Capítulo 15 - ¡(NO) eres una puta! – Parte 2

—¿Por qué vienes a mi casa?

—Mamá… me quiere matar.

—¿Ah sí? Bueno, suerte con eso Lemuel.

—No, no, lo digo en serio. Mamá me desfiguró simplemente por decir que la chica que trajo a casa era una puta. No sé si la conoces, Sam, la rubia, ¿te suena?

—Mm, no, no me suena. Y si realmente te desfiguró… ¿por qué te ves sano?

—Lisa

—Oh… claro, nuestra hermana la dotada… de todas formas, ¿por qué venir a mi casa, Lemy?

—Nadie espera que esté en la casa de la tía que me odia… tía Lori…

—Hm, tienes razón. De todas formas, ¿por qué debería aceptar esto? ¿Crees que las cosas son fáciles? No, la vida misma es una perra. Siempre te va a coger cuando menos te lo esperes. Y es aquí cuando la vida te coge a ti, adiós.

—Oh… bueno… en ese caso tía… no sabrás nada de Lincoln y…

—¿Qué dijiste?

Todavía seguía sonriendo.

Digamos que Lemy terminó viniendo a la residencia de su tía Lori. Había tantos lugares para poder ir en estos momentos. Había hablado con algunas de sus hermanas, sobre todo con Lacy que la misma le dijo que viniera a su casa, que no se preocupe que su madre siempre pone en su lugar a Luna cuando ella hace algo. Incluso ella misma le iba a defender si su madre le hacía algo porque eso hacen las hermanas mayores.

Se deprimió un poco sobre esto porque Lacy tiene la misma actitud que tiene Lynn en su momento de vida. Eran las mismas palabras. Ella en alguna que otra ocasión le defendía de Luna diciendo que es el deber de una hermana mayor defender a su hermano menor de demás hermanos que le molesten. Esos recuerdos nunca se van a olvidar. Más allá de la mala suerte, todavía extrañaba esos momentos. Sabe que si bien puede revivir tales cosas con estos nuevos hermanos, no es lo mismo, para nada.

Bueno, Lacy parece ser exactamente lo mismo que Lynn nada más que con un cabello más claro… y menos egocentrismo… con un poco mejor cuerpo, buenas piernas, unas que preferís que te ahorquen y…

No, Lemy sacudía su cabeza y por unos instantes se tomó la misma, la cabeza de arriba, porque estaba pensando cosas que no debería.

Rechazó no solo a Lacy que le decía que venga a casa y así pasar más tiempo, porque también le dijo que quiere estar con este yo actual que con el anterior yo que era una basura, como hermanos, lo mismo vino por parte de Liby así como de Liena. Rechazó a las 3 solamente para poder venir y al final, darse cuenta que no conoce a esta chica que parece que su mente le bloquea y a veces no.

Todas pusieron emojis de sorpresa y de miedo y dijeron que por favor, que se cuide.

¿Qué más dijeron entonces de Loan?

Bueno, no fue bueno para nada.

¿Querer raptar menores? ¿Masturbarlos? ¿Succionar cosas que no deberían succionarse a niños?

Siente que es extremadamente exagerado.

—Ah, un invitado…

Dejando de lado todos sus pensamientos, encontró algo que no creía encontrar. No, mejor dicho, vio algo que no pensó que pasaría… pronto de hecho.

—No te preocupes —decía entonces Lori totalmente despreocupada—, no va a molestar para nada.

—No, de hecho, me gustaría que moleste un poco —un tono de voz… fino, soberbio incluso, era lo que impregnaba las orejas de Lemy en este momento que borró todo rastro alguno de estar mal y deprimido por recuerdos viejos para estar más serio que nunca—. Mi hija me comentó bastante de ti —decía ella—, muy diferente, pero mayormente, ya no se deja corromper por dinero… ¿es así Lemy?

—… —entrecerró sus ojos para verle bien. Sabía quién era ella pero era mejor seguir con el plan de ser un idiota y no recordar nada… aunque lo de idiota, mucha gente pensará lo contrario—. …¿tú eres…?

