Capítulo 22 – Todo sea por la FAMILIA – Parte 1

Poco a poco abría sus ojos con algo de dificultad.

No quitemos el hecho que se levantaba mientras sentía un dolor inmenso en su mandíbula así como un leve dolor en las partes bajas, no entendiendo nada de nada porque ese dolor de su mandíbula en serio era bastante fuerte.

—Ugh… ¿qué diablos pasó?

—Finalmente has despertado

Ella entonces miró a su costado a un casi albino comiendo una manzana en lo que miraba la misma, muy serio si uno puede explicar un poco cómo estaba en estos momentos. Además de eso, estaba vestido… pero desarreglado totalmente.

—… ¿qué pasó?

—Nada del otro mundo —comentaba él como si nada. No la miraba. Estaba muy concentrado en comer esa manzana suya—. Te desmayaste y bueno, te traje hasta mi cuarto

—¿Por qué me duele todo? ¿Qué hay de Lyra y Lina?

—Lina le tuve que preparar el cuarto de sobra que tenemos aquí en casa y luego la llevé allí. Lyra la tiré en su cuarto… no quise quedarme mucho en su cuarto… no lo sé, se me hizo raro que sea… tan perfecto… —tuvo un escalofrío—. …y luego estás tú, en mi cuarto.

—Entonces… la razón de mis dolores has sido tú, imagino.

—¿Dolores?

—Me duele la mandíbula… y también siento que me duele el trasero… —se calló unos momentos para empezar a entrecerrar sus ojos, observando a Lemy de una manera… juzgadora—. ¿Qué me hiciste cuando no estaba despierta? —preguntó—. Si tengo que adivinar…

—Oh, no, no, no hice nada de eso —le detuvo por completo esa pequeña suposición suya rápidamente porque esto se iría de las manos—. No te preocupes, eres tan pura que… —pero no pudo seguir con eso porque se estaba tapando la boca.

—¿Qué ibas a decir? —ella ya tenía una idea—. ¿Te estás riendo?

—No, no, quise estornudar de la nada —replicó ahora serio. Si alguien pudiera ver dentro suya, su bendita alma, se podía ver a un albino riéndose por completo… o eso parece ser porque no encontraba gracioso esto. Tal vez sienta que de nuevo hizo algo sin que él se dé cuenta—. Pero, en serio, no te hice nada…

—Pero me duele todo

—Oye, como todo ser humano que se respeta, estabas sin reaccionar y no pude evitar…

—Me violaste entonces —ella poco a poco entró en conflicto consigo misma—. Me violó mi hermano… pero en realidad es mi padre en el cuerpo de mi hermano… lo cual lo hace algo así como incesto a elevados niveles… —echó un enorme suspiro mientras se relajaba de nuevo en la cama de Lemy… de su hermano… o su padre…—. Bueno, supongo que esto pasaría tarde o temprano…

—¡OYE! —elevó su voz entonces Lincoln así como parándose de su silla que tenía allí—. ¡No normalices esto! —le gritó—. ¡No te hice nada malo!

—No lo sé —decía ella—. Me duele todo. Seguro que me dejaste como las chicas esas que ve Loan en privado… —por unos instantes, Lincoln se preguntaba si de verdad Loan ve ese tipo de cosas—. Pero bueno… el lado bueno de todo esto es que mi padre por fin me hizo una mujer… mujer de verdad… aunque con el cuerpo de mi hermano… meh, que bueno que se murió…

—Oye, alto, alto. ¿No eres un poco mala al decir eso? Sé… no, puedo hacerme una idea de que te llevabas bien y mal con él pero, ¿decir eso? No… ¿no te parece algo extremo?

—Tienes razón —ella tenía sus brazos detrás de su cabeza, sus manos propiamente dicho. Estaba relajada con esto que había dicho—. Me alegra saber que al menos ahora está en mejor vida Lemy… lo voy a extrañar pero… si tengo que elegir entre él o mi padre… bueno, no es lo que esperaba que sucediera contigo… pero y aun así, estoy feliz al menos de saber que has vuelto.

—Nunca me he ido

—¿No? Entonces cómo explicas el hecho de hacerme a mí y al resto de mis hermanas. Me gustaría saber.

