. Era como si realmente supiera todo… y eso es algo que no esperaba.
¿Conocía a su padre?
En lo que Lyra miraba por el bienestar de Lina, llevándola hasta el sofá para dejarle allí para buscarle algo para taparle porque hoy hacía un poco de frío por más que el ambiente esté algo cálido… caliente por cómo se llevaron las cosas hoy, Lyle no dudó en ir a buscar a Lemy.
—¿Cómo es que conoces sobre papá?
Sí, no se hizo esperar para nada.
En todo momento estuvo mirando a Lemy. Era imposible que alguien supiera de su padre. Nadie sabía, incluso si su madre, ejemplo, tuviera una red de información, nunca pudo saber de su paradero, para nada. Ni Lisa, que es una dotada en todos los ámbitos y que puede rastrear a toda persona si se lo propone, tampoco tenía nada.
¿Cómo mierda Lemy pudo dar con el paradero de su padre?
No.
¿Cómo sabe que está muerto?
—¿Sabes algo Lyle? A veces, es mejor vivir en la ignorancia. Por tu propio bien, es mejor que no sepas nada, ¿te parece eso bien?
—No. Quiero saber de papá. ¿Cómo sabes de que… papá está muerto? ¿Cómo… sabes eso? ¿Cómo es posible?
—De nuevo Lyle, es mejor que no sepas estas cosas, más cuando no estás listo para saber la verdad —es más, le tomó de su suéter y estaba bastante molesto—. Es por tu maldito bien —le terminó soltando, empujando. Lyle cayó sentado y se tomaba su parte trasera que, como buen dato curioso, no le dolió mucho que digamos porque estaba algo… ¿acolchonado? De todas formas, eso no importa—. Procura de no decir nada ¿quieres? Harías algo muy bueno en eso.
Lemy cerró de nuevo la puerta de su cuarto en la cara de Lyle que todavía buscaba respuesta alguna. Es más, sintió que su nariz dolía de tal portazo que había dado.
—¿Lemy? ¡Lemy! ¡Abre la puerta…! —pero no hubo respuesta—. …maldita sea… —y se sentó a un costado de la puerta del cuarto de su hermano mayor—. …una vez que puedo saber de papá… —suspiraba pesadamente mientras sus cabellos dorados cubrían toda su cara. Se corrió el mismo para poder ver.
Una vez más, pensó en cómo es posible que su hermano supiera de su padre.
Al menos, si es que es buen hermano, debería de contar algo.
Siempre, siempre, ha dicho de que en el momento que supiera algo de su padre, contaría a todos lo que ha encontrado. Siempre había dicho que la razón por la cual ha estado volviendo tarde, en palabras de Lyra, era porque supuestamente buscaba pistas de dónde podría estar su padre. Él, más allá de la mierda de persona que podía ser en todo momento, realmente era un excelente hermano mayor…
Aunque eso era pasado porque el Lemy de ahora…
Lo quiere y adora tener un hermano como él que parece demostrar bastante afecto… pero no es como el anterior que a la mínima, diría algo de su padre, del padre de ambos, del padre de todos…
—¿No quiere hablar?
Lyle levantó su cabeza y Lyra estaba frente a él. Tenía una cara seria, muy seria, para la situación que se estaba atravesando en este hogar.
—No quiere decir nada —contestó—. …no entiendo, ¿por qué no dice nada? —su tono de voz… no era el mejor—. ¿Por qué no quiere contarnos de papá?
—Tendrá un motivo —era lo único que vino a la mente de Lyra
—¿Qué motivo es más grande que hablar de nuestro padre? —le replicó. La cara de Lyle no era linda para nada. Se estaban empezando a ver signos de que quería llorar—. ¿Cómo va a decir que está muerto? ¡No está muerto!
—Lyle, escucha…
—Me niego a creer que está muerto Lyra —ahora sí que se notaban las lágrimas de Lyle en estos momentos. Se notaban bastante—. Papá no está muerto, no. Sé que está vivo, lo sé. No puede abandonarnos, no puede. ¿Qué clase de padre haría eso?
—¿Un padre negro?
Las dudas de Lyra en decir eso fueron enormes.
Claro está, no quita el hecho de que ella sin querer fue… ¿algo racista?
Lyle estaba llorando y escuchar esa respuesta le hizo quedarse en silencio, con sus lágrimas que salían de sus ojos abiertos e impactados. Es más, Lemy, que estaba decidido a ignorar todo esto, abrió la puerta de su cuarto, no pensando en abrirla en su totalidad y mirar con la puerta entre abierta, salió de su cuarto mismo para ver de igual manera que Lyle le miraba a ella, también impactado por eso que dijo.
—… —miró de reojo a Lyle, puesto que también lo había escuchado, por cómo se encontraba en estos momentos. Lo iba a ignorar e iba a dejar que llore, no le importaba… pero esto de Lyra… le obligó a salir. La señaló—. Eso fue racista, demasiado.
