Capítulo 21 – Un POCO cercanos

—¿Es necesario estar de esta manera Lupa?

—Lo es

—Estás muy cerca. ¿No piensas que puedo tener un poco de espacio personal?

—Si te doy un poco de espacio personal, seguro que te irás de nuevo.

—¿De nuevo? ¿Cómo que de nuevo? Oh, no… ¿tú también me vas a decir que me fui y los abandoné?

—… ¿yo también? ¿Alguien más sabe de ti… Le-… papá?

—Esto es algo muy complicado de explicar, no decirte la verdad pero sobre cómo yo soy yo y no soy más Lemy… pero, Loan y Lisa saben que soy yo. Tu madre… bueno, estoy seguro que si me vuelve ver, va a querer de nuevo violarme para luego matarte y poder tener tu cuerpo, reencarnar y cometer incesto una y otra vez… al cuadrado… oye, no tiembles, no te pasará nada mientras yo esté aquí…

—¿Lo dices tú o lo dice Lemy?

—Eh… ¿ambos?

—No, no creo que Lemy dijera algo como eso… estoy segura de ello… él… ¿él realmente desapareció sin más?

—… es complicado de explicarlo Lupa pero, de alguna manera, algunas cosas que hago o digo sigue siendo un acto reflejo de lo que Lemy era. Tengo el control de este cuerpo… ese muchacho se cayó por ver a Loan y se murió. Luego, yo tomé este cuerpo… enterándome a la fuerza que tengo hijos…

No había muchas palabras entonces para poder explicar este fenómeno.

Sí, Lupa estaba sentada encima de Lemy.

¿Qué?

¿Lupa sabiendo que Lemy era nada más y nada menos que su padre en el cuerpo del patético de su hermano mayor? Nah, eso no importaba en estos momentos.

Aunque de todas formas, la historia misma debe hablar de ese tema porque de no hacerlo, seguro que habrá gente que espera momentos más íntimos con esta pequeña albina gótica y un castaño que de castaño ya no tiene nada porque ya demuestra que es albino como ella.

Lupa estaba sentada en piernas de Lemy como si nada, apoyando su espalda contra el pecho del mismo en lo que cerraba sus ojos, los tenía cerrado de hecho, y hablaba con él y se imaginaba entonces un par de cosas.

Sanas, por supuesto.

—Oye…

—¿Qué pasa Lupa?

—L-lamento… ugh… —le costaba un poco decir esto pero pensar sobre esto, le hacía dejar claro que ella era la culpable—. …eh…

—¿Qué te pasa? —preguntó Lincoln al ver cómo ella temblaba un poco—. Estás temblando…

—Lo lamento… —sin poder ver su cara, alzó ambas cejas asombrado—. …yo… yo fui muy ruda contigo… si tan solo supiera que…

—Oh, eso… mira, está bien. Tienes tu forma de pensar. Sé que no quieres a Lemy, no hay problema. Has sido algo honesta conmigo ¿no?

—Eh, sí, honesta…

Se podría decir de alguna manera que sí.

—Pero de todas formas, no importa. El pasado… supongo que ahora está algo olvidado…

—… no hasta que me digas la verdad de ti —firmemente, esto es algo que no iba a dejar pasar por nada del mundo—. Escuché todo de la tía Lisa. No solo eres papá sino también esas experiencias tuyas del pasado… abandonar la casa… pero, ¿cómo es eso de esa mujer?

—¿Qué mujer? —preguntó torpemente Lincoln—. Tengo muchas mujeres…

—… ¿en serio?

—Técnicamente, desde Lori hasta Lily lo son. Digo, con ellas tengo hijos al parecer… ¿no es eso lógico?

—… estoy segura que eso sería algo de Lemy.

—Te quiero mucho Lupa

—Okey, es-eso no e-es al-algo de él…

Lupa se ruborizaba por completo al escuchar esto.

