Inicio del combate
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Brunhild era una Valquiria, la mayor entre todas sus hermanas. Todas y cada una de ellas tenía un vínculo especial con la humanidad, o eso sentían ellas, al ser mitad humanas mitad diosas. Mientras tenía a su hermana menor a su lado, Geir, una aprendiz, se preguntaba en las razones por la que los dioses querían destruir a la humanidad.
¿Contaminación? Bueno, la razón de Shiva era buena, la mugre en los mares y hasta en la misma tierra era algo que a Brunhild no le gustaba mucho, súmale a qué Afrodita estaba de acuerdo con él, diciendo que la tierra "ya no era bonita", y viniendo de la diosa de la belleza... Eso era duro.
Asesinatos.
Inmadurez.
Políticos extremistas.
Genocidios.
Todas esas eran de hecho, razones válidas que Brunhild no podía negar, el ser humano era una especie destructiva que si no dejaba que los dioses los aniquilen, lo harían ellos mismos. Y aún así... con un rostro de angustia mientras miraba la batalla de Lincoln y Thor empezar...
Ella no podía simplemente aceptar un destino así. Ella amaba a la humanidad, en los años que ella había vivido, había visto milagros que los dioses jamás se darían el gusto de ver, vidas que podían a llegar a valer la pena, actos increíbles hechos por el hombre... No era algo que Brunhild pudiera explicarles, ni siquiera podía hacerle entender a su hermana menor Geir por su cuenta, sino que lo haría ella misma en su momento.
Pensó en el joven que mandó a pelear, ¿Realmente habrá sido buena idea llevarlo a pelear con justamente el Dios con más fuerza bruta? Solo había que mirar su físico para darse cuenta que aún estando en buena forma, le faltaba demasiado, la técnica era importante, pero uno no podía encajarle una llave de lucha a un oso, y Thor no era precisamente un oso, era algo mucho peor.
Miró a su lado, y Geir estaba con ella, con una mirada de nervios al ver la arena... Thor y Lincoln Loud llevaban casi un minuto mirandose, al principio el público pensaba le daban tiempo a Heimdall para alejarse, pero ellos solo seguían ahí. Brunhild se cruzó de brazos, analizando la situación. ¿Lincoln Loud ganaría? Negó rápido con la cabeza rechazando la situación. No, claro que ganaría, había elegido meticulosamente a los candidatos de otras dimensiones al momento de pelear, y estaba segura que no había mejor candidato para portar esas armas divinas y enfrentarse a Thor que el Lincoln Loud de esa dimensión.
Siete batallas. Necesitaban cuatro para ganar, si ganaban esta... No, al ganar esta, necesitarían otras tres.
Un albino que se crió en las calles. Un joven irrompible. Un pelirrojo que vive por la matanza. Un verdadero monstruo. Una portadora. Un arácnido.
Y, frente a ella, el joven que veía la vida como un Mecanismo.
—¡Oigan, ¿Por qué se quedan ahí parados?! —Un hombre en el público de los humanos se había impacientado y se atrevió a preguntar a los dos combatientes, despertando incluso en apoyo de varios dioses en el público.
—¡Dale una paliza a ese mocoso, Thor! —Gritó uno de los dioses del público.
El dios del trueno no se inmutó ante los gritos de sus seguidores, siguiendo mirando al humano. Para su ligera sorpresa (pero sin cambiar su expresión), el chico dejó de mirarlo para sacar su reloj de bolsillo y apreciarlo más a detalle. No parecía tener intenciones de hacer eso para molestarlo, sino que realmente parecía estar fascinado por aquel objeto que constantemente hacía tic tac repetidamente.
—¡Ya deja de mirar ese estúpido reloj y acabalo, mocoso! —Gritó otra persona del público.
Lincoln Loud suspiró con molestia, guardarlo su reloj. Rápidamente, tomó posición de pelea, segundos después comenzando a correr rápidamente hacia Thor, y, de un movimiento sobrehumano dio un salto que casi superaba la altura de Thor para lanzar una patada la cual el Dios del trueno bloqueo poniendo su Mjolnir en medio, provocando un fuerte estruendo por el impacto de la metálica bota y el gran martillo. Lincoln aterrizó casi torpemente después de fallar el golpe, volviendo a suspirar mientras miraba con molestia a Thor. El Dios del trueno levantó una ceja por un segundo antes de bajarla rápidamente, dándose cuenta de lo que era realmente estaban hechas esas botas de acero.