—Dije algo que dirías tú, normalmente —se defendía Lyra—. Aun así, perdón. No sé en qué estaba pensando cuando lo solté…
—Claramente no estabas pensando
De ser una situación normal, Lyra hubiese reaccionado a esto. Le hubiese dado un golpe, todos serían felices. Hoy, como no era una situación muy normal que digamos porque esto de Lina llorando hasta dormirse y que duerme en el sofá y saber de su padre y de que está muerto, se quedó callada y le fulminaba con la mirada.
Lemy negaba.
No quería tocar el tema pero no le quedaba otra.
¿Iba a decir la verdad?
—Papá está muerto, sí —ellos le miraron una vez más. Lyle se niega a aceptar esta realidad—. Antes… antes de que me golpeara la cabeza, recuerdo… haberle visto un par de veces… y me contó algunas cosas… —se frotaba las manos—. Cuando quise volver a verle… ya no estaba.
—¡¿No nos dijiste nada entonces?! —era el turno de Lyle de tomar de la ropa a Lemy y estamparlo contra la pared, ya no solo llorando nuevamente sino muy enojado—. ¡Prometiste que nos ibas a contar si sabrías algo de papá! ¡NUNCA PLANEASTE DECIRNOS NADA!
—Enojarte conmigo no hará que papá reviva ¿sabes?
—Prometiste que en caso de saber algo, nos contarías a todos de ello
—Un caballero tiene corta memoria Lyle —tras eso, apartó los brazos de Lyle como si nada—. Y no me toque con tus manos de mujer, me hace dudar —contestó de mala manera. Lyle, molesto, quiso hacer algo pero no pudo hacer nada porque Lyra le detuvo por completo—. Papá nunca quiso saber de ustedes, no, perdonen, nunca supo de nosotros
—¿A qué te refieres?
—¿A qué me refiero? —soltó una carcajada Lemy—. Me refiero a que papá nunca supo de nosotros, nunca lo hizo. No es que no les importamos, él no sabe que existimos, nunca lo supo
—¿Nunca lo supo?
—Nuestro padre, no sabe nada. ¿Hijos con sus hermanas? ¿Sabes lo que me dijo? "Nunca en mi vida pondría un dedo encima de mis hermanas, no importa qué tan caliente y ebrio esté" ¿Entiendes eso o tengo que explicarle a ambos? Bah, seguro no entienden una mierda. Lo diré así de simple: fuimos creados, fuimos creados a partir de nuestras madres que querían recordar algo de él
—Mientes
—Mala suerte —dijo Lemy con una linda sonrisa, levantando un dedo—. Lori, Leni, Luna, pregunta a quien quieras. Mira sus rostros. Notarás lo incómodas que se ponen.
—¿Qué tiene que ver la mala suerte con todo esto?
—¿Crees en la suerte Lyra?
—Cree en Dios así que debe creer tonterías ¿no?
Lyle sintió que todo se hacía oscuro de la nada y un fuerte dolor aparecía detrás de su cabeza. Casi que se desmaya por tal golpe. No entendía la razón del golpe tras voltear a ver a Lyra que estaba muy molesta. Dijo la puta verdad. No dijo nada del otro mundo.
—Creo —respondió Lyra.
—Entonces te darás cuenta cuando le preguntes a nuestra madre —sonreía Lemy.
La sonrisa de Lemy sí que incordió a Lyra. No porque le parecía molesta o fea. No, nada de eso. Había perdido unos dientes cuando su madre le golpeó. Los recuperó con lo que Lisa hizo. Ahora, ver esa sonrisa… le resultaba raro. Era como ver a Liby sonriendo con esos dientes… no, espera. Ella se dio cuenta de ese algo.
—Me voy
Lemy no dudó para nada ahora. Con eso dicho, fue a buscar algunas cosas. No iba a quedarse de momento en esta casa, para nada. De quedarse, seguro que le haría algo muy malo. Ya sabe, intuye, cómo es Luna. Seguro que si ella vuelve, ya cuestionable de dejarles con Lina llorando y con una Lisa de la misma manera, le haría cosas no muy agradables.
—¿A dónde?
—Donde Luna seguro no quiera matarme —negaba—. Insulté a su mujer, no creo que me perdone… hombre, ¿por qué Luna le gusta tanto las putas?
—¿No crees que eres algo malo con esa chica?
—Lo único que papá me contó —le "contó"—, de su vida es que se arrepiente de haber conocido a una chica Sam. La chica que trajo mamá se llama Sam. ¿No crees que es coincidencia?
En lo que bajaba a la primera planta, pasaba por costado del sofá donde estaba Lina. Se la quedó mirando un rato. En serio, realmente se parecía a él. Tragaba saliva. Es una lástima. Pensar que una niña tan linda como ella salió del vientre de una mujer tan sucia como lo era Sam.