Tenía un fuerte significado entonces esas palabras. Previamente sentiría un poco de asco al escuchar a Lemy decirle esto. No iba a negar que al castaño de la banda le quiere pero ella lo demuestra a su manera. Aun así, no quita el hecho de que a veces le hace sentir incómoda cuando lo dice, más porque siempre notaba esa cara suya pervertida y su torpe imaginación sucia y asquerosa que seguro le desvestía en su mente. Ahora, al escuchar esto, sabiendo que este Lemy es completamente diferente y que es justamente porque su padre está dentro de su cuerpo, al escuchar eso, se ruborizó por completo, poniendo una cara de mujer ruda para no sentir más pena alguna.

Le hacía sentirse rara incluso. Ese cosquilleo debajo de su estómago aparecía nuevamente.

—¿Quieres que te hable de Sam? —esa pregunta dejó a Lupa en silencio, saliendo de su pequeño apenamiento—. No tengo problema pero… solamente te pido una promesa

—¿Qué no me enoje?

—No, enójate todo lo que quieras, el tema es que no hagas nada tonto como para arruinar mi hermoso plan que tengo para esa maldita zorra asquerosa…

—¿Qué hizo?

Lincoln separó a Lupa de su regazo.

Ella no dijo nada. Solamente obedeció ante la acción de él que le apartaba encima de él lo cual puede ser algo sugestivo porque si alguien entraba, estaba 100% segura que pensarían que estaban teniendo un poco de acción entre hermanos, casi como su padre y madre pero sin la parte de ser abandonada por 12 años de vida.

El mero hecho de pensar esto a Lupa le repugnaba.

Sabía de sus padres que son hermanos. Sabía que seguro Lemy, ante esto, haría algo parecido. Siempre rechazaba si este le pedía algunas cosillas exactas.

Ahora lo pensó y no se sentía tan mal pensar en ello.

Ella se tomaba rápidamente la cabeza para negar esto.

—Ella… —Lupa se recuperó de sus pensamientos y miró detenidamente a su hermano Lemy que, a decir verdad, en serio que parecía Liby con esos dientes de conejo—. …Sam… bueno, no soy el mejor hombre de todos por decir esto pero de alguna manera fue una salida rápida…

—¿Salida rápida?

¿Qué?

Es como lo has escuchado Lincoln, estoy embarazada

T-tú… ¿embarazada?

Sí, lo estoy. No se cómo diablos pasó pero estoy embarazada —dicha mujer entonces que daba tal noticia, se comenzó a morder una uña del nerviosismo de pensar cómo diablos sucedió esto—. Estoy segura que estaba en mis días seguros y usamos mucha protección… lo hicimos unas 10 veces así que… —estaba tratando de sacar algunas cuentas más también recordar en qué día sucedió. Era obvio, según ella, que pasó en días seguros por lo que es muy raro, casi imposible, de ella embarazarse, además de que también se le había hecho una revisión y se dijo por completo que es muy raro que ella se embarace sin importar qué tanto sexo tuviera—. …Lunes y martes fueron días seguros… lo hicimos como 30 veces entre ambos días… así que…

Embarazada…

¿Lincoln?

La mujer mencionada entonces dejó de estar hablando para ella misma. Lo miró. Estaba en silencio, como siempre, al notar que el albino no parecía sorprendido o enojado. Estaba llorando, aguantado las lágrimas que estaban que querían salir de sus ojos.

Oye… ¿qué pasa?

Embarazada… —no solo hacía fuerza con sus ojos para no llorar sino también apretaba con fuerza sus labios y sus puños—. …y-yo… ¿seré padre? —en eso, la emoción le terminó por dominar por completo—. …padre… seré padre… ¡seré padre!

No voy a tener al bebé…

¡Seré padre! ¡Seré padre! Podré… ¿Eh?

Por unos momentos, en lo que realmente alzaba su voz y exclamaba con tanta alegría que sería padre, escuchó esto por debajo y no entendió mucho lo que su amada pareja había dicho. Creyó que estaba imaginando porque algo escuchó, un poco de bebé

¿Qué… dijiste? —preguntó con algo de miedo

No tendré al bebé Lincoln

—… ¿c-cómo que no? —comenzó a temblar—. …por…

No quiero ser madre —le dijo rápidamente—. Además, ni tú y yo estamos preparados para ser padres

Pero tus padres….