—Historia corta, un día estaba cansado de que mis hermanas no me dejen un tiempo para mí, tan solo 5 minutos, fingí, tras un juego de Lynn donde perdió, que doy mala suerte. Empecé a fingir eso al punto que ya nadie de la casa me llevaba a sus cosas. Estaba feliz.

—¿Por eso?

—Un día vendieron todas mis cosas y me dejaron dormir afuera porque no podía estar dentro de la casa por mi mala suerte

Lupa, que estaba recostada lo más tranquila, bruscamente se levantó y miraba en shock a Lincoln.

—Tiene que ser una maldita broma…

—Ojalá pero, no lo es. Me tiraban la comida incluso… no, creo que al menos ahí eran buenos y me daban la comida en plato todavía…

—¿Por eso…?

—De un día para otro, estaba fuera de casa, en el patio. Estaba pensando seriamente de irme de allí porque vi cómo mi familia pensaba en hacerme usar un traje tonto… y por si fuera poco, estaban ya convencidas de que la mejor forma de no tener ellas mala suerte o no perder en nada, es golpeándome por completo al punto que ya no se pueda reconocer mi cara…

—…

—¡PERO! Un día apareció una mujer… —asentía una y otra vez cuando pensaba en tal mujer—. …me salvó —sus ojos abiertos miraban a Lupa con una sonrisa… de alguien que seguía sin creer eso que le había pasado—. …me llevó de allí y me llevó con mis nuevos padres… que en paz descansen… y tuve una nueva vida… por decirlo de alguna manera…

—… papá…

—Nunca más vi a esa mujer… lo cual es raro porque recuerdo que una vez la intenté buscar

—… ¿y qué pasó?

—"¿Seguro que tienes el nombre correcto? Esa persona no existe según hemos investigado", eso me dijeron… —se rascaba su cabeza y su blanco cabello—. …No sé, siento que alguien del cielo mismo me dio una mano pero… es raro… ¿no te parece?

—¿Recuerdas cómo era?

—… ese es el problema —decía un poco alarmado—. No recuerdo cómo era tampoco… —se tomaba su cabeza en estos momentos con serias dudas—. …no, realmente no recuerdo cómo era… ¿es normal?

—…

Un fuerte y difícil proceso entraba en la cabeza de Lupa con todo esto.

Su padre, persona que siempre ha tenido en mente que ha venido, embarazado a su madre y hermanas de la misma, resulta que esta persona fue dejada de lado por su madre y las hermanas de la misma por algo tan tonto como la suerte. No niega que existe porque ella siente que a veces es algo fundamental en la vida pero, ¿llegar a tal punto de casi querer matar a un familiar por ello? No, eso es demasiado tonto. ¿Cómo podrían hacer eso? Ahora, la imagen que tiene de su madre junto con sus tías no es muy buena. Ya de por sí no era tan buena que digamos pero no era mala. Ahora mismo, realmente era una mala imagen de ellas.

Pensar que su padre no estuvo en su vida simplemente por esta tonta razón… en serio, ¿qué mierda sucede con esta familia?

—… ¿por qué no viniste a vernos entonces? —preguntó—. Más allá de eso, nosotros…

—Nunca supe que ustedes nacieron hasta que entré a este cuerpo —se miraba a así mismo, sus manos y brazos con una muy deprimente cara—. Tus… mis hermanas no tenían forma de verme o acercarse a mí gracias a esa tipa que me ayudó de joven… por eso Lisa usó algo de mí, ya sabes, semen, para poder crearlos a ustedes…

—¿Eh?

—Como no tenían forma alguna de recordarme o tener algo para recordarme, ellas… decidieron entonces usar mi semen para que ustedes nazcan… nacer artificialmente. Por eso, por eso mismo ustedes nacieron y…

Lincoln se tuvo que detener.