No tiene la culpa de nada pero lamentablemente, nació en un momento no muy bueno, más conocerle también en un momento de tal manera.
—Cuiden de esta chica —decía señalando a Lina—. Cuiden a su hermana
—Nuestra hermana Lemy —decía Lyra—. No me agrada la idea pero tenemos que hacer algo, ¿no te parece?
—¿Dirías lo mismo si cualquier persona, cualquier chica, viene y dice que es hija de nuestro padre? —y se cruzaba de brazos—. ¿Lo harías? Porque yo, sin importar que sea rusa, una gótica, una rockera, una chica que poco sabe de sus alrededores, una mexicana, no sé, supongamos que 20 más, no me importa, nunca las voy a reconocer —dejando en claro que él, Lincoln, nunca las iba a reconocer como hijas por más que las pruebas estén en la mesa, cosa que duraría enormemente porque ha estado con gente pero no con sus hermanas, esas personas en específico, nadie. La única que estuvo con alguien, fue Sam. Pagó por ello, claro. Así le fue—. Nunca serán mis hermanas. Lina que me perdone pero no la voy a considerar mi hermana, nunca. Si tan solo, si tan solo su madre se muere, la reconoceré como mi hermana. Ahora, si me disculpan, este osito de peluche se va a su estuche.
En lo que se iba yendo, Lemy miró una vez más a Lina.
Internamente pedía disculpas pero esto es lo que sentía. No la iba a reconocer, nunca.
Se fue sin más ya. Estar en esta casa significa estar en peligro por culpa de su madre que prefiere una vagina antes que un pene… no, borró eso rápidamente. Suena demasiado mal. No, suena horrible. Más si es su disque hijo, hermano, lo que sea, queda muy mal.
—…
—Lyle
—¿Qué?
—¿Has visto cómo sonreía Lemy?
—No… porque estoy de espalda —contestó—. Todavía no me sueltas
—Oh, cierto —le soltó. Lyle se comenzaba parar. Todavía se tomaba detrás de la cabeza—. Te decía, Lemy…
—Primero, ¿cómo estás tan tranquila? —le preguntaba. Él sigue muy tenso y nervioso con todo esto. Además, le molestaba la tranquilidad de Lyra. ¿No sería ella la primera en reaccionar?
—Soy la mayor —contestó—. Tengo que hacerme cargo de una nueva hermana, de ti también. Tengo que comportarme como la mayor… aunque de no estar tú o ella, realmente mataría a Lemy… aunque no al nivel de mamá… —cerró sus ojos. Reprimió demasiado lo que siente en estos momentos. Ella también quería llorar y preguntar por su padre. Es la mayor, debe comportarse como la misma. Por eso apenas reaccionaba a todo. Mantuvo la compostura. De todas formas, al estar sola, seguro todo lo que siente saldrá—. Pero, yo también quiero preguntarle a Lemy sobre papá… pero, viendo cómo es el Lemy de ahora, no creo que mienta… y… deberíamos preguntar a las demás tías sobre eso de la mala suerte
—¿Crees en eso Lyra? ¿En serio?
—Vi… vi una vez a mamá cuando Lemy dijo algo de suerte, su cara fue fea —recuerda cuando todavía era muy pesada con Lemy. El rostro de su madre no fue bueno al escuchar eso de la suerte. Eso le daba un indicio pequeño—. Tendremos que ver si las demás saben algo… aunque…
Lyra y Lyle vieron donde estaba Lina.
Lina, que estaba dormida, había escuchado casi todo.
En secreto, estaba derramando lágrimas otra vez.
—¿Qué era eso entonces que ibas a decir de Lemy? —recordó Lyle ahora—. Algo de su sonrisa ¿no?
—Sus dientes —decía ahora recordando ella también—. Eran como los de Liby
—¿Cómo los de ella? —decía confundido—. No entiendo. ¿Tenía como dientes de conejo? —Lyra asentía—. Pero, se supone que Lemy tenía esos dientes normales… aunque con un espacio en la parte de adelante… ¿le cambiaron?
—No lo sé… pero la tía Luan siempre decía que con esos dientes, era muy igual a papá… y ahora Lemy tiene esos dientes… le queda raro.
—Dientes de conejo como Liby y la tía Luan… ¿qué sigue? ¿Algunas pecas y pelo blanco?
Lemy, que estaba ya lejos, estornudó ante esto, sintiendo que estaba hablando de él pero mayormente, que decían algo sobre algo que podría suceder… o no.
Pero eso no es lo que importa en estos momentos, importaba solamente una cosa y esa cosa, es que ahora mismo, Lemy tenía pensando ahora mismo ir y adentrarse en las profundidades de sus profundos recuerdos que su mente le quiere hacer recordar así como también olvidar.