Mis padres tienen sus problemas, yo tengo los míos. No quiero agobiarlos… tampoco quiero que se emocionen tanto como para comenzar a actuar como tontos sin remedio alguno por esto…

¡Pero…!

No me discutas Lincoln —le dijo fríamente—. No podemos tampoco nosotros afrontar lo que es tener un bebé y sus gastos…

¿No? ¡¿NO?! —él realmente no pudo evitar explotar con esto—. ¡¿Cómo que no tenemos forma de afrontarlo?! —le gritaba—. ¡¿Qué mierda hemos hecho hasta ahora entre nosotros a lo largo de los años?!

Una cosa somos nosotros, una cosa es tener un hijo —respondía con calma. Apoyó entonces un dedo en el pecho de él, tan fría como siempre al igual que su tono y apariencia—. Y no me levantes la voz porque te tengo que recordar en dónde es que vives actualmente…

¡Eso no tiene NADA que ver!

¡Tiene todo que ver!

¡No! ¡No voy a dejar que te deshagas de ese bebé!

No, no me vas a detener porque lo haré —le tomaba de la ropa como si nada—. Es mi maldito cuerpo y hago lo que quiero con él

Eso no dijiste hace días en la cama ¿eh?

Recibió un fuerte golpe.

Antes sería el peor de todos los dolores pero en estos momentos, aguantaría hasta ser golpeado con palos… aunque a decir verdad, prefirió pensar mejor eso porque recordó brevemente cómo es que le iban a dar de palos teniendo él puesto un puto traje de ardilla.

No se inmutó.

El mero hecho de saber que su hermosa novia iba a deshacerse de su futuro hijo o hija, le hacía ya de por sí tener el peor de todos los dolores posibles.

Esto por supuesto sorprendió a su pareja al ver que no se inmutaba.

Es la primera cosa que tendré como familia luego de todo… —sonaba muy abatido—. No…

Lo siento Lincoln pero yo no estoy lista para tener un bebé —le dijo tan secamente como el mar que posee Bolivia—. No estamos listos tampoco… no estás listo para tener un bebé

¿Yo? —ese tono y apariencia abatido se fueron. Levantó su cabeza y sonreía, curioso para un momento como este—. Yo no estoy listo… —asentía mientras miraba y miraba a su pareja—. …entiendo…

Gracias por entender entonces y…

Vete a la mierda

—…

¿Tú qué sabes si estoy listo o no? —le preguntó—. Tu madre y tu padre te han dicho muchas veces lo bien que me llevo con niños. Diablos, que he cuidado a niños por dinero. ¿Cómo que eso no es no estar preparado? —largó una gran cantidad de aire por su nariz mientras se sumergía en malos pensamientos—. …si es así entonces, me voy

Si te vas, espero que no vuelvas como perro arrepentido entonces,…

Se detuvo al escuchar eso.

Estaba por irse pero se detuvo por eso.

Revaluó sus pensamientos mucho y las decisiones que iba a tomar tras salir de este cuarto.

Ese picaporte se veía lindo para mirarlo por unos momentos en lo que decidía qué hacer.

Amaba a esta mujer, demasiado. Siempre soñó con tener una hermosa familia con ella y así no solo tener entonces algo que siempre añoró desde lo que había pasado en el pasado, también quería demostrar a sus suegros que en serio la amaba y no hay mejor prueba de ello que tener un bebé juntos y criarlo. No es que estuvieran en el mejor momento económico de sus vidas pero tenían todo como para poder tener un hijo, más encima unos suegros que de verdad quieren lo mejor para su hija y que ambos le aceptaron como si fuera un hijo para ellos.

Fue raro porque esto entonces sería como incesto y bueno, sacó eso porque en serio no quería recordar cómo jugaron una vez con esa temática cuando hacían el amore para hacerlo más interesante.

Además, ¿cogerse a un hermano?

Eso solamente lo haría un enfermo de mierda.