—Sí, como lo supuse... —Fue lo primero que dijo Lincoln en todo ese tiempo, desconcertando un poco a Thor por las palabras que soltó el pelinegro. — Esto va a costarme un poco más —Suspiró por un momento, presionando levemente su reloj dentro del bolsillo. —, pero era obvio, eres un Dios después de todo.
—¡ESTO ES SORPRENDENTE, SEÑORES! —Vociferó Heimdall. Eso había molestado a Lincoln provocándole una mueca, está bien que fuera el narrador de la pelea, ¿Pero hacía falta ser tan irritante? — ¡EL REPRESENTANTE DE LA HUMANIDAD FUE QUIEN COMENZÓ LA BATALLA CON UNA POTENTE PATADA... —Señaló a Thor, el cual solo se limitaba a seguir analizando al jóven peleador. — PERO COMO ERA DE ESPERARSE, NUESTRO DIOS DEL TRUENO NI SIQUIERA SE HA INMUTADO!
Lincoln volvió a ponerse en posición de pelea, volviendo a suspirar. Claramente se podía ver que ese tipo no era para nada objetivo al momento de narrar la pelea. Miró con atención a Thor, logrando confirmar su teoría: Era tan fuerte que podía mover ese gran martillo como si fuera uno de juguete, por lo tanto no podría encontrar de ninguna forma un "punto ciego" que impidiera al Dios del trueno tardar en mover su arma, entonces entendió que no podría luchar con el intento de estrategia que tenía en mente...
Sino que tendría que arreglárselas para "engañar" esa defensa para lograr dañarlo.
—Bien... —Dijo para sí mismo en un tono tan bajo el cual Thor no podría escuchar. — Vamos a ver si esto sirve.
Y mientras tanto, en una de las vistas altas, Geir estaba mirando con atención a un Lincoln Loud que estaba mirando fijamente al pelirrojo Dios del trueno, parecía que volvería a atacar, o al menos volvería a hacer ese intento. Thor parecía indiferente ante cualquier cosa que fuera a hacer su contrincante. No era la primera la primera vez que hacía algo así, cada vez que tenía que enfrentarse a alguien por x o y razón, hacía lo mismo: Dejar que alguien ataque primero para probar su fuerza, y cuando quiera volver a intentarlo, simplemente se desharía de él con un preciso martillazo al pecho, de esa forma se acababan todas sus peleas, esa no parecía ser la excepción. Parecía ser algo para presumir, y no era por menos, poder derrotar a cualquier combatiente de un solo golpe parecía algo de admirar...
Pero para él era horrible, aburrido, y desesperante al tener la idea en mente de que nadie se podría poner a su nivel.
Geir tragó saliva, mirando a su hermana mayor.
—Hermana Brunhild —Dijo con una voz temblorosa. —. ¿Tú crees que ese humano va a poder lastimar a Thor?
Brunhild soltó un bufido junto con una sonrisa, mirando a su hermana menor.
—Pues... no, no puede —Respondió a secas, cambiando su expresión divertido a una de completa seriedad, viendo como el rostro de su hermana cambiaba a una mirada de completo terror de solo pensar que tenían la batalla perdida. —. Por desgracia, es imposible que un ser humano, tanto con sus propias manos como por un arma de la tierra, puedan dañar a un Dios —Vio a su pequeña Geir estremecerse, no obstante... sonrió, con una expresión confiada, cambiando la dirección de su vista hacia la arena de combate. —. Sin embargo... quiero que mires con atención, mi querida Geir. ¿Ves las manos y pies de Lincoln Loud?
Geir entrecerró sus ojos para fijarse con más atención a la alta figura que estaba enfrente de Thor. Guantes blancos, y botas metálicas, al verlos, abrió sus ojos de par en par, sorprendida.
—Espera, hermana Brunhild —Miró a su hermana de cabellos azules, la cual seguía mirando a los combatientes con una sonrisa. —, ¿Esas no serán...?
—Tú solo mira, Geir. —Interrumpió sin dejar de mirar a Lincoln.
Para sorpresa de la muchacha, Lincoln comenzó a correr otra vez hacia Thor, haciendo el mismo salto que la vez anterior, alertando al Dios del trueno el cual levantó nuevamente el Mjolnir.
«¿Otra vez el mismo movimiento?» —Pensó, teniendo en mente que seguramente todos los humanos eran así de tontos al repetir un movimiento que no funcionaba.
Lincoln sonrió internamente, pensando en que si lo hacía de verdad entonces el Dios se daría cuenta. Con algo de cuidado, y para sorpresa del Dios y el público, no pateó nuevamente, sino que se puso de pie en el gran martillo blanco frente a él, para finalmente en menos de un segundo para no darle tiempo a Thor de reaccionar, dio otro pequeño salto mientras juntaba sus manos para terminar dándole un fuerte martillazo al musculoso pelirrojo justo en la frente. El ruido del impacto resonó en toda la arena de combate, forzando a Thor bajar la cabeza, Lincoln cayó frente a él, y aprovechando que pareció haberlo aturdido, se hizo a un lado quedando nuevamente a varios metros lejos de su alcance. Thor levantó la vista para ver fijamente Lincoln, el cual volvió a su posición de combate, más por estar alerta de lo que podría pasar que por estar a punto de volver a atacar, estremeciéndose un poco pero sin cambiar su expresión seria al ver una pequeña marca en la frente de Thor y un pequeño hilo de sangre saliendo de ahí, recorriendo de esa zona hasta su nariz.
Heimdall comenzó a sudar, mirando asombrado la pequeña pero visible herida de Thor, volteó al público los dioses, los cuales estaban sin palabras. Volvió a la arena, viendo que, para su sorpresa, el Dios del trueno aún miraba a Lincoln Loud como si lo estuviera analizando, mientras que este aún no parecía bajar la guardia, tal vez por nerviosismo, o por mera precaución, no podría decifrarlo viendo esa cara de completa indiferencia aún cuando estaba en una batalla a muerte.
—D-Damas y caballeros... —Tragó saliva, tomando algo de aire para gritar a todo pulmón algo que jamás creyó decir en su larga vida. — ¡EL TODOPODEROSO THOR, ACABA NO SOLO DE SER GOLPEADO, SINO QUE TAMBIÉN HERIDO POR SI CONTRINCANTE LINCOLN LOUD, QUIEN NO ES NADA MÁS QUE UN SIMPLE HUMANO!
Los dioses no dijeron nada al respecto, limitándose a mirar, estupefactos de que un ser humano haya lastimado a uno de los más fuertes. Por otro lado, el público de la humanidad gritaba eufórica de tan solo ver ese pequeño rasguño en la frente del dios del trueno, algunos hasta gritaban el nombre de Lincoln Loud en señal de apoyo y alabanzas para el joven que había logrado algo imposible... pero aún así, un rasguño era un rasguño, ellos lo sabían, así que después de eso, se quedaron mirando atentos ante cualquier cosa que fuera a pasar... pero esos dos solo se quedaban viendo, uno más alerta que el otro esperando cualquier movimiento por haberlo golpeado, pero no perdía nada estando atento.
—Hermana... —Geir llamó a Brunhild sin dejar de mirar a Lincoln desde ese lugar alto. — Guantes y botas plateadas... ¿Esas no serán...?
—Tal y como lo supones, Geir —Interrumpió, centrando su atención en Zeus, el cual estaba del otro lado del escenario, sentado en su trono arriba de las gradas, observando incrédulo como uno de los dioses había sido dañado. —. Como te dije, ningún arma humana puede dañar a un Dios, asi que... —Volteó a su hermana, haciendo una sonrisa que puso a la pequeña muy nerviosa provocando que casi de un paso hacia atrás. — Usé el cuerpo de nuestra hermana como "armas" que si lo puedan hacer.
—¿Qué? —Preguntó confundida, mitando a Lincoln Loud, y para su sorpresa, sintió la escencia de sus hermana mayor Randgrír en él.
—Bueno, como tal no la hice convertir en un arma, sino que se podría decir que... su alma se fusionó con la de Loud para esto —Ante eso, la sonrisa de Brunhild se desvaneció. —. Lo cual, significa que si Lincoln Loud pierde la pelea y muere, ella también morirá.
—¡¿Cómo?!
—Oye, tranquila, ¿Viste el buen golpe que le pegó a Thor? —Volvió a ver a la arena. — Además...
—¡BRUNHILD! —Gritó una voz rasposa viniendo del otro lado de la arena.
Brunhild miró para todas las direcciones posibles, fingiendo que escuchó el llamado de Zeus.
—¿Oíste algo Geir?
—¡No te hagas, pequeña sabandija! —Gritó desde el otro lado, inesperadamente para Brunhild, sostenía una pequeña pantalla que parecía un teléfono.
—¡¿Esperas que vaya a ver lo que dice desde esta distancia?! —Preguntó molesta, finalmente haciéndole caso.
—¡Es la lista de participantes, maldita ciega! —Gritó aún más molesto, haciendo que algunos espectadores de la parte inferior de las gradas volteen a escuchar aquella riña, aunque no podían verla debido a un techo que separaba a los dioses de los otros invitados. — ¡Nunca dijiste que usarías participantes de otros mundos!
—¡¿Y eso qué, viejo verde?! —Gritó Brunhild, ya con nada de paciencia. — ¡Literalmente no estaba contra las reglas, además...! —Señaló a Lincoln y Thor, los cuales seguían esperando a algún movimiento de ambos. — ¡Yo debería quejarme del hecho de que querías que mis representantes de la humanidad vayan a pelear contra un Dios aún cuando estos no pueden dañarlos, ¿Por qué crees que le di armas divinas?! —Levantó ambas manos para enseñarle los dedos de enmedio mientras sacaba su lengua.
—Eso no fue muy madura, hermana. —Murmuró Geir.
Desde el otro lado, ya levantando de su trono, Zeus la miraba con molestia, por no avisarle de antemano, detrás de él, una figura alta, delgada, con un traje de gala negro parecido al de un mayordomo y un cabello del mismo color llevado para atrás se acercaba lentamente al Dios, inclinándose un poco para llegar a su altura y acercarse a su oído con una mirada bromista.
—¡OIGA SEÑOR ZEUS, ¿DE CASUALIDAD HAY ALGO QUE LE INTERESE SABER DE LOS PARTICIPANTES HUMANOS?!
Eso había hecho que el anciano pegue un sobresalto, llevando su mano al pecho, aunque no tenga riesgo alguno de sufrir alguna especie de paro cardíaco. El dios de traje negro soltó una pequeña risa amistosa.
—Tarado, no hacía falta que grites así, Hermes.
—Bueno, lo siento, señor —Su mensajero se encogió de hombros. —, pero usted estaba hablando así con la señorita Brunhild, así que creí que usted podría haberse quedado sordo, o...
—¡No estoy sordo, idiota, uno no va a poder conversar a voz baja con alguien con esa distancia! —Gritó molesto ante la pequeña broma de Hermes, calmandose unos segundos después al recordar la pregunta de su mensajero. —... Pero sí. Quiero la información de todos los participantes, cuánto más pronto, mejor, es solo por curiosidad, me interesa saber los participantes que eligió Brunhild.
Hermes asintió con una sonrisa, dándole la espalda y marchandose del lugar, sin interés alguno por la batalla que estaba llevándose acabo abajo. Zeus se tumbó en su trono suspirando mientras veía esa lista. Había nombres repetidos, así que, pese a repetirse la persona, debían haber diferencias, fuera de eso, había alguien que le intrigaba.
¿Por qué había uno el cual no se nombraba su línea de tiempo? ¿Y por qué su nombre era una mera letra?
Participantes:
Dioses:
•Hercules
•Zeus
•Shiva
•Thor
•Poseidón
•Hermes
•El Todopoderoso y genial Loki (Osea yo)
Humanos:
•Lincoln Loud - Mundo 11 (Él actual peleador)
Zeus bufó al ver que Loki puso un monigote de su cara sonriente con un pulgar arriba.
•Lucy Loud - Mundo 6
•Lincoln Loud - Mundo 81
•Chandler McAnn - Mundo 23
•Lincoln Loud - Mundo 21
—¿Cuántos Lincoln Loud hay? —Se preguntó Zeus para sí mismo.
•Rusty Spookes - 21
•Lincoln Loud - Mundo 94
•N - Mundo ???
NA: Muy poca acción, pero quise meter más diálogo y más "contexto" así la historia podría "entenderse" más.En el próximo capítulo empezará la autentica pelea.