Cuando hablaba, no la miraba a Lupa. De la nada, cuando estaba diciendo esto de cómo nacieron ellos y él mismo porque estaba aquí, la vio a ella mirándole sin palabra alguna, teniendo una expresión de shock o eso creía porque pronto escuchó sollozos y sollozos, aguantando las ganas de llorar enormemente. Notó que miraba ella al suelo. Ella misma no quería llorar según él veía en estos momentos. Sus ojos no podían aguantar mucho más y lentamente las lágrimas comenzaron a caer sobre sus mejillas blancas algo pecosas, ya no aguantando para nada las cataratas de lágrimas que comenzaban a caer en lo que seguro ella vio que nunca nació porque fue querida, cosa que siempre lo dudaba, sino porque era un mero recuerdo de su padre, no aceptando esta forma de haber nacido para nada.

Callado, se levantó y fue hasta ella.

Cerró sus ojos cuando de la nada ella le abrazó fuertemente. Él simplemente se quedó callado en todo momento y consolaba a Lupa que enterró su cara en su estómago, llorando desconsoladamente. Ya sea él o Lemy, era la primera vez que veía esta faceta de Lupa, una Lupa llorando tan fuerte y tan desgarradoramente que en serio, le dolía enormemente que esté pasando esto.

—Al menos estoy aquí Lupa —decía. Fue raro porque incluso su tono de voz ahora cambió un poco. Ahora mismo notó esto y su tristeza se camufló con sorpresa en lo que se tocaba el cuello—. … ¿no?

—… —hubo silencio. Al cabo de un rato, ya dejando de llorar como lo estaba haciendo, se separó del estómago de su hermano-padre. Tintura negra recorría sus mejillas también. Sus ojos estaban rojos. Le miró unos momentos. Esa tristeza suya cambió tan solo un poco. Más allá de su cara arruinada en lágrimas y tinte, sonreía—. Sí… al menos te tengo a ti… papi…

—M-me conformo con que uses mi segundo nombre antes que me digas así… —soltó muy avergonzado al escuchar esa forma tan rara de decirle papá—. …¿sí?

—… papi…

Lupa tiene suerte, valga la palabra, de estar de esta manera tan abatida porque de estar como siempre lo está, la terminaría ahorcando.

Esa misma noche

Ni Lyra ni Lina se preguntaba qué diablos pasó hace horas.

Bueno, sabían un poco pero de todas formas, una simplemente pasó del tema porque reaccionó de una manera que no es propiamente de ella y se arrepiente de casi matar a Lupa… aunque está pensando seriamente en hacerlo y la otra, solamente sentía un leve dolor pero nada más. Ella solamente quería que las cosas sigan bien y no mal. Tal vez moleste a esa albina un poco con Lemy pero después de eso, prefiere estar con Lyra.

¿De buena manera?

De buena manera, sí señor. Viva Cristo.

Pero había algo que no cuadraba, para ninguna de las dos.

—¿Por qué estás muy encima de Lemy?

Sí, Lyra preguntó esto.

Digamos que no le importa mucho que digamos la forma en la que se lleva con Lupa. Siempre se llevaron como perro y gato… pero ahora mismo era muy diferente. Se notaba desde lejos que algo había pasado con estos dos y para que Lupa muestre un rostro algo alegre estando a su lado… asusta.

—¿Eh? —fingía sorpresa—. ¿Qué?

—Escucha, estamos comiendo, cenando, todos juntos, tranquilos, sin hacer nada malo —decía Lyra seriamente—. No hagas nada fuera de lugar en la mesa, lo sabes muy bien. Estás en mi casa…

—Técnicamente, es la casa de Lemy —ella dijo esto a lo que Lemy, Lincoln, le miró de reojo y por favor le estaba pidiendo que vigile su lenguaje porque no anda bien como para poder tener que lidiar con Lyra—. Es el hombre de la casa ¿no? Creo que es SU casa…

—…

—…

—…

—…

—…

—Okey, Lemy, dime, ¿qué has hecho con Lupa?

—¿Realmente crees que tu hermano menor, Lemuel Lincoln Loud, es capaz de hacer algo así como cambiar a una hermana que normalmente la odia a una que la apoye incondicionalmente y se convierta en la segunda mejor hermana de todas?

—Sí, ¿qué…? Alto, ¿segunda?

—Lacy te gana por mucho Lupa, lo siento —decía a modo de venganza por querer armar pleito de nuevo con Lyra. No entiende qué le sucede por la cabeza para querer hacer esto. Tal vez era venganza pero, ¿de qué?—. Lacy me recuerda… bueno, es muy buena hermana y la aprecio demasiado así que…

—Lacy es la mejor porque seguro te la estás cogiendo ¿no?