—¿No recuerdas a tu tía Lola? —la misma se presentaba, sonriente como ninguna, nunca dejando de perder esa magia fina que tenía encima—. Oh, no tienes idea de lo mucho que me haces doler en estos momentos, el no querer y no extrañar a tu tía y…

—¿Puedo retirarme tía Lori? —dijo al instante Lemy.

Lola no cambió mucho que digamos. Sigue siendo la reina del drama cuando se lo propone y esto es algo que no le gusta para nada. Tal vez en el pasado lo dejaba pasar porque era como su mánager en esos concursos pero ahora mismo, lo único que puede aguantar es esa presión que recibe en sí mismo de algo querer salir… y no, no hablamos de nada sexual… o asqueroso.

—Sí, vete —dijo Lori—. Loan está en su cuarto —le dio la espalda pero luego recordó otra cosa—. Ah, avísale a ella que venga a saludar a su tía que vino a verle

No hace falta

Aquí es cuando entonces, la rubia de ojos distorsionados apareció.

Lori y Lola no parecía importarles cómo se veía ahora mismo Loan porque esto es algo de todos los días de ella, muy normal, incluso algo orgullosas, sobre todo Lori, por la belleza que tenía la rubia que usualmente aparece despeinada.

Lincoln entonces se congeló por completo.

Sus recuerdos mostraron, tras ver a Loan, mostraban mejor dicho, que ella era una chica que no parecía tener cabal alguno. Que de tener la chance de poder tocar y manosearle, no la iba a desaprovechar para nada. Que también, ella alguna que otra vez se ha sentado en su regazo, frotando ese enorme trasero suyo contra su miembro para que todo luego subiera y subiera, a tal punto que ella tomaba su miembro y lo ponía en su cara y luego, ella simplemente lo dejaba con las enormes ganas. Sentarse con tal trasero majestuoso en su cara, disfrutar de tal experiencia, además de que en algún momento de la vida ella realmente se dejó llevar y lo terminaron haciendo, además de haber estado en el patio y ella no se aguantaba sus ganas de hacerle una mamada y hacer ruidos, además de que también quería hacerlo con tal de que él le golpeara y le dijera lo puta que era por profanar a su hermanito y que los vecinos escuchen lo puta que era…

Este tipo de recuerdos, más algunos que entraban en categorías raras como que ella una vez le orinó el pecho a él, a este Lemy, porque él se lo había pedido, le daba una idea de qué clase de relación tenía con esta hermana suya.

¿Sus hijos se cogen entre ellos?

Esto fue un pensamiento rápido que desapareció porque más y más recuerdos de Loan venían a la mente. Recuerdos lindos habían, sí… pero luego todo terminaba en situaciones que solamente en las pornos… tutoriales para poder hacer un mejor sexo, pasaría…

¿Por qué entonces le quiso espiar estando desnuda y ya lo han hecho varias veces?

Cada día confirma, cada día que pasa, que este Lemy es más idiota de lo normal… y asusta.

Loan apareció entonces, parada rectamente, con un rostro serio. Estaba muy bien peinada. Su cabello estaba tirado hacia atrás y con una buena cola de caballo. Incluso usaba gafas. Se veía esa piel blanca porcelana de ella que le hacía resaltar, hacer ver más hermosa con ese estilo maduro que tenía. La ropa que llevaba era fina incluso, resaltando cada parte de su cuerpo. Sus piernas incluso, de lo poco que se veía por las pantimedias que llevaba, eran…

Lemy se quedó, Lincoln en este caso, congelado al ver que la Loan frente a él que veía era MUY diferente a la Loan de sus recuerdos, además de los comentarios de sus demás hermanas que a decir verdad, se estaba cuestionando la vida misma.

¿Si ella en realidad es buena?

Pensó en esto. Quizás, debido a que poco recuerda de cómo era Lemy antes y de todos antes de revivir de alguna manera, los comentarios de sus hermanas hicieron que tenga una imagen distorsionada de ella y piense que ella ha hecho todas estas cosas y peores… pero quizás y solamente quizás, ella en realidad parece ser una muy buena chica que es muy mal juzgada por los demás…

En lo que pensaba en esto, Loan, que estaba muy seria, miró a su costado y notó entonces a Lemy. Levemente mostró una pequeña sonrisa pero no podía mostrar tal felicidad ahora mismo, para nada. Ella volvió a ser seria pero sus ojos no dejaban de mirarle fijamente.