—… entonces… —apretó con fuerza el picaporte antes de abrir la puerta. Se volteó para ver a una mujer de cabello negro que mostraba su enfado—. …que así sea…

—… después… bueno…

—… ¿dejaste a tu pareja porque no aceptó tener tu hijo y luego fuiste, enojado de la vida, a tener sexo con una prostituta? —esto fue el resumen que se hizo ella en su mente—. Wow… ¿te digo algo? Es lo más Lemy que habrás hecho en tu vida…

—¿Por qué usas a Lemy cuando tienes que hablar de algo malo? —de 0 a 100, Lincoln dejó ese lado depresivo suyo al recordar esto para sonar molesto y cuestionarse lo de "hiciste una Lemy Loud" como quien dice.

—Viejo, en serio, Lemy ha hecho muchas cosas malas —decía la albina—. Es raro que no recuerdes nada de lo que hizo ahora que tienes su cuerpo…

—Todo lo que hizo Lemy antes de ese golpe, no hay nada. Solo chispazos, nada más. Ahora… bueno, de verdad que tengo otros pensamientos.

—¿Pensamientos de viejos pervertidos?

—Por supuesto —dijo con una sonrisa—. Pero a diferencia de Lemy, yo sé cómo disimular tales pensamientos y comportamientos de joven… aunque bueno, me cuesta un poco si la veo a ella…

—¿Loan?

—¿Qué? No, no. ¿Loan? Pff, Loan es el pasado, tú eres el futuro Lupa…

—… ¿qué?

Lupa entonces pasó de 0 a 100.

De sorpresa a sonrojarse tanto que parecía un tomate. Bueno, el ejemplo del tomate es muy común de hecho. Estaba más roja que persona siendo ahorcada por las piernas de una mujer enormes, esas piernas carnosas que quieres abrazar y poder lamer todo el tiempo… y mejor dejemos este término aquí porque de seguir, será para peor.

EL PUNTO ES QUE, Lupa se asombró por escuchar esto.

—HAHAHAHAHA

—…

—Oh, Lupa, en serio, es lindo verte sonrojarte de esa manera…

—no es lindo…

—¿No? ¿Cómo que no? —en eso, Lincoln llevó una mano al pecho mientras extendía el brazo que no llevó con su mano al pecho, como si fuera un orador—. En este vida, no hay nada más hermoso que ver un tenue color rojo en mujeres frías y rebeldes…

—…

—Es una regla no escrita que este tipo de mujeres cuando sonríen puramente, son lo más hermoso que han tocado este universo…

—gracias…

—Por supuesto, no es tu ejemplo…

Entonces Lupa, sin importar que este tipo frente a ella sea su padre con el cuerpo de Lemy, estiró sus brazos y llevó sus manos al cuello de este.

Un rato después…

—… ¿puedo saber qué diablos pasó con ambos?

—…

—…

—… nos peleamos.

—Sí, lo sé pero, ¿por qué razón?

—Le dije que era una puta, ¿feliz?

—Me dijo que… me dijo que era una puta.

—… entendible.

Lyra estaba muy segura que no fue por eso. Sabe muy bien cuando estos dos diablillos como lo son Lemy y Lupa mienten descaradamente. Puede admitir que esto es una razón para pelear. No, propiamente dicho, entiende que Lemy seguro le dijo eso a Lupa y por ende están como están. Pero siente que hay algo más detrás de todo esto.

—No entiendo Lyra, ¿no dijiste que ella la odiabas? —en eso, Lina habló como si nada mientras señalaba a Lupa—. ¿Qué hace con mi hermano?

—Shhhh —le calló entonces Lyra mientras le apartaba un poco—. No tienen que saber eso…

—Pero ahora lo sabe —sonreía puramente Lina—. ¿No?

Ante esa sonrisa, era algo complicado hacer o decir algo por lo que tuvo que ahorrarse miles de comentarios. Luego hablaría en privado con ella y le haría entender un par de cosas, primero de no decir nada porque ya suficiente tiene con Lizy.

—Bien, no le caigo bien a Lyra —decía Lupa sin sorpresa alguna. En eso, rodeó con un brazo a Lincoln que no entendía nada—. Al menos alguien me quiere… ¿verdad?