—¡LUPA!

Todos miraron a Lyra.

—¡¿Cómo te atreves a decir eso en la mesa?! ¡Además! ¡¿Decir eso?! ¡¿De verdad piensas que Lemy es capaz de hacer algo así?

—Pues… —ella se movió un poco. Se hizo atrás con su silla y todo. En eso, empezó a sobar su estómago en lo que Lemy le miraba y miraba seriamente y le negaba, pidiendo por favor que no hiciera esto, que le tenga algo de compasión, que entiende que ella crea que le abandonó pero ya le explicó que no es así… pero que pare—. …él… —lentamente se sonrojaba por completo y sobaba su estómago con una linda sonrisa—. …bueno… realmente sigue los pasos de papi…

Lyra no era muy linda de ver que digamos ahora.

Tic en su ojo y también su cabeza que se movía un poco, además de otras cosillas. Apretaba con fuerza sus puños y de tener algo en ellos, bueno, las quebraría por completo. Su mente estaba procesando esta información sobre lo que estaba entendiendo con respecto a lo que Lupa dijo y de cómo se acariciaba su estómago.

Que su padre hiciera lo que hizo es una cosa pero que Lemy lo haga, no, no iba a dejar que haga lo mismo. No era acorde, para nada.

Lemy…

—Miente

No me interesa si miente o no… dime una cosa y te vale ser honesto porque estoy segura que estaré a nada de matarte… por favor, dime… dime tan solo que no estás pensando en hacer algo como lo que creo que vas a hacer… o has hecho ahora con Lupa…

—Desde el golpe en la cabeza, no hago nada malo ser un buen hermano Lyra —se excusaba por completo—. ¿Realmente vas a creer las palabras de una albina como Lupa o vas a creerle a tu hermano menor?

—Pero también eres albino

—… Lina tiene razón —decía Lyra, usando un tono de voz tan severo como siempre—. También tienes el cabello blanco… ¿acaso quieres ser igual a Lupa?

—Puede ser —sus hombros se bajaban—. Digo, tener el cabello blanco me ofrece cosas que antes no… por ejemplo, me queda bien… combina con mis pecas y mi diente de conejo…

—¿Sabes algo? —decía Lina—. Mamá… solía tener una foto de papá. Te ves igual a él… —ella de pronto comenzó a comer, seguir comiendo de hecho, como si nada—. Es raro…

—Es casualidad —decía Lemy entre risas—. Pero volviendo al punto… ¿qué problema habría si quiero ser cercano a Lupa?

—… —Lyra pasó de estar enojada como siempre a ponerse un poco mal—. …no quiero que hagas lo mismo que hizo papá con todos nosotros…

Lupa tuvo que dejar su regocijo de ver cómo Lyra se enojaba con su papá a ponerse un poco mal junto con él que miraron de tal manera ella que se sentó en la mesa luego de su sobresalto con escuchar y ver todo esto. Miró Lyra su comida unos instantes y luego de eso, miró al resto.

—Terminen de comer y luego junten todo y limpien. Yo… en serio, no estoy bien…

No era algo que quería hablar y menos recordar.

No quería saber mucho de su padre actualmente. Le debe una paliza a Lemy por supuesto por no contarle sobre el hecho de que desde siempre supo de su padre y este había prometido contarle de él en caso de saber algo. No lo hizo, lo dejó pasar por completo y debe de hacer algo… pero no es el momento ni es el lugar para recriminar. Decidió que era mejor callarse e irse. Esperaba que ellos limpiaran todo.

—Ve a verle Lina —dijo Lemy rápidamente.

—¿Yo?

—Sí, tú —dijo—. Las lesbianas se deben de mantener juntas ¿no?

—¿E-eh? —ella se apenó demasiado—. ¿Y-yo? N-no s-soy…

—Sí Lina, sé muy bien que se te hace agua la boca cuando la vez fijamente. No te preocupes, nuestro papi se cogió a sus hermanas y nacimos nosotros. ¿Qué daño hará que sigamos haciendo esto? Viene de familia…

—…

—Lupa, cállate

—Solamente digo la verdad…

—No me interesa, tan solo, cállate ¿sí? Que sube el pan… —miró Lemy a Lina—. No te diré nada de nada. Quiero que sepas que todavía odio el hecho de que tengamos el mismo padre… pero, si te hace feliz estar con Lyra, pues, no diré nada. Tan solo espero que no hagas nada tonto… ¿Quieres? Lyra… es MUY nueva en todo esto…

—¿Piensas que yo no?

—Tu madre es Sam

—¿Y qué quiere decir eso?

—¿Hace falta que lo diga?

—… ¿me estás diciendo puta?

—El término que yo usaría es casi pero, bueno, lo que mejor te quede a ti…

Lina en respuesta terminó tirando algo de jugo en la cara de Lemy que estaba sin expresión alguna. Ella se retiró muy enojada que le diga de esta manera, incluso diciendo que es casi como su madre, cosa que no, nunca sería una puta como su madre.

Lemy no se inmutó para nada.

Ya cuando eran Lupa y Lemy, Lupa entonces tomó servilletas para limpiar a su padre muy preocupada.

—Deberías de cuidar tu lenguaje

—Ella se quería quedar para ver si nosotros hacíamos algo —le respondió—. Tal vez no te hayas dado cuenta de eso pero, ella esperaba que hiciéramos algo

—¿Tener sexo?

—… creo que eso es una respuesta —asentía—. Pero, sí, ella notó muy bien que de alguna manera nos hemos hecho cercanos… tú te has acercado a mí, mejor dicho… y no pensé que fuera de mente rápida como su padre… —murmuraba eso último—. …Lina es alguien peligrosa…

—¿Qué harás entonces? —ella le seguía limpiando. En su interior, Lincoln creía que si no fueran nada de nada salvo conocidos y amigos, ella podría ser, por lo que está viendo y por cómo se comporta a solas, una muy buena novia. Aunque claro, si alguien ajeno mostraba interés, no lo va a matar, lo va a violar—. Técnicamente, es tu hija ¿no?

—Tú también lo eres

—Pero la diferencia que yo no te trato como padre, te trato como mi hermano —replicó—. Creo que eso me hace muy diferente… diferente de Loan ¿no?

—… —le miró raro—. ¿Por qué preguntas eso de la nada?

—Es diferente a Loan ¿no? —ella sonreía—. Sí, sabía que sí…

—¿Importa eso?

—Demasiado importa Lincoln —hizo una pausa. Terminó de limpiar a su padre y le tiró de la mejilla mientras daba esa sonrisa al puro estilo de la morenita que molesta a ese muchacho que es un grado superior—. No quiero que nadie más sepa que tú eres mi padre y que tú eres el chico más importante que conozco…

—… —miró para varios lados, preocupado—. La Lupa que este Lemy conoce no es de esta manera….

—Pero no eres Lemy, eres Lincoln ¿no?

—Eh, sí…

—Eso es bueno… —ella comenzó a reírse ahora mismo—. Me pregunto qué es lo que harías si yo ahora le dijera a todas que eres…

—Hazlo

—¿Seguro? —preguntó con sorpresa ante la abruptividad de su padre en cortar su oración.

—Sí, muy seguro. Si realmente lo haces, espero que olvides que te trate por cómo eres realmente Lupa. No arruines esto para mí, por fin tengo la chance de ver a mis hermanas, ver cómo están, enterarme qué tan mal están por hacer esto de hacer que tengan hijos para que tengan algo para recordarme, poder vivir en paz y saber que están bien o mal, eso. En serio Lupa, ¿quieres arruinar la chance que tienes de ser la única, quitando a Loan, de saber que yo soy Lincoln, tu verdadero padre?

—Con una condición, no diré nada.

—Déjame adivinar, ¿quieres una abeja de mascota?

—No… no… —ella miró a todos lados nerviosa, sonrojada. Claramente era algo que quería y añoraba pero no iba a pedirle eso a él—. …claro que no…

—¿Qué es? ¿Sexo? ¿Eso quieres? ¿Quieres que un chico de 13 años se coja a una chica de 12 años?