Hola —dijo al paso. Miró a Lemuel de reojo y no podía dejar de mirar no solo al castaño sino a aquella imagen transparente que parecía estar a su lado—. Hola madre, hola tía —decía con mucha clase en estos momentos, ya ignorando a Lemy y acercándose tanto a su madre como a su tía—. Espero que estén bien

—Mm, Loan, como siempre, muy hermosa —decía Lola con una pequeña sonrisa—. Desperdicias esa belleza tuya, ¿por qué no empezar a modelar? —proponía como si nada—. Te iría muy bien, más si me tienes a mí como alguien que te apoye…

No creo que modelar sea para mí, tía —rechazaba amablemente Loan—. Además, no me gusta que la gente me mire…

—Ow, que desperdicio de belleza pequeña —Lola se quejaba un poco—. Pero es tu decisión. Espero que algún día me hagas feliz y digas que quieras modelar…

Gracias por la oferta de todas formas, tía.

Loan no quiere participar en eso, cree que no es bueno para ella. Tal vez su tía tenga razón, es hermosa, pero de todas formas, no le gusta para nada el tener que exhibirse como lo hacía la tía, para nada. A ella eso no le gustaba.

—Recuerda bajar a la hora de la cena —soltó Lori de la nada a lo que Loan asentía—. Hoy va a cocinar Lemuel

—¿Eh?

—¿Esperabas quedarte de gratis en mi casa? —estaba de brazos cruzados—. Sé que papá aprecia tu cocina. Quiero ver si es de verdad tan buena como él afirma

—Pero…

—Sin peros. Más tarde harás la cena…

—Yo me voy a quedar —comentó Lola—. Por lo que tendrás que cocinarme a mí también

—¿No tienes una hija en tu casa?

—Leia estará muy bien —dijo muy segura—. Y es raro que te preocupes por ella, pensé que la odiabas… ¿no?

—Solo porque cree que me puede comprar con dinero

—¿No es así?

—No todo en la vida se arregla con dinero, Lola —la misma se quedó en silencio y entre más le miraba, más sentía algo raro—. Claro, prefiero llorar en una 4x4 pero… no siempre es la solución, tía… deberías de saberlo, eres adulta, no tienes que esperar que un niño como yo diga estas cosas… —ante el silencio de ella, él se encogía de hombros y suspiraba—. Ni modo

—Loan, lleva a Lemy al lugar donde pasará la noche —ordenaba Lori—. Procura que tenga todo en orden y de no estarlo, hazlo.

Sí, madre —ella se dio la medio vuelta y tomó de los hombros a Lemuel—. Vamos… Lemy…

Lemy no pudo decir mucho más. Solamente asintió y dejó que Loan le tome de los hombros, que le apoye las manos más que nada, para indicarle en donde tiene que ir y no perderse para nada y ella, Loan, se secreto, temblaba un poco, mordiendo uno de sus labios todo por mirar a Lemy y notar claramente que era diferente ya que esta sensación tan extraña de tenerle a su lado nunca se había manifestado antes.

En lo que Loan se relamía sus labios mientras llevaba a Lemy a un cuarto oscuro, Lola seguía callada todavía.

—Dientes y nariz como los de Lincoln…

—¿Qué?

—… —ella miró mal a su hermana mayor—. Nada.

¿Era la única que notó esto?

Puede que no vea casi nunca a Lemy. Le recuerda, claro. Sabe muy bien que esos dientes y esa nariz no son las de él. Esos dientes, esa forma, son los mismos que tenía Lincoln… y en cierta manera, su hermana Luan y la hija de ella también tienen esos dientes. Pero no tienen esa nariz como las de su antiguo hermano mayor… y no recuerda tampoco algo más…

¿Le vio algo de pelo blanco?

Horas más tarde, otro lado

Buscó y buscó.

No había nada de nada.

Toda información que había de él, no había nada. Era como si hubiese desaparecido por completo, como si no hubiese nunca existido. Era algo muy raro. Raro fue al principio cuando buscó de él y había un fuerte bloqueo de información ya que si alguien indagaba más de la cuenta, podría arruinar su vida. Saber más de la cuenta, sería ponerte en una lista de gente que debe ser buscaba, capturada y si hay ganas, ejecutada.