—Me pregunto dónde estará esa persona entonces…

Lupa no sabe si su padre está jugando con ella o se está tomando en serio en ser Lemy porque si de verdad elige lo segundo, está muy pero MUY segura que lo iba a matar.

—De todas formas Lupa —Lyra al habla—. Me gustaría poder preguntar la razón de que hayas venido a hablar con Lemy —en estos momentos, dejó todo juego tonto de lado y se puso seria nuevamente—. No estamos atravesando un buen momento en esta casa como podrás notar. Mamá está siendo seducida por una puta como la madre de Lina

La albina miró a Lina con sorpresa.

—No, no me importa que diga eso de mi madre… creo que es verdad. Es una puta y está en serio tratando de convencer a Luna para que le dé dinero… o vivir juntas, bueno, ya sabes, una mujer que sabe jugar con los sentimientos de las personas…

Lupa entonces asentía mientras miraba de nuevo a Lyra.

De momento, guardemos comentarios acerca de Lina y de cómo entonces es su hermana y hoy puede decir entonces que tiene forma de saber muchos acontecimientos porque tenía a su padre al costado de ella.

—Sam, según Lemy, mató a nuestro padre —bueno, Lupa entonces no pudo evitar mirar con gran asombro a Lemy que estaba serio también—. No podemos dejar entonces que perdamos a nuestra madre por culpa de esa mujer. Lina

—¿Sip?

—¿Estás segura que no te importa lo que le suceda a tu madre? —a sabiendas de que ella ha visto de primera mano cómo su madre en serio le dijo de todo y que se iba a deshacer de ella, seguía siendo su madre de todas formas—. Estás a tiempo de decir algo…

—Yo… estoy segura Lyra —comentó. En eso, tomó la mano de Lyra con gran afecto—. Mientras… mientras te tenga a ti, estoy segura que estaré bien…

—B-bien… —Lyra apartó la mirada por completo y apartó su mano. No podía tolerar la vista de Lina cuando hablaba y decía algo así, tan suave y tan dulce—. …e-entonces chicos… t-tengo un…

Tanto Lupa como Lincoln (a veces me refiero a Lemy como Lincoln pero ustedes ya saben esto de antemano ¿no?) miraron a Lyra con una sorpresa agradable pero también estaban con sus bocas algo abiertas, mirando de un lado a otro, mirando tanto a Lyra como a Lina puesto que en serio, más Lupa, no esperaban que ella se ruborice de tal manera como lo hizo.

Lincoln sabía de esto, no mucho pero reconoce a una futura lesbiana, o bisexual, cuando la ve pero de todas formas, creía que era una broma porque siempre lo dijo de tal manera. No creía que fuera cierto pero mira, Lina en serio dijo algo tan dulce y lleno de amor que bueno, le iba dar diabetes.

Por supuesto que Lina lo dijo de un tono no de amor sino de cariño y de idolatría puesto que cuando las papas queman, Lyra fue la que mayor actuó. Cuando su madre la iba a matar, ella estuvo para ella y no solo eso sino que puede deducir que sabe pelear, más también que cuando apenas se supo que ella era su hermana, fue la que más ayuda le ha dado y enseñado un par de cosillas tontas pero que por tan solo enseñarle tales cosas, de verdad que es simplemente la mejor.

¿Cómo no adorar e idolatrar a una hermana como ella?

Aunque también era raro.

Va a sonar un poco mal pero a ella le encantaba la verga. Ahora, con Lyra, había dudas.

¿Significa que ahora va a lamer felpudos?

—No quiero molestar en nada pero… —Lemy al habla—, yo ya sé cómo lidiar con Sam de una manera que nadie sufra y todos estén complacidos, incluyendo a nuestra hermosa madre, Lyra.

—Cogerse a Sam hasta que caiga rendida a tus pies no es algo que funcione muy bien que digamos ¿no? —decía Lyra como si fuera el plan más tonto del mundo—. Recuerda que ella trabaja en algo donde su vagina hace que se abra tanto como las puertas de una iglesia —haha, pullas de iglesias y putas—. Dudo que tengas algo para ofrecerle como para que le rompas la mente. Dudo que Lisa incluso quiera darnos una mano.

—¿Lisa? —preguntó Lina—. ¿La de los Simpsons?

—No, nuestra tía. NUESTRA tía Lina —decía Lyra. Puede que esté escuchando un poco mal pero estaba segura que escuchó algo comunista de fondo cuando dijo eso—. Ella… es una loca, pero genia, mujer. Si sabe de esto, la va a desintegrar por completo. No queremos eso…

—Hablamos de la mujer que mató a papá —comentó Lupa—, ¿por qué no matarla también? Yo la quiero matar. ¿Tú no Lyra?

—Yo…

—Pff, claramente se nota que no quieres a papá, como se esperaba —el ambiente se hizo demasiado tenso entonces por esto que dijo—. La típica chica buena que en realidad es una basura de ser humano. Esa mujer mata a nuestro padre y tú no quieres matarla, bien. Se nota enserio que no quieres a papá ¿eh? Falsa de mierda.

—¡NO TE ATREVAS A DUDAR DE MI AMOR POR MI PADRE MALDITA ZORRA ENANA GÓTICA DE MIERDA!

De no ser por Lina y Lemy, una enfurecida Lyra iba a saltar encima de Lupa y literalmente la iba a matar por haber dicho eso.

Lyra, se puede discutir esto un poco, era la persona que más quería y amaba a su padre aún a sabiendas de que nunca antes le había visto y que solo podía imaginar cómo era. Claro, ha visto fotos y por eso a veces soñaba con estar en un recital de su banda con sus 8 años de edad, tocando el violín con tanta clase para luego, tras escuchar aplausos, levantar su cabeza y verle sentado al frente, sonriéndole y mandándole saludos.

Pero eso eran solamente sueños.

Nunca se iban a cumplir.

Pero lo que sí, es que nunca iba a dejar que nadie ponga en duda el amor que le tiene a su padre y que encima de todo eso lo haga una puta frígida como lo era Lupa, era como el colmo de los colmos.

Era como si la persona que lee esto tuviera novia.

¡SUÉLTENME! —decía una Lyra transformada. Las venas se notaban en toda su cara y parecía a punto de explotar—. ¡LA VOY A MATAR! ¡VOY A MATAR A ESA PERRA DE LUPA! ¡DE NO SOLTARME, LOS VOY A HACER SUFRIR A USTEDES TAMBIÉN PEDAZOS DE MIERDAS BARATAS!

Lincoln ya creyó que Lyra estaba fuera en sí.

En ese lapso que tenían a Lyra para que no mate a Lupa que no se inmutaba para nada, se colocó detrás de su hermana mayor para encerrar con sus brazos el cuello de ella para hacerle una llave al mismo, haciendo la suficiente fuerza para caer al suelo, golpeando su espalda que era un dolor tonto porque ya ha hecho esto antes. La sostenía de tal manera que la tenía encima, haciendo cada vez más fuerza en lo que hacía lo que podía para controlar a esta bestia enfurecida de Lyra que hacía todo para librarse pero sin éxito alguno. Tuvo que encerrarle también con sus piernas para que no haga nada tonto.

¡SUÉL… TAME… AH… ORA… MIS… MO… o si… no… yo… te ma… taré…!

Aunque batalló, Lyra no pudo librarse de eso por nada del mundo.

Era como si su hermano de la nada fuera el hombre más fuerte del mundo, como si tuviera la fuerza de un hombre adulto, algo que no entendía para nada.

—¡La vas a matar! —gritó entonces Lina.

—Nah —decía entonces Lemy asomando su cabeza a un costado de la cabeza de Lyra que estaba encima, ya perdiendo el conocimiento por la falta de aire—. No la estoy matando, la estoy mandando a dormir…

—¿Dormir? —al mirar la expresión de Lyra, no era claramente de alguien que iba a dormir. Se desesperó unos momentos y quiso intervenir pero Lupa no le dejó—. ¡Hazte a un lado! —le gritó—. ¡La va a matar!

—Nah —dijo Lupa—. La está mandando a dormir…

—… —estaba sorprendida—. ¿Cómo? ¿Tú también? ¿Acaso te cogió para que digas lo mismo o qué?

—…

Lincoln hizo sus mejores esfuerzos para no reírse o no decir nada de nada.

Lina, de verdad, se nota que era su hija y a estas alturas, más allá del parecido físico, le sorprende que también en actitud y la poca formalidad de usar palabras se parezca a él. Ya no había forma de gritar a 4 vientos que no era su hija.

Pero ahora, estaba centrado en algo y era en dejar sin aire a Lyra para que pierda el conocimiento… lo cual, en serio, le cuesta demasiado por el simple hecho de sentir su trasero en su zona baja.

—Oh… por eso estuvieron un largo rato en el cuarto —decía Lina asombrada—. Los ruidos y golpes eran porque seguro estaban teniendo sexo rudo y duro ¿no? —ella ya entendía todo, por completo, sin duda alguna. No malinterpretaba nada de nada—. Son hermanos y aun así tuvieron ese tipo de sexo… vaya… ¿no que odiabas a Lemy?

—Fue sexo con odio —le seguía el juego Lupa con una disque sonrisa—. Dudo que hayas experimentado algo así en tu vida…

—¿Crees que no?

—Pff, ¿tú? ¿Sexo? —en ello, encendía un cigarro como cualquier mujer luego del sexo… una mujer que fuma, por supuesto—. Vamos, tú no eres como tu madre. Nunca lo serás y nunca sabrás lo que es tener algo grande, gordo y jugoso dentro de ti que revuelva y revuelva tus interiores a tal punto que llega a golpear tu estómago desde adentro y…

—Termina ahí Lupa

Lemy se paró entonces con una expresión muy agotada por tener que combatir con una loba como lo fue Lyra que en serio, una persona normal al cabo de unos 20 segundos máximo, ya perdería la batalla y poco a poco perdería fuerza pero no, Lyra estuvo como casi dos minutos combatiendo antes de perder el conocimiento.

Ya cuando por fin logró vencerle, tomó algo de aire para ahora mirar a las dos chicas que parecían discutir para ver quién se la cogen mejor… y tuvo que parar cuando Lupa ya se estaba yendo a la mierda.

—¿Qué? Estaba diciendo la verdad

—Las vírgenes tiene prohibido hablar —le comentó

—Entonces puedo hablar —comentó Lina como si nada.

—Yo igual —se sumaba Lupa—. Mamá a veces puede ser… algo fuera de en sí…

—Sí, mamá era igual…

Fue raro pero de alguna manera, Lupa y Lina encontraron algo en común.

Era esperado de Sam por parte de su hija. Fue solo una vez eso y Sam estaba tan ebria ese día que tiró unas naranjas al suelo mientras gritaba e imploraba que por favor aparezca esa criatura que te concedía deseos.

¿Lucy?

Bueno, dejemos eso para otro día.

Pero hay un detalle, Lemy no hablaba.

—¿Por qué no hablas?

—Sí hermano, ¿por qué no hablas?

—Todavía soy virgen… —se reía Lemy—. Por lo que me tengo que callar…

La rubia y la albina entonces se miraron de reojo unos momentos y de la nada, comenzaron a reírse bastante, burlándose del nuevo albino que estaba enojado por cómo ellas dos se reían.

Básicamente era como la imagen de los dos lobos riéndose del otro que estaba claramente enojado.

Como tal, molesto y enojado y no tolerando esto para nada, Lemy con un poco de fuerza disponible golpeó en el mentón tanto a Lupa como a Lina que cayeron al suelo enseguida, casi terminando como Lyra que yacía en el suelo mismo, desparramada y con los ojos blancos. No estaba muerta, respiraba todavía así que está bien y feliz por ello.

Entonces, como todo machista que se respeta, fue hasta la cocina, sacó unos huevos, prendió la cocina, se hizo unos huevitos revueltos y pasó por los cuerpos de sus hermanas que estaban en el suelo, se sentó en la silla, puso el plato con huevos revueltos frente a él y comenzó a comer como si nada pasara.

—Este placer de golpear mujeres en serio me está comenzando a asustar…