—…

—…

—…

—…

—…

Lupa se sentó en el regazo de Lemy mientras este se quedaba callado y observaba a la albina cómo se observaba coquetamente su rostro y le acariciaba la misma.

—Puede ser…

—Bájate…

—Vamos papi, sé muy bien que quieres esto —ella de nuevo acariciaba su rostro—. Sé muy bien que te gustan las góticas…

—No me gustan las góticas, me gustan las emo, es MUY diferente a lo que uno piensa —le puso su mano en su boca—. No te confundas, eres linda Lupa pero nunca pondría un dedo encima de ti… no eres la chica que busco

—¿Acaso Loan es tu chica ideal?

—Tal vez Lemy pero, ¿yo? No, nunca. No me gustan las locas

—Pero las locas dicen que ofrecen el mejor sexo de la vida

—No lo sé, espero que no hables por experiencia Lupa —se reía él—. Yo solamente quiero una sola chica…

—Mm… ¿Lacy? —trataba de adivinar ella todavía estando encima de él—. Como es tu hermana favorita, tal vez seguro que a ella sí te la quieras tirar…

—Estás muy errada si crees que quiero cogerme a una hermana… o hija… o como queras decirle… ¿realmente me crees capaz?

—Lemy ya lo hizo con Loan… y tengo mis dudas sobre ella pero, creo que ha hecho algo con Leia…

—… —se mostró sorprendido—. Un chico de 13 años, con una niña de… ¿8 años? ¿En serio? —tiro su cabeza para atrás y empezaba a hacer ruidos de queja—. Vamos Lemy, ¿en serio? ¿Una puta niña?

—No, puta no es… bueno, creo que sí, no sé… no te debes de fiar de ella…

—Una niña de 8 años… —cerró sus ojos—. Una niña… Dios… espero que perdones a Lemy en donde sea que esté… por favor…

—¿Lincoln?

—Por favor, necesito pensar y…

—No hasta que me des lo que quiero…

—No…

—Un beso…

—¿Un beso? Bueno, ven, dame la mejilla

—Labios

—Lupa, no voy a hacer eso

—Por favor

—No.

—Algunos padres besan a sus hijos en la boca

—Esos padres no son muy buenos que digamos

—¿No es cuando estos hijos apenas son pequeños? Quiero uno de esos… ya sabes… quiero experimentar lo que es que tu padre te dé un beso… por favor… además, ambos ganamos. Le quitas el primer beso a tu hija así ningún otro chico lo hace, es una victoria roy-

—Sí, sí, entiendo, tan solo no digas esa palabra que te juro que algo te haré…

—Espero que sea…

—No, Lupa, basta. ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás… tan caliente? ¿Quieres que te pegue o algo por el estilo?

—Perdona… es que… siento que la idea de tener un padre y todo eso… la idea de tenerte a mi lado, al frente de mí…

—¿Te calientan los hombres mayores?

—… no creo que sea eso

—¿No?

—Sí

—Entonces para de mover tus caderas contra mi regazo. Eso no lo haría alguien en tu lugar…

—B-bueno… creo que me siento como Loan…

—¿Cómo ella?

—Ella… yo… bueno, he visto cómo decía que deseaba que su padre esté aquí, que papá esté con nosotros… mientras se metía 4 dedos… y luego… algo que parecía un brazo…

—…

—… lo digo en serio…

—¿Qué quieres?

—Un beso, nada más…

Lincoln cerró sus ojos mientras suspiraba pesadamente. La decisión era algo tediosa. Tal vez haría algo como levantarla y tirarla contra el suelo mientras luego le hacía una llave pero, en estos momentos, no se sentía tan machista como antes y en su lugar, decidió acceder entonces a este pequeño pedido.

Solo era un beso, ¿qué podría salir mal?

Bueno.

El punto de todo esto, como viene siendo en estos momentos de la vida misma, es que ni Lupa ni Lemy esperaban que tuvieran una espectadora que de tener palomitas, estaría atorada con los mismos al haber visto cómo estos dos se dieron un beso para luego seguir con un beso apasionado que hizo que la albina cayera encima del albino.

Agradecía al de arriba por tener una familia tan safada como ella quería y esperaba que cosas como estas siguieran.