Ya sabes, te convierte en un prófugo de la ley.

Pero entre tanto negro, siempre hay algún blanco… entre tanta oscuridad, siempre hay una luz…

Lisa pudo encontrar algo.

Tras horas y horas de búsqueda, sin descanso alguno solo para ir al baño y tener a su hija encima de ella que no se movía para nada y le daba de comer cada tanto para no matarla de hambre, lo cual es curioso porque la niña misma simplemente puede vivir sin comer pero por costumbre lo hace, en lo que seguía y seguía buscando sobre él. Había encontrado algo. Encontró algo.

Había algo de él.

Ella sonreía y no pudo evitar llamarle.

Mismo tiempo, diferente lugar

—¿En serio?

—¡En serio! ¡No estoy mintiendo mamá! ¡Lemy en serio parece ser alguien diferente!

—¿Alguien diferente…?

—Sí, es como si… no sé, alguien tomara su lugar y se hiciera pasar por él… pero, ¡es de verdad Lemy! ¿Lo puedes creer? ¡Tendría que haberle golpeado antes la cabeza! ¡Sería el mejor hermano de todos!

—¿Por qué estás de esta manera, de todas formas?

—¡Me dijo que soy una buena hermana! ¡Me dijo que soy la mejor de todas! ¡Yo… yo…! N-no puedo creerlo…

—Oye, espera Lacy, ¿estás llorando?

—… es que… Lemy nunca me dijo eso… y me pone muy feliz… yo… pensar que me considera de esa manera…

—Siempre has sido una buena hermana Lacy. ¿Por qué estás así por eso?

—… es… la primera vez que me dice eso…

Mujer pequeña, una cara de pocos amigos que se hizo a la larga de los años, dejando su saco a un costado y su abrigo de igual manera, algo cansada y con sueño, cabello suelto, miraba a su hija que estaba llorando ahora de felicidad.

Plana… no tanto pero tampoco tiene mucho, como Luna… pero no es Luna sino Lynn…

Lynn, mujer que antes había sido deportista profesional, terminó de serlo debido a su enorme agresividad en competiciones y como tal, tuvo que buscarse la vida, más cuando tenía que hacerse cargo de una niña. Como tal, a día de hoy, se ganaba la vida haciendo algo que le liberaba esa agresividad: ser detective.

Aunque a veces tenía problema ella misma. Se dejaba llevar y tenía problema que otro con la ley. No era la gran cosa pero de todas formas, siempre debía tener cuidado.

Llegar a casa, escuchar cómo su hija empezaba a contar esto con tanta alegría que de la nada se largaba a llorar… no sabía qué hacer.

—¿Es… la primera vez que te dice eso? —le decía mientras se inclinaba un poco. No era muy alta que digamos ella y su hija no le faltaba mucho como para alcanzarle—. ¿Nunca… Lemy te dijo eso?

—… n-no… —ella se limpiaba sus lágrimas—. …él siempre me dice… que no me callo nunca, y que no sirvo para nada… me trata bien pero a veces me dice eso… siempre a veces… pero… —sonreía ahora mismo. Miraba a su madre muy feliz—. …pero desde que se golpeó su cabeza y parece ser otro… me trata demasiado bien… y siempre me escribe para saber cómo estoy… y me dice que soy linda… y hoy… me dijo que soy la mejor de todas… —volvía a llorar una vez más—. …soy feliz mamá…

—…

Lynn se quedó callada y abrazaba a su hija que le correspondió, muy feliz por esta noticia.

Lacy lloraba y estaba tan feliz. Su hermano menor le dijo todo eso, le dijo que era la mejor de todas, que era una buena hermana. ¿Cómo NO ponerse así por eso? Nunca creyó que estaría viva para esto. Liby le decía esto y Lupa igual pero no contaba, no se sentía bien. Lyle siempre le decía cosas raras pero le decía que era buena hermana. ¿Lemy? Le dijo que era la mejor. Si compara al anterior Lemy y el de ahora… claramente, es feliz.

Lynn seguía entonces callada, pensando en esto.

Tristemente, pensó en Lincoln.

Esto era igual.

