Capítulo 20 – No tan diferentes

Ni Lemy ni Lupa tenían palabras para describir este momento que estaban viviendo ambos.

Por un lado tenemos a un chico que tuvo que escuchar a su disque tía decir cosas como que ella mataría a su hija para luego ella poder suicidarse con tal de poder reencarnar en la misma, es decir su hija, y así poder compartir ese sentimiento de hermandad que alguna vez tuvo simplemente porque ella descubrió – con sus métodos oscuros y raros – que era justamente él, que era Lincoln, su hermano perdido de hace tanto tiempo. Por otro lado, tenemos a una albina que simplemente quiso buscar algunas cosas y se llevó la sorpresa de tener que escuchar no solo lo que dijo su madre sobre que Lemy, su maldito hermano, era justamente su padre que se había ido luego de tenerla a ella sino que incluso escuchó a su madre decir tan normalmente que la mataría para poder ocupar su cuerpo como si fuese algo de todos los días.

En Lemy había un rostro de asombro.

En Lupa, había un rostro de terror y miedo al ver que su madre, tras decir eso y voltear levemente a su dirección, le miraba con una tenebrosa sonrisa que podría helar la sangre a cualquiera que le mirase por más de varios segundos.

Quiso retroceder tras ser mirada de tal forma por su madre por no podía moverse para nada. Ella caminaba a su dirección pero por más que quería moverse, el terror repentino que invadía su cuerpo era enorme. Quería correr, hacer algo pero nada de nada parecía hacer caso. Por más que su cerebro mandara ondas a todas sus extremidades, por más que intente hacer algo, no se movía para nada.

Sudaba cada vez más.

Oh, mi hermosa hija —dijo Lucy entonces desnuda, parándose frente a su congelada hija—. Qué hermoso es saber que has venido justo a tiempo —en eso, la tomó de los hombros, la puso delante de ella, mirando ambas en dirección donde estaba Lemy en estos momentos, algo recostado y peleando todavía para no dejar que ese aroma le domine por completo—. ¿Ves a tu hermano? —Lupa no respondía. Ella, Lucy, cuando dijo hermano, no pudo evitar soltar unas cuantas carcajadas—. Ese chico de ahí, no es tu hermano. Es "MI" hermano mayor, Lincoln, tu padre —como si fuese una bomba, la misma explotó en la mente de Lupa que estaba sin procesar mucho que digamos la situación. Además de eso, el aroma extraño entraba dentro de su sistema y le hacía nublar sus pensamientos—. Cuando tu hermano cayó, se murió y el alma de tu padre encontró un lugar, el cuerpo de tu hermano, mi sobrino. Ahora, ya no es más Lemy. ¿No notas cómo su cabello es casi blanco como el tuyo y esos dientes de conejo como los de Luan? Así era tu padre, con esa nariz y esas pecas. ¿Sorprendida hija? —en eso, soltó sus hombros. Se inclinó un poco para ponerse en frente de ella. Los pechos de ella casi que chocaban con la cara de la albina que seguía todavía sin entender mucho—. Ahora que tienes a tu padre, más en el cuerpo de tu hermano, podrás pasar tiempo con él y hacer esas cosas que siempre haces en tu cuarto imaginando a tu padre —en eso, Lemy pudo más o menos escuchar eso y alzar una ceja ante tal revelación—. Pero primero, quiero que dejes a tu madre un momento a solas con tu padre-hermano… tantos años sin él… me hacen querer hacerlo… y déjame decirte que espero que vengas mañana porque me lo voy a coger hasta matarlo… o dejar algo como para que te diviertas…

—… ma-mamá… —fueron las pocas palabras que pudo decir ella—. …e-él…

No te preocupes —en eso, Lucy acariciaba el rostro de su hija—. Tu madre lo tiene controlado. Nadie se va a enterar de este pequeño secreto nuestro. Las dos disfrutaremos de tu padre en el cuerpo de tu hermano… que puede ser un poco feo pero, sigue siendo tu padre de todas formas… —en eso, ella se tocaba el vientre—, y prometí entregarme a tu padre, sea como sea…

Cuando Lucy por fin se estaba preparando para desvestir a su hija con tal de que su amado hermano Lincoln pudiera admirar lo grande que ha crecido su hija y el cuerpo que tiene y tendrá a futuro, toda su visión lentamente se empezó a oscurecer, además de que también todo su cuerpo se sentía pesado y que sentía un fuerte dolor detrás de su cabeza que le hacía incapaz de mantenerse parada y despierta.

Fue entonces cuando Lemy, Lincoln, apareció como si nada detrás de la pelinegra, aprovechando enormemente que estaba muy distraída en sus sueños más asquerosos y repugnantes sobre que haría cosas con ella y de paso con la albina.

Aunque fue en breve momento, él pensó en cómo alguna vez tendría a Liena a su lado de la cama al despertar todos los días, cosa que creyó que era contradictorio de tan solo pensar que pondría sus manos en su hermana, hija, sobrina, todo lo que pudiera ser.

Pero eso no importaba ahora.

Miró a Lupa, respirando entrecortadamente con un reloj en mano que estaba manchado con algo de sangre y que goteaba la misma. La albina claramente miró a su madre que yacía en el suelo, incapaz de mover un dedo, con algo de sangre que parecía salir y salir lentamente. No era nada severo pero de todas formas, la fuerte impresión de la albina al ver esto, honestamente hablando, fue enorme.

—… —se agachó entonces para intentar socorrerla pero en eso, se levantó y miró a Lemy que estaba como si nada, rojo su rostro y casi que parecía que iba a explotar—. ¡Mi ma-!

Sin el reloj, rápidamente decidió actuar rápido y de un fuerte puñetazo al mentón de ella, logró también dejar noqueada a Lupa que cayó encima de su madre desnuda que no se movía para nada. Se fijó y respiraba. No la mató por suerte.

Síp, claramente fue algo de suerte porque creyó que la iba a matar. Honestamente hablando, las veces que se habrá peleado con gente tras haber sido separado de su verdadera familia con todo esto de la buena y mala suerte, le dio una valiosa lección. Además, vale la pena cuando peleabas por alguien que vale la pena. Mirar entonces a estos dos góticas le hacía recordar a ella. No era gótica pero más o menos tenía un aire. Volviendo al punto importante, Miraba a ambas en silencio mientras estaba procesando todo nuevamente.

Venir fue una mala decisión.

Que Lucy sepa que es él es muy malo.

Pero por extraño que parezca, ahora mismo, dejó eso de lado.

Miró su mano, el puño con el que golpeó a Lupa que la dejó noqueada y cómo se encuentra en estos momentos, respirando pero seguro con un fuerte dolor en el mentón cuando se levante.

Se sentía… demasiado bien de hecho tras golpearle.

Era raro.

Demasiado raro.

¿Se sentía bien porque le pegó a una mujer o porque era Lupa?

La sensación podría ser ambas…

Esperaba que fuera la primera, la verdad.

Un rato después

—…

—…

—…

—…

—… déjame entender: ambas de la nada se resbalaron y se golpearon la cabeza pero Lucy fue la que se golpeó de gravedad y está sangrando.

—En efecto tía Lisa.

—Y tú, de todas las personas en el mundo, no hiciste nada de nada con tal de que ambas terminen de esta manera y así poder aprovechar usar sus respectivos cuerpos…

—Nunca en mi vida pensé en hacer tales cosas a mi familia…

—…

—… al menos después de caerme del segundo piso, no. Nunca pensé en tocar a alguien…

—Y como buena persona que eres entonces, al momento que viste que ambas terminaron de esta manera, tú decidiste llamarme porque en serio no sabías que hacer ¿no?

—No hay nadie en el mundo que no pueda hacer lo que tú haces con la ciencia y la salud, tía Lisa.

—Muy bien, muy bien. En ese caso, primero revisaré su condición que mientras hablamos, ya lo hice.

—¿Tan rápido?

—Podré haber perdido mi licencia médica, ser prohibida en ejercer la misma en todo sentido y siquiera aportar algo debido a los pequeños errores que he cometido en mi vida sobre la investigación de nuevas formas de combatir virus comunes… pero sigo siendo la mejor… es una lástima que la OMS y la ONU decidiera banearme por completo… pero ellos se lo pierden… De todas formas Lemuel, ya hice todo. Ambas estarán bien. Aunque tengo una duda

—¿Sí?

—Los golpes, ambos, fueron muy bien dados. El de Lucy de hecho fue completamente certero. Un golpe que dónde impactó ese objeto contundente, fue en un lugar justo que hará mucho daño pero no matará a la persona. Con Lupa, veo que el golpe al mentón fue certero. Un buen golpe al mismo no solo puede parar un poco las habilidades motrices de la persona, además de que puede que dejes inconsciente a esa persona si el golpe está bien aplicado… lo cual es raro porque ninguna de estos dos casos, no pueden haber sido ocasionados por accidentes.

—Cosas pasan tía. La vida está llena de sorpresas.

—¿Cómo por ejemplo tu aspecto diferente?

—¿Eh?

—Tu cabello ya no es castaño. Ya está casi blanco, como el de Lupa. Tus dientes son como los de Luan, como los de Liby. Tus pecas son las mismas… que Lynn, lo cual es muy extraño. Además de eso, tus rasgos faciales y expresiones ya no son tan toscas como antes. Es más, cada día que pasa, te pareces de alguna manera a Lincoln.

—B-bueno… creo que es casualidad… ¿no?

—Pensaría que es casualidad pero todo en esta vida, tiene una explicación. En tu caso, es raro. He de admitir que es la primera vez que veo esto. Ignorando las historias que mi hermana aquí tirada en el suelo ha hecho alguna vez, nunca he conocido a alguien que le sucedió lo mismo que a ti. Es como… es como si de alguna manera, tras el golpe a la cabeza, de verdad has cambiado…

—Es curioso, ¿no?

—Sí, curioso de hecho.

—Bueno tía, la vida es así. A veces esperas algo, a veces te da otra cosa. Nadie puede salvarse de lo que la vida nos puede dar. No importa cómo seamos, buenos o malos, las consecuencias de nuestros actos siempre tendrán respuesta alguna.

—En ese caso, dime sobrino mío, ¿qué pasó para que hicieras esto?

—¿Qué?

—Es obvio que mientes, demasiado. No creí tu historia, en ningún momento. Quería ver qué podías decirme. Como siempre, terminas diciendo tonterías… aunque no tanto como antes. No quiero pensar y distraerme cuando tu tía está desnuda y tu hermana está también con la ropa algo movida de lugar. Estoy segura, muy segura, que has hecho esto con tal de poder usar sus cuerpos, ¿no?

—Estoy yo seguro que tienes aparatos para poder detectar si alguien mente o no. ¿Por qué de todas formas me preguntas?

—Quiero de verdad creer que no has hecho nada de esto, no desde que has cambiado un poco al parecer.

—¿La verdad? Apenas vine, Lucy estaba desnuda. Ella me tomó por la fuerza y me tiró a la cama. Luego de eso… bueno, de no aparecer Lupa, honestamente hablando, me habría violado Lucy.

—¿Por qué te habría ella violado? Ninguna mujer te quiere como para que te haga eso…

—Oh, vamos. ¿Tú también?

—… estoy 100% segura que eso no pasó Lemy.

—Pues eso fue lo que pasó, Lisa. Lucy intentó violarme. Me intentó hacer suyo… y para variar, dijo algunas cosas más que lamentablemente no puedo decir…

—… ¿dijo algo de matar a Lupa y ella aparecer en su cuerpo?

—…

—Sí, ella una vez me propuso eso. Puede que sea una persona que valore la investigación por encima de todo lo demás, incluso familia… pero cambié. Dejé de ser… tan desalmada. Me importan todos aunque no lo creas. Cuando Lucy dijo aquello, le decliné rápidamente. Luego hice algo como para que pueda borrar ese deseo suyo, ese recuerdo de querer tener el cuerpo de su hija… pero al parecer, si lo que dices es cierto, entonces… ella realmente no puede olvidarse de ello.

—¿Puedes hacer algo? No me gustaría ver que Lupa terminé muerta…

—Raro. Nunca muestras tanto afecto en Lupa.

—Raro. Haces muchas preguntas.

—… tienes razón.

—Siempre.

—En todo caso Lemuel, me ocuparé de todo esto.

—Gracias…

—De mientras, me gustaría que me ayudes, bah, no. Simplemente, quiero que te pares a mi lado. Voy a usar un pequeño aparato para volver a casa rápidamente. Ah, no preguntes, es un teletransportador. Esa gente de verdad se pierde el poder estar más avanzados pero bueno, ellos decidieron revocar todo lo mío.

—¿Qué hiciste?

—Digamos que la idea de usar sujetos de pruebas para probar algunas soluciones no fue muy ético que digamos… b-bueno, puedo decir que más que sujetos de pruebas eran esclavos…

—… ¿en serio?

—… okey, puede que no esclavos sino que los rapté y…

—N-no, no sigas por favor, me hago la idea.

—Bueno…

—…

—¿Listo?

—Creo. Ya estoy a tu lado, ¿qué sigue?

—Nada. En unos segundos, estaremos en mi casa.

—¿Lulu?

Solo para aclarar y cortar un poco los diálogos, Lemy en estos momentos se dio cuenta que la misma siempre estuvo encima de su cabeza. Nunca se dio cuenta de ella. Realmente esta niña es demasiado especial.

—Ah, una cosa más.

—¿Sí?

—Lincoln ahora te queda muy bien como nombre —dijo entonces Lisa mirando al ya albino que le respondió con una mirada sin sorpresa alguna—. ¿No?

—Oh, seguro que sí.

—¿Sabes por qué digo eso?

—Porque seguro sabes que soy él y que estoy en el cuerpo de mi hijo…

—…

—…

—…

—… ¿no?

Lisa guardó silencio y antes de que empezaran a teletransportarse a su casa, miró entrecerrando sus ojos a Lemy que dijo tal cosa que nunca había pensado, para nada.

Como Lincoln se dio cuenta de esto, miró al lector en estos momentos cuando ya empezaba todo su cuerpo a materializarse en lo que desaparecía para estar apareciendo en casa de su tía, haciendo una sola cara.

Hizo la cara de que la cagó enormemente.

Residencia de Lisa, explicación después…

—Entonces es así…

—No sabría muy bien cómo terminar de explicar esto Lisa pero, es como lo dije. De un momento a otro, desperté en este cuerpo. Sigo sin entender cómo pasó pero, no puedo negar ahora que soy Lemy, mi hijo… el hijo de Luna…

—Tus preguntas, tu forma de hablar, la forma en la que haces las cosas, el apego tan raro de Lulu contigo, las cosas que he escuchado sobre el resto de mis hermanas sobre tu forma de comportarte, la forma en que haces todo mejor dicho, me tuvo que sonar de algo… pero, realmente eres Lincoln…

—Lo sé… hasta a mí me asusta…

—¿Alguien más sabe de esto?

—Si quitamos a Lucy y Lupa, Loan solamente sabe que soy yo.

—Ah, Loan. Adivino, seguro que supo que eres tú porque tiene problemas —decía como si fuese nada de nada ese problema—. Intenté varias veces hacer algo por ella pero Lori afirma rotundamente que su hija no tiene nada. Pobre mujer, negarse a aceptar la realidad de que su hija necesita ayuda con sus problemas… pero es su problema entonces. Si ella quiere negarse a creer eso, entonces que sea de esa manera.

—Algo duro, ¿no te parece?

—No, es la realidad Le… Lincoln —tragó saliva y aclaró su garganta. De nuevo, miró a Lemy por arriba abajo. De lo que era Lemy, no había casi nada ya. En serio, era ver a Lincoln una vez más lo cual, por dentro era la niña más feliz del mundo. Por fuera, era la misma mujer sin emoción alguna—. Loan ve cosas que otros no. Eso es producto de su esquizofrenia. Se puede tratar, se puede solucionar… pero Lori no cree que tenga algo su hija. Aun así, ella parece vivir demasiado bien, lo cual es raro para una chica con sus problemas. Salud, sobre todo mental, así como también su vida diaria… la gente me sorprende con lo fuerte que puede ser… aunque, ¿Cómo supo de ti?

—Ella… dijo que cuando me vio la primera vez, pudo ver que aparte de mí, Lemy, pudo ver a un hombre adulto que hacía todo lo que Lemy hacía, ese adulto soy yo. Vio la alma de un hombre adulto ella dijo detrás de Lemy… —en eso, negaba una y otra vez—. …sigo sin creer que ella en serio pudiera verme pero, lo hizo.

—¿Intentó hacer algo más?

—… ella… ella cree que yo no solo la hice a ella sino a todos y luego los abandoné.

—¿Tuviste sexo con cada mujer de la familia para irte y volver? Pff, esa niña lee muchas cosas.

—Ella cree eso, el resto también Lisa —aclaró Lincoln—. Aunque sepan todos que son hijos de entre hermanos, que un muchacho solo tuvo sexo con ellas para luego irse y volver como si nada, ellos realmente lo quieren a su padre… o quieren saber la razón de ir y volver, ir y volver cada año para tenerlos a ellos… —en eso, miró a Lisa—. ¿Qué harías? ¿Le dirías la verdad? ¿Le dirías que sus respectivas madres y tías creyeron en algo tonto como la suerte y así hicieron que su padre durmiera afuera con un traje de ardilla? ¿Cómo creerías que ellos reaccionarían? ¿Eh? ¿Se lo tomarían para bien?

—Y-yo…

—No Lisa, es mejor que siquiera intentes responder —Lincoln le detuvo. Aunque estaba interesado, no quería dejarle hablar. No diría algo que valga mucho la pena. Agachó su cabeza y miraba al suelo, jugando con sus manos. Cerró sus ojos—. De todas formas, si yo no hubiese fingido mucho, nada de esto hubiese pasado… —abrió sus ojos para ver una vez más sus manos con mucho remordimiento—. …hoy estaría con mi familia, seguro con ella, con nuestros hijos… felices… con ustedes…

—¿Con ella? —preguntó—. ¿Has tenido a alguien luego de que nos hayan separado?

—No separado, haberme salvado dirás —comentó él y le corrigió—. Puede que haya exagerado con la suerte, pero de alguna manera, esa mujer de servicios sociales intervino justo… porque sé muy bien lo que iban a hacerme… —levantó su cabeza para verle ahora, molesto—. Lisa, eres la única que nunca creería en este tipo de cosas. ¿Por qué no solo no hiciste nada sino que también querías incitar a las otras que usen objetos punzantes?

—Eh…

—No puedes negarlo, lo he visto todo yo… —tragó un poco saliva. En estos momentos, no fue buenos recuerdos que digamos—. He visto que ustedes planeaban hacerme daño. Si dejarme fuera y tirarme la comida no fue suficiente, pensaban en lastimarme con tal de que ustedes tengan buena suerte… ¿no es irónico? —decía entre risas ahora—. Más irónico es saber que como ustedes no tenían nada para extrañarme, decidieran hacer a estos… hijos míos… —en eso, se señalaba a sí mismo con una expresión derrotada—. …a veces pienso en ello… y me da asco… pero lo peor es que luego veo a las hermanas que tiene el dueño de este cuerpo… y no pienso cosas buenas… y eso es lo peor… yo siendo un hombre adulto debería de actuar como adulto pero, no, estoy teniendo deseos por esa maldita rubia hermosa…

Por supuesto, estamos hablando de Liena porque, ¿Loan? Aunque tiene lo suyo, no le gustaba para nada. Realmente de ser él Lincoln, a Loan la trataría como si fuese una hermana pequeña, nada más. ¿Liena? Bueno, es otro tema.

—Claramente no soy una buena persona y tampoco intento serlo pero… al menos sé que nunca seré como ninguna de ustedes… y conociéndote Lisa, ahora que dices que eres una persona más abierta con tus emociones, seguro les dirás a todas que Lemy es Lincoln en realidad… ¿no?

—¿No?

—… ¿no?

—No —en eso, ella lentamente mostraba signos de estar, haber mejor dicho, llorando por un rato, todo por las palabras de su hermano. Ella realmente sentía todo. Sentía que era cierto, que ella dejó estar a la familia con eso de la suerte y que incentivaba a aplicar castigos físicos con objetos no contundentes sino filosos. ¿Qué fue lo que pensaba en ese momento? Ella no sabe—. No diré nada de nada…

—¿Harás eso de no decir nada para quedar bien conmigo?

—Es lo mínimo que puedo hacer, ¿no?

—Lo mínimo que podrías hacer es volver al pasado para evitar todo esto… pero, es algo que no quiero que hagas.

—¿Por qué? Todo esto se puede solucionar.

—Porque… bueno… —fue entonces que él sonreía. Miró entonces a Lisa con esa sonrisa. Ante tanta mierda, era la sonrisa más puro que pudo haber hecho, no una sonrisa de Lemy sino una verdadera sonrisa de Lincoln—… ahora tengo mejores hermanas… y de paso, tengo un hermano como Lyle que no lo cambiaría por nada del mundo…

Lisa sintió ese ataque personal.

Decir eso… realmente dolía.

Pero Lincoln tenía razón.

No quiere negarle nada. Quiere al menos hacer este favor. No solo no dirá nada sino que hará algo para quitar los recuerdos de este día de Lucy y Lupa y de paso, según él, los recuerdos de hace unos días de Lucy sobre él.

—… gracias de todas formas Lisa por escucharme —decía—. …necesitaba liberar esto… no eres la hermana indicada pero sé que al menos ahora estamos un 1% mejor que antes.

—No, no diga nada, lo sé. Soy una muy mala hermana.

—Sí, lo eres.

—P-pero bueno… yo…

Lincoln entonces no prestó atención a Lisa que se ahorró las palabras.

Pudo ver que Lulu entonces jugaba con los cabellos blancos de él con una sonrisa, una sonrisa que no se podía ver tras ese cubre bocas que tenía encima. Ella parecía adorar jugar con él de esta manera y lo mejor de todo es que cuando tiraba un poco de ese cabello, él se movía un poco. Es más, notaba una sonrisa enorme en él, una sonrisa que alguna vez había visto cuando él jugaba con Lily en aquellos tiempo que cuando la pequeña lloraba, como su cuarto era el más cercano, él siempre hacía algo. Se quejaba todo el tiempo de los llantos de Lily pero al menos hacía algo.

—Lisa

—¿Sí?

—Acabo de recordar algo…

—¿Qué es?

—¿Sabes quién es Sam?

—Sam… mm… espera —en eso, abrió con un pequeño aparato algo que proyectó lo que parecía ser una especie de archivero de personas. Habían muchos nombres. Desde la A hasta la Z. Debía haber como más de 1000 nombres por cada letra—. Sam… Sam… ¿Samantha Sharp? —Lincoln le dijo que sí—. Oh… oh… —en eso, ella cerró sus ojos mientras levantaba sus gafas y frotaba su nariz—. Dime por favor que no te relacionas con esa mujer…

—Luna lo hace…

—Luna, por el amor al átomo, ¿por qué diablos te tienes que relacionar sentimentalmente con mujeres que ofrecen su cuerpo a cambio de dinero?

—¿No es la primera vez?

—Con Sam ya van 4. No seré una persona de emociones pero hasta yo puedo darme cuenta que esa mujer solo quiere dinero de tu madre, de Luna. Todas de hecho sabemos eso pero ella cree que Sam es diferente al resto… ¿Por qué creador de la ciencia decidiste darme una hermana estúpida?

—Creí que la tonta era Leni.

—Leni simplemente finge ser tonta —decía Lisa—. Me duele decirlo pero Leni es igual de lista que yo.

—En serio.

—Sabe muchas cosas. Puede que no lo parezca pero está siempre informada. Tiene mucha gente trabajando para ella que siempre le mantiene al tanto de todo, sea moda, sea farándula, sea lo que sea, ella siempre sabe todo… aunque nunca pudo averiguar nada de ti, lo cual es raro.

—Todo para ti es raro ¿no?

—¿Por qué lo preguntas?

—No, por nada —decía—. …siempre dices que todo te es raro… ¿qué te es normal?

—Experimentar con gente…

—… ¿qué?

—Es broma…

—Tu broma no me da risa, me asusta…

—Dime por favor más de Sam ¿quieres?

—Oh, sí. Bueno, escucha… Tal vez no lo sepas pero, Sam, fue la persona que me mató y… —en eso, vio cómo Lisa de la nada estaba usando una armadura de metal, no una armadura de caballero como en las fantasías, no. Era de esas armaduras especiales que habían en ese juego de un desierto donde un grupo enorme de personas que simulaban ser romanos invadían una represa. Dicha armadura tenía una E rodeada de estrellas. Sostenía una enorme arma pesada que según parece, dispara láseres—. … ¿qué onda con tu atuendo?

Voy a eliminar a esa puta —dijo entonces con su voz gruesa, producto del casco que llevaba encima—. La voy a matar con mi hermosa arma de láser que he hecho. Con esto, la muy puta va a desintegrarse por completo.

—L-lisa, no, por favor, no hagas nada tonto…

¿No? Esa mujer te mató… ¿y no quieres hacer nada?

—Sí pero… escucha, tengo un mejor plan… que usar una servoarmadura…

Lisa entonces salió de tal servoarmadura. Tenía una expresión molesta.

—Más vale que valga la pena

—Oh, Lisa, valdrá la pena…

Hablaban en el sótano de Lisa mientras estaban tanto Lucy como Lupa en camillas, habiendo sido atendidas y estando ahora mismo bajo una máquina de Lisa que quitaba algunos recuerdos específicos, siendo los que Lincoln había dicho que quitase.

Aunque no siempre todo sale bien.

Lupa estaba despierta y escuchó todo, de nuevo.

Residencia de Lori

Pensaba en volver a su casa pero tenía que buscar algunas cosas en la casa de su tía Lori.

Hasta este punto, ya acepta la realidad de que es Lemy. Es y seguirá actuando como si fuera él mismo. No le importa que la gente ya crea que es muy diferente al Lemy que todo el mundo conoce. No le importa ya. Siente que ahora puede tener una mejor vida.

En caso de encontrarse a gente antigua, pues, está preparado mentalmente.

Aunque si la ve a ella… no sabrá cómo reaccionar…

Quiso entrar como si nada pero se golpeó la cara.

Se tomaba la nariz del dolor.

—Dios… ¿qué pasó? —miró la puerta. Intentó abrirla varias veces pero nada de eso funcionó. Golpeó varias veces—. ¡Hola! —alzaba su voz—. ¡Tía Lori! ¡Estoy afuera! ¡Necesito entrar! ¡Quiero buscar unas cosas y luego dejaré la casa! —estaba seguro que con eso, abriría. En eso, la puerta se abría lentamente—. ¡Genial! ¡Gra…!

H-hola…

Loan abrió en lugar de su madre o eso creía Lincoln.

—¿Loan?

H-hola Lemy… digo Lincoln… ¿qué tal estás?

—… ¿bien? —miró extrañado a Loan. Vestía, fuera de su cuarto, como toda una dama y era prácticamente hermosa. El tema, para él, no era ese—. ¿Qué tal estás tú?

¿Yo? Y-yo estoy bien y…

—No me engañas —le cortó sus palabras—. Sé muy bien cuándo una mujer le sucede algo… bueno, no siempre pero en este caso reconozco cuando una chica usa mucho maquillaje. Tú haces lo mismo, ¿qué mierda te pasó?

Verás Lincoln… yo… yo… bueno… pregunté a mamá y…

—… ¿te dejó un ojo morado por preguntarle sobre la mala suerte? —siquiera dejó hacer algo a Loan que él seguía hablando—. Pensar que Lori haría algo como eso… bueno, apenas le vi unos días y ya me doy cuenta de la asquerosa mujer que es…

Siempre fue igual.

Realmente no parece que Lori fuera tan diferente a la Lori que recordaba en su pequeña adolescencia. Sea que vivió con ella 11 años o fuera que después de estar separados, ha visto cómo la misma – desde lejos siempre – actuaba como una auténtica puta.

Miren que hay que ser más perra y puta que Lola, en términos de ser basura como persona en cuanto a relaciones y demás, pero para ser mayor perra que Lola, Lori en serio hacía excelente su trabajo.

Por supuesto que Lincoln desconoce que cuando Lori tenía relaciones sexuales con otros hombres, siempre murmuraba su nombre, demasiado, muchas veces.

—Pensar que te haría eso Loan… ¿está en casa? —ella negó. Apenas abría la puerta. No parecía querer dejarle pasar tampoco. No presionaría mucho que digamos—. Oye, ¿puedo pasar? ¿Quieres que vayamos con Lisa y te trate ese ojo morado? Ella puede…

Estoy bien, gracias papá

—Pero Loan…

En serio, gracias papá pero, no quiero empeorar las cosas con mamá. Ella… realmente no le gustó que preguntara y dijo que todo sería peor si sigo indagando en el tema… así que, en serio, no me digas cómo fue que te fuiste… tan solo… deja que imagine que nos abandonaste… así evito que ella me lastime…

Loan iba a cerrarle la puerta a Lincoln en la cara pero Lincoln no iba a dejar eso.

Justamente a Lincoln iba a cerrarle la puerta en la cara.

Él detuvo por completo este intento de Loan por hacer eso.

Estaba muy serio.

Parecía que unas llamas azules salían de su cuerpo.

—Eres mi hija y quieres que no haga nada

Eres mi hermano…

—Cuando te conviene soy tu padre, cuando te conviene soy tu hermano… ¿es así entonces? —preguntaba enojado—. Rápido, ¿qué soy? Depende de lo que me digas, me iré o te ayudaré. ¿Qué soy Loan?

Eres…

Residencia de Luna, más tarde

Loan en serio es una mujer complicada.

Bueno, hay que admitir que todas las mujeres habidas y por haber en la faz de la tierra es tan complicada como el poder encontrar toallas femeninas así como tampones que se ajusten a la medida de la misma.

Eres mi hermano y padre… así que, no hagas nada de todas formas.

Tuvo razón en eso. Era ambas cosas.

Aun así, ella le cerró la puerta en la cara.

A decir verdad, su nariz está sufriendo mucho últimamente. Llevar una bandita en la misma apenas sirve de algo pero de todas formas, no puede ser que siempre su nariz sea la más castigada. No duele pero, bueno, está molesto que su nariz siempre sufra.

La gente normal golpea la cara, el estómago, zonas bajas incluso pero, no, él tiene que sufrir con su nariz.

Suspiraba.

Ya no quería pensar en nada de nada.

Hoy su mañana ha sido horrible y simplemente quiere volver a su cama y conciliar el sueño una vez más, ya al menos con un enorme plan para hacer algo con respecto a esa perra asquerosa de Sam que sigue arruinando la mente de Luna con falsas palabras y falsas verdades.

—Al menos estoy en casa…

—Llegaste

—… o no…

Apenas intentó abrir la puerta de su casa, Lyra ya estaba abriendo la misma para que él entre.

—¿Qué hiciste?

—Nada que sea malo Lyra, por favor —entró y la apartó de su camino—. Quiero volver a dormir, no sabes la horrible mañana que he tenido

—Lupa pasó por aquí

—¿Qué?

Se volteó cuando Lyra dijo eso.

No esperaba que Lupa viniera a su casa.

¿Qué pasó?

Esperaba que fuera dudas de lo que pasó hoy para poder mentirle. Esperaba que no recordara nada de nada porque de ser así, entonces tener que explicarle todo a ella… sería MUY tedioso. Más por cómo Lupa se llevaba con Lemy. Si ella, por más que ahora él haya cambiado siendo Lemy, sabe la verdad, seguro que problemas surgirán.

—¿Por qué vino Lupa a verme?

—No tengo ni idea —contestó Lyra. Vestía como si nada. Camiseta corta, shorts, nada de nada que complique mucho su vida. Era raro verle de esa manera. Bah, de pensar en la palabra raro, ya pensaba en Lisa y su uso excesivo—. Pero está esperando en tu cuarto —dijo—. Es algo muy serio según su rostro… ¿qué hiciste?

—¿Qué hice?

—Tiene cara de que hiciste, o hicieron, algo malo… —entrecerró sus ojos—. Espero que no le hayas puesto un dedo encima

—Lyra, tesoro, yo no pongo dedo a nadie encima, todas me ponen los dedos encima —alardeaba con una gran sonrisa de confianza.

—… —Lyra aguantó las ganas de matarle—. Te dejaré irte como si nada

—No es como si de verdad hiciera algo malo ¿no? —respondía como si nada, dejando de lado su actitud reciente.

—No pero, ¿te digo algo? —ella sonreía—. Todavía no olvido para nada el hecho de que siempre supiste de papá… —caminó lentamente hasta él. Lemy no retrocedió para nada. Bueno, de Lemy poco porque toda su apariencia, ahora, no era como la de Lemy sino alguien más—. …y sabes muy bien que prometiste que me dirías de él si supieras algo —le apuntó con el dedo y el mismo dedo le tocaba la frente—. De no estar Lupa esperando o de que Lina esté aquí, hermanito, te aseguro que te hubiese dado la paliza de tu vida…

—¿Quieres saber de él?

—…

—¿Quieres saber de papá?

—… sí, quiero.

—Esto es lo último que me dijo —Lyra entonces abrió oreja. Quería escuchar lo que dijo. Se acercó un poco más a Lemy para escuchar qué decía sobre eso de las últimas palabras. Él se relamía sus labios y entonces, sonreía—. Dijo que no le gustan las santurronas como tú.

—¿Qué?

Se separó y entonces vio cómo Lemy empezaba a reírse lentamente en lo que de espalda subía las escaleras para ir al cuarto de Lupa.

—Caíste…

—…

—Luego hablaremos de esto. Tengo una hermana que consolar… igual tú… —se reía mientras le hacía pistolas con las manos—. Es lindo explorar el ser gay ¿no?

—…

Shock había en Lyra.

—Próxima vez, trata de ser menos obvia…

Lyra se quedó paralizada.

¿De verdad se notó eso…?

Cuarto de Lemy

Lupa estaba ya ahí.

Apenas sintió que Lemy entró, lo miró pero esquivó su mirada rápidamente.

Abría su boca pero nada de palabras salían. Era lo mismo por un largo rato. Quería hablar pero luego se arrepentía. Le miraba pero luego esquivaba su mirada por completo. No sabía qué hacer.

Lemy por otro lado…

—¿Lupa?

—¿En serio eres tú?

—Sí, soy Lemy… ¿no…?

—No, no eres Lemy —dijo al instante Lupa lo que conllevó a que cortara la oración de Lemy. Su mirada afligida entró en el rango de visión del ya albino Lemuel. Esto hizo que él notara eso y bueno, se llevó una agradable sorpresa al notar cómo estaba Lupa—. …escuché todo… es… ¿es cierto todo…?

Escuchó todo…

Lincoln ya no podía ocultar nada entonces.

Lisa en serio hace muy mal su trabajo como chica con inteligencia superior al mundo.

¿No que había borrado esos recuerdos de hoy?

Entonces seguro que Lucy recuerda todo y seguro que cuando le vuelva a ver, seguro que le intentará violar…

Se tomaba la cabeza. Se rascaba sus cabellos blancos. Caminaba de un lado a otro. Se comía una de las uñas de sus manos. Pensaba qué decir. Ignoraba, trataba de ignorar de hecho, la mirada deprimente de Lupa. Buscaba qué respuesta llevaría a que nada malo suceda.

No había nada.

Se detuvo por completo.

Miró a Lupa que seguía muy triste.

Suspiró.

—… sí, soy Lincoln… si es lo que quieres escuchar…

—… ¿en serio… eres papá…?

—Sé que odias a Lemy, o a este cuerpo y lo que era, pero, sí, soy… —tragó saliva—. …soy Lincoln, tu padre y…

Se detuvo allí.

Lupa no lo dejó terminar que lo terminó abrazando.

No fue un abrazo cualquiera.

Fue un abrazo de una niña que volvía a ver a su padre luego de que se iba por no se sabe cuanto tiempo a alguna guerra. Volvía sano y salvo y entonces, tras años, volvía a ver a su padre y la emoción de volver a verle fue la más grande del mundo.

En este caso, Lupa no puede creer esto, para nada. El hecho de que haya escuchado todo esto, fue algo que no procesaba. Para variar, todo lo que escuchó… el pensar que Lemy en serio fuera tan diferente a la mierda de persona que podía ser…

Lloraba a cántaros.

Lloraba de tal manera mientras sentía caricias en su cabello, por fin teniendo la chance de ver o al menos sentir que él por fin vino a verle.

Su padre en serio, sin importar nada de nada si es falso o no, vino a por ella.

Lloraba porque ahora tiene lo que siempre necesitaba: un poco de amor fraterno.