Recuerda que una vez le dijo en la cara, él, que era una muy buena hermana y de no ser que era un tanto agresiva, podría ser una muy linda chica.

El padre de Lacy realmente era un buen muchacho pero ella de verdad tuvo que decirles a todos que él daba mala suerte. Se sentía devastada ahora mismo.

—Realmente eres una muy buena hermana Lacy, lo eres —y ella decía que sí en lo que estaba presionada contra el pecho de su madre. En eso, algo vibró en ella. Se dio cuenta de esto y se separó de su hija—. Perdona hija, mi teléfono —al ver quién era, cerró sus ojos y atendió—. Más te vale que sea algo de vida o muerte porque…

Lo encontré

—¿Qué encontraste? ¿Una forma de hablar sin escupir a la gente?

N-… oye, ya te dije que eso ya no sucede

—Sí, sí, sí. Venga, que llegué del trabajo, veo a mi hija llorar, ahora me llamas seguro para pedirme que mate a alguien que te da problemas. Ya sabes que eso es un enorme NO

—… ¿por qué llora tu hija?

—Eso no te importa. Dime qué diablos encontraste.

Encontré a Lincoln… ¿Lynn? ¿Lynn?

Y Lynn dejó caer su teléfono al escuchar eso.

Centro comercial

Lyra y Lyle se toman esto realmente en serio.

Querían ir a ver aquello. Querían ver si realmente Lemy decía la verdad. Ambos dejaron de lado preguntarle a Luna porque todo parecía estar algo… raro en ella. No, era sensible a esto, más porque estaba todavía en plan de matar a Lemy. Es raro, demasiado.

Los dos realmente quieren a este Lemy, más Lyle que Lyra. El primero porque le trata como hombre y le ayuda en sus cosas y Lyra, bueno, poco a poco acepta más y más a este pequeño. No iban a dejar que nada malo le pase… aunque no están seguro si algo podrán hacer.

Pero de todas formas, no irían a hacer algo, no de momento.

¿Razón?

—Ey, Lina, ¿segura que no quieres algo?

—No, estoy bien…

—Escucha, Lyra está pagando esto. No tienes que preocuparte. No tienes que pagar luego, en serio. Hacemos esto porque…

—¿Soy su hermana? ¿Me reconocen como una?

—…

—Lo sé, es obvio… nadie querría ser hermana de alguien que su madre mata a su padre… ni yo misma sería mi propia hermana… no hace falta que sean buenos conmigo, no me lo merezco…

—Si es por lo que dijo el enano de mi hermano, no te preocupes. Verás que luego cambia de opinión

—… ¿cómo puedes estar tan bien con eso? ¿No te duele que… él dijera todo eso sobre… nuestro… padre?

—Estoy tan mal como tú. Pero se supone que soy mayor. Tengo que actuar bien, comportarme. Te aseguro que seguro me largaré a llorar y querré matarlo por ocultarme esto por mucho tiempo. No pienses que todo está bien solo porque no muestro cómo me siento, Lina. Lyle y yo estamos mal pero no queremos que tú también lo estés. ¿Entiendes?

—No. No tengo hermanos como para entender eso.

—Nos tienes a nosotros… —ella sonreía mientras le daba una malteada que había comprado para ella y para ellos dos—. Lyle no cuenta, nunca lo verás en otro lugar que sea su cuarto

—Oye…

—Pero es bueno. ¿Lemy? ¿El que te dijo todo eso? Dale un tiempo. Lo vas a odiar y luego lo vas a querer.

—¿Cómo tú?

—Eh, puede ser.

—Pero no importa si eres como yo o lo que sea, tienes que entender que ahora tienes hermanos… nos tienes a nosotros ya que al menos ya estamos mentalmente adaptados a lo que pasó… los demás no tengo idea de cómo reaccionarán…

—… gr-gracias… supongo…

Lyle le tomó de la mano libre que tenía y sonreía como Lyra, cariñosamente.

—Estaremos encantados de ser tus nuevos hermanos…

—… tienes manos de chica…

Lyra no pudo evitar mirar a un costado mientras, de nuevo, se tapaba la boca para evitar reírse.

Lyle miraba secamente a Lina que dijo tal cosa tras haberle tocado la mano.

5 segundos de hermandad y ya la